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Amarelante, la cooperativa que está revitalizando la producción de castaña en Manzaneda

Las socias y socios de Amarelante, a la sombra de uno de los castaños de los que obtienen su materia prima Amarelante Sociedade Cooperativa Galega es el nombre de un proyecto que busca revitalizar el rural a través de la castaña. La iniciativa toma el nombre de la principal variedad de castaños que hay en la zona de Manzaneda y ha sido impulsada por cinco familias de la comarca que apostaron por recuperar los sotos como una vía de futuro. Sonia, Óscar, Marcos, Natalia, Félix, Davide, Iria, Lito y Luz integran la cooperativa, pero su Junta Directiva es femenina, formada sólo por las mujeres, al fin de dar visibilidad al trabajo de las mujeres en el rural, muchas veces tapado y poco valorado, lo mismo que producciones complementarias como eran la de la castaña.
El proyecto fue impulsado por cinco familias de la comarca que encontraron en la castaña una vía de futuro en el rural
Manzaneda, que cuenta con un castaño de más de 1.100 años que está declarado patrimonio natural, es una zona históricamente de mucha producción de castaña y de castaña de muy buena calidad y la cooperativa lleva el nombre precisamente de la principal variedad que producen los castaños que hay en este municipio, donde también se dan otras como la negral.
La cooperativa lleva el nombre de la principal variedad de castaña que se da en Manzaneda
Amarelante nació en un contexto de crisis económica en una comarca afectada desde hace décadas también por la crisis demográfica y los fuegos que año tras año afectan a los montes del macizo central ourensano, como bien sabe Davide, que lucha contra ellos desde su profesión de bombero forestal. "El objetivo era crear una cooperativa de explotación comunitaria de la tierra para aprovechar los sotos en desuso. Nosotros lo teníamos claro porque la materia prima la teníamos en nuestros montes, solo que estaba abandonada", destaca.

Lucha contra el abandono y creación de empleo

Soto de castaños centenarios recuperado por Amarelante Amarelante es un proyecto plural, se trata de una apuesta por el rural a través de la castaña y del cooperativismo, una iniciativa que recibió en el 2015 el premio a la Promoción del Cooperativismo convocado por la Consellería de Trabajo y cuya labor en la recuperación de los sotos también le valió para que fuera galardonada en el año 2019 con los Premios Agader de Desarrollo Rural en la categoría de lucha contra el abandono y a favor de la movilidad de tierras.
Galicia cuenta con 38.000 hectáreas de sotos pero el 50% no están produciendo
Los socios de Amarelante iniciaron la actividad manteniendo en paralelo otros empleos, aunque a medida que el proyecto fue creciendo y requiriendo de mayor dedicación fueron creando puestos de trabajo estables. Hoy por hoy cuentan con una persona contratada a tiempo completo y otras dos a media jornada y el resto de socios colaboran en los trabajos estacionales de mantenimiento de los sotos y recogida de las castañas en función de su disponibilidad, dedicándole en muchos casos los fines de semana o las vacaciones.

Vivir en el rural, no sobrevivir

Labores de envasado y etiquetaje de la harina de castaña en las instalaciones de la cooperativa Así resumían en las redes sociales, el pasado 8 marzo, cuando se cumplían 8 años del proyecto Amarelante, su trabajo: "Recuperamos sotos que llevaban años abandonados, compramos una nave y la maquinaria necesaria para secar castañas y hacer harina. Seguimos dándole vueltas a la cabeza y surgió la torta de castaña. Peleamos con la burocracia, la avispilla y la sequía. Vivimos castañales muy buenos y otros que fueron ruines; momentos de alegría y otros de agonía en los que no salían las cuentas. Ganamos el premio Agader y participamos en varios proyectos de investigación. Fuimos de feria en feria, impartimos charlas y nos formamos para seguir mejorando. Resumir en unas simples frases esta particular aventura es bastante complicado. Sin embargo, como decimos siempre: seguimos soñando en los sotos, porque sólo lo que se sueña se puede hacer realidad. Queremos vivir del rural, no sobrevivir. Seguimos!!!".
"Peleamos con la burocracia, la avispilla y la sequía"
Toda una declaración de intenciones de un grupo de gente que quiere desarrollar su proyecto vital de manera plena en el rural, sin necesidad de marcharse de Manzaneda para ganarse la vida o poder disfrutar de momentos de ocio. "Estamos convencidos de que nuestro proyecto puede ser una herramienta de transformación social que va mucho más allá de recoger castañas", dicen.
"Estamos convencidos de que nuestro proyecto puede ser una herramienta de transformación social que va mucho más allá de recoger castañas"
La experiencia de estos años así lo demuestra. Amarelante ha favorecido que un grupo de gente joven se haya asentado y haya permanecido en Manzaneda, también como revulsivo demográfico para una localidad, como muchas otras de la provincia de Ourense, poco sobrada de niños. De ellos cuida Iria en su casa nido O Bicarelo, un servicio más de los que necesita el rural y que reivindica Davide, que acabó siendo alcalde de su pueblo. Él y Marcos eran también guitarrista y percusionista de los Cuchufellos, igual que Óscar sigue a tocar en Coanhadeira, así que con varios músicos en el grupo la fiesta está asegurada cuando los trabajos en la cooperativa rematan.
"Cuando al principio fuimos al banco a pedir el dinero nos daban para comprar un coche cada uno, pero no nos daban 35.000 euros para comprar la nave y la maquinaria para poner en marcha un proyecto productivo entre 5 familias"
La filosofía con la que nació Amarelante es clara: mantener los sotos, poner en valor su producción haciéndola rentable y fijar población a través de un modelo que apuesta por la cooperación. De ahí su implicación social y el interés en colaborar también con otras asociaciones de su entorno para la puesta en marcha de iniciativas que contribuyan al desarrollo del municipio. Saben en carne propia lo que cuesta poner en marcha un proyecto como el de ellos, saben de los atrancos, de la falta de apoyos y de la burocracia.
"Urgen iniciativas que ofrezcan opciones reales para asentar población en los ayuntamientos del rural"
En sus instalaciones reciben también visitas de todo tipo, desde asociaciones a colegios, a los que muestran su proyecto y los valores de los sotos desde el punto de vista económico, social y ambiental, tratando de presentar en positivo el minifundio de esta zona frente a plantaciones industriales de docenas de hectáreas, pero que nada tienen que ver con el sistema productivo tradicional de Galicia.

Apuesta por el modelo cooperativo

Visita de alumnado del IES de O Ribeiro a las instalaciones de Amarelante para conocer su proyecto El proyecto surgió a raíz de unas jornadas sobre cooperativismo en el rural que se celebraron a nivel local y tomó forma definitiva en marzo del 2013 con la constitución de la cooperativa, otra de sus razones de ser. "Cuando pusimos en marcha Amarelante teníamos muchas dudas. Algunas aún siguen, porque no hay fórmulas mágicas. Sin embargo, si hay algo que siempre tuvimos claro fue el modelo de gestión por el que apostaríamos. Una cooperativa es mucho más que una empresa. Significa colaboración, igualdad, democracia, solidaridad", defienden.
"Una cooperativa es mucho más que una empresa. Significa colaboración, igualdad, democracia y solidaridad"
Desde Amarelante Sociedad Cooperativa Gallega reinvindican el papel clave de este tipo de entidades para ofrecer "un modelo económico más justo en el que prime la cooperación y no el rendimiento económico a cualquier precio". "Además de trabajar para vivir, también intentamos poner en valor la cultura y los productos de nuestra zona, colaborando con muchos otros negocios locales y organizando actividades culturales y educativas. Porque en esencia, una cooperativa es eso: cooperar, no solo entre nosotros, sino también con nuestra entorno. Y esto debería ser la base de nuestra sociedad", argumentan.
"Además de trabajar para vivir, también intentamos poner en valor la cultura y los productos de nuestra zona, colaborando con muchos otros negocios locales y organizando actividades culturales y educativas"
Amarelante es, pues, un proyecto colectivo, en el que las socias y los socios comparten tareas como el cuidado de los sotos o la recogida de la castaña, y en el que también se complementan, porque cada una y cada uno de ellos, por su formación o por su trabajo, focaliza su labor en aquellos aspectos que más domina. Por ejemplo, Marcos atiende el almacén y los pedidos y hace las reparaciones en la nave, Sonia lleva el papeleo y pelea con las administraciones, Félix es un apasionado de los tractores y la maquinaria agrícola, Luz actualiza la web y las redes sociales con la ayuda de Natalia, que hace las fotos ... y así hasta completar las distintas tareas que requiere un proyecto que integra producción, transformación y comercialización.

Contratos de alquiler o cesión

Comenzaron alquilando sotos y pagando un precio por castaño al año. "Uno de los grandes valores de esta zona es el castaño y hablando entre nosotros, vimos que todos queríamos vivir en el rural y que todos teníamos castaños. Con esa base, comenzamos a hablar con gente que no podía atender sus sotos para mirar de que nos los alquilasen o cediesen", explican sobre los comienzos del proyecto. "Al principio no fue sencillo por desconfianza a que los cogiésemos y no los cuidásemos por no ser rentable, pero llevamos ya unos años en los que hay muchos vecinos que nos ofrecen sus sotos gratuitamente con la única condición de que se los cuidemos como los otros que tenemos, pero no tenemos ya capacidad para seguir aumentando la base territorial por falta de tiempo", reconocen.
Comenzaron pagándole a cada vecino que les alquilaba los sotos un precio por castaño al año
Amarelante cuenta hoy por hoy con 600 árboles en producción. De año en año, la cooperativa fue aumentando terreno, hasta las 7,5 hectáreas que gestiona en la actualidad, en las que hacen los trabajos de mantenimiento precisos para garantizar una buena producción y también la conservación del entorno, tanto desde el punto de vista de la fertilidad del suelo y la biodiversidad, como desde el punto de vista paisajístico y de protección contra incendios forestales.

