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La gama de abonos más eficaz para maíz: Fertimón Pro y Fertimón Tech

El cultivo del maíz necesita de una fertilización adecuada para obtener una cosecha en calidad y cantidad. El Grupo Soaga, líder en la distribución de productos agrícolas y ganaderos en el noroeste peninsular, dispone de gamas específicas que cubren todas las necesidades del cultivo.

Fertimón Pro

Fertimón Pro, con tecnología slow, permite una liberación gradual del nitrógeno para cubrir el ciclo completo del maíz, logrando de este modo un abonado racional y eficaz.

Es un fertilizante idóneo para aplicar en el momento de la siembra, evitando tener que hacer un segundo aporte de nitrógeno en cobertera. Las dosis deben ajustarse en función del tipo de suelo y de los aportes de purín realizados en la parcela.

Fertimón Tech

Como complemento a Fertimón Pro, para dar respuesta a las necesidades del agricultor, el Grupo Soaga ha desarrollado una nueva línea de productos con aplicación específica para maíz, dentro de su gama Fertimón Tech.

  • STARTER es un abono con nitrógeno y fósforo que se introduce en la línea de siembra al lado de la semilla y que facilita la germinación del maíz y el desarrollo de las raíces en los primeros estadios, convirtiéndose en determinante para que la planta forme un buen sistema radicular.
  • LIBERPLUS es un movilizador de fósforo que contiene células vivas de ‘Pseudomonas putida’. El principal interés agronómico de esta bacteria se debe a su capacidad de solubilizar fósforo y calcio, haciéndolos disponibles para las plantas.

    Uno de los problemas de los suelos ácidos, abundantes en Galicia, es precisamente que el fósforo se bloquea con mucha facilidad. ‘Liberplus’ logra poner ese fósforo presente en el suelo a disposición del cultivo de maíz.

  • MONZÓN es un mojante para potenciar los efectos de los herbicidas en el momento de aplicar los tratamientos y aumentar de este modo su efectividad, sobre todo para el control de gramíneas y hierbas de hoja estrecha.
  • FERTIMÓN VERDE es un abono foliar que presenta una formulación líquida en gel, lo que permite un mayor aprovechamiento, al fijarse mucho mejor sobre la superficie foliar del maíz, aumentando de este modo el rendimiento y la asimilación del producto.
  • NITROFIX ayuda a fijar nitrógeno atmosférico, quedando disponible para las plantas.

Son todos productos que se pueden mezclar con los insecticidas y herbicidas, tanto de pre-emergencia como de post-emergencia, lo que permite un ahorro de tiempo y dinero, así como actuar en el momento en que el cultivo lo necesite.

«Un 40% de los suelos agrícolas que analizamos en Galicia tienen contenidos altos o muy altos en fósforo»

Esperanza Álvarez, delante de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería del Campus de Lugo Esperanza Álvarez es catedrática del departamento de Edafología y Química Agrícola de la USC en el Campus Terra de Lugo y conoce bien los suelos gallegos, de los que destaca sus aptitudes para la producción con un manejo racional. Ella ha llevado a cabo estudios sobre su degradación y recuperación, sobre la contaminación por metales pesados y antibióticos, sobre la toxicidad del aluminio, la fertilidad en suelos agrícolas y forestales y la dinámica de macro y micronutrientes, así como sobre la utilización de materiales bioadsorbentes para la descontaminación tanto de los suelos como del agua. En los laboratorios de la Escuela Politécnica se realizan análisis para empresas, cooperativas agroganaderas y particulares que ayudan a conocer el estado del suelo para poder corregir de este modo sus carencias y adaptar las dosis de abonado a las necesidades reales de nutrientes de los cultivos.
En los laboratorios de la Escuela Politécnica se realizan análisis de suelos para empresas, cooperativas agroganaderas y particulares
A las puertas de la temporada de abonado de primavera, hablamos con Esperanza para conocer problemas habituales de fertilización de los suelos gallegos y algunos consejos para elevar la productividad de las tierras sin perjudicar el entorno. – ¿Qué características tienen los suelos agrícolas gallegos? – Nosotros tenemos suelos ácidos, todos tienen pH bajo, incluso los que están sobre rocas básicas, puesto que tenemos un clima con una precipitación abundante y con mucho lavado. Por eso llegamos a tener sobre rocas básicas suelos ácidos también. Esa es una característica común y generalizada, aunque en los suelos sobre rocas ácidas (granitos, esquistos de la serie de Vilalba, losas, cuarcitas) el pH es más bajo que los que están sobre rocas básicas (gabros, anfibolitas) o esquistos de la serie de Ordes. En cualquier caso, la mayoría de nuestros suelos necesitan un encalado previo a la fertilización. – ¿Qué efectos produce esta acidez a nivel agronómico? – Como dije, todos los suelos gallegos, por naturaleza, son ácidos, pero los de cultivo, dependiendo del tratamiento histórico previo que hayan recibido y de su manejo, unos los tenemos en mejores condiciones que otros. Tenemos un problema de acidez y en estas condiciones el aluminio puede llegar a ser tóxico. En los suelos de Galicia no ocurre tanto eso porque tenemos mucha materia orgánica y podemos decir que atrapa al aluminio. Por eso en muchos casos este elemento no tiene una toxicidad directa, pero sí que está ocupando sitios en la despensa de suelo formado por la materia orgánica coloidal y las arcillas, donde debería haber nutrientes como calcio, magnesio o potasio y que en el lugar de ellos se sitúa el aluminio, por lo que cuando la planta quiere ir a esa despensa a buscar un nutriente concreto no lo tiene, lo que encuentra es el aluminio.
En muchos suelos donde debería haber nutrientes, hay un elemento tóxico, que es el aluminio
Es decir, en muchos suelos donde debería haber nutrientes, hay un elemento tóxico. Como tenemos mucha materia orgánica y aniones como flúor o sulfato, compleja en este elemento, no solemos tener un problema de toxicidad por absorción de aluminio por las plantas, pero está ocupando el sitio de otros nutrientes. Por lo tanto, el aluminio se considera el principal limitante de la fertilidad de los suelos ácidos. Pero también a pH ácido, la despensa del suelo (conocida como capacidad de intercambio catiónico) es más pequeña, es decir, algunos coloides tienen poca carga negativa e incluso la pueden tener positiva. En este medio también hay una baja disponibilidad de macronutrientes como N, P, S, a parte de la señalada de Ca, Mg y K, y de un micronutriente como es el molibdeno.
El aluminio se considera el principal limitante de la fertilidad de los suelos ácidos
El fósforo, azufre y el molibdeno quedan retenidos sobre esas cargas positivas que presentan los coloides del suelo a pH ácido, o pueden precipitar con el aluminio. En el caso del nitrógeno, la acidez limita las reacciones de mineralización de la materia orgánica y la nitrificación, responsables de que tengamos un nitrógeno en la forma en que la planta lo puede tomar. Por el contrario algunos micronutrientes, que la planta toma en muy pequeñas cantidades, como Mn, Cu o Zn, pueden estar en concentraciones más elevadas que las que necesita la planta. Además de las propiedades químicas, la acidez también afecta a las propiedades físicas como a la porosidad del suelo, y a las biológicas, principalmente a la actividad microbiana que es responsable, entre otras, de la mineralización de la materia orgánica y de la nitrificación. – ¿Cuál es la acidez media que os estáis encontrando en los suelos y cuál la que debería haber? – En los análisis que hacemos en los suelos de cultivo normalmente ya viene corregida por encalados anteriores, pero aun así nos encontramos casi un 50% de los suelos que analizamos con pH por debajo de 5,5. Hablo de ese nivel porque por arriba de él el aluminio precipita, y así eliminamos el principal problema de los suelos ácidos; por lo tanto se debe encalar para precipitar el aluminio. Un 5,8 de pH ya puede ser adecuado, porque tienes el aluminio precipitado y los nutrientes disponibles. Si tú quieres lograr una mayor disponibilidad de nutrientes puedes llegar a un valor de pH de 6, pero no es necesario pasar de ahí, porque por arriba lo que haces también es perjudicar la absorción de los micronutrientes, que la mayoría de ellos, excepto el molibdeno, están disponibles a pH ácido y, aunque los cultivos los necesitan en pequeñas cantidades, son también necesarios. Evidentemente, va a depender también de las exigencias de los cultivos.
Un valor de pH que esté entre 5,8 y 6 sería el más recomendable
Si ti te pasas mucho del valor de 6 en el pH y lo llevas hasta 7 o algo más, por ejemplo, que pasa a veces, algunos micronutrientes como el hierro, que es super necesario, no lo puede absorber la planta, porque baja totalmente su solubilidad, y con el manganeso pasa lo mismo. Pero puede pasar además si elevamos el pH por encima de 7 que el fósforo precipite con el calcio y el aluminio puede solubilizarse de nuevo, por lo que lo que conseguimos en estos casos son efectos perjudiciales y contrarios a lo que nosotros pretendemos con el encalado. Es decir, hay que tener mucho cuidado con no pasarte también por arriba porque se pueden provocar efectos no deseados: una clorosis férrica que es muy visible en las plantas.
Si ti te pasas del valor de 7 en el pH podemos provocar efectos perjudiciales en la absorción de hierro o fósforo
En resumen, un valor de pH que esté entre 5,8 y 6 sería el más recomendable, porque por un lado estaríamos precipitando el aluminio, que es lo que nos estorba, para sacarlo de la despensa y hacer que no sea soluble y que la planta no lo tome y, al mismo tiempo, lograr que todos los nutrientes estén disponibles, tanto los macronutrientes como los micronutrientes, para que la planta los pueda coger cuando los necesite. Ese pH también es muy adecuado para que los microorganismos del suelo realicen sus funciones y para que haya muchas cargas negativas en el suelo, es decir, para que haya una buena despensa. – ¿Y qué dosis sería necesaria para lograr ese nivel de 5,8-6 de pH? – La dosis es muy variable, porque los suelos tienen una historia previa y una respuesta diferente dependiendo de su capacidad tampón, y además depende del valor neutralizante y del tamaño de partícula del encalante que se use. Cuando se transformaron montes en praderas allá por los años 80, se hicieron ensayos en el Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo con distintas dosis de caliza (0,75;1; 1,5;3, 4, 5 y 6 t ha-1) y concluyeron que 3 toneladas por hectárea era una dosis suficiente para situar al aluminio en valores por debajo del crítico para las praderas (<10% en la despensa del suelo) y el efecto del encalado permanecía 7 años después. Pero ahora en la mayoría de los casos esas dosis no van a ser necesarias porque normalmente hay un encalado previo y ya no partimos de pHs tan ácidos. Aunque hay mucha gente que fertiliza y no encala, hay muchos otros suelos que ya vienen con un pH de entre un 5 y un 5,2 y en esos casos la dosis es mucho menor. Nosotros no la calculamos en función del pH, sino en función del aluminio que haya y el que queremos que quede después de encalar. Hay que corregir la acidez si quieres plantar especies exigentes o sino buscar cultivos que toleren esa acidez del suelo. Si tú echas centeno te tolera una acidez, si siembras trigo otra y en el caso del maíz una diferente. Dependiendo de los cultivos, los requerimientos de encalado también son unos u otros. – ¿Cuál sería el mejor momento del año para hacer ese encalado y con qué productos? – Quizás el mejor momento sea antes de las primeras lluvias del otoño, que en el caso de Galicia coincide con la siembra de las praderas. Encalar un tiempo antes de echar la pradera sería un momento adecuado para hacer un encalado de fondo, que después podrías corregir más tarde si fuese necesario con uno de cobertera, pero el encalado de fondo es el mejor, porque incorporas el producto al suelo mediante el laboreo. Después habría que dejar un tiempo antes de fertilizar para que no haya pérdida de nutrientes, sobre todo de nitrógeno, porque cuando tu inmediatamente después de encalar echas nitrógeno se crean puntualmente condiciones microalcalinas y con el agua puede dar lugar a que el nitrógeno se volatilice. Debería de pasar mínimo dos semanas entre el encalado y el abonado, pero depende también del encalante que se use, si es de reacción más rápida (óxido de calcio) o más lenta (carbonato cálcico o carbonato cálcico magnésico). Lo que pasa es que muchas veces se echa todo junto para no tener que llevar a cabo dos operaciones, pero se corre el riesgo de perder el nitrógeno del fertilizante. Esto mismo ocurre cuando se añade purín o estiércol al mismo tiempo que el encalado.
Deberían pasar mínimo dos semanas entre el encalado y el abonado
Y en cuanto el producto a utilizar, el encalado en Galicia debería hacerse, por lo general, con caliza magnesiana, porque nosotros tenemos suelos pobres en calcio y en magnesio, aunque por ejemplo en la zona de Melide, que tiene mucho magnesio, ahí no se puede echar caliza magnesiana; de nuevo hay que saber dónde estás y lo que echas. También hay subprodutos de la industria alimentaria que funcionan muy bien, como por ejemplo la concha de mejillón, siempre y cuando le des un tamaño adecuado, con una granulometría semejante a la de la propia caliza. Con una concha de mejillón triturada y echada con el mismo tamaño de grano que la caliza los resultados obtenidos son muy similares, porque la concha es carbonato cálcico y puede tener también pequeñas cantidades de magnesio. Era algo que ya se hacía tradicionalmente en las zonas costeras de Galicia. – El Real Decreto de Nutrición Sostenible de Suelos Agrarios obliga hacer analíticas. ¿Qué te parece? – Cuando abonamos o encalamos lo que no se puede hacer es echar por echar y hacerlo al tun tun porque eso conlleva problemas ambientales importantes pero también un gasto absurdo, desperdiciando fertilizante y provocando o acentuando desequilibrios en el suelo, lo que se traduce en que no haya una mejora en la producción sino todo lo contrario. Muchas veces la gente fertiliza echando NPK por simple rutina. Es lo que se suele echar en Galicia, pero muchas veces no se ha encalado previamente. Cuando se hace eso estás perdiendo eficiencia en la fertilización, porque el fósforo se retiene fuertemente sobre los componentes de carga positiva que hay en el suelo y que tienen esa carga positiva cuando el pH es ácido, o precipita con el aluminio. Pero si tú encalas cambias el valor del pH y el fósforo estaría disponible para las plantas. Por lo tanto, es muy necesario primero encalar y después corregir las carencias con lo que haga falta, por eso es tan necesaria la analítica.
La gente fertiliza con NPK por simple rutina y nos estamos encontrando suelos con una concentración muy elevada en fósforo
Es como si tú vas al médico y quieres que te recete sin saber antes lo que tienes. Primero hay que hacer un análisis de sangre y las pruebas oportunas; diagnosticar y después medicar. Pues con el suelo pasa lo mismo. E incluso para pacientes con la misma dolencia el tratamiento puede ser diferente. Igual en el suelo, dos suelos ácidos pueden necesitar una dosis de encalado y abonado diferente dependiendo de otras propiedades del propio suelo y del cultivo que vaya a llevar. A partir de las analíticas es cuando nosotros podemos recomendar. Lo general casi siempre es que hay que encalar, pero no en todos los casos. Hay zonas de agricultura muy intensiva donde ya encalan desde hace tiempo y en las que no es necesario encalar todos los años, porque siempre hay un efecto residual de la cal e igual llega con encalar cada dos o tres años; eso hay que verlo en cada caso concreto.
A lo mejor no tienes que fertilizar todos los años. La sobrefertilización es contraproducente porque provoca desequilibrios en el suelo
Lo mismo pasa con la fertilización. A lo mejor no tienes que echar fertilizantes todos los años. Nos están llegando aquí al laboratorio suelos con una concentración de fósforo muy elevada. Recuerdo algunos trabajos hechos hace unos años en la zona de Ordes, por ejemplo. En algunos sitios hay una sobrefertilización increíble y eso no es bueno, ya no solo por el gasto económico innecesario que supone abonar con fósforo cuando no lo necesitamos, sino que es incluso contraproducente para el propio suelo porque después ese fósforo, dependiendo del pH, te precipita el calcio y tú tienes que tener un equilibrio. Cuando tienes déficit de algún nutriente o un desequilibrio en el suelo, la calidad de esa cosecha y su valor nutricional no es bueno, porque lo que hiciste fue bloquear la absorción de algún nutriente. Hablando de forrajes, por ejemplo, pudiste tener una cosecha abundante, pero la calidad igual no es la idónea y aunque lo puedas corregir después a nivel de ración para el ganado, mediante la suplementación, supone un gasto que podías haber ahorrado.
Podemos tener forrajes que crecen mucho pero que a lo mejor no tienen magnesio
Podemos tener forrajes que crecen mucho pero que a lo mejor no tienen magnesio, y eso derivar en problemas de tetania en el ganado, que es un desorden metabólico en rumiantes provocado por la falta de magnesio y que se da muchas veces en sistemas de pastoreo. En ocasiones se dan problemas en las explotaciones que no tienen que ver solo con la cantidad que produces, sino con la calidad de lo que produces y que vienen derivados de la nutrición del suelo. Una manera de producir sano y saludable es saber manejar el suelo, porque cuando tú tienes una relación desequilibrada entre calcio y magnesio, porque encalaste con calcio y no echaste magnesio, por ejemplo, igual no se está absorbiendo este último y provocas esa hipomagnesemia o tetania. Muchos agricultores y ganaderos a veces por inercia echan NPK, no miran la necesidad que hay. Y de lo que se trata es de ajustar cada vez más las dosis de abonado a los requerimientos del suelo y el cultivo, porque se trata de satisfacer la demanda de la planta pero sin dañar al medio ambiente. – ¿Hay problemas de exceso de nitrógeno en los suelos en Galicia en algunas zonas? – Nosotros detectamos más problemas de exceso de fósforo. El nitrógeno se suele añadir como nitrato amónico o como una sal amónica o con los purines, pero tiene que pasar a nitrato para que la planta lo pueda absorber. Es decir, tiene que haber una nitrificación (en el caso de los purines primero una mineralización) si las condiciones son adecuadas a nivel de pH, pasando de un amonio a un nitrato, que es como lo toma la planta. Pero el nitrato es muy móvil, por lo que muchas veces no se encuentra en el suelo, sino que el exceso está ya en el agua. Por lo tanto, no es frecuente encontrar en las analíticas un exceso de nitrógeno en el suelo, pero ese riesgo de contaminación por nitratos sí que existe, muchas veces porque se echa mucho purín y después se abona igual con NPK.
Muchas veces se está fertilizando de más, porque cuando se echa mucho purín a veces no sería necesario después fertilizar con nitrógeno
En el caso del purín o del estiércol, esa materia orgánica se mineraliza y ese amonio pasa a nitrato, que puede ir a muchos sitios: puede ir a la planta, puede ser retenido por los microorganismos del suelo, pero al tratarse de un anión muy móvil, parte se va a las aguas, que es lo que hace que haya problemas en algunas cuencas donde se echa mucho purín. Porque muchas veces se está fertilizando de más, ya que con el purín no sería necesario después fertilizar con nitrógeno y se sigue echando igual. De nuevo, esto va a depender de las exigencias del cultivo, porque es cierto que hay cultivos que demandan mucho nitrógeno y no es suficiente lo que aportan los purines.
Un 40% de los suelos que analizamos tienen contenidos altos o muy altos en fósforo
En el caso del fósforo, sobre un 40% de los suelos que analizamos tienen contenidos altos o muy altos. El exceso que encontramos muchas veces viene de atrás, de adiciones anteriores y no tanto de los purines, que generalmente son pobres en fósforo, pero sí por echar siempre abono mineral con fósforo. El NPK es muy recurrido en Galicia, pero yo siempre digo para qué quieres echar fósforo o nitrógeno si ya lo tienes en el suelo; mira primero lo que tienes y fertiliza solo si es necesario. Hay veces que solo necesitas potasio y otras veces incluso que en esa campaña no necesitas nada. Echando solo lo necesario habría un ahorro económico y los mismos resultados productivos. Teniendo en cuenta, eso sí, que no son los mismos requerimientos para todos los cultivos: hay especies muy demandantes de fósforo y otras más de nitrógeno. El abonado tiene que ser algo racional, sostenible y adaptado a las necesidades de la planta; lo que no puede ser es echar por echar.

