¿Hay un problema con el purín en Galicia? “A modo general, no”, responde contundente el ingeniero agrónomo Marcos Fuentes Sánchez, de la firma Nutrimentos Deza (Nudesa), especializada en la producción porcina y en la fabricación de pienso. La gestión de los purines es uno de los temas que se han tratado este año en el XXV Monográfico del sector porcino celebrado recientemente en Silleda (Pontevedra). Fuentes Sánchez ahondó allí en las cifras de purín que produce la ganadería gallega, comparándolas con las necesidades de abono de Galicia para la producción de forrajes.
“Si realmente hay un problema por el exceso de fósforo en los suelos gallegos, no solo se debe al purín, sino que el 50% procede de los abonos minerales”
El técnico señaló además la importancia de incluir en la ecuación a los abonos minerales y no solo culpabilizar al purín del exceso de minerales, como el Fósforo, que es el más limitante para la producción. “Se ha dicho muchas veces que en Galicia hay un problema con el purín, pero nunca se responsabiliza a los abonos minerales y si realmente hay una problemática por el exceso de Fósforo en los suelos gallegos, este dependerá en igualdad tanto del abonado mineral como de los purines”, sentencia el agrónomo.
Las cifras en Galicia
En Galicia, el censo total de animales en producción industrial en el 2020 era de 687.822 Unidades de Ganado Mayor (UGMs). En esta cifra se incluye el vacuno de leche, cebaderos de terneros, la producción porcina (madres y cebo) y la producción avícola (gallinas y pollos broilers). El vacuno de leche representa el 50%, mientras que la avicultura supone el 27% y el porcino el 23%.
Este ganado produjo un total de 8.455.143 metros cúbicos de purín, la mayor parte procedente del vacuno (57%), seguido del porcino (35%). El sector avícola apenas generó un 9% de ese purín.
En paralelo a las cifras de volúmenes de purín, para comprobar si realmente hay un problema con el purín, Fuentes analizó los principales cultivos y las necesidades de abono que se registran, para valorar cuál es la situación en Galicia. Así, de las tierras dedicadas a usos ganaderos y agrícolas, el 53% son prados de más de 5 años, mientras que el 33% son praderas que se renuevan más a menudo y el 14% de la tierra se dedica a la producción de maíz. Empleándose para estos usos, ¿qué necesidades de abonado tienen estas tierras?
“El purín producido en Galicia solo cubre el 43% de las necesidades de Nitrógeno y Fósforo que requieren los forrajes para alimentar el ganado gallego”
En Galicia,se estima que para la producción de forrajes se precisan unas 47.000 toneladas de fósforo y que el generado por la producción ganadera se sitúa alrededor de las 20.000 toneladas. “El purín producido en la comunidad solo cubre el 43% de las necesidades de Fósforo que requieren estos forrajes. Tenemos un déficit de Fósforo en los cultivos de 27.000 toneladas, si sólo se emplea purín”, explica Fuentes Sánchez.
Sin embargo, como apunta el ingeniero, en función de si para realizar este cálculo se aplican los criterios recogidos en el Real Decreto 1053/2022, que estipula las limitaciones para la fertilización, o las Instrucciones Técnicas para la realización del plan de gestión de deyecciones ganaderas y fertilización (IT-CMAOT-2), los porcentajes sobre las necesidades y la cantidad de purín producida pueden verse alteradas, ya que fijan diferentes baremos.
La comarca de Deza
El ingeniero analizó el caso concreto de la comarca de Deza, donde se encuadra tanto la fábrica de Nudesa, situada en Silleda, como algunas de las granjas de la empresa. Además, esta comarca tiene una importante actividad ganadera, no solo en el vacuno de leche sino en el porcino y en el sector avícola, por lo que conocer sus cifras permite ver la situación de una de las comarcas con mayor carga ganadera, al margen de A Limia.
En concreto, en la comarca se contabilizan 119.528 UGMs de vacuno, principalmente de leche (37%), porcino (35%) y de aves (28%). Estos animales producen un total de 1.525.874 metros cúbicos de purín. A diferencia de lo que ocurre a nivel gallego, en Deza y pese a que el vacuno sigue siendo el ganado mayoritario, es el porcino el que más purín produce (52%), mientras que las granjas de vacas generan un 39% y las de aves apenas un 9%. El caso de la comarca del Deza es también de interés porque representa el 17% del censo gallego y el 18% del purín producido en Galicia, mientras solo dispone de un 6% de la superficie de cultivo.
Cubrir las necesidades de purín de las comarcas lindantes puede ser la solución para aquellos territorios en los que se estén produciendo excedentes de purín
A la hora de estimar las necesidades para el abonado de los forrajes en el Deza y el purín que precisarían, en función de si se aplican los criterios recogidos en el nuevo Real Decreto, se aprecia que en la comarca hay un excedente de purín del 7%, mientras que si este cálculo se hace con el sistema del plan de deyecciones ganaderas (IT-CMAOT-2), este llega a ser del 33%.
Con este excedente de purín en la comarca, Fuentes Sánchez abre el foco a las necesidades de las comarcas lindantes como Arzúa, Melide, Chantada o Santiago, que pueden ser la solución, ya que muestran un importante déficit y buena parte de sus necesidades de aportes quedan sin cubrir por el abonado orgánico. En concreto, la cantidad de purines de porcino que precisarían para completar sus necesidades rondan los 1,7 millones de metros cúbicos, por lo que los excedentes puntuales del Deza tendrían sobrada salida en zonas próximas.
Macroplanta de biogás o puntos de acumulación estratégicos
Ante el excedente de purín de porcino en el Deza, en la ADS de porcino de Silleda trabajan desde hace tiempo con puntos estratégicos para la acumulación puntual del purín, de manera que han solucionado la problemática y consiguieron seguir empleando este purín para la fertilización, sin que suponga un problema para las granjas. Los puntos de acopio almacenan el purín hasta que las granjas de la comarca o de zonas próximas lo necesitan.
Mientras, la propuesta de la Xunta de la creación de una macroplanta de biogás en la que se trate el purín tiene el rechazo del sector, que mantiene la desconfianza sobre los efectos que pueda llegar a suponer la creación de esta gran planta. Entre otras consecuencias, temen que al final terminen por tener que pagar por enviar el purín hasta esa planta suponiendo un importante gasto para las ganaderías, semejante al que representa la recogida de cadáveres, que comenzó resultando un desembolso mínimo y en la actualidad en algunas granjas puede llegar a alcanzar los 15.000 euros, como apuntaron durante la jornada.
El sector también advierte del coste económico y medioambierntal que representa el transporte de purines a las plantas de biogás y el retorno al agro del digestato que queda tras el procesado del purín, con el agravante de que además mantiene buena parte de los nutrientes iniciales.
¿Es la macroplanta de biogás una solución útil para el campo?