Siembra directa de maíz con aplicación localizada de purín: una opción pionera en Galicia

Ganadería Barbeiro adquiere una cisterna autopropulsada equipada con strep-till y sembradora que permite labrar directamente sobre la pradera en una única pasada y sin usar abono químico

Labores de sementeira directa de millo sobre pradeira nunha parcela a carón do establo de Gandería Casa Barbeiro en Lagoa (Alfoz)

Siembra directa de maíz sobre pradera en una parcela al lado del establo de Ganadería Barbeiro en Lagoa (Alfoz)

Las limitaciones al uso de fertilizantes químicos y productos fitosanitarios, impulsadas desde la Comisión Europea, condicionarán en los próximos años la siembra del maíz, el principal cultivo agrícola que se lleva a cabo en Galicia.

Ante esta nueva realidad, hay explotaciones gallegas que se están adelantando, con la adquisición de maquinaria de última generación que permite llevar a cabo una siembra de precisión, con reducción en el uso de insumos, al tiempo que se evita dañar la estructura del suelo mediante técnicas de mínimo laboreo.

Ganadería Barbeiro, con dos granjas en la actualidad en A Mariña, ubicadas en Lagoa (Alfoz) y Arante (Ribadeo), está empleando en esta campaña de siembra del maíz una sembradora combinada de precisión que prepara la tierra, fertiliza mediante la aplicación localizada del purín y siembra en una sola pasada.

La cabeza tractora autopropulsada es holandesa y el apero de fabricación italiana

Esta máquina, la primera que viene para España, combina una cabeza tractora autopropulsada, de fabricación holandesa, con cisterna de purín y un apero hecho en Italia. “El strip-till es el único en Europa que trabaja con inyección de purín más siembra de maíz”, explica Juanjo Fraga, administrador de Casa Barbeiro SL, la ganadería familiar en Alfoz, y Narxosé SLU, adquirida en Ribadeo en 2018.

Siembra directa

La siembra directa avanza en el cultivo de cereales y oleaginosas en distintos países y gana terreno también en España pero no es habitual a día de hoy en el cultivo de maíz en Galicia. “Es un sistema que se está utilizando bastante fuera, en países como EEUU o Brasil. Es una mezcla de laboreo convencional y siembra directa, mediante un sistema de laboreo en líneas que lleva acoplada una sembradora de maíz”, explica Juanjo.

En EEUU y Brasil se está usando bastante este sistema

Una de las ventajas es la agilización de los trabajos de preparación de la tierra previos a la siembra y el ahorro de tiempo y combustible. “Con una sola pasada voy a hacer todas las labores. Acabas de ensilar y al día siguiente estás echando el maíz. Eso nos facilita las cosas. Trabajamos directamente sobre la pradera; antes había que arar, gradar, abonar y sembrar. Parte de esos trabajos los contratábamos, ahora lo haremos todo nosotros con una única máquina”, destaca.

Fertilización solo con purín de las tierras del maíz

La fertilización de las tierras del maíz es uno de los usos más habituales que se da al purín en Galicia. Las explotaciones lecheras reservan buena parte del purín almacenado en invierno para el momento de la siembra, pero la entrada en vigor, a partir del próximo 1 de enero, del Real Decreto de Nutrición Sostenible de Suelos Agrícolas, dificultará esta práctica, al menos debido a la prohibición del uso de cisternas de plato o abanico y a la limitación en las unidades máximas de nitrógeno por hectárea permitidas en los planes de abonado.

Acabas de ensilar y al día siguiente estás labrando el maíz; eso nos facilita las cosas

Por eso, la aplicación localizada del purín en la misma línea de plantación permite un aprovechamiento más eficiente del poder fertilizante del purín por parte de la planta y una reducción en el uso de abonos de síntesis química. “Nosotros este año no vamos a usar nada de abono mineral para labrar el maíz al estarle metiendo el purín localizado por debajo. La profundidad de siembra es la habitual, pero inyectas el purín entre 23 y 30 cm y la semilla va arriba. Al romper la estructura del suelo para la semilla es más fácil enraizar, porque no tiene suela de labor y profundiza más. El terreno queda medio acolchado al pasar por él”, explica.

Juanjo espera también poder eliminar buena parte del uso de herbicidas habituales en la siembra del maíz por medio de una elección idónea de los cultivos en rotación. “Este año donde teníamos raigrás hemos metido un glifosato con insecticida y no hemos echado nada más, pero donde habíamos sembrado veza con cereal en invierno no hemos aplicado nada porque pensamos que no lo va a necesitar, porque ninguna de las dos, ni la veza ni el cereal, rebrota y nuestra idea es seguir rotando con la veza de cara al futuro”, argumenta.

