Alrededor de un millar de agricultores y ganaderos gallegos, según los datos manejados por las organizaciones agrarias convocantes, participaron esta mañana en A Limia (Ourene) en la manifestación conjunta para reivindicar mejoras en el sector y denunciar la crisis de rentabilidad sin precedentes que atraviesa el sector primario.
La protesta había sido convocada conjuntamente por Unións Agrarias, la Asociación de Productores de Patata de Xinzo, la Federación Rural Gallega (Fruga), el Sindicato Labrego Galego (SLG) y la Asociación de Empresarios, Ganaderos y Agricultores de A Limia (Adegal).
Unos trescientos tractores recorrieron la villa en una marcha con la que los convocantes demandaron la implicación de todas las administraciones para hacer cumplir la Ley de Cadena, finalizar con la venta a pérdidas y poner en marcha un paquete de medidas que evite el cierre de explotaciones y que garanticen su viabilidad.
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Desde Unións Agrarias consideraban indispensable que todas las administraciones se impliquen para garantizar la viabilidad de las explotaciones agroganaderas gallegas, hoy sumidas en una crisis de rentabilidad sin precedentes fruto de las fuertes y constantes subidas de los combustibles, la electricidad, los piensos, los fertilizantes y otros insumos indispensables para el mantenimiento de la actividad. La organización agraria indicaba en un comunicado que la situación actual se suma a los bajos precios generalizados que los productores arrastraban ya desde antes de la pandemia y a la situación de venta a pérdidas que, a pesar de lo que estipula la ley, sigue siendo una realidad en la comercialización de la producción agroganadera.
Desde el Sindicato Labrego instaron a cambiar el actual modelo, dependiente de la especulación de mercado e insumos del exterior, al tiempo que demandaron la puesta en marcha por parte de la Xunta de Galicia y del Gobierno estatal de las medidas presentadas por el sector a principios de esta semana para comenzar a frenar el incremento de los costes de producción.
Además, desde el SLG instaron al Gobierno gallego a cumplir con sus responsabilidades convocando un Gabinete de Crisis y reivindicaron el rediseño de las actuales políticas agroalimentarias para adoptar modelos de producción agroecológicos, que protegen y mejoran la calidad de las tierras, y avanzando hacia la garantía del derecho a la soberanía alimentaria es decir, a la producción de alimentos de calidad en los propios territorios.