“Una granja pequeña y que tiene poco sitio tiene que apostar por tener buenas vacas”

Casa Lebón es una ganadería de Sarria que lleva varios años trayendo animales de raza fleckvieh de alto valor genético desde Austria. Además de por su producción y longevidad, su mayor precio en el momento del descarte es una ventaja frente al ganado frisón

Fulgencio Lebón, coas súas vacas en Fabián (Sarria)

Fulgencio Lebón, con sus vacas en Fafián (Sarria)

“Las granjas pequeñas, que tenemos poco espacio y poca mano de obra, debemos tener en el establo vacas buenas”. Es la conclusión de Fulgencio Lebón López, que está al frente de Casa Lebón, una ganadería de Fafián (Sarria) que ordeña unas 50 vacas y que está apostando por la raza fleckvieh.

Fulgencio atiende solo en este momento la granja familiar, que comenzaron sus abuelos con vacas de carne y que sus padres pasaron después a la producción de leche. Hace ya 24 años que tomó el relevo, pero fue hace 3 cuando transformó una nave que usaba como almacén en el nuevo establo para el ganado, incrementando la capacidad de la granja.

A la hora de criar no es lo mismo hacerlo de una vaca buena que de una normal. La carta genealógica es una garantía de lo que metes en el establo

Fue entonces cuando decidió traer las primeras vacas de raza fleckvieh de Austria, de la mano de Ganados Barreira. Son animales de alto valor genético, con carta genealógica, de los que ahora está criando. “No todas las vacas son iguales y yo prefiero tener una vaca buena antes que dos medianas, porque ocupan una plaza igual, comen lo mismo y el trabajo también es el mismo. Además, a la hora de criar con ellas, partir de una buena base es fundamental”, razona.

Subida de precio de las novillas de importación

Unha das vacas fleckvieh que Casa Lebón mercou en Austria a través de Ganados Barreira

Una de las vacas fleckvieh que Casa Lebón compró en Austria a través de Ganados Barreira

En el último año, las novillas procedentes de Europa han disparado su precio debido a la demanda de países de Oriente Medio y el norte de África, lo que está tensionando el mercado. “Un animal de primer parto que antes podía valer 3.000 o 3.500 euros ahora cuesta entre 4.000 y 5.000 euros”, explica.

El precio se ha disparado por la demanda de los países árabes y una primeriza parida como las que trajimos nosotros cuesta ahora entre 4.000 y 5.000 euros

Por eso, decidió dejar de seguir comprando animales de importación y apostar por criar él mismo en casa a partir de esos primeros ejemplares que trajo con la garantía de pedigree que aporta Genetic Austria. De los 94 animales totales con los que cuenta Casa Lebón, más de 20 ya son actualmente fleckvieh.

Doble propósito

No establo vello ten as vacas secas e a recría

En el establo viejo tiene las vacas secas y la recría

Fulgencio tiene clara una cosa: “los que nos dedicamos a la leche tenemos que tener vacas que den leche, si no, no son rentables en casa”. Así pues, su primera prioridad es la producción, pero también valora otras cualidades en el ganado, como la resistencia de las patas, la conformación de la ubre o la constitución cárnica.

Los que nos dedicamos a la leche tenemos que tener vacas que den leche, pero el valor de la vaca al desvieje también es importante

“No es lo mismo que una vaca te dure tres partos que cuatro o cinco, porque aunque te cueste un poco más, en ese parto o dos ya recuperaste la diferencia de precio. Tampoco es lo mismo que al venderla te deje 1.500 euros que 3.000. Que una vaca sea más o menos rentable también está en eso”, destaca.

Considera que las fleckvieh “son vacas que aguantan mucho mejor la condición corporal después de parir y que dejan dinero cuando las mandas al matadero». «El año pasado vendí una fleckvieh que abortó poco después de ponerle la vacuna de la lengua azul y que ya no volvió a quedar preñada. Me dejó 3.700 euros y eso que no iba bien rematada porque me metía en verano y tenía miedo de que recayera con el tema de la EHE”, cuenta.

Longevidad

As camas son de colchoneta con carbonato como secante

Las camas son de colchoneta con carbonato como secante

De las vacas fleckvieh, en comparación con las frisonas que tenía en casa, Fulgencio también destaca la facilidad de parto y los menores problemas metabólicos o de salud en las patas. “Que paran solas es importante, para no tener que estar pendiente de ellas; es muy raro que con una fleckvieh tengas que tirar del ternero y, después de parir, no tienen problemas de cuajar, mientras que con las frisonas siempre hay algún caso”, reconoce.

