Desde lo proyecto Europeo Life in Common Land, coordinado por la Deputación de Lugo y con las Universidades de Santiago de Compostela y de A Coruña como socios, se ha llevado a cabo un trabajo de restauración de un hábitat prioritario para la conservación de la naturaleza a nivel Europeo, como son las turberas de cobertor. La restauración consistió en la eliminación de la cobertura de pinos de la turbera. Para realizar los trabajos con un mínimo impacto en el hábitat y en el suelo, se empleó tracción animal con caballos para a la reunión de los árboles y saca con zorra (trineo) tirada por cable desde un tractor.
Las turberas de cobertor de la Serra do Xistral constituyen un hábitat de interés comunitario prioritario. Su enorme biodiversidad vegetal, unida al carbono que vienen acumulando en el suelo desde hace miles de años, las convierten en un patrimonio natural muy valioso y fundamentales para la mitigación del cambio climático. Sobre todo en verano, también proporcionan pasto para el ganado vacuno y para los animales del monte, siendo sustento de las comunidades rurales que mantienen las actividades ganaderas en la zona.
En los años 60 del pasado siglo, amplias extensiones de estas turberas fueron plantadas con pinos. Hoy, la presencia de pinos en las turberas se considera negativa para el hábitat y puede influir en la diversidad florística y en la presencia de especies de interés. Por otra parte, también altera los ciclos de nutrientes, afectando a la capacidad de las turberas como sumideros de carbono.
El proyecto LIFE in Common Land tiene como objetivo la conservación del mosaico de hábitats prioritarios de turberas y brezales húmedos de la Serra do Xistral, integrando el aprovechamiento ganadero y el sistema tradicional de animales libres con la conservación de la biodiversidad.
Es para conservar estos hábitats para lo cual el proyecto Life in Common Land está llevando a cabo varias acciones demostrativas de eliminación de pinares para la restauración de las turberas. Las turberas, como humedales, son hábitats muy sensibles y cualquier actuación que se realice sobre ellas debe diseñarse sin causar daño a la vegetación ni al suelo.
Con estas premisas, el equipo del proyecto Life in Common Land, en colaboración con la Associação Portuguesa de Tracção Animal (APTRAN) y con la empresa SETEGA (de Lugo), diseñó un trabajo con mínimo impacto que se llevó a cabo a finales de agosto de este año.
Una actuación ejemplar para la restauración de 7 hectáreas de turberas de cobertor en el Monte Vecinal de Mano Común de La Balsa (Muras), en una zona con fuertes pendientes (50-60%) con una masa de aproximadamente 2.000 pinos de bajo porte y muy ramificados.
La tala fue manual, con motosierristas contratados en la zona. Se empleó tracción animal para reunir los árboles enteros en unos cordones dispuestos a lo largo de 9 vías de saca dispuestas en abanico con entre 20 y 100 metros de separación entre ellas. Para este trabajo se contó con tres yeguas de tiro operadas por profesionales de la tracción animal. Las yeguas arrastraban los árboles enteros en grupos, o individualmente cuando eran de más ponerte, trabajando generalmente en curva de nivel, salvo en el fondo de la zona de actuación que era preciso salvar unos 20 ó 40 metros en contra de la pendiente para acercar a la vía de saca.
Para la saca de esta madera apiada en cordones hasta al cargadero la orilla de la pista, se diseñaron y se construyeron dos zorras de 4 x 2 m con patines de 10 cm de ancho con la idea de que habían deslizado por encima de la vegetación sin dejar marca en el suelo y repartiendo la presión. Su funcionamiento cumplió las expectativas. Las zorras eran tiradas por medio de un cable de hasta 300 metros desde un tractor en la orilla de la pista, fuera de la zona a restaurar. Tres operarios cargaban una zorra mientras que la otra subía y era descargada, de forma que en cada viaje se llevaban 12-14 m3.
Los caballos también ayudaron a bajar las zorras (y el cable de tiro desde el tractor) ya que las distancias eran de entre 200 y 350 metros. La orografía de la zona de actuación permitió que el tractor había podido estacionar en dos únicos puntos fijos, tendiendo el cable en abanico cara las vías de saca, minimizando de esta manera el pisoteo.
La Comunidad de Montes gestionó el destino de la madera que por las características de escasa altura y elevada ramosidad fue para biomasa
Así, con un diseño bien meditado y una ejecución impecable se completó la actuación en 13 jornadas extrayendo aproximadamente unos 1.300 m3 de biomasa.
En la primera semana se organizó una jornada de puertas abiertas dirigida a comuneros de los MVMC participantes en el proyecto, la empresas forestales y la asociaciones conservacionistas, para mostrar y explicar los trabajos y así reforzar orientación demostrativa de la acción. Asistieron unas 45 personas.
Ahora, se abre la puerta a la realización de actuaciones semejantes en zonas de turbera y en otras árelas sensibles y de elevado valor natural que requieran trabajos de conservación, y se presenta la tracción animal moderna, en este caso en combinación con la saca en zorra, como una alternativa eficaz, rápida y de impacto prácticamente nulo en el hábitat.
Aquí tenéis unos videos para poder apreciar esta original actuación:
Autores de este artículo:
-Laura Lagos, y Jaime Fagúndez: investigadores en el Centro de Investigaciones Científicas Avanzadas (CICA) de la Universidad de A Coruña
-César A. Blanco, Alfonso Laborda, Ramón Díaz-Varela y Emilio Díaz-Varela, investigadores del Campus Terra de la Universidade de Santiago de Compostela (USC).
-Joâo Brandâo y Alfred Ferris, de la Associaçâo Portuguesa de Tracçao Animal (APTRAN)