Continúan las reacciones desde Galicia a la propuesta del Ministerio de Agricultura para la nueva PAC, que entrará en vigor en el 2023. Desde el sector agrario de la comunidad, se echa en falta mayor ambición política en el apoyo a las pequeñas y medianas explotaciones. “Se cambia todo para que no cambie nada”, resume el Sindicato Labrego.
La organización agraria critica las propuestas del Ministerio sobre el agricultor genuino, el tope de ayudas por explotación y el pago redistributivo, elementos en los que hay coincidencia en todo el sector agrario gallego.
A mayores, el Sindicato Labrego entiende que el Gobierno “da la espalda de nuevo a los modelos multifuncionales y de diversidad de producciones”. La organización pone el ejemplo del nuevo reparto de derechos que se va a hacer para los sectores de fruta, hortalizas y viña.
“Queda por ver cómo se van a distribuir pero la perspectiva es mala, pues se apuesta nuevamente en el pago por superficie: La elección es premiar el tamaño por encima de cualquiera otro criterio. De nuevo, las muy pequeñas explotaciones gallegas de huerta, viñedo, o frutales, se van a ver desfavorecidas por normas pensadas exclusivamente con la perspectiva de Madrid y de otras comunidades, para las que resulta incomprensible poder vivir con una hectárea de huerta”, valora el Sindicato Labrego.
Ayudas asociadas para vacuno de leche
Como elementos en principio positivos, la Conferencia Sectorial celebrada esta semana dejó el anuncio del Ministerio de un aumento de las ayudas asociadas para vacuno de leche de 28 millones de euros anuales, a repartir en todo el Estado.
Para el Sindicato Labrego, se trata de una decisión del Ministerio para “compensar la mala posición en la que nos deja el pago por hectárea”, si bien se pregunta cómo van a quedar en ese reparto las granjas pequeñas. “Los indicios apuntan a que ese incremento esté pensado para las explotaciones más grandes, con una intención política por detrás relacionada con las movilizaciones de la leche de Andalucía”, valoran.