Limpeza, poda y señalización

Traballos de desbroce en uno de los sotos gestionados por la cooperativa Lo primero que hacen cuando les ceden un soto, después de buscar los lindes y marcos de la parcela, una tarea que no es sencilla muchas veces, es identificarlo colocando un cartel en el que mantienen el nombre con el que era conocido en el lugar: el Souto do Rei, Trabazos, As Regadas... "Conservamos sus nombres porque para nosotros cada un de estos castaños es mucho más que un número, son un auténtico patrimonio natural del que nos responsabilizamos para que puedan llegar hasta futuras generaciones", dicen. Con la información del Sixpac inscriben después esos castaños dentro de la IGP y del Craega.
Hasta el 2015 Amarelante fue sólo productora y comercializadora de castaña fresca
La labor de recuperación continúa después con un trabajo de desbroce y limpieza de las fincas y de poda de los castaños. Los rastrojos y maleza menuda la queman y las ramas del desmochado las emplean para la caldera con la que alimentan el secadero de las castañas, en un ejemplo de economía circular que evita así emplear combustibles fósiles.

Recogida a mano

El minifundio, las pendientes y los caminos estrechos dificultan la mecanización de los trabajos tanto para el cuidado de los sotos como para la recogida de la castaña. El trabajo de recogida exige una selección del fruto, lo que los llevó a decantarse por la recogida manual. "Probamos la máquina de mochila, que aspira la castaña separándola del erizo, y vimos que agiliza el trabajo en el soto, pero que da después más trabajo para seleccionar las buenas", cuentan.
"Probamos la máquina de mochila, que aspira la castaña separándola del erizo. Agiliza la recogida, pero da después más trabajo para seleccionar las buenas"
La comercialización habitual de la castaña que hacen la mayoría de productores en Galicia es por venta en fresco a través de intermediarios. Esa es también la vía que utilizó Amarelante en sus inicios, aunque comenzó a explorar de manera progresiva otras posibilidades. Parte de la castaña recogida la siguen vendiendo en fresco durante la temporada de recogida, sobre todo los calibres grandes, y la otra la secan, una alternativa que aumenta el periodo de conservación del producto y que permite además una buena salida para la castaña pequeña, que tiene peor comercialización en fresco. "Hoy por hoy ya secamos mucha más de la que se vende fresca", explica Sonia. Lograron de este modo invertir el modo de comercialización de los primeros años en favor del producto transformado, menos dependiente de las oscilaciones de precios.

Secado y transformación de la castaña

Marcos y Óscar, clasificando la castaña La cooperativa puso en funcionamiento en el 2015 una nave de secado en la que invirtió 170.000 euros, que le ha permitido iniciar de manera progresiva la transformación del producto y reducir, de este modo, su venta en fresco a través de intermediarios. El centro de conservación y transformación está en una antigua nave textil que había pertenecido a Adolfo Domínguez y cuenta con maquinaria específica, como una criba que separa por calibres, una peladora y la propia secadora, que pusieron a funcionar en su tercer año de andadura, permitiendo el secado de los frutos de mediano y pequeño tamaño, lo que aumenta el tiempo de conservación y abrió nuevas líneas de mercado, como la de la producción de harina de castaña.
La puesta en marcha de instalaciones para la conservación y transformación del producto les permitió revalorizar la castaña
Aunque se trata de un sistema industrial, el mecanismo de funcionamiento y tratamiento de la castaña es el mismo en este secadero industrial que en los secaderos tradicionales. El secadero está equipado de una caldera de madera en la que queman la leña de las podas, que suministra aire caliente a presión para el secado de las castañas, que quedan preparadas en poco más de una semana, frente a los más de 20 días que eran habituales en los secaderos tradicionales. Castañas en el secadero, donde pasan unos 9 días En este proceso la castaña pierde el agua, por lo que, transcurridos 9 días, los 9.000 kilos de castaña en fresco que tienen de capacidad en la secadora, quedan reducidos a unos 3.000, descontadas las mermas por el deshidratado y la piel,  ya que tras el secado, la castaña pasa por una peladora que hace al mismo tiempo una selección para descartar las que rompieron en el proceso. Quedaría entonces ya lista para su comercialización.
El secado aumenta el tiempo de conservación y mejora la salida para la castaña pequeña
En la cooperativa llevan años apostando por transformar la castaña para evitar la dependencia de los mercados en fresco y hoy por hoy ya secan buena parte de la producción para comercializarla luego a lo largo del año. Además de catañas secas y harina de castaña, 100% natural y apta para celíacos, que muelen en un molino de piedra y a partir de la cual hacen también torta de castaña. La búsqueda de mercados para el producto transformado fue el siguiente reto al que se tuvo que enfrentar Amarelante, habitual en muchas ferias de las que se celebran por la geografía gallega y que vende sus productos en tiendas de toda Galicia y también de Madrid y Euskadi.
Un alimento que fue base del sustento de muchas familias gallegas en el pasado fue perdiendo poco a poco ese lugar predominante en las casas hasta recuperar ahora su prestigio en la alta cocina
Amarelante produce bajo la garantía de la IGP Castaña de Galicia, un sello que sirve para distinguir también sus productos en el mercado. La castaña gallega, que destaca por su calidad, es un producto cada vez más demandado, tanto en repostería como en alta cocina. Mercados importantes a nivel internacional, como los países centroeuropeos, Estados Unidos, Brasil o Japón compran cada vez más castaña producida en nuestra comunidad.

Nuevos productos y oportunidades

La cooperativa lleva casi desde sus comienzos impulsando la transformación de la castaña para reducir la dependencia del mercado en fresco y del suministro para otras industrias. En esta línea, están impulsando varios proyectos en colaboración con el Aula de Productos Lácteos de Lugo, perteneciente a la Universidad de Santiago de Compostela, y el Centro Tecnológico de la Carne, ubicado en Ourense.
Están desarrollando una bebida vegetal, copos y un snack a partir de castaña
Se trata de un proyecto piloto sobre tres nuevos productos elaborados a base de castaña: leche vegetal, copos y un snack elaborado con la castaña ya precocinada. "Nosotros probamos la elaboración de todos ellos de modo casero, pero ahora precisamos que nos concreten qué procedimientos y maquinaria precisaremos para hacerlo a mayor escala y poder comercializarlo", apuntan. Estas investigaciones se prolongarán durante los próximos 2 años.

Tratamientos contra el chancro y la avispilla

Suelta del antídoto natural de la avispilla, el Torymus Sinensis, en castaños gestionados por Amarelante Galicia sigue a ser la principal productora y exportadora de castaña de España, pero factores climáticos o problemas sanitarios como el chancro o la avispilla han hecho caer en los últimos años la producción desde los 20 millones de kilos hasta los 12 millones. En la comarca de Manzaneda y el macizo central ourensano la plaga de la avispilla está haciendo estragos, dañando tanto la producción como la propia salud de los castaños, que acusan los daños con la falta prematura de hoja. Amarelante llegó a recoger en algún año 40.000 kilos de castaña, una cifra de la que quedaron muy lejos en las últimas campañas.
Amarelante llegó a recoger 40.000 kilos de castaña, una cifra de la que quedaron muy lejos en las últimas campañas
El ayuntamiento de Manzaneda está también muy afectado por la enfermedad del chancro, lo que los obligó a vacunar todos los castaños contra este mal. En los árboles en las que el chancro estaba ya muy avanzado acabaron secando, pero lograron salvar el resto, que empezaron a cicatrizar las heridas al cabo de unos tres años del tratamiento. Castañas de la variedad amarelante, que destacan por su tamaño y buen aspecto Otra de las enfermedades tradicionales de los castaños era la de la tinta, que hoy afecta menos, ya que se transmite por el suelo (no por esporas, como el caso del chancro) y al parar de arar los sotos (tradicionalmente se hacía para echar cereal) su incidencia también ha disminuido, explican.
"Los mercados de fresco estuvieron parados el año pasado por la covid y se estuvo pagando la castaña a precios de hace 20 años"
A pesar de la caída de la producción que se está dando en las últimas campañas a causa de cuestiones como la avispilla del castaño, el precio de la castaña no aumentó. De hecho, el mercado en fresco se resintió en el último año por la crisis sanitaria y la caída de la demanda, por lo que la bajada de los precios en algunas variedades fue notable. "Los mercados de fresco estuvieron todos muy parados el año pasado al no haber magostos ni celebraciones por el Samaín por causa de la covid-19 y se estuvo pagando la castaña casi como hace 20 años", lamenta Óscar.