La Xunta autorizará el uso del plato invertido como sistema de aplicación de purines en Galicia

La Xunta de Galicia anuncia que, "en próximas fechas" pondrá en marcha "los mecanismos necesarios" para regular la aplicación de purines con plato invertido en la comunidad, una medida que evitará a las explotaciones el uso de sistemas de inyectores o tubos colgantes, dejando de este modo sin efecto una parte del Real Decreto 1051/2022 de Nutrición Sostenible de Suelos Agrarios, que prohíbe la utilización, desde el pasado 1 de enero de los sistemas convencionales de plato o abanico. Después de que el Ministerio haya explicado por carta esta semana a la organización agraria UPA que las comunidades autónomas tienen la potestad de proponer medidas alternativas que supongan una reducción de las emisiones a la atmósfera de gases contaminantes, la Consellería de Medio Rural avanza que "va a tomar todas las medidas que dentro de sus competencias garanticen la sostenibilidad ambiental, social y económica de las explotaciones gallegas".
El uso permitido del plato invertido evita a las explotaciones tener que adaptar las cisternas existentes o comprar una nueva
El departamento que dirige José González asegura que ya ha comunicado a las organizaciones agrarias, en conversaciones mantenidas esta misma semana, que ejercerá la facultad recogida en el artículo 10.4 del Real Decreto, que permite el empleo de métodos de aplicación de purines alternativos a los recogidos en el anexo V siempre que cuenten con el aval técnico y medioambiental. En este sentido, la Xunta aclara que, contando con los informes técnicos favorables del CIAM, su intención es la de regular la aplicación de los purines con plato invertido en Galicia. En el caso de fincas de menos de 2 hectáreas de superficie o con pendientes medias superiores al 10%, el propio Ministerio aclara que el Real Decreto estatal permite seguir empleando el sistema habitual de plato o abanico.

Cambio de postura del Ministerio

Además de insistir en el "evidente cambio de posición del Ministerio", ya que "ahora parece que va a reconocer algo que lleva negando durante todo este tiempo", la Consellería apela a la "lealtad institucional", pues "en asuntos de tanta trascendencia como este, debería informar a todas las comunidades autónomas al mismo tiempo y no contestar, de manera parcial, a una organización profesional agraria", dice, remarcando que "los gobiernos autonómicos somos parte implicada en las tareas de regulación y control en esta materia". "Celebramos que el Ministerio dé ahora marcha atrás en su postura, después de que a lo largo de la tramitación de esta nueva normativa siempre nos habían advertido de que la única solución para cumplir con este Real Decreto era, precisamente, la aplicación de los purines a través de inyectores", afirman desde la Consellería de Medio Rural.
La Consellería siente celos porque el Ministerio anunció su marcha atrás en una carta la UPA
Recuerdan además que pidieron, a través de las alegaciones presentadas, que fueron acordadas con las organizaciones agrarias, que la legislación estatal "tuviera en cuenta los condicionantes del campo gallego", entre otros, factores como la orografía, edafología, clima, minifundismo o tamaño de las explotaciones y su dispersión.
Hay que contemplar la idiosincrasia de cada territorio y este texto legal no tenía en cuenta las peculiaridades de Galicia
"Creemos, y así lo defendimos en su momento con informes del Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo, que nuestra tierra tiene mucha más capacidad de asunción de purines que otras zonas, por las condiciones edafoclimáticas y de cultivos que tenemos aquí", concluye la Consellería.

Principales cambios que trae este 2024 con las normativas de abonado y cuaderno digital

El nuevo año arranca con cambios normativos importantes para el sector agroganadero. El Real Decreto de Nutrición Sostenible de Suelos Agrícolas supone modificaciones importantes en el manejo de purines, estiércoles y fertilizantes por parte de las explotaciones agroganaderas en un año en el que, tras su aplazamiento, comenzará a aplicarse también el Real Decreto que regula el uso del Cuaderno Digital. Desde el sector se pide flexibilidad y una implantación progresiva de estas nuevas normativas, pues se consideran imposibles de llevar a cabo en los términos y plazos fijados. Repasamos a continuación los principales aspectos que tienen obligación de cumplir las granjas desde el día 1 de enero. En primer lugar, y con el objetivo de reducir las emisiones de amoniaco, está prohibido desde comienzo de año echar el purín mediante sistemas de plato o abanico, excepto en una serie de excepciones: parcelas con pendientes superiores al 10% (donde solo se podrán aplicar purines producidos en la propia explotación), cuando la explotación tenga menos de 2 hectáreas de base territorial o cuando más de la mitad de la superficie de la explotación tenga una pendiente superior al 10%.
Los períodos de aplicación permitidos con plato o abanico para los casos que entran dentro de las excepciones del Real Decreto deberán ser definidos por la comunidad autónoma
Sin embargo, en estos terrenos tampoco se podrá aplicar purín en situaciones de elevadas temperaturas para evitar la evaporación de nitrógeno a la atmósfera. Esos períodos tienen que ser definidos, en cada caso, por las comunidades autónomas. En el resto de casos, los métodos permitidos para la aplicación del purín son los sistemas de bandas con mangueras flexibles o tubos rígidos, los sistemas de bandas con discos o rejas y los sistemas de inyección en el suelo. Enterrar el purín en las 12 horas siguientes El estiércol y purín sin transformar se podrá aplicar en tierras sin cultivo, pero deberá ser enterrado lo antes posible tras su aplicación (y siempre en las primeras 12 horas), excepto cuando se realice siembra directa, en agricultura de conservación o cuando se aplique en pastos. Tampoco será necesario enterrarlo cuando se aplique en la tierra mediante inyectores o sistemas de aplicación localizada, así como cuando ese purín haya sido previamente compostado.
En praderas, el purín tendrá que ser aplicado, como mínimo, 3 semanas antes del pastoreo o la siega de la hierba
En pastos el purín deberá ser aplicado con un mínimo de 21 días antes del pastoreo o la siega. En el resto de cultivos forrajeros habrá que esperar desde que se aplica un mínimo de 2 meses antes de la cosecha o 21 días si no hay contacto con las partes comestibles del cultivo. Distancias a cauces de agua Con carácter general, se prohíbe aplicar purín o estiércol en terrenos helados, con nieve, encharcados o en períodos de precipitaciones torrenciales. Hasta ahora no existía ningún tipo de limitación, excepto las establecidas para las zonas declaradas vulnerables a la contaminación por nitratos (en Galicia no hay ninguna por el momento) en cuanto a períodos de aplicación o condiciones meteorológicas. Tampoco había hasta el momento normativa concreta a respecto de las distancias a cauces de agua a la hora de fertilizar, más allá de instrucciones o recomendaciones de buenas prácticas. Pero desde el 1 de enero hay ya una prohibición expresa. No se podrá aplicar purín o estiércol a menos de 5 metros de ríos, riachuelos, lagos, costa marina, playas, captaciones de agua para consumo humano, pozos y fuentes. Tampoco se podrá aplicar purín en aquellos terrenos en los que por sus características puedan producirse arrastres de nutrientes a zonas de humedales. Las comunidades autónomas pueden establecer distancias superiores. Revisión de las abonadoras Se favorecerá el uso de fertilizantes que produzcan menos emisiones de amoniaco, teniendo en cuenta las características de los suelos, clima y cultivo. En el caso de la urea, será obligatorio emplear por lo menos un método para reducir las emisiones: incorporarla al suelo con un sistema de inyección o mezcla con la tierra; enterrarla antes de que transcurran 4 horas de su aplicación; emplear urea recubierta de polímeros u otros sistemas que inhiban la nitrificación o la ureasa.
Si se abona con urea, deberá estar protegida con inhibidores de la nitrificación o de la ureasa o ser enterrada antes de que transcurran 4 horas
La maquinaria de aplicación debe estar calibrada y en buen estado y se prevé el establecimiento de revisiones periódicas a las abonadoras, como las ya existentes para las sulfatadoras. Se fijan también períodos en los que estará prohibido realizar fertilización nitrogenada de determinados cultivos como el viñedo (de noviembre a febrero) o los cultivos de invierno (en verano), excepto que se empleen sistemas de riego localizada o técnicas de agricultura de precisión. Análisis de suelos y de purines Para tratar de ajustar lo más posible las dosis de fertilizantes, se deberá tener en cuenta el contenido en nitrógeno y fósforo del estiércol y purín, de manera que no se superen las necesidades del cultivo en estos nutrientes. Cada explotación deberá disponer de analíticas que determinen la composición NPK de su purín o estiércol. En caso de traerlo de otra granja, se deberá disponer de esta información procedente de la ganadería de origen.
Será necesario contar con una analítica de suelo de cada parcela como mínimo cada 5 años en regadío y cada 10 en secano
Para suplir el ingente número de analíticas que serían necesarias para cubrir la totalidad de granjas de vacuno, porcino, avicultura u otro tipo que producen purín y estiércol en Galicia, así como la totalidad de las fincas que trabajan, se prevé la publicación por parte de la comunidad autónoma de una serie de tablas de referencia sobre la composición media de los distintos tipos de abonos orgánicos en función de la especie, así como mapas de contenido medio de nutrientes del suelo por comarcas y tipos de suelo. Planes de Abonado Para evitar la sobrefertilización y el riesgo de contaminación de las aguas por nitratos, se establece el deber, a partir de 1 de septiembre de 2024, de que todas las granjas cuenten con un plan de abonado, en el que se incluya una estimación de los nutrientes que es preciso emplear, tanto de origen orgánico como mineral, en función de cada cultivo y de las analíticas de suelo. En este plan deberá indicarse el momento previsto de abonado, así como las medidas a adoptar para disminuir las emisiones de amoniaco y de otros gases contaminantes.
Los Planes de Abonado no serán obligatorios para las explotaciones con menos de 10 hectáreas de superficie de secano
El plan de abonado no será obligatorio para las explotaciones con menos de 10 hectáreas de superficie, siempre que sean de secano o estén dedicadas únicamente a pastos o cultivos forrajeros para autoconsumo en la propia granja. Las explotaciones deberán contar con asesoramiento técnico para la elaboración del plan de abonado desde el 1 de septiembre del 2025 (en zonas vulnerables a nitratos, desde un año antes) o basarse para hacer los cálculos de las dosis y fertilizantes a utilizar en una aplicación informática oficial que determine la Administración.

