Rubén Rodríguez Gómez es un joven agricultor de Piñeira Seca, en el ayuntamiento ourensano de Xinzo de Limia, que decidió continuar con la tradición agrícola familiar. Junto a sus padres, Gumersindo y María Sara, lleva una explotación agrícola en la que cultivan patata, cereal y huerta, tanto al aire libre, como bajo invernadero, así como en sistema hidropónico.
¿De donde procede tu pasión por la huerta?
En mi casa siempre hubo tradición agrícola y mis padres, Gumersindo y María Sara, decidieron en su día dar el salto y profesionalizarse. A mí desde pequeño siempre me gustó el campo y con 9 años ya andaba montado en un tractor. Mi plan de vida era seguir con la explotación agrícola familiar, máxime con toda la inversión que hicieron mis padres para trabajar de forma profesional.
Por eso, hice un ciclo superior de agricultura y ganadería en la EFA Fonteboa y hace dos años y medio me incorporé a la agricultura, apostando por la huerta, tanto al aire libre como bajo invernadero, en terrenos cedidos por mis padres. Además, estoy cursando estudios de ingeniería agraria en el Campus de Ourense, compatibilizándolo con el trabajo en la huerta.
¿Qué cultivos tenéis en esta explotación agrícola?
Yo trabajo con mis padres, aunque la explotación de huerta está a mi nombre y ellos son titulares de la producción de patata y de cereal. Cultivamos algo más de 25 hectáreas, de las que 12 las destinamos el pasado año a patata, aunque este año sembraremos menos, unas 6, principalmente de variedades Agria y cada vez más de Kennebec, que es la que nos piden las fruterías y tiendas a las que le vendemos directamente.
También cultivamos trigo, centeno y colza para grano, que la vendemos a un mayorista para la elaboración de piensos. Además, sembramos veza, que segamos en verde en primavera para consumo animal como forraje.
En cuanto a la huerta, cultivo unas 3 hectáreas al aire libre y tengo 1.600 metros cuadrados de invernadero, de los que 800 son en cultivo hidropónico con lechuga, aunque este año voy a empezar también con tomate y pimiento.
No es muy común apostar de forma profesional por la huerta en esta comarca de A Limia. ¿Por que optaste por este sector?
El paso de patatas a hortalizas fue desde que estuve estudiando en la EFA Fonteboa. Realicé prácticas en varias empresas de hortalizas e hice una estancia de prácticas en Irlanda y allí vi que podía ser muy rentable, pues una familia con 4 hectáreas de hortalizas podía vivir muy bien. Al regreso, realicé prácticas también en el Centro de Desarrollo Agroganadero de A Limia, un centro del INORDE en Xinzo, y en Agrícola Pose.
En huerta empecé hace dos años con cebolla y repollo, y a partir de ahí amplié a tomate, pimiento, puerro, acelga, berenjena, lechuga y otros cultivos.
Eres uno de los pocos en Galicia que está cultivando en sistema hidropónico, sin tierra, alimentando las plantas a través del agua. ¿Por que te decidiste por esta forma de cultivo?
Surgió el interés de un viaje que hicimos a Murcia cuando estaba estudiando en Fonteboa y de allí fui cogiendo ideas. Comencé probando en casa con tres tubos de PVC y una bomba de una pecera, y comprobé que era rentable. Por eso, cuando monté el invernadero hace dos años reservé para hidropónico 100 metros y hoy ya tenemos 800 metros cuadrados.
Al comenzar y ser un poco pionero también cometes errores. Así, empezamos con tubos normales de PVC, pero no son los adecuados, por lo que tuve que ir a Portugal para comprar tubos específicos para hidropónico, con un color blanco que deja pasar algo de luz y, sobre todo, un aislante térmico que permite que el agua con nutrientes que circula por el interior no baje mucho de temperatura en invierno ni suba demás en verano.