DoSouto, una iniciativa que le da valor añadido a las castañas y frutas de temporada

Milagros, delante de su obrador, con algunos de los productos que elabora El pequeño núcleo de casas de Vilar de Aldixe, en la parroquia de Vilaragunte, está rodeado de sotos. Pero como pasa en muchos lugares de Paradela y de otros ayuntamientos del interior de Galicia, no hay quien los trabaje y acaban en el abandono. Es lo que les pasaba a los castaños de la familia de Milagros López Díaz. Su hermano tiene una ganadería de vacuno de leche que fue creciendo y no da el tiempo para atender también a los castaños.
En casa había muchos castaños, pero al ir ampliando el número de vacas de la ganadería, se habían ido dejando de recoger las castañas
Pero Milagros, que estudió ingeniería agrícola aunque no ejerce profesionalmente de eso, se propuso recuperar aquellos sotos y ponerlos de nuevo a producir. Esa decisión fue el punto de partida de DoSouto, un proyecto más amplio que además de servir para recuperar la producción de castaña sirvió también para recuperar el patrimonio rural agrario y apostar por la transformación. Sala de elaboración, donde la materia prima es seleccionada y procesada para hacer las conservas Empezó recuperando los sotos pero como una cosa siempre lleva a otra, pensó en una manera de aportar valor añadido a aquella materia prima, así que acabó recuperando también un viejo pajar al lado de la casa y acondicionándolo para montar en él un obrador donde poder elaborar conservas. "Mi idea inicial era recuperar los sotos y el primer año los limpié, cogí la castaña y la vendí, pero luego dije hay que darle más valor", recuerda.
Transformó un viejo pajar en obrador de conservas y mermeladas, tanto de castaña como de otros frutos
En 2014, un par de años después de empezar con la recuperación de los sotos, comenzó a transformar las castañas en tres productos elaborados a partir de ellas: crema de castañas, crema de castañas con chocolate y castañas en almíbar. Frutas de temporada producidas en la zona Gama de productos DoSouto, que incluye derivados de castaña y mermeladas de frutas La gama inicial a base de castañas se fue ampliando poco a poco a otros frutos producidos en la zona. "La castaña es un producto muy específico que, o gusta o no gusta. Así que pensé en aprovechar las instalaciones que ya tenía y transformar también en ellas frutas que pudiese recoger directamente yo o bien comprar a productores de esta zona", explica.
Mi idea inicial era recuperar los sotos pero luego dije hay que darle más valor a la castaña
Comenzó mezclando castaña con manzana, una confitura que hace más suave el sabor de la castaña. También es de cosecha propia la calabaza, que cultiva ella misma para hacer después también mermelada. Kiwi, cereza, naranja, arándanos, frambuesa o moras son otros de los sabores disponibles. Sin espesantes ni conservantes   En todos los casos los productos DoSouto son hechos con fruta de temporada, recogida en el momento óptimo de maduración. "Yo elaboro en temporada, no congelo la fruta. Nuestra mermelada de mora se hace solo en el tiempo de la mora, la de la cereza igual y así todas", cuenta Milagros. La fruta es la base principal, a la que no se añade conservante químico alguno. "Es solo fruta, azúcar ecológico y zumo de limón", destaca. La manipulación de la fruta también se reduce al mínimo. La única maquinaria de la que dispone DoSouto en su taller es una marmita que hace al mismo tiempo las funciones de autoclave.
No congelo la fruta, la mermelada de mora se hace solo en el tiempo de las moras y la de la cereza en el de las cerezas
El resto del proceso es todo artesano. "Compré 3 o 4 modelos para sacar el hueso a las cerezas pero el único que me funciona es el sistema manual. Pero para eso hacen falta horas y ganas de trabajar", dice. La cantidad de azúcar es mínima porque la fruta va madura y ya aporta sus azúcares naturales. Tampoco usa aditivos. "La mermelada espesa solo a base de cocción", indica. Una "romántica" del rural El pajar recuperado como sala de elaboración de los productos Milagros se declara "romántica del rural, el silencio y la tranquilidad". "Estuve fuera estudiando pero me di cuenta de que donde mejor me encontraba era en los sitios pequeños", reconoce. Valora la libertad que le da el hecho de poder "trabajar a tu ritmo" ("recojo yo la fruta, cuezo y envaso", destaca) y está convencida del potencial que hay en Galicia para iniciativas como la suya, que son una manera de diversificar el sector primario y encontrar un futuro para la gente joven más allá de la ganadería de vacuno de leche o de carne.
En 2013 comencé a darle vueltas a la idea y a finales del 2014 comencé a producir
Ella supo ver esas posibilidades. "El gusto por la cocina y las conservas me viene de pequeña. Ya era yo la que hacía la salsa de tomate en casa cuando sobraba producción en la huerta. Así que junté esa afición con la idea romántica de recuperar los sotos de la casa", dice.
De pequeña ya era yo la que hacía la salsa de tomate en casa cuando sobraban en la huerta
Para hacer el obrador, quiso conservar también el pajar tal como había sido construido por sus antepasados, manteniendo la piedra y la madera como materiales principales, aunque Sanidad la obligó a tapar la piedra en la zona de elaboración.

"La avispilla está provocando una reducción de la producción de los castaños del 40 o 50%"

Uno de los sotos con castaños centenarios donde Milagros recoge la materia prima para sus preparados Los sotos en los que Milagros recoge la castaña para sus preparados están certificados dentro de la IGP Castaña de Galicia, lo que garantiza el origen y el cumplimiento de determinados parámetros de calidad, como calibre, porcentaje de hidratos de carbono y humedad de la materia prima que emplea. El resultado es también que cada bote resultante va etiquetado con un número de serie único.
Su producción está amparada por la IGP Castaña de Galicia
Tras conseguir sacar del abandono y el olvido los castaños de la familia y ponerlos a producir, esta joven se está encontrando en los últimos años con un grave problema que impide obtener de ellos todo el rendimiento. "Aquí está afectando mucho la avispilla, ha habido castaños que me han secado y el año pasado recogí solo 1.000 kilos, cuando antes pasaba de los 2.000. Está habiendo una reducción de la producción del 40 o 50%", asegura. Milagros vende en ferias de alimentación y artesanía, tiendas de productos gourmet y delicatessen y también por internet. Tanto las elaboraciones con castaña como las mermeladas tienen múltiples aplicaciones. Por ejemplo, "la crema de castaña combina muy bien con queso de O Cebreiro", dice.
La crema de castaña combina muy bien con queso de O Cebreiro
Prepara encargos a la carta para poder usar a modo de regalos en celebraciones y también cestas personalizadas. Al contar con una gama amplia de sabores hay para todos los gustos o, como ella prefiere decir, "para gustos, mermeladas".

La Xunta inicia la suelta de 1,6 millones de parásitos para luchar contra la avespilla del castaño

La Consellería de Medio Rural acaba de iniciar la suelta de 1,6 millones de individuos del parásito Torymus Sinensis para consolidar su lucha contra la avespilla del castaño. La Xunta invertirá más de 2,2 millones de euros en 2021 para combatir la plaga con este método natural. En concreto, la Dirección General de Planificación y Ordenación Forestal comenzó estos días a realizar las primeras sueltas en las comarcas de A Coruña y Pontevedra, donde las condiciones meteorológicas permitieron que los castaños ya brotaran. En las próximas semanas, los trabajos se iniciarán también en las provincias de Lugo y Ourense. En esa línea, hace falta señalar que el momento de la suelta depende de cuando comienzan a crecer las hojas de los castaños y, por tanto, las bugallas. Así, cuando hay un número suficientes de bugallas en un soto se procede a la suelta de los parásitos. Cabe destacar que el número de Torymus sinensis a soltar depende de la superficie de sotos y plantaciones de castaño existentes, con el objetivo de que el parásito comience de forma natural su expansión y proteja así estos enclaves naturales. Para llevar a cabo los trabajos, Medio Rural vuelve a contar este año con la colaboración de la Indicación Geográfica Protegida Castaña de Galicia y de distintas cooperativas y asociaciones relacionadas con el manejo de los sotos y la producción de castañas, que facilitan los datos del momento en que brotan las hojas de sus sotos para optimizar las sueltas de los parásitos.

Efectividad del sistema

Desde el año 2015, cuando se comenzó con este sistema natural, se liberaron un total de 4,1 millones de individuos del parásito Torymus Sinensis por toda la geografía gallega, lo que supuso una inversión de la Xunta de más de 5,8 millones de euros. "En estos momentos se trata del único método existente para luchar contra este organismo y el resultado de las sueltas muestra la efectividad de la medida, que está siendo un referente en otras comunidades autónomas e incluso en otros países", destacan desde Medio Rural. En este sentido, cabe señalar que, en la campaña 2019/2020, las parasitaciones obtenidas fueron de promedio de un 3% en las zonas de mayor superficie de castaños y, por lo tanto, de producción de castañas (zonas de sotos del interior de Lugo y de Ourense), lo que garantizó el establecimiento de poblaciones estables del parásito. Sin embargo, en algunos de los puntos analizados la parasitación llegó al 20% y, puntualmente, al 44%. "Teniendo en cuenta estas cifras del asentamiento del Torymus, se constata que la Xunta comienza a ganar la batalla contra la avispilla del castaño a través de la lucha biológica", concluyen desde la Consellería.