Sin definir los incentivos para la adopción voluntaria del Cuaderno Digital por parte de los agricultores

Las explotaciones deberán anotar las aplicaciones de productos fitosanitarios y abonos (tanto de origen orgánico como químico) realizadas en cada parcela en el Cuaderno Digital de la explotación, que entrará en vigor de manera progresiva durante este año y el próximo. Desde el día 1 de enero puede ser adoptado de manera voluntaria por las explotaciones. Aunque están sin definir qué incentivos se van a proponer, algunas comunidades autónomas, como por ejemplo Aragón, ya han anunciado una partida de 2,5 millones de euros para fomentar esta incorporación de las explotaciones al Cuaderno Digital. Transcurrido este primer período voluntario, a partir de 1 de septiembre será obligatorio ya para aquellas explotaciones que declaren más de 30 ha de tierras de cultivo y cultivos permanentes en la PAC y para las que tengan más de 5 ha de regadío o más de 0,1 ha de invernaderos. El resto tendrán un año más, hasta el 1 de septiembre de 2025, para incorporar el Cuaderno Digital.
Las ganaderías extensivas que no emplean fertilizantes químicos estarán exentas del Cuaderno Digital a no ser que soliciten ayudas de la PAC vinculadas a prácticas de pastoreo
Se establecen una serie de excepciones en este deber de digitalización, pudiendo mantener los registros en papel aquellas explotaciones que dispongan de una superficie de cultivos permanentes y tierras de cultivo (excluidos los pastos temporales) inferior a 5 hectáreas, siempre que no tengan más de una hectárea de regadío, y las ganaderías que dispongan únicamente de superficies de pastos (tanto temporales como permanentes), siempre que no apliquen fertilizantes (excepto el abonado derivado del propio ejercicio de pastoreo de los animales). Con todo, estas explotaciones estarían obligadas a cubrir el Cuaderno Digital en caso de solicitar los ecorregímenes de la PAC, ya que los titulares de explotación que soliciten ayudas por determinadas prácticas ambientales ligadas a superficies de pastos permanentes deben anotar determinadas acciones para beneficiarse de estos pagos (identificación de las parcelas de pastoreo, fechas, actividades en relación con la siega sostenible y las islas de biodiversidad, entre otras).
Las anotaciones de abonos y fitosanitarios deberán realizarse en el plazo de 30 días. Las comunidades volcarán los datos 2 veces al año al SIEX del Ministerio
En el caso de ganaderías extensivas en base a pasto que empleen abonos, deberán hacer solo en el Cuaderno Digital las anotaciones relativas a esas fincas en las que se ha fertilizado. Lo mismo sucede para los productores de huerta, por ejemplo, que cuenten con una superficie de invernadero superior a 0,1 ha y cultivos al aire libre, pues solo estarían obligados a hacer las anotaciones del invernadero siempre que la superficie total de la explotación no supere las 5 ha. Las explotaciones dispondrán de 30 días para anotar las aplicaciones realizadas en cada una de las parcelas, tanto de abonos como de productos fitosanitarios, en su Cuaderno Digital, que estará conectado con la aplicación oficial establecida por la comunidad autónoma. El volcado de datos al SIEX estatal se llevará a cabo dos veces al año.

Magnesio y corrección de pH en el cultivo de la vid

Llega el momento de comenzar con los trabajos de mantenimiento del suelo en el cultivo de viñedo, para los que el encalado constituye una tarea imprescindible en nuestras superficies, dadas las ya conocidas condiciones de pH bajo y altas concentraciones de aluminio tóxico.

En el proceso de encalado, juegan un papel muy importante los aportes que podamos realizar de calcio como elemento, pero en la misma medida de magnesio, ya que, en las condiciones normales de nuestros suelos, este es un elemento que, a pesar de ser esencial como veremos, está poco presente y asimilable para las plantas.

Los aportes de magnesio que podamos realizar en el proceso de encalado serán los que cubran las necesidades del cultivo de la vid durante el período productivo.

Debemos recordar que el magnesio forma parte de la clorofila, actuando consecuentemente en la actividad fotosintética de la planta, proponiéndose como esencial para el metabolismo de los glícidos, y como vehículo del fósforo, aumentando su asimilación. El magnesio actúa en la formación de las grasas, proteínas y vitaminas. Ayuda al mantenimiento, junto con el potasio, de la turgescencia de las células.

Con niveles de pH inferiores a 5, se pueden detectar carencias de magnesio, lo que produce una debilitación general de la cepa, reducción del nacimiento de pámpanos, lento desarrollo del tronco y limitación del crecimiento radicular, así como la reducción en la fructificación.

En este sentido, Calfensa pone a vuestra disposición la Caliza Magnesiana, producto con un 20% de óxido de magnesio, muy soluble y rápidamente asimilable por la planta, capaz de cubrir las necesidades que de este elemento pueda tener. Calfensa también tiene la Caliza Magnesiana de siempre pero Granulada, con las mismas características del producto en polvo, pero con la comodidad que proporciona el grano.

Otra opción es el carbonato cálcico, la caliza agrícola tradicional, que es un producto ya muy empleado y conocido.

Más información

Beneficios del encalado en suelos ácidos

Las condiciones geológicas y climáticas habituales en Galicia deparan suelos ácidos en los que las plantas suelen tener a disposición grandes concentraciones de aluminio y manganeso, que en porcentajes altos repercuten en un pobre desarrollo de las plantas.

La acidez del suelo limita además la disponibilidad de los nutrientes principales, nitrógeno, fósforo y potasio. Así las cosas, el encalado le aportará a los cultivos importantes beneficios:

• Bloquea parte de los iones de aluminio, hierro y manganeso, que pueden estar en concentraciones perjudiciales para los cultivos.

• Evita el bloqueo y fijación de los fosfatos.

• En caso de que esté presente en el suelo, aumenta la accesibilidad del Molidbeno, un elemento fundamental.

• Mejora la estructura del suelo. Estabiliza los humatos y aporta calcio.

• Estimula la actividad de los microorganismos, lo que repercute en una mejor humificación y mineralización de la materia orgánica.

• Contribuye a un mejor desarrollo del sistema radicular del cultivo, aumentando la superficie explorada por las raíces, siendo capaces de recoger mejor el agua y los nutrientes.

“Hay un problema serio en España con la contaminación por nitratos y debemos actuar”

La nueva normativa establece condiciones para apilar y aplicar estiércoles El nitrógeno es uno de los nutrientes esenciales en agricultura. Su presencia es fundamental para el crecimiento y desarrollo de las plantas y para lograr un rendimiento óptimo de los cultivos. Pero su uso en exceso tiene consecuencias negativas para el medio ambiente y el bolsillo de los productores. Lograr un uso eficiente de los fertilizantes nitrógenados es el objetivo de la Red Ruena, que conecta a empresas, Universidades y centros de investigación. En su última jornada online, distintos responsables de los ministerios de Agricultura y Transición Ecológica desgranaron algunos de los aspectos relevantes de las nuevas normativas que afectan a la producción agrícola en España. En una parte de esa nueva legislación, el Gobierno español va más allá de lo que exige Bruselas, algo que Ignacio Atance, subdirector general de Planificación de Políticas Agrarias del MAPA, justifica: “Somos un país netamente exportador y con un destino principal de esas exportaciones en la propia UE. Eso hace que desde el Ministerio pensemos que debemos ir por delante en la búsqueda de soluciones”, argumenta. El Ministerio de Agricultura también supera lo solicitado por la Comisión Europea a los distintos Estados miembros en la vinculación de la nueva normativa aprobada como condición para el cobro de ayudas de la PAC en el actual período. El palo y la zanahoria Ignacio explica que el Gobierno ha optado por acompañar los 32.549 millones de euros de los fondos de la Política Agrícola Común para el período 2023-2027 con un “paquete legislativo” que incluye tres Reales Decretos sobre el uso de tres insumos básicos en la producción agroganadera (fertilizantes, fitosanitarios y antibióticos) con el objetivo de “lograr una evolución profunda del sistema productivo”.
El paquete legislativo de acompañamiento de la PAC incluye tres Reales Decretos sobre el uso de fertilizantes, fitosanitarios y antibióticos
“El enfoque estratégico que se persigue es el de combinar medidas regulatorias (sancionadoras) con medidas incentivadoras para ayudar a que la agricultura española alcance los objetivos de desarrollo sostenible”, indica. Datos individualizados de cada explotación El Cuaderno Digital de Explotación (CUE), que entrará en vigor en septiembre de 2024 para las explotaciones de más de 30 hectáreas de cultivo y un año más tarde para las demás, pretende “disponer de datos individuales” en relación al uso de estos insumos con respecto a niveles de referencia de otras granjas, de la comunidad autónoma o a la media española.
El Cuaderno Digital va a permitir disponer de datos comparativos de cada granja
“En el momento en el que exista un mandato de reducción obligatoria por parte de un Reglamento comunitario el disponer de datos individualizados por explotaciones nos permitirá saber qué explotaciones tendrán la obligación de reducir, frente a otras que ya han hecho este esfuerzo con anterioridad”, avanza Ignacio. “Tuvimos propuestas de hacer un enfoque incentivador por parte de los ecorregímenes primando a aquellas explotaciones que hiciesen un menor uso de fertilizantes o fitosanitarios; el problema es que sin datos históricos eso no se puede llevar a cabo”, aclara. Pero en futuras reformas de la PAC ése podría ser el camino. “Las pérdidas de nutrientes son pérdidas económicas para el agricultor” María Luisa Ballesteros, de la Subdirección General de Medios de Producción Agrícola del MAPA es una de las responsables de la redacción del Real Decreto 1051/2022 de Nutrición Sostenible de Suelos Agrarios y defiende la necesidad de una norma que persigue ajustar las dosis de fertilizante a las necesidades reales de los cultivos. “Al suelo solamente le hay que aportar aquello que supone un beneficio para el binomio suelo-cultivo, no es un vertedero al que se le pueda echar cualquier cosa. Y todo lo que no suponga un beneficio para el suelo es nocivo para él”, asegura, porque “todo lo que exceda las dosis que necesita el cultivo se va a perder en forma de emisiones a la atmósfera y en forma de lixiviación y contaminación de las aguas”.
De media en España hay un exceso de 39 kg de nitrógeno y 8 de fósforo por hectárea
Además, evidencia, “las pérdidas de nutrientes son pérdidas económicas”. “La fertilización es uno de los principales gastos para un agricultor, por lo que si conseguimos ajustar las dosis sin que se resienta la producción supondrá mejorar los beneficios para el agricultor”, argumenta. “De media en España hay un exceso de 39 kg de nitrógeno y 8 de fósforo por hectárea. Eso supone perder 35€ por hectárea en estos momentos, pero con los precios de los fertilizantes del verano de 2022 eran más de 100€”, calcula Marisa. Recomendaciones de abonado Esta responsable del Ministerio reconoce que “la Administración necesita disponer de datos fiables de las explotaciones” pero asegura que “la función principal del Cuaderno Digital no es informar a la Administración, sino al propio agricultor, porque lo que no se apunta no se controla”, insiste. Para suplir la contratación de un asesor externo por parte de las explotaciones para la realización de los Planes de Abonado es necesario disponer de un programa informático de recomendaciones de abonado, que puede estar integrado o no en el Cuaderno Digital y debe ser aceptado por la comunidad autónoma.
El programa de cálculo de nutrientes del SIEX empezará a funcionar con el nitrógeno y después se pasará al fósforo
El Ministerio empezará por controlar el uso del nitrógeno antes de pasar al fósforo. “Los balances de fósforo no son tan sencillos como los de nitrógeno. Por eso, el programa de cálculo de nutrientes del SIEX empezará con el nitrógeno y después se pasará al fósforo, pero no tenemos fechas para cuándo estará disponible todavía”, avanza. Producir más sin molestar al medio ambiente La responsable ministerial pone el foco en los problemas de carácter ambiental de un exceso de fertilización y en las posibles sanciones que ello puede acarrear. “La Comisión Europea ha puesto una demanda contra España por el incumplimiento de la Directiva Marco del Agua. En materia de contaminación de las aguas los agricultores no seremos los únicos responsables, pero si somos culpables en parte”, asegura. Del mismo modo, recuerda, “hemos estado rondando tener un apercibimiento como país por parte de la Comisión Europea por estar superando los niveles y objetivos fijados para las emisiones de amoníaco”.
Es necesario mejorar la imagen que tiene la agricultura y la fertilización de cara a la sociedad
La agricultura y ganadería en España son responsables del 96,4% de las emisiones de amoniaco a la atmósfera y contribuye al 11% de los Gases de Efecto Invernadero, según el Sistema Español de Inventarios del año 2022. Pero reducir la producción de alimentos no es una fórmula válida para disminuir las emisiones en un contexto mundial de incremento de habitantes y desaparición de superficie cultivable. Según la FAO, la tierra arable pasará de 0,28 ha/persona en 1998 a 0,22 en 2030. “La población mundial aumenta, pero el suelo disminuye, bien por degradación o porque se usa para otras cosas, por lo que tenemos que ser capaces de producir más por hectárea, pero sin molestar al medio ambiente”, defiende Marisa.

