La lucha contra la invasión de la avispa asiática o Vespa velutina se centra en este momento en dos líneas de investigación que se consideran más efectivas y prometedoras: el hallazgo de una feromona que atraiga específicamente a las reinas Vespa velutina y un sistema que permita localizar de forma rápida, sencilla y barata los nidos para proceder a su eliminación.
Precisamente, en esta segunda línea de trabajo está centrando sus esfuerzos la investigadora de la Universidade de Vigo, Sandra Rojas, y con resultados muy prometedores, tal y como avanzó recientemente en Arzúa en el Día do Apicultor, una jornada organizada por la Asociación Galega de Apicultura.
“Uno de los métodos más efectivos para disminuir la población de Vespa velutina y sus daños sobre la apicultura y el medioambiente es acabar con los nidos, pero estos son poco visibles durante la primavera y verano, cuando están activos, debido a las hojas de los árboles”, explica la investigadora.
En este sentido, hasta ahora se han empleado sistemas de detección como el radio-tracking, pero que resultaba muy costoso, o el llamado método chino, consistente en atrapar un ejemplar de Vespa velutina, atarle una cinta de colores y seguirla, pero resultaba poco efectivo, ya que en torno al 50% no se dirigen al nido después de ser liberadas y la algunas de ellas son eliminadas por sus congéneres.
Protocolo para la detección de nidos de Vespa velutina:
A este respecto, el protocolo que desarroló Sandra Rojas es el siguiente:
1) Cebo proteico y captura:
Las velutinas son atraídas con cebos de proteína (carne de pollo o pescado sin piel) que llevan al nido para alimentar a las crías. El cebo se puede colocar cerca de las colmenas para saber detectar los nidos de velutina que las están atacando.
Para la captura y evitar picaduras, sobre todo si se tiene poca práctica, al principio se puede utilizar anestesia, tanto mediante frío, empleando una nevera portátil, como con CO2. “El problema es que la anestesia las aturde y afecta a su capacidad de vuelo, por lo que se recomienda no seguirlas justo después y dejarles un tiempo para que se recuperen”, explica la investigadora.
2) Marcaje e identificación:
En el cebo capturamos una de las velutinas le aplicamos un código de colores en el dorso (pintura para abejas reinas, pintura de uñas…etc) que resulte visible.
Plantas en flor o un tarro con miel también pueden servir para capturar un ejemplar y marcarlo.
3) Medición de tiempo y dirección:
A continuación soltamos el ejemplar de vespa velutina. Podemos marcar varias con diferentes colores.
Con una brújula anotamos la dirección en la que se desplaza. Las velutinas trazan rutas mediante feromonas de abastecimiento de comida al nido. Unas “autopistas” que pueden llegar hasta los 5 kilómetros de distancia del nido.
Los ejemplares marcados volverán al cebadero de carroña, por lo que anotaremos el tiempo transcurrido entre su salida y su regreso. De esta forma, al cabo de 1 hora ya tendremos las direcciones y los tiempos de ida y vuelta de varios ejemplares de Vespa velutina.
4) Trazado de rutas: 2 o 3 sitios
Para medir la distancia a la que se ha desplazado la avispa marcada debemos tener en cuenta los siguientes datos:
-El tiempo medio de estancia de la Vespa velutina obrera en el nido, para depositar la comida que aporta, es de 45 segundos.
-La velocidad de crucero mínima de una Vespa velutina es de 1,8 metros por segundo y la máxima es de 2,7 metros por segundo.
En este sentido, para medir la distancia a la que se ha desplazado emplearemos estas dos fórmulas matemáticas:
Distancia al nido mínima desde el cebadero: Al tiempo total le restamos 45 segundos. El resultado lo dividimos por 2 (viaje de ida y vuelta) y lo multiplicamos por 1,8.
Distancia al nido máxima desde el cebadero: Al tiempo total le restamos 45 segundos. El resultado lo dividimos por 2 (viaje de ida y vuelta) y lo multiplicamos por 2,7.
Con 2 o 3 distancias y direcciones nos permite afinar y establecer un área probable de localización del nido.
5) Ubicación del área probable:
Con la ayuda de cartografía (por ejemplo usando programas para ordenador como Google Maps) podemos determinar el área probable marcando la ubicación del cebadero y las distancias máxima y mínima a las que se encuentra el nido.
“Si empleamos 2 cebaderos en distintas ubicaciones podemos reducir el área probable de ubicación del nido a un área de unos 6.000 metros cuadrados y si utilizamos 3 cebaderos se pueden afinar a un área de 1.000 metros cuadrados, lo que nos da un alto éxito para localizar el nido”, explica Sandra Rojas.
6) Búsqueda en el área probable: Detección o no del nido
SEGUNDA FASE:
Si no detectamos visualmente el nido, iniciamos una segunda fase para afinar la localización. Para ello seguiríamos este protocolo:
-Colocar un cebo con carbohidratos: Miel, líquido atrayente casero…etc.
-Capturar un ejemplar con o sin anestesia.
-Marcaje del ejemplar con una cinta de color y seguimiento hasta el nido. En este caso al ser una zona mucho más reducida esta labor de localización por seguimiento activo es más sencilla.
Este proyecto de creación de un protocolo para la detección de nidos de Vespa Velutina fue financiado por la Diputación de Pontevedra. Actualmente Sandra Rojas, al igual que la mayoría de los investigadores gallegos que trabajan en esta especie invasora, está en el paro debido a la falta de una financiación pública que garantice su estabilidad laboral y una continuidad en las investigaciones.