Trabajos a tener en cuenta en los sotos

Para asegurar la supervivencia de los parasitos soltados del Torymus sinensis, y que se pueda asentar su población, es muy importante tener en cuenta alguna recomendación a la hora de realizar los trabajos en los castaños. En este sentido, no se deben emplear insecticidas para la erradicación de la avispilla porque, aunque no entra en la bugalla, sí puede afectar a los parasitos naturales de la avispa del castaño e incluso al propio Torymus. Tampoco se deben eliminar nunca las bugallas secas, porque es donde permanece el parasito hasta su emergencia en la siguiente primavera. Finalmente, es preciso evitar los desbroces cerca de los castaños en primavera, ya que los Torymus se alimentan del néctar de las flores del soto, mientras se aparean y ponen los huevos en las bugallas frescas. Por el contrario, se pueden podar los castaños pero no quemar o eliminar los residuos, ya que el Torymus puede vivir dos años dentro de las bugallas secas, antes de emerger para parasitar bugallas frescas. Además, se recomienda regar durante el verano para prolongar el período de crecimiento de brotes nuevos -así estos quedan fuera del período de puesta de la avispa- así como fertilizar para incrementar el vigor de los árboles y que puedan resistir mejor el ataque de la plaga.

¿Conocemos bien las variedades de castaños de los sotos gallegos?

Una de las líneas que están desarrollando en el Centro de Investigación Forestal de Lourizán (Pontevedra) en materia de mejora genética del castaño pasa por la identificación de las distintas variedades existentes en los sotos gallegos. Se trata de un trabajo que, aunque se inició hace ya varias décadas, está retomándose en los últimos años con nuevas investigaciones sobre el terreno. "Para lograr materiales destinados a la producción de castaña nosotros estamos siguiendo una estrategia centrada en identificar variedades bien definidas presentes en los sotos gallegos", explica Josefa Fernández, coordinadora del programa de mejora del castaño en el centro. Uno de estos proyectos se está llevando a cabo en el Courel (Lugo) y con él pretenden mejorar la descripción varietal de los sotos. "Buena parte de estas variedades se recogieron hace ya 30 años, pero ahora estamos abordando el genotipado de un buen número de los individuos presentes en estos sotos", detalla Fernández.
En los montes del Courel han genotipado unos 200 castaños para mejorar la descripción varietal de los sotos y conseguir ejemplares que puedan emplearse en la producción de castaña
Por el momento, en los sotos del Courel han genotipado ya unos 200 castaños elegidos con diferentes criterios. En esta zona tenían descritas sólo dos variedades importantes, que se encuentran incluidas entre las 23 variedades registradas y con presencia en Galicia. Por una parte, se encuentra la variedad De Presa, la más abundante en los sotos de esta zona, que produce una castaña grande y tempranera. "En el pasado, el interés por esta variedad fue para el aprovechamiento de la madera, debido a su calidad, y sigue siéndolo", detalla la experta. Esta es también una de las variedades más antiguas, presente principalmente en los montes del Courel y también localizada en zonas contiguas de León. La otra variedad que tenían identificada hasta el momento en esta zona es la Rapada, con una castaña de un calibre más pequeño, dulce, sabrosa e ideal para el secado. Junto con estas variedades, los trabajos de genotipado les permitieron identificar 12 variedades más, aunque algunas de ellas tienen una presencia anecdótica. Se trata, en parte, de variedades que ya están dadas de alta con otros nombres en otras zonas, lo que les está simplificando el trabajo de identificación y catalogación. "Este trabajo nos está permitiendo conocer sinonimias de una misma variedad en diferentes lugares", detalla la especialista. Entre estas variedades que identificaron en la zona del Courel se encuentra la Vérdea, una casta tardía que produce castañas de pequeño calibre y muy presente en estos sotos. "Con estos trabajos pudimos concretar que es una variedad que aún está sin registrar, lo que haremos próximamente", explica Fernández.
"Ahora hay una demanda y un interés por conocer las variedades de producción de castaña que tenemos en Galicia"
Junto con los trabajos que realizaron en el Courel, el año pasado estuvieron trabajando en sotos de los Ancares y A Fonsagrada (Lugo). También realizaron ya esta catalogación en sotos de Viana do Bolo (Ourense) donde localizaron variedades con una presencia anecdótica, pero que son las que está demandando ahora el mercado, debido a su tamaño. "Ahora hay una demanda y un interés por conocer las variedades de producción de castaña que tenemos en Galicia, desde que resurgió el aprovechamiento de la castaña", apunta. Las actividades sobre recursos genéticos del castaño están contribuyendo también a la creación de tres importantes colecciones de germoplasma. Una de las colecciones incluye unas 45 variedades para castaña gallegas como otras de interés, tanto portuguesas como francesas. Otra colección es la de árboles superiores para madera, con unos 150 individuos. La tercera es la colección de híbridos interespecíficos entre el castaño europeo y el japonés, así como híbridos, con castas orientadas a la producción de madera, castaña y de doble aptitud. El programa de recursos genéticos del Centro de Investigación Forestal de Lourizán parte de la consideración de que las variedades productoras de castaña a recomendar van a ser las variedades tradicionales que interesen por sus características. Por otra parte, los patrones y los clones para madera procederán del programa de mejora que busca adaptación, tolerancia a la tinta, cáncer y avespa (Phytophthora cinnamomi, Chryphonectria parasitica y Dryocosmus kuriphilus), compatibilidad al injerto en el caso de los patrones y calidad forestal en los clones para madera.
Ensayos en los invernaderos del CIF Lourizan sobre la avispilla del castaño.

La resistencia a enfermedades

Lograr castaños resistentes a las principales afecciones, como son la tinta (Phytopohthora cinnamomi) el cáncer (Cryphonectria parasitica) y más recientemente a la avispilla del castaño (Dryocosmus kuriphilus) es otra de las líneas fundamentales en materia de mejora genética en el CIF Lourizán. "Nuestros esfuerzos desde hace 10 años también están encaminados a crear nuevos genotipos controlados, de calidad, adaptados a las condiciones climáticas y, sobre todo, que sean resistentes a la tinta, que es el mayor problema de los castaños gallegos", concreta la investigadora. En el caso del cáncer y de la avispilla la lucha biológica está siendo una opción para mejorar la afección, según indica la especialista, por lo que están manteniendo especial interés en mejorar por resistencia a la tinta. "Hace años, zonas de la montaña de Lugo y Ourense se mantenían libres de tinta, pero en la actualidad se está detectando la incidencia también en estos sotos", detalla.
"Hace años, zonas de la montaña de Lugo y Ourense se mantenían libres de tinta, pero en la actualidad se está detectando la incidencia también en estos sotos"
Desde Lourizán están optando por buscar la resistencia a la tinta tanto en las poblaciones autóctonas con una mejor respuesta, como en la hibridación con ejemplares japoneses, que mostraron tener resistencia. En esta última opción llevan años trabajando, procurando tener clones adaptados a las condiciones climáticas gallegas, puesto que las variedades asiáticas muestran problemas para resistir a la sequía y a las heladas. Así, intentan conseguir genotipos con un componente europeo más importante y al mismo tiempo consigan ser resistentes. En este campo ya consiguieron clones de las variedades orientadas a la producción de madera con cruces de Garrida o De Presa. "Los híbridos que estamos obteniendo ahora tienen un 25% de la variedad asiática, son los conocidos como retrocruzamientos a Castanea sativa, y tendríamos que ir a una generación más, de modo que este porcentaje se vea más reducida, para conseguir plantas más resistentes frente a heladas y secas", concreta Fernández.
En los últimos 2 años plantaron un ensayo en cuatro ubicaciones con entre 300 y 500 ejemplares en cada uno, para seleccionar híbridos más adaptados a la climatología gallega y resistentes a la tinta
En los últimos 2 años llevaron a cabo ensayo en cuatro localizaciones con entre 300 y 500 ejemplares por sitio, repartidos en parcelas ubicadas en Lourizán, Vilariño de Conso (Ourense), O Corgo (Lugo) y Allariz (Ourense) para comparar los nuevos retrocruzamientos con híbridos F1 ( 50 % de C.sativa y 50 % de japonés), los creados a mediados del siglo XX que se propagan y venden en los viveros. "En estos ensayos estamos teniendo muy buenos resultados, aunque por el momento sólo tienen 2 años y en este tipo de estudios es preciso esperar al menos la evolución de 4 o 5 años, aunque puede que consigamos ir sacando al mercado ya incluso antes algunos híbridos que muestren buenos resultados", explica.

La lucha contra la avispilla

Algunos de los híbridos asiáticos empleados para obtener resistencia contra la tinta, como son el 90044, el 125 o la variedad francesa Bouche de Bétizac, ya han demostrado ser totalmente resistentes también contra la avispilla del castaño. "El problema es que en zonas de montaña, están presentando problemas con la sequía estival, lo que hace que sea preciso el riego, sobre todo en los primeros años; así como con las heladas, ya que brotan muy temprano", apunta. En concreto, la mitad de los 30 híbridos F1 evaluados resultaron totalmente resistentes a la avispilla, entre ellos están 3 de los 8 patrones que están en pleno proceso de aprobación para incluirlos en el Registro de Variedades Comerciales. Se trata de los híbridos Q-125, Q-392 y Q-90044. Desde hace 4 años, también están realizando un estudio con ejemplares de la plantación ubicada en Boqueixón (Sergude, A Coruña) para conocer las variedades más sensibles al ataque de la avispilla. "Los resultados se están repitiendo año tras año y muestran que variedades como Ventura, De Presa, Famosa o De Pared tienen una menor tolerancia", detalla. Por el contrario, la Rapada del Sil, Rapada, Negral, Blanca o Longal presentan una mayor resistencia frente a la avispilla. De las 28 variedades tradicionales evaluadas, 5 de ellas demuestran una mayor resistencia frente al ataque de la avispilla. "Aunque en estos momentos no se opte por plantar las variedades más sensibles, hace falta no tomar decisiones a largo plazo basadas sólo en estos datos, puesto que la respuesta que se está teniendo con la lucha biológica, como ya aconteció en países como Francia, está siendo muy buena y en unos años podemos lograr una incidencia mucho menor de la avispilla en los sotos gallegos", concluye la investigadora.

