Ternera Gallega encara el reto de mejorar precios y desestacionalizar la producción

Ternera Gallega cumple esta primavera sus 30 años con una fortaleza que no tiene igual entre los sellos de carne de la UE. La Indicación Geográfica Protegida (IGP) gallega, que representa el 55% de la carne de vacuno comercializada en España con IGP, cerró el 2019 con un nuevo récord de ganaderías inscritas, 8.298 (99 más que el año anterior) y de animales marcados en campo (135.263, lo que supone 2.365 más que el anterior ejercicio). El presidente de su Consejo Regulador, Jesús González, ha presentado en rueda de prensa el balance de la marca y los retos para este año.

Los retos que se le presentan a Ternera Gallega los resumió González en tres puntos: consolidar mercados, aumentar precios en el campo y fortalecer la imagen pública del sello.

Mercado
El primer reto pasa por mantener mercado en un contexto de presión de la opinión pública sobre la actividad ganadera y de nuevas tendencias gastronómicas, con un menor empleo de la carne. Durante el 2019, Ternera Gallega creció en el campo pero en el mercado bajó ligeramente -menos de un 0,5%- en canales certificadas (96.100) y en toneladas comercializadas (21.235).

“Existe una fuerte presión sobre el consumo de carne, pero incluso en ese contexto, comprobamos que el consumidor apuesta por los productos de calidad certificada, lo que nos permite mantener la cuota de mercado”, subraya Jesús González.

La IGP comercializa un 46% de la carne en Galicia, un 51% en el resto de España y un 3% en el extranjero (Portugal, Andorra y Alemania). En Alemania, Ternera Gallega continuará trabajando este año para consolidar el mercado, valorando también la perspectiva de abrirse a enclaves próximos, como el suizo o el norte de Italia.

Precios en el campo
El segundo reto lo sitúa el presidente de la IGP en mejorar los precios en el campo. “Es fundamental que mejoren los precios en el campo, pues de ese precio depende la continuidad de muchas explotaciones ganaderas. En los últimos dos años mantuvimos una cierta estabilidad de precios, pero es necesaria una mejora” -destaca González-. “Hablamos de mejoras que pueden ser significativas para las granjas, de un 5-10% del valor, pero que apenas tendrían impacto en el consumidor”, valora.

¿Cómo se pueden mejorar los precios en el campo?. “El precio está relacionado con la oferta y la demanda. Una mejora de las cotizaciones tiene que ir ligada a la apertura de nuevos mercados”, señala González, que también destaca como clave que la industria cárnica gallega apueste por productos de mayor valor añadido. “Trabajamos mucho en canales, medias canales, piezas y fileteado, pero hay que ir a los productos elaborados e incluso precocinados”, considera.

Otro paso para mejorar precios pasa por la desestacionalización de la producción, pues la mayor oferta habitual en primavera repercute en una bajada de las cotizaciones. En el último año, entre primavera y otoño hubo un arco de hasta 20 céntimos de diferencia en los valores marcados por la Mesa de Ternera Gallega. “Hay meses de 14.000 animales y otros de 7.000 animales. Eso genera momentos de casi excedentes y otros de escasez que supone tensiones en el mercado”, advierte González, que recuerda que el cliente de Ternera Gallega demanda estabilidad en el suministro.

Los esfuerzos de la IGP por avanzar en la programación de partos tuvieron hasta el momento un éxito limitado, pero Ternera Gallega volverá este año a trabajar en esa línea

Imagen
En relación con la mejora de mercados y de precios en el campo está la tercera pata en la que se tiene que sustentar el sello, su imagen pública. “Tranmitir la idea de sostenibilidad es fundamental. Este año haremos especial hincapié en el bienestar animal y también hay que atender a la sostenibilidad ambiental y a la reducción de uso de medicamentos”, señala Jesús González.

De cara al consumidor, el presidente de la IGP destaca además la importancia de trasladar las virtudes de la carne de Ternera Gallega, un producto fresco y de calidad certificada, en el marco de una dieta equilibrada. “Nunca le dijimos al consumidor que coma sólo carne, pero sí que consuma carne de calidad en el marco de una dieta equilibrada”, incide González.