Mínimo laboreo

La apuesta de Ganadería Barbeiro por el mínimo laboreo tiene que ver también con los beneficios agronómicos para la estructura del suelo. “Estamos intentando darle una vuelta a nuestras granjas hacia sostenibilidad, apostando por la agricultura regenerativa”, dice Juanjo, ingeniero agrónomo de formación.

La siembra del maíz en Galicia está siempre condicionada por la climatología. La integral térmica marca el inicio de la campaña y las lluvias obligan en ocasiones a retrasar la preparación de las tierras. La siembra directa, sin embargo, no se ve tan afectada. “En Alfoz aunque llueva algo con este sistema puedes trabajar igual porque es suelo arenoso. En Ribadeo es más complicado porque tiene más arcilla”, explica.

Búsqueda de la máxima productividad en las tierras

El cultivo de las tierras es parte esencial del proyecto de crecimiento de las granjas de Lagoa y Arante, que están en proceso de ampliación para acercarse a las 500 vacas en producción en cada una de ellas.

Este año echarán un total de 190 hectáreas de maíz en distintas ubicaciones, buena parte de ellas fincas arrendadas en distintos ayuntamientos de la comarca con las que han ido incrementando en los últimos años la superficie agraria a medida que crecían en número de cabezas para de este modo tratar de ser lo más autosuficientes posible en la alimentación del ganado.

Este año vamos a echar 190 hectáreas de maíz. Nuestra idea es rotar con veza

Para tratar de incrementar la productividad de las parcelas, su intención el año que viene es reducir la distancia de plantación. “Hasta ahora labrábamos con dos separaciones, a 60 y 75 cm. Este año estamos trabajando con 8 surcos a 75 centímetros entre filas, pero reduciendo a 13 centímetros la distancia entre semilla y semilla dentro de la fila para meter más plantas por hectárea. Para el año que viene vamos a probar a trabajar a 12 líneas con separación de 50 cm entre ellas”, avanza Juanjo.

Una técnica poco implantada en Galicia

La siembra directa alcanzó en el año 2021 un total de 845.000 hectáreas en España, lo que supone un incremento del 65% en la última década, con una implantación destacada en cereal (casi 750.000 hectáreas), lo que equivale al 12% de la superficie total de cultivo, según los datos de un estudio reciente elaborado por el Ministerio de Agricultura.

Por comunidades autónomas, destaca Castilla y León, mientras en Galicia es residual. Según los datos de la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos (ESYRCE), en el año 2021 se labraron en Galicia un total de 707 hectáreas mediante siembra directa, lo que representa únicamente el 0,8% de las tierras de cultivo de la comunidad.

Por provincias, Lugo concentra la mayor parte de las hectáreas labradas con esta técnica (428 ha). La empresa Agroamb, de Ponte de Outeiro (Castro de Rei), lleva haciendo siembra directa varios años en las tierras que gestiona. Por superficie, a Lugo le siguen A Coruña (152 ha), Ourense (109) y Pontevedra (17).

La siembra directa se emplea ya en el 12% de la superficie destinada a cultivo de cereal en España, pero solo en el 2,3% del maíz forrajero

En el caso del maíz forrajero, se labraron con siembra directa en 2021 en el conjunto de España tan solo 2.181 hectáreas, lo que representa el 2,3% de las 94.000 hectáreas que se siembran cada año (71.000 solo en Galicia).

Nuevo ecorregimen en la PAC

La nueva PAC incluye un ecorregimen denominado Agricultura de conservación: siembra directa, que se paga a 87,72€ por hectárea en las primeras 30 hectáreas. A partir de ese umbral se aplicaría degresividad, con lo que los importes a percibir se reducirían, aunque nunca podrán ser inferiores al 70% del importe planificado. A mayores, hay un complemento adicional de 25€/ha por hacer la siembra directa en las mismas parcelas que el año anterior. Este complemento no estaría afectado por la degresividad.

La siembra directa se encuentra encuadrada dentro de las prácticas de la agricultura de carbono, al favorecer la conservación de los suelos, permitiendo reducir las emisiones de CO2, y aminorando los riesgos de erosión del suelo. Para cobrar el ecorregimen se exige rotación de cultivos en el 40% de la superficie total por la que se solicita el ecorregimen.

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