Caurelor, 15 años de un proyecto que aprovecha los frutos de la naturaleza

Verónica, en su tienda-obrador de Espandariz (Quiroga), con algunos de los productos que elaboran Mucho antes de que o Courel fuese declarado Geoparque Mundial por la Unesco Verónica y Daniel ya confiaron en sus posibilidades con un proyecto que pone en valor los productos naturales de las montañas orientales de Galicia y del valle de Quiroga. La unión de Daniel, natural de Santa Eufemia, una aldea perteneciente a Folgoso do Courel, y de Verónica, originaria de la montaña del Lor, dio lugar a Caurelor. Corría el año 2006 y Verónica, geógrafa de formación, estaba de técnica de turismo en la Torre Homenaje de Pardo de Cela, en el municipio mariñano de Alfoz. Daniel, su pareja, trabajaba en la pizarra en la otra punta de la provincia de Lugo, en la zona de Quiroga, a 180 kilómetros de distancia. Caurelor nació, por tanto, como un proyecto de vida en común. "Lo montamos con la idea de llevar un proyecto juntos. Yo tengo un máster en enología e inicialmente pensamos en montar una bodega, ya estaba creada la Denominación de Origen Ribeira Sacra pero aún estaba empezando y el sector estaba fastidiado en esa época, así que enseguida nos sacaron eso de la cabeza. Decidimos entonces apostar por lo que tenía Daniel, que eran las castañas. La gente no nos tomaba en serio y casi se reía de nosotros. Vais a vivir de las moras y de las castañas?, nos decían", recuerda Verónica.
La gente no nos tomaba en serio y nos decía: ¿Vais a vivir de las moras y de las castañas?
"Pero seguimos adelante y comenzamos a probar. Lo primero que hicimos fueron castañas en almíbar y crema de castañas y vimos que gustaba mucho y a partir de ahí fuimos diversificando en función de los productos que había en el monte: arándanos silvestres, moras, cerezas. Y así hasta el día de hoy", cuenta. Aprovechar lo que da el monte y la tierra Década y medio después, y a pesar del varapalo que el coronavirus ha supuesto para pequeños productores como ellos, que tienen en las ferias locales uno de sus principales puntos de comercialización, Verónica y Daniel siguen viviendo de lo que da la naturaleza en una zona, la de O Courel, rica en diversidad. "Aprovechamos los productos silvestres y también otras cosas que cultivamos nosotros", cuentan.
Trabajamos en función del ciclo natural del producto. Cuando se acaba la fruta que nosotros mismos recogemos paramos de producir
Siguen manteniendo esa misma filosofía con la que comenzaron, productos naturales y ecológicos elaborados de manera artesana, con el mínimo proceso de transformación, únicamente el imprescindible para garantizar su conservación para que el cliente, allí donde esté, pueda disfrutar de ellos durante todo el año a pesar de tratarse de frutos de temporada que hay que coger en su momento óptimo. "Trabajamos en función del ciclo natural del producto. Por ejemplo, acabamos con las moras en octubre y comenzamos con la castaña hasta diciembre y cuando se acaba el producto que nosotros mismos recogemos paramos de producir", explica Verónica. Por eso lo que hacen son conservas únicas y casi de edición limitada. Mínima manipulación y sin conservantes En cada 'hornada' en el autoclave caben entre 60 y 70 quilos de fruta En el obrador, situado en el lugar de Espandariz, a las afueras de Quiroga, la maquinaria sigue siendo poca a día de hoy: una trituradora, un autoclave y una llenadora para los botes de cristal inventada por Daniel, hecha con un cántaro de la leche.
De casi todas nuestras mermeladas tenemos una versión solo con azúcar y otra sin nada, solo fruta 100% natural
"No precisamos mucho más porque lo importante es el producto que va dentro del bote, nosotros no usamos conservantes ni productos químicos, solo fruta", destaca Verónica. De casi todas sus mermeladas tienen una versión sin azúcar añadido, únicamente incluye el que le aporta la propia fruta, y otra con algo de azúcar, para adaptarse de este modo al paladar de todos los consumidores. Más nada, el resto, el sabor de la propia fruta. Moras y arándanos silvestres, calabazas, higos, uvas, cerezas o melocotones forman parte de su amplia gama de mermeladas y también elaboran zumos naturales de cerezas, arándanos y moras silvestres. Castañas de sus propios sotos   Uno de sus productos estrella, con el que empezaron, siguen siendo las castañas, que elaboran en media docena de preparaciones diferentes: castaña en almíbar, mermelada y crema de castaña, castaña cocida envasada al vacío o castaña con chorizo y panceta son algunos de los productos que hacen.
Conservan las castañas una vez recogidas en arena para que se intensifique su sabor a través de una ligera deshidratación
Los elaboran con los frutos de sus propios castaños, que cuidan de forma tradicional y con una filosofía propia de la agricultura ecológica, aunque no estén certificados por el Craega. Preocupados por el medio ambiente y la naturaleza, que es su verdadera despensa, las conservas de Caurelor tienen una huella de carbono muy baja, calculada por Fademur en tan sólo 230 gramos equivalentes de CO2 por tarro, por lo que son productos ambientalmente respetuosos. "Nuestras castañas son cogidas en sotos centenarios y conservadas después en arena hasta el momento de su elaboración, lo que le confiere una ligera deshidratación que ayuda a intensificar su sabor", cuentan. Diversificar e innovar Níscalos con castañas y salsa de tomate, productos de este año 2020 Aunque todos sus productos están ligados a la tradición y elaborados con recetas propias de esta zona, Verónica y Daniel tratan de innovar todos los años con nuevos productos que van ampliando su ya extensa gama de referencias. Miel, salsa de tomate y níscalos con castañas son las últimas novedades en el listado.
Miel, salsa de tomate y níscalos con castañas son las últimas novedades
"Tenemos cuatro colmenas y envasamos miel, empezamos este año, y todos los años plantábamos también tomates y hacíamos salsa para nosotros y para regalar. Pero este año tuvimos mucho tomate y decidimos comercializarla. Hicimos unos 400 botes de salsa de tomate. Nosotros aprovechamos todo lo que tenemos, no se puede tirar nada", defiende Verónica. Venta online y visitas organizadas Caurelor vende sus productos artesanos a través de la tienda online de su página web, una herramienta con la que llevan trabajando desde hace cinco o seis años pero que ahora han potenciado a raíz del confinamiento, con envíos gratuitos a partir de 60 euros y con solo 1,99 euros de portes para pedidos de volumen inferior siempre que superen los 20 euros. "Si no estás en internet no estás en ningún sitio. Hasta ahora la venta online tenía momentos puntuales de más actividad en Navidad, donde tenemos hecho envíos de 80 cestas en un solo día, Semana Santa o septiembre, el resto del año eran pedidos de gente habitual, pero este año a raíz del coronavirus hemos notado un incremento de ventas por esta vía", explica Verónica.
Preparan cestas de Navidad que incluyen sus elaboraciones y productos de otros productores de la zona para empresas o particulares
Además de a través de internet, Caurelor distribuye sus productos en tiendas y vende directamente en las ferias, una posibilidad que la pandemia ha truncado completamente este año. "Antes íbamos a una o dos ferias cada fin de semana, tanto en verano como en invierno, hacíamos entre 80 y 100 ferias al año", recuerda. Incluso se habían sumado a la moda de las food truck con un minirestaurante acoplado a la furgoneta que bajo el nombre de Toma Castaña ofrecía cocina de autor a base de castañas, como una empanada de chorizo, panceta, acelgas, patata y castaña o hamburguesa de ternera con crema de castañas, que hacía las funciones del ketchup. Acudían a entre 80 y 100 ferias cada año donde promocionaban y vendían directamente sus productos Este año todas esas salidas a ferias y festivales han quedado truncadas por el coronavirus, pero han seguido manteniendo el contacto con la gente en su tienda-obrador, donde también reciben a familias, grupos y excursiones. "Este año vino mucha gente en el mes de agosto. Este año excursiones casi no hubo, pero todos los días tuvimos visitas, sobre todo muchas familias e incluso extranjeros que estaban de vacaciones por la zona y que nos llamaban para visitar Caurelor. Tuvimos muchos franceses, por ejemplo. Lo de las visitas al obrador es algo que vamos a potenciar", avanza Verónica. Aprovecharán los meses de invierno para hacer algunas obras y reformas y poder sacarle todo el partido a esta nueva línea de trabajo el próximo año. "Enseñamos el soto donde recogemos las castañas y luego hacemos una degustación de nuestros productos", detalla. Muchos de esos visitantes son después clientes asiduos y confían que tras la covid-19 el turismo rural y de naturaleza siga incrementándose en zonas como la suya.

