[caption id="attachment_156002" align="aligncenter" width="751"]
La nueva legislación europea en materia de uso de antibióticos, adoptada en 2019 y que entra en vigor en el próximo mes de enero, está siendo desarrollada por parte del Ministerio en lo que se denominan “actos delegados”. Cristina Muñoz Madero, coordinadora del Plan Nacional frente a la Resistencia a Antibióticos (PRAN) detalló recientemente en las decimoctavas Jornadas Técnicas de Vacuno de Leche de Seragro las principales novedades.
"Esta legislación implica un cambio de actitud en como hemos venido usando los antibióticos hasta ahora, ya que se pretende evitar un uso profiláctico y metafiláctico rutinario de antibióticos y limitar el uso en animales de antimicrobianos que son de importancia crucial para prevenir o tratar infecciones humanas potencialmente mortales", indica.
Hay una serie de antibióticos críticos que quedan reservados únicamente para su uso en medicina humana
La responsable del PRAN mostró el alcance y dimensión del problema: “Tenemos muchos fallos terapéuticos porque las bacterias se han hecho resistentes a los antibióticos y no tenemos ninguna forma de combatirlas, por lo que ganan la batalla y el paciente muere”.
“Estamos trabajando en recoger los datos de venta y de uso de antibióticos y también en la elaboración de una lista de antibióticos que solo se van a poder usar en humana y en animales con prescripción veterinaria y bajo ciertas condiciones”, concreta Cristina Muñoz.
Está demostrada la relación entre el uso de floroquinolonas y cefalosporinas en animales y la resistencia en humanos
El pasado mes de septiembre el Parlamento Europeo votó en contra de una iniciativa del grupo de los verdes alemanes que pedían restringir por completo el uso en animales de los antibióticos usados en medicina humana, pero su uso estará limitado.
El grupo de especial vigilancia está formado por los macrólidos, las colistinas, las cefalosporinas tercera y cuarta y las cloroquinolonas
La lista de restricción incluirá no solo a los antibióticos sino a los cuatro grupos de antimicrobianos, es decir, también a los antiprotozoarios (anticoccidiósicos), los antifúngicos y los antivirales. La categorización incluirá a su vez cuatro niveles de uso: no usar, restringir, cautela y prudencia.
Queda prohibido el uso preventivo
Se prohibe el uso de piensos medicamentosos con antimicrobianos para uso preventivo
Se admite que se pueda hacer un uso profiláctico pero sólo de forma individual en el caso de antibióticos o a un número restringido de animales en el caso de otros antimicrobianos y sólo mediante una administración excepcional cuando el riesgo de enfermedad sea muy alto y de consecuencias severas, por ejemplo, después de una operación quirúrgica.
Estos aspectos en materia de uso preventivo se están definiendo a nivel europeo, estableciendo criterios comunes para todos los países miembros. “Habrá una directriz a nivel de toda la UE que aclare si se puede tratar con antibióticos, por ejemplo, una mastitis subclínica o cómo justificamos el tratamiento en animales sin signos clínicos de la enfermedad", avanza.
También habrá una restricción de uso en metafilaxis, donde se podrán administrar antibióticos a un grupo de animales cuando el riesgo de infección de animales en contacto con animales enfermos sea muy elevado y no existan alternativas apropiadas disponibles. Pero a diferencia del uso en profilaxis, en metafilaxis los criterios podrán ser establecidos por cada Estado miembro.
Índices de referencia por sectores
En el nuevo PRAN 2022-2024 se está trabajando por grupos de producción por especies y se van a establecer índices de referencia de un consumo medio adecuado según el tamaño de granja y tipo de producción.
Este índice de referencia por cada granja sobre el uso de antibióticos en esa explotación tendrá carácter voluntario y servirá para que cada ganadería pueda saber dónde se encuentra y qué nivel de esfuerzo de reducción deberá realizar.
Las medidas no van a ir dirigidas solo a los veterinarios; tenemos que involucrar también a los ganaderos
“Ese índice orientativo es para dar información a las granjas y que ellas mismas puedan autoevaluarse y establecer sus estrategias de reducción dentro de su plan sanitario, pero no será usado como en el sistema holandés para fijar obligaciones a cumplir por parte de las ganaderías”, asegura la responsable del PRAN.
