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Granjas desconectadas de la red eléctrica: una opción para no depender del precio de la luz

El autoconsumo eléctrico es ya una posibilidad real para las explotaciones ganaderas. Los avances logrados en los últimos años en la tecnología empleada en los paneles fotovoltaicos y el desarrollo de las baterías hace posible que una granja de pollos, de cerdos o de vacas lecheras pueda estar totalmente desconectada de la red eléctrica.

En Galicia existen ya casos de este tipo, desarrollados por la empresa Ecogal, una de las compañías líderes en el sector de las energías renovables. “Más de 500 explotaciones ganaderas han confiado en los últimos 10 años en nuestros servicios para dotarse de instalaciones de energía solar, la inmensa mayoría de ellas están conectadas a la red, pero otra parte, que representa ya el 7% del total, son instalaciones aisladas de la red”, explica Manuel Varela, socio de Ecogal.

Buena parte de las explotaciones que optan por desconectarse de la red eléctrica son de porcino, pero también las hay en el sector de la avicultura, tanto granjas de pollos y pavos como de gallinas (por ejemplo, una de 14.000 ponedoras totalmente aislada existente en Rodeiro), y en el vacuno de leche, con casos de ganaderías más de 100 vacas totalmente autosuficientes energéticamente.

Con una inversión de 15.000€ logras una instalación de cerdos aislada, porque los consumos energéticos son menores que en avicultura o en vacuno de leche

No depender de una compañía suministradora tiene ventajas, como la de no estar condicionado por las fluctuaciones de precio del mercado eléctrico, cuyas subidas muchas veces llega incluso a poner en riesgo la propia viabilidad de las granjas por el encarecimiento de los costes de producción.

Problemas frecuentes en Galicia: baja potencia contratada y mal estado de las líneas

Pero el hecho de ser independiente energéticamente también resuelve otros problemas derivados del mal estado de las líneas, las deficiencias de mantenimiento y la saturación de los transformadores, lo que provoca en muchos casos caídas de tensión.

“Los paneles fotovoltaicos ayudan mucho en los finales de línea sobre todo, porque se consume la energía donde se produce y hay que tener en cuenta que las pérdidas por transporte son elevadas. Y si se acompañan los paneles de baterías físicas, la estabilidad de la red mejora mucho”, explican en Ecogal.

Es habitual que haya un desfase de más del 50% entre la potencia de consumo y la contratada y eso limita mucho el número de placas que se pueden poner

Uno de los problemas frecuentes en muchas ganaderías a la hora de poner energía solar en los techos de sus naves es el desfase entre el consumo real necesario y potencia contratada. “En Galicia nos encontramos con la baja potencia eléctrica contratada, sobre todo en granjas que llevan 20 años funcionando, y que que han ido aumentando tanto al ganado como a las máquinas que precisan en el día a día pero sin incrementar la potencia”, indican.

Eso hace que el tamaño de la instalación solar fotovoltaica no permita cubrir todas las necesidades de la explotación. “Es una limitación importante porque no podemos instalar más potencia de la que tienen contratada y adecuar las instalaciones para poder pedir un aumento de potencia ya supone más gasto”, reconoce Manuel, que aclara que “es raro que podamos instalar en una granja la misma potencia de consumo que tienen contratada; lo habitual es que tengan un desfase de más de la mitad”, explica.

Estudio pormenorizado de consumos

La puesta en marcha de una instalación de energía solar fotovoltaica en una ganadería comienza siempre con un estudio de consumos de la explotación, que es más pormenorizado en el caso de las instalaciones aisladas. “No tienes plan B, por lo que no puede fallar nada”, reconoce Manuel.

“Hay que hacer un compendio entre medidas correctoras e instalación de placas fotovoltaicas. Nosotros lo primero que miramos al llegar a una granja son las medidas de eficiencia energética a implementar. Hay que ayudar al ganadero a optimizar su consumo. Son pequeñas inversiones comparadas con las de la propia instalación solar”, asegura.

Hay que ayudar al ganadero a optimizar su consumo; el kilovatio más inteligente es el que no se consume

“Muchas veces no se trata de producir mucha energía, sino de reducir primero el consumo para que la necesidad de producción de energía sea menor”, recomiendan desde Ecogal, que hacen hincapié en la sensibilización social. “Hay que avanzar en la cultura del ahorro energético y la buena utilización de la electricidad, al igual que se hace con el consumo de agua”, dicen.

Medidas de eficiencia energética en el ordeño y enfriamiento de la leche

“El kilovatio más inteligente es el que no se consume y una ganadería solo con medidas correctoras puede corregir entre el 15 y el 20% de su consumo. Es un plus que nosotros le ofrecemos”, explica Manuel.

La sala de ordeño y el tanque de frío de la leche representan entre el 70 y el 80% del consumo de una explotación lechera. Por eso, dicen en Ecogal, es el primer punto donde hay que centrar los esfuerzos en materia de eficiencia energética.

La sala de ordeño y el tanque de frío representan entre el 70 y el 80% del consumo eléctrico de una explotación lechera

“Hay muchos consumos ocultos en las granjas”, dicen. Por ejemplo, “hay muchos motores de salas de ordeño que no tienen aún variadores de frecuencia y generan mucha energía reactiva que ahora penaliza en la factura. Eso con una simple batería de condensadores, que cuesta 1.500€, puede corregirse. Esa granja amortiza esa inversión en solo 5 meses con lo que ahorra en la factura, porque además de eliminar los cargos por la energía reactiva, el consumo también baja porque el motor arranca mucho más despacio”, explican.

En el caso de los tanques de frío, una medida interesante son las placas intercambiadoras que extraen el calor de la leche que viene de la sala de ordeño para con ese calor calentar agua al tiempo que enfrían la leche, reduciendo también el consumo del tanque.

ECOGAL

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Francisco Gallardo (Ganadería Gallardo SC): “Cargamos las baterías con los paneles solares y nos llega para todo el día”

Ganadería Gallardo SC es una explotación lechera con un centenar de vacas en ordeño ubicada en el ayuntamiento de Mazaricos que está totalmente desconectada de la red. Tomaron esa decisión por las dificultades que se encontraron para el enganche del establo nuevo a la línea eléctrica que les pasaba justo por delante, un problema que se repite con demasiada frecuencia en Galicia.

“Cuando hace 4 años hicimos la nueva nave solicitamos el enganche a la compañía eléctrica a una línea que nos pasaba pegada al establo. Pusimos dos postes, uno para el enganche y otro para el transformador. Gastamos 23.000 euros, pero después decían que no les servía y querían 14.000€ más”, se queja Francisco Gallardo, que junto a su hijo Adrián está al frente de esta granja.

Gastamos 23.000€ para el enganche de la luz. Pusimos todo lo que nos mandó la compañía eléctrica (dos postes, un transformador) y después decían que no les servía y nos querían cobrar otros 14.000€

Ese proceso coincidió además con la subida del precio de la electricidad, que llegó casi a duplicarse, por lo que optaron por paralizar el enganche a la red y seguir suministrándose de un generador de gasóleo que habían comprado como solución de urgencia.

“Como no nos daban enganchado empezamos a trabajar con un grupo electrógeno y decidimos seguir con él. De esa manera a nosotros no nos afectaba la subida de la luz, porque con 1.500€ al mes en gasóleo arreglábamos, cuando muchas granjas en esta zona llegaron a pagar 5.000 y 6.000 euros al mes en aquella época”, aclara Francisco.

Tienen una potencia fotovoltaica instalada de 32 Kw, suficiente para el funcionamiento de todo el establo

Pero para reducir el gasto en combustible y asegurar un suministro más continuo y estable optaron el año pasado por instalar placas solares e implementar distintas medidas de ahorro energético con las que reducir el consumo en la sala de ordeño y la lechería.

Invirtieron en total 81.000€, de los que casi recuperaron la mitad a través de las subvenciones del Inega. “Por las baterías te dan el 70% y por las placas en nuestro caso fue el 30%”, aclaran.

Instalar más baterías para aprovechar la producción de los paneles fotovoltaicos

Ganadería Gallardo SC es una explotación con relevo generacional que tiene previsto aumentar en los próximos años el número de vacas en producción. De hecho, instalaciones como la sala de ordeño ya quedaron previstas para eso.

Instalaron el sistema de placas solares y baterías de almacenaje de la energía producida en el pasado mes de septiembre

Al aumentar a las cabezas de ganado también aumentará el consumo del establo, de la sala de ordeño y de la lechería. Para tener cubierta esa demanda tienen pensado instalar más baterías de almacenaje de la energía producida por las placas solares, ya que “muchas veces cortan a mediodía porque las baterías están ya a tope y no tenemos donde acumular más”, reconoce Francisco.

“Cargamos las baterías con las placas solares y si no nos llega enciende el generador de manera automática, pero la mayoría de los días no es necesario que funcione, nos llega con lo que producen las placas solares”, explica Francisco.

Ahorro importante

Poner los paneles solares con las baterías les supuso un ahorro importante, ya que “el mismo gasóleo que antes gastábamos en un mes nos llega ahora para tres meses y en verano contamos con surtirnos únicamente de las placas”, dice.

El sistema se complementa con el generador que ya tenían en la explotación, como garantía en caso de días nublados o con poca producción de energía solar, y está totalmente automatizado, de manera que si el nivel de las baterías baja del 20% enciende el generador para recargarlas.

El mismo gasóleo que antes gastábamos en un mes nos llega ahora para tres, y en verano contamos con surtirnos únicamente de las placas

Aunque no sea necesaria su contribución para cubrir el consumo energético de la explotación, el generador está programado igualmente para que encienda 15 minutos todas las semanas como forma de que el grupo electrógeno esté siempre a punto para entrar en funcionamiento en cualquier momento que sea preciso. “De esa manera no te encuentras que cuándo lo necesitas no arranca por falta de uso o de mantenimiento”, razona Francisco.

Medidas de eficiencia energética

En paralelo a las inversiones en la producción y almacenaje de la energía fotovoltaica, han hecho también mejoras en materia de ahorro energético en la ganadería, sobre todo destinadas a la reducción de consumos en la sala de ordeño y al aprovechamiento del calor generado por el tanque de la leche.

“El mayor consumo de una granja de leche es el de ordeñar y enfriar la leche. Las inversiones en reducir ese consumo se desquitan rápido, porque no es lo mismo que el motor de la sala esté a 1.400 vueltas que funcionando a ralentí a 300 y no es lo mismo que el tanque tarde hora y media en enfriar la leche que lo haga en media hora”, argumenta Francisco.

Con la instalación de una batería de condensadores en el motor de la sala de ordeño lograron reducir 12 kw al día de consumo

“Nosotros hemos puesto un variador de frecuencia para el motor de la sala de ordeño y una batería de condensadores, mientras que en la lechería hemos instalado un intercambiador de placas, un recuperador de calor y un acumulador de agua caliente, que almacena el agua caliente que precisamos para lavar la sala de ordeño al mismo tiempo que el tanque enfría la leche, reduciendo también el consumo del tanque de frío, pues la leche entra en él a 18 grados en vez de hacerlo a 33”, explica.

Mayor confort para el ganado y más producción

Tienen también previsto emplear el agua caliente generada durante el proceso de enfriamiento de la leche para los bebederos de las vacas, de manera que en invierno al no estar tan fría beban más y produzcan más leche.

Como nos sobraba energía, en el mes de septiembre tuvimos los ventiladores funcionando todo el tiempo y las vacas no notaron calor de ningún tipo

Disponer de energía a coste cero hace también que puedan tener en funcionamiento, por ejemplo, los ventiladores más tiempo sin miedo a incrementar el consumo y la factura de la luz, mejorando de este modo el confort y la producción de leche de las vacas por la minimización del estrés por calor del ganado.

“En el mes de septiembre hacía calor y pusimos los ventiladores a funcionar en continuo para bajar la temperatura del establo aprovechando la producción de energía de los paneles fotovoltaicos, que nos estaba sobrando; si hubiésemos tenido que pagar la luz seguramente no los habríamos tenido funcionando tantos días”, cuentan.

¿Qué alternativas al petróleo se presentan para la maquinaria agrícola?

El petróleo sigue siendo hoy la energía más recurrente en el campo, aunque hace años que se inició tímidamente la transición verde en la búsqueda de otras alternativas más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Son ya muchas las granjas que han echado mano de sistemas como los paneles solares para la producción de electricidad y se comienza a procurar un aprovechamiento y transformación del purín con fines energéticos. Con todo la transformación energética aun es una materia pendiente. Según los datos que maneja la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación ( FAO), el sistema alimentario sigue empleando un 30% de toda la energía utilizada en el mundo. Además, el petróleo sigue siendo fundamental. En países como Estados Unidos, de la energía empleada en el sistema alimentario, el 21% se centra en la producción agrícola. La crisis de abastecimiento de combustibles, que abarca desde el petróleo, el carbón o el gas, que se está viviendo en los últimos años urge ahora a procurar alternativas viables para la producción agroganadera. ¿Qué energías se emplearán a corto plazo para la producción alimentaria? Esta fue la pregunta en torno a la que giró la jornada técnica celebrada recientemente en el Museo vivo e integrado del campo y de la locomoción agraria ( Muvicla), situado en Láncara, Lugo. Media docena de expertos de distintos campos realizaron una radiografía de la situación actual en el campo y señalaron algunas de las alternativas que ya se están introduciendo en el campo.
Entre las alternativas que se contemplan en el sector agrario para el petróleo se encuentra el bioetanol o el hidrógeno
Países como Francia han comenzado ya a apostar por emplear el bioetanol para la maquinaria agrícola. También el uso del hidrógeno se muestra como una alternativa a tener presente para los tractores del futuro. Además, la gestión del purín y su aprovechamiento abre la posibilidad a un combustible procedente del campo.

La crisis de abastecimiento de combustibles

Uno de los condicionantes que está obligando a procurar alternativas para el petróleo en el campo es la crisis de abastecimiento de combustibles fósiles que se está detectando en los últimos años. “Estamos ante la tormenta perfecta, con un problema anticipado desde hace décadas, pero ante el que no se ha querido reaccionar, ya que obliga a hacer cambios muy profundos. Además, se esperaba que la transición hacia energías renovables fuera sencilla, lo que no está resultando así”, explica el investigador del CSIC, Antonio Turiel Martínez durante su intervención telemática en la jornada de Láncara. La crisis del petróleo se inició ya en el 2014 cuando dejó de ser rentable económicamente esta explotación y las compañías redujeron las inversiones que realizaban para buscar nuevos yacimientos. Desde el 2018 se han agudizado estas consecuencias, afectando no solo al petróleo sino también a los sucedáneos que se habían ido introduciendo. “En el peor de los escenarios, entre 2018 y 2025 podría producirse una caída de la producción del 50%. Es preciso comparar otros momentos históricos como la reducción del 4% coincidiendo con la crisis del 2008 o la del 20% durante la II Guerra Mundial para darnos cuenta de la importancia de esta reducción”, señala Turiel. Una de las consecuencias más directas es la escasez de diésel, que ya se está notando y que motiva el incremento de los precios que está experimentándose en los últimos años.
Las dificultades para abastecerse de petróleo, carbón o gas están trayendo consecuencias directas al no se haber hecho la transición a energías renovables
Junto con la crisis del petróleo, también se están detectando limitaciones en otros combustibles como el carbón, en el que también se alcanzó el máximo de explotación en el 2014; o el gas, donde Europa alcanzó el máximo de abastecimiento por tierra, después de que los dos principales proveedores (Rusia y el Argel) también tocaran el máximo de producción hace ya 10 años. Aunque para Turiel no cabe duda de que en un futuro toda la energía que se consumirá procederá de renovables, también señala que muchas de las alternativas que se están proponiendo ahora no han llegado a desarrollarse por completo e incluso puede que no lleguen a hacerlo. “Los vehículos eléctricos están lejos de poder explotarse a una escala masiva por cuestiones como la escasez de materiales que existe”, detalla el experto.
“No es solo desarrollar maquinaria que emplee nuevas energías, sino que estos combustibles deben estar disponibles. Debe haber una logística y seguridad de poder acceder a estos combustibles para los productores”: Santiago Sousa, ingeniero agrónomo
En esta misma línea, el ingeniero agrónomo Santiago Sousa, incide en la importancia de que el cambio de maquinaria con energías alternativas al petróleo tampoco suponga dificultades para los ganaderos a la hora de su gestión diaria. “Estamos viendo avances significativos en la maquinaria, con una apuesta por la tecnología y amparados en mejorar la eficiencia, pero tampoco se debe de olvidar que esta energía tiene que estar disponible, debe haber una logística y seguridad para reponerla”, señala. “Una explotación agraria o ganadera tiene que poder adquirir esa nueva maquinaria, pero también mantenerla en funcionamiento, no solo por la eficiencia de la máquina, sino por la seguridad de obtener esa energía”, destaca.

Alternativas que ya están incorporándose

El bioetanol, la obtención de combustible mediante cereales como el maíz o el trigo, es una de las alternativas que se presentan al uso de derivados del petróleo o el carbón en el ámbito agrario. Desde la Asociación Española de Bioetanol (Bio-E), creada recientemente, apuntan que el bioetanol puede convertirse no solo en una alternativa como combustible para la maquinaria agraria sino que abre una nueva demanda para los productos del campo, y puede servir para incentivar el uso de tierras de poca calidad y evitar el abandono. “El bioetanol puede contribuir a generar y mantener empleo en el rural y crear una industrial rural que añada valor a los productos agrícolas”, detalla José Ramón Freire, director general y fundador de Bio-E. En Europa se está comercializando un combustible que incorpora un 10% de bioetanol y que está presente ya en 16 estados. En países como Bulgaria, Rumanía, Dinamarca está teniendo una gran penetración. Francia también está realizando una fuerte apuesta por el bioetanol en los últimos años, comercializado com E85. “El bioetanol en Francia ha contribuído al desarrollo de los agricultores al proporcionarle una mayor demanda para sus producciones”, concreta Freire.
En Francia, el precio medio del bioetanol en el 2020 estaba en los 0,68 euros por litro, lo que suponía un ahorro del 35% para los usuarios
El precio medio del E-85 en Francia estaba en los 0,68 euros por litro en el 2020, lo que suponía un ahorro del 35% para los usuarios, según los datos manejados por Bio-E. En el país galo se pasó de contar con una red de unas 1.000 estaciones en las que se podía repostar este combustible, a pasar a sumar más de 2.500 en el 202. Compañías como Total ya han anunciado que tendrán disponible el bioetanol en todas sus gasolineras a lo largo de este 2022.
“El combustible del futuro para la maquinaria agraria será el hidrógeno. Tendremos tractores accionados con pilas de hidrógeno”
Otra de las alternativas que para algunos de los participantes en el debate se presenta como una opción de futuro es el hidrógeno. “El combustible del futuro para la maquinaria agraria será el hidrógeno, tractores accionados con pilas de hidrógeno, ya que entre otras ventajas es de las pocas alternativas que ofrece la autonomía requerida para la maquinaria en el campo”, señala Gema Flores Fernández, ingeniera agrónoma en Massey Ferguson. Desde el sector de la maquinaria está avanzando en la investigación del empleo del hidrógeno, aunque existen por el momento muchas limitaciones para su utilización en el campo. Uno de los principales retos es conseguir que proporcione la potencia precisa para mover aperos de grandes dimensiones. Al margen de procurar combustibles alternativos al petróleo, en el sector también están apostando por lograr un ahorro consiguiendo máquinas más eficientes y tecnológicas. “Las empresas de maquinaria agrícola estamos intentando que nuestros tractores y maquinaria sean cada vez más eficiente y tecnológica, para reducir el impacto ambiental y que el productor pueda conseguir un ahorro de combustible”, apunta Flores. Otra de las alternativas frente al petróleo para el sector agrario puede proceder del aprovechamiento y transformación del purín en biocombustible. “La gestión del purín permitiría resolver un problema para muchas granjas al tiempo que se aprovecha para producir energía”, apunta la doctora en veterinaria Olga Iglesias. “Debemos de ser punteros en Economía Circular con el aprovechamiento del purín”, apunta.