"Acumulamos cinco años malos de castaña en esta zona"

Hasta no hace tantos años la castaña era un alimento básico en muchas zonas de Galicia, tanto para las personas como para los animales, un fruto nutritivo y abundante en lugares como O Courel. Pero esta realidad está cambiando. "Acumulamos cinco años malos de castaña en esta zona, un año por la sequía y los otros por otras cosas, no está habiendo la producción que había. Este año, por ejemplo, no tuvimos nada de castaña. En las zonas de llanura del interior de Galicia ha sido un buen año y hubo mucha, pero aquí en la montaña no ha habido nada, no sé si fue el tiempo, por ejemplo una lluvia rara en mala época, o la avispilla. Aquí ha tardado en llegar, pero ahora ya afecta mucho. Santa Eufemia es un sitio frío y pensábamos que no iba a afectar tanto, pero este año no hemos podido ni recoger 200 o 300 kilos para poder elaborar", explica Verónica, cuando en otras temporadas habían llegado a recoger entre 4.000 y 5.000 kilos de castañas.
Aquí la avispilla ha tardado más en llegar, pero ahora ya afecta mucho. Este año aquí en la montaña no ha habido nada de castaña. A ver si damos juntado 200 o 300 kilos para poder elaborar
Además de sus sotos, Verónica y Daniel cuidan también de castaños y frutales de otros vecinos. "Nos dejan las fincas con tal de que se las tengamos limpias, en muchos casos son gente mayor que no las pueden atender ellos", explican. Pero la recolección de productos silvestres, que era básicamente lo que hacían hasta ahora, tiene el problema de la variabilidad de las cosechas un año con otro, por eso tienen pensado comenzar a cultivar más ellos para garantizar un suministro más estable. Plantación de una hectárea de arándanos "Después de la castaña el arándano es nuestro segundo producto estrella. Tenemos una pequeña plantación con unos 20 pies que ya nos dan 30 o 40 kilos ellos solos y el resto que recogemos son silvestres. En un año bueno podemos recoger cerca de 1.000 kilos. Antes los arándanos silvestres los comía el ganado, pero ahora no hay ganado y los recogemos nosotros. Pero queremos hacer una plantación de arándanos propia para garantizar materia prima y no depender tanto de las cosechas naturales y de cómo venga el tiempo. Me han dado un viñedo en herencia en la zona del Lor bajo y hemos comprado otra finca al lado y así hemos logrado juntar una hectárea. Vamos a arrancar las cepas y venderlas, porque nosotros no les sacamos rendimiento y poner arándanos en la primavera de 2021. Es algo más a largo plazo, porque los arándanos tardan dos o tres años en empezar a producir", explica Verónica.
Queremos diversificar en los arándanos y además de las conservas secarlos y congelarlos para que sirvan para pastelería u otras aplicaciones
"La crema de castaña y la mermelada de arándanos son nuestras señales de identidad actualmente. Vamos a mantener la castaña de los castaños propios y darle más cancha a los arándanos, porque vemos que es un producto que funciona, es una fruta muy sana que tiene mucha salida y que gusta a todo el mundo que la prueba. La castaña sin embargo no tiene esa misma aceptación en toda la población, yo creo que es porque la gente mayor aun tiene un mal recuerdo de la castaña de cuando se alimentaban a base de ellas porque casi era lo único que había para comer", razona. Pero gracias a iniciativas como Caurelor, afortunadamente ese abanico se ha ampliado mucho.

Campaña de la castaña 2020: escasa cosecha y con precios a la baja

La campaña de recogida de la castaña comenzó este año más temprano de lo habitual y está siendo más corta de lo esperado debido a la escasa cantidad de fruto. Así, cuando en algunas zonas como en el sureste de la provincia de Ourense, uno de los principales espacios de producción, la campaña debía estar comenzando, en estos días apuran ya la recogida, que está a punto de rematar. La incidencia de la avispilla está reduciendo la cantidad de castaña, al tiempo que afecta a su calidad. En cuanto a la comercialización, la crisis sanitaria del coronavirus deja huella en este sector al verse reducido el mercado en fresco, lo que provoca una bajada de los precios ante la escasa demanda. Con la campaña por rematar, las previsiones que manejan se alejan de las cifras que Galicia consiguió en años pasados, con una producción próxima a los 20 millones de kilos en los mejores casos, o a los 15 millones, una franja que solía conseguirse habitualmente. "Faltan por recoger aquellas zonas más tardías, pero con todo esperamos quedar bastante por debajo del promedio habitual, estaremos entre los 12 y los 13 millones de kilos", concreta Jesús Quintá, presidente de la Indicación Geográfica de Galicia (IGP) Castaña de Galicia.
"Está siendo una campaña muy complicada por la poca castaña que hay y por la bajada del consumo en fresco" (Jesús Quintá, IGP Castaña de Galicia)
"Esta campaña está siendo muy complicada tanto por la poca castaña que está habiendo como por la caída del consumo a causa de las restricciones del Covid-19", explica Quintá. La incidencia de la avispilla se está notando en los sotos gallegos, por lo que desde la IGP valoran muy positivamente las sueltas del parasitoide Torimus sinensi, que se están realizando para controlar biológicamente esta plaga. "Con todo lo que nos está afectando la avispilla aún no llegamos a una situación tan preocupante como la de Italia, donde la cosecha se llegó a reducir en su día a un 10% de la habitual, o en Ronda (Málaga) donde las pérdidas llegaron a ser del 60%. Tenemos que seguir trabajando porque la avispilla ha venido para quedarse y tenemos que proteger nuestros sotos", valora Quintá. Con la caída de la demanda en fresco se resienten también los precios. Aunque es habitual una bajada de las cotizaciones segundo va avanzando la recogida, marcando los máximos con las primeras castañas, así como que haya importantes diferencias entre las variedades, en buena parte de las zonas productoras acusaron precios inferiores a los de otras campañas. "Los precios en fresco esta campaña fueron más bajos por la falta de demanda, con los asadores y restaurantes cerrados por el coronavirus. La industria está respondiendo mejor porque tiene expectativas de que el consumo se recupere", detallan desde la IGP. Este año en las mejores variedades los precios estuvieron entre 1,80 y 1,50 euros y en el resto se movieron entre 1,30 y 1,10 euros. Repasamos con recolectores y cooperativas de las principales zonas productoras de Galicia el balance de la campaña de recogida de la castaña en este 2020:

Oriente ourensano

En los sotos más orientales de la provincia de Ourense, una de las principales zonas productoras de castaña de Galicia, la campaña está casi para finalizar, cuando otros años por estas fechas aún estaban comenzando. "Empezó muy temprano, hace 15 días cayeron las primeras castañas y ahora en una semana ya remataremos", explica Xosé Manuel Guerra, un productor de castaña de la zona de A Gudiña. En su caso, espera recoger unos 600 kilos, frente a los 2.400 kilos que había cogido el año pasado. "Es una plantación nueva, aunque tiene algunos castaños centenarios, pero en vez de ir en aumento este año la producción se redujo mucho por la avispilla", detalla.
La producción de castaña en algunas plantaciones fue cuatro veces menos que hace un año por causa de la avispilla
En la zona de A Gudiña y Riós la producción se vio muy reducida por esta causa, teniendo en cuenta además, que la mayor parte de la castaña producida en estos sotos es de la variedad Famosa, una de las más afectadas por la avispilla. "En zonas de A Mezquita y contra Portugal tenían mejores perspectivas, pero ya estamos a una altitud de más de 800 metros y predominan otras variedades como la Ventura o Longal", concreta el productor. Las podas y el saneado de los castaños más viejos también puede ser un aliado para incrementar la producción, tal y como indica Guerra. El precio de la castaña en estas zonas estuvo en 1,60 euros a comienzos de la campaña y ahora ronda 1,30 euros el kilo.

Macizo Central

En la comarca de Manzaneda, la avispilla está también a causar estragos dañando tanto la producción como la propia salud de los castaños, que acusan los daños con la falta prematura de hoja. "Este año hay poca castaña y mucha de ella aun queda en el monte porque no está muy sana", indica Óscar Freire, productor de la cooperativa Amarelante. Las previsiones apuntan a una campaña muy reducida, lejos de los casi 40.000 kilos que llegaron a recoger algunos años en la cooperativa. "No creo que lleguemos al 60% de lo que se cogió el año pasado, que ya habíamos recogido sólo la mitad de lo que teníamos habitualmente", explica el productor.
"Los mercados de fresco están parados a causa del Covid-19 y la castaña se está pagando casi como hace 20 años"
También el precio está siendo un problema para muchos productores este año. "Los mercados de fresco están todos parados al no haber magostos ni celebración de Santos por causa del Covid-19 y se está pagando la castaña casi como hace 20 años", valora Freire. La campaña comenzó pagándose a 1,5 euros el kilo y ahora está ya desde mediados de semana a 1 euro el kilo. "No hay más que ver los camiones que marchaban estos años para mercados de fresco como Mercamadrid y lo poco de este año para darse cuenta de lo que ha afectado el coronavirus", explica. En la cooperativa llevan años apostando por transformar la castaña para y evitar la dependencia de los mercados en fresco, por lo que secan el 90% de la producción para comercializarla luego a lo largo del año. "Ya casi tenemos el secador completo, nos queda una remesa más de secado y con eso esperamos tener para todo el año", detalla.

