En las comunidades autónomas se reproduce la misma tendencia al alza en el tamaño de explotación que en el conjunto del país. Sin embargo, se observa una gran variabilidad con un extremo superior de 367 vacas/explotación en Valencia y un extremo inferior de 42 vacas/explotación en Asturias en 2020.
Aquellas regiones que forman parte de la cornisa cantábrica presentan un tamaño de explotación inferior a la media nacional, tanto en 2016 como en 2020. Probablemente, es consecuencia de poseer unos censos de vacas y número de ganaderos con entregas de los más altos de España, lo que se traduce en un sector lácteo con una estructura más atomizada en estas comunidades autónomas.
El rendimiento medio por explotación se incrementó un 33%
El rendimiento medio lácteo del conjunto del país es 565.918 kg/explotación en 2020 (con una horquilla que varía entre los 344.314 kg/explotación en Asturias y los 3.764.728 kg/explotación en Valencia), lo que supone un incremento del 33% al compararlo con el rendimiento por explotación del año 2016, que ascendía a 423.935 kg/explotación (con un mínimo de 270.962 kg/explotación en Canarias hasta 2.675.414 kg/explotación de Valencia).
Esta circunstancia es consecuencia del incremento de la producción y del descenso del número de explotaciones al comparar los años objeto de estudio, cuyos datos se contemplan en las tablas 9-11 (rendimiento por explotación en el año 2016, en el año 2020 y la diferencia entre ambos). En ellas se observa, como es de esperar, que los rendimientos son mayores cuanto mayores son los estratos de producción o tamaño de la granja.
Además, al hacer la comparación entre los dos años, se observa que el rendimiento por explotación aumenta en todos los estratos a excepción del estrato 6 (3-8M kg), donde se reduce un 4% a nivel nacional . Las particularidades por comunidad autónoma pueden observarse en la tabla 11, donde se hace patente la tendencia general al incremento del rendimiento, sin embargo, existen variaciones en función de los estratos de producción.