Usos sociales del monte: pasos para avanzar en su regulación

Un grupo de trabajo impulsado en el Consello Forestal de Galicia abordará la actualización de la normativa

Usos sociales del monte: pasos para avanzar en su regulación

Cartel en un monte vecinal que restringe el acceso. / Archivo.

La circulación de ciclistas, motos, quads o todoterrenos es habitual en los montes gallegos, pero se trata de prácticas sujetas a limitaciones. La Lei de Montes de Galicia especifica en su artículo 98 que las pistas forestales quedan adscritas a la gestión forestal y que, en ningún caso, tendrán la consideración de «acceso rodado público». La cuestión es que en la práctica esa normativa tiene un escaso grado de cumplimiento.

Hace cosa de un año, la Asociación Forestal de Galicia y comunidades de montes del Baixo Miño emitieron sendas notas de prensa para pedir la intervención de las fuerzas de seguridad ante la constante presencia de vehículos a motor en los montes vecinales que, aseguraban, estaban causando daños en caminos y plantaciones. En aquel momento, el Seprona había hecho controles en la comarca, con denuncias a una veintena de vehículos, y también había cobrado notoriedad meses después un episodio similar que aparecía en la serie televisiva «Seprona en Acción», en el que los agentes multaban a motos en un monte vecinal de Meis (Pontevedra).

«El uso recreativo de montes vecinales siempre fue un problema por la falta de unas condiciones en su utilización, y además, ahora durante la pandemia, se incrementó la actividad», explica Xosé Alfredo Pereira, presidente de la Organización Galega de Comunidades de Montes.

Los colectivos forestales abogan por un control mayor y por una regulación clara. Según expresa Xosé Covelo, director técnico de la Asociación Forestal de Galicia, «tiene que haber una convivencia entre el ocio en el monte y los propietarios». En la misma línea, Xosé Alfredo Pereira comenta que «no se pretende prohibir el uso social del monte, todo lo contrario, queremos que la gente use el monte, pero sin consecuencias civiles y penitenciarias para los propietarios o comunidades».


Creación de grupos de trabajo


La Organización Galega de Comunidades de Montes señala que propuso en el penúltimo Consello Forestal la apertura de un grupo de trabajo para la creación de una normativa del uso socio-recreativo del monte. En el grupo participará personal técnico de diferentes asociaciones o entidades que conforman el Consello, «como el Colegio de Ingenieros, la Asociación Forestal de Galicia, Amigos da Terra o la Asociación de Caballos de Pura Raza Gallega, entre otras», especifica Pereira.

«La primera reunión del grupo de trabajo tendrá lugar próximamente, según lo hablado en el último Consello Forestal, celebrado el 18 de enero», explica el presidente de Organización Galega de Comunidades de Montes. Según expresa Pereira, «este grupo trabajará en conjunto con el equipo jurídico de la Consellería y su función se centra en sentar las bases de lo que debe detallar la normativa».

«El uso social de los montes es una cuestión que estaba encima de la mesa desde hace tiempo, sobre todo, por la necesidad de aclarar el marco en el que se debe mover el uso social del monte, y centrar la normativa para informar de los términos con los que tienen que actuar las personas que usan el monte, y asimismo explicar los derechos y deberes que cada una de las partes tienen en estos espacios», explica Xosé Covelo.

«La finalidad del grupo de trabajo es que estén diferentes asociaciones del campo forestal, y concretamente de los propietarios de los montes afectados por esta realidad, para sentarnos con personal técnico de la Xunta y ver que aspectos legislativos se pueden mejorar», avanza Covelo.


Por donde no se puede circular y pautas a seguir


La Lei de Montes de Galicia expone en su artículo 98 que las pistas forestales son dependientes de la gestión forestal, y en ningún caso tendrán consideración de acceso rodado público. Para realizar este acceso sería necesario un permiso por parte de la propiedad del monte. Además, esta normativa registra la prohibición de circulación motorizada campo a través, por senderos, cortafuegos o vías de saca de madera, excepto para aquellos vehículos vinculados a la gestión agroforestal, o en general vehículos autorizados.

«Lo primero que tenemos que señalar, como expone la legislación, es que se puede circular -con autorización- por las pistas forestales, pero no campo a través ni monte a través», afirma Xosé Covelo, que recuerda que se trata de proteger valores naturales y a veces también patrimoniales (petroglifos, castros, etc.).

Además, durante la temporada de verano, con riesgo de fuegos, la Ley de Incendios limita la actividad circulatoria por el monte para «evitar cualquier tipo de incidente que pueda desencadenar un incendio», expone Covelo.

Entre las quejas habituales de las comunidades de montes, Covelo apunta que «hay problemas fruto de las velocidades, de los derrapes, y de una inadecuada circulación» aportando además que «existen ocasiones en las que hay daños».

Por este motivo, Covelo hace hincapié en la necesidad de que las personas que acceden al monte circulen con sentido, solicitando una autorización si es necesaria, haciendo caso de las señales que hay en el monte y llegando a un consenso para el uso de las pistas forestales». Asimismo, el ingeniero recuerda que «colocar carteles informativos, por parte de las comunidades y otros elementos de señalización le dan respaldo a las buenas prácticas».

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