Las vacas de Casa Lebón duran una media de cuatro partos

La menor incidencia de cojeras y problemas veterinarios termina haciendo a las vacas fleckvieh más rentables, dice. “Si reduces las visitas del veterinario a la explotación estás ganando dinero”, afirma. “Hay gente que no quiere estas vacas, pero para hablar de ellas hay que tenerlas en casa”, asegura.

En Casa Lebón los animales duran una media de cuatro partos. En el establo cuenta con una zona de cubículos, con 45 plazas, y un área en cama caliente para 5 o 6 animales donde tiene a las vacas de mayor edad o que tienen algún problema en las patas. “Los cubículos son de colchoneta y son cómodos, pero el cemento siempre acaba más con las vacas, aunque las fleckvieh son más robustas”, asegura Fulgencio.

Producción de leche y sólidos

A ración está composta por 20 kg de silo de millo, 10 de silo de herba e 12 de penso

La ración está compuesta por 20 kg de silo de maíz, 10 de silo de hierba y 12 de pienso

La producción de leche de las vacas fleckvieh que Fulgencio tiene en su establo es similar a la de las frisonas, con medias de 48 litros actualmente en una vaca de tercer parto o de 33 en una novilla primeriza, la primera que le ha parido de las que ha criado él (tiene otra para parir el próximo mes).

Tengo en este momento una primeriza dando 33 litros y una de tercer parto en 48

En cuanto a los sólidos, asegura que no ha notado incremento en grasa y proteína en la leche porque ya tenía muy buenas calidades antes. “Siempre he tenido un 4,20-4,30% de grasa y un 3,30-3,40% de proteína; si partes de un 3,90% de grasa y un 3,10% de proteína supongo que sí se notará”, argumenta.

En lo relativo a la calidad higiénico-sanitaria, actualmente manejan niveles de 10 en bacteriología y 220.000 células somáticas. Las tenían más altas, pero lograron estabilizarlas tras recurrir a la ayuda de Ramón Pérez Carballo, un veterinario especializado en calidad de leche. “Cambiamos los protocolos de secado y empezamos a usar un producto a base de carbonato como secante y desinfectante en las camas”, detalla Fulgencio.

Se mueven en niveles de 4,20-4,30% de grasa y 3,30-3,40% de proteína, con 10.000 UFC/ml y 220.000 células/ml en calidad higiénica

Casa Lebón entrega la leche al Grupo Lence. “Llevábamos toda la vida en Leche Río, pero cuando vino Inleit nos pasamos a ellos y después estuvimos un tiempo en Queserías Sarrianas, pero volvimos a Leche Río”, cuenta.

Sin hacer cruces

No establo vello ten as vacas secas e a recría

Fulgencio, con una de las novillas próximas al parto. De las 94 cabezas totales, ordeña en la actualidad 50 vacas

Además de vacas frisonas y fleckvieh, Fulgencio también tiene otras razas en su establo. “Tengo cuatro montbeliarde, una parda y una roja danesa. Son todas razas que también me gustan. Mi idea no es tener todo fleckvieh tampoco por el momento”, explica.

A las vacas frisonas les pongo frisón; a las fleckvieh fleckvieh y a las montbeliarde montbeliarde

Aunque tiene diferentes razas, no hace cruces, sino que prefiere inseminar a cada una con toros de su misma raza. “A las vacas frisonas les pongo frisón, a las fleckvieh fleckvieh y a las montbeliarde montbeliarde. Yo prefiero mantener las razas puras a la hora de criar”, dice.

Las 4 vacas montbeliarde que tiene fueron todas de inseminación. “Hace años compré una vaca frisona que venía inseminada de montbeliarde y tuvo una novilla montbeliarde y fui criando de ella”, recuerda. “La montbeliarde me parece también una muy buena vaca, pero las fleckvieh son un poco más anchas atrás”, compara.

La genética vale mucho, pero para dar leche las vacas tienen que comer; con pasto y hierba seca no dan leche

Casa Lebón no usaba hasta ahora semen sexado, pero está empezando a ponerlo para asegurarse el nacimiento de hembras en aquellos animales que más le interesen. “Con el semen convencional a veces gastas en una dosis cara de un buen toro y luego te sale un macho, con el sexado vas más sobre seguro”, razona.

Los terneros fleckvieh o montbeliarde tienen un mayor valor que los frisones pero similar a los azul belga. “Yo pongo mucho azul belga, porque después de dos intentos ya empiezo a poner semen de carne”, detalla Fulgencio.