Souto Frade SC, innovaciones buscando eficiencia energética y calidad de vida

Marcos y José Manuel Feás están al frente de esta explotación, que ordeña 115 vacas y que está creciendo En la parroquia de Santiago de Frade, en el concello de Taboada, Marcos y José Manuel Feás decidieron dar continuidad a la explotación familiar, invirtiendo en los últimos años más de 700.000 euros en innovaciones tecnológicas y aumentando la capacidad productiva de la granja para, de este modo, diluir los costes fijos. Cuentan con tres robots de ordeño y un sistema autónomo de alimentación y, apoyados en el parque de maquinaria de la cooperativa Aira y en la gestión de la recría en conjunto con otras dos ganaderías de la zona, buscan tener calidad de vida. “Lo que queremos con todas estas innovaciones es tener un horario de trabajo razonable, como el que puede haber en cualquier otro sector, poder marchar de la granja a las 8 de la tarde y no tener que volver hasta el día siguiente por la mañana, como en cualquier otro trabajo”, dicen.
En la explotación trabajan tres personas a jornada completa
En la explotación trabajan a jornada completa tres personas: uno de los hermanos, Marcos, y una pareja contratada; mientras que José Manuel compatibiliza su profesión como ingeniero técnico agrícola en una asesoría con labores de apoyo en la granja familiar. De tres ordeños en sala a la instalación de robots Souto Frade SC es una ganadería familiar que pasó de ordeñar 30 vacas a tener hoy 115. “Hasta hace dos años estaba también mi madre en la explotación, pero ahora está jubilada y continuamos en la SC mi hermano y yo. Inicialmente yo no estaba en la granja, sino que estaba mi hermano y mis padres, pero al fallecer mi padre, hace 11 años, mi hermano se vió un poco agobiado al estar él solo, y fue entonces cuando yo decidí incorporarme para apoyarlo”, explica José Manuel.
Pasaron de 30 vacas en producción en el 2010 a 115 a día de hoy
Fue entonces, alrededor del año 2010, cuando comenzaron a crecer, haciendo una primera ampliación del establo para albergar un total de 80 animales en producción. “Empezamos a hacer tres ordeños diarios en sala con esas 80 vacas y fue cuando empezamos a mirar lo de colocar robots, pero para uno íbamos muy pasados de número de animales y para dos muy cortos, por eso fue cuando ya hicimos otra ampliación, hace 5 años, diseñando el establo para 120 vacas en producción”, cuentan. Tener un horario de trabajo “razonable” “Tengo que reconocer que inicialmente yo no era muy partidario de los robots, y no los recomendaba a las explotaciones a las que asesoraba; me parecían una disculpa para escapar del trabajo. Pero me fui dando cuenta de que los robots podían ser útiles; no servían para dejar de trabajar pero sí para trabajar de otro modo, porque a lo mejor requiere estar más encima del ganado pero de una manera más flexible”, admite José Manuel.
Inicialmente yo era antirobot, me parecía una disculpa para escapar del trabajo
Marcos y José Manuel cuentan con un empleado y entre los tres llevan la explotación, que ordeña hoy 115 vacas. Marcos es quien está más en el día a día de la granja y hace el trabajo con la maquinaria, mientras que José Manuel realiza principalmente labores de gestión. “Yo me considero medio empleado”, dice. Mayor volumen para diluir gastos fijos José Manuel es ingeniero técnico agrícola. Trabajó en Icos y en Agaca y en este momento compatibiliza el trabajo en la ganadería familiar con el de asesoramiento y elaboración de proyectos para otras explotaciones dentro de Agroxest, la oficina técnica que montó en Monterroso junto a un compañero de carrera, Eloi Pérez.
José Manuel se formó como ingeniero técnico agrícola y es un entusiasta de las innovaciones tecnológicas
José Manuel es un entusiasta de las innovaciones tecnológicas pero admite: “cada vez me cuesta más ponerme con el ordenador, prefiero venir para aquí para junto de las vacas”. Parte de su trabajo como asesor consiste en analizar las circunstancias concretas de cada explotación y valorar cuál es la dimensión idónea en cada caso para alcanzar una mayor eficiencia productiva, un criterio que también emplea en su ganadería.
En el mes de enero pondrán a funcionar el tercer robot con recría propia y la compra de 30 animales
Por eso este año acaban de acometer una nueva ampliación del establo para instalar un tercer robot. “Vemos que los que somos tenemos capacidad para atenderlo perfectamente y que ganar volumen es también una manera de diluir costes fijos, porque el sistema de alimentación nos valdría igual”, indican. Alimentación automática A finales del 2019 montaron un sistema de alimentación automatizado pionero en aquel momento en Galicia. “Yo ya había visto algunos fuera de Galicia, en Holanda y Alemania, pero aquí no había aun ninguno. De hecho, en aquel momento nos dieron una ayuda de innovación. Ahora ya hay alguno más, como el que montó Finca Asunción o también SAT A Campa”, explica José Manuel. El coste ronda los 180.00 euros, frente a los 150.000 euros que puede valer un carro autopropulsado, pero los gastos de mantenimiento y reparaciones son menores, considera. “El único gasto es el consumo de luz, que pueden ser 5 euros diarios, pero al no llevar motor de combustión pienso que se ahorra en piezas y averías”, dice. A pesar de contar con múliples mecanismos de protección, este año una tormenta entró por el cable de la señal wiffi estropeando una placa base y obligando a tener parado el sistema mientras no era sustituida la pieza, pero solventaron gracias al servicio que les prestó momentáneamente, durante dos días, el carro de la cooperativa Aira. 8 repartos de comida al día Souto Frade optó para automatizar la alimentación por el sistema que oferta la empresa Triolet, una compañía que se dedica a la fabricación de carros mezcladores y que está considerada puntera también en este campo a nivel europeo, aunque su tecnología estaba en ese momento poco introducida en España. “Había varios sistemas pero este era el que mejor se nos adaptaba y pensamos que acertamos”, dicen. Contaban con un hándicap a la hora de instalar el sistema automatizado de alimentación y era el poco espacio disponible para colocar la unidad de almacenamiento de forraje. “En otros sitios cargan cada varios días, pero nosotros tenemos poco sitio y tenemos que desensilar casi todos los días. Cargamos cada día y medio o dos días la unidad de almacenamiento, pero si seguimos creciendo un poco más tendremos que cargar todos los días. Es un trabajo que no lleva mucho tiempo y de este modo tiene la ventaja de que el forraje que reciben las vacas va más fresco. Desde que pusimos en marcha este sistema notamos que perdemos mucha menos comida, antes se estropeaba más la ración, a veces fermentaba en el pesebre, y eso ahora no pasa y eso también es dinero, porque es comida tirada”, razonan.
Desensilan diariamente y la unidad se encarga de hacer 8 repartos de comida entre las 9 de la mañana y la 1 de la madrugada
Una vez depositados los tacos de silo de maíz y de hierba, la propia máquina se encarga de mezclarlos con el resto de ingredientes de la ración y de repartírsela a las vacas en el pesebre a lo largo del día y la noche, con 8 pasadas por jornada. “Por el día repartimos cada 2 horas y por la noche hacemos un último reparto a la 1 de la madrugada y no volvemos a repartir hasta las 9 de la mañana del día siguiente para poder tener el comedero vacío a primera hora y poder limpiarlo”, explican. “Vemos también que aunque hiciésemos más comida no la comerían, quedaría tirada, porque la capacidad de ingesta de las vacas es la que es”, aclara José Manuel. Ahorro energético En paralelo a la automatización de la granja, Souto Frade apostó por incorporar sistemas de producción de energía renovable. “Tenemos 20 Kw de placas solares para venta de energía desde hace 10 años, porque las pusimos en el momento en el que estaba subvencionada la venta de la energía, y otros 15 Kw para autoconsumo. Y también instalamos un molino de viento para autoconsumo”, explica José Manuel. “Tenemos un consumo aproximado de unos 6.000 Kw al mes y con la producción propia que tenemos logramos rebajar en un 30% la factura eléctrica de la granja”, cuenta. Tanto los robots de ordeño como el sistema automático de alimentación provocan un consumo constante, con lo que sacan un mayor partido tanto a las placas solares como al molino de viento.
La subida desde el mes de junio ha sido tremenda, pasamos de pagar 900 euros al mes a 1.800 y si no fuese por las placas solares estaríamos en 2.500
Sin embargo, el cambio tarifario producido en el mes de junio y la escalada de precios de la energía a partir del verano hizo que su factura se haya disparado, duplicando su importe al pasar de unos 900€ mensuales antes del verano a 1.800 en la actualidad. “Es una barbaridad lo que ha subido la luz y si no fuese por las placas solares y el molino de viento que tenemos estaríamos en 2.500 o 3.000 euros al mes de gasto”, se quejan. Objetivo: estabilizar la explotación Al estar creciendo, Souto Frade SC insemina a todas las vacas con frisón pero hace un uso limitado del semen sexado. “Empleamos algo solo en las novillas”, explican. Para poner a andar el tercer robot han previsto comprar un lote de 30 animales en el mes de enero y sumarle una docena de novillas de recría próximas al parto. “La idea no es completarlo de golpe, porque eso supone un desembolso económico importante”, admiten.
Al librarnos de parte del trabajo de recría tenemos capacidad para atender el ganado de un tercer robot y de este modo diluir los costes fijos
En todas las mejoras que han ido acometiendo en los últimos años José Manuel calcula que han invertido entre 700.000 y 800.000 euros. “Es cierto que para dedicarte hoy a producir leche a este nivel necesitas mucha inversión y está claro también que es un sector en el que arriesgas mucho para lograr poco más que un salario normal, pero por lo demás es como cualquier otro negocio”, dice José Manuel, que considera que “como en cualquier otra empresa si esperas a tener el dinero para poder invertir o crecer el ritmo va a ser mucho más lento, las mejoras hay que financiarlas para llegar a ellas antes”, opina. Mejorar la ventilación Souto Frade SC partía de una nave antigua que precisó de sucesivas reformas y ampliaciones para poder acoger las distintas innovaciones tecnológicas incorporadas y aunque el resultado final es una instalación funcional, arrastra ciertos defectos estructurales difíciles de corregir. “Es una nave muy vieja en la que fuimos haciendo obras, pero la mitad inicial fue construida hace 26 años. Como es bastante baja la tenemos abierta para facilitar la ventilación y al retirar el establo antiguo para hacer la última ampliación para el tercer robot pensamos que vamos a lograr mejorar un poco la circulación de aire y reducir el estrés por calor que sufren los animales en verano”, indican.
La poca altura de la nave hace que la efectividad de los ventiladores sea menor, por lo que estudian complementarlos con una línea de aspersores
Disponen además de dos ventiladores grandes para mover el aire que se acumula en el techo de la nave. Los tienen programados para que arranquen a partir de 24 grados. “Este tipo de ventiladores cubren una gran superficie y generan un movimiento continuo del aire pero aquí al ser un establo tan bajo su efecto se nota menos”, reconocen. Por eso están pensando en complementarlos con nebulizadores para pulverizar vapor de agua. Colchoneta de agua con carbonato y serrín por arriba Al igual que sucede con la altura del establo, la dimensión de los cubículos es otro de los hándicaps que arrastran por la antigüedad de las instalaciones. “A mí me gustan las camas vacías y cuando como técnico hago un proyecto de una nave es lo que recomiendo a mis clientes, y luego cada uno que escoja el material que quiera. Pero en nuestro caso aquí las instalaciones no se adaptaban bien a eso. Estuvimos usando arena dos años pero tuvimos que cambiar. La arena sale muy barata como material pero luego tiene otros inconvenientes en los que la gente muchas veces no repara o de los que no echa cuentas, por lo que al final si sumas esos costes lo que ahorras por un lado lo gastas por otro. Porque hay más desgaste en las piezas del robot y en la arrobadera y hay que sacar la arena acumulada de la balsa de purín y de la cisterna”, relata José Manuel.
Al usar por debajo la colchoneta hemos reducido dos tercios del gasto de la mezcla de relleno, pasamos de gastar 1.500 euros de carbonato al mes a 500
Por eso, Souto Frade ha optado por una solución mixta de colchoneta + carbonato para poder eliminar la arena sin disparar el gasto de las camas y han escogido una colchoneta de agua que evita que las vacas se rocen, algo habitual con otro tipo de colchonetas. “En estas colchonetas de agua las vacas están como flotando, no están en contacto con el cemento, y por encima de ellas rellenamos con una mezcla de serrín con carbonato. Al usar la colchoneta reduces mucho el uso de material de relleno y de este modo usamos aproximadamente un tercio del que usaríamos si el cubículo estuviera vacío, sin colchoneta”, calculan.
Aunque no son lo ideal, en este tipo de colchonetas de agua las vacas están como flotando y no se rozan tanto como en las otras
En cuanto al mantenimiento, también ahorran algo de trabajo, porque es más fácil. “Les damos una pasada estirando el material de relleno tanto por la mañana como por la noche”, explican. Con todo, y a pesar de las ventajas económicas y de mano de obra, en la nueva ampliación optaron por hacer cubículos más grandes y camas sin colchoneta. “Al instalar el tercer robot podremos hacer dos lotes. Pienso que para vacas grandes funcionan mejor los cubículos vacíos. Para primerizas, por ejemplo, puede valer este sistema de colchoneta con relleno, están cómodas, aunque no sea el ideal”, insiste. Posibilidad de producir leche A2A2 En esta ganadería de Taboada se mueven a lo largo del año entre los 36 y los 37 litros de media por vaca y día con promedios de 3,1 ordeños diarios por animal. La materia grasa se sitúa en 3,60% y la proteína en 3,45% y les recoge la leche la cooperativa Aira. La puesta en funcionamento a partir de enero del tercer robot les permitirá poder hacer un lote de producción diferenciado, bien por edad o por otras características. “Tendríamos fácil, por ejemplo, seleccionar aquellos animales de la granja que tuvieran un perfil de leche A2A2 y mandar esa leche a un tanque distinto”, ejemplifican.
Se mueven a lo largo del año en una producción media de entre 36 y 37 litros, con un 3,6% de grasa y un 3,45% de proteína
Aunque no tienen genotipada su cabaña, José Manuel considera que un tercio de sus vacas podrían estar produciendo leche con Beta Caseína A2, producida de manera natural por vacas con el gen A2A2, sin que esté siendo valorizada por la industria que les recoge la leche. “Lo de la leche A2A2 fue algo que parecía que iba a arrancar pero ahora veo que está algo parado. La propia cooperativa Aira hizo un estudio previo con 2 o 3 granjas para ver qué porcentaje de animales darían ese perfil y salía que alrededor de un 40% de la cabaña ganadera produciría leche A2A2. De esta manera, al instalar el tercer robot, si finalmente eso sale adelante porque existe demanda, nosotros estaríamos en condiciones de poder ofertar esa materia prima diferenciada sin necesidad de cambiar de vacas”, argumenta.

Recría en conjunto con otras dos explotaciones vecinas para poder seguir creciendo

