Los tejidos fabricados a partir de celulosa de madera consumen hastas 60 veces menos agua que la misma prenda de vestir de algodón y necesita solamente un tercio de su energía.
Su menor impacto ambiental, suavidad y precio equivalente e incluso inferior al algodón están impulsando en todo el mundo este tipo de tejidos, representando también una oportunidad para el sector forestal.
Para analizar las ventajas que representan estos tipos de tejidos la entidad de certificación medioambiental PEFC España organizó el pasado mes de octubre en Santiago de Compostela una jornada, cofinanciada por la Agencia Gallega de la Industria Forestal (XERA), en la que alumnos de la Escuela de Arte y Superior de Diseño Maestro Mateo expusieron algunas de sus prendas elaboradas a partir de celulosa de eucalipto.
“Los bosques son fuente inagotable de recursos: madera, corteza, resina, setas, castañas,… y también de tejido. Las fibras de celulosa más populares en el mercado son la Viscosa, Modal y Lyocell, distintos tipos de procesos para conseguir el mismo resultado de una fibra textil. Con el avance de la tecnología, los procesos de extracción son cada vez más sostenibles, por lo que son una alternativa más limpia a otras fibras sintéticas (derivadas del petróleo) y también al algodón”, destaca Elsa Grille, de PEFC Galicia.
El mercado de este tipo de tejidos ya está alcanzando un volumen considerable: Se producen 5,6 millones de toneladas de fibra de viscosa discontinua al año, concentrándose el 62% del mercado global en Asia, fundamentalmente en China e India.
“Es un sector claramen en auge, y de hecho los estudios realizados prevén un incremento anual del 8% en la venta de este tipo de tejidos de aquí al año 2025”, explica Marta Salvador, directora técnica de PEFC España.
Precisamente para evitar que el boom de la demanda de este tipo de fibras provoque problemas de deforestación, PEFC colabora en “Forest For Fashion” una iniciativa desarrollada por la sección de bosques y madera de UNECE/FAO, que tiene como objetivo promover el uso de materiales sostenibles procedentes de bosques bien gestionados en el mundo de la moda.
ENCE prevé abrir una línea de viscosa en su planta de Navia
España está llegando también a este mercado de elaboración de fibras textiles a partir del eucalipto. “La viscosa de momento no se produce en España, aquí se produce el paso previo, que es la pulpa disuelta. Es un nuevo sector emergente, y las industrias papeleras están valorando la creación de nuevas líneas de producción para además de producir pasta para papel producir también pasta disuelta para tejidos”, explica Marta Salvador.
De momento la viscosa que se consume en España es en gran parte importada de China o de otros países europeos, principalmente de Austria. Sólo existe por ahora una planta en España que elabore viscosa, la de Sniace en Torrelavega (Cantabria) -no es hilable, sino para pañales y toallitas-, aunque ENCE ya ha anunciado dentro de su plan estratégico que prevé abrir en su planta de Navia una línea de viscosa, un producto cuyo consumo de prevé que se dispare en los próximos años, tanto para elaborar prendas de vestir como pañales.
“Desde PEFC garantizamos mediante nuestra certificación que la materia prima procede de bosques gestionados de forma sostenible y que el proceso de obtención del tejido textil también es respetuoso con el medioambiente, pues no es lo mismo como se fabrica en China, que el lyocell que fabrica Lenzing, por ejemplo, que emplea un proceso más limpio”, destaca la directora técnica de PEFC España.
Textil Santanderina S.A: El primer productor español de tejido certificado por PEFC
Téxtil Santanderina, S.A., una empresa familiar situada en Cabezón de la Sal (Cantabria) es el primer productor español de tejido forestal certificado en Cadena de Custodia PEFC a nivel internacional.
“Desde hace 4 años trabajamos principalmente con la viscosa EcoVero, de la empresa austríaca Lenzing, que está certificada por PEFC, y podemos decir que este tipo de tejidos, tanto para moda como para ropa de trabajo, supone en torno al 30 o 40% de nuestra facturación potencial”, explica José Antonio Mazorra, director de compras y Responsabilidad Social Corporativa de Textil Santanderina SA.
“Siempre hemos trabajado con viscosa, tanto normal como ignífuga, para tejidos de protección y la demanda de este tipo de tejido ha ido subiendo”, añade.
¿Y que diferencia el tejido procedente de la celulosa de eucalipto de otros como el algodón o el polyéster? “Tanto la viscosa como el liocel normal lo que los difencia es el tacto, la suavidad y la caída, sobre todo para la moda femenina. En viscosa ignífigua compagina resistencia al fuego con suavidad, y no hay ningún problema de lavado”, destaca José Antonio Mazorra, cuya empresa consume cada més más de 300 toneladas de este tejido.
En cuanto a precios, es simliar al del algodón: unos 60 euros el kilo, con una ligera bajada por la entrada de competidores chinos.