La tormenta caída el domingo resultó fatal para una ganadería de Rodeiro. 22 vacas murieron y otras cinco resultaron heridas por el efecto de un rayo mientras estaban siendo trasladadas desde el prado al establo.
El suceso tuvo lugar en el lugar de Quintá, parroquia de Santa Mariña, cerca de la carretera que une Rodeiro y Agolada. Las vacas fallecidas eran todas de raza frisona y estaban en producción. De este modo, la ganadería se quedó sin animales para seguir haciendo entregas de leche.
A pesar de lo ocurrido, puede decirse que hubo suerte, ya que la propietaria de la explotación resultó ilesa a pesar de que se encontraba en la parte trasera del rebaño. El hecho de llevar botas de goma le salvó la vida. Su marido, que iba en un tractor guiando al rebaño, también resultó ileso. Sin embargo, ambos quedaron muy impactados al ver cómo las vacas murieron en cuestión de segundos.
La ganadería forma parte de la cooperativa O Rodo. Su presidente, Jesús Montes, consultado sobre el suceso, reconoce que los seguros agrarios contemplan indemnizaciones por la muerte de animales en circunstancias meteorológicas como las ocurridas en este caso, pero subraya que será difícil que la cobertura sea suficiente para reponer las vacas muertas, teniendo en cuenta el precio actual de las novillas e incluso de los animales de segundo y tercer parto. Montes quiso destacar el hecho de que los ganaderos salieran ilesos.