Instalaciones de Granxa Renota, que comezó a recibir ganado de las tres ganaderías en el mes de julio Tres ganaderías de Taboada –Souto Frade SC, Novoa SC y Luis Miguel Rojo Vázquez (la antigua Millán SC)– han comprado este año una explotación en desuso de la zona y la han habilitado para hacer la recría en conjunto, descongestionando de este modo las instalaciones de las tres ganaderías, lo que les va a permitir a cada una de ellas aumentar el número de animales en producción y reducir los costes de la recría, con una gestión más eficiente que la realizada individualmente. El modelo es semejante al que han implementado ya otras ganaderías gallegas desde hace años, como por ejemplo SAT Xercas en Xermade o Ganxabar en Mazaricos. El estudio técnico de funcionamiento ha sido realizado por los servicios veterinarios de la cooperativa Aira, estableciéndose una cuota fija mensual por compra de la instalación, que fue adquirida a partes iguales (un tercio cada uno) por las tres explotaciones socias, y un pago por animal y día de estancia, fijado en 2,10€/día, con los que hacer frente a los costes de alimentación y otros gastos variables.
Granxa Renota (Recria Novillas Taboada) comenzó a funcionar en el mes de julio
Todos los servicios son externos, tanto los de alimentación como los veterinarios, prestados por la cooperativa Aira y para atender el ganado disponen de un empleado, al que pagan su salario entre las tres ganaderías con la cuota establecida de 2,10 euros diarios por ternera. “Si hay que tomar una decisión estratégica importante en un momento dado la tomaremos nosotros, las tres ganaderías socias, pero nosotros no podemos estar pendientes del día a día del centro de recría si queremos centrarnos en atender las vacas en producción que tenemos en nuestras granjas”, justifica José Manuel.
La nave fue comprada a partes iguales por las tres ganaderías socias y para el funcionamiento tienen una cuota establecida de 2,10 euros por animal y día
La intención de las tres ganaderías es poder hacer el destete de las terneras ya en las instalaciones de recría, aunque para arrancar su puesta en marcha inicialmente han optado por hacer la fase inicial de lactancia en cada granja y enviar luego los animales ya destetados a la nave de recría en conjunto, con entre dos meses y medio y tres meses de vida. “Lo ideal sería llevar para allí a las terneras ya de pequeñas, porque sufrirían menos, pero preferimos empezar de forma más escalonada”, explican. Los primeros animales entraron en el mes de julio en las instalaciones, que acogen en este momento unas 40 terneras de las tres granjas, y todos los meses llevan media docena de becerras una vez destetadas. Tres años en el Rancho Las Nieves Souto Frade hace el destete en sus instalaciones antes de enviar a las terneras a la nave de recría en conjunto En este momento Souto Frade aprovecha el establo de un vecino que se jubiló, situado a 300 metros del suyo , para tener las terneras pequeñas, a la espera de tener plenamente operativas las nuevas instalaciones de recría en conjunto. Anteriormente, durante 3 años esta ganadería hizo la recría en el Rancho Las Nieves de Zaragoza pero pararon de mandarlas por el alto coste. “Empezamos a mandarlas cuando montamos los robots porque no teníamos sitio aquí, pero después coincidió que vino aquella bajada tan grande en el precio de la leche en 2015 y no daba lo que ingresabas por la leche para pagar allí la recría de las novillas, y fue entonces cuando quedó libre el establo de este vecino y decidimos traer todo para aquí y hacer nosotros la recría”, cuentan.
Visto con perspectiva quizás fue un error dejar de mandarlas a Zaragoza, porque en los últimos años hemos frenado un poco la evolución de la explotación, allí adelantabas dos meses y medio en cada novilla
“Esto es algo dinámico y hay que ir adaptándose a las circunstancias. En aquel momento no nos quedaba más remedio, era mejor cerrar la granja que seguir así, por lo que fue una solución, pero visto con perspectiva de 4 o 5 años después, aquella decisión fue un error, porque en centros de recría de este tipo obtienes mejores resultados. Haciendo la recría nosotros aquí perdíamos dos meses y medio de producción de leche en cada novilla con respecto a estar en el Rancho. De estar pariendo las terneras con 23 o 24 meses pasamos a 27 meses”, reconoce José Manuel, que espera poder mejorar esos niveles al pasar a hacer la recría en conjunto en las nuevas instalaciones, “que son mucho mejores que las que tenemos ahora nosotros, un auténtico lujo para las novillas”, dice. Necesidades de mano de obra A mayores de la comodidad y amplitud de la nueva nave de recría, otra de las claves estará en contar con personal específico para atenderla. “Tú puedes saber toda la teoría sobre la recría, pero al final si no dispones del tiempo necesario siempre cometes algún error y esos pequeños errores son los que te penalizan”, considera.
Si una ternera pasa una semana con pneumonía después ya no crece como tenía que crecer, son esas cosas las que te penalizan en la recría
“Muchas veces la diferencia entre una vaca que llega a los 13.000 litros de producción y una que se queda en los 10.000 son cuestiones de ese tipo, porque si una novilla no arranca bien en el primer parto luego nunca va a dar de sí todo lo que debería, o si una vaca enferma y tardas en detectarlo has perdido buena parte de la lactación”, indica José Manuel. “El manejo condiciona en buena medida la producción de los animales”, concluye. Pero para eso, dice, hay que disponer de mano de obra, que es algo de lo que carecen muchas explotaciones. “Yo ya sé que separar las vacas que están en celo evita muchas veces accidentes del ganado en el establo, pero nosotros aquí no lo hacemos”, ejemplifica. 90 hectáreas de superficie De las tareas de siembra y ensilado se encarga el parque de maquinaria de la cooperativa Aira La limitada mano de obra y la necesidad de más inversión en maquinaria que requeriría hace que Souto Frade subcontrate la mayoría de los trabajos agrícolas. Hoy manejan unas 90 hectáreas de superficie, de las que trabajan más intensamente unas 70, mientras que otras 20, de peor calidad, las emplean para recoger forraje seco. “Cultivamos maíz en rotación con raigrás en unas 35 hectáreas y otras 35 las dedicamos la pradera permanente de raigrás”, explica Marcos. “Maquinaria tenemos muy poca, dependemos casi todo de trabajos contratados”, añade, indicando que su ganadería trabaja habitualmente con el parque de maquinaria de la cooperativa Aira.
Del trabajo agrario de la granja se encarga el parque de maquinaria de la cooperativa Aira
“En nuestra explotación, contando con la superficie propia en sí, tendríamos solo para 80 animales, pero nos damos cuenta que en la zona donde estamos cada vez hay más gente que se jubila y cierra la explotación y las que quedamos tenemos posibilidad de hacernos con esa tierra para poder seguir creciendo”, dicen.

Abierto el plazo para solicitar nuevas ayudas para instalación de energías renovables en viviendas

La convocatoria incluye energías térmicas y producción de electricidad para autoconsumo en viviendas La Xunta de Galicia abre esta semana el plazo de solicitud de nuevas líneas de ayudas dirigidas al autoconsumo y las energías renovables en el sector residencial y terciario destinadas a particulares, autónomos, entidades sin ánimo de lucro y administraciones públicas. En total, con un presupuesto de 17,2 millones de euros, el objetivo es llegar a 3.000 beneficiarios y crear alrededor de 300 empleos y está destinada fundamentalmente a fomentar la energía térmica y fotovoltaica en viviendas. Estas nuevas líneas de ayudas se suman a las dirigidas al autoconsumo y almacenamiento energético en empresas, entre las que se incluyen las explotaciones ganaderas, abiertas en el mes de octubre, por lo que el presupuesto total con el que cuenta Galicia para fomento de energías renovables asciende a 37 millones de euros.
A las nuevas líneas de ayudas pueden acogerse tanto particulares como autónomos
En concreto, todas aquellas personas interesadas ya pueden solicitar los apoyos al autoconsumo y almacenamiento eléctrico a partir de proyectos basados en energías renovables, una línea para la que el Gobierno gallego destina 11,5 millones de euros. La intensidad de estos apoyos, de concurrencia no competitiva –es decir, por orden de presentación de solicitudes–, varía en función de la instalación pero se calcula que pueda permitir ahorros en las facturas energéticas de 2,6 millones de euros al año y movilizar 28 millones.
Las subvenciones están destinadas fundamentalmente la energía térmica y fotovoltaica en viviendas
Por otra parte, durante esta semana también se abre el plazo para la solicitud de ayudas de energía térmica residencial. En concreto, desde este miércoles 15 de diciembre, se activará la convocatoria para apoyar proyectos de geotermia e hidrotermia y el jueves 16 se abrirá la referida a iniciativas basadas en aerotermia. Asimismo, a partir del viernes 17 podrán solicitarse los apoyos para proyectos de biomasa y energía solar térmica. Esta línea de ayudas de renovables térmicas ve dirigida al sector residencial y cuenta con una dotación de cerca de 5,7 millones de euros y, aunque la intensidad de la ayuda también es muy variable, los apoyos pueden llegar a los 13.500 euros en el caso de instalaciones geotérmicas de circuito cerrado. El objetivo es movilizar alrededor de 10 millones de euros y alcanzar ahorros económicos de 500.000 euros al año.
Esta nueva convocatoria está financiada con fondos Next Generation de la UE destinados a la recuperación económica tras la pandemia provocada por la covid-19
Las peticiones de ayuda se presentarán directamente por el solicitante, excepto en el caso de personas físicas que no realicen actividades económicas o una comunidad de propietarios, que lo harán a través de entidades colaboradoras. Mitigar la escalada de precios de la factura de la luz Caldera de biomasa en una vivienda A través de estas convocatorias, la Xunta sigue impulsando el uso de energías renovables entre todo tipo de usuarios –hogares, empresas y administraciones– con el objetivo de avanzar en la transición ecológica. Así, estos apoyos contribuirán a la reducción de los costes energéticos de los beneficiarios, en un momento de continua escalada de precios en la factura de la luz que tienen que pagar familias y empresas; además de la creación de empleo, la reactivación económica y la mejora ambiental que repercute en la calidad de vida de los ciudadanos. Las convocatorias, financiadas con fondos procedentes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, se suman a las abiertas en octubre y dirigidas a empresas y explotaciones agroganaderas, que con un presupuesto de 19,8 millones de euros buscan fomentar también el autoconsumo y el almacenamiento energético.
Desde el mes de octubre está abierto también el plazo para proyectos de autoconsumo y almacenamiento energético en empresas y explotaciones ganaderas
De este modo, entre las ayudas para autoconsumo y fomento de las energías renovables que se abren esta semana y las líneas que se convocaron en octubre para empresas, la Xunta, a través de la Vicepresidencia segunda y Consellería de Economía, Empresa e Innovación, destina 37 millones de euros, lo que se traducirá en una movilización de inversiones público-privadas de 98 millones de euros, ahorros económicos de 10 millones al año y la reducción de 33.100 toneladas de emisiones anuales de CO2 –equivalente a plantar 1.655.000 árboles–.

Convocadas las ayudas para energías renovables y ahorro energético en el agro

El Instituto Enerxético de Galicia ha abierto la convocatoria de ayudas para la instalación de energías renovables en el campo y para proyectos de ahorro energético. El presupuesto total de las subvenciones, dirigidas a explotaciones agrarias, es de 2,5 millones de euros y hay un mes de plazo para solicitarlas.

Este es el primer año en el que las ayudas son por concurrencia competitiva, esto es, no cuenta la orden en la que se presenten, siempre que se presenten en plazo, sino que se puntuará cada solicitud y serán las más valoradas las que reciban las subvenciones.

La mayor parte de los apoyos se orientan a proyectos de energías renovables eléctricas (solar fotovoltaica o minieólica), con 1,5 millones de euros; en tanto que habrá 500.000 euros para energías renovables térmicas (biomasa, aerotermia, geotermia, biogás y solar térmica) y otros 500.000 euros para iniciativas de ahorro energético.

La cuantía de la ayuda será del 30% del coste elegible de la nueva instalación, con un máximo de 100.000 euros por proyecto y de 300.000 por empresa. La intensidad de la ayuda aumentará un 20% en el caso de pequeñas empresas (recibirán un 50% del costo) y en un 10% en medianas empresas (40% del costo). La inversión mínima para que la actuación sea subvencionable será de 5.000 euros.

Criterios de valoración
Los criterios de valoración que seguirá la Xunta para puntuar las solicitudes son los siguientes:

– Para proyectos de energías renovables, se otorgarán 30 puntos si la explotación agraria no se abastece con ninguna fuente de energía renovable de la misma tecnología para la que se solicita la ayuda. De lo contrario, tendrá 0 puntos.

– Para proyectos de ahorro energético, se valora el porcentaje de reducción del consumo en relación con la instalación preexistente. Se valorará con 1 punto por cada 1% de ahorro, hasta un máximo de 30 puntos.

– Se otorgarán 20 puntos para centros de trabajo aislados de la red eléctrica y 0 puntos a las conectadas a la red. También se otorgará la puntuación máxima de 20 puntos a las explotaciones que con posterioridad al 1 de enero de 2016 soportaron inversiones en infraestructura de tendido de línea y posteriormente la cedieron a la empresa distribuidora de la zona.

– Recibirán 20 puntos las explotaciones agrarias prioritarias del Registro de Explotaciones Agrarias de Galicia (Reaga).

– Localización geográfica del proyecto, hasta 30 puntos. Se valorarán los proyectos que se desarrollen en zonas económicamente menos favorecidas utilizando los datos mas recientes disponibles por el Instituto Gallego de Estadística de la renta disponible bruta por habitante de los municipios gallegos. En concreto, se utilizarán los datos correspondientes al año 2017, que se pueden descargar de la web del Instituto Galego de Estadística en la sección Economía/Sistema Cuentas/Renta.

Más información
Claves para el ahorro energético en granjas (Noticia de Empresa).

SAT San Miguel, 20 años de unión en busca de calidad de vida

De izquierda a derecha, Alejandro, Antonio, Carlos y Jesús, cuatro de los cinco socios de la SAT "Lo que queríamos era mejorar y el que más perdía iba a ganar, lo teníamos todos claro". Así resume Carlos Dablanca la creación en 1998 de la SAT San Miguel, en Camoucos, en la parroquia de Berbetouros, perteneciente al ayuntamiento lucense de Palas de Rei. Tan claro lo tenían que en menos de un mes tenían la sociedad constituida y tal es la sintonía entre ellos que en estos más de 20 años de trabajo en conjunto siempre han tomado las decisiones por consenso y sin necesidad nunca de hacer una votación. "Uno de los socios, José Manuel Iglesias, estaba en ese momento haciendo el curso de incorporación y me habló de esa posibilidad de agrupar las granjas, algo que ya estaba funcionando en otros lugares. El 3 de septiembre comenzamos a hablar entre los vecinos y a finales de septiembre estaba la SAT constituida", recuerda Carlos. Al proyecto se sumaron también Antonio Viña, Jesús Prieto y José Antonio Rodríguez, hoy sustituido por su hijo Alejandro tras su jubilación hace tres años. Pero a pesar de resultarles fácil tomar la decisión de unirse, lo difícil vendría después. "Le debemos mucho a Caja Rural, gracias a ellos seguimos adelante. Fueron 130 millones de pesetas de inversión hace 20 años. En el Plan de Mejora solo habíamos podido meter 100 millones porque el sistema informático no dejaba meter más y luego pedimos otros 45 millones en créditos personales", recuerdan.
Comenzaron con 120 vacas y 700.000 litros de cuota y hoy ordeñan 250 y producen tres millones de litros al año
Destinaron el dinero a construir la nave principal, la sala de ordeño, cuatro silos y a comprar vacas, que no entraban en el Plan de Mejora. Los animales que cada uno tenía en sus explotaciones los valoraron por igual, diferenciando solo por su edad, y a mayores compraron 2 camiones de vacas de la Bretaña francesa y otro de Holanda. "El 9 de diciembre de 1999 metimos aquí las vacas, todos los años lo celebramos con una comida", cuenta Carlos. En total, empezaron ordeñando 120 vacas para una cuota de 700.000 litros; hoy tienen el doble de cabezas en producción y dan 3 millones de litros al año, que venden a Pascual desde hace 6 años. La explotación fue ganando en eficiencia y a día de hoy les permite tener un salarios dignos y tiempo libre como en cualquier otra profesión, que era realmente el objetivo que los llevó a constituir a SAT. Pero "los comienzos fueron fastidiados", reconocen. "El empiece fue difícil desde el punto de vista económico más que organizativo. Metimos vacas que venían de trabado y no se adaptaron, algunas de las que compramos también fallaron y durante 6 meses no cobramos un duro", detalla Carlos. Incrementar la producción por vaca Los cubículos más antiguos, de hace 20 años son muy altos y quieren reformarlos Año y medio después hicieron una nave para la recría y trajeron a las novillas para ella y luego poco a poco fueron ampliando y mejorando aquellas instalaciones iniciales hasta contar hoy con 500 animales en total, la mitad de ellos en producción, aunque su idea de cara al futuro "no es aumentar en cabezas, es aumentar en litros con los mismos animales", indican. Para eso quieren reformar los cubículos iniciales, construidos hace 20 años con perfiles muy altos, para rebajarlos y aumentar también su anchura, que en este momento es de 1,20 metros, para que de este modo las vacas ganen en confort, bienestar y producción.
Nuestra idea no es aumentar en cabezas, es aumentar en litros con los mismos animales
Llevan también unos meses probando distintos materiales para las camas, que en la nave de producción principal es de colchoneta de goma con carbonato pero en una ampliación que hicieron posteriormente para las vacas problemáticas, con cubículos más anchos, cambiaron por una mezcla de serrín, corcho y carbonato que no les ha convencido del todo porque les supuso un incremento en los recuentos de células somáticas. La calidad higiénico-sanitaria de la leche es precisamente otro de los aspectos en los que ponen énfasis, dado que la empresa que les recoge prima a bacterioloxía. "En eso estamos siempre por debajo de 10. Pascual por debajo de 25 ya te lo tiene en cuenta y si bajas de 11 te aplica un extra", explica Carlos.   Probaron una mezcla de serrín, carbonato y corcho pero no les ha convencido por el aumento de células que notaron Cuatro lotes de animales en producción A los animales en producción los tienen divididos en cuatro lotes: uno es el de las recién paridas, en cama libre de paja; otro la de las vacas más grandes en cuanto a tamaño, que están en la zona de cubículos más anchos, y luego estarían en la nave principal dos lotes más, uno en el que priman las primerizas y otro en el que hay vacas adultas fundamentalmente.
Nosotros aprovechamos mucho las vacas de desvieje, hemos puesto el corte en 25 litros
Los cuatro lotes, sin embargo, reciben la misma composición en la ración, con la única diferencia que en las primerizas la cantidad es menor. La ración de producción está formada en este momento por 36 kilos de silo de maíz, 8 de silo de hierba, 9 de bagazo de cerveza, que traen de la fábrica de Estrella Galicia, 5 de maíz molido y 6 de harina de colza. Cuentan con carro mezclador propio en la explotación, que comparten con otra ganadería de la zona y disponen de un arrimador automático "que es de todos nosotros el que más trabaja de la granja, porque funciona 12 horas diarias e igual hace 10 kilómetros cada día", indica Carlos. Zona de posparto con cama libre de paja, sin cubículos, y capacidad para 28 animales La producción media anual por vaca es de 36 litros diarios, con un 3,60% de grasa y un 3,40% de proteína. "No tenemos mucha grasa porque a nosotros lo que nos interesa es dar litros y no tenemos tampoco un promedio de producción muy alto porque nosotros aprovechamos mucho las vacas de desvieje, porque tenemos sitio y mientras tanto engordan para mandarlas al matadero, hemos puesto el corte en 25 litros", explica. Sin embargo, este año su estrategia en cuanto al reemplazo no les ha resultado igual de rentable que en años anteriores por culpa de la bajada de precios de las vacas para el matadero. "Aquí hubo vacas gordas de desvieje que dejaron 1.400 euros y ahora tranquilamente ese tipo de animales están valiendo 400 euros menos", lamenta Carlos. Ventilación y luminosidad La colocación de una cumbrera transparente y la sustitución de los ventiladores son los próximos proyectos Las instalaciones se encuentran en este momento al máximo de su capacidad y, por ahora, no prevén hacer más ampliaciones para acoger a más animales, lo que les obligaría también a tener que ampliar su superficie agraria o a comprar más insumos, pero sí que pretenden seguir modernizando las naves hechas hace 20 años. La última ampliación que hicieron fue la construcción el año pasado de una nave nueva para la recría, lo que les permitió liberar espacio para destinarlo a una zona de posparto con capacidad para 28 animales donde están tanto vacas como novillas recién paridas en cama libre de paja, sin cubículos. "Cuando paren van para allí y están hasta que hay que hacer sitio para que entre otra, normalmente pasan allí un mes y lo notamos mucho, ya no solo porque hay menos bajas sino porque la vaca arranca mucho mejor en la leche y produce más durante la lactación que si la metes de la paridera al cubículo directamente", afirma Carlos.
Pretenden incrementar la producción por vaca mejorando el bienestar y comodidad del ganado
Otra de las obras que tienen solicitada es el cambio de la cumbrera actual de uralita por una de metacrilato transparente para ganar de este modo claridad en la parte central de la nave, sobre el pasillo de alimentación, y fomentar de este modo una mayor ingesta de alimento por parte de los animales. También quieren aprovechar para modificar el sistema de ventilación actual, formado por 13 ventiladores interiores, que serían sustituidos por ventiladores exteriores conectados a unos conductos de ventilación mediante tubos de lona colgados del techo, que distribuirían el aire por toda la nave, con lo que lograrían una mayor eficacia en la reducción de la temperatura en el interior de la granja gracias a uno reparto más uniforme del aire, así como un importante ahorro energético. Recría propia Destetan a los 70 días y llevan ya 12 años usando amamantadora nodriza Que la recría estuviese más cómoda fue también lo que motivó la construcción hace un año en esta SAT de una nueva nave para las terneras pequeñas. "Llevamos ya 12 años alimentando a las terneras pequeñas mediante amamantadora nodriza, pero disponían de poco sitio y estaban muy amontonadas. Ahora están mucho más cómodas. Las destetamos a los 70 días con una curva de lactancia con un máximo de 8 litros de leche y luego pasan para un lote en el que están con pienso y hierba seca hasta que cumplen los seis meses, en el que ya pasan a comer ración, una específica para ellas que les hacemos hasta los 12 meses. Después de esa edad comen ya la ración de las vacas secas, a base de silo de hierba y paja y algo de silo de maíz, colza y harina de maíz", explica Carlos.
Para ahorrar en paja han construído la zona de comedero en cemento y la zona de descanso en cama caliente
En esta nueva nave de recría las terneras están hasta los 6 meses en cama caliente de paja, primero en la zona de la amamantadora y luego en en un lote contiguo en el que son alimentadas con pienso y hierba seca. "Fue algo que notamos también mucho, en la paja están mucho mejor y al estar más cómodas también crecen más. Lo que sí que hicimos fue a separar la zona de comedero, en la que no echamos paja y que se limpia con una arrobadera, de la de descanso, donde estramos con paja, para así gastar menos paja y ahorrar", cuenta. También en la zona que habilitaron para el posparto emplearon este mismo sistema, con una división que separa el lugar en el que se acuestan las vacas en paja de la zona de cemento donde comen. Las vacas secas y las novillas preñadas disponen de un patio para poder salir libremente al exterior SAT San Miguel cubre sus necesidades de reemplazo con recría propia, por lo que en este aspecto también es autosuficiente. "Hacemos la recría nosotros y recriamos todo siguiendo el Programa de Acoplamientos de Africor Lugo", explican. De la reproducción se encarga José Manuel, con una estrategia que busca mayor longevidad a través de aspectos como la dureza de patas. El promedio de partos de esta explotación es de 2,8 y el ganado destaca por la facilidad de parto, ya que en sus más de 20 años de historia tan solo han tenido una docena de cesáreas. La paridera, igual que la zona de la recría y otras partes de la granja, la tienen siempre vigilada con cámaras, lo que les permite detectar el momento justo del parto y poder intervenir. "Ya hemos salvado alguna cría gracias a las cámaras, ya que cuando no estamos aquí y hay una vaca próxima podemos hacerle el seguimiento desde casa o a través del móvil", explican. Emplean semen sexado solo en las primerizas y hacen la primera reproducción en función de la configuración morfológica individual que cada ternera. "Inseminamos por tamaño pero nunca antes de los 13 meses y si tienen poco tamaño les esperamos más tiempo", explica Carlos. Una vez preñadas y confirmadas las terneras pasan a otro lote en el que tienen acceso libre a un patio exterior. También lo tienen las vacas secas, que disponen de una finca de 4.000 metros para moverse y con las que comparten después instalaciones las novillas hasta el momento del parto. Secan las vacas en producción a los 7 meses (56 días de secado). "Si en ese momento alguna está dando mucha leche la tenemos 5 días a agua y paja", indican. En esta nave de preparto que comparten las vacas secas y las terneras preñadas disponen además de un sistema de pulverización con agua en los pasillos mediante un programador para de este modo facilitar su limpieza. Especialización en las distintas tareas Además de los 5 socios actuales, SAT San Miguel tiene a dos personas contratadas: un vecino de Bertetouros y un inmigrante de origen marroquí al que pagan 1.050 euros y al que ponen vivienda, luz y agua gratis. "Cada uno de nosotros tiene unas tareas asignadas, aquí llegamos a la mañana y cada uno sabe ya lo que tiene que hacer", explica Carlos, que hizo tres años de formación agropecuaria y se encarga de todo el papeleo, facturación y proveedores. "Aunque sabemos hacer de todo, desde el comienzo teníamos claro que nos teníamos que especializar y cada uno escogió lo que más le gustaba, de este modo estás más a gusto y tratas de mejorar", añaden. Por ejemplo, José Manuel es el responsable de la reproducción, Jesús se encarga del cuidado de la recría y el mantenimiento de las camas y Antonio está centrado en la maquinaria y el trabajo de campo.
Cada uno escogió lo que más le gustaba, de este modo estás más contento en el trabajo y tratas de mejorar
Para ordeñar se turnan entre todos. Ordeñan dos veces al día, a las 7 de la mañana y a las 7 menos cuarto por la tarde, con dos personas en la sala y una más haciendo las camas y cambiando lotes. A pesar de que están barajando cambiar la cama, destacan una de las ventajas de los cubículos con colchoneta: su fácil mantenimiento. "Con una hora a la mañana y otra a la noche tenemos 230 camas hechas", destaca Carlos. Disponen aún de la primera sala de 10x2 puntos paralela de ordeño trasero que montaron hace 20 años pero que modernizaron y ampliaron a 14x2 puntos. Pasa ya de las 47.000 horas pero se encuentra en buen uso. "Tiene 20 años pero la fuimos cuidando: cambiamos el suelo, los medidores, la identificación por chip y el sistema de retirada, con lo que ganamos en comodidad y limpieza", detallan. No se plantean pasar a tres ordeños diarios porque "ordeñar tres veces te complica más las libranzas y pierdes calidad de vida", asegura Carlos. "Los cinco socios hicimos esto con la filosofía de librar más, no de ganar más dinero. Antes de constituir la SAT yo llevaba 10 años sin librar un solo día y el resto de vecinos igual. Siempre tuvimos claro que esto se fundaba para vivir mejor. De poco sirve hacer dinero si no tienes tiempo libre para disfrutalo", añade.
Ordeñar tres veces te complica más las libranzas y pierdes calidad de vida y esto se fundó con la filosofía de librar más, no de ganar más dinero
Por eso, tienen las distintas tareas programadas por días para que los fines de semana haya menos trabajo que hacer y que sea suficiente con atender a ordeñar y a la alimentación del ganado. "Estramos e inseminamos siempre los viernes", explica por ejemplo Carlos. "Para tomar las decisiones no eres tú solo, tienes que contar con los demás, es decir, tienes que consensuar las cosas, pero a nosotros nos cambió la vida totalmente. Ahora libramos dos días a la semana, el que trabaja el fin de semana libra entre semana, y tenemos cada uno un mes de vacaciones en verano y una semana en Navidad. Nos entendemos bien en el funcionamiento de la granja porque compartimos los mismos objetivos, llevamos 20 años y nunca tuvimos que votar una decisión, la estrategia de la explotación siempre la consensuamos entre todos", resumen en SAT San Miguel haciendo balance de estas dos décadas de trabajo en común.

