Hablamos con Roi Estévez, ingeniero forestal y responsable del proyecto “Vieiros con Vida” (Quirogal, Lugo). La iniciativa, que se desarrolla en una aldea de la Sierra del Courel, nació con la idea de proteger el pueblo del fuego mediante el pastoreo con ovejas.
¿Cómo surgió tu proyecto de pastorear ovejas en esta aldea casi abandonada?
Después de los incendios de hace dos años, decidí formar una asociación sin ánimo de lucro con mi familia y vecinos para cuidar esta aldea, que en aquel momento tenía el entorno abandonado. Decidimos que no podemos confiar en que la administración lo haga todo y que debemos responsabilizarnos de prevenir este tipo de incendios cuidando nuestra aldea. Pensamos que lo más lógico para ello era introducir animales.
«No podemos esperar que la Administración lo haga todo, tenemos que responsabilizarnos nosotros mismos»
Los habitantes de la aldea y las personas que tienen aquí su segunda residencia cedieron sus parcelas sin problema a cambio de que se las limpiáramos y mantuviéramos, y todo el mundo se implica.
¿Por qué ovejas y no otro animal?
Había zonas alrededor de la aldea que manteníamos limpias a base de desbrozar, pero otras estaban abandonadas desde hacía más de 40 años. Nosotros no teníamos idea de ganadería y decidimos contratar un asesor. Preferíamos tener más especies además de ovejas, pero ya con ellas no hemos sido capaces de introducir más animales porque el volumen de trabajo era tal que no podemos con más, quizás con el tiempo.
Introdujimos la raza Texel porque fue lo que nos recomendó el asesor, pero ahora pensamos que no era la mejor raza para aquí. Es una raza muy cárnica con una alta demanda de pasto, y aquí tenemos muy poca hierba. Hay razas más rústicas que comen zarzas y brotes variados, pero estas hay que forzarlas mucho para que coman lo que no es hierba. Estamos teniendo muchos problemas para recuperar los pastos como eran antes.
¿Qué balance hacéis de estos primeros años del proyecto?
Estamos empezando y evolucionando. El volumen de trabajo es muy grande, estamos viendo cómo normalizar las tareas, hacerlas menos pesadas, y este año es la primera vez que conseguimos tener crías, así que es la primera vez que obtenemos beneficios en casi tres años con los animales.
Al principio pensábamos que el número de cabezas era suficiente para cubrir los gastos, pero no es así. Por eso también somos una asociación vecinal: para nosotros el ganado no es un beneficio económico, sino un constante goteo de dinero que tenemos que invertir para mantener la explotación.
¿Cómo ha sido el aprendizaje con las ovejas?
Pensaba que sería más sencillo, que habría muchas guías y manuales, que estaría más estandarizado, pero no es cierto. Al final cada pastor tiene sus problemas, su opinión y su manera de hacer las cosas. Esto implica aprender todo desde cero y a menudo nos faltan opciones iniciales.
El ganado es un constante goteo de dinero, no nos da beneficio económico
Por ejemplo, en la recuperación de pastos, no entiendo cómo no existen pautas generales de qué hacer para recuperarlos. Al final vas probando métodos distintos, algunos no funcionan. Aquí tenemos un montón de hectáreas que queríamos recuperar, pero no sé si lo conseguiremos, es mucho trabajo y todo muy manual.
¿Cómo es la convivencia con el lobo?
A priori no nos afecta mucho, no hemos tenido ni un solo ataque. Vemos rastros de lobos cerca de las aldeas, pero no tan cerca de las ovejas. Por lo que sabemos, se trata de individuos solitarios, y supongo que al tener dos mastines con las ovejas, no se animan a atacar porque tendrán objetivos más fáciles. Usamos redes móviles electrificadas y los dos mastines. Las ovejas están fuera todos los días, nunca están en establos, y no hemos tenido problemas con ellas.
¿Cómo fue la experiencia del crowdfunding inicial? ¿Mantienes contacto con la gente que os apoyó?

Roi, con el ganado que cuida, en el entorno de Vieiros.
La experiencia fue un éxito pero bastante caótica. Tuvimos mucha repercusión mediática y gracias a eso recibimos muchas ayudas económicas y de otros tipos. Ahora ya no estamos tan activos en redes porque no podemos mantener ese ritmo, y notamos una pérdida de interés y apoyos por parte de la gente.
