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La fase de transición es un período crítico en el ciclo reproductivo de las vacas lecheras que abarca desde el final de la lactación hasta la concepción de la siguiente preñez. Durante esta etapa, los animales experimentan cambios hormonales y metabólicos significativos, que pueden tener un impacto en la reactivación folicular y en la fertilidad.
Conviene tener en cuenta que uno de los pilares en esta fase de transición es la ingesta de materia seca. Los nutricionistas siempre ponemos el foco en la ingesta preparto, porque está íntimamente relacionada con la ingesta posparto. Es decir, una vaca que come poco antes de parir comerá poco en el posparto, acentuando el balance energético negativo. Estos animales tienen más probabilidades de tener cuadros de cetosis, mayor movilización de grasa, esfuerzo metabólico a nivel hepático y aumento del estrés oxidativo. Todo esto genera mucha inflamación.
En De Heus hemos apostado fuertemente por el manejo de la transición con el programa Prelacto, poniendo el foco en la ingesta y en el control de la hipocalcemia, para así poder afrontar una nueva lactación con garantías. En esta fase, todas las vacas sufren un cuadro inflamatorio subagudo y un balance energético fisiológico, que debemos saber manejar también en el posparto.
En este proceso inflamatorio del periparto, fundamental para que la vaca supere todos los cambios fisiológicos del parto, se liberan citoquinas proinflamatorias y proteínas de fase aguda, generando a su vez una resistencia frente a la insulina, que a su vez favorece la movilización grasa. La alta demanda repentina de glucosa por parte de la glándula mamaria hace que múltiples tejidos compensen la escasez de la dieta, haciéndose resistentes a la insulina, generándose un escenario hormonal que permite el catabolismo tisular y la movilización de aminoácidos y glicerol, procedente del músculo y el tejido graso.
Una vez que la vaca pare, sin ningún trastorno metabólico, los objetivos son la recuperación más rápida posible de la ingesta de materia seca y hacer frente al balance energético negativo y a este proceso inflamatorio. En las ganaderías de hoy en día, con grupos posparto o robots, se puede optar por raciones de posparto o puntear a vacas concretas como estrategia para conseguir animales más sanos, de mayor producción y sin perder condición corporal. Debemos recordar que aquellas vacas con movilización grasa son vacas con un estatus inmunitario menor, predisponente a enfermedades como la cetosis y el desplazamiento de cuajar, con menor reactivación ovárica; en definitiva, vacas menos eficientes y con mayor probabilidad de descarte.
“Definir una ración posparto puede ser una estrategia adecuada para conseguir o mejorar rendimientos en nuestras vacas”
Por lo tanto, si el manejo nos lo permite, es decir, el diseño del establo, el número de animales o el dispensador automático, definir una ración posparto puede ser una estrategia adecuada para conseguir o mejorar rendimientos en nuestras vacas: tener picos de leche más altos y sostenidos, bajar los días abiertos, mejorar la tasa de preñez, la tasa de reposición y subir la producción vitalicia de la explotación.
Desde un punto de vista nutricional es importante evaluar qué estrategias podemos utilizar en esta fase, siempre cubriendo los requerimientos de energía, proteína y minerales y poniendo al hígado como pieza angular del posparto. Lo principal es recuperar la gluconeogénesis y evitar una excesiva oxidación de triglicéridos en el hígado que aboque a la cetosis o hígado graso. Para ello, una buena estrategia es utilizar precursores glucogénicos, que estimulen la producción de glucosa para satisfacer la alta demanda en los primeros días posparto.
La digestibilidad de los forrajes y la calidad de la ración son fundamentales para aumentar rápidamente la ingesta, ya que forrajes demasiado fibrosos diluyen la ración y limitan la ingesta.
Otro punto de vista es aumentar la proteína metabolizable y aminoácidos concretos que, aparte de los requerimientos nutricionales definidos, tienen efectos concretos en el metabolismo lipídico hepático, como la colina y la metionina. La metionina también tiene un papel fundamental en la respuesta inmune y el proceso inflamatorio posparto. Por otra parte, el hígado puede tener una actividad ureogénica disminuida, por lo que la proteína degradable debe ser controlada.
Otra estrategia es controlar la adicción de grasas en la ración posparto, ya que pueden deprimir la ingesta en esta fase y aumentar la movilización grasa.
SincroFresh, la gama de piensos específicos de De Heus para posparto
En De Heus optamos por un manejo concreto en el periodo seco para asegurar el éxito posparto, pero sin olvidar que, después del parto, existen estrategias y manejo en la nutrición de precisión para lograr mejores rendimientos y buscar situaciones de máxima eficiencia. Dentro de la gama de soluciones nutricionales específicas, en De Heus diseñamos raciones para posparto y contamos con la gama SincroFresh, piensos específicos para esta fase para utilizar como suplemento en carro o robots.
