Los colectivos que habían promovido el pasado año una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) a favor del bosque autóctono están reenfocando su línea de trabajo conjunta, una vez que la ILP quedó descartada en el Parlamento por el grupo popular. Siguiendo la vía abierta con aquella Iniciativa, doce colectivos han lanzado ahora el manifiesto ‘Por un monte gallego con futuro’, en el que listan una serie de 36 propuestas para la planificación forestal de Galicia.
Entre los promotores del manifiesto, figuran principalmente colectivos agrarios, del monte y ecologistas ligados al ámbito nacionalista, como Adega, la Organización Galega de Comunidades de Montes, la Fruga o el Sindicato Labrego. Estas formaciones inciden en que el actual contexto de cambio climático obliga a repensar los sistemas forestales, cuidando factores como la regulación del ciclo del agua o la conservación de la biodiversidad.
“Hay que ir más allá de ver el monte como mero reservorio de carbono que capta gases de efecto invernadero, pues eso llevaría a potenciar el cultivo del eucalipto y de otras especies de crecimiento rápido”, cuestionan. Los doce colectivos que firman el manifiesto consideran que el eucalipto tiene ya una presencia excesiva en Galicia, por lo que proponen una moratoria en su cultivo, así como un plan para la reducción de su superficie actual, en especial en zonas de protección de la naturaleza y en las plantaciones ilegales en tierras agrarias.
La presentación del manifiesto se desarrolló en una rueda de prensa con participación de Diego Sánchez (Sindicato Labrego), Belén Rodríguez (Adega), Paulo Carril (CIG) y Manuel Dacal (Fruga). En la rueda de prensa, se pidió la retirada del Plan Forestal de Galicia, en fase de tramitación, y la elaboración de un nuevo documento que genere mayor consenso y que apueste por la conservación del bosque autóctono. Se anunció además una manifestación en la segunda quincena de octubre, pues los convocantes entienden que hay un amplio apoyo social a sus propuestas.
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Tabla de medidas
Entre las medidas que demandan, que se pueden consultar en el manifiesto ‘Por un monte gallego con futuro’, aquí enlazado, figuran las siguientes:
● Moratoria indefinida para nuevos plantíos de eucalipto.
● Prohibición de repoblaciones con robinias, acacias, pawlonia y bambúes.
● Programa de reducción progresiva de la superficie ocupada por eucaliptos.
● Programa de eliminación de las plantaciones ilegales en tierras agrarias y bosques autóctonos.
● Modificación del ‘Decreto 163/2014 para la compensación y absorción de dióxido de carbono a través de masas forestales’, de cara a excluir las masas de eucalipto y de otras especies de crecimiento rápido como sumideros de carbono.
● Promoción del ciclo completo de la transformación de la madera en Galicia.
● Recuperación del tejido industrial dedicado a los distintos aprovechamientos forestales.
● Inversión en la promoción de la producción de madera de calidad y de otros productos del monte.
● Establecer una reserva ecológica del 30% para “bosque nativo” en plantaciones forestales.
● Ayudas directas y exenciones fiscales para el mantenimiento de los bosques autóctonos, incluso con fines no productivos, la producción ecológica y el aprovechamiento multifuncional de los montes.
● El cumplimiento estricto por parte de la Administración pública de las funciones de custodia, vigilancia y policía que le otorga la normativa vigente.
● Promoción del pastoreo y la ganadería extensiva como elemento natural de desbroce y prevención de incendios.
● Recuperación de los 100 metros de anchura para las redes secundarias de gestión de la biomasa en la lucha contra los fuegos (alrededor de los núcleos de población), favoreciendo alternativas multifuncionales para estas franjas de seguridad.
● La gestión de la biomasa en las franjas secundarias y terciarias se hará con recursos públicos, excepto en los casos en los que los/las titulares de las viviendas hayan construido estos inmuebles fuera del ordenamiento jurídico.
● Ruptura de las masas monoespecíficas con franjas de separación de 100 metros por cada 50 hectáreas de eucaliptos, y de 50 metros por cada 50 hectáreas de pinos.
● Incremento de las distancias de las plantaciones forestales a tierras de cultivo, ríos, zonas habitadas, vías de comunicación, etc.
● Potenciar la movilidad de tierras abandonadas a través del Banco de Terras, como herramienta de acceso a la tierra para el desarrollo de actividades agrarias, principalmente por personas labradoras.
● Retirada de las comunidades de montes como sujeto pasivo en el Impuesto sobre Sociedades y elaboración, desde Galicia, de una fiscalidad ajustada a la figura y a las funciones de los montes vecinales.
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