“En hidropónico cultivo lechuga y este año empezaré con tomate y pimiento”
Por lo demás, una vez construida la instalación y depositadas las plantas en los agujeros de los tubos, el trabajo principal es mezclar los nutrientes que compro con el agua y vigilar todos los días que haya una conductividad y un PH adecuado para producir, según la temperatura ambiental.
Además de lechuga, en hidropónico probé a cultivar nabiza, perejil y también con algún pie de repollo, brócoli y coliflor, pero al no tener la fórmula específica para este cultivo tarda más tiempo en criarse, pero en hidrópónico se da de todo. Lo más rentable de momento es la lechuga, pues con este sistema puedo cultivar durante todo el año.
En el resto del invernadero cultivo tomate y pimiento en verano y en cultivos de invierno hago brócoli, coliflor y alguna acelga.
¿Y es rentable este sistema?
El precio de los productos cultivados en hidropónico para el consumidor es parecido a los de los hechos en tierra. Es cierto que el coste de la instalación es más alto, pero en seguida la amortizas, pues en lechuga al final del año quitas 2 o 3 cosechas más en hidropónico que en tierra.
Y es que este sistema permite acortar los ciclos de la cosecha de las plantas con respecto al tradicional cultivo en tierra. Así, en lechuga en invierno puedes adelantar la cosecha un mes respecto a tierra y en verano puedes reducir 10 días, pasando de un mes a 20 días. Además, en hidropónico el cultivo requiere menos tratamientos y presenta mayor limpieza que la lechuga cultivada en tierra.
Otra ventaja es que en hidropónico, al no haber tierra no tienes que hacer rotaciones, con lo que puedes seguir cultivando la misma especie ininterrumpidamente.
¿Se nota diferencia entre las lechugas cultivadas en tierra y en hidropónico?
Esta lechuga tiene un sabor mucho más tierno, es mucho más atractiva en el paladar.
Cuentas además con cultivos de huerta en exterior. ¿Cómo se comportan estos cultivos en la Limia?
En huerta fuera cuento con unas tres hectáreas en las que planto repollo, nabiza y algún brócoli y en verano cultivo tomate y pimiento. En estos dos años los resultados fueron buenos pero este año está siendo muy complicado porque la plantación de las brásicas se retrasó por las heladas que hubo en agosto y cuando llovió anegó las parcelas, dificultando que las plantas crezcan y completen el ciclo.
En A Limia influye mucho el clima en los cultivos y es algo con lo que tenemos que lidiar.
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Apostaste desde el primer momento por la venta directa. ¿Por que motivo?
Estuve al principio trabajando con intermediarios que le vendían el producto a Gadis y a Froiz, pero ahora viendo directamente a tiendas de barrio y a fruterías de Ourense y de O Carballiño. Voy organizándome bien para producir y hacer el reparto y de momento el balance es positivo, teniendo en cuenta que es una empresa en la que estoy empezando. Procuro tener los menos intermediarios posibles, porque sino llevan todo el rendimiento y acabas vendiendo casi a precio de costo, y muchas veces a pérdidas.
"Aposté por la venta directa a tiendas y fruterías y el cliente valora que el producto sea fresco y de cercanía”
Por otra parte, para el productor es clave conocer los gustos del cliente para adaptarse a lo que pide, y eso se ve favorecido con la venta directa. Y al ser un cultivo de cercanías ofrezco un producto fresco, con sabor y que se cultiva de forma totalmente natural.
Además, en el propio invernadero también hacemos venta directa de lechuga, planta...etc. Aquellas que quieran contactar conmigo pueden llamarme al 672 465 474.
¿Qué cambios te gustaría hacer de cara al futuro?
Seguir ampliando y pasar de la tierra al hidropónico porque creo que es mucho más rentable. Tienes unos ciclos más cortos, das menos tratamientos y eso son menos gastos que compensan de sobra las mayores inversiones. Mi idea es cultivar en hidropónico lechuga, tomate y pimiento y en tierra repollo, brócoli y grelo.