Las pasadas semanas, de altas temperaturas diurnas, estimularon el ritmo de brotación de las vides. No obstante, esta va a ritmo distinto según variedades y zonas. Como ejemplo de contraste, hay Albariño con brotes rondando el metro y Sousón con las yemas comenzando a hinchar.
Vamos a tratar tres aspectos relativos a esta época. La manipulación de los brotes, la gestión del suelo y los tratamientos contra plagas y enfermedades.
En este primer capítulo abordaremos la manipulación de los brotes.
La selección de los brotes en las vides jóvenes
Un cometido importante en estas fechas es la selección de los brotes en las vides jóvenes para encaminar la formación del esqueleto. Las yemas a desechar es mejor tirarlas en verde, con los dedos, a los pocos días de brotar, que haberlo hecho antes, en el invierno, con las tijeras de poda. Es mejor operar en verde porque las heridas resultantes son pequeñas y, al actuar cuando la savia está en movimiento, curan rápido y mejor.
De haberlas eliminado en el invierno, estarían expuestas a los peligros de una larga exposición a la intemperie. Además, al trabajar en verde y directamente con los dedos, la acción es más precisa. Haciéndolo en el invierno con las tijeras, de tanto repetir, es fácil que alguna vez nos pasemos en los cortes, pudiendo quedar tocado algún vaso conductor, lo que puede tener repercusión en el proceso de formación de la planta.
La selección de brotes en las vides adultas
En las vides adultas también hay que tirar brotes. Todas las primaveras van a reventar ladrones del tronco, que se irán eliminando según vayan saliendo y valgan para manipular. Pero atención, que ante una vid vieja, mal formada o afectada por enfermedades de la madera, un ladrón insertado en el sano y bien situado puede ser útil para rehacerla, de la manera que ya describí en un artículo anterior en esta misma publicación.
El viticultor, cuando está haciendo la poda de invierno, prevé que van a brotar un determinado número de yemas en la primavera. Peculiaridades climáticas de las campañas, la aplicación de fertilizantes u otros manejos de la viña hechos por el propio viticultor van a tener influencias que en ocasiones pueden alterar sustancialmente las previsiones estimadas en la poda invernal.
Es conveniente aplicar un tratamiento fungicida inmediato y posterior a la realización de estas mondas
Cuando estas alteraciones se materializan en la emisión de un exceso de yemas, el viticultor - en función del tipo de viticultura que practique- tirará todas o parte de las que sobren por dos motivos: para evitar lo que él considere como sobreproducción y para que no haya un exceso de pámpanos que le ocasionen problemas de luz y de ventilación a la pared foliar.
Estas yemas superfluas pueden reventar en la corona (zona que rodea a la inserción de las varas y/o cotones). Además hay campañas en las que, en unas variedades más que en otras, aparecen bastantes brotes dobles, procedentes de yemas en las que reventó un cono secundario además del principal, dando lugar a dos pámpanos que salen juntos. Si ambos portan racimos, pueden contribuir a la sobreproducción, y aunque no sea así, pueden espesar la vegetación y por tanto si hubiera muchos a la sazón habrá que dejar uno solo.
Esperar a que los brotes sobrantes tengan 6-8 centímetros para retirarlos
Las yemas sobrantes deberán tirarse después de que vayan reventando, en el momento en que sirvan para manipular. Así, tirando con los dedos los brotes cuando son pequeños la planta sufre menos y las heridas resultantes cicatrizan más de prisa. Arrancando el brote cuando es muy pequeño (2-3 cms) se hace menos herida pero puede ser necesario dar una segunda pasada. Aguardando a que tengan 6-8 cms se sacan mejor.
¿Qué hacer si los brotes ya son demasiado grandes?
Hay circunstancias en las que puede convenir retrasar unas semanas la retirada de los brotes sobrantes, como en el caso de aquellas parcelas donde el riesgo de heladas primaverales es mayor.
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La inserción de los brotes se va fortaleciendo con el paso de los días y, cuando se tiran demasiado tarde, de hacerlo con los dedos pueden ocasionarse desgarres. Hay que comprobarlo y si es así entonces hay que cortarlos a ras con una navaja de injerta o con unas tijeras muy bien afiladas.
Es conveniente aplicar un tratamiento fungicida inmediato y posterior a la realización de estas mondas. Cada viticultor gestiona su viña como mejor entiende, y puede acontecer que, temiendo heladas tardías o lluvias y vientos fríos en la purga que le vayan a reducir la cosecha, opte por tirar pocos brotes sobrantes en la primavera -estamos refiriéndonos a los de la zona productiva y no a los chupones del tronco- y compense posteriormente, si fuera necesario, con una rigurosa limpieza de la vegetación superflua y con la monda de racimos en el pintor si hubiera exceso de producción.