Un estudio abre la puerta a mejorar la lucha contra los hongos en los viñedos gallegos

Hasta 37 tipos distintos de hongos de la vid se encontraron en Galicia. El estudio abre la puerta a reducir las aplicaciones de fitosanitarios y la desarrollar antifúngicos específicos para cada especie.

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Un estudio abre la puerta a mejorar la lucha contra los hongos en los viñedos gallegos

Presentación de los resultados en rueda de prensa

Conocer cales son las distintas razas de hongos de mildiu, oídio y botritis, ver su comportamiento y distribución por las cinco Denominaciones de Origen vitivinícolas de Galicia y conocer cuáles son las variedades de vid autóctonas más sensibles a los ataques.

Este fueron los objetivos del estudio elaborado por el Grupo de Viticultura de la Misión Biológica de Galicia (MBG), integrada en el CSIC, y que ayer se presentó en Santiago de Compostela. El proyecto, de tres años de duración, fue financiado por la Fundación Juana de Vega y dirigido por Carmen Martínez, responsable del Grupo de Viticultura de la MBG.

Los tratamientos antifúngicos concentran entre el 30 y el 40% del gasto de los viticultores gallegos

En la rueda de prensa de presentación de los resultados, Carmen Martínez recordó que «las enfermedades fúngicas preocupan al sector vitícola en todo el mundo, y en especial en Galicia, donde por sus condiciones de humedad, afectan con especial virulencia».

Esto hace que «en Galicia se estime que los tratamientos fitosanitarios de la uva supongan entre el 30 y el 40% de los costes de producción, con los daños al medioambiente y la problemática de residuos en el vino que ocasiona.»

En este sentido, para buscar soluciones a esta problemática, el proyecto «Evaluación de la virulencia de distintas poblaciones de hongos responsables del Midiu, Oidio, Botrytis en distintas denominaciones de origen gallegas» contó con la colaboración de Bodegas Terras Gauda (Rías Baixas), Adegas Moure (Ribeira Sacra), Virxen de Galir (Valdeorras), Pazo Casanova (Ribeiro) y el cosechero Félix Estévez Cisterna (Monterrei).

Ribeira Sacra y Monterrei, donde más esporas de hongos hay

En cuanto a las conclusiones, Carmen Martínez, la responsable científica del proyecto, destacó que «este estudio pionero de la investigación de las distintas razas de hongos de la vid existentes en Galicia» permitió detectar «hasta 6 variedades distintas de hongos de mildiu y 30 de botritis, con distintos grados de agresividad, dependiendo tanto de la zona, de la parcela, como de la variedad de vid.» En cuanto al oidio, las muestras recogidas en Galicia pertenecen todas al biotipo B.

Así, en Monterrei y en la Ribera Sacra fue donde se encontró niveles más altos de esporas de hongos en el aire y de mayor variedad, aunque fue donde menos afectación se registró en la vid, debido a la influencia de otros factores como la humedad o la ventilación. Por el contrario, Rías Baixas y Valdeorras presentaron el menor número de razas de hongos.

Los hongos de botritis de la comarca de Monterrei, los más agresivos

Otra conclusión del proyecto, fue que «los hongos de botritis de la DO. Monterrei son los más agresivos, seguidos de los de Ribeira Sacra, afectando por igual a todas las variedades de vid autóctonas y con gran agresividad,» según explicó Carmen Martínez.

Además, se comprobó que «dentro de un mismo viñedo, según la orografía del terreno, había grandes diferencias en la concentración de esporas de los distintos hongos, y que cuando aumentaba la presencia de esporas de botritis disminuían las de mildiu», asegura la directora del proyecto.

Se abre la puerta a desarrollar antifúngicos específicos para cada raza

Dentro de las aplicaciones prácticas de los resultados de este estudio, la directora del Grupo de Viticultura de la Misión Biológica de Galicia destacó que abre la puerta a una detección precoz de los ataques de hongos sobre las viñas que permitiría racionalizar y reducir el número de tratamientos fitosanitarios.

«Podemos conocer los picos de máxima concentración de esporas en el aire, y sabemos que al cabo de 7 o 8 días va a producirse el ataque, con lo que podemos mejorar la aplicación de tratamientos», explicó Carmen Martínez. Las esporas se recogen mediante una placa con vaselina instalada en los viñedos que luego es analizada en laboratorio mediante técnicas moleculares.

Además, se sientan las bases para que la industria «desarrolle productos antifúngicos más eficaces y específicos para estas razas de hongos, ya que lo que tenemos hasta ahora son productos genéricos».

Ahora toca poner en práctica estas medidas para mejorar el sistema de alertas fitosanitarias para el viñedo en Galicia, una tarea para la cual los autores llamaron a la implicación de Xunta, Diputaciones y Consellos Reguladores.

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