"Comprar los cereales a futuro nos permite obtener buenos precios"

Almacén de materias primas de SAT San Miguel La busca de eficiencia a través de la innovación, la mejora en la comodidad y el manejo y la reducción de costes han sido siempre las máximas de esta explotación de Palas de Rei. Y aunque aseguran que les cuesta mucho hacer cambios, desde el inicio siempre han estado dispuestos a introducir novedades que contribuyan a mejorar su rendimiento siempre que su eficacia esté contrastada y demostrada previamente. "Somos muy reacios a hacer cambios, nos cuesta mucho, pero si algo vemos que funciona lo aplicamos", aseguran. Una de las decisiones por las que apostaron hace años fue por la compra directa de las materias primas en origen, sin intermediarios. Junto a otro medio centenar de explotaciones gallegas, cuentan con la ayuda de la Cooperativa Agraria Provincial de A Coruña, que les asesora en cuanto a precios y a la hora de tomar las decisiones de compra.
Buscamos estabilidad en las compras de las materias primas; nosotros a un año vista sabemos el precio de la leche que vamos a tener
"Buscamos estabilidad en las compras de las materias primas; nosotros a un año vista sabemos el precio de la leche que vamos a tener. Llevamos más de 10 años comprando el maíz y la colza a futuro con CAP Coruña y hemos mejorado mucho con eso. Antes yo lo que hacía era pedir todos los meses precio a tres empresas de pienso, pero de esta manera tenemos más control sobre lo que damos a las vacas y ahorramos dinero", razona Carlos. La obsesión por la reducción de gastos es una constante en SAT San Miguel, asesorados también por Seragro, que les aporta el nutrólogo. "Siempre quisimos contar con un nutrólogo independiente, que no perteneciera por ejemplo a una empresa de piensos y todos los años hacemos también una auditoría para ver dónde podemos mejorar o dónde podemos ajustar algo los gastos", dice.
Logran que los costes de alimentación del ganado estén por debajo de los 20 céntimos por litro de leche
Por eso, la próxima modificación que quieren hacer es construir dos silos de 34.000 kilos para meter en ellos el maíz y la colza, que ahora tienen en un almacén abierto. "Los gatos y las palomas nos dan problemas, por eso queremos pasar las materias primas que empleamos en la ración a silos cerrados, para tener menos desperdicio y también para liberar espacio en el almacén, porque una buena estrategia para ahorrar dinero es comprar la paja en grandes cantidades cuando hay abundancia, cuando es un año bueno en producción, porque las oscilaciones de precio son importantes de un año para otro en función de la cosecha, y para estrar es igual que la paja sea del año o de dos años. Pero para hacer eso es importante tener donde almacenarla", justifica Carlos. 140 hectáreas de superficie agraria Plantación de maíz al lado de la explotación. Siembran 85 hectáreas, 50 en rotación con veza-cebada Junto con la adquisición en origen de los insumos y la economía de escala en las compras, otra de las estrategias de esta explotación para ahorrar es la autosuficiencia en los forrajes. Disponen de un total de 140 hectáreas de superficie agraria: 70 propiedad de los socios, 20 que son titularidad de la SAT, 30 en alquiler y 20 más de monte comunal de la parroquia.
Hay gente que es ella sola y tiene más tractores que nosotros
De esas 140 hectáreas, 50 las mantienen la pradera permanente y en las otras 85 siembran maíz, en 50 de ellas en rotación con un cultivo de invierno a base de veza con cebada. Llevan más de 10 años echando esta mezcla con buenos resultados. "Nos funciona bien, logramos unas cosechas de unos 22.000 kilos por hectárea con una proteína del 19% y una muy buena digestibilidad y nos sirve para preparar las tierras para el maíz. Este año por ejemplo cuando ya teníamos las tierras preparadas en otoño llovió mucho y no pudimos echar la veza con cebada y cuando fue de sembrar el maíz la tierra estaba mucho más dura y llena de malas hierbas", explica Antonio. El nuevo silo tiene cuatro metros de altura por 60 de largo y 12,5 de ancho y almacena 50 hectáreas de maíz El año pasado construyeron un silo nuevo para el maíz, de grandes dimensiones (60 metros de largo por 12,5 de ancho y 4 metros de alto) y con otra novedad, ya que en vez de rampa le hicieron un muelle de descarga por la parte de arriba que les facilita llenarlo más cómodamente y con menos esfuerzo para la maquinaria. Les costó 100.000 euros pero les han entrado en él 50 hectáreas de maíz de la última campaña con un promedio de 46.000 kilos de materia verde por hectárea. Otra de las ventajas de una SAT como la que formaron estas cinco ganaderías con respeto a las explotaciones individuales es que "rentabilizas más las inversiones, por ejemplo en maquinaria", dicen. Disponen de 2 tractores de 180 caballos, otro de 145, uno de 90 y una telescópica. "Hay gente que es ella sola y tiene más tractores que nosotros", afirma Carlos. Aprovechamiento de las distintas posibilidades del purín SAT San Miguel dispone de tres fosas de purín cubiertas más una balsa, con una capacidad de almacenaje total de cuatro millones de litros. La balsa está a un kilómetro de la explotación y la tienen conectada con los pozos de purín de la granja por medio de una tubería enterrada, de manera que pueden bombear hasta ella el purín en vez de tener que transportarlo en cisternas. Aunque hacen ellos la mayoría de los trabajos agrícolas, contratan ciertas tareas, como la siembra del maíz o el picado y transporte de los ensilados. Cuando están apurados también contratan un refuerzo para esparcir el purín. "Lo que intentamos es hacer las tareas lo más rápido posible", justifica Carlos. Pozo de purín doble cubierto de la explotación Pero además de la capacidad como fertilizante del purín, en esta explotación han participado en un ensayo pionero auspiciado por AGACA y la Universidad de Vigo para estudiar las posibilidades de aprovechamiento del purín para generar biogás. La investigación, financiada con fondos europeos, consistió en medir durante un año, mediante un sencillo sistema de una balsa hinchable (una lancha de playa de las que usan los niños dada la vuelta y conectada a un tubo), las emisiones producidas por la fermentación del purín para estudiar las posibilidades de aprovechamiento de ese gas una vez extraído, almacenado y filtrado (las emisiones contienen además de un 50% de metano otros componentes como dióxido de carbono). Más allá de las posibilidades de utilización de este biogás como fuente de energía en las explotaciones, la extracción del metano en sí de las fosas de purín supondría reducir de manera importante las emisiones contaminantes de las ganaderías, una exigencia cada vez mayor por parte de Bruselas. En esa apuesta por la economía circular y el aprovechamiento de los residuos, al usar carbonato en las camas, "hace 20 años que no encalamos las tierras, así que lo que gastas en la cama vuelve a la granja por esa vía de ahorro", dicen en esta SAT. Eficiencia energética Sistema de condensadores para eliminar la energía reactiva Dentro de la minimización de costes en las explotaciones, la reducción de la factura de la luz mediante la introducción de medidas de eficiencia energética es un aspecto muy importante. Lo saben bien en SAT San Miguel, que llevan muchos años trabajando en este campo. "Si podemos arañar algo en eso siempre intentamos mirarlo", asegura Carlos. Hace 15 años ya que colocaron un sistema para neutralizar la energía reactiva que genera el sistema eléctrico de la granja y que les suponía un coste añadido en la factura de la luz de 70 euros al mes. "El aparato de condensadores que instalamos nos costó 1.200 euros hace 15 años, ya lo hemos desquitado con creces", evidencia.
El 70% del agua caliente que gastamos nos sale gratis
Disponen también de iluminación led y de un sistema de preenfriado de la leche que va al tanque, que reduce la temperatura con la que sale del ordeño, lo que tiene efectos beneficiosos ya no solo desde el punto de vista del ahorro económico, sino también en la calidad de la leche, ya que la velocidad de enfriado de la leche en el tanque condiciona el desarrollo de microorganismos. "Instalamos condensadores, variadores de frecuencia y placas para rebajar la temperatura de la leche y aprovechar la energía que se genera en el proceso de enfriado. Gracias a eso hoy ahorramos el 70% del gasóleo de la caldera que usamos para el agua caliente y con el doble de cabezas estamos gastando en luz lo mismo que antes", resume Carlos.

Lebón SC, una de las primeras explotaciones en contar con robot de ordeño en Galicia

