Los movimientos en cadena de las empresas que compran leche en Galicia para asegurarse el suministro de materia prima de cara a los próximos meses están impulsando una subida de precios en el campo, que se está plasmando en los nuevos contratos, con subidas de entre 1 y 3 céntimos, dependiendo de la empresa, dejando los precios finales para las granjas más grandes en el entorno de los 48-50 céntimos.
El escenario actual de renovación de los acuerdos con los ganaderos es de incremento del precio base y de las primas asociadas, sobre todo de las de volumen, con la intención de primar a las granjas de mayor volumen de producción, lo que está provocando diferencias muy notables, de hasta 6 céntimos, entre explotaciones vecinas en función de su tamaño.
Las empresas priman claramente a las ganaderías grandes, con diferencias por volumen que llegan incluso a los 6 céntimos
Salvo el acuerdo que cerró Reny Picot con la cooperativa Xallas, que se extiende por un año, la duración de los contratos que se están firmando hasta ahora, como los de Inleit o Larsa, es de cuatro meses, por lo que tocaría renovar de nuevo en agosto, y se espera que las empresas que faltan por salir, como Lactalis, Naturleite, Entrepinares, Río o Celta, sigan la misma línea.
La mayoría de los nuevos contratos es por un periodo de cuatro meses
La pugna abierta entre industrias, ya sea para asegurarse la continuidad de sus granjas proveedoras o para captar leche, está rompiendo la tradicional neutralidad, jugando a favor de la posición negociadora de los ganaderos, por lo que desde los sindicatos agrarios y las organizaciones de productores se está pidiendo a los titulares de las explotaciones que no se apresuren a firmar las propuestas de contrato iniciales, dado que el período de negociación sigue abierto y se extenderá hasta más allá de mediados de marzo.
Leche para la quesería de Navia
Una vez cumplido con el trámite legal pertinente de la presentación de ofertas previas, que incluían en la mayoría de los casos la ya habitual amenaza de bajadas de precio pero que decaen por sí solas a los 15 días ante la falta de respuesta de los ganaderos, Reny Picot abrió la veda de la verdadera negociación con la captación de 150.000 litros diarios de leche de socios de la cooperativa Xallas, que llevaban casi tres décadas entregando a Leche Celta. El contrato es por un año.
El contrato firmado por Reny Picot con la cooperativa Xallas tiene una duración de 12 meses
La guerra desencadenada por sorpresa por Larsa en diciembre, cuando decidió captar ganaderías de sus competidores, provocó la reacción de ILAS subiendo precios. Para mantener a las granjas de mayor volumen, los situó entonces en 48 céntimos, en línea con los precios pagados también por Larsa o Río.
Aunque la cooperativa Xallas vende la leche en bloque, la firma de los contratos es individual, con precios diferentes según la producción de cada granja
Ahora, mejora ese precio en el acuerdo con la cooperativa Xallas para las explotaciones de más de 100.000 litros mensuales, que llegarían a cobrar 49 céntimos, pero los más pequeños no alcanzan ese precio, una desigualdad que está provocando cierto malestar y descontento interno, según fuentes del sector, pues aunque la venta es en bloque, Reny Picot va firmando uno a uno con cada socio.
La reapertura de la planta de Outeiro de Rei sigue empantanada
Aunque la puesta en marcha de la planta de Outeiro de Rei, donde Reny Picot anunció en el momento de su adquisición un proyecto industrial para la fabricación de queso, sigue paralizada por el momento, Reny necesita más leche para su factoría de Anleo (Navia), donde acaba de ampliar su línea de fabricación de queso mozzarella.
Inleit adelantó la firma a febrero
Un par de días después de que Reny Picot cerrara el acuerdo con Xallas, Inleit decidió salir anticipadamente, adelantando la firma del nuevo contrato para tratar de retener a sus ganaderos con una subida de 3 céntimos, que se aplicaría ya a la leche del mes de marzo.
Reny Picot fue quien provocó esta vez el movimiento en Galicia y el ascenso generalizado de precios
De este modo, el precio base de la leche que la empresa de capital español y americano recoge para la planta de Teixeiro quedaría en 46 céntimos, incluida la prima super AA de calidad higiénico-sanitaria, que se descontaría en caso de incumplimiento (medio céntimo en caso de estar por encima de 30.000 gérmenes y 200.000 células y un céntimo si se superan niveles de 50.000 y 250.000).
Además, se establecería una prima por volumen, que va por tramos y llega a suponer hasta 3 céntimos adicionales: de 100.000 a 150.000 litros al mes 1 céntimo, de 150.000 a 200.000 1,5, de 200.000 a 250.000 2 céntimos, de 250.000 a 300.000 2,5 y más de 3 céntimos para las granjas de más de 300.000 litros.
Larsa mejora un céntimo e introduce la prima de bienestar
Tras la acción relámpago de Inleit, esta semana también salió Larsa, que ofrece una mejora total de un céntimo en su contrato, que ya era uno de los más altos del mercado en este momento, sobre todo para las granjas más grandes.
