La subida del precio del pienso ha llevado este año a que parte de las ganaderías de vacuno de carne hayan optado por no cebar sus terneros, mandándolos directamente del prado al matadero, para reducir de este modo los costes de producción.
Pero esta práctica podría tener los días contados. Ternera Gallega prepara una modificación en el Reglamento de la IGP que endurecerá los criterios para el marcaje de animales como Suprema, y en el que se obligará, entre otras cuestiones, a la estabulación de los animales por un período de al menos dos meses para la realización del cebo final.
Estas modificaciones, que están siendo impulsadas por la Xunta, van en el camino de consolidar el posicionamiento ‘premium’ de Ternera Gallega Suprema, en comparación con la convencional, así como de lograr una mayor estabilidad en el suministro al mercado.
Se van a modificar los requisitos para marcar los terneros dentro de la IGP, para que no se marque de cualquier manera (José Balseiros)
“Se van a modificar los requisitos para marcar los terneros dentro de la IGP, para que no se marque de cualquier manera”, les anunció el director general de Ganadería, José Balseiros, a los ganaderos asistentes la semana pasada a una charla sobre la PAC en Friol.
Estabulación, de recomendación a obligación
Actualmente, la estabulación del ganado para su finalización es una simple recomendación en el Reglamento de la IGP. “En los sistemas de producción semiextensivos y extensivos orientados a la producción cárnica de Ternera Gallega Suprema será necesario realizar un acabado de los animales, durante un período mínimo de dos meses, en el cual se recomienda el encuadramiento”, recoge de manera literal en este momento la norma que regula la producción de Suprema.
Dentro de Ternera Gallega Suprema conviven a día de hoy distintas formas de manejo del ganado y de cebo de los terneros
Sin embargo, una vez entre en vigor el cambio en el Reglamento, el encuadramiento de los terneros pasaría a ser de obligado cumplimiento para su marcaje dentro de la categoría Suprema, por lo que los animales que no pasaran este proceso de finalización en el establo perderían la categoría y pasarían a ser simplemente Ternera Gallega.
Manual de calidad y programación de partos
Entre otras novedades, la IGP obligará a cumplir con un protocolo de manejo a las explotaciones, en el que se incluyen cuestiones como alimentación, genética del ganado o programación de partos, un aspecto en el que el Consejo Regulador lleva años insistiendo y que ahora se ligará a la obtención del sello de Suprema.
La IGP pretende de este modo que los ganaderos varíen su forma de manejar el rebaño para llevar los partos que actualmente se concentran en primavera al otoño, evitando así la saturación del mercado en los meses de febrero y marzo y aportando un mayor volumen de reses con edad de sacrificio en verano, la época en la que hay más demanda.
La IGP pretende que los ganaderos varíen su forma de manejar el rebaño para llevar los partos que actualmente se concentran en primavera al otoño
La aprobación de este «manual de calidad», ya previsto en el Reglamento actual, correspondería a la Consellería de Medio Rural a propuesta del Consejo Regulador, según se recoge en el artículo 4: “En el manual de calidad se podrán recoger normas complementarias sobre el manejo de los animales en las ganaderías y en los cebaderos inscritos, con el fin de respetar las prácticas tradicionales en la cría y ceba del ganado y fomentar la producción de carne de calidad”.
Se mantiene la edad de sacrificio y el amamantamiento
De la redacción de este documento se ha encargado la Fundación Juana de Vega bajo petición de la Consellería y para su realización se mantuvieron reuniones con distintos representantes del sector, dado que hay intereses encontrados en cuanto a la forma de manejo entre los productores que tienen el ganado siempre fuera (bien sea en ecológico o en convencional) y los que realizan un sistema de manejo semiextensivo al estilo tradicional, metiendo todos los días a las vacas al establo para dar de mamar a los terneros.
Lo que parece que no sufrirá cambios es la edad máxima de sacrificio, que se mantendrá en los 10 meses, así como la obligación de que los animales se mantengan alimentados con leche materna al menos en los primeros 7 meses de vida.
Uno de los controles que el Consejo Regulador lleva a cabo de forma individual a los animales en las explotaciones es el de los 7 meses mamando
Es uno de los aspectos en los que hacen hincapié los controles que el Consejo Regulador lleva a cabo en las explotaciones. Estas visitas, que se producen justamente en el día 210 de vida del animal, comprueban mediante la identificación individual de cada ternero, que se encuentran mamando de la madre en el momento de cumplir los 7 meses.
