Una tesis prevé que las zonas altas serán las más aptas para el cultivo del vino en la Ribeira Sacra

Iria Rodríguez Vega concluye que el terroir provoca las diferencias entre los vinos de la Denominación

11/02/2015 9:55 pm

La Denominación de Origen Ribeira Sacra es quizás la que presenta mayor variación de sus vinos de las cinco con las que cuenta Galicia. Las diferencias en el terroir, es decir, en la interacción entre topografía (altitud y exposición), clima, microclima y suelo de sus cinco subzonas de cultivo (Amandi, Chantada, Ribeiras do Miño, Quiroga-Bibei y Ribeiras do Sil) determinan distintos tipos de vinos.

Medir científicamente esto y con estos datos empezar a diseñar una estrategia para adaptar el cultivo de la vid en la Ribeira Sacra a la realidad cada vez más evidente del cambio climático ha sido el objetivo de la tesis “Composición bioquímica de la variedad Mencía (Vitis vinífera L.) en la D.O. Ribeira Sacra: influencia del terroir y adaptación al cambio climático”.

La investigación comenzó en el año 2009 en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y fue realizada por la investigadora monfortina Iria Rodríguez Vega, que la defendió recientemente en la Universidade de Vigo, obteniendo la calificación de Sobresaliente Cum laude.

En total se analizaron 15 viñedos repartidos en las cinco subzonas de la Denominación de Origen. La variedad de vid que se analizó fue la Mencía, la predominante en la Ribeira Sacra.

Las zonas de altitud media son las permiten obtener vinos más equilibrados

Partiendo de que la Ribeira Sacra reúne unas condiciones muy favorables para el cultivo de la vid -la temperatura media efectiva, la registrada durante el período vegetativo de la vid, se sitúa en los 17,1 ºC y la precipitación efectiva es de 281 mm, mientras que la probabilidad de heladas en la fase inicial del ciclo vegetativo es escasa- lo que investigó Iria Rodríguez Vega es cuales son las mejores parcelas para obtener los vinos más equilibrados.

En este sentido, teniendo en cuenta que las viñas de la Ribeira Sacra van de los 200 metros en la cota más baja a los 466 en la más alta, lo que concluye la tesis es que las viñas situadas entre los 350 y los 450 metros de altitud y en las que la temperatura anual media se sitúa entre los 17,5 y los 19ºC son las más adecuadas.

Esto es así porque las uvas de las viñas situadas en esas alturas permiten obtener vinos con elevadas cantidades de compuestos fenólicos, que aportan matices cromáticos, características organolépticas y aromáticas, posibilidades de envejecimiento, y beneficios para la salud por su elevada capacidad antioxidante, y de compuestos aromáticos que influyen en la calidad organoléptica del vino.

“Las mejores zonas para un vino más equilibrado son las zonas medias, pero eso no quiere decir que sean las mejores zonas de cultivo”

En la investigación ha estudiado el efecto del terroir en la composición bioquímica de la variedad Mencía, en cuanto a polifenoles, aromas y aminoácidos y se han obtenido diferencias significativas importantes, lo que nos indica que dentro de una misma subzona podemos obtener mostos con diferentes propiedades y características incluso cuando provienen de la misma variedad, en este caso la Mencía, dejando claro el potencial de esta denominación para obtener vinos de calidad según las prioridades del viticultor hacia el tipo de vino a elaborar.

“En este sentido, según el lugar de plantación se obtendrá un mayor o menor contenido en polifenoles y esto permitirá obtener vinos con distintos matices cromáticos, más armónicos y con distintas posibilidades de envejecimiento en barrica, además de aportar efectos beneficiosos para la salud por su elevada capacidad antioxidante. Por otro lado, los diferentes microclimas también aportarán diferentes características organolépticas y aromáticas incluso dentro de una misma zona”, explica Iria Rodríguez Vega.

Las uvas de las Ribeiras del Sil tienen más riqueza aromática y las de Amandi y Quiroga maduran antes

Otro de los aspectos analizados fue la variación de la composición de las uvas en las cinco subzonas de la Denominación de Origen, partiendo del hecho de que existen claras diferencias tanto entre las temperaturas -las más bajas se dan en Chantada (17,1ºC de media) y las más altas en Amandi (18,2ºC)- como entre los suelos.

Y los resultados concluyen que las uvas cultivadas en Ribeiras do Sil tienen mayor concentración de compuestos fenólicos y aromáticos siendo las de Quiroga-Bibei más ricas en antocianos y las de Amandi en estilbenos.

Además, en las parcelas estudiadas en las subzonas de Ribeiras do Sil se obtuvieron las mayores concentraciones de compuestos fenólicos, junto con la de Amandi en el caso del resveratrol, compuesto de elevada importancia por su actividad antioxidante, y la de Quiroga en el caso de los antocianos, compuestos que aportan, principalmente, matices cromáticos a los vinos.

[caption id="attachment_3422" align="aligncenter" width="611"] Fonte: Iria Rodríguez Vega[/caption]

Todas estas zonas se caracterizan por unas condiciones climáticas con temperaturas altas por el día y noches frescas, lo que favorece la maduración gradual de la uva que llega a su punto óptimo antes que en el resto de las parcelas estudiadas, características que se deben principalmente a la topografía de estas zonas .

Estos indicadores revelan, por tanto, que el terroir de la Ribeira Sacra, es decir, el suelo, el clima y la topografía –principalmente altitud y exposición-, ejerce una notable influencia en la composición bioquímica de la variedad Mencía.

Con el cambio climático las viñas se cultivarán a más altitud

¿Como puede influir el cambio climático en el cultivo de la uva en la Ribeira Sacra y como poder adaptarse? Esta fue otra de las preguntas a las que intenta dar respuesta la tesis de Iria Rodríguez Vega.

Y lo que le concluye el estudio es que será necesario cultivar la vid a más altitud para obtener vinos equilibrados. De esta forma, la investigadora recomienda a los viticultores que quieran realizar nuevas plantaciones “que lo hagan en las zonas medias y altas porque en las zonas bajas, más cercanas al río, las cepas sufrirán sobremaduración”.

Este sentido, la tesis prevé que las posibilidades para adaptarse son grandes, ya que el viticultor puede jugar tanto con la altura a la que cultiva la vid, con los distintos microclimas e, incluso, con las variedades de uva.

“Tenemos la suerte de poder contar con esas zonas medias y altas que en muchos casos están aún sin cultivar y pueden tener gran potencial para el viñedo”, concluye la autora de la tesis.

Diferencias bioquímicas entre los vinos de las subzonas de la DO Ribeira Sacra: 

[caption id="attachment_3418" align="aligncenter" width="639"] Fonte: Iria Rodríguez Vega.[/caption]

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