Pero sea cual sea la raza de las vacas, tiene claro también que “para que produzcan leche tienen que estar bien alimentadas”. La genética vale mucho, pero las vacas tienen que comer; con pasto y hierba seca no dan leche. Dispone de carro mezclador propio y les hace una ración que lleva 20 kg de silo de maíz, 10 de silo de hierba y 12 de pienso. “Además, por la noche les dejo también hierba seca a granel en el pesebre y por la mañana no tienen nada”, explica.

A la espera de ver cómo queda finalmente la normativa de aplicación de purines para renovar la cisterna

CASA LEBON (Sarria) cisterna purin prato invertido

La cisterna actual tiene 22 años y utiliza el sistema de plato invertido

Casa Lebón es prácticamente la única ganadería de leche que queda en Fafián. Hay otra granja pequeña, con una docena de vacas, y una explotación de carne. “Si no fuera por nosotros estaría todo el pueblo abandonado”, asegura Fulgencio.

Trabaja unas 40 hectáreas y en los últimos años ha ido incrementando la superficie propia, que hoy ya es más de la mitad, comprando fincas a los vecinos. Cultiva 12 hectáreas de maíz y el resto las tiene en pradera permanente de hierba.

“El maíz lo echo solo en las tierras buenas, en fincas próximas al río donde se obtienen buenos rendimientos, porque cultivar maíz sale caro y esta es una zona en la que los años de sequía baja bastante la producción”, reconoce.

El maíz lo echo solo en las fincas buenas porque sale caro cultivarlo

En la última cosecha el viento le tumbó 2 hectáreas que no pudo aprovechar. “No se pudieron sacar y hubo que triturarlas en la tierra”, lamenta. Fue una gran pérdida, porque no tenía seguro contratado que cubriera los daños.

Incertidumbre con la normativa de purines

Dispoñen de carro mesturador propio para facer a ración e de maquinaria para os traballos agrarios

Disponen de carro mezclador propio para hacer la ración y de maquinaria para los trabajos agrarios

Casa Lebón realiza la mayor parte del trabajo agrario con maquinaria propia, excepto el ensilado de la hierba y del maíz, pero lo que es labrar y abonar lo hace todo Fulgencio, quien este año compró un tractor nuevo (un John Deere, en sustitución de un Massey Ferguson de más de 20 años y con 16.000 horas de trabajo) y está a la espera de ver cómo queda finalmente la normativa de aplicación de purines para cambiar la cisterna.

“La que tenemos ahora es de 7.000 litros. Tiene 22 años, la compramos cuando adquirimos el otro tractor. Ahora quería cambiarla por una un poco más grande, de 10.000 litros, de segunda mano, pero con la incertidumbre que hay en el tema del purín no sé qué hacer”, admite.

Sería inviable obligar a una explotación como la mía a comprar una cisterna con inyectores

Fulgencio considera que no sería viable obligar a una explotación como la suya a tener que comprar una cisterna con inyectores y que, de otro modo, la maquinaria de este tipo disponible por parte de las cooperativas y empresas de servicio no daría abasto para atender la demanda de todas las granjas durante las campañas de siembra del maíz y la hierba, las principales épocas de sacar el purín en Galicia.

150.000 euros «tirados» en cuota láctea

Unha das fincas de 5 ha a carón da casa que mercou o ano pasado

Una de las fincas de 5 ha al lado de casa que compró el año pasado

Casa Lebón ha invertido en los últimos años en la compra de vacas y fincas, en la renovación de su parque de maquinaria y en el acondicionamiento de la nueva nave, con cubículos, cornadiza y una sala de ordeño de segunda mano de 10 puntos.

Hace 3 años compró una sala de ordeño de segunda mano y no descarta instalar un robot en el futuro

Fulgencio no descarta montar un robot en el futuro, sobre todo por las dificultades que tienen las granjas para encontrar mano de obra. Hasta ahora atendía él solo la explotación pero tiene previsto que empiece a trabajar un empleado a jornada completa. “Surgió esa oportunidad y quiero meter un chico colombiano 8 horas al día para que me ayude”, cuenta.

Considera que las inversiones en el ganado, en las tierras, en el establo o en la maquinaria «se ven y repercuten en la mejora de la explotación» pero se queja del gasto que granjas como la suya tuvieron que hacer para poder producir leche antes del año 2015. “Nosotros destinamos 150.000 euros a comprar cuota láctea; fue dinero tirado, en un simple papel que de repente desapareció y perdió todo su valor”, denuncia.

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