Marcos López, en la nave de producción de la Ganadería Lebón SC de Samos Manuel López fue pionero en muchas cosas en Galicia. Su ganadería, Lebón SC, ubicada en la parroquia de Suñide, en el ayuntamiento de Samos, fue de las primeras en contar con un robot de ordeño en nuestra comunidad y también de las primeras en apostar por la mezcla húmeda como sistema para la alimentación de sus vacas. Hace de esto ya más de 15 años y ahora, su hijo Marcos, que ha cogido el relevo en la explotación familiar, está haciendo inversiones en tecnología y nuevas instalaciones para no quedarse atrás. Nos cuentan cómo trabajan para lograr medias de producción de leche de 44 kilos por vaca y día.
"En un viaje a Holanda había visto el robot en una explotación de allí. Estábamos haciendo un establo nuevo y ya no monté sala, pero tuvimos que esperar dos años a que se empezasen a vender en España", recuerda Manuel
"La clave está en seguir modernizándose y en mejorar el manejo", asegura Manuel, que recuerda los dos años que echó esperando a que vendiesen en España los robots de ordeño que había visto en un viaje a Holanda. "Habíamos comenzado a hacer un establo nuevo e inicialmente estaba pensado para poner una sala de ordeño, pero entre medias fui a un viaje a Holanda y vi el robot en una explotación allí y cuando volví ya no monté la sala. Pero tuvimos que esperar casi dos años por el robot, así que teníamos aquí las vacas en la nave nueva y las llevábamos a ordeñarse todos los días a la sala de la cuadra vieja, que está a 300 metros", recuerda. Al final aquel primer robot de ordeño se instaló a finales del 2004 en esta explotación y fue uno de los primeros de Galicia en funcionar. "Se había puesto otro en otra ganadería en Arzúa", recuerda Manuel. Lebón SC es una ganadería familiar que lleva más de 50 años produciendo leche. "Empezó con las vacas de leche mi padre en los años 60, iba yo aún a la escuela, comenzó con una pinta y cinco rubias", cuenta Manuel. Cuando él asumió el testigo, en el año 85, hizo el primero establo con estabulación libre y sala de ordeño en forma de espina de pescado, que luego cambió por una Auto Tandem de 6 puntos. En el año 98 Manuel y su mujer, Consuelo, comenzaron a hacer una nueva nave que, con reformas y mejoras, sigue siendo la base de la explotación actual. En su momento ya fue pensada para 140 vacas y para funcionar con robots de ordeño, algo totalmente novedoso en Galicia. Mezcla húmeda de Aira para las vacas en producción Abaratan costes teniendo a las novillas en pastoreo desde que están preñadas Ya por entonces esta explotación producía de forma intensiva y alimentaba a su ganado mediante el sistema de cátering diario. "Llevamos en la mezcla húmeda más tiempo que con los robots. En un viaje a la Sen d'Urgell con la cooperativa Cogasar habíamos visto el sistema y se implantó aquí. Éramos una rareza en aquel tiempo, con cátering y robot", dice. Hoy mantienen esta modalidad para las vacas en ordeño. "Estamos en una zona en la que no se da mucho el maíz ni hay mucho terreno disponible y aumentamos más a las cabezas de ganado que a la base territorial", explica su hijo Marcos. La ración de producción se la sirve diariamente la cooperativa Aira, mientras que para las vacas secas y para la recría hacen ellos una mezcla seca, con la que alimentan unas 135 cabezas de ganado.
El coste de la ración es de 8 euros diarios en las vacas en producción teniendo en cuenta el cátering más el punteo de concentrado en el robot
Disponen en total de unas 65 hectáreas de superficie agraria (23 propias y 41 alquiladas y 2 pertenecientes al monte comunal), de las que 18 "solo valen para hacer pastoreo", aclara Marcos. Es en estas parcelas en las que tienen la recría una vez que las novillas están preñadas. En el resto de las fincas venden dos cortes de hierba para ensilado, en las que sacaron este año unos 20.000 kilos de forraje sumando las dos cortas, y hacen una para hierba seca, con la que logran alrededor de 3.000 kilos de hierba seca en rollos. "Con nuestra producción de hierba no nos llegaría para cubrir la alimentación y tendríamos que comprar todo el resto, así que para eso ya lo compramos hecho", justifica la decisión de apostar por el sistema de cátering para producción. Pero aclara: "con el catering es fundamental lograr altas producciones porque minimizas el coste de la ración". En su caso, la ración por vaca de leche les sale a 8 euros diarios, teniendo en cuenta los costes del carro de Aira y el concentrado del punteo del robot. 1,8 millones de litros producidos en 2019 Lebon Calypso Elba va por el octavo parto y supera los 110.000 litros de producción vitalicia En el año 2019 el promedio de producción de leche de esta explotación se situó en 44 kilos por vaca y día con unas calidades que oscilaron entre el 3,50% y el 3,60% de grasa y entre el 3,20% y el 3,25% de proteína. "Entregamos a Leche Río y nos interesan litros, porque las calidades no se valoran ni se pagan", afirma Marcos. La producción total de este año llegó a 1,8 millones de litros, lo que supone un 20% más que el año anterior. En el 2018 habían producido 1.468.823 litros, que representa a su vez el doble que 10 años antes (en el 2008 la producción total en esta ganadería fue de 750.000 litros). El promedio de calificación morfológica del rebaño de esta explotación se situó en 2018 en 81,76 puntos, con un ICO de 2.504 puntos y el promedio de producción de leche por vaca y año fue en ese año de 11.395 litros. "Pero cuando salgan los datos oficiales de Africor del 2019 esos parámetros van a subir mucho", adelanta ya Marcos.
"La producción no está reñida con la longevidad. Cada vez logramos que las vacas nos duren más porque se mejoró el confort"
A pesar de lograr grandes producciones diarias, esta ganadería demuestra que la productividad no está reñida con la longevidad si el manejo y los cuidados son los idóneos. "Cada vez logramos que las vacas nos duren más porque se mejoró el confort. Tenemos inseminada una vaca, Lebón Calypso Elba, con 8 partos y 110.000 litros producidos y con 15.000 litros previstos para la octava lactación", pone como ejemplo Marcos. "Parió todos los años. Las vacas buenas son esas, las que no dan problemas y dan leche", añade su padre. Robots de última generación Hace un año substituyeron los primeros robots por dos Lely A5 Una de las claves para el incremento de producción que lograron en 2019 fue el cambio a finales de 2018 de los primeros robots que habían instalado por otros de última generación, unos Lely A5. "Los nuevos robots son más rápidos y tienen capacidad para absorber mayor número de vacas", explica Marcos. Con 125 vacas en producción, consiguen medias de entre 2,7 y 2,8 ordeños diarios, aunque aseguran que "eso es algo que no nos preocupa mucho, miramos más la producción que el promedio de ordeños, eso no nos obsesiona", dicen. "Llegamos a tener 72 vacas con el primer robot que montamos en el 2004. Estaba sobrecargadísima aquella máquina. Cinco años después trajimos el segundo robot y repartimos el ganado en los dos, luego fuimos aumentando a las cabezas hasta completarlos pero sin comprar vacas", explica Manuel.
"En una explotación familiar no nos podemos plantear hacer tres ordeños diarios en una sala"
El cambio de los robots antiguos por los nuevos, que están instalados en el mismo sitio, lo hicieron en solo 10 días. "Pusimos los viejos a funcionar al lado mientras instalábamos los nuevos para poder seguir ordeñando", cuenta Marcos, que afirma que "el robot no es la panacea, es un sistema más que tiene ventajas e inconvenientes a respeto de la sala, porque por un lado tienes más flexibilidad horaria pero por otro también te puede llamar la cualquier hora. Pero nosotros en una explotación familiar no nos podemos plantear hacer tres ordeños en una sala", concluye. Y añade su padre: "el robot no te da solo mecanización y ahorro de mano de obra, te aporta también muchos datos de cada vaca y te da fiabilidad en el ordeño, porque no hay empleado que ordeñe como lo hace el robot y siempre de la misma manera", afirma. Cambiaron las camas de arena por las de carbonato y serrín al cambiar los robots Con el ordeño diario resuelto mediante los robots y con la alimentación solucionada en parte con el servicio de cátering de Aira, el mantenimiento de las camas es, junto con la atención de la recría, dos de los trabajos diarios que más tiempo consumen. "Aquí la demanda de mano de obra que tenemos se debe al sistema de recría, puesto que tenemos animales en varios sitios diferentes. En las camas estuvimos con arena hasta que pusimos los robots nuevos y nos pasamos a serrín con carbonato", añade Marcos. Nuevas inversiones previstas Marcos, su padre Manuel y su madre Consuelo son los que atienden a día de hoy la ganadería, a la que en 2018 se incorporó también la mujer de Marcos, Noelia. Con la incorporación de Noelia acometieron una serie de mejoras en la explotación, que incluyeron la sustitución de los robots y la construcción de dos naves, una para las vacas secas y otra para instalar una amamantadora. Pero quieren seguir modernizando la explotación y las nuevas inversiones que han previsto hacer son la incorporación de la amamantadora, un arrimador automático para la comida, cubrir la fosa del purín y mejorar el aislamiento de la nave de producción. "En el Plan de Mejora metimos también una báscula y el inyector de purín. Con eso vamos a agotar el límite de los 500.000 euros de inversión", explica Marcos.
"Queremos mejorar el aislamiento de la nave de producción porque cuando hace calor en el establo bajamos desde los 46 litros de promedio en invierno a 41 en los meses de verano"
Su padre Manuel había sido previsor. Tanto la capacidad de la fosa de purín como la estructura de la nave de producción ya habían sido pensadas en su día, hace ya 20 años, para las vacas en ordeño que tienen hoy y los robots nuevos están en el mismo sitio que estaban los viejos, pero quieren mejorar el aislamiento del techo. "El techo es de uralita y en verano se nota el calor. Esa es una de las reformas que tenemos pensado hacer, pero no sabemos aún muy bien que solución adoptaremos para mitigar el estrés por calor. En los meses de verano bajamos desde los 46 litros de promedio en invierno a los 41 litros. Lo que está claro es que cuando hay calor en el establo baja el promedio de ordeños, eso es matemático", explica Manuel. Mejora en el confort de las vacas secas Nave para las vacas secas construida en 2018 La última mejora que acometieron, en 2018, fue la construcción de una nave nueva para acoger a las vacas que se encuentran en el periodo seco. "Es fundamental mejorar el manejo de las vacas secas para lograr altas producciones en las lactancias y nosotros con la nave nueva para las secas mejoramos mucho en eso y ya se está notando", asegura Manuel. La nueva nave tiene 42 cubículos y tres parideras y fue construida en una de las cabezas de la nave de producción para que el arrimador de comida que quieren incorporar les sirva para las dos naves. Se trata de una construcción de estructura metálica abierta por los lados y en la que prima la funcionalidad. "Al principio teníamos las vacas secas en la nave de producción pero luego liberamos ese sitio para poner el segundo robot en el año 2009", cuenta Marcos. La nave de producción había sido hecha con unas dimensiones para 140 animales pero inicialmente solo se habían puesto 70 cubículos, que eran las vacas que teníamos. Después poco a poco se fue doblando", explica. Recría en la propia explotación A las novillas les dan una mezcla seca que elaboran ellos mismos Lebón SC cuenta hoy con 258 cabezas totales. Además de las 125 vacas en ordeño tienen 21 secas y 112 animales totales en las distintas fases de recría, que hacen en la propia explotación. En la actualidad destetan a los dos meses y medio y tienen intención de incorporar una amamantadora. Luego las terneras pasan a una nave a unos 500 metros, que era una antigua granja de porcino, y donde las terneras están en cama caliente en lotes de 4 ó 5 animales. Alrededor de los 12 meses de vida las llevan a otra nave que tienen alquilada junto a 10 hectáreas de terreno y donde están hasta el momento de inseminar. En esta cuadra instalaron una antena para poder usar el detector de celo en las novillas con el mismo sistema que se usa en los robots. Una vez inseminadas y diagnosticadas salen a fuera a pastorear y a los 7 meses de preñadas vuelven a la nave de producción al lote de preparto. De la inseminación también se encargan ellos mismos. "Usamos algo de sexado en las novillas, más o menos el 50% y ponemos carne en los descartes", explica Marcos. "Aquí hay vacas grandes pero no busco eso, de hecho, es una de las cosas que le miro al toro, que no dé mucha estatura", añade. Placas solares para reducir la factura eléctrica Pagaban una factura de 800 euros de luz al mes e instalaron 14,7 kW de pontencia fotovoltaica para reducirla Otra de las medidas por las que apostaron recientemente fue la instalación el pasado mes de septiembre de placas solares con una potencia de 14,7 kW para intentar ahorrar en la factura eléctrica. "Pagábamos 800 euros al mes de luz, incluido el consumo de casa, con 2 robots, cepillos eléctricos y recuperador de calor del tanque", explica Marcos. El Inega no les permite verter a la red la energía sobrante que genera su instalación y se vieron obligados a instalar un sistema antivertido o de inyección cero que les supuso un gasto añadido. "Es algo que no entiendo, es energía que se produce y que podría ser aprovechada", afirma Manuel, que pide a la Administración que se actualice (la aprobación del Real Decreto 244/2019, que regula el autoconsumo de energías renovables, modificó diversos aspectos de la normativa existente hasta el momento, uno de los más destacables es precisamente que ahora puede venderse el excedente de producción de energía mediante la inyección a la red de transporte y distribución, aunque el Inega no tuvo aún en cuenta este cambio) y recuerda que cuando puso el primer robot la Consellería no admitía como mejora en las granjas esa innovación. Necesidad de mano de obra La automatización de la granja permite a esta familia atender la ganadería sin necesidad de tener empleados, aunque la próxima jubilación de Manuel y Consuelo va a cambiar la situación actual. "No tenemos trabajadores externos en este momento pero queremos meter uno porque mis padres están a punto de jubilarse", explica Marcos. Para poder contratar trabajadores no descartan aumentar el número de cabezas, aunque aclaran que "a corto plazo la prioridad no es aumentar porque se van a hacer primero otras inversiones y queremos finalizar antes esas mejoras".
"Una explotación familiar sin asalariados es muy compleja de gestionar, porque tienes que atender a muchos aspectos. En las granjas más grandes o de varios socios esa labor es mucho más fácil"
"Creo que para crecer y poder gestionar bien una granja el futuro pasa por asociarse, porque sino es muy complicado de llevar para una persona sola, y no digamos ya la tranquilidad que da ser varios cuando no estás o coges unas vacaciones. Yo considero que una explotación familiar sin asalariados es muy compleja de gestionar, porque tienes que atender a muchos aspectos, por lo que creo que en las granjas más grandes o de varios socios esa labor es mucho más fácil", argumenta.

Cómo hacer para reducir la factura de la luz en las granjas

Para mejorar la rentabilidad de las explotaciones, además de intentar incrementar y maximizar los ingresos, también se puede incidir en los beneficios disminuyendo los costes, y uno de los más importantes en las granjas son los energéticos. Cómo emplear las tecnologías disponibles para reducir el gasto en la factura eléctrica fue el objetivo de una jornada técnica celebrada la semana pasada en Lugo en la que participó la empresa Tecgal.

“Hay distintas posibilidades en materia de mejora de la eficiencia energética de las explotaciones y generación de energías renovables que pueden aplicarse al sector ganadero para reducir los costes energéticos de las granjas y contribuir de este modo a la mejora de su competitividad y viabilidad”, asegura Laura Aldariz, de Tecgal, una firma lucense que lleva 13 años especializada en energías renovables.

El incremento de la mecanización y automatización de las granjas lleva aparejado un incremento en el consumo eléctrico. Por ejemplo, un robot de ordeño consume el triple que una sala, aunque dentro de estas también hay importantes diferencias, ya que una sala rotativa consume cinco veces lo que consume una sala en forma de espina, por ejemplo. Sin embargo, el robot no necesita de un término de potencia tan elevado como el que precisa la sala.

La demanda energética en una explotación ganadera

Distribución del consumo eléctrico medio anual de cada aparato

El consumo eléctrico medio de una explotación lechera se sitúa alrededor de los 35.000 kwh al año. Un tercio de ese consumo estaría motivado por el sistema de ordeño, ya que solo el funcionamiento de las bombas de vacío equivale al 33% de la factura eléctrica. El tanque de frío supone otro 22% y su pico de consumo se produce justo en el momento del ordeño y en las dos horas posteriores, que es cuando tiene lugar el enfriamiento de la leche, por lo que el mayor consumo eléctrico en una granja de leche se produce durante el momento del ordeño.

El momento de máximo consumo eléctrico se produce durante el ordeño

Otros gastos destacables son los que produce el sistema de limpieza mediante el paso de las arrobaderas, que suponen un 19% del consumo eléctrico total de la explotación. La iluminación representa el 4% del gasto total, el mismo porcentaje que el termo eléctrico para calentar el agua para el lavado. El funcionamiento de los sistemas de ventilación equivalen, por su parte, a un 5% del consumo total.

Esta distribución energética no tiene en cuenta el consumo de gasóleo necesario para los trabajos agrícolas y el ensilado y para la alimentación diaria del ganado a través del carro mezclador. El gasto en gasoleo de una explotación puede llegar a representar la mitad del gasto energético total de una granja lechera pero varía en función de la distancia de las fincas y del laboreo que se haga en ellas.

El uso de energías renovables permite reducir la huella de carbono de la explotación

Sea cómo fuere, la realidad es que la demanda de energía de las explotaciones está aumentando. “El sector agrícola y ganadero está incrementando los consumos energéticos y con ellos los efectos negativos sobre la competitividad, vía incremento de costes, y sobre el medio ambiente, vía emisiones”, indicó Laura.

Los beneficios medioambientales que aporta el uso de energías renovables en las granjas no son un tema menor. Cada vez son mayores los condicionantes en este campo y en un futuro nada lejano los parámetros medioambientales van a ser tenidos en cuenta a la hora establecer, por ejemplo, el reparto de ayudas, como sucederá ya en la próxima PAC.

Variadores de frecuencia

Esquema resumen de todas las posibles medidas de ahorro eléctrico en una explotación lechera

El sistema de ordeño es uno de los grandes consumidores de electricidad en una explotación, al funcionar durante varias horas todos los días dos o tres veces al día. Para reducir el gasto en el funcionamiento de las bombas de vacío necesarias para que funcionen las pezoneras pueden colocarse variadores de frecuencia, que lo que hacen es controlar la velocidad de giro de los motores de corriente alterna mediante el control de la frecuencia de alimentación suministrada al motor.

Los variadores de frecuencia reducen el consumo eléctrico de los motores y alargan su vida útil. Además, mejoran la salud de la ubre de las vacas y reducen el estrés de los animales durante el ordeño

Es un mecanismo de instalación fácil y que no precisa mantenimiento que evita que la bomba de vacío funcione por encima de las necesidades de ordeño, evitando su sobrecarga y por lo tanto también su vida útil. Pero el uso de variadores de frecuencia tiene otras ventajas, ya que al efectuar un control preciso del vacío evita las fluctuaciones de presión en las pezoneras, lo que mejora la salud de la ubre de los animales, reduciendo las mamitis y mejorando por lo tanto la calidad de la leche. Además, reduce el nivel de ruido del ordeño, por lo que las vacas están más tranquilas y menos estresadas a la hora de dar la leche.

Preenfriamiento de la leche

Después del ordeño la leche está a 35ºC y debe ser enfriada rápidamente para garantizar sus propiedades organolépticas, de calidad y seguridad. Pero el gasto del tanque de frío es otro de los consumos eléctricos más destacables en una explotación de leche.

Y enviar la leche del ordeño directamente al tanque es contraproducente, por un lado porque para bajar la leche de esos 35ºC con los que sale del ordeño a los 6ºC del tanque se consume mucha energía, y por otro porque se provoca un incremento importante de la temperatura de la leche que ya está en el tanque, lo que favorece el desarrollo de bacterias y micoorganismos.

Los intercambiadores logran ahorros del 25% en el consumo del tanque de frío y mejoran la calidad bactereológica de la leche

Por eso, una de las estrategias que se pueden implementar en una explotación para bajar el gasto eléctrico es incorporar un sistema de preenfriamiento de la leche que, situado a la entrada del tanque, baja a temperatura de la leche de 35 a 15ºC al tiempo que obtenemos agua caliente que puede ser usada posteriormente en el lavado. El sistema funciona mediante un intercambiador de calor con placas de choque térmico en el que el líquido más caliente (leche) cede parte de su temperatura al líquido más frío (agua), lográndose ahorros de alrededor del 25% en el consumo del tanque de frío y mejorando al mismo tiempo la calidad bactereológica de la leche.

Recuperador de calor

Otro método para recuperar el calor extraído de la leche durante el proceso de enfriamiento para precalentar el agua para la limpieza son los recuperadores de calor, que aprovechan el calor del tanque. Es un sistema distinto al del preenfriamiento de la leche mediante intercambiadores de calor, aunque el objetivo es el mismo. Sin embargo hay sistemas de ahorro que son incompatibles con otros, como es el caso del intercambiador de placas, que es incompatible con el recuperador de calor, por lo que hay que optar por un método o por el otro.

Calentar un metro cúbico de agua para el lavado cuesta entre 4 y 10 euros, dependiendo del combustible empleado y el recuperador permite bajar ese gasto un 70%

Mediante el recuperador de calor se puede reducir el gasto energético para la producción de agua caliente hasta en un 70%, ya que por cada litro de leche enfriado se puede conseguir 0,7 litros de agua a 50ºC. Permite un ahorro muy importante si tenemos en cuenta que calentar un metro cúbico de agua a temperatura de lavado tiene un coste de entre 4 y 10 euros, dependiendo del combustible empleado.

Placas solares térmicas

“Calentar agua para lavar con un termo eléctrico es muy caro”, asegura Laura. “La limpieza de los sistemas de ordeño y del tanque de frío debe hacerse con agua a una temperatura entre 60 y 70ºC y esto supone un gran consumo de energía”, añade.

Para reducir este gasto, además de los sistemas de precalentamiento del agua con el calor generado en el proceso de enfriamiento de la leche (intercambiadores y recuperadores de calor), la instalación de captadores solares térmicos permite bajar este consumo eléctrico un 20%.

En las explotaciones que precisan climatización, como es el caso de las granjas de pollos, pavos y cerdos, las placas solares térmicas servirían también para climatización pero con un sistema de apoyo a mayores, porque normalmente los captadores solares no dan para cubrir el 100% del consumo.

Placas solares fotovoltaicas

Pero más que energía térmica, una explotación de vacuno de leche lo que más demanda es energía eléctrica. El aprovechamiento eléctrico de la radiación solar por medio del efecto fotovoltaico de paneles o módulos hechos con silicio es cada vez más una realidad en las explotaciones gallegas.

“Con robots es muy interesante contar con placas solares fotovoltaicas porque con poco campo fotovoltaico y poca potencia instalada se logran producciones muy interesantes y ahorros importantes”, aseguró Laura. Puso el ejemplo de dos explotaciones, Ganadería Casanova de Baleira y Ganadería Varela de Castro de Rei.