Nuevos productos, nuevas oportunidades

La cooperativa Amarelante lleva desde sus comienzos impulsando la transformación de la castaña para reducir la dependencia del mercado en fresco y de la exportación para otras industrias. En esta línea, este año están impulsando varios proyectos en colaboración con la Universidad de Santiago de Compostela y el Centro Tecnológico de la Carne. Se trata de un proyecto piloto sobre tres nuevos productos elaborados a base de castaña: leche vegetal, copos y un snack elaborado con la castaña ya precocinada. "Nosotros hemos probado la elaboración de todos ellos de modo casero, pero ahora precisamos que nos concreten qué procedimientos y maquinaria precisaremos para hacerlo a mayor escala y poder comercializarlo", apunta Freire. Estas investigaciones se prolongarán durante los próximos 3 años.

Caurel

Este otoño, la avispilla dejó los sotos de muchas zonas del Caurel sin apenas castañas. "Llevamos 4 años perdiendo producción, este año ya ni empezamos la campaña de recogida porque no hubo castaña que coger", explica Verónica Núñez, de la empresa Caurelor, situada en Quiroga (Lugo) y especializada tanto en la comercialización de la castaña como en la elaboración de mermeladas.
"Este año ya ni empezamos la campaña de recogida porque no hubo castaña que coger", (Verónica Núñez, de Caurelor)
"Ya ni pudimos abrir la venta electrónica porque la avispilla no ha dejado nada de castaña", comenta la productora. Atrás quedan años en los que llegaba a recoger unos 4.000 kilos de castaña en los sotos que gestiona. "Los pueblos de las zonas del alta montaña este año están muy afectados, casi no hubo castaña", indica Núñez.

Os Ancares

Más al norte, en los sotos de los Ancares donde predomina la castaña de la variedad Parede, una de las más afectadas por la incidencia de la avispilla las pérdidas son del 90% con respeto de otras campañas. "Cogeremos un 10% de lo que recogíamos habitualmente. Ya el año pasado fue una campaña muy mala y esta aún está siendo peor", valora Román Sánchez, gerente de la cooperativa A Carqueixa. Además de lo escasa que está siendo la campaña, también está resintiéndose la calidad de la castaña, tal y como apuntan los productores. En esta cooperativa toda la producción la destinan para la venta a la industria y los precios estuvieron entre 1,5 y 1,35 euros, aunque prevén bajadas en estos últimos días de cosecha.

En Deza

En las comarcas del centro de Galicia la campaña de la castaña este año también llegó muy adelantada. Ya a mediados de septiembre comenzaban a cogerse las primeras castañas en la comarca de Deza, con lo que también rematará antes. Mientras lo habitual en estas zonas era que se prolongara hasta principios de noviembre, algunos almacenes dejaron de recogerla antes por la escasa demanda que estaban teniendo. En los comienzos de la campaña también detectaron que la castaña estaba muy dañada, una situación que fue mejorando conforme fue avanzando el otoño. "La campaña fue algo mejor que el año pasado, pero se vio muy afectada por el coronavirus, que paralizó el mercado", detalla Patricia Hermida, que colabora en la gestión de uno de los almacenes que recogen castaña en Lalín (Pontevedra) y que recoge unos 150.000 kilos a lo largo de toda la temporada a productores de la comarca del Deza. En plena campaña, en este almacén del centro de Lalín envían unos 13.000 kilos de castaña al día para distintas fábricas tanto gallegas como de Portugal. También los precios se resintieron con la bajada de la demanda. "Aquellas castañas con un calibre y calidad muy bueno llegaron a 1,30 euros, aunque el precio se instauró alrededor de 1 euro o 1,10 euros por kilo", detalla Hermida. Ya en el final de la campaña, cayó hasta los 0,70 euros cuando los principales compradores comenzaron a dejar de pedirla.

La cosecha de miel se reduce, afectada por la sequía estival y las lluvias de primavera

Este año, las previsiones de los apicultores y las primeras castras ya realizadas, sobre todo en zonas de costa, hacen prever una menor cosecha de miel, además de resultar muy dispar. Una primavera con una meteorología muy irregular ha dejado consecuencias en los colmenares, con una reducción tanto de la miel como de la producción de polen. La sequía de los últimos meses tampoco contribuyó a mejorar las previsiones, puesto que floraciones como la del castaño o de la zarza fueron escasas en muchas zonas de la montaña, lo que condicionará la cosecha de miel. En el sector también se apunta a que la producción será este año muy irregular. Así, algunos apicultores tienen buenas previsiones de cosecha, por el contrario otros están viendo reducida su producción de manera muy notable.

Baja producción en la costa

"En la costa se ha recogido muy poca miel y en el interior la sequía está reduciendo mucho la producción", resume Xesús Asorey, portavoz de la Asociación Gallega de Apicultura (AGA). La meteorología cambiante de los primeros meses de la primavera provocó, segundo explica Asorey, que muchas colmenas comenzaran a trabajar muy temprano en aquellas zonas del litoral centradas, sobre todo, en la miel de eucalipto. "El mal tiempo que les vino después hizo que muchas colmenas ya no pudieran volver a recuperarse. Así es que en la costa hay muchos apicultores que no tienen casi ninguna miel", detallan desde AGA.
"En la costa se recogido muy poca miel y en el interior la sequía está reduciendo mucho la producción": Xesús Asorey, AGA
La misma opinión comparten desde la Indicación Geográfica Protegida Miel de Galicia. "La previsión general es que sea una cosecha menor que la de otros años, aunque en algunos casos puntuales puede lograrse buena producción", valora Esther Ordóñez, presidenta del Consejo Regulador Miel de Galicia. La meteorología cambiante de la primavera condicionó en gran medida no sólo la producción de miel de eucalipto en la costa sino incluso la supervivencia de los colmenares. "Las lluvias del mes de abril pillaron a muchas colmenas muy avanzadas en la producción de miel, pero cuando volvió el buen tiempo ya no consiguieron recuperarse, porque ya había rematado la floración. Hubo muchas colmenas que comieron toda la producción que tenían e incluso algunas llegaron a morir de hambre", detalla Ordóñez.
"Hubo muchas colmenas que en primavera comieron toda la producción acumulada que tenían": Esther Ordóñez, Miel de Galicia
También coinciden en estas valoraciones desde Mieles Anta, la mayor productora de miel de Galicia. A pesar de que la mayoría de sus colmenas se encuentran en la montaña lucense, también cuentan con una pequeña parte de la producción en la costa, donde este año las previsiones de cosecha son más bajas. "En las colmenas de la costa está habiendo muy poca cantidad de miel. En el resto, aunque no es una de las mejores cosechas con respeto de los años más abundantes, esperamos tener incluso un 10% más de producción que el año pasado", concreta David Iriso, gerente de Mieles Anta. Con una producción anual de unas 300 toneladas de miel, la empresa lucense comenzó a finales de julio con las primeras castras, después de rematar la recogida de polen, que les resultó mejor que la campaña pasada. "Este año conseguimos unas 7 toneladas de polen de castaño, pero la avespilla está afectando mucho y se reduce la recogida al no echar o tener menos flor los castaños", detalla Iriso.

La sequía, uno de los condicionantes

Mientras en primavera fueron las lluvias, la bajada de temperaturas y la inestabilidad las que condicionaron la cosecha, en las zonas de interior y en la montaña la sequía prolongada de los últimos meses también influyó directamente en la producción. Así lo ponen de manifiesto desde la Asociación Provincial Lucense de Apicultores. "No es uno de los peores años, pero en general parece que va a haber menos producción", explica Pablo Piñeiro, presidente del colectivo y apicultor. En sus colmenares, situados en la zona de A Pontenova (Lugo), ya ha realizado la castra en días pasados y la producción ha sido bastante buena, sin embargo indica que muchos colmeneros de la zona del interior y de la montaña de Lugo están notando los efectos de la sequía. "En las zonas más próximas a la costa las floraciones de castaño y zarza van casi con un mes de adelanto, con lo que las abejas pudieron aprovecharlas muy bien. También para ellos el comienzo del año, con la flor del eucalipto, resultó buena, pero en la montaña esta sequía ha hecho que esas flores no hayan sido muy productivas", detalla Piñeiro.
"Es muy importante tener cuidadas y fuertes las colmenas para que puedan superar las malas condiciones meteorológicas": Román Cid, Abellas Nais
En la provincia de Ourense, la situación es muy irregular, con colmenares donde las perspectivas están siendo buenas y otros en los que ya cuentan con una baja producción, segundo explica Román Cid, promotor de la Asociación Abellas Nais. Así, en la zona Verín, Ourense o A Veiga, algunos de los socios constatan que está siendo un año flojo de miel. Sin embargo, en O Carballiño o en Celanova, algunos de los apicultores asociados apuntan a que tendrán producciones de entre 30 o 40 kilos por colmena. En esta provincia, con una importante producción de miel, los recientes incendios en ayuntamientos como Cualedro o Monterrei también dejaron importantes daños en colmenares que se vieron afectados por el fuego. "Cada año nos vemos afectados por los fuegos en los colmenares, en una época en la que no sólo perdemos a nuestras abejas sino también la producción de miel",valora Cid. Desde la Asociación Abellas Nais inciden en que, a pesar del papel fundamental que juega la meteorología para la cosecha de la miel, también los cuidados de los abejeros son determinantes. "Es muy importante tener cuidadas y fuertes las colmenas y preparadas para que puedan superar las malas condiciones meteorológicas. El manejo que se hace del colmenar es determinante", explica Cid, al tiempo que recomienda optimizar el colmenar y optar por un menor número de colmenas bien gestionadas y con las que garantizar una mayor producción.