Las zonas vulnerables a la contaminación por nitratos deberán estar declaradas en mayo de 2025

Javier Álvarez Rodríguez, jefe de área en la Subdirección General de Planificación Hidrológica del Ministerio de Transición Ecológica, está encargado de la gestión de Real Decreto Contaminación de Aguas por Nitratos (Real Decreto 47/2022 de 18 de enero). Se trata de un Real Decreto de transposición de una Directiva comunitaria del año 1991 cuyo objetivo es la designación de las aguas, tanto superficiales como subterráneas, afectadas por contenidos en nitratos no aceptables; delimitación de zonas vulnerables que se ven afectadas por escorrentía; establecimiento de programas de actuación, elementos de corrección y medidas reforzadas; así como elaboración de informes cuatrienales de estado de las distintas cuencas. El objetivo general de esta nueva normativa es establecer las medidas necesarias para reducir la contaminación de las aguas superficiales, de transición, costeras y subterráneas, causada por los nitratos procedentes de fuentes agrarias y actuar preventivamente contra nuevas contaminaciones.
La designación de zonas vulnerables ha sido uno de las deficiencias del cumplimiento de la normativa que ha indicado la Comisión Europea
“Hay un problema serio en España con la contaminación por nitratos”, reconoce el responsable del Ministerio, lo que obliga a actuar de manera decidida para reducir esos niveles. La UE presiona en ese sentido, asegura. Entre las medidas a adoptar estaría la limitación de las dosis de abonado y de los períodos de aplicación permitidos, que ya se han establecido en comunidades como Cataluña. En Galicia, sin embargo, no se ha puesto en marcha todavía ninguna de estas medidas, al no haber sido designada aún ningún área agrícola como vulnerable, si bien en A Limia esa delimitación se tendrá que ejecutar en los próximos meses. Retraso en la declaración de zonas vulnerables En los últimos años se han dado pequeños pasos, aunque los retrasos acumulados han derivado en la presentación, por parte de la Comisión Europea, de una demanda contra España por deficiencias en la aplicación de la normativa comunitaria en materia de control de aguas contaminadas por nitratos. El último informe cuatrienal (2016-2019) se hizo público en diciembre de 2021 con los resultados de la red de puntos de control y en mayo de 2022 se publicó el mapa de identificación de las aguas que no cumplen con los niveles aceptables de nitratos. En 2024 habrá un nuevo informe cuatrienal dentro del procedimiento periódico de evaluación y seguimiento de la eficacia de las medidas adoptadas. Este trabajo de revisión incluirá datos de los muestreos, modificación o ampliación de las zonas vulnerables así como nuevas designaciones respecto al informe de situación, mapas de aguas afectadas por nitratos y eutrofización, planes de actuación para estas zonas, con medidas obligatorias y preventivas y códigos de buenas prácticas para las explotaciones.  
En 2024 se hará público un nuevo informe cuatrienal con los resultados actualizados de la red de puntos de control
“Ahora mismo nos encontramos en el Estudio de Presiones e Impactos (EPI), que daría paso a la Declaración de Zonas Vulnerables, que deberían estar definidas y publicadas en mayo de 2025”, avanza Javier. Algunas comunidades autónomas, como la valenciana, ampliaron sus zonas vulnerables como consecuencia de la demanda en curso de la UE. Recuperación de áreas contaminadas Una vez que una zona deja de ser vulnerable, porque vuelve a niveles aceptables, será sometida a un control y seguimiento especial y se le aplicarán niveles más estrictos. “Declaramos zona vulnerable con carácter general por encima de 25 mg/l en aguas superficiales y 37,5 mg/l en aguas subterráneas, pero para salir de la Red Operativa y volver a la Red de Vigilancia esas zonas deberán estar por debajo de 17,5 mg/l en aguas superficiales y de 25 mg/l en aguas subterráneas”, explica Javier.
Se considera eutrofización en aguas continentales cuando hay niveles de fósforo total superiores a 35 mg/m3 y clorofila A superior a 8 mg/m3
El Ministerio está trabajando en este momento en un estudio de presiones agropecuarias, urbanas y otras que puedan considerarse significativas sobre los impactos registrados en las aguas dirigido a determinar la contribución de cada sector de actividad a la contaminación de las aguas en las zonas sensibles y vulnerables. Este Estudio de Presiones e Impactos será realizado cuatrienalmente por la Dirección General de Agua del Ministerio de Transición Ecológica en coordinación con las comunidades autónomas. “Tenemos un complejo administrativo importante para  la aplicación del Real Decreto, en el que entran las comunidades autónomas, y no conocemos realmente dónde vamos a encontrarnos las dificultades de aplicación. Es un Real Decreto especialmente complejo, tanto por el contenido como por el contexto en el que se mueve”, admite Javier.

A Xunta pon en valor as axudas ao sector forestal nunha visita a Industrias Guerra

El director de la Agencia Gallega de Industria Forestal de la Consellería de Medio Rural, Jacobo Aboal, visitó las instalaciones de Industrias Guerra en la localidad de Vila de Cruces (Pontevedra), principal empresa española especializada en el diseño, fabricación y montaje de grúas hidráulicas y maquinaria para los sectores forestal, marino y de reciclaje. En esta visita, Aboal puso en valor que la Xunta viene de resolver las ayudas a las inversiones en tecnologías forestales, procesamiento, movilización y comercialización de productos forestales y las aportaciones a la valorización y a la segunda transformación de la industria forestal gallega y del contract. En la última convocatoria se aprobaron un total de 150 expedientes de ayuda por importe total de casi 16,5 millones de euros que movilizarán alrededor de 48 millones de euros (inversión pública y privada). Los beneficiarios fueron pequeñas y medianas empresas -incluidos los autónomos- de la industria forestal y del contract radicadas en Galicia que utilicen la madera y sus derivados, así como asociaciones, organizaciones, fundaciones y entidades sin ánimo de lucro. Ambas líneas de ayudas están encuadradas dentro de los objetivos de la Agenda de impulso de la industria forestal-madera, con la que se busca consolidar a las pymes que conforman este sector.

Industrias Guerra

El director de la agencia estuvo en las plantas que la Industrias Guerra tiene en Vila de Cruces y en Silleda, en las que se dedican, entre otras, la tareas de ingeniería, producción y montaje de grúas, cabezais procesadores, taladoras y otra maquinaria forestal. La empresa gallega, que cuenta con una facturación anual de unos 18 millones de euros, dispone de cuatro plantas propias en nuestra comunidad, una filial en Portugal y dos sedes en Argentina. En total, suma más de 30.500 metros cuadrados en los que desempeñan su labor más de 150 trabajadores. Por otra parte, esta empresa familiar exporta alrededor del 50% de su producción fuera del territorio, llegando incluso en algunos momentos hasta el 70%. Estas cifras evidencian la importancia de la industria forestal en Galicia, donde tiene un gran peso este sector. Además, en el territorio gallego se registran anualmente la mitad de las talas de madera de España.

ICL Ibérica apuesta por Agromaster y Polysulphate para la nutrición del cereal

Las necesidades del cereal, del suelo y las propias del agricultor, la mayoría de las veces necesitan de soluciones propias y específicas. Bajo esa visión y durante el Congreso “Él Futuro del Cereal”, ICL presentó sus estrategias y soluciones para atender a la producción de cereal de calidad. ICL mostró sus soluciones dentro de un debate celebrado en el congreso donde se compartieron ideas de diferentes empresas del sector.

ICL participó activamente en la décima edición del Congreso “El Futuro del Cereal”, organizado por la cooperativa Agropal y la revista ‘Tierras’, que contó con una mesa redonda sobre “Los retos de la fertilización de los cereales”. En ella ICL destacó su apuesta por la eficiencia y la sostenibilidad a través de soluciones innovadoras como Agromaster y Polysulphate.

La localidad de Magaz de Pisuerga en Palencia acogió el X Congreso “El Futuro del Cereal” que organizan la cooperativa Agropal y la revista Tierras para analizar cada año los retos más importantes del sector y responder a las necesidades de los agricultores y a las exigencias de las normativas europeas.

Esta edición, ICL fue uno de los patrocinadores del evento y participó también en la mesa redonda “Los retos de la fertilización de los cereales”, en la que participaron con otras empresas del sector. Manuel Moreno Villar, Agronomist & Sales Support en ICL Iberia, participó en este debate para comentar el posicionamiento de la compañía en el cultivo de cereal, su respuesta a los retos actuales y las recomendaciones de abonado.

Desde el punto de vista de los retos y situación del sector, Manuel Moreno destacó que es totalmente viable realizar una agricultura sostenible y eficiente con las soluciones y tecnologías que existen en el comprado. Para el técnico de ICL el principal problema del agricultor es que muchas veces recibe información confusa sobre que debe aplicar en su cultivo y no sabe realmente la que atenerse. Por eso, el papel del asesoramiento técnico al agricultor que fomente ICL como un pilar de la compañía es clave, así como conocer bien las necesidades de cada suelo y del cultivo segundo la zona.

Con un análisis de suelo correcto, la ayuda de técnicas de agricultura de precisión y usando soluciones innovadoras, eficientes y adecuadas la cada época del cultivo, es totalmente posible conseguir un cultivo productivo, rentable y que cumpla con las normativas europeas, que es precisamente el objetivo de ICL cuando expone el desarrollo de nuevos productos y los lleva al campo.

Plan de abonado de ICL con Agromaster y Polysulphate

El debate permitió presentar el plan de abonado de ICL para cereal, que parte de la base de personalizar la aplicación de nutrientes segundo las necesidades del suelo, el cultivo y la época de aplicación. Manuel Moreno recomendó la aplicación de una combinación de Agromaster con Polysulphate, que es la que mejor resultó en todos los ensayos realizados en las últimas campañas.

Agromaster es una de las gamas punteras de ICL en su apuesta por los fertilizantes de liberación controlada (CRF), que se aplican de forma localizada junto a la semilla y que tienen un porcentaje encapsulado tanto del nitrógeno como del fósforo. Es muy importante que el nitrógeno dure hasta la aplicación de la cobertura y, también, evitar que el fósforo aplicado no se bloquee en el suelo por un pH elevado. Para eso, Agromaster acerca la última tecnología de encapsulado para asegurar la liberación del nitrógeno y del fósforo de forma gradual a lo largo de todo el ciclo del cereal. Polysulphate de ICL, un fertilizante natural que en cada gránulo incorpora los cuatro nutrientes básicos que necesitan los cultivos (azufre, potasio, magnesio y calcio) con un modo de acción que asegura su disponibilidad constante y prolongada en el cultivo.

La clave de este fertilizante está en que la mayoría de estos nutrientes mejoran la salud de la planta y su resistencia al estrés: el azufre acerca funciones de defensa y detoxificación; el calcio le da permeabilidad en la membrana y mejora la asimilación de nutrientes; y el potasio otorga una regulación estomática, firmeza, estructura de las células y mayor producción.

Pero lo que hace verdaderamente diferente e innovador a Polysulphate es que es un fertilizante que se presenta en su estado natural y no es necesaria la separación química ni otros procesos industriales, por lo que estamos #ante un fertilizante verdaderamente sostenible, respetuoso con el medio ambiente y que ayuda a reducir la huella de carbono de la agricultura.