Animales cruzados
En la actualidad, el ganado apto para suministrar la carne que será amparada por la IGP Ternera Gallega procede de las razas rubia gallega, cachena, frieiresa, caldelá, vianesa y limiá, así como de los cruces entre sí o con las razas cárnicas asturiana de los valles, limusin y rubia de Aquitania. También son aptos los cruces de vacas lecheras frisonas y pardo alpinas con machos de estas razas.
Otros cruces o razas, sin embargo, no están amparados por la IGP, como por ejemplo, los cruces con azul belga, blonde o salers ni los animales limusín puros.
En la inminente modificación del Reglamento, se esperan también cambios a nivel genético sobre los animales que ampara Ternera Gallega.
Para después de las elecciones
No es la primera modificación que se realiza en el Reglamento y en el Pliego de Condiciones de Ternera Gallega. Ambos documentos han sufrido diversas modificaciones en los últimos años para adaptarlos a la realidad del sector y del mercado en cada momento.
En 2020, por ejemplo, se amplió la edad máxima de sacrificio de la Ternera Gallega convencional, que pasó de 10 a 12 meses, y este mismo año se modificaron los niveles de engrasamiento de las canales y se habilitó la posibilidad de fileteado fuera del territorio gallego.
Los cambios pueden resultar polémicos entre determinados productores
Con todo, es la primera vez que se van a introducir elementos adicionales importantes de diferenciación entre Ternera Gallega y Ternera Gallega Suprema (más allá del deber de amamantamiento de 7 meses que ya estaba establecida), así como requisitos como la estabulación y la programación de partos, que van a obligar a cambios en el manejo a una parte de los productores.
Pero aunque estas modificaciones están ya ultimadas y han sido consensuadas entre la Consellería de Medio Rural y la IGP Ternera Gallega, su publicación y entrada en vigor podría no ser inminente.
Las elecciones a los distintos consejos reguladores, previstas para mediados de febrero y entre las que se encuentra también el de Ternera Gallega, podrían retrasar la reforma del Reglamento. El Consejo Regulador actual, formado por representantes de ganaderos e industrias, se encuentra en funciones, por lo que la modificación normativa previsiblemente quedará encima de la mesa para que sea aprobada por el nuevo Pleno una vez se constituya.
La Xunta comprará una báscula móvil que irá a pesar los terneros a las explotaciones
Una de las quejas frecuentes de los productores de carne es su indefensión tanto en los precios que fijan los mataderos de manera unilateral como en los pesajes que realizan de sus animales, que se vuelve un motivo de desconfianza frecuente por parte de los ganaderos.
Por eso la Consellería de Medio Rural ha tomado la decisión de disponer de una báscula móvil para evitar posibles engaños que se puedan dar. “En colaboración con la IGP se va a comprar un camión con una báscula portátil, para ir a las explotaciones a pesar los animales que se vayan a sacrificar. Estos pesajes serán en peso bruto pero, en base a los rendimientos establecidos, tendrán que ser coincidentes con los pesos del matadero, y si no dan habrá fraude y la agencia de control gallega actuará”, aseguró Balseiros a los productores.
La creación de esta agencia de control autonómica, surgida a raíz del acuerdo para la revalorización del precio de la carne, se ha retrasado en los últimos meses, pero el director general de Ganadería explicó que “aún sin tener la agencia de control funcionando, fuimos a los mataderos con los inspectores y nos encontramos con que tenían contratos firmados por vosotros donde decíais que os estaban pagando por encima de vuestros costes de producción, así que no pudimos hacer nada”, justificó.
Establecer criterios unificados para el sacrificio y el despiece
Entre los cambios previstos en la normativa de la IGP, se pretende también fijar un criterio de sacrificio y despiece de los animales, ya que actualmente son aspectos que decide el operador y que influyen notablemente en el rendimiento y la clasificación de las canales. El corte (con más o menos grasa) y la forma de matar (la altura del cuello, con rabo o sin él, si se incluye o no la riñonada), varían también el peso final de la canal y, por lo tanto, el precio que cobra el productor.
La Consellería presentará el Plan Estratégico de la Carne y la aplicación Conta Carne a finales de este mes
Otro de los anuncios que Balseiros dejó a los ganaderos presentes en la reunión de la pasada semana es que el próximo día 27 la Xunta presentará la Estrategia del sector cárnico, al igual que ya hizo con la de la leche, y facilitará a los productores una aplicación, denominada Conta Carne, para que puedan calcular sus costes de producción, a semejanza de la Conta Láctea.