Poner en valor un producto, el pimiento de Herbón, con una larga y rica historia de cultivo en esta parroquia de Padrón, y conseguir que el consumidor lo diferencie frente a otros que se venden como "Pimiento del Padrón/ Pimientos Variedad Padrón. Origen: Marruecos".
Esta es la filosofía con la que nació la SAT A Pementeira en el año 2006, una empresa que surge del propio sector productor, o más bien productoras, porque 22 de 23 de sus socias son mujeres labriegas de la parroquia de Herbón y de sus alrededores que generación tras generación cultivan pimientos en pequeñas parcelas para su venta y practicando una agricultura sostenible.
Milagros González Refojo, pementeira e nuera de pementeira, y presidenta de la SAT explica orgullosa como desde el año 2008, cuando vendieron sus primeras bolsas "el mercado nos acogió muy bien". "El año pasado comercializamos más de 63.000 kilos, todos bajo la Denominación de Origen Protegida Pimiento de Herbón, y crecemos alrededor de un 10% anual", explica.
Dentro de unas semanas, cuando las plantas empiecen su fase de plena producción, las bolsas de SAT A Pementeira empezarán a comercializarse en grandes superficies como Gadis, Froiz, Eroski, El Corte Inglés o Carrefour. Y también por internet, una vía de comercialización desde la cual A Pementeira recibe pedidos desde Londres o Suiza.
Su objetivo a medio plazo es vender el 100% de su producción a través de A Pementeira.
"La clave para evitar los engaños es comprar pimiento con etiqueta de la Denominación de Origen"
Para lograr ese objetivo desde A Pementeira insisten en la necesidad de informar al consumidor para evitar engaños con pimiento de Padrón que se vende como gallego pero que en realidad es foráneo.
Óscar Antón Pérez García, técnico de la SAT, explica que "el precio de venta del auténtico pimiento gallego es algo más elevado porque producimos un producto de elevadísima calidad, con unos controles estrictos de la Denominación de Origen, de la Xunta de Galicia y de Galicia Calidade y esto hace que los costes de producción sean más caros".
Sin embargo, las situaciones de engaño al consumidor en el mercado son frecuentes. "Incluso algún comercial nos reconoció que el 90% del pimiento de Padrón que vende es de fuera de Galicia, lo que supone una competencia desleal y tira con los precios", advierte.
Para evitar estas situaciones fraudulentas la vicepresidenta de la DOP Pimiento de Herbón, Milagros Piñeiro Freire, recomienda lo que ella define como los dos mandamientos: "Señor consumidor lea la etiqueta por favor, que ponga Pimiento de Herbón y el sello de la Denominación y no se deje engañar, y señor de la hostelería no engañe al cliente, y no venda como pimiento de Padrón lo que no es".
Nuevo proyecto: identificar genéticamente el pimiento de Herbón
En esta línea de diferenciar en el mercado su producto, la DO Pemento de Herbón, está trabajando en colaboración con el Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo en un proyecto de determinación genética del pimiento de Herbón.
"Sin renunciar a la tradición, lo que queremos es identificar genéticamente la planta para poder diferenciarla de la que se vende como tipo Padrón en los viveros, con el objetivo de tener un patrón del Pimiento de Herbón y poner en valor esta variedad", explica Óscar Antón Pérez.
Y es que una característica diferenciadora del Pimiento de Herbón es que "desde hace siglos, cada casa labriega de la parroquia es la dueña y custodia de la planta y hace una selección de sus mejores plantas para replantarlas al año siguiente".
Esto lleva a que el pimiento sea visualmente diferente de unas explotaciones a otras: "unos tienen hoja más estrecha, otros más ancha, de hoja lanceolada o redondeada; en la cruz también hay diferencias: unos tienen la cruz del tallo muy abajo y otras a 40 centímetros; unos alcanzan los 2 metros de altura y otros sólo 1,20", explica al técnico de A Pementeira.
"Son variaciones dentro de la variedad Pimiento de Herbón, y lo que se hace es que a cada productor se le extrae el código genético de su planta y se compara con las de los otros productores para establecer las características comunes", explica.
El agrupamiento de las parcelas, un reto para el futuro
Junto a la diferenciación del producto, la otra estrategia de futuro por la que apuestan las socias de A Pementeira es la mejora de la estructura productiva.
Y es que uno de los limitantes es el pequeño tamaño de las parcelas de cultivo, su dispersión y la competencia con otros usos de la superficie agrícola, como el urbanístico o el forestal.
"El problema -explica la presidenta de la SAT- es conseguir que te dejan la tierra los propietarios y luego reorganizar la estructura territorial para reducir costes de producción, porque en la situación actual hay que gastar en varios invernaderos en parcelas distantes, y cada uno con su sistema de riego, su pozo ... etc."
Una situación que ejemplifica la vicepresidenta de la DOP Pimiento de Herbón, Milagros Piñeiro: "tengo una finca con invernaderos para el cultivo del pimiento, y una vecina me plantó al lado cerezos de madera. Ahora, me asombró el invernadero y sus raíces se extienden a mi propiedad".
Para esto, el técnico de la SAT, insiste en la necesidad de "poner en práctica un plan de agrupamientos de terrenos de aquí a 15-20 años para reducir costes de producción y, sobre todo, hacer más atractivo el cultivo de pimiento para las nuevas generaciones, haciéndoles el trabajo más fácil".
¿Seguirán transmitiéndose las semillas de Pimiento de Herbón de generación en generación? Todo depende de que el consumidor apueste por el auténtico pimiento 100% gallego.
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