Por último, el técnico de ICL destacó que los agricultores que están usando ya Agromaster con Polysulphate las últimas campañas descubrieron sus múltiples ventajas, como la versatilidad de su uso para gran variedad de cultivos y diferentes tipos de suelo y clima; la flexibilidad en la aplicación, ya sea al bato o en banda para una aplicación de precisión; el no tener pérdidas por lixiviación, fijando los nutrientes en el suelo; su alta uniformidad y densidad; la cobertura uniforme que asegura tener los cuatro nutrientes esenciales para las plantas; su seguridad al tener muy bajo índice salino; y el tener un pH neutro.

Beneficios de la introducción de especies mejorantes en las praderas

Pradera mixta de raigrás y trébol en la Finca de Cartelos, en Carballedo (Lugo), en un ensayo del CIAM El otoño es el momento idóneo para sembrar nuevas praderas o renovar las existentes. Bien sea para pasto o para ensilado, las leguminosas son una buena opción. La implantación suele ser mejor que en primavera, además de coincidir con la rotación habitual en Galicia con el cultivo del maíz. Este año, después del ensilado del maíz, muchas ganaderías tendrán que variar su estrategia para cumplir con lo exigido en la nueva PAC, lo que supone una oportunidad para mejorar algunas prácticas. “Dejar la tierra sin cultivar en invierno agronómicamente no es recomendable, habría que sembrar un cultivo de invierno cuando se coseche el maíz. Lo recomendable es introducir un cultivo regenerador y mejorante del suelo y cuando te dedicas a la ganadería lo que hay que introducir son leguminosas”, insiste Juan Valladares, investigador del CIAM.
Cuando te dedicas a la ganadería hay que introducir leguminosas en las praderas
En el Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo llevan varios años estudiando distintas alternativas para los cultivos de invierno en Galicia, comparando los resultados de las diferentes mezclas de gramíneas y leguminosas. Juan enumera los beneficios de sembrar especies mejorantes en las praderas desde el punto de vista agronómico (el terreno queda mejor preparado y es más fácil de trabajar; salen menos malas hierbas, por lo que son necesarios menos herbicidas; y se logra un aporte extra de nitrógeno para el siguiente cultivo, que redunda en una mayor producción); pero también desde el punto de vista nutricional, al lograr mayor contenido en proteína en la ración.
De los tréboles hay mucho que estudiar aún y es necesario aprender a trabajar con ellos
Pero con las leguminosas, dice, “es necesario aprender a trabajar con ellas”. En los últimos años el CIAM ha estado realizando ensayos con leguminosas anuales en distintas zonas de Galicia, como en la finca de Mabegondo o en la del Pazo de Cartelos (Carballedo), perteneciente a la Fundación José Luis Taboada, donde se probaron distintas mezclas de tréboles para comprobar su implantación y rendimiento: trébol migueliano, también llamado balansa; trébol resupinatum (persa); trébol maral (trifoliun suaveolens o trébol resupinatum de hoja grande) y trébol encarnado. “Según en que zonas de Galicia, se dan mejor unos tréboles que otros. El trébol maral, por ejemplo, tiene capacidad de rebrote, pero es tardío, por lo que se implanta mejor en Mazaricos que en zonas del interior”, asegura Juan. Mezclas de tréboles y gramíneas Independientemente de la variedad escogida, el trébol funciona mejor mezclado con una gramínea, que aporta el contenido de azúcares suficiente para una buena conservación del silo. “Además, en los estudios que hicimos vimos que había que introducir un raigrás porque la implantación de los tréboles es lenta; el que mejor funciona es el raigrás híbrido”, explica. “Si después del maíz siembras solo trébol, como tarda en implantarse, si vienen lluvias se lava el terreno. Mezclado con el raigrás, sin embargo, se evita la escorrentía, porque el raigrás al mes ya tiene el desarrollo suficiente para frenar el efecto de lavado del suelo por la lluvia”, detalla.
Los tréboles funcionan mejor mezclados con raigrás híbrido, porque se evita el lavado del suelo cuando llueve
Además de las diferencias en la implantación, la preparación del terreno debe ser también diferente cuando se siembran solo gramíneas que cuando se aportan mezcladas con leguminosas. “El trébol obliga a preparar mejor el terreno para la siembra y después hay que pasar siempre un rulo. El raigrás, cuando se siembra solo, va creando una especie de fieltro en el suelo que impide la contaminación por piedras y cenizas cuando ensilas la hierba, algo que no sucede en el caso del trébol”, indica.   Cereal con leguminosa Mezcla de veza, raigrás y avena El CIAM también hizo ensayos con veza, una leguminosa cada vez más frecuente en Galicia tras el maíz en combinación con cereal de invierno. “Se probaron mezclas de veza villosa con tréboles y raigrás. La veza villosa es menos digestible que la sativa, pero la sativa tiende la tumbarse y necesita un cereal (triticale, cebada o avena) como tutor”, indica Juan.
La veza sativa es más digerible que la villosa pero tiende a tumbarse y necesita un cereal (triticale, cebada, avena) como tutor
Junto con la veza, otra de las leguminosas empleadas en las mezclas con cereal es el guisante. “La clave está en la proteína. Se ponen estos cultivos porque vas a un solo corte y logras un contenido proteico más elevado. En raigrás si vas a dos cortes puedes igualar la cantidad de proteína, pero los costes se duplican”, razona. Labrar sin abonar De cara a la siembra del cultivo de invierno no es imprescindible abonar las tierras. Es más, puede ser incluso contraproducente. “En los ensayos que realizamos hicimos laboreo y sembramos sin abonar en fondo, aprovechando únicamente los excedentes de la fertilización con purín en el cultivo del maíz (entre 50 y 60 metros cúbicos por hectárea). En el purín una cuarta parte del nitrógeno que aporta quedaría para el año siguiente, porque se corresponde con la mineralización de la materia orgánica. Por la composición habitual del purín en Galicia, unos 25 kg de nitrógeno por hectárea quedan para el siguiente año, que es lo que se necesita para el arranque de las leguminosas. Y no hay que pasarse de 25 kg/ha de nitrógeno porque sinó se perjudica el desarrollo del rizobium”, advierte el investigador del CIAM.
El momento de abonar en cobertera está determinado en función de la temperatura del suelo (entre 8 y 10 grados)
Sería conveniente, eso sí, aplicar una fertilización después en cobertera, de unos 50 kg de nitrógeno por hectárea. “Cuando el cultivo empieza a desarrollarse sería el momento de aplicar esta fertilización con abono químico convencional o incluso purín, pero depositado en el terreno. La leguminosa tiende a crecer cuando la temperatura del suelo está entre 8 y 10 grados. Según las zonas, esto se produce a finales del invierno o comienzos de la primavera; en el interior de Galicia suele coincidir a primeros o mediados de marzo”, ejemplifica. La fecha de abonado marca también el momento de segar, pues habría que cortar dentro de los 40 días posteriores. Sembrar en octubre o en enero? Hay ganaderías que optan por retrasar la siembra del cultivo de invierno al mes de enero, para evitar la presencia de malas hierbas, algo que Juan solo recomienda en determinados casos. “La implantación de las leguminosas es lenta y eso hace que si tenemos en el suelo un banco de malas hierbas salgan y se desarrollen antes. Sembrando el cultivo de invierno en enero evitaríamos esta competencia, pero hay que tener en cuenta que las leguminosas en general son bastantes sensibles al frío. El guisante, por ejemplo, es sensible a la humedad excesiva y al frío”, alerta, de ahí que debamos considerarlo.
Las leguminosas son bastante sensibles al frío, por lo que si en la zona hay heladas es preferible no esperar
Por eso, si en la zona hay heladas en enero y febrero, recomienda sembrar el cultivo antes, en otoño, sin esperar a los meses de invierno. “En zonas donde no hay heladas, puedes sembrarlo más tarde, pero en zonas donde hiela es preferible sembrar en otoño, para que cuando vengan las heladas ya esté implantado. La leguminosa cuando nace es extremadamente sensible, a medida que ya tiene 3 hojas aguanta mejor las heladas”, explica. Un único corte en abril Las mezclas con leguminosa tardan más en desarrollarse que cuando se siembra solo raigrás. El punto de crecimiento lo marca la temperatura del suelo (por encima de 8-10 grados), que es cuando se activan las bacterias (rizobium) y la planta aprovecha el nitrógeno atmosférico y crece más. “Las leguminosas se quedan paradas a la espera del buen tiempo. Los tréboles si hay lluvias, frío o encharcamiento no crecen. Con el guisante pasa algo parecido. Son cultivos de implantación lenta y que dependen de la temperatura del suelo para crecer y desarrollar todo su potencial”, indica Juan.
Las leguminosas se quedan paradas a la espera del buen tiempo. Son de implantación lenta y dependen de la temperatura del suelo para crecer
El ensilado, mediante uno solo corte, depende de la zona y de cómo haya venido el tiempo. “El momento de segar es cuando comienza la floración de las leguminosas, que en un año normal podría estar en torno al 15-20 de abril en zonas como Mazaricos, pero en zonas interiores viene un poco más tarde”, explica. “Si viene mal tiempo y no da crecido tienes que meter nitrógeno extra, mediante abono químico, pero en ese caso no estaríamos aprovechando la función de las leguminosas como fijadoras de nitrógeno ambiental”, dice. Rendimientos En los ensayos realizados en Cartelos en el año 2021 con una mezcla de raigrás híbrido y tres tréboles anuales y una fertilización de 60 metros cúbicos de purín por hectárea previos en el cultivo del maíz más un abonado de cobertera con tres dosis diferentes de abono químico en el mes de marzo, se lograron los siguientes rendimientos:
  • Sin abonado en cobertera = 4,7 toneladas de materia seca por hectárea
  • Con 50 kg de nitrógeno por hectárea = 5,8 toneladas de materia seca por hectárea
  • Con 100 kg de nitrógeno por hectárea = 6,3 toneladas de materia seca por hectárea
“Cuanto más abonas más se incrementa el rendimiento, pero habría que ver si compensa desde el punto de vista económico pasar de una determinada cantidad, porque con 50 kg de nitrógeno por hectárea tenemos unos rendimientos superiores a si metes 0 kg pero similares estadísticamente a si metes 100”, argumenta Juan.
Introduciendo trébol mezclado con el raigrás obtienes un 40% más de proteína por hectárea en el forraje e incrementas un 5% la proteína bruta en la ración
Pero además de la cantidad de forraje obtenido, el investigador del CIAM pone el énfasis en la calidad del ensilado. “En una pradera de raigrás solo, con los mismos 50 kg de nitrógeno por hectárea sacas 400 kg de proteína por hectárea, mientras que con la mezcla con leguminosas obtienes 577 kg por hectárea de proteína, un 40% más”, compara. El porcentaje de incremento depende del nivel de implantación de las leguminosas. “Cuanto mejor se implanten más proteína vas a tener después en el silo, pero hay que tener en cuenta que el raigrás tiene un 6% de proteína frente al 11% de los tréboles. Si vas a más de un corte en el raigrás se incrementaría la proteína, pero los costes de siega, recogida y ensilado también son mayores”, razona. Mejora en el siguiente cultivo La ventaja de introducir una leguminosa de invierno es que el suelo queda más abonado y en mejores condiciones para recibir el siguiente cultivo. “Las raíces y la parte aérea no segada quedan en el terreno, se descomponen y aportan nitrógeno. La cantidad se cuantifica entre 40-100 kg de nitrógeno por hectárea dependiendo de la implantación de leguminosa”, explica Juan.
Las leguminosas pueden llegar a fijar en el suelo a mitad del nitrógeno que necesita el maíz
Esa fijación de nitrógeno supone un ahorro considerable en fertilizante, o bien un extra de cosecha, debido al plus de abonado. “El maíz es vicioso en nitrógeno, cuanto más le aportas más crece, y tener ese nitrógeno almacenado en el suelo supone una gran ventaja a nivel de toma de decisiones”, considera. Por eso, en función de la estrategia que adopte el ganadero (ahorrar en abono o recoger más forraje) se puede variar o no la fertilización del maíz tras el cultivo de invierno con leguminosa.
Con el raigrás solo el terreno queda más compacto y es más difícil de trabajar
Según el tipo de terreno, la disponibilidad de nitrógeno puede ser mayor o menor, pero la dosis recomendada para el maíz puede ser establecida en función de los rendimientos esperados. “En base al rendimiento (proteína) se tienen unas extracciones de nitrógeno u otras. Si espero un rendimiento para el ciclo que he sembrado de 15 toneladas de materia seca por hectárea (7% de proteína), las extracciones serán de 170 kg de nitrógeno por hectárea, por lo que el nitrógeno disponible (en el suelo más el aportado) debe ser superior a esa cantidad”, ejemplifica Juan. En base a ese cálculo, para hacer una correcta fertilización sería necesario conocer el nitrógeno mineral presente en el suelo al inicio del cultivo y el que se genera por mineralización de la materia orgánica. Este nitrógeno mineral puede ser importante cuando se cultiva previamente una leguminosa o cuando se incorpora al terreno un cultivo como abonado en verde. “Además, agronómicamente, de cara al laboreo, al introducir leguminosas el terreno queda más mullido, por lo que es más fácil de trabajar”, concluye el investigador del CIAM.

