Trasdovento, vinos hechos en la viña

Trasdovento es la bodega más joven de la denominación de origen de Monterrei, certificada en el 2016, pero nace de una experiencia vitivinícola que se remonta varios siglos. Su impulsor, Antonio Diz Francisco, creció entre las viñas y conserva aún una bodega construida por su familia en el 1810. La filosofía de Trasdovento se centra en lograr una uva de calidad, basada en rendimientos bajos en la viña y en los menores tratamientos posibles.

El trabajo de la bodega Trasdovento, que afronta esta campaña su tercera vendimia como tal, ya mereció este año un reconocimiento en los premios de la Cata de Vinos de Galicia, con un Acio de Prata en vinos de cosechas anteriores para su mencía del 2015, criado en barrica de roble francés.

«Logramos un mencía de 14º con una buena carga de polifenoles y taninos. Si queremos competir en tintos, es el camino»

Antonio habla maravillas de ese vino, del que embotelló 6.000 unidades bajo la marca «Quérote». «Estamos en Oímbra, en las laderas de Monterrei, en una zona muy influenciada por la cuenca del río Duero y con una altitud ideal para la producción de tintos. Para este vino, seleccionamos uva de cepas viejas y en las que practicamos un manejo de bajos rendimientos, buscando más carga de polifenoles y taninos en el vino. El que lo prueba se sorprende. Es un mencía que pasa de los 14º y con un color que no cogen otros vinos», detalla Antonio. «Si queremos competir en tintos a nivel estatal, tenemos que ir por este camino», valora.

Sus tintos se elaboran con una base de mencía de alrededor del 75% y tienen también un complemento de otras uvas: araúxa (tempranillo), sousón y bastardo, una variedad esta última propia de Monterrei que se caracteriza por proporcionarle color y grado al vino, según destaca Antonio. «Busco complementar a la uva mencía pero sin romper la estructura del vino», subraya.

En blancos, Trasdovento se centra en vinos elaborados en un 90% a partir de verdello, un clon local de godello, y de treixadura, dos variedades nobles que se acompañan de pequeñas aportaciones de loureira y de albariño.

Mercado
Antonio, que ya había tenido una experiencia anterior como copropietario de otra bodega de la denominación, está encontrando una buena receptividad en el mercado a sus vinos, sobre todo en vinotecas, restauración y tiendas. «Siempre pensé que la denominación de Monterrei tiene un potencial increíble para triunfar en el mercado. Ahora mismo en la denominación estamos posicionados muy bien en relación calidad – precio, pero nos falta algo para lograr un mayor impacto», reconoce.

La producción total de vino de la bodega ronda las 60.000 botellas, comercializada bajo las marcas Trasdovento, Alto do Bocelo y Quérote. Es un volumen que le permite a la bodega mantener un control total sobre la uva que utiliza, toda ella de 11 hectáreas de viñedos propios o alquilados.

Viticultura
El manejo de la viña es la principal preocupación de su propietario. «Soy un perfeccionista en el viñedo a la hora de podar y de cuidarlo», reconoce Antonio. «Lo fundamental es controlar el trabajo en la viña y la materia prima. Nos orientamos a tener bajos rendimientos y tratamos de lograr una uva sana, que esté aireada y con pocos tratamientos. Hacemos una poda en verde una vez que pasan las heladas, en la última parte de mayo, y también retiramos uvas en agosto, en el envero de la uva», detalla Antonio.

«Lo fundamental es la calidad de la materia prima. Buscamos bajos rendimientos y una uva sana que no sea necesario tratar en exceso»

Las cepas tienen una edad mínima de 15 años y hay pies de verdello y de mencía de hasta 120 años, hoy en día todos en espaldera para facilitar la mecanización de los tratamientos. En materia de sanidad vegetal, los viñedos de Oímbra presentan escasos problemas de mildiu y sí una mayor incidencia de oídio. «Si la uva está aireada y con tratamientos de azufre, se controla, pero hay que estar atentos, porque los ataques son frecuentes».

El suelo de los viñedos se desbroza y se abona con materia orgánica, principalmente con uz y tojo. «Soy partidario de trabajar el suelo con la incorporación de materia orgánica y de evitar los herbicidas», apunta Antonio, que insiste una y otra vez en la importancia del trabajo en el viñedo para lograr buenos vinos.

Este año, la zona de valle de Monterrei sufrió las heladas tardías, que en algunos viñedos llevaron por delante buena parte de la cosecha. No fue el caso en Trasdovento, que se benefició de su emplazamiento en ladera y registró un menor impacto. «En los viñedos de la parte baja sí afectó y hubo que aplicar abonos foliares y aminoácidos para tratar de tener poda para el año que viene», explica Antonio, que echa en falta un mayor apoyo de las Administraciones a los viticultores más afectados.