Así se recoge en un informe realizado por el Observatorio Español del Mercado del Vino y disponible gracias al acuerdo de colaboración con la Organización Interprofesional del Vino de España.
El pasado año todas las categorías de vinos registraron fortísimas caídas, en un mercado en el que el vino envasado no espumoso representó más del 70% del volumen y del 90% del valor total. Granel y bag-in-box bajaron de precio en torno al 15%, con fuerte subida en envasados y espumosos.
Los 15 principales proveedores registraron notables pérdidas salvo Argentina, cuyo volumen exportado a China se triplicó gracias a unas ventas de un granel muy barato. En envasados, motor de las compras, no se salva nadie. Chile fue el que más cayó y pasa de primer a tercer proveedor en volumen, superado por Australia y Francia.
El vino español pierde cuota, aunque permanece como el cuarto más importado. En concreto, España se mantiene como cuarto exportador de vino a China en volumen pese a caer un 37,4% en 2020 hasta los 40,7 millones de litros, 24,4 millones menos que en 2019 y muy lejos de los 134,4 millones vendidos en 2017, su mejor año hasta la fecha. En valor, las exportaciones españolas de vino a China ascendieron a 622 millones de yuanes (-32%), cuyo precio fue el segundo más bajo entre los 15 analizados, solo por encima de Moldavia.
En definitiva, China redujo sus importaciones de vino en 2020 un 30% en volumen y más del 25% en valor, a un precio un 6% superior.
“Muchos achacan la debacle de las importaciones chinas a la pandemia de coronavirus, que conllevó importantes restricciones comerciales; y claro que ha afectado, si bien hay que puntualizar que las compras chinas ya venían cayendo en picado desde 2018, tras alcanzar máximos históricos en 2017 y registrar un desarrollo excepcional desde el año 2000”, explican desde el Observatorio Español del Mercado del Vino.