Siembra directa de maíz con aplicación localizada de purín: una opción pionera en Galicia

Siembra directa de maíz sobre pradera en una parcela al lado del establo de Ganadería Barbeiro en Lagoa (Alfoz) Las limitaciones al uso de fertilizantes químicos y productos fitosanitarios, impulsadas desde la Comisión Europea, condicionarán en los próximos años la siembra del maíz, el principal cultivo agrícola que se lleva a cabo en Galicia. Ante esta nueva realidad, hay explotaciones gallegas que se están adelantando, con la adquisición de maquinaria de última generación que permite llevar a cabo una siembra de precisión, con reducción en el uso de insumos, al tiempo que se evita dañar la estructura del suelo mediante técnicas de mínimo laboreo. Ganadería Barbeiro, con dos granjas en la actualidad en A Mariña, ubicadas en Lagoa (Alfoz) y Arante (Ribadeo), está empleando en esta campaña de siembra del maíz una sembradora combinada de precisión que prepara la tierra, fertiliza mediante la aplicación localizada del purín y siembra en una sola pasada.
La cabeza tractora autopropulsada es holandesa y el apero de fabricación italiana
Esta máquina, la primera que viene para España, combina una cabeza tractora autopropulsada, de fabricación holandesa, con cisterna de purín y un apero hecho en Italia. “El strip-till es el único en Europa que trabaja con inyección de purín más siembra de maíz”, explica Juanjo Fraga, administrador de Casa Barbeiro SL, la ganadería familiar en Alfoz, y Narxosé SLU, adquirida en Ribadeo en 2018. Siembra directa La siembra directa avanza en el cultivo de cereales y oleaginosas en distintos países y gana terreno también en España pero no es habitual a día de hoy en el cultivo de maíz en Galicia. “Es un sistema que se está utilizando bastante fuera, en países como EEUU o Brasil. Es una mezcla de laboreo convencional y siembra directa, mediante un sistema de laboreo en líneas que lleva acoplada una sembradora de maíz”, explica Juanjo.
En EEUU y Brasil se está usando bastante este sistema
Una de las ventajas es la agilización de los trabajos de preparación de la tierra previos a la siembra y el ahorro de tiempo y combustible. “Con una sola pasada voy a hacer todas las labores. Acabas de ensilar y al día siguiente estás echando el maíz. Eso nos facilita las cosas. Trabajamos directamente sobre la pradera; antes había que arar, gradar, abonar y sembrar. Parte de esos trabajos los contratábamos, ahora lo haremos todo nosotros con una única máquina”, destaca. Fertilización solo con purín de las tierras del maíz La fertilización de las tierras del maíz es uno de los usos más habituales que se da al purín en Galicia. Las explotaciones lecheras reservan buena parte del purín almacenado en invierno para el momento de la siembra, pero la entrada en vigor, a partir del próximo 1 de enero, del Real Decreto de Nutrición Sostenible de Suelos Agrícolas, dificultará esta práctica, al menos debido a la prohibición del uso de cisternas de plato o abanico y a la limitación en las unidades máximas de nitrógeno por hectárea permitidas en los planes de abonado.
Acabas de ensilar y al día siguiente estás labrando el maíz; eso nos facilita las cosas
Por eso, la aplicación localizada del purín en la misma línea de plantación permite un aprovechamiento más eficiente del poder fertilizante del purín por parte de la planta y una reducción en el uso de abonos de síntesis química. “Nosotros este año no vamos a usar nada de abono mineral para labrar el maíz al estarle metiendo el purín localizado por debajo. La profundidad de siembra es la habitual, pero inyectas el purín entre 23 y 30 cm y la semilla va arriba. Al romper la estructura del suelo para la semilla es más fácil enraizar, porque no tiene suela de labor y profundiza más. El terreno queda medio acolchado al pasar por él”, explica. Juanjo espera también poder eliminar buena parte del uso de herbicidas habituales en la siembra del maíz por medio de una elección idónea de los cultivos en rotación. “Este año donde teníamos raigrás hemos metido un glifosato con insecticida y no hemos echado nada más, pero donde habíamos sembrado veza con cereal en invierno no hemos aplicado nada porque pensamos que no lo va a necesitar, porque ninguna de las dos, ni la veza ni el cereal, rebrota y nuestra idea es seguir rotando con la veza de cara al futuro”, argumenta. Mínimo laboreo La apuesta de Ganadería Barbeiro por el mínimo laboreo tiene que ver también con los beneficios agronómicos para la estructura del suelo. “Estamos intentando darle una vuelta a nuestras granjas hacia sostenibilidad, apostando por la agricultura regenerativa”, dice Juanjo, ingeniero agrónomo de formación. La siembra del maíz en Galicia está siempre condicionada por la climatología. La integral térmica marca el inicio de la campaña y las lluvias obligan en ocasiones a retrasar la preparación de las tierras. La siembra directa, sin embargo, no se ve tan afectada. “En Alfoz aunque llueva algo con este sistema puedes trabajar igual porque es suelo arenoso. En Ribadeo es más complicado porque tiene más arcilla”, explica. Búsqueda de la máxima productividad en las tierras El cultivo de las tierras es parte esencial del proyecto de crecimiento de las granjas de Lagoa y Arante, que están en proceso de ampliación para acercarse a las 500 vacas en producción en cada una de ellas. Este año echarán un total de 190 hectáreas de maíz en distintas ubicaciones, buena parte de ellas fincas arrendadas en distintos ayuntamientos de la comarca con las que han ido incrementando en los últimos años la superficie agraria a medida que crecían en número de cabezas para de este modo tratar de ser lo más autosuficientes posible en la alimentación del ganado.
Este año vamos a echar 190 hectáreas de maíz. Nuestra idea es rotar con veza
Para tratar de incrementar la productividad de las parcelas, su intención el año que viene es reducir la distancia de plantación. “Hasta ahora labrábamos con dos separaciones, a 60 y 75 cm. Este año estamos trabajando con 8 surcos a 75 centímetros entre filas, pero reduciendo a 13 centímetros la distancia entre semilla y semilla dentro de la fila para meter más plantas por hectárea. Para el año que viene vamos a probar a trabajar a 12 líneas con separación de 50 cm entre ellas”, avanza Juanjo.

Una técnica poco implantada en Galicia

La siembra directa alcanzó en el año 2021 un total de 845.000 hectáreas en España, lo que supone un incremento del 65% en la última década, con una implantación destacada en cereal (casi 750.000 hectáreas), lo que equivale al 12% de la superficie total de cultivo, según los datos de un estudio reciente elaborado por el Ministerio de Agricultura. Por comunidades autónomas, destaca Castilla y León, mientras en Galicia es residual. Según los datos de la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos (ESYRCE), en el año 2021 se labraron en Galicia un total de 707 hectáreas mediante siembra directa, lo que representa únicamente el 0,8% de las tierras de cultivo de la comunidad. Por provincias, Lugo concentra la mayor parte de las hectáreas labradas con esta técnica (428 ha). La empresa Agroamb, de Ponte de Outeiro (Castro de Rei), lleva haciendo siembra directa varios años en las tierras que gestiona. Por superficie, a Lugo le siguen A Coruña (152 ha), Ourense (109) y Pontevedra (17).
La siembra directa se emplea ya en el 12% de la superficie destinada a cultivo de cereal en España, pero solo en el 2,3% del maíz forrajero
En el caso del maíz forrajero, se labraron con siembra directa en 2021 en el conjunto de España tan solo 2.181 hectáreas, lo que representa el 2,3% de las 94.000 hectáreas que se siembran cada año (71.000 solo en Galicia). Nuevo ecorregimen en la PAC La nueva PAC incluye un ecorregimen denominado Agricultura de conservación: siembra directa, que se paga a 87,72€ por hectárea en las primeras 30 hectáreas. A partir de ese umbral se aplicaría degresividad, con lo que los importes a percibir se reducirían, aunque nunca podrán ser inferiores al 70% del importe planificado. A mayores, hay un complemento adicional de 25€/ha por hacer la siembra directa en las mismas parcelas que el año anterior. Este complemento no estaría afectado por la degresividad. La siembra directa se encuentra encuadrada dentro de las prácticas de la agricultura de carbono, al favorecer la conservación de los suelos, permitiendo reducir las emisiones de CO2, y aminorando los riesgos de erosión del suelo. Para cobrar el ecorregimen se exige rotación de cultivos en el 40% de la superficie total por la que se solicita el ecorregimen.

Transfober, agricultura de precisión en el manejo del purín

El purín es un recurso de las granjas que conviene optimizar para ganar en rentabilidad. Así lo ven en Transfober, una firma gallega especializada en la gestión del purín que se distingue por su método de trabajo. La empresa se ha orientado en los últimos años a aumentar la eficiencia de las aplicaciones de purín, de manera que se eso se traduzca en mayor calidad de forraje, mayores producciones y ahorro de abonos químicos para las granjas.

“Una de las claves está en acompasar la planificación de siegas y siembras con las aplicaciones de purín. Siempre buscamos una buena coordinación con las ganaderías, ya que para nosotros lo más importante es cumplir con los tiempos y dar un buen servicio”, explican en la dirección de la empresa.

El trabajo en campo se inicia con un análisis a pie de fosa de los nutrientes del purín, mediante un conductímetro. Esos datos permitirán conocer los nutrientes que se aplican en cada parcela. “Sabiendo las necesidades que tiene el cultivo y los nutrientes que aporta el purín, puedes afinar más en el abono químico que precisas. Incluso tenemos experiencias de ganaderías con las que trabajamos que ya están abonando parte de las praderas solo con purín, con el consiguiente ahorro de costes”, explica el director de Transfober, Marcos Mata.

Sistema
Para agilizar la gestión del purín, Transfober trabaja con un sistema de camiones rígidos que transportan el purín de la fosa hasta las parcelas de aplicación. En la entrada de la parcela, se trasvasa el purín a la cisterna del tractor, que procederá a la aplicación por medio de un inyector de patines. Solo en las fincas más próximas a la fosa, trabajan directamente con el tractor y la cisterna.

Carga de la cisterna a pie de finca.

La precisión de las aplicaciones es uno de los objetivos de base de Transfober. Para ello, el tractor está dotado de GPS y la cisterna de caudalímetro, lo que permite hacer aplicaciones de diferentes volúmenes de purín en función del mapa de rendimientos de la parcela, en el caso en que la ganadería cuente con esos datos.

Desde hace años, Transfober hace ya todas las aplicaciones de purín con un inyector de 15 metros de ancho, un método que consideran que aporta mejoras, con independencia de que haya casos para los que no se adecúe. “En tiempo de aplicación, nos lleva el mismo tiempo o menos. En resultados, es un método que animaría a probar, para que cada uno hable en base su experiencia”, valoran.

De cara al futuro, Transfober proyecta incorporar un NIR en la cisterna de aplicación, un sistema de análisis del purín que le permitirá suministrar automáticamente a las granjas los datos exactos de nutrientes aplicados en cada parcela.

También valoran dotarse de un inyector de discos, una tendencia, la del inyector de discos, que comprobaron que está dando buenos resultados en otros países, no sólo a nivel agronómico, sino también en la alimentación animal. “Hay estudios que indican que mejora la apetencia de los silos de hierba para las vacas, con el consiguiente aumento de la ingesta de materia seca”, señala Marcos.

“Tenemos mucho contacto con empresas de servicios y fabricantes de otros países de Europa, como Alemania, y ellos tienen dos cosas muy claras. Primero, que el purín es un recurso de las granjas que hay que optimizar para ganar en rentabilidad. Y segundo, que hay que emplearlo de una manera sostenible ambiental y socialmente; hacer las cosas bien y sin molestar a nadie, en definitiva”, concluye Marcos Mata.

Esa es la línea de trabajo que está también consolidando Transfober en Galicia. “Ahí hay que destacar la implicación de todo nuestro equipo humano, que trabaja en el día a día en el campo. Tenemos un equipo con talento, mentalizado en hacer las cosas bien y que participa en la toma de decisiones sobre las mejoras a introducir”, resume Marcos.

Contacto

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¿Sobra purín en Galicia?: el caso de la comarca de Deza

¿Hay un problema con el purín en Galicia? “A modo general, no”, responde contundente el ingeniero agrónomo Marcos Fuentes Sánchez, de la firma Nutrimentos Deza (Nudesa), especializada en la producción porcina y en la fabricación de pienso. La gestión de los purines es uno de los temas que se han tratado este año en el XXV Monográfico del sector porcino celebrado recientemente en Silleda (Pontevedra). Fuentes Sánchez ahondó allí en las cifras de purín que produce la ganadería gallega, comparándolas con las necesidades de abono de Galicia para la producción de forrajes.
“Si realmente hay un problema por el exceso de fósforo en los suelos gallegos, no solo se debe al purín, sino que el 50% procede de los abonos minerales”
El técnico señaló además la importancia de incluir en la ecuación a los abonos minerales y no solo culpabilizar al purín del exceso de minerales, como el Fósforo, que es el más limitante para la producción. “Se ha dicho muchas veces que en Galicia hay un problema con el purín, pero nunca se responsabiliza a los abonos minerales y si realmente hay una problemática por el exceso de Fósforo en los suelos gallegos, este dependerá en igualdad tanto del abonado mineral como de los purines”, sentencia el agrónomo.