“Es recomendable hacer una instalación mixta de energía solar, mediante placas fotovoltaicas, y eólica, por medio de un mini-aerogenerador, porque son sistemas que se complementan muy bien”

A pesar de que las placas solares logran compensar el incremento de consumo eléctrico que provocan los robots, su funcionamiento es 24 horas mientras que los paneles fotovoltaicos no producen cuando no hay sol, por ejemplo de noche. Pero es posible utilizar baterías o vender los excedentes diurnos a la red eléctrica, tras el decreto de autoconsumo aprobado este año, lo que permite compensar la factura de la luz.

“Lo ideal sería hacer una instalación mixta de energía solar y eólica, porque se complementan muy bien y cuando tenemos poco sol es frecuente que, por el contrario, lo que tengamos sea viento. El viento contiene un enorme potencial energético que se puede aprovechar mediante la instalación de mini-aerogeneradores”, indicó Laura.

Importancia del aislamiento y de contar con sistemas de iluminación eficientes

Los aislamientos y la ventilación son importantes para mejorar la eficiencia energética de las explotaciones. También la orientación de las naves, su diseño y la ubicación de los distintos elementos, algo que muchas veces no se tiene en cuenta a la hora de construir un establo.

El local de la lechería debe estar bien aislado, orientado al norte y ventilado y el tanque de frío debe estar bien dimensionado y con los condensadores colocados en el exterior

Por ejemplo, la ubicación de la lechería y la colocación del condensador, un elemento fundamental para el correcto funcionamiento del tanque de frío, son aspectos clave a tener en cuenta para bajar la factura eléctrica. Habitualmente el condensador está refrigerado por el aire del ambiente, así que a menor temperatura exterior menor consumo eléctrico. Por eso la ubicación idónea para el condensador será en el exterior de la lechería, en un lugar sombreado, con orientación norte y con buen flujo de aire. También es importante que esté limpio, sin polvo, hojas u otro tipo de suciedad para facilitar el intercambio térmico.

La instalación de leds permite un ahorro del 50% en iluminación. El color y las horas de luz influyen en la producción

Junto a la ventilación, la iluminación de los establos es un factor que incide en la producción de leche. Las vacas precisan 16 horas diarias de luz y 8 de penumbra, por lo que el aprovechamiento de la luz natural es un método de ahorro importante. Los techos traslúcidos con materiales que dejan pasar la claridad pero no los rayos ultravioletas del sol son una buena solución. También la substitución de los habituales tubos fluorescentes por luces led, lo que supone un ahorro en iluminación superior al 50%, según explicó la responsable de Tecgal, que indicó además que “el color de la luz influye también en la producción y en el bienestar de los animales”. Lo óptimo para la producción de leche y el confort de las vacas sería una temperatura de color de 6.050 k.

Para evitar la penalización en la factura por energía reactiva pueden instalarse baterías de condensadores que la anulan

El uso de luces led, de menor consumo, permite también rebajar la potencia contratada necesaria en la explotación, un concepto con repercusión directa sobre la factura. Es importante revisar la tarifa contratada para que se ajuste a las necesidades reales de la granja, ya que tener más potencia de la necesaria solo sirve para pagar más en la factura. En los recibos de la luz de las explotaciones aparece también frecuentemente otro concepto, el de “penalización por energía reactiva”. Se trata de la energía que se genera y que viaja por la red junto a la energía activa (kw), que es la consumida por los aparatos eléctricos, es decir, la realmente útil. Para evitar la penalización por energía reactiva ( kVAR) pueden implementarse sistemas de baterías de condensadores, que lo que hacen es redistribuirla para su compensación. “Es como si la anularan”, explicó Laura.

Climatización mediante biomasa o geotermia

Las principales pérdidas de energía se producen por la cubierta

Los sistemas de calefacción y refrigeración se usan en mayor medida en sectores como el avícola o el porcino pero el cambio climático también está haciendo que el vacuno de leche note los efectos del estrés por calor en las vacas y cada vez sean más habituales en las explotaciones sistemas que permiten obtener temperaturas óptimas de producción, por ejemplo, durante el verano. La ventilación de las naves y contar con cumbreras que permitan salir el exceso de calor son factores que inciden en una mayor producción y en una reducción del gasto energético de los ventiladores, por ejemplo.

Si la energía solar térmica y la solar fotovoltaica son las energías más habituales en las explotaciones de leche, los sectores avícola y porcino son grandes consumidores de energía para climatización y muchas de las granjas apostaron en los últimos años por la instalación de calderas de biomasa, que suponen ahorros considerables.

Los sectores avícola y porcino son grandes consumidores de energía para climatización. Los pélets suponen un ahorro del 50% con respeto al gasóleo y del 60% en relación al gas propano

El gas propano era el sistema más empleado hasta ahora en las granjas de porcino y en este caso los pélets consiguen reducir la factura en más de un 60%. “Se precisan dos kilos y medio de pélets para generar la misma energía que un kilo de propano, pero el coste de un kilo de propano es de 1,5 euros y el del kilo de pélets es de unos 23 céntimos”, explicó Laura. En el caso del gasóleo, dos kilos de pélets equivalen a un litro de gasóleo y el ahorro sería del 50%.

La biomasa es frecuente también ya en las granjas de aves, donde son frecuentes las calderas de astillas de madera. El ahorro en este caso es incluso superior al logrado con los pélets, de un 70% en este caso. El problema es que la astilla de madera no está muy industrializada y su poder calorífico es más variable.

Otro sistema que es interesante para explotaciones con necesidades de climatización importantes es la geotermia, que aprovecha el calor del subsuelo. En Galicia no hay geotermia de alta temperatura pero la de baja entalpía la hay disponible en toda la comunidad mediante bomba de calor. “Es un sistema muy eficiente, que con 1kw de electricidad genera 4kw térmicos, y que es últil por lo tanto para explotaciones con una gran demanda de calor, como granjas de cerdos o de pollos, aunque no es rentable para explotaciones lecheras, que solo precisan de agua caliente para limpiar”, indica. La geotermia tiene un mantenimiento muy reducido, no precisa de depósitos de combustible ni genera emisiones de CO2.

El biogás, la energía del futuro en las ganaderías

Otra energía que está de camino es el biogás, como manera de aprovechar las emisiones de metano que producen las explotaciones ganaderas. “El biogás está al caer, aunque hoy nos parezca una energía muy lejana aquí en Galicia, en cuestión de pocos años tendremos el biogás implantado en nuestras explotaciones”, aseguró Laura.

Según datos del Proyecto EUREL, el 47% de la huella de carbono de las explotaciones lecheras gallegas está producida por la fermentación entérica de los animales. Una manera de aprovechar el metano que producen las vacas y que expulsan en buena medida a través de los excrementos, sería recoger el biogás producido en los pozos de purín.

Un metro cúbico de purín puede llegar a producir 50 kWh de electricidad

Un metro cúbico de biogás equivale a 0,65 metros cúbicos de gas natural y puede llegar a producir 2,1kWh de electricidad, por lo que un metro cúbico de purín puede dar 50kWh de electricidad. Es decir, el biogás, bien tratado, es una fuente de energía aprovechable en las explotaciones ganaderas.

Una vaca adulta produce entre 250 y 300 litros de CH4 por día, por lo que en una explotación con 200 animales la producción diaria puede llegar a 50 Nm3, con los que se podría alcanzar un potencial energético próximo a los 500kWh.

Ayudas que cubren el 55% del coste de la instalación

La instalación de energías renovables cuenta con importantes ayudas públicas. En el caso de Galicia, el Instituto Enerxético de Galicia (INEGA) subvenciona proyectos de energías renovables y ahorro y eficiencia energética en las empresas de producción agrícola primaria. Estas ayudas son del 35%, con un 20% a mayores para explotaciones pequeñas, por lo que el importe de la subvención puede cubrir más de la mitad del coste de la instalación, con un máximo de 100.000 euros por proyecto.

Se espera que las condiciones para la convocatoria de 2020 mantenga los mismos criterios que la de este año, a pesar de que la aprobación del Real Decreto 244/2019, que regula el autoconsumo de energías renovables, modificó diversos aspectos de la normativa existente hasta ahora.

Uno de los más destacables es que ahora puede venderse el excedente de producción de energía mediante la inyección a la red de transporte y distribución, aunque el INEGA no tuvo en cuenta este cambio en las granjas subvencionadas con anterioridad al decreto y las obliga a la instalación de un sistema antivertido o de inyección cero, que impide verter a las explotaciones sus excedentes a la red.

Simplificación de los trámites

Otra de las modificaciones importantes tras el RD 244/2019 es la simplificación en la tramitación para poder instalar paneles solares fotovoltaicos. Las instalaciones sin excedentes o con excedentes de hasta 15Kw no necesitan permiso de acceso y conexión.

Además, elimina el límite fijado hasta ahora que impedía montar más potencia de la contratada, al tiempo que la potencia instalada será la potencia máxima del inversor empleado para convertir la energía continua de los paneles en corriente alterna, y no la de las placas, como sucedía hasta ahora.

La burocracia disuadía hasta ahora a un tercio de las explotaciones de instalar energías renovables, según una encuesta realizada a 5.000 ganaderos

Según los datos aportados por AGACA, que lleva 15 años trabajando en el ámbito de las energías renovables, a través de auditorías energéticas en explotaciones de leche, y sobre sostenibilidad, analizando la huella de carbono de las explotaciones lecheras, el papeleo y la burocracia eran uno de los principales principales obstáculos que disuadía a muchos ganaderos a la hora de instalar algún sistema de energía renovable en sus explotaciones.

Público asistente a las jornadas

Es una de las conclusiones del estudio ResFarm, en el que se hicieron encuestas a casi 5.000 ganaderos de toda España. Un tercio de los encuestados aseguraron que ese era el motivo por el que no incorporaban energías renovables. “Las trabas legales, por ejemplo las licencias de los Ayuntamientos, supone uno de los aspectos que echa para atrás a las explotaciones a la hora de poner energías renovables”, según indicó también en las jornadas sobre energías renovables celebradas en Lugo Mario Fernández, técnico de Agaca.

La mayoría de los ganaderos que instalaron energías renovables aseguran que lo hicieron para reducir su factura eléctrica (93%), mientras que solo el 16% dice haberlo hecho por sostenibilidad ambiental. La posibilidad de obtener subvenciones hizo decidirse tan sólo al 17% y más de la mitad dio el paso después de vérselo instalado a otro ganadero.

Ganar autonomía y protegerse ante las subidas del mercado

Una de las grandes ventajas de instalar sistemas de generación de energía en las granjas es que se logra disminuir su dependencia energética del exterior protegiéndose de este modo de las fluctuaciones del mercado y de hipotéticas subidas futuras, ganando en autonomía.

“El sistema energético español es dependiente en casi un 80% de factores externos que no podemos controlar”, explica Laura. El mix de generación de energía sigue estando basado en buena medida en este momento en España en el consumo de combustibles fósiles derivados del petróleo, esto hace que las explotaciones estén sometidas a los vaivenes del mercado eléctrico y también del mercado internacional de crudo.

“El objetivo es tratar de ser más autónomos e independientes del exterior para no estar sometidos a las fluctuaciones del precio del petróleo y al mismo tiempo reducir la huella de carbono y la emisión de gases de efecto infernadero de nuestra explotación”, indica.

SAT O Liñar, una explotación preocupada por el confort de las vacas

Miguel López, en su explotación de San Martiño de Fontao, en Sarria SAT O Liñar es una explotación familiar con relevo generacional que mira hacia el futuro. Miguel López se incorporó hace 5 años e invirtió desde entonces sobre todo en el bienestar de las vacas. Ya dobló el número de cabezas que antes atendía su madre, Belén, y pretende dimensionar la granja para que sea viable contar con mano de obra externa que le permita también a él tener la calidad de vida de la que ahora disfrutan sus vacas. Miguel, como muchos otros jóvenes hijos de ganaderos, no se formó pensando en seguir con la explotación. Él hizo un Ciclo Superior de Mantenimiento Industrial y trabajó como empleado fuera del sector agrario. "Pero a mí las vacas me gustan y me fastidiaba mucho dejar esto, por lo que tanto lucharon mis padres, sin relevo. Es cierto que inviertes mucho para ganar poco, así que tiene que gustarte. Y yo estuve debajo de jefes y prefiero trabajar para mí", dice Miguel.
"Cuando llegue a las 100 vacas en producción pararé, no quiero perder el control del establo"
Así que se animó en el 2014 a seguir con la ganadería y desde entonces no paró de hacer cambios, unas mejoras que quiere seguir acometiendo de manera progresiva, para no hipotecar la viabilidad de la explotación, y en paralelo al aumento en el número de vacas con el que financiar las inversiones. Pasó ya de las 60 cabezas que había cuando tomó el relevo a 125. Está ordeñando en este momento 67 vacas y quiere que sean 80 en menos de un año. Su intención y llegar, cuando complete las mejoras y ampliaciones previstas, a entre 90 y 100 vacas en producción. "Tendremos que meter entonces una persona a trabajar, pero no quiero crecer más porque sino pierdes el control del establo y yo soy de la idea de hacer yo las cosas y si aumentas mucho y metes mucha mano de obra pierdes ese control", razona. Mejora de las instalaciones O Liñar aumentó la zona para las vacas en producción con más cubículos y más amplios De momento la explotación la atienden él y su madre. "Mi padre los echan una mano cuando sale de trabajar y los fines de semana, o también en campaña, cuando yo me dedico más al trabajo agrario", explica. Con los cambios que fueron haciendo en la granja en estos últimos años también fueron ganando en comodidad a la hora de trabajar y ahora "con el mismo trabajo que antes tenemos el doble de animales y el doble de producción y también más beneficios", afirma Miguel. "Hoy una explotación para que sea algo rentable tienes que tenerla cómoda y ordenada, que haya confort tanto para las vacas como para el ganadero. Fue en lo que me centré en los últimos tres años. Le di una vuelta a lo que había buscando sobre todo mayor confort tanto para las vacas como para mí", dice.
"Hoy una explotación para que sea algo rentable tienes que tenerla cómoda y ordenada, que haya confort tanto para las vacas como para el ganadero"
Lo primero que hizo fue a reformar los cubículos y aumentar el número de plazas disponibles con las que contaba. "Amplié los cubículos, las camas y los pasos y puse panel sándwich en esa zona. Las vacas están ahí todo el tiempo, eso quiere decir que están más cómodas en esa zona, así que quiero cambiar el resto del techo y poner panel sandwich al resto de la nave también", explica. Más espacio para la recría Las terneras y novillas están muy apretadas, por lo que necesitan una zona nueva para ellas La prioridad para Miguel en el momento de incorporarse fue mejorar antes de nada y en primer lugar las instalaciones de las vacas en producción, con lo que notó ya un incremento inmediato en la rentabilidad. Pero ahora, en segundo lugar, le tocará el turno a la recría, algo que también tendrá efectos sobre la producción en las primeras y sucesivas lactaciones de los animales. Tiene ya solicitado un plan de mejora para hacer una nueva nave de 12x18 metros destinada a las terneras y novillas. Su intención es tener toda la recría en cama fría de compost separada en lotes por edades. "Echaré 40 centímetros de compost de inicio y luego lo moveré cada 3 días en invierno y cada más tiempo en verano porque cuando hace buen tiempo seca más y no es necesario moverlo tanto", calcula.
"Al final gastas en genética y no le sacas todo el rendimiento, porque al tener las terneras apelotonadas por mucho que las mimes no logras resultados. Me están pariendo a los 26 meses, por lo que estoy perdiendo 3 meses de leche en cada una por no tener instalaciones idóneas"
"Las terneras las tenemos muy mal de espacio y están bastante apretadas. Paren a los 26 meses, estoy perdiendo 3 meses en cada una por no tener instalaciones idóneas", reconoce. "Es muy raro que tengamos una ternera con neumonía o con descomposición. Hasta el destete, que hacemos con 2 meses o 2 meses y medio, van muy bien, porque mi madre es un fenómeno para las terneras porque tiene mucha paciencia y las trata muy bien, pero todo ese trabajo se va al traste después por no tener sitio", indica. "Al final gastas en genética y no le sacas todo el rendimiento, porque al tenerlas apelotonadas por mucho que las mimes no logras resultados", concluye. En la SAT O Liñar ponen semen sexado en las novillas con la intención de crecer en el número de cabezas. En el trabajo que hace en genética, tanto en las primerizas como en las vacas con más de un parto, Miguel lo que prioriza son calidades y litros. Está entregando en este momento a Naturleite. La sala quedó también pequeña La sala de ordeño se le quedó también pequeña. "Tenemos 6 horas diarias de sala entre ordeñar y lavar", cuenta. Tiene solo 6 puntos por lo que el tiempo en ella se alarga cuándo a las 7 y media de la mañana y a las 7 y cuarto de la tarde se ponen a ordeñar. Miguel se decanta por una nueva sala en vez de poner robots. "Meteré sala otra vez, porque un robot no me llega y para dos no tengo ganado suficiente", argumenta.
"Notamos mucho aumento de producción al mejorar la comodidad de las vacas y en tres años pasamos de 27 litros de media a 32"
Pero su substitución tendrá que esperar. "Lo primero es finalizar la ampliación para las vacas en producción y hacer la nueva zona para la recría y después cambiar la sala, los cambios tienen que ser escalonados e ir por fases, y tengo claro que lo primero es la comodidad de las vacas y después la mía a la hora de ordeñar", razona. Esos cambios que fue haciendo ya dieron resultados. "Por mejorar el manejo aumenté en tres años la producción de 27 litros de media a 32 y seguimos subiendo", explica. "Notamos mucho aumento de producción al mejorar el confort de las vacas. Al ampliar los cubículos las vacas están más cómodas y eso se notó también en la leche", dice. "Soy un esclavo de los forrajes" En la ración reducen el uso de concentrado En ese programa de mejora escalonado que Miguel ha previsto, después de acabar con la ampliación de las instalaciones y con el cambio de la sala de ordeño, le tocará el turno a comprar un carro mezclador propio. Ahora mismo está en una CUMA. El ensilado lo realiza en la propia explotación y la ración es única: 21 kilos de silo de maíz, 19 de hierba y 10 de pienso. "No es tampoco una ración de alta producción. Yo soy un esclavo de los forrajes pero limito mucho el concentrado porque nosotros no queremos salir en revistas, queremos tener rentabilidad a final de mes y si no superas el 50% del cheque de la leche en piensos, un promedio de 32 litros es tan rentable como uno de 40 con más pienso", dice.
"Nosotros queremos tener rentabilidad a final de mes y un promedio de 32 litros con menos pienso es tan rentable como uno de 40 litros con más concentrado"
Disponen de 26 hectáreas de terreno, de las que siembran a maíz 16 y el resto están a hierba. Pero la intención de Miguel es aumentar más superficie para no tener que hacer rotación anual de maíz y raigrass en tantas fincas. "El maíz quiere ir temprano y bien trabajado y rotando te pegas un tute grande pero no abonas ni haces los trabajos igual y el rendimiento no es el mismo. Yo saco de media entre 40 y 42 toneladas por hectárea. Con menos de 30 no compensa echar maíz porque te sale en 1.300 ó 1.400 euros por hectárea, que es mucho dinero", afirma. En la zona en la que se encuentra esta SAT hay varios ganaderos sin relevo, pero San Martiño de Fontao está pegado a Sarria y eso encarece mucho los precios. "Compré 3 hectáreas pero pagamos a 4 y a 4,50 euros el metro cuadrado", cuenta Miguel. "Tuve que ir a coger tierras a 10 kilómetros porque aquí están carísimas", añade.