Adelanto de la castra

En las últimas temporadas, también se está detectando un adelanto de la castra, que en algunos casos incluso llega a ser de un mes. Mientras que hace años, la cata de las colmenas solía realizarse en septiembre, sobre todo en aquellas zonas de montaña e interior de Galicia, ahora estos trabajos se realizan, en muchos colmenares ya a finales de agosto o incluso en el mes de julio, más aún cuando se trata de las zonas costeras. Uno de los motivos que está detrás de este adelanto es la presencia de vespa velutina. "Los apicultores prefieren recoger antes la miel y proteger las abejas contra el ataque de la velutina, que es más intenso en los últimos meses del verano", explica Asorey. La posibilidad de la venta directa de la miel a los turistas y visitantes es otro de los motivos que apuntan desde el sector para querer realizar la castra más temprano y aprovechar la mayor presencia de clientes en los meses de estío.

Medio Rural iniciará la lucha biológica contra la avispilla del castaño a finales de abril

La Consellería de Medio Rural proyecta este año iniciar la lucha biológica contra la avispilla del castaño en la segunda mitad de abril. Para ello, adquirió una cifra de insectos parasitoides similar al año pasado, 1,6 millones de unidades del ‘Torymus sinensis’. Las sueltas de Torymus arrancarán en las comarcas costeras de las provincias de Coruña y Pontevedra, así como en valles calientes de Lugo y Ourense. El momento de la suelta depende de cuando comienzan a crecer las hojas de los castaños y, por tanto, las agallas. Cuando haya un número suficiente de agallas en un soto, se procederá a la liberación de los parasitoides. Por el momento, se están haciendo muestreos de la situación de brotación de los castaños en toda la comunidad, pues hace falta afinar el momento de la suelta, ya que si se retrasa más de lo debido, la agalla puede estar endurecida y resultar impenetrable para el insecto parasitoide. Este año, la Consellería destaca que cuenta con la colaboración de la IGP Castaña de Galicia y de cooperativas y asociaciones de productores, que le trasladan información de la situación en monte a la Administración. Trabajos a tener en cuenta en los sotos Para asegurar la supervivencia de los parasitos soltados del ‘Torymus sinensis’, y que se pueda asentar su población, Medio Rural recuerda que es muy importante tener en cuenta alguna recomendación a la hora de realizar los trabajos en los castaños. En este sentido, no se deben emplear insecticidas en los castaños para la erradicación de la avispilla, porque aunque no entran en la agalla, sí que pueden afectar a los parásitos naturales de la avispa del castaño e incluso al propio ‘Torymus’. Tampoco se deben eliminar nunca las agallas secas, porque es donde permanece el parásito hasta su emergencia en la siguiente primavera. Finalmente, es preciso evitar los desbroces cerca de los castaños en primavera, ya que los Torymus se alimentan del néctar de las flores del soto, mientras se aparean y ponen los huevos en las agallas frescas. Por el contrario, se pueden podar los castaños pero no quemar o eliminar los residuos, ya que el ‘Torymus’ puede vivir dos años dentro de las agallas secas, antes de emerger para parasitar agallas frescas. Además, se recomienda regar durante el verano para prolongar el período de crecimiento de brotes nuevos, así estos quedan fuera del período de puesta de la avispilla. También abonar para incrementar el vigor de los árboles y que puedan resistir mejor el ataque de la plaga.

«En seis años, la lucha biológica puede resolver el problema de la avispilla del castaño»

En Italia, la avispilla del castaño llegó a causar pérdidas en la producción de castaña de alrededor de un 80% de la cosecha. La plaga dejó los sotos italianos muy debilitados a comienzos del siglo XXI, pero en la actualidad la recuperación llegó hasta tal punto que desde 2016 ya no se hacen sueltas en Italia de "Torymus sinensis", el insecto encargado de combatir la plaga. Este es el escenario que describe Alberto Alma, un investigador italiano especializado en la lucha contra la avispilla y que participó hoy en una jornada sobre la plaga organizada por el Centro de Investigación Forestal de Lourizán. "La suelta de "Torymus sinensis" es muy efectiva. La cuestión es que hay que darle tiempo" -expuso Alma en Lourizán.- "En 6-8 años desde las primeras sueltas, los "Torymus" van a resolver el problema", pronosticó en base a la experiencia italiana. El investigador de la Universidad de Turín puso como ejemplo la imagen de un soto casi sin hojas, infestado por completo por agallas de la avispilla en el 2005, y el mismo soto totalmente recuperado en el 2012 tras las sueltas de "Torymus".
En Galicia, la tasa de parasitismo alcanzada por el 'Torymus' es de sólo un 3%, pero se considera un dato esperanzador
La plaga de la avispilla del castaño se caracteriza por su expansión meteórica, pues cada avispilla pone alrededor de 150 huevos por temporada. Su enemigo natural, el "Torymus sinensis", tiene un arranque más lento, pues lleva un tiempo consolidar poblaciones naturales en el monte a partir de las sueltas, pero una vez que se logra el establecimiento de las primeras poblaciones, su desarrollo es "imparable", en palabras de Alberto Alma. En Galicia, donde el primer año de sueltas masivas puede considerarse el 2018, con alrededor de 700.000 "Torymus" liberados, el trabajo de los parásitos en monte está en su fase inicial. Este año, en una prospección de campo que consistió en la recolección de entre 5 y 10 agallas en 4.400 puntos de suelta del año pasado, se consiguieron recuperar "Torymus" en 53 puntos, con un total de 146 individuos. Hay, por tanto, menos de un 10% de los puntos de suelta que se muestrearon con "Torymus" confirmados y un grado de parasitismo de un 3,09%, según los datos expuestos hoy en Lourizán por Martel Muñoz-Cobos, del departamento de Salud y Vitalidad Forestal de Medio Rural, pero para Alberto Alma la cifra de parasitismo de un 3% es esperanzadora. "A partir de ese 3%, el crecimiento será exponencial e incontrolable. Pasará lo mismo que cuando se tira una piedra a un estanque. Los "Torymus" se irán expandiendo en ondas concéntricas y llegarán a toda Galicia", pronosticó. En Italia, en la actualidad el grado de parasitismo de las agallas de la avispilla oscila entre el 70 y el 90%, sin que en los últimos años se tuvieran que hacer sueltas de "Torymus", que ya tiene consolidadas sus poblaciones en el país transalpino.

Tres recomendaciones prácticas para los sotos con sueltas de "Torymus"

Para aquellos sotos en los que se estén haciendo sueltas de "Torymus", Alberto Alma detalló algunos consejos prácticos a tener en cuenta por los propietarios, a fin de facilitar el asentamiento de los insectos. 1) Los "Torymus"pasan el otoño e invierno en las agallas aparecidas en la última primavera, por lo que hay que evitar destruir esas agallas. Se deben evitar las podas que eliminen las agallas verdes, aunque sí se podrían eliminar ramas con agallas secas de años anteriores. 2) Los adultos de "Torymus" se alimentan del polen y néctar de las flores, por lo que es buena idea mantener zonas con flores en los prados que rodeen a los sotos y en el entorno de los árboles. "Las flores son fundamentales para los "Torymus" y para otros insectos, pero la avispilla del castaño no se alimenta de ellas", explicó. 3) El abonado orgánico de los sotos que estén muy afectados por la plaga es una manera de revigorizar a los árboles, evitando que se debiliten más. "Normalmente los árboles no mueren sólo con la plaga de la avispilla, pero si hay una presencia de otras enfermedades, como el chancro, sí pueden morir", advirtió.
El escenario en Galicia apunta a la necesidad de sueltas importantes de "Torymus sinensis" al menos durante uno o dos años más. Para el 2020 la Xunta repetirá el volumen de sueltas del 2019, con 1,6 millones de "Torymus", y se introduce la novedad de que en teoría, cualquier propietario forestal podrá comprar "Torymus" en el mercado para soltarlos en sus sotos, si bien en la práctica, las cuatro empresas ya autorizadas por el Ministerio para producir "Torymus" en España no tendrán capacidad de comercializarlos hasta dentro de unos años. Queda sobre la mesa la posibilidad de importaciones de otros países.
La ventana de tiempo para la suelta de los parasitoides es pequeña, pues en cuanto la agalla se endurece, el 'Torymus' no puede penetrarla
Una cuestión a tener muy en cuenta en las sueltas es el momento de las mismas, pues el periodo de tiempo durante el que el "Torymus" puede penetrar en las agallas de la avispilla es muy pequeño. Pasado ese tiempo, la agalla se endurece y el insecto parasitoide ya no podrá hacer su trabajo. Las sueltas en Galicia, que se están acometiendo a través de Seaga, se hacen en un periodo de dos meses, desde finales de marzo, en las zonas costeras, hasta finales de mayo, cuando acaba la brotación en los sotos de montaña. El proceso de suelta es doblemente complