¿Volverá a ser el monte un recurso fundamental ante la crisis?

Si los precios y el mercado ayudan, en el sector forestal se espera un incremento de las talas en los próximos meses por la necesidad de muchas familias de echar mano de la madera, ante la difícil situación económica que se avecina

aserradeiro Hijos de Ramon Rubal (Alfoz) prodesadora eucalipto2

El monte gallego, con cerca de 500.000 propietarios forestales y figuras genuinas como las Comunidades de Montes Vecinales en Man Común, es uno de los más socializados de Europa. Por eso, cada vez que la situación económica se pone difícil actúa como caja de ahorro de las familias.

Eso fue lo que ya ocurrió durante la crisis económica de la última década y se prevé que las talas de madera vuelvan a ser una tabla de salvación para la nueva crisis que va a dejar tras de sí la pandemia del coronavirus.

Aunque la situación en esta ocasión es diferente. Con la actividad parada en muchos sectores, la demanda de madera de pino se encuentra bajo mínimos y en el eucalipto se prevén bajadas de precios a corto plazo, lo que no animaría a vender. Pero, en muchos casos, la necesidad es más fuerte que la oferta y la demanda.

Los planes de pensiones de los gallegos no están en los bancos sino en el monte, que es la verdadera caja de ahorros de las familias y un salvavidas en los momentos difíciles

«Siempre que hay una crisis la gente recurre al monte como banco para subsistir, sobre todo en el rural, así que en los próximos meses habrá seguramente un aumento en la intención de venta, otra cosa es que se venda o no en función de que el mercado y el precio ofertado cumpla las expectativas del propietario del monte, pero a veces la necesidad tira más», afirma Xosé Covelo, de la Asociación Forestal de Galicia.

«En el 2008 la gente tiró del monte para aguantar la crisis y se notó mucho el incremento de cortas, pero haría falta que el precio ayudase un poco para animar a la gente, aunque al que le haga falta va a vender igual», opina también Luis Díaz, propietario de Forestal Díaz Casariego SL, una empresa que da trabajo a 32 personas en la comarca de A Mariña.

Aunque los precios no ayuden, la necesidad muchas veces tira más que la oferta y la demanda

Nuria Rodríguez, secretaria de la Asociación de Empresarios de Primera Transformación de la Madera de Lugo, que reúne a casi 300 empresas que trabajan en montes de la provincia de Lugo, también concuerda en que «en Galicia históricamente el monte siempre fue una caja de ahorros y siempre se echó mano de él para suplir la falta de ingresos o un gasto extraordinario, como la compra de un coche o la reforma de la vivienda», pero añade un elemento a mayores, además del precio: «va a depender del consumo, porque yo puedo poner el monte a la venta pero para poder venderlo tiene que haber demanda de madera», evidencia.

«Hay muchísima incertidumbre de lo que pueda pasar, con la economía parada, las fronteras cerradas y todo el volumen de exportación en stand by no tenemos certezas a corto o medio plazo ni sabemos cómo va a respirar la economía a nivel mundial», dice Nuria.

Caída brusca de la demanda de pino

La pandemia del coronavirus supuso un freno en seco en el mercado de la madera de pino. «El mercado de la madera de pino ha cerrado porque no hay salida, está muy flojo tanto el puntal como la rolla de aserradero», indica Luis.

«Estábamos trabajando muy bien este año, veníamos de una época no tan buena pero se había recuperado la cosa en 2020. Ahora el coronavirus supuso un parón total e instantáneo», reconoce Jorge Souto Franco, que junto a su hermano Alberto tomaron en el año 2007 el relevo en la empresa Hijos de Ramón Rubal SL, que da trabajo a 24 personas y mueve un volumen importante de madera de pino en la comarca de A Mariña.

A nivel nacional, el mercado está muy bajo, pero estamos mandando más para China, que es lo que nos está salvando (Jorge Souto, Hijos de Ramón Rubal SL)

Con más de tres cuartos de siglo de historia a sus espaldas, esta empresa familiar, que cuenta con un aserradero en el ayuntamiento de Alfoz, está salvando la situación gracias a las exportaciones hacia el exterior. «A nivel nacional el mercado está muy bajo, pero estamos mandando más para China, que es lo que nos está salvando», admite. Más del 50% del pino que procesan está saliendo en la actualidad hacia el mercado asiático, cuando el año pasado era solo un 5%. Envían desde el puerto de Vigo, solventados los problemas iniciales de falta de contenedores, cuando el gigante asiático cerró sus puertos en el momento álgido de la pandemia en China.

No aserradeiro de Hijos de Ramón Rubal SL en Alfoz están enviando a metade da súa produción a China

En el aserradero de Hijos de Ramón Rubal SL en Alfoz están enviando la mitad da su producción a China

A pesar de que el sector forestal está considerado actividad esencial, el parón en la industria y la construcción a raíz del estado de alarma en España acabó arrastrando a toda la cadena. «Los pedidos de madera de pino están muy bajos, lo que iba para hacer palés está parado, excepto lo que se destinaba a alimentación; las empresas de tablero no están cogiendo material o lo cogen a cuentagotas y los aserraderos están también bastante a tope de madera», explica Nuria.

Hijos de Ramón Rubal suministraba también astillas a Finsa para tablero y corteza a Greenalia para aprovechamiento como biomasa para la producción de energía, «pero las dos están trabajando muy poco», confirma Jorge. Ante el descenso de la demanda en esta empresa de Alfoz han decidido también ralentizar el volumen de cortas por la vía de trabajar aquellas parcelas con menor rendimiento diario en volumen de madera. «Estamos haciendo los montes más pequeños, que llevan más tiempo y que también los hay que hacer, son montes que dan más trabajo», explican.

El eucalipto está aguantando mejor

Por el contrario, las talas de madera de eucalipto se han mantenido durante la pandemia sanitaria con las empresas adoptando medidas preventivas para evitar contagios. «Seguimos trabajando con normalidad, los operarios ya trabajaban separados cada uno en su puesto para prevenir accidentes, uno en la procesadora y los dos motosierristas un poco más distanciados, y llevando la comida al monte, cada uno la suya», explica Luis.

«El eucalipto sigue comercializándose. Se ha producido un cambio de consumo de unos productos por otros y la demanda de materia prima de celulosa para máscarillas, papel para limpieza de manos, material médico o paquetería, que son productos donde ya está habiendo más demanda, está compensando el parón de la industria, del comercio minorista y del papel que se usaba en las oficinas que ahora están cerradas», argumenta Xosé.

Ence ha comenzado a poner limitaciones al acopio de madera en Navia, obligando a las empresas compradoras a desplazar madera a otros parques como los de Ribadeo o Begonte

Pero el parón en el mercado del pino está derivando las talas en los montes hacia el eucalipto y aunque sigue habiendo demanda, Ence ya ha comenzado a poner alguna limitación, admitiendo únicamente ciertas cantidades en su planta de Navia y obligando a las empresas compradoras a desplazar el resto de la madera a otros parques, como el ubicado en Ribadeo, a punto de completar también ya su capacidad, o el de Begonte, lo que lleva también aparejado un menor precio pagado por tonelada.

Muy pocas compras de madera durante el estado de alarma

Aunque se habilitaron mecanismos para que los propietarios puedan salir durante el confinamiento a mostrar sus montes a compradores interesados, lo cierto es que en los casi dos meses que llevamos de estado de alarma prácticamente no se realizó ninguna transacción comercial de madera en pie. «Los particulares no están ofertando madera, los dueños de los montes son todos gente mayor y tienen miedo a salir de la casa», indica Luis.

Unha cortadora de Forestal Díaz Casariego SL traballando en montes da Mariña

Una cortadora de Forestal Díaz Casariego SL, que está tirando del stock de madera que tenía comprada

Como las demás, su empresa está tirando de compras efectuadas con anterioridad para seguir trabajando. «Normalmente contamos con un stock de madera comprada para cuatro o cinco meses y estamos tirando de eso, pero hace falta empezar a comprar algo ya porque nos hace falta comprar con 2 meses de antelación para tramitar las solicitudes y permisos y planificar las talas. Esperemos que el mes que viene pueda empezar a salir un poco más la gente de casa a poder enseñar los montes. A ver si mientras se recupera un poco el precio de la pasta también para animar a la gente, que de momento está mostrando poco interés. De hecho, otros años por estas fechas los propietarios que tenían vendida madera nos llamaban a los compradores para meternos prisa para que les cortásemos los montes para poder plantarlos antes de la llegada del verano, pero este año ni eso», añade el responsable de Díaz Casariego.

Los particulares no están ofertando madera, los dueños de los montes son todos gente mayor y tienen miedo a salir de casa (Luis Díaz, Forestal Díaz Casariego SL)

En el caso del pino, desde la AFG afirman que «hay comunidades de montes y propietarios particulares que tienen necesidad de vender porque la madera está ya pasada de turno de corta» y constatan también que aunque se pueden hacer salidas con autorización previa, «hay cierto miedo a salir de casa y se han ralentizado mucho los contactos de compra-venta de madera». «La industria sigue demandando eucalipto y se está tirando de compras previas, pero en cuanto se produzca la desescalada los propietarios van a querer vender porque seguramente entremos en una fase social en la que querramos contar con ahorros y echaremos mano de la madera que tengamos», razona.

Nuria concuerda en esa apreciación: «hay miedo y tampoco ha hecho falta vender por ahora, porque la gente no ha tenido aún esa necesidad porque al estar en casa confinados no gastas ni consumes igual, no cambias de coche ni haces una reforma en casa, pero a medida que pasen los meses las personas que hayan quedado sin trabajo puede que necesiten tirar del monte», opina.

Precios a la baja

Na madeira de piñeiro augúranse prezos entre 3 e 5 céntimos por baixo pola ausencia de demanda

En la madera de pino se auguran precios entre 3 e 5 euros por debajo por la ausencia de demanda

Es difícil hacer pronósticos sobre precios, pero todo el mundo en el sector augura bajadas en los próximos meses. «Al haber sido bastante repentino todo no hay información muy consolidada, pero el mercado del pino ya venía de una situación de cierta ralentización y ahora hay una parálisis, con poca actividad de las empresas de trituración y con los aserraderos a la espera, porque son sectores más dependientes del nivel de actividad de la economía en general. Yo pienso que la parálisis va a seguir en los próximos meses con precios medios de final de lote de adquisición entre 3 y 5 euros más bajos de lo que debería ser», augura Xosé Covelo.

En las últimas subastas celebradas antes del estado de alarma en el sur de Galicia, el pino se pagó a 26 euros, cuando antes de Navidad eran habituales precios de entre 28 y 32 euros (Xosé Covelo, AFG)

Los lotes de madera de pino se vendieron últimamente entre 22 y 24 euros en la zona norte de Galicia y entre 24 y 26 euros en el sur, donde siempre se paga un poco más, cuando antes de navidad los precios habituales estaban entre los 28 y los 32 euros, recuerda. Pero en las últimas subastas antes del estado de alarma, el pino se pagó ya a solo 26 euros, «que era un precio ya bajo», considera Xosé Covelo, que lo achaca a una una «ligera ralentización de la economía que se estaba notando ya en la construcción, que es un sector que tira tanto de tabla como de tablero, por lo que su caída acaba afectando en toda la cadena del pino. De ahí la necesidad de buscar alternativas de productos de alto valor», insiste.

La misma idea defiende Nuria: «Creo que de cara a los próximos meses hay que reforzar el consumo local de madera y añadir valor a esa madera que tenemos, esas son las perspectivas con las que tenemos que trabajar para este año. Porque el mercado del pino está ahora mismo muy frío, no hay movimiento, más que bajar los precios lo que no hay es salida. Yo espero que a medida que la industria se reactive podamos trabajar con algo de normalidad, aunque las perspectivas son poco alentadoras», dice.

Para el pino ahora mismo no hay salida. Yo espero que a medida que la industria se reactive podamos trabajar con algo de normalidad (Nuria Rodríguez, Asociación de Empresas de Primera Transformación)

También pronostica una mejora limitada para los próximos meses Jorge. «En cuanto levanten el estado de alarma la cosa mejorará un poco, aunque no creo que vuelva al nivel de antes. Esto es una cadena, si trabajamos nosotros trabajan también otros», evidencian en este aserradero, que compra directamente y también a través de otras empresas del sector.

Las plantaciones de eucalipto habituales en esta época del año también se están retrasando esta primavera

Las plantaciones de eucalipto habituales en esta época del año también se están retrasando esta primavera

Hay incertidumbre además sobre la evolución del mercado del eucalipto en los próximos meses, aunque a día de hoy está resistiendo mejor. La pasta de papel lleva todo este 2020 estable y no se ha visto afectada por el coronavirus. Sigue cotizándose al mismo precio que hace unos meses, con pocos cambios después de la fuerte caída en 2019, cuando tocó fondo. «La pasta ha aguantado con un precio estándar que está alrededor de los 600 euros la tonelada, tan sólo bajó algo la semana pasada, unos 4 euros», explica Luis.

La pasta de celulosa de fibra corta (eucalipto) está en unos 630 euros la tonelada, un 25% menos que hace un año, pero no se prevén nuevas caídas importantes

La madera de eucalipto certificada se está pagando en este momento en Galicia a 30 euros tonelada en pie con corteza más IVA, con variaciones entre los 28 euros en lotes pequeños o con dificultades de saca y los 31 en los lotes más grandes y accesibles. Desde la Asociación Forestal de Galicia no prevén que pueda haber «bajadas tan acentuadas como en el caso del pino», aunque en la Asociación de Empresarios de Primera Transformación de la Madera de Lugo advierten de que «aunque se está trabajando el eucalipto con normalidad, los precios fluctúan y las compañías también tienen su tensión financiera, por lo que no pensamos que mejore la cotización, sino incluso que empeore algo».

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