Separador de purín y cama de compost

El separador funciona 2 días a la semana, en 6 horas logra 14 metros cúbicos de compost Lo primero que hizo Miguel al incorporarse a la granja de los padres fue comprar un separador para el purín. "No me llegaba la balsa y así reduje la necesidad de tener más balsa", explica. Otra razón fue mejorar el confort de las vacas en las camas. "Tenía cascarrilla y cal y hacía yo la mezcla en casa porque comprada era insostenible. Tenía 700 euros de coste al mes pero las vacas se dañaban mucho porque reponía cada 10 días y se vaciaban mucho los cubículos", recuerda.
Redujo las células casi a la mitad al empezar a mover el compost de las camas todos los días
Así que no se lo pensó mucho. "Fui a ver dos separadores a Navarra en el mes de julio del año pasado y a los dos días lo compré. Vine convencido porque estaba aburrido de las camas vacías y arena no podía poner porque tengo emparrillado y balsa de lona", explica. Compró una gradilla para mover el compost y en 20 minutos tiene todas las camas hechas "Me decanté por este por el precio, porque ahorraba algo en comparación con otros separadores que hay en el mercado y tienes el mismo producto", considera. Aun así la inversión es grande. "Mucha gente me pregunta si me compensa para una explotación pequeña como esta y yo digo que sí, porque solo por ver a las vacas bien, limpias y cómodas, ya me merece la pena. Tardaré 2 años más en pagarlo seguramente con respecto a una explotación más grande pero pienso que es rentable igual la inversión", justifica. El modelo que Miguel instaló lo distribuye la empresa de Sarria Corbar Maquinaria y comenzó a funcionar en su explotación hace ahora un año. Junto al instalado en la SAT Ladeira de O Páramo fue de los primeros en ponerse en Galicia. Así que empezó todo "un poco a la aventura", dice Miguel. "Cuando comencé tenía recuentos de 240.000 células y eché así meses. Cuando empecé a mover todos los días el compost y a tenerlo seco bajé hasta las 130.000", cuenta.
"A 70ºC no matas todas las bacterias, matas las malas, como el E-coli, pero llevas las bacterias buenas para la cama de las vacas"
Defiende que la utilización de compost en las camas tiene importantes beneficios para la salud de los animales. "A 70ºC, que es la temperatura a la que subes el compost, no matas todas las bacterias, matas solo las malas, como el E-coli, pero llevas las bacterias buenas para la cama de las vacas", argumenta. Como el coste del material es inferior a sistemas como la arena, el carbonato o la cascarilla, las camas están siempre más llenas, con la ventaja de que el sobrante vuelve al pozo del purín y no se pierde, ya que vuelve al circuito y es reciclado y reutilizado. Cubrir la balsa y fertirregar Pretenden separar toda la parte sólida del purín para echar en las tierras del maíz y fertirregar con la parte líquida Con la dimensión que tiene SAT O Liñar el separador no tiene que funcionar todos los días para disponer de la cantidad de compost necesaria para llenar los cubículos. "Separo dos días a la semana, cada día 6 horas y logro 14 metros cúbicos de compost. Encamo cada 5 días y lo muevo todos los días, que es lo ideal", dice. Compró una gradilla para mover el compost en los cubículos diariamente para que de este modo no se apelmace para que las vacas estén más cómodas y al airearse seque mejor también, sobre todo en invierno. "Con la gradilla ahorras trabajo, porque con 20 minutos al día tienes las camas arregladas", explica. Miguel ha solicitado también cubrir la balsa del purín para emplearlo para echar en los segundos cortes y en un futuro fertirregar con ella y pasar a separar todo el purín en compost para echar al maíz. "Siembro 10 hectáreas de maíz que están a 4 kilómetros y cuando llevas el purín la mitad es agua, así que no optimizas el transporte. Si en vez de purín llevase compost todo lo que va en el viaje sería abono", argumenta. Poca potencia de luz Miguel instaló placas solares y no notó incremento en la factura por el uso del separador Esta explotación tiene un problema con la potencia de luz de la que dispone, una situación que se repite en muchas granjas que deciden ampliar. "Tengo 8 Kw y ando muy justo, gracias a que no tengo arrobaderas, sino no me llegaría. Y el separador tengo que ponerlo en las horas en las que no ordeño", cuenta. Como muchos otros ganaderos en su misma situación, se encuentra con el problema de que para ampliar la potencia que tiene contratada es necesario reforzar antes la línea eléctrica que llega hasta su establo, pero la compañía suministradora lo obliga a tener que pagar él el coste que esto supone. Los problemas de suministro eléctrico y la falta de potencia es una situación que viene de viejo y que trató de mitigar con la instalación de placas solares. "Puse solo 8 Kw porque era a potencia máxima que tenía contratada. Instalé las placas cuando puse el separador y no noté aumento en la factura de la luz a consecuencia de su funcionamiento", asegura.
   

SAT Emilio do Jaime, el gusto por las frisonas rojas

Emilio, con sus vacas en la parroquia de Xustás, en Cospeito Como la práctica totalidad de las ganaderías de leche gallegas, esta SAT ubicada en la parroquia de Xustás lleva años modernizándose y haciendo mejoras tanto en las instalaciones como en la base genética de sus animales. Y entre los cambios visibles que hay en esta granja está también el color de sus vacas. Son todas de raza frisona, pero las hay de color negro y de color rojo. Comparten espacio, alimentación, manejo y resultados. Están en los mismos lotes, mezcladas, y Jaime Rodríguez Buíde, uno de los cuatro socios de esta SAT familiar, asegura que “el color de la capa no influye en la producción”. “A mí me gustan mucho las frisonas rojas, el problema es que hay pocos toros rojos buenos”, dice. “Tengo animales muy buenos tanto frisones blanco y negro como rojos”, cuenta. Por ejemplo, Jaime Diabolo 988 es la tercera mejor ternera roja de España por la prueba genómica y en blanco y negro también hay alguna novilla de esta ganadería en los primeros puestos del ranking. Trabajan 140 hectáreas de terreno, de las que se encarga Jaime “He gastado mucho dinero en genética”, dice Emilio, que explica que compró la primera novilla y comenzó con los embriones “cuando funcionaba Bos” , un centro cuya Unidad de Transferencia Embrionaria, ubicada en Guísamo y dependiente de la Xunta de Galicia, que funcionó hasta el año 2012, era una referencia a nivel estatal. El gusto por la genética de Emilio le viene de cuando era controlador de Africor, algo a lo que se dedicó hasta el 2008, cuando se incorporó a la ganadería familiar, que está formada hoy también por su hermano Jaime y por sus padres, Emilio y Josefa. “A mi hermano siempre le gustó más la maquinaria que las vacas y hasta el año 2016 estuvo trabajando en una empresa de servicios agrarios, y a mí me pasa al revés, así que nos complementamos bien”, afirma Emilio. 255 vacas en ordeño La ganadería la inició su padre. “En el año 1980 fue cuando se hizo el primer establo trabado, para 34 vacas, y en el 2000 el primero libre”, explica. En el 2011 constituyeron la SAT y doblaron el número de cabezas. En 2016 y 2018 vinieron nuevas ampliaciones hasta las 255 vacas en ordeño que tienen a día de hoy.
“No tenemos pensado crecer más, no por falta de forraje, sino por falta de personal”
“En principio ahora vamos a parar aquí, por falta de personal, no por falta de forraje”, aclara Emilio. Manejan en este momento 140 hectáreas de terreno, de las que siembran a maíz un total de 73. La finca más lejos la tienen a 7 kilómetros de la granja. En la parroquia en la que se encuentran solo queda otra explotación, SAT Xustás, pero no hay concentración parcelaria. “Concentramos nosotros, pero no es lo mismo, porque hay que dejar los marcos en medio”, dice. Trabajan en la explotación los dos hermanos (Emilio y Jaime), su madre (Josefa), Mari (la mujer de Emilio) y tres empleados. “Hacemos falta todos porque al hacer el trabajo agrícola hace falta gente. Y menos a picadora, hacemos nosotros todo”, cuenta Emilio. Su hermano Jaime lleva la parte de maquinaria y él la parte del establo (inseminaciones, partos, etc) y en las campañas le echa también una mano en el trabajo de campo. Sala de ordeño nueva de 32 puntos Ordeñan siempre dos personas en la sala mientras otra trae lotes de vacas y arregla los cubículos Los demás se dedican a ordeñar. Siempre tres personas, dos en la sala y otra trayendo lotes y arreglando cubículos. Ordeñan dos veces al día y les lleva dos horas y cuarto, la mitad que antes de cambiar la sala de ordeño. Desde finales de 2017 cuentan con una 2x16 trasera con identificación y puerta selectora. “La identificación ayuda mucho a manejar el rebaño, a controlar el tema de los celos y las bajadas en la producción”, asegura Emilio. Antes, con una sala 2x6 también trasera, les llevaba casi cuatro horas ordeñar y eso que tenían menos vacas que hoy. Con la nueva sala de 32 puntos ahorran mucho tiempo y “las vacas están mucho menos tiempo de pie en la sala de espera”, destaca.
“La identificación vaca a vaca ayuda mucho a manejar el rebaño y a tomar decisiones”
Además, en una explotación con la dimensión como la que tiene esta SAT es fácil que haya variaciones en el número de animales que hay que ordeñar en un momento concreto con respecto a otro, pero una sala como esta es capaz de asumir ese volumen a mayores sin tener prácticamente que incrementar el tiempo de ordeño. Aunque no pretenden aumentar por ahora, esta sala les permitiría crecer y ordeñar más vacas que las que tienen hoy. Se decantaron también por la identificación vaca a vaca mediante collar, en substitución de los podómetros que tenían antes. Ahora, además de los datos de producción y detección de celos, cuentan con la información sobre conductividad para de este modo poder coger a tiempo posibles mamitis y atajarlas lo antes posible. También prefirieron poner otra sala de ordeño en vez de robots “porque son muchos animales y cuando acabas de ordeñar te olvidas, aunque la inversión era prácticamente la misma”, dice Emilio. Entregan a Leche Río desde hace año y medio. Con anterioridad les llevaba la leche Celega. En los dos ordeños que hacen, a las siete y media de la mañana y a las siete de la tarde, logran medias por vaca de 35 litros, con 4,10% de grasa y 3,40% de proteína. Las terneras están en los boxes de dos en dos Las terneras están en los boxes hasta que cumplen una semana de vida y después pasan ya a la amamantadora Igual que el forraje, en esta SAT hacen también la recría en la propia explotación. Pusieron semen sexado y embriones durante años (están en el programa de Xenética Fontao) para poder crecer y ahora son excedentarios en el número de novillas. “Si quisiésemos seguir creciendo podríamos porque nos sobra recría. De hecho ya estamos poniendo a un 30% de las vacas limusín”, cuenta Emilio. Cuando nacen las terneras hacen un buen encalostrado y luego las pasan a boxes en los que están de dos en dos. “Crecen más y salen más espabiladas”, considera. A la semana ya pasan a la amamantadora, que también compraron hace dos años. “Es algo que saca mucho trabajo y es mucho mejor también para las terneras. Desde que la tenemos notamos que maman más cantidad de leche pero más repartida y siempre a la misma temperatura y con la misma concentración y también enferman menos”, argumenta Emilio.
“La luz es un consumo en las explotaciones que se nota mucho”
Con una subvención del Inega pusieron también placas solares el año pasado. “Tenemos 21Kw de potencia instalada pero como solo se hacen 2 ordeños perdíamos mucha energía, por eso decidimos poner una torre de 25.000 litros que lleva un banco de agua helado que es enfriada con las placas solares durante el día y con ese hielo es después con el que se enfría la leche las 24 horas”, detalla. “La luz es un consumo en las explotaciones que se nota mucho”, añade. Estar al lado del río Miño: una razón para tener separador de purín “Tenemos las inversiones gordas hechas, ahora solo nos queda hacer una fosa de purín y poner un separador, para lo cual hemos pedido un plan de mejora”, explica Emilio. “Estamos al lado del río Miño y el sólido es más fácil de almacenar y de echar, no tiene tantas exigencias medioambientales”, añade.
"Para el volumen de vacas que tenemos nosotros sin separador tendríamos que hacer una fosa de 9 millones de litros y sería inviable"
Esa es una de las razones que los llevó a optar por el separador, que ya tienen cerca de ellos en la SAT Ferreiros, en Bazar, en el vecino ayuntamiento de Castro de Rei. La otra razón es que evitan tener que ampliar tanto la fosa del purín. “Para este volumen de vacas sin separador tendríamos que hacer una fosa de 9 millones de litros, sería inviable. Con el separador, con 2 millones de litros arreglamos”, cuenta. Cuentan también con arrimador de comida al pesebre. Tienen carro mezclador propio, pero es pequeño, lo que les obliga a tener que hacer más raciones. Para las vacas en producción preparan una ración única para todas. Hacen otra para las novillas y las secas y una diferente para preparto, que preparan cada dos días, lo mismo que para la recría de menos de un año, que también hacen cada dos días.

Consideradas durante años una anomalía genética

Las frisonas negras y las rojas comparten instalaciones en esta ganadería de Cospeito En la segunda mitad del siglo XIX los ganaderos norteamericanos importaron de Holanda unas 8.000 vacas de raza holstein que serían la base de su cabaña ganadera posterior. Una parte de esos animales portaban un gen recesivo rojo que acabó por aparecer en la descendencia. Pero durante años fue considerado un defecto genético a erradicar en la búsqueda de una raza 100% pura. Hasta hace medio siglo esas vacas eran consideradas una anomalía y en EEUU las asociaciones holstein rechazaban inscribir a esos animales e incluso borraban también de los registros a las madres, por lo que, cuando a partir de una vaca y un toro holstein salía una cría con manchas rojas, en vez de blancas y negras, en la mayoría de los casos esas terneras rojas eran sacrificadas nada más nacer.
Hasta el año 1969 la asociación frisona de EEUU rechazaba inscribirlas en sus registros y muchos ganaderos las sacrificaban al nacer
Es el llamado factor rojo (RC) o variante roja (VR), un gen que hace que haya vacas frisonas de ese color. Se calcula que una cuarta parte de las vacas holstein son portadoras de este gen rojo, a pesar de que se intentó erradicar en norteamérica en la década de los 60 y 70. Pero con el paso de los años las asociaciones frisonas de EEUU y Canadá acabaron por aceptar esos animales, que en algunos casos destacaban incluso en los concursos. El toro A.B.C. Reflection Sovereign es posiblemente el padre de la raza holstein roja en los EEUU, de donde estos animales pasaron a Canadá, que desarrolló la raza con sementales como Roybrook Telstar. Desde ahí esos animales frisones de color rojo, descendientes de aquellas vacas que habían salido originariamente de Holanda hacia los EEUU y Canadá, dieron de nuevo el salto de vuelta a Europa, donde son hoy cada vez más los ganaderos europeos interesados en criar vacas holstein rojas. Al ser rechazadas durante años, las holstein rojas tuvieron hasta el momento un menor desarrollo a nivel genético que las blancas y negras, pero en los últimos años hubo importantes avances también en la variante roja.

Recomendaciones para reducir la factura eléctrica en una granja

El pasado mes saltaba a la opinión pública el caso de un ganadero de vacuno de leche de Portomarín (Lugo) al que Unión Fenosa Distribución le exige 54.000 euros para incrementar la potencia eléctrica de su granja ya que el incremento implicaba cambios en el transformador y en la línea eléctrica. Esta situación es común en muchas zonas del medio rural y frena la realización de inversiones en mejoras tecnológicas en las granjas. Desde el Gabinete de Comunicación de Unión Fenosa Distribución se defienden asegurando que en ese caso concreto de Portomarín “la mejora de la potencia eléctrica de su granja supone, en realidad, triplicar la potencia que tiene, (...) por lo que para garantizarle la potencia de demanda que requiere sin que repercuta en la calidad del suministro de los clientes de la zona y en la suya propia, hace falta hacer un refuerzo de una nueva línea hacia la granja”. “Y la propuesta económica que le presentamos cumple la legislación vigente”, añaden.

¿Que dice la normativa sobre quien paga el aumento de la potencia eléctrica en una granja?

¿Y que dice precisamente la legislación en España para estos casos? ¿Quién tiene que pagar el refuerzo de la línea y del transformador: el ganadero o la distribuidora eléctrica? Lo cierto es que el Real Decreto 1048/2013 establece que cuando un consumidor tiene necesidad de incrementar la potencia contratada, la compañía distribuidora tiene el deber de suministro. Para ver quien tiene que sufragar los costes de esta acometida lo primero que hay que determinar es si la solicitud es por crecimiento vegetativo de la demanda -”extensión natural de la red”-, o bien si la solicitud del consumidor es una “nueva extensión de red”. En el primer caso, el coste de la acometida será abonado por la distribuidora y en el segundo caso el coste de la extensión de red tendrá que abonarlo el solicitante, el ganadero en este caso. Y más concretamente, si la acometida es "nueva extensión de red" el solicitante deberá abonar los derechos de extensión, con un baremo regulado, para los casos de potencia solicitada menor de 100 kW en baja tensión y menor de 250 kW en alta tensión. Para el resto de los casos, potencias solicitadas mayores a las anteriores, el solicitante deberá abonar el coste total de la infraestructura que sea necesario acometer y por lo tanto no deberá abonar los derechos de extensión. Sin embargo, para Javier Iglesias, responsable de Ganadería de Unións Agrarias, “esta situación es injusta, pues el ganadero está pagando él sólo de su bolsillo un incremento de potencia y una mejora de la red que repercute positivamente en el conjunto de la zona”. Igualmente, considera “inmoral” que el ganadero tenga que pagar total o parcialmente el coste de una nueva línea eléctrica a su granja, “porque las compañías eléctricas prestan un servicio de carácter público y al que deberían acceder todos los ciudadanos, máxime para crear riqueza en el medio rural”.

Recomendaciones para reducir la factura eléctrica en una granja

La electricidad es un importante capítulo de gasto en una granja de vacuno de leche. “Por ejemplo, una ganadería media con 100 vacas en ordeño viene teniendo una factura eléctrica mensual de unos 700 euros”, explica Miguel A. Rois, de la empresa lucense Arza Ingeniería. En este sentido, ¿que puede hacer el ganadero para reducir su factura eléctrica? He aquí algunas recomendaciones: -No contratar “sobre-potencias”: “Se debe ajustar la potencia que se pretende contratar a las necesidades reales de la futura demanda, no contratar sobre-potencias y aplicar sistemas de eficiencia energética y ahorro energético en las instalaciones para reducir la necesidad de potencia contratada”, aseguran desde la Consellería de Industria de la Xunta de Galicia. -Otras medidas: “Se pueden instalar reguladores de frecuencia, cambiar los alumbrados a led, revisar el contrato eléctrico de potencia contratada o instalar energías renovables como intercambiadores de calor o placas solares”, destacan desde Arza Ingeniería. -Energías renovables: A través del Inega, las empresas del sector agrícola primario pueden acceder a apoyos para proyectos de energías renovables y de ahorro y eficiencia energética. El plazo de presentación de solicitudes del programa, que cuenta con un presupuesto de 1,72 millones de euros en este 2019, está abierto hasta el 31 de mayo. Sin embargo, Javier Iglesias, de Unións Agrarias considera esta partida “claramente insuficiente para la demanda que está habiendo, sobre todo cuando la propia Xunta está financiando a las compañías eléctricas con partidas muy importantes para mejoras de la red eléctrica”.
 “Con energía fotovoltaica una granja puede cubrir el 40% de su demanda eléctrica”
¿Y cuanto puede ahorrar una ganadería en su factura eléctrica instalando energías renovables? Laura Aldariz, de la empresa Tecgal Energías calcula que “en el caso de una granja de vacuno de leche puede cubrir hasta el 40% del consumo eléctrico de su factura con energía fotovoltaica”. “La inversión puede oscilar entre los 20.000 y los 30.000 euros y el plazo de amortización es de entre 3 y 4 años, siempre y cuando se reciban las ayudas del INEGA, que cubren sobre del 50% de la inversión. Sin ayudas iría al doble de años de amortización, pero también hay que pensar que pasado ese período tendría electricidad gratis durante muchos años”, añade Laura Aldariz. La aprobación el pasado viernes del balance neto para las energías renovables -en la factura pagarán por la diferencia entre la electricidad que vierten a la red y la que consumen- acortará más los plazos de amortización. “Incluso en una ganadería sería posible tener una instalación aislada, independiente de la red y generando toda la energía eléctrica que precisa la granja, pero sería necesario combinar las placas fotovoltaicas, una fuente de energía eólica, baterías para almacenar la electricidad y un grupo electrógeno por seguridad. Es cierto que la inversión de una instalación aislada es mayor pero una vez amortizado tendrá gratis toda la electricidad que consume”, concluye la representante de Tecgal Energías.

Aira ahorrará unos 18.000 euros en su factura eléctrica con un parque fotovoltaico

La cooperativa Aira acaba de poner en funcionamiento una planta fotovoltaica en su fábrica de piensos de Taboada (Lugo) que le permitirá generar energía para abastecer un 10% de la demanda eléctrica de esta industria, con un ahorro estimado de 18.000 euros anuales.

Se trata de la primera gran apuesta de esta cooperativa agroalimentaria por las energías limpias, la sostenibilidad y la reducción de la dependencia energética, para lo cual ha confiado en la experiencia de Voltfer, empresa del vigués Grupo Alvariño especializada en soluciones en energías renovables para particulares y empresas.

Previsión de amortizar la instalación en 4 años

La instalación que acaba de entrar en funcionamiento está integrada por un total de 616 paneles solares, con 166kW de potencia y una producción de 207.500 Kwh/año. Con esta capacidad de generación, la cooperativa podrá amortizar la inversión realizada en un plazo de 4 años, a partir de los cuales la energía producida tendrá coste cero.

El director general de Aira, Daniel Ferreiro, explicó que esta instalación, que se suma a otra de 100kW en la delegación de Aira en Chantada, “es una muestra de la apuesta de Aira por la eficiencia energética y las energías renovables, un compromiso en el que seguimos avanzando con nuevos proyectos”.

Aira suma otros 100 kw de fotovoltaica en su delegación en Chantada

En este sentido, subrayó “la importancia de las líneas de ayudas puestas en marcha por el Inega para financiar proyectos de eficiencia energética en empresas del sector primario, de la que se ha beneficiado esta instalación”.

Por su parte, el director de Voltfer, José María Fariña, apuntó que “los sistemas de autoconsumo fotovoltaico suponen la mejor opción para optimizar las posibilidades de ahorro energético en empresas del sector agroalimentario y explotaciones agrarias”.

“La tecnología solar fotovoltaica es la forma más rentable y eficiente de generar energía en el mismo lugar de su utilización, es más competitiva que la generación de energía mediante métodos tradicionales, no renovables, y además hay que destacar su rápida instalación y prácticamente nulo mantenimiento”, explicó.

Nuevo modelo energético en el rural

Ante el incremento constante del precio de la energía en los últimos años, el autoconsumo eléctrico basado en la generación con fotovoltaica está siendo la clave de un nuevo modelo energético para el rural que ya se está desarrollando con éxito en un número cada vez mayor de países de nuestro
entorno.

Las industrias agroalimentarias son claras beneficiarias de este nuevo modelo, que permite reducir dependencia energética y esquivar el alza continua de precios en industrias con elevada demanda.

Además, el sector agroganadero europeo en su conjunto está siendo la punta de lanza en esta transición por las claras ventajas que supone en los resultados de la actividad y la óptima adecuación de estos sistemas a las necesidades y características propias de las explotaciones agropecuarias, especialmente las del sector lácteo.

Se trata de un modelo por el cual en Galicia se está apostando ya de manera decidida, como se desprende de los planes del Gobierno gallego en materia de energía para los próximos años. Esta estrategia contempla al sector agroganadero y la industria como objetivos prioritarios, con importantes órdenes de ayudas autonómicas dirigidas este fin. Un esfuerzo que apunta a su continuidad en futuras convocatorias, en línea con el cumplimiento de los objetivos de generación energética con renovables acordados por la Unión Europea.

A estas ventajas hay que añadir la seguridad jurídica. La fotovoltaica está regulada por el RDL 15/2018 y exenta de cualquier impuesto, tras la reciente supresión del impuesto al sol, que supone todo un espaldarazo al futuro de esta tecnología para la generación energética.

Instalaciones industriales

En este contexto, la industria gallega, especialmente del sector alimentario y agroalimentario está haciendo una apuesta decidida por estos sistemas de generación energética.

En los últimos meses, Voltfer ha puesto en marcha otras importantes instalaciones en industrias del sector, como Frigoríficos Frioya, en Chapela (Redondela) o Biscuits Galicia (O Porriño), a los que se sumarán próximamente otras empresas gallegas de referencia.

Instalación fotovoltaica en la planta de piensos de la cooperativa AIRA en Taboada: 

La energía fotovoltaica: Una alternativa de ahorro para el sector agroganadero

Voltfer, división del Grupo Alvariño especializada en soluciones en energías renovables para particulares y empresas, apunta a los sistemas de autoconsumo fotovoltaico como la mejor opción para optimizar las posibilidades de ahorro energético en explotaciones agrarias, ganaderas y empresas del sector agroalimentario.

Así lo aseguró José María Fariña, director de Voltfer e ingeniero de la firma viguesa, en el marco de una ponencia técnica dentro de la Jornada ‘Genera tu propia energía: Energías Renovables en el sector agroalimentario’, organizada por la Asociación Galega de Cooperativas Agrarias (AGACA) y que se celebró recientemente en Santiago de Compostela.

Ante el incremento constante del precio de la energía en los últimos años, Fariña explicó que el autoconsumo eléctrico basado en la generación con fotovoltaica está siendo la clave de un nuevo modelo energético para el rural que ya se está desarrollando con éxito en un número cada vez mayor de países de nuestro entorno.

“El sector agroganadero europeo está siendo la punta de lanza en esta transición por las claras ventajas que supone en los resultados de la actividad y la óptima adecuación de estos sistemas a las necesidades y características propias de las explotaciones agropecuarias, especialmente las del sector lácteo. También las industrias agroalimentarias son claras beneficiarias de este nuevo modelo, que permite reducir dependencia energética y esquivar el alza continua de precios en industrias con elevada demanda”, explicó el director de Voltfer.

Una inversión que se amortiza en 4 o 5 años

En este sentido, José María Fariña defendió que “la tecnología solar fotovoltaica es la forma más rentable y eficiente de generar energía en el mismo lugar de su utilización, es más competitiva que la generación de energía mediante métodos tradicionales, no renovables, y además hay que destacar su rápida instalación y prácticamente nulo mantenimiento”.

Esto ha sido posible gracias a una notable mejora en la eficiencia y a la importante bajada de los precios de los paneles solares: Si hace 3 años estaban a entre 3 y 4 euros el vatio hoy se compran a 40 céntimos.

Se cubre de media el 40% de la demanda eléctrica de una explotación ganadera

Según destacaron desde VOLTFER, una instalación fotovoltaica de entre 30 y 40 kw cuesta en torno a 50.000 euros, que se quedaría en la mitad si recibe ayudas de la Xunta de Galicia. De esta forma, cubriría el 40% de la demanda eléctrica de una explotación ganadera, con un plazo de amortización de 5 años, y una vida útil de alrededor de 30 años. La clave es un diseño profesional de la instalación y adaptado a cada caso para que el período de retorno sea más corto.

“En explotaciones ganaderas conseguimos retornos de inversión muy interesantes, a los 4 o 5 años, lo que significa que la granja en muy pocos años logra una elevada cuota de independencia energética, y a partir de ahí, una vez amortizada, ese 40% de ahorro son beneficios para el ganadero”, añadió José María Fariña.

A estas ventajas hay que añadir la seguridad jurídica: “La fotovoltaica a día de hoy está perfectamente regulada por el RDL 15/2018 y exenta de cualquier impuesto, tras la reciente supresión del impuesto al sol, que supone todo un espaldarazo al futuro de esta tecnología para la generación energética. En un futuro cercano esperamos que también se pueda vender esta energía a la red, con lo que la rentabilidad para el ganadero será incluso mucho mayor”, concluyó.

Próxima convocatoria de ayudas de la Xunta

En febrero está previsto que se convoquen las ayudas específicas del INEGA para la instalación de energías fotovoltaica, entre otras renovables, en el sector primario. Estas ayudas, al igual que ya sucede actualmente, cubrirán de media el 50% del coste de la instalación.

Más información:

-10 claves para instalar energías renovables en las explotaciones ganaderas

10 claves para instalar energías renovables en las explotaciones ganaderas

Las energías renovables están cada día más presentes en las explotaciones ganaderas españolas, de momento para abaratar notablemente la factura eléctrica, pero en un futuro próximo, cuando puedan vender a la red los excedentes de la electricidad que producen, como una importante fuente de ingresos, algo de lo que ya se aprovechan desde hace años miles de ganaderos en Alemania, Francia o Dinamarca. En este sentido, y tras un incomprensible “impuesto al sol” que penalizaba el autoconsumo de estas energías, el Gobierno central corrigió el pasado 6 de octubre esta situación al retirar las trabas a las pequeñas instalaciones de energías renovables para autoconsumo, con lo que pueden ahorrar hasta el 40% del gasto en la factura eléctrica. El siguiente paso, por el que espera con ansia el sector, es regular tanto el balance neto -la diferencia entre la electricidad que una ganadería vierte a la red y la que consume- como la venta directa a la red, lo que incrementará notablemente los ingresos y reducirá los plazos de amortización de las instalaciones de energías renovables. Para analizar el nuevo escenario de oportunidades que se abre para las explotaciones ganaderas, la Asociación Gallega de Cooperativas Agrarias (AGACA) y la empresa VOLTFER organizaron el pasado jueves en Santiago de Compostela una jornada bajo el título “Genera tu propia energía: Energías renovables en el sector agroalimentario”, en el que expertos de diferentes empresas del sector (fotovoltaica, biomasa o biogás) expusieron las tendencias de futuro en energías renovables. Participaron como ponentes en esta jornada Mario Fernández, técnico de AGACA; José María Fariña, director de VOLTFER; Mónica Figueroa, responsable del centro tecnológico EnergyLab; José Otero, gerente de ISEMPA, y Joaquín Pampillón, del departamento de prescripción de ECOFOREST.

10 claves para la instalación de energías renovables en el sector agroganadero:

Resumimos a continuación 10 de las principales conclusiones a las que se llegó en esta jornada: -1) Las energías renovables llegan para quedarse. La Comisión Europea ha establecido que el 32% de la energía producida en la Unión Europea en 2030 proceda de fuentes renovables, como la fotovoltaica, la eólica, la geotermia o la biomasa. En caso de incumplimiento de estos objetivos los estados miembros se podrían ver sometidos a sanciones. -2) Antes de realizar la instalación es necesario estudiar cada granja: El punto de partida debe ser un análisis detallado de cada explotación agroganadera o agroalimentaria -al igual que cualquier otro tipo de instalación- para determinar en que franjas horarias se producen los picos de demanda de energía, sea de electricidad, calor o frío o de ambas. Con los resultados se decidirá que sistemas de energías renovables instalar. En este sentido, la tendencia es ir hacia un mix de fuentes de energías renovables. Por ejemplo solar fotovoltaica y biomasa, solar fotovoltaica y eólica e incluso solar fotovoltaica, biomasa y eólica. De esta forma, la fotovoltaica produce durante el día y durante los meses de más luz solar; la biomasa para los meses de invierno, mientras que la la eólica garantiza un subministro prácticamente continuo. -3) La solar fotovoltaica es hoy en día la fuente de energía más barata en el mercado. Esto ha sido posible gracias a una notable mejora en la eficiencia y a la importante bajada de los precios de los paneles solares: Si hace 3 años estaban a entre 3 y 4 euros el vatio hoy se compran a 40 céntimos. Según destacaron desde VOLTFER, una instalación fotovoltaica de entre 30 y 40 kw cuesta en torno a 50.000 euros, que se quedaría en la mitad si recibe ayudas de la Xunta de Galicia. De esta forma, cubriría el 40% de la demanda eléctrica de una explotación ganadera, con un plazo de amortización de 5 años, y una vida útil de alrededor de 30 años. La clave es un diseño profesional de la instalación y adaptado a cada caso para que el período de retorno sea más corto. Fuente: VOLTFER -4) En 2019 habrá ayudas específicas del INEGA para la instalación de energías fotovoltaica en el sector primario. Estas ayudas, al igual que ya sucede actualmente, cubrirán de media el 50% del coste de la instalación. Este año el INEGA destinó 4,38 millones de euros a empresas del sector de la industria, servicios y agrícola primario para la instalación de energías renovables, una cantidad se espera se mantenga en 2019 y que se mejoren los plazos administrativos para la solicitud y justificación de las ayudas. -5) ¿Compensa instalar baterías? La instalación de sistemas de baterías que almacenen el excedente de electricidad producido y guardarlo para los momentos de más demanda encarece sensiblemente la instalación y sube el plazo medio de amortización. Por ejemplo, si hablamos de combinarlas con paneles fotovoltaicos para de los 5 a los 10 años. Como norma general, se aconseja instalar baterías cuando la explotación está en un lugar aislado que encarezca llevar hasta allí la electricidad, cuando la factura eléctrica sea muy elevada o cuando el consumo principal se produzca fuera de las horas solares. Las baterías de plomo y ácido suelen tener una vida útil garantizada de 8 años y las de litio de hasta 15 años, pudiendo en ambos casos almacenar electricidad por un tiempo limitado. La previsión es que su precio baje en el futuro. Otro aspecto a tener en cuenta es que cuando el Gobierno regule la venta de electricidad a la red así como el balance neto las baterías dejarán en buena medida de tener sentido, ya que la electricidad se “almacenará” en la red eléctrica, equilibrándose oferta y demanda con las distintas fuentes de energía. -6) Biogás: una alternativa de interés para la explotaciones ganaderas pero que no es rentable de momento. El biogás -la producción de gas metano a partir los purines ganaderos- es una alternativa interesante para las explotaciones ganaderas y está ya ampliamente implantada en Alemania, con más de 10.000 plantas de biogás. El principal freno a su expansión en España -existen 300 plantas, de las que la mitad están en plantas de tratamiento de residuos urbanos- es el elevado coste de las instalaciones y el reducido tamaño de las explotaciones ganaderas, sobre todo en Galicia. Así, para vacuno se necesita un mínimo de 250 vacas adultas y 5.000 cerdos en el caso del porcino. Por otra parte, la producción de biogás será más eficiente cuanto menos agua contenga el purín y cuando mayor porcentaje de metano tenga el gas que se extrae del mismo, siendo lo óptimo llegar a un 65%. El residuo orgánico resultante, llamado digestato, se puede separar en fracción líquida y sólida, y mantiene todo el nitrógeno del purín e incluso mejora sus propiedades fertilizantes. -7) Biomasa: La astilla es más competitiva que el pellet. El combustible ideal en biomasa es la astilla, puesto que genera menos deterioro en las calderas que los pellet y es más barata. Eso si, el inconveniente es su mayor volumen, por lo que precisa de silos de mayor tamaño. En la mayor parte de Europa la astilla es la biomasa más consumida, especialmente en instalaciones comunitarias o industriales. Para medir el potencial energético tanto del pellet como de la astilla la clave es el grado de humedad que presenta. El nivel recomendado es de un 10% para el pellet y del 18% para la astilla. Otra gran ventaja de la biomasa es que su precio permanece estable desde hace 10 años y sin perspectivas de que cambie. El plazo de amortización de una instalación de este tipo se sitúa de media entre los 5 y los 6 años. -8) Más eficiente si la energía renovable abastece a la granja y a la vivienda y más aún si es para varias explotaciones o viviendas. Una instalación de energía renovable es mucho más eficiente si trabaja muchas horas y si abastece a varias viviendas y/o instalaciones ganaderas. De esta forma, creando una red de calor o de consumo de energía eléctrica, existen distintos puntos de consumo y a diferentes horas con lo que se pierde mucha menos energía sobrante. -9) La bomba de calor o depósitos de inercia: la opción más barata de almacenar energía. La bomba de calor modulante y los depósitos de inercia están implantándose cada vez más. Estos depósitos contienen agua que es calentada por la energía renovable (fotovoltaica, biomasa, eólica...etc) y liberan esta energía cuando se demanda en forma de calor o frío, algo especialmente útil para granjas avícolas, de porcino, pero también para viviendas...etc. Los expertos calculan que esta tecnología consigue ahorros del 70% frente a los tradicionales sistemas de combustión o campanas eléctricas. -10) Instalación de sistemas gestores energéticos. Cada vez más se implantarán sistemas informáticos inteligentes que gestionarán la energía que produzcamos con las energías renovables para optimizar su uso. Por ejemplo, si la temperatura de la granja avícola alcanza los 23 grados, considerada la óptima para los animales en ese momento, automáticamente el gestor enviará la energía que producen los paneles fotovoltaicos o la biomasa a la bomba de calor para su almacenamiento.