La empresa gallega perteneciente a la asturiana CAPSA mantiene el precio base en 42 céntimos y la prima de doble A (hasta 1,5 céntimos) pero sube la prima por volumen de entregas, que hasta ahora llegaba hasta 4,5 céntimos y pasa a 6, creándose dos nuevos tramos por arriba (5,5 céntimos para ganaderías de entre 2,5 y 3 millones de litros al año y 6 céntimos para las de más de 3 millones) y subiendo medio céntimo en el resto de niveles por debajo de esas cantidades.
Una explotación de más de 3 millones de litros al año que cumpla bienestar y bacteriología llegaría a cobrar los 50 céntimos
Otra de las novedades del nuevo contrato de Larsa es la introducción por primera vez de una prima de bienestar animal, que va en función de los puntos obtenidos en la inspección realizada dentro del protocolo Welfair, a razón de 0,01 céntimo por punto. Dado que la empresa se encuentra en el primer año de adopción del certificado de bienestar animal, el mínimo para que una granja supere el examen es 45 puntos (equivalente a 0,45 céntimos), aunque la mayoría llegaría al medio céntimo. Las ganaderías que estén en pastoreo seguirían cobrando adicionalmente una prima de 1,5 céntimos.
De este modo, una explotación de más de 3 millones de litros al año que cumpla con los requisitos higiénico-sanitarios (la super A de Larsa es exigente, de menos de 25.000 gérmenes y 190.000 células) y de bienestar animal, llegaría a cobrar, con la subida global total por volumen y bienestar, los 50 céntimos.
Promesas de Naturleite y Celta
Con el sector revuelto y los ganaderos inquietos, el resto de empresas están haciendo anuncios y promesas a sus explotaciones para tranquilizarlas. Es el caso de Naturleite, que habló con ellas para anunciarles una subida con carácter retroactivo de un céntimo desde enero (incluida la leche de ese mes), que se pagaría en una prima única en abril.
Había descontento entre las granjas de Naturleite por estar cobrando un céntimo menos que las de Entrepinares, que también fabrica para Mercadona
El cobro de ese diferencial de un céntimo por litro en el primer trimestre, para igualar el precio con el que paga Entrepinares, que también fabrica para Mercadona y que subió a 47 céntimos en diciembre, estaría condicionado a la renovación del contrato con la planta de Meira, lo que por parte de algunos ganaderos está siendo calificado de “chantaje” para que firmen el nuevo contrato.
La planta de Meira anuncia una subida de un céntimo en la leche ya entregada en enero que se cobraría en abril
La industria, perteneciente a la cooperativa andaluza COVAP, alega que no hay otra forma de hacerlo, ya que la AICA impediría hacer cambios en el contrato vigente, según están explicando a los ganaderos los representantes de la empresa. Naturleite también está prometiendo una subida de otro céntimo más en abril en el nuevo contrato, que quedaría en 48 céntimos, pero las explotaciones esperan verlo reflejado en el papel, después de que se hicieran promesas similares en el anterior contrato que finalmente no se llegaron a cumplir.
También Leche Celta, que tampoco ha presentado contrato alguno a sus granjas, está llamando a los ganaderos para decirles que estén tranquilos porque desde la empresa son conscientes del revuelo existente tras la marcha de la cooperativa Xallas y presentarán una propuesta acorde con la situación.
Celta bajó de 42 a 41 céntimos el precio base en octubre y lo recuperó en diciembre
La empresa, perteneciente a la cooperativa portuguesa Lactogal, necesita leche para su fábrica de Pontedeume, donde puso en funcionamiento el año pasado una nueva línea de envasado de mantequilla, y para la planta de Ávila, donde comenzó a fabricar quesos blandos y fundidos. Sin embargo, con la leche en Portugal un par de céntimos más barata que en España, la tentación de traerla del país vecino es grande.
Leche Río, a la espera de que salga Lactalis
El Grupo Lence saldrá este viernes (el último día para hacerlo) con una oferta a un año igual al contrato actual, únicamente con la intención de cumplir con el trámite legal establecido en el Paquete Lácteo: la presentación de ofertas con 2 meses de antelación a la finalización del contrato vigente, que en el caso de Leche Río y Leyma, termina el 30 de abril, al igual que ocurre con Pascual.
Los contratos de Río, Leyma y Pascual terminan el 30 de abril
Leche Río esperará a que salgan el resto de empresas, entre ellas Lactalis, para lanzar su contrato, pero avanzan que lo harán “apostando por la continuidad y la estabilidad, que es lo que los ganaderos quieren”, lo que podría inducir a un período de vigencia más allá de los 4 meses.
La estrategia de alargar los contratos ya fue la que siguió el Grupo Lence en la última renovación llevada a cabo en verano, al igual que hizo también la multinacional francesa. En cuanto a una posible subida, reconocen que “no vemos posible mantener los precios actuales tal como está el escenario en Galicia en estos momentos”.
El precio base del Grupo Lence es actualmente de 39,7 céntimos más una prima de fidelización
Lactalis, que presentó una oferta a la baja hace un mes, con un descenso de dos céntimos en el precio base hasta septiembre, quedando en 39 céntimos, quedó descolocada por lo sucedido después en el mercado en Galicia, por lo que también se espera que se verá obligada a corregir al alza sus previsiones.