Fue caótico porque algunos medios tergiversaron la noticia diciendo que éramos una aldea abandonada que regalaba casas, entonces nos llamaba mucha gente de todo el mundo, especialmente de Latinoamérica y otras partes de España, interesada en venir por las casas. Pero claro, esa no era la idea. Podemos ofrecer casas en mal estado para recuperar, queremos traer gente y que haya movimiento, pero no regalamos casas listas para vivir.
¿Qué apoyos habéis recibido de la Administración?
La Diputación de Lugo nos dio una ayuda a través de Medio Natural, que nos vino genial, y la Xunta nos concedió otra para contratar un pastor por el tema del lobo, lo que nos está salvando la vida.
Sin embargo, hay muchas carencias: las carreteras están sin desbrozar, no tenemos parada de bus, hay muros derrumbados que no reparan ni nos dan licencias para hacerlo nosotros…
Háblanos de la organización del trabajo y del rebaño y superficie que manejáis.
Ahora mismo tenemos 34 ovejas y un macho. Tenemos varios corderos que están apalabrados para vida en la zona de Ourense, la verdad es que han tenido muy buena salida.
Llevamos 3 años para habilitar 15 hectáreas de pastos y aún nos falta mucho
En cuanto a hectáreas, estamos trabajando en unas 30 hectáreas, pero en muchas de ellas solo podemos pasar una vez al año porque no tienen suficiente comida. Las que tienen hierba y donde podemos pasar 2-3 veces al año serían solo unas 6 hectáreas. Si contamos todas las hectáreas disponibles del pueblo y los montes vecinales, estaríamos hablando de unas 300 hectáreas, pero es una pena que no podamos disponer de ellas porque no logramos recuperar los pastizales.
Llevamos 3 años tratando de recuperar unas 15 hectáreas, y aún nos queda mucho trabajo. Hay mucha cobertura, la hierba no se recupera y tenemos muchas zarzas, ortigas, helechos… Aún tenemos mucho trabajo por delante. Cuando tengamos una base territorial buena y estable, con rotaciones más definidas, empezaremos a tratar de aumentar poco a poco.
Tampoco descartamos empezar a usar castañares, ya que aquí hay muchos… Pero sufren mucho estrés con estas sequías y cambios climáticos, por lo que en los últimos años no nos compensa recoger las castañas. Quizás podríamos meter el ganado para que aproveche las castañas y también recuperar los castañares para leña.
¿Cómo ha sido la evolución de la zona y de la vegetación desde la introducción de las ovejas?
Hemos notado mucho el cambio, aunque si ves el pueblo desde fuera no se aprecia tanto. Nuestra intervención no está siendo agresiva, no estamos cortando masa arbórea… Estamos cortando muy poquito. Primero metemos las ovejas y hacemos un trabajo con la maleza, los brezos, las retamas, las zarzas… Esa es la primera fase.
También hemos ido eliminando los árboles de diámetro pequeño, y en la siguiente fase tenemos que ocuparnos de los árboles más grandes, abriendo el espacio paulatinamente. No tenemos capacidad para cortar grandes superficies porque no podemos sacar toda esa madera, ya que no es posible meter maquinaria y todo tiene que hacerse a mano. Notamos el cambio, pero es muy gradual.
¿Qué perspectivas tienes de cara al futuro?
Llevamos tres años con estas ovejas y los perros, y les hemos cogido cariño. Ver los lugares limpios y en uso mejora el entorno de vida y es positivo emocionalmente. Pero el futuro dependerá de las ayudas externas. Seguiremos solicitando subvenciones y tenemos proyectos, pero dependerá de que podamos mantener esto.
Seguiremos apostando al máximo mientras podamos, pero no descartamos tener que abandonar si no somos capaces de sostenerlo.
«Debería existir un programa estandarizado de apoyo a las personas que quieren emprender en el agro»
¿Cómo valoras la conciliación familiar con tu trabajo?
Es muy complicado, no solo con el ganado, sino también con nuestra hija. La sociedad actual no está preparada para conciliar. A veces trabajo de noche con un frontal.
¿Cuál es ahora la situación de la aldea a nivel poblacional?
Somos dos familias viviendo de forma permanente. Sorprendentemente, somos una de las aldeas más habitadas de la zona.
¿Algo más que quieras añadir?
Este proyecto debería promoverse en todas las aldeas, con programas de apoyo organizados. Aquí todo son dificultades, especialmente al empezar.