El sector porcino gallego atraviesa por momentos críticos por las subidas de las materias primas y la energía. Desde la Federación Galega de Porcino (Fegapor) y empresas del sector advierten de la necesidad de trasladar el incremento de los costes de producción al consumidor, ya que los productores están vendiendo a pérdidas.
“En el porcino el 70% de los costes de producción son del pienso, y con la subida que experimentaron los cereales, las energías y el transporte, estos gastos se dispararon», indica Salomé Fondevila, responsable de producción de Nudesa, empresa asentada en Silleda (Pontevedra), especializada en la fabricación de pienso y con granjas de cebo y cría de cerdos.
Desde Coren, una de las principales empresas del sector, incluso aventuran como posible el cierre de granjas a raíz de la escalada de costes y de la guerra de Ucrania. El conflicto bélico cortó por completo el suministro ucraniano de maíz, esencial en la fabricación de piensos en España, por lo que si no se adoptan medidas inmediatas para captar cereales en otros mercados, el escenario es complicado. Desde Cooperativas Agroalimentarias de España y desde los fabricantes de piensos pronostican sacrificios de ganado en abril si no hay soluciones inmediatas.
Precios de la carne
Entre tanto, los precios de la carne tampoco ayudan a las granjas a capear la tormenta. Esta semana en la Lonja Mercolleida, que marca el precio de referencia para la comercialización del porcino en España, se producía un incremento de 6 céntimos en el precio de la carne y de 6 euros en el precio del lechón, una subida que queda lejos de la experimentada en estos mismos días en Alemania, con un incremento de 17 euros para los lechones y de 30 céntimos para la carne.
«Pese a esta subida, seguimos vendiendo por debajo de los costos de producción. En Mercolleida no están permitidas subidas por encima de los 6 céntimos para la carne y de 6 euros en el lechón, lo que está retrasando mucho el traslado de la subida a los productores. Seguimos 10 euros por debajo de lo que se está pagando en Europa», explica José Antonio Vidal, presidente de Fegapor.
«Las granjas independientes no aguantarán si no se comienzan a cubrir costes de producción» (José Antonio Vidal, Fegapor)
Las constantes subidas que están experimentando tanto los piensos, con el anuncio de un nuevo encarecimiento en marzo, como las energías y los combustibles contrastan con los ritmos para trasladar las subidas por la carne a los productores. «Los productores sabemos que durante esta semana tendremos este precio, pero no a cuánto tendremos que pagar mañana la energía y los combustibles», razona Vidal.
Desde Fegapor apuntan que muchos productores están aguantando a base de pólizas bancarias o ahorros, pero que la situación es cada vez más insostenible. «Estamos jugando en dos ligas, por una parte los grandes productores, que cuentan con granjas, fabricación de pienso y la industria para la comercialización de la carne y por otra los ganaderos, estos últimos van a ser los que no aguanten si no se comienzan a cubrir costes de producción», insiste Vidal.
Desde el sector señalan también que algunas de las grandes integradoras españolas, con más de 100.000 cerdas, están comenzando a barajar reducir en parte el número de cabezas. En Galicia, empresas del sector apuntan que por el momento descartan este tipo de medidas, así como el cierre de granjas, siempre que se pueda dejar de producir a pérdidas. «Los mataderos siguen demandando carne, por lo que no se contempla el cierre, pero el precio de la carne en los supermercados tendrá que ser más alto», apunta Fondevila.
El sector afronta esta crisis después de arrastrar un año de precios a la baja. «El año pasado fue un año atípico, debido en parte a la pérdida de exportaciones a China, lo que se aprovechó para no subir los precios. Así, desde febrero de 2021 los precios del cerdo cayeron en picado, estuvimos vendiendo el lechón a 20 euros», recuerda Vidal.
«Esta nueva crisis los pilló saliendo de un año muy malo, pero no todo es culpa del momento que atravesamos. Durante años nadie se preocupó por contar con sectores productivos fuertes, sólo en poner trabas burocráticas e incrementar los costes de producción y ahora estamos viviendo una situación muy complicada», apuntan desde Fegapor.