La Ribeira Sacra encara una campaña de vendimia con la perspectiva de que quede más de un millón de kilos de uva en los viñedos. Los stocks de excedentes de vino tinto que acumulan las bodegas han llevado a la principal bodega de la denominación, Rectoral de Amandi, a suspender este año las compras de uva a sus proveedores habituales, una línea en la que también se están pronunciando otras bodegas.
“Entre un millón y dos millones de Kg. de uva tinta van a quedar sin recoger”, calcula David Álvarez, viticultor y portavoz del Sindicato Labrego en la protesta de hoy en Monforte de Lemos, ante la sede del Consejo Regulador de la Ribeira Sacra. “Esta situación viene de atrás y trabajamos todo el año las viñas con incertidumbre, en la idea de que no nos iban a dejar caer, pero ahora vemos que va a ser así”, opina.
Unións Agrarias y Sindicato Labrego concentraron hoy a cientos de personas ante la sede del Consejo Regulador de la Ribeira Sacra, en una movilización en la que pidieron que “no quede ninguna uva sin recoger y que se pague a precios dignos”. “Si esta vendimia queda uva sin recoger, desaparecerán viticultores y se perderá parte de ese paisaje de la Ribeira Sacra que se quiere convertir en Patrimonio Mundial de la Humanidad”, advierte Félix Porto, de Unións Agrarias.
“Las viñas quedarán a monte”, opina también David Álvarez, que cuestiona las medidas anunciadas por Medio Rural para encarar el problema. “Las ayudas que anunciaron no sirven de nada, teniendo en cuenta los costes de producción en esta denominación de origen”, cuestiona.
“Ningún viticultor quiere subvenciones, sino que se les solucione la venta de la uva -interviene Félix Porto-, pero si quieren lanzar esas ayudas, en ningún caso deberían ser lineales. Habrá que ayudar a los viticultores que no pueden vender la uva, no hacer una ayuda plana por hectárea para todos”, valora.
Tras la concentración de hoy, si no hay movimientos por parte de Medio Rural, las organizaciones agrarias anuncian una nueva movilización el viernes que viene ante la delegación de la Xunta en Lugo.
Soluciones estructurales
De cara al futuro, Unións y Sindicato Labrego demandan también la convocatoria de una mesa técnica que aborde cuestiones como la reestructuración de viñedos, hacia uva blanca, o la limitación de las plantaciones de las bodegas. “Estuvimos viendo los últimos años grandes plantaciones de mencía de las bodegas, apoyadas por la Xunta, y ahora los viticultores pagamos las consecuencias”, sostiene David Álvarez.