Las cifras en Galicia

En Galicia, el censo total de animales en producción industrial en el 2020 era de 687.822 Unidades de Ganado Mayor (UGMs). En esta cifra se incluye el vacuno de leche, cebaderos de terneros, la producción porcina (madres y cebo) y la producción avícola (gallinas y pollos broilers). El vacuno de leche representa el 50%, mientras que la avicultura supone el 27% y el porcino el 23%. Este ganado produjo un total de 8.455.143 metros cúbicos de purín, la mayor parte procedente del vacuno (57%), seguido del porcino (35%). El sector avícola apenas generó un 9% de ese purín. En paralelo a las cifras de volúmenes de purín, para comprobar si realmente hay un problema con el purín, Fuentes analizó los principales cultivos y las necesidades de abono que se registran, para valorar cuál es la situación en Galicia. Así, de las tierras dedicadas a usos ganaderos y agrícolas, el 53% son prados de más de 5 años, mientras que el 33% son praderas que se renuevan más a menudo y el 14% de la tierra se dedica a la producción de maíz. Empleándose para estos usos, ¿qué necesidades de abonado tienen estas tierras?
“El purín producido en Galicia solo cubre el 43% de las necesidades de Nitrógeno y Fósforo que requieren los forrajes para alimentar el ganado gallego”
En Galicia,se estima que para la producción de forrajes se precisan unas 47.000 toneladas de fósforo y que el generado por la producción ganadera se sitúa alrededor de las 20.000 toneladas. “El purín producido en la comunidad solo cubre el 43% de las necesidades de Fósforo que requieren estos forrajes. Tenemos un déficit de Fósforo en los cultivos de 27.000 toneladas, si sólo se emplea purín”, explica Fuentes Sánchez. Sin embargo, como apunta el ingeniero, en función de si para realizar este cálculo se aplican los criterios recogidos en el Real Decreto 1053/2022, que estipula las limitaciones para la fertilización, o las Instrucciones Técnicas para la realización del plan de gestión de deyecciones ganaderas y fertilización (IT-CMAOT-2), los porcentajes sobre las necesidades y la cantidad de purín producida pueden verse alteradas, ya que fijan diferentes baremos.

La comarca de Deza

El ingeniero analizó el caso concreto de la comarca de Deza, donde se encuadra tanto la fábrica de Nudesa, situada en Silleda, como algunas de las granjas de la empresa. Además, esta comarca tiene una importante actividad ganadera, no solo en el vacuno de leche sino en el porcino y en el sector avícola, por lo que conocer sus cifras permite ver la situación de una de las comarcas con mayor carga ganadera, al margen de A Limia. En concreto, en la comarca se contabilizan 119.528 UGMs de vacuno, principalmente de leche (37%), porcino (35%) y de aves (28%). Estos animales producen un total de 1.525.874 metros cúbicos de purín. A diferencia de lo que ocurre a nivel gallego, en Deza y pese a que el vacuno sigue siendo el ganado mayoritario, es el porcino el que más purín produce (52%), mientras que las granjas de vacas generan un 39% y las de aves apenas un 9%. El caso de la comarca del Deza es también de interés porque representa el 17% del censo gallego y el 18% del purín producido en Galicia, mientras solo dispone de un 6% de la superficie de cultivo.
Cubrir las necesidades de purín de las comarcas lindantes puede ser la solución para aquellos territorios en los que se estén produciendo excedentes de purín
A la hora de estimar las necesidades para el abonado de los forrajes en el Deza y el purín que precisarían, en función de si se aplican los criterios recogidos en el nuevo Real Decreto, se aprecia que en la comarca hay un excedente de purín del 7%, mientras que si este cálculo se hace con el sistema del plan de deyecciones ganaderas (IT-CMAOT-2), este llega a ser del 33%. Con este excedente de purín en la comarca, Fuentes Sánchez abre el foco a las necesidades de las comarcas lindantes como Arzúa, Melide, Chantada o Santiago, que pueden ser la solución, ya que muestran un importante déficit y buena parte de sus necesidades de aportes quedan sin cubrir por el abonado orgánico. En concreto, la cantidad de purines de porcino que precisarían para completar sus necesidades rondan los 1,7 millones de metros cúbicos, por lo que los excedentes puntuales del Deza tendrían sobrada salida en zonas próximas. Porcentaje de Fósforo y Nitrógeno generado, aplicado y sobrante en la comarca de Deza.

Macroplanta de biogás o puntos de acumulación estratégicos

Ante el excedente de purín de porcino en el Deza, en la ADS de porcino de Silleda trabajan desde hace tiempo con puntos estratégicos para la acumulación puntual del purín, de manera que han solucionado la problemática y consiguieron seguir empleando este purín para la fertilización, sin que suponga un problema para las granjas. Los puntos de acopio almacenan el purín hasta que las granjas de la comarca o de zonas próximas lo necesitan. Mientras, la propuesta de la Xunta de la creación de una macroplanta de biogás en la que se trate el purín tiene el rechazo del sector, que mantiene la desconfianza sobre los efectos que pueda llegar a suponer la creación de esta gran planta. Entre otras consecuencias, temen que al final terminen por tener que pagar por enviar el purín hasta esa planta suponiendo un importante gasto para las ganaderías, semejante al que representa la recogida de cadáveres, que comenzó resultando un desembolso mínimo y en la actualidad en algunas granjas puede llegar a alcanzar los 15.000 euros, como apuntaron durante la jornada. El sector también advierte del coste económico y medioambierntal que representa el transporte de purines a las plantas de biogás y el retorno al agro del digestato que queda tras el procesado del purín, con el agravante de que además mantiene buena parte de los nutrientes iniciales.
https://www.campogalego.es/es-la-macroplanta-de-biogas-una-solucion-util-para-el-campo/

Los fertilizantes se abaratan de cara a la campaña de siembra del maíz

En plena campaña de abonado de praderas de ensilado en Galicia y a un mes de empezar la siembra del maíz, los dos momentos agrícolas que concentran el grueso de los abonos químicos utilizados en la comunidad, los productores respiran aliviados ante un posible abaratamiento de los costes de fertilización.    Tras dos años de escalada de precios, acentuada sobre todo tras la guerra de Ucrania, los primeros meses de 2023 han traído un descenso importante en la cotización de los fertilizantes a nivel internacional, con bajadas de más de un 50% a respecto de los máximos históricos alcanzados en otoño pasado. El amoníaco disponible para carga en puerto en Egipto cotiza a 350 dólares la tonelada, cuando hace sólo medio año superaba los 1.000 dólares. La urea, que había llegado a los 900 dólares, se sitúa en estos momentos en Argelia, Emiratos Árabes y otros países del Golfo Pérsico a 400 dólares.
Los precios de los fertilizantes tocaron techo en el último trimestre de 2022 y han ido bajando desde comienzos de este año
A estos precios habría que añadir después el seguro, el flete, la descarga y el transporte, pero representan valores sensiblemente más bajos que en la campaña de primavera de 2022, cuando se situaban en el entorno de los 600 dólares. ¿Esperar o comprar? Desde las empresas almacenistas y distribuidoras asentadas en Galicia se habla todavía de volatilidad, aunque se reconoce que los precios se han moderado con respecto a la segunda mitad de 2022.
En el sector se espera cierta estabilización de precios a partir de ahora
En una situación de bajada de precios, la lógica indicaría esperar y apurar los plazos a la hora de comprar, aunque esta decisión no garantiza un ahorro económico a los productores. En el último mes los precios se han ido estabilizando y aunque en el sector se espera que esa tendencia continúe a partir de ahora, ven difícil un descenso en los precios actuales. “Los fabricantes producen cantidades más ajustadas debido a los costes de producción y por miedo a que haya un descenso de consumo como sucedió el año pasado, por lo que el stock de producto es menor que en años anteriores”, argumentan. El abonado de praderas, más caro que el del maíz La campaña de abonado de primavera en Galicia se inicia con el ensilado de hierba. El NAC 27, uno de los productos más utilizados en praderas de raigrás, cotiza en estos momentos a 350 euros la tonelada en Alemania, una de las referencias utilizadas a nivel de precios en el mercado internacional. “El nitrato está un poco más alto, porque es un producto más concentrado en la UE, ya que fuera no es tan habitual su utilización, y aquí pesa el precio del gas”, explica Juan Pardo, presidente de la Asociación Comercial Española de Fertilizantes (ACEFER), que reúne a las principales empresas distribuidoras.
La urea es la que marca los precios de los abonos nitrogenados en el mundo
“El amoníaco y la urea han vuelto a niveles de 2019, previos a la covid 19 y a la guerra de Ucrania, y el resto de productos poco a poco van a converger en esos precios. Estamos en una bajada lenta, volviendo a un cierto equilibrio que había entonces”, pronostica. Diferencias entre distribuidores en función del momento de compra Pero ese ajuste a la baja tardará aún un tiempo en llegar al agricultor. “Estamos en esa bajada lenta y en determinados momentos puede haber diferencias de precio importantes entre empresas en una misma zona, porque depende de la situación de compra del mayorista y del momento en que esa compra haya sido realizada”, reconoce. Aunque en un mercado a la baja, como es en este momento el de los fertilizantes, las empresas almacenistas tratan de comprar un volumen de producto lo más ajustado posible a sus previsiones de ventas, sin retener grandes stocks para tratar de minimizar los riesgos ante posibles pérdidas, desde ACEFER insisten en que “hay disponibilidad en las fábricas y producto disponible para importar desde cualquier origen, por lo que no existiría ningún problema de suministro”. Caída del consumo en 2022 El 2022 fue un mal año para la producción y venta de fertilizantes. De acuerdo con las estimaciones de la Asociación Nacional de Fabricantes de Fertilizantes (ANFFE), el consumo de fertilizantes en España habría descendido en el año 2022 por encima del 25% con respecto al año anterior. “Esta bajada podría haberse debido a un conjunto de factores, tales como unas menores siembras, la aplicación de la nueva PAC, la sequía y la escasez de agua en los embalses, la limitación al uso de fertilizantes impuesta por alguna legislación medioambiental, etc.”, describe Paloma Pérez, secretaria general de ANFFE.
Debido a la sequía la productividad baja y, por lo tanto, el agricultor gasta lo menos posible en fertilizante
El descenso del 25% en 2022 se sumaría al que ya se había experimentado en 2021, de en torno al 4% con respecto a las cifras habituales de consumo de fertilizantes en España, las cuales suelen rondar los 5 millones de toneladas de producto fabricado al año. “Desde finales de 2021, todo 2022 y lo que va de 2023 el consumo e fertilizantes ha caído notablemente. Llevo en el mundo de abonos 30 años, y nunca se había producido esta situación. En 2008 se había producido también un bajón por la subida brutal del precio de los fertilizantes aquel año, y por la sequía el consumo podía bajar puntualmente en un año un 5%, pero nada comparable con la situación actual”, afirma Juan Pardo, que eleva hasta el 30% las estimaciones de pérdida de mercado en 2022. Recuperación de la demanda en 2023 La campaña de siembra de otoño en las principales regiones agrícolas españolas, coincidiendo con los picos máximos de precios alcanzados, trajo consigo una estrategia conservadora de abonado, pero la bajada de precios actual podría ayudar a reactivar el consumo. De hecho, desde la asociación que reúne a las principales empresas fabricantes se espera una recuperación de la demanda en los próximos meses para compensar el déficit de nutrientes aportados hasta ahora.  
Se espera que en las aplicaciones de cobertera se corrija la escasez de nutrientes aportados en la siembra en otoño
 “En líneas generales, el agricultor está ajustando aún más las dosis de los fertilizantes a las necesidades de las plantas, para reducir las pérdidas de nutrientes. En el otoño de 2022, en algunos casos se retrasó la aplicación de fertilizantes, a la espera de la llegada de las lluvias y de la evolución de los precios, llegando incluso a que en ciertos casos la aplicación fuese mínima o incluso nula”, reconoce Paloma.   “No obstante, de cara a estos próximos meses de primavera se espera que, para garantizar una adecuada producción agrícola, se apliquen los fertilizantes necesarios, especialmente en los casos en los que en temporadas anteriores se han reducido las dosis de aplicación, lo que ha provocado que en dichos suelos haya escasez de nutrientes”, afirma. Mayor capacidad económica en las explotaciones lácteas Las ganaderías lácteas son en Galicia el principal consumidor de fertilizantes. El año pasado, con precios aún bajos de la leche y costes de producción elevados, las explotaciones redujeron el uso de abonos químicos, sobre todo para el abonado de praderas, tirando del purín disponible en las propias granjas. “La gente apura todo lo que puede estiércoles y purines; hubo un empuje el año pasado en los abonos orgánicos en detrimento de los nitrogenados clarísimo”, reconoce Juan.
La gente apura todo lo que puede estiércoles y purines en detrimento de los nitrogenados
Aunque las explotaciones lácteas disponen en este momento de mayor liquidez tras varios meses de precios altos de venta de la leche, la firma de contratos a la baja para los próximos meses podría retraer nuevamente el gasto de las ganaderías en fertilizantes de cara a la actual campaña. “Los precios de la leche influyen, pero las explotaciones lácteas saben que para tener forraje hay que abonar. El año pasado en vacuno de leche se notó menos el descenso, que fue más acusado en las ganaderías de carne”, explican las empresas de fertilizantes asentadas en Galicia.
En Galicia se espera nuevamente un uso más limitado de abonos químicos por parte de las ganaderías de vacuno de carne
La revalorización del precio de venta de la carne ha sido inferior al de la leche, lo que podría influir nuevamente en la decisión de abonado de las ganaderías de vacas nodrizas, que aplican fertilizantes nitrogenados en esta época para apurar el rebrote y crecimiento de la pradera de cara a hacer bolas de silo con las que suplementar la alimentación del ganado en invierno. Limitaciones derivadas de la nueva normativa Otro elemento que podría pesar en detrimento del uso de fertilizantes es la entrada en vigor de la nueva PAC y de normativas como el Real Decreto de Nutrición Sostenible de Suelos Agrícolas. En la nueva campaña y sucesivas (hasta 2027) de la Política Agrícola Común se iguala la exigencia de utilizar abonos exclusivamente orgánicos, ya establecidos en agricultura ecológica, para aquellas ganaderías que aún estando en producción convencional quieran cobrar la ayuda agroambiental vinculada a fomento y gestión de pastos
Para poder cobrar la nueva ayuda agroambiental de fomento de pastos se exige una fertilización exclusivamente orgánica
Uno de los requisitos para poder percibir esta ayuda, de 110€/ha en prados temporales permanentes y 80€ en pastos arbustivos y arbolados, es mantener durante los 5 años de compromiso una fertilización exclusivamente orgánica de las praderas, además de no aplicar herbicidas. En el caso de las ganaderías lácteas, la entrada en vigor del Cuaderno Digital de explotación a partir del mes de septiembre y del Real Decreto de Nutrición de Suelos Agrícolas a partir del 1 de enero de 2024 condicionará la utilización de abonos químicos a la realización de Planes de Abonado y análisis de suelos.

La bajada del precio del gas natural permite retomar la producción en España

“Tras la guerra de Ucrania se produjo un incremento abrupto de los precios del gas, de la electricidad y de algunas materias primas que afectó muy negativamente a las empresas fabricantes de fertilizantes y en especial a las fabricantes de fertilizantes nitrogenados, dada su gran dependencia del gas natural, al ser su principal materia prima”, explican en ANFFE. Este incremento de los costes “hizo inviable poder seguir manteniendo la actividad productiva” y ocasionó el cierre de algunas plantas de producción en Europa, llegando a alcanzar el 70% de la capacidad europea. “Esta parada temporal redujo la oferta de fertilizantes en la UE, ocasionando un desequilibrio entre la oferta y la demanda”, reconoce Paloma López. No obstante, tras el verano de 2022 el precio del gas ha comenzado a descender progresivamente, lo que ha permitido que algunas plantas pudieran volver a reabrir y reanudar su actividad, “aunque hay algunas que aún continúan paradas”, aclaran.
Fertiberia ha recuperado la actividad en su planta de Palos de la Frontera
Una de las fábricas que ha podido retomar su actividad es la que Fertiberia tiene en Palos de la Frontera (Huelva). En la actualidad está fabricando amoníaco, que se transporta en barco hasta Avilés, donde la compañía produce nitrato. “La situación generada tras la guerra de Ucrania ha obligado a las empresas fabricantes a realizar ajustes en sus sistemas productivos y en su política de compras con el objetivo de evitar paradas en sus plantas y asegurar el abastecimiento a los agricultores”, justifican desde ANFFE.
Las empresas en Europa prefieren usar el amoníaco para fabricar nitrato en vez de fabricar urea
Las empresas europeas prefieren centrarse en la producción de nitrato e importar urea de otros destinos. Aunque el precio del gas ha bajado y se sitúa "en niveles de equilibrio que permiten la producción en Europa", sigue más alto que en EEUU y el norte de África, por lo que las industrias asentadas en la UE no son capaces de competir en precios con fabricantes de esos países. Aumenta la importación Durante los últimos años, las importaciones de fertilizantes en España han ido experimentando un crecimiento paulatino, llegando a superar los 4 millones de toneladas de producto en el año 2020. No obstante, en el año 2022, debido a las circunstancias adversas en el sector, se produjo un descenso de un 20% con respecto al año anterior. En cuanto a las previsiones para el año 2023, se estima que las importaciones vuelvan a crecer, tendiendo a recuperar los niveles anteriores, en parte debido a las eliminaciones de aranceles a la importación de urea y amoniaco, que la Comisión Europea ha decidido mantener por el momento.
La mitad de los fertilizantes consumidos en España procede del exterior
En 2020 el 13,9% de los abonos recibidos por España fueron marroquíes, el 10,7% procedieron de Bélgica, el 8% de Portugal y el 3,7% de Rusia. En estos momentos, productos como el amoníaco o la urea proceden mayoritariamente de países del norte de África, como Egipto o Argelia. “Hay que garantizar que haya productores nacionales para que no haya riesgo de desabastecimiento”, argumentan desde ANFFE. Materias primas El nivel de importación varía en función del producto y la materia prima. Por ejemplo, el 100% de los fosfatos son importados, porque aunque en España hay fabricantes de superfosfatos, el fósforo roca procede del exterior. En el caso de la potasa, existe producción local en España, pero un 30% de lo que se produce va a la exportación y se compensa con un volumen semejante de producto importado. En los nitrogenados, la producción española cubre un 80% de las necesidades. De esa producción, el 30% se exporta, por lo que las necesidades totales de producto importado rondan el 50%. En cuanto al precio de estas materias primas, los precios de los fosfatos y la potasa están bajando con menos rapidez que el nitrógeno. Reducir la dependencia exterior: objetivo de la UE El pasado 16 de febrero el Parlamento Europeo ha votado a favor de la propuesta de resolución sobre la Comunicación de la Comisión relativa a la disponibilidad y asequibilidad de los fertilizantes. En esta resolución, los eurodiputados realizan un llamamiento a elaborar una estrategia a largo plazo para los fertilizantes, con el fin de reducir la dependencia de sus importaciones y garantizar así una autonomía estratégica en Europa. El Parlamento reconoce el importante papel que desempeñan los fertilizantes para garantizar una producción de alimentos suficiente y de calidad, así como para la producción de AdBlue para el sector del transporte y de CO2 para la industria de la alimentación.
La mitad de las instalaciones de producción de fertilizantes europeas han reducido sus producciones habituales en el último año
El índice de precios de los fertilizantes en 2022 alcanzó cifras históricas, principalmente en el caso de los productos nitrogenados, cuya fabricación depende del gas natural procedente en su mayor parte de Rusia en países como Alemania o Polonia; aunque España, por su posición geográfica, está menos expuesta al adquirir productos del norte de África y gas licuado procedente de EEUU. El último informe de la Comisión Europea, de finales de 2022, revela que los precios de los fertilizantes nitrogenados se incrementaron en un 150% entre septiembre de 2021 y septiembre de 2022. Si bien en los últimos meses se ha reducido el precio los abonos nitrogenados y fosfatados desde los máximos alcanzados en abril de 2022 y, en algunos casos, se sitúan por debajo de los que había hace un año, todavía se encuentran en niveles elevados, impulsando este insumo fundamental en la agricultura la subida en el precio de los alimentos y la inflación en la zona euro.

Calcimag Flow, el carbonato cálcico líquido para mezclar con el purín

Calcimag Flow puede aplicarse con cisterna convencional o mediante sistemas de tubos colgantes

CALCIMAG FLOW es una enmienda cálcica líquida a base de carbonato de calcio en suspensión que se aplica en las fincas mezclada con el purín. El producto, único en el mercado y comercializado en Galicia por el Grupo Soaga, ofrece numerosas ventajas.

La primera es que el producto se mezcla con el purín en la fosa o balsa y se aplica después en el campo conjuntamente con el abono, en una única pasada de cisterna, con el consiguiente ahorro de tiempo, trabajo y combustible. Además, se evita el polvo habitual en otro tipo de productos.

Se logra un considerable ahorro de tiempo y dinero, ya que con una única aplicación sobre el terreno se consigue encalar y fertilizar al mismo tiempo

Otros beneficios claros de esta suspensión líquida de carbonato de calcio (contiene 400 millones de partículas por cm3) están en el aumento del nitrógeno disponible en el purín para el cultivo, así como en la reducción de malos olores y de emisiones de amoniaco a la atmósfera.

Corrección del pH del suelo

La mejora de la fertilidad del suelo viene dada por tres factores: el incremento del pH del suelo, el aumento de la actividad biológica y la mejora de la asimilación de elementos como el nitrógeno, el fósforo y el potasio contenidos en el estiércol líquido.

Calcimag Flow acelera la mineralización y nitrificación del nitrógeno y estimula el crecimiento microbiano en el suelo

Hay que tener en cuenta que la reactividad de este producto es muy superior a la de un carbonato cálcico convencional, de forma que 500 kg de Calcimag Flow equivalen aproximadamente a 1.800 kg de carbonato cálcico estándar.

Momento óptimo de incorporación a la fosa de purín

Incorporación de Calcimag Flow a una balsa de purín, donde se recomienda su permanencia de 4 a 8 semanas

El producto puede incorporarse a la balsa justo antes de su aplicación en el campo, si bien desde Soaga, que distribuye el producto en Galicia, se recomienda un periodo de permanencia en la fosa de purín de 4 a 8 semanas. En este tiempo, se realizarán agitaciones periódicas, así como un último batido justo antes de la aplicación, de cara a garantizar una disolución homogénea.

Éste sería el momento idóneo para incorporar el producto al purín en la fosa de cara al abonado de primavera de las praderas y tierras de cultivo de maíz

El producto es suministrado en un camión cisterna de 26 toneladas y existe la posibilidad de dividir su contenido entre dos ganaderías próximas. Cada ganadería tiene que conjugar factores como la capacidad de la balsa y el número de hectáreas a tratar. El volumen de producto puede utilizarse para aplicar en un número de hectáreas variable, en función del impacto que se desee conseguir sobre el terreno. Una vez incorporado Calcimag Flow a la balsa, el ganadero será el que decida fechas de aplicación y dosis.

Optimización del nitrógeno orgánico

Pradera de triticale con wester abonada con Calcimag Flow (a la izquierda) y sin él (en la parte derecha)

Durante el tiempo que permanece actuando en la fosa, Calcimag Flow logra incrementar el poder fertilizante del purín, habiendo demostrado ser el único material calizo eficiente al 100% que mejora la disponibilidad de nutrientes de la materia orgánica. 

Esta solución permite mejorar el suelo y ahorrar en fertilizante, al lograr un aumento de la disponibilidad de nitrógeno para las plantas

Calcimag Flow minimiza la volatilización N/NH3 y mejora la mineralización y la nitrificación, por lo tanto, la eficiencia del nitrógeno, permitiendo una reducción en el uso de fertilizantes químicos, lo que supone un importante ahorro económico en el abonado de los cultivos. 

Ventajas medioambientales

Las pruebas realizadas en el laboratorio han demostrado los efectos positivos de la utilización de Calcimag Flow mezclado con el purín sobre la retención del amoniaco, lo que equivale a un mejor aprovechamiento del poder fertilizante del purín y a una reducción evidente de los gases de efecto invernadero emitidos a la atmósfera. 

El producto reduce el mal olor en el momento de la aplicación y minimiza las pérdidas por volatilización

Por eso, a mayores de las ventajas nutricionales para los cultivos y la mejora de la fertilidad del suelo, el uso de Calcimag Flow va en consonancia con las políticas europeas definidas en la nueva PAC y el Decreto de Nutrición Sostenible de Suelos Agrícolas aprobado por el Ministerio de Agricultura, al reducir la emisión de gases de efecto invernadero y la pérdida de nutrientes. 

Desde el punto de vista social, el uso de Calcimag Flow reduce las molestias por malos olores en viviendas o núcleos de población próximos a la hora de aplicar el purín, debido al descenso en las emisiones de amoniaco y ácido sulfhídrico. Por otra parte, se evita la formación de polvo de las tradicionales aplicaciones de calizas en praderas y tierras de cultivo.

Más información: Sociedad Agrícola Gallega, SL (SOAGA)

  • Parque Empresarial Vilanova I (Vial B – Manzana 4 – Parcela 1) 36614 Baión – Vilanova de Arousa (Pontevedra)
  • Teléfono: 986 51 60 30
  • Email: soaga@soaga.com

Calcimag granulado: mucho más que una enmienda caliza, un mejorante de suelos con magnesio y oligoelementos 

En Galicia, de manera general, los suelos tienden a ser ácidos. Esta naturaleza hace que los nutrientes que aportamos mediante el abonado no estén totalmente disponibles para las plantas, provocando un mayor coste y una menor eficiencia en la fertilización. La corrección del pH del suelo y la reducción de los niveles de saturación de aluminio, es una de las claves para lograr un óptimo aprovechamiento y absorción de los nutrientes.

Para corregir esta acidez necesitamos encalar el terreno, pero no todos los productos existentes en el mercado son iguales. CALCIMAG GRANULADO procede de depósitos fósiles de algas marinas. De este modo, es más que una enmienda cálcica; es un mejorante de suelos, un producto 100% ecológico sin aditivos, que además de contener una gran cantidad de calcio, posee también magnesio y 32 oligoelementos, lo que lo convierte en el mejor corrector de suelos.

Debido a su procedencia, además de aportar calcio y magnesio, contiene oligoelementos beneficiosos para el crecimiento de las plantas, presentes de forma natural en las propias algas marinas

Otra de las características destacadas del producto es su finura de molienda, logrando de este modo un 50% más de reactividad con respecto a una cal agrícola común, explican en el Grupo Soaga, que comercializa este producto en Galicia, disponible en formato granulado para aplicar con abonadora.

Menor dosis, mejor resultado

Esta capacidad reactiva hace que la dosis a utilizar sea mucho menor que las cales habituales cuyo origen es mineral. “Las recomendaciones para la utilización Calcimag Granulado deben hacerse mediante analítica previa del terreno, pero la dosis suele ser un tercio menos que en una cal mineral”, explican los técnicos de Soaga.

Calcimag Granulado se aplica con abonadora y logra un 50% más de reactividad con respecto a una cal agrícola común de origen mineral

Calcimag es mucho más eficiente en el terreno que otros productos, garantizando un mayor aprovechamiento de los nutrientes aportados. El aumento del pH es más rápido y sostenido en el tiempo, lo que garantiza mejores resultados tanto de forma inminente, para el cultivo inmediato, como a largo plazo, prolongando de este modo la fertilidad natural del suelo.

“Aplicado en praderas permanentes, por ejemplo, Calcimag mejora la calidad del pasto y reduce además la presión de malas hierbas. Cuando lo aplicamos en praderas para siega, estaríamos preparando el terreno para los aportes de abono previos al corte de ensilado”, explican los técnicos de la empresa gallega, que asesoran a los agricultores y ganaderos para obtener un óptimo rendimiento al producto.