El índice de referencia de uso de antibióticos por granja tendrá carácter voluntario y no implicará obligaciones que cumplir a mayores
A mayores, habrá retos específicos para determinados sectores. Por ejemplo, el sector porcino, tras haber retirado la colistina, deberá retirar ahora el óxido de zinc en junio del próximo año.
Mapa epidemiológico
Además, se está generando un mapa epidemiológico a nivel estatal en el que se detalla, por comarcas, los patógenos detectados y se hacen recomendaciones de tratamiento. “El mapa epidemiológico se ha desarrollado con la intención de ayudar al veterinario clínico que se tiene que enfrentar a una situación de enfermedad real en una granja en la que en cuanto entre en vigor la nueva normativa va a tener que justificar el uso de determinados antibióticos o de determinadas formas de aplicación, por lo que este mapa epidemiológico puede ser útil en ausencia de diagnóstico microbiológico”, asegura Cristina Muñoz.
El mapa epidemiológico contiene datos de incidencia de patógenos por áreas geográficas y recomendaciones de tratamiento
“Todos sabemos que no es viable en determinados casos tomar una muestra y esperar varios días a que nos den los resultados de diagnóstico y perfil de sensibilidad y ese mapa con una serie de datos agregados va a facilitar al veterinario la toma de una primera decisión y prescripción”, asegura. Cuando además haya relación epidemiológica entre un caso y otro anterior, el informe del veterinario para la prescripción de un antibiótico tendrá validez durante cuatro meses.
Uso responsable: una necesidad y un beneficio
La legislación a nivel europeo y su inminente aplicación a nivel de los distintos Estados miembros va a limitar a partir del mes de enero el uso de antibióticos en ganadería. Pero además de una obligación legal, Cristina Muñoz defiende los beneficios que este cambio de mentalidad traerá a nivel de granja.
Hai que tener en cuenta los prejuicios de un mal uso de los antibióticos en las explotaciones, como por ejemplo los posibles residuos en leche y en carne, el alto coste de los tratamientos y el estrés generado a los animales, entre otros efectos.
Aplicando una terapia selectiva de secado se logra que en el 80% de las vacas no se usen antibióticos, utilizando en ellas únicamente tapones intramamarios
Implantar en las ganaderías sistemas de bienestar animal en materia de instalaciones, como suficiente espacio, pasillos amplios o buenas camas, o de manejo, como por ejemplo la división del ganado en lotes homogéneos, buenas rutinas de ordeño o la implantación de terapias selectivas de secado lograría reducir la incidencia de enfermedades y el uso de antibióticos para tratarlas. Es la filosofía que trata de inculcar la nueva legislación a los ganaderos.
[box style="0"]
España era en 2014 el Estado miembro de la UE con un mayor consumo de antibióticos
"Es una tendencia que se ve en todos los Estados miembros de la UE y que se achaca a la pandemia, que ha modificado hábitos y tratamientos haciendo aumentar el uso de antibióticos tanto en salud humana como en veterinaria", argumenta Cristina Muñoz.
Porcino y bovino son los sectores que usan más antibióticos, seguidos de la avicultura y la cunicultura
Los datos de consumo y uso de antibióticos que maneja el Ministerio reflejan, por especies, que el porcino sigue siendo el principal consumidor de antibióticos, seguido de bovino y avicultura. Sin embargo, mientras que el uso de antibióticos en ganado bovino se ha mantenido estable en el último año a respecto de 2019, con un consumo de 105 toneladas, el uso en cerdos y pollos se ha disparado, pasando de 790 a 1.029 toneladas en el caso de porcino y de 36 a 47 en el caso de aves.
Bruselas exigirá un mayor esfuerzo en la reducción a los países que tengamos un mayor consumo
La Estrategia De la Granja a la Mesa de la UE establece entre sus objetivos la reducción de un 50% en la venta de antibióticos para 2030 teniendo como referencia el año 2017. “No todos los sectores y Estados tendrán que hacer el mismo esfuerzo; los que tengamos un mayor consumo seremos a los que nos requieran un mayor esfuerzo desde Bruselas”, reconoce.
[/box]