Unos 9.500 equipos sulfatadores, obligados a inspección en Galicia

Los equipos de aplicación de fitosanitarios deberán pasar antes del fin del 2016 una revisión. Quedan excluidas de los controles las mochilas de mano

Unos 9.500 equipos sulfatadores, obligados a inspección en Galicia

Inspección en Cataluña a una barra pulverizadora. / Imagen: Iteaf.

Los equipos de aplicación de productos fitosanitarios deben pasar una inspección antes del fin de 2016, según determina la normativa de uso sostible de los plaguicidas que se está aplicando en España. En Galicia, son alrededor de 9.500 máquinas, entre barras pulverizadoras, atomizadores y otras, las que deberán pasar la revisión, según los cálculos de Medio Rural. El objetivo de los controles es la verificación del buen funcionamiento de los aparatos, de forma que se eviten pérdidas del producto o una deficiente aplicación.

Por el momento, aun no se determinó cómo se harán las inspecciones en Galicia. Dos empresas mostraron ya su interés para actuar en la comunidad como estaciones técnicas de equipos de aplicación de fitosanitarios -según la Consellería de Medio Rural-, pero por ahora no se inscribieron en el registro correspondiente. También existe la posibilidad de que una empresa pública o la propia Administración preste ese servicio, una cuestión sobre la que se está trabajando.

De hecho, la Xunta ya publicó en el 2014 las tarifas de inspección para los casos en los que el servicio sea prestado por una unidad administrativa o empresa pública:

– Inspección de máquinas con un depósito de menos de 600 litros: 40 euros.
– Inspección de máquinas de más de 600 litros: 60 euros.
– Inspección de instalaciones en invernaderos: 72 euros.
– Inspección de carretillas pulverizadoras con capacidad superior a los 100 litros: 18 euros.
– Inspección de equipos instalados en aeronaves: 120 euros.

Quedan excluidas de la inspección las mochilas pulverizadoras.

La normativa de inspección de los equipos pulverizadores de fitosanitarios deriva de una directiva europea de uso sostible de fitosanitarios que busca mejorar la eficacia de las aplicaciones y reducir las pérdidas de producto, con los conseguintes beneficios para el medioambiente, para la protección de los cultivos y para la seguridad laboral de los trabajadores.

En las inspecciones se verificarán cuestiones como el caudal de las boquillas, la regulación de la presión o el funcionamiento del manómetro. Desde Europa se estima que la mayoría de las máquinas podrán pasar la inspección con leves modificaciones y sólo alrededor de un 1,5% deberán ser sustituidas. Las revisiones que ya se están haciendo en otros puntos de España, como Cataluña o Aragón, confirman que gran parte de los equipos superan la revisión sin la detección de fallos graves.

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