En lo que va de mes de septiembre en las provincias de A Coruña y de Lugo cayeron menos del 10% de las precipitaciones de lo que sería un mes normal. Así, mientras que en la de Ourense las tormentas hicieron posible que con tan sólo 2 días de precipitación apreciable se alcance ya casi el 80% del promedio mensual, en el resto de los observatorios principales de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) el porcentaje sobre el promedio oscila entre el 3% de A Coruña y el 8% de Lugo (con 3 días de precipitación en ambos casos).
Esta sequía está afectando especialmente a los cultivos de maíz forrajero y a los pastos, con pérdidas para el sector ganadero.
Las previsiones para este otoño de Aemet es que en toda España las temperaturas alcancen unos valores superiores a los normales, mientras que no se aprecian diferencias significativas con respecto a la climatología excepto en Baleares, donde hay una mayor probabilidad de que la precipitación alcance valores ligeramente superiores a los normales.
Un verano húmedo y muy cálido
En cuanto al verano que acaba de finalizar, el balance de Aemet para Galicia es el de una estación muy cálida y húmeda. Así, la temperatura media de cada uno de los meses del verano resultó superior a sus respectivos valores normales. Junio (anomalía +0.5 ºC) y julio (anomalía +0.6 ºC) fueron meses cálidos, pero hay que destacar sobre todo el carácter muy cálido de un mes de agosto que, con una anomalía de +1.8 ºC, resulta el tercero más cálido de la serie histórica de Galicia (1951-2018), sólo superado por los de 2003 y 1998. Como consecuencia, el trimestre resultó muy cálido (anomalía +1.0ºC), aunque con una temperatura media inferior a los de 2015, 2016 y 2017, sin ir más lejos en el tiempo.
La máxima absoluta se registró en Ribadavia el 2 de agosto: 42.3ºC. La mínima absoluta, en Xinzo el 10 de agosto: 3.3ºC.
En cuanto a las precipitaciones, aunque hubo zonas de la mitad occidental en las que no se alcanzaron los valores normales, sobre todo en las provincias de A Coruña y de Pontevedra, el verano resultó húmedo para el conjunto de Galicia, con un porcentaje sobre el promedio del 32%.
Un mes de junio muy húmedo (el más húmedo desde 1974 y el cuarto de la serie histórica) en el que se duplicaron holgadamente los valores medios, compensó a un agosto muy seco, en el que las cantidades recogidas quedaron por debajo del 40% de los dichos valores. Por su parte, julio fue un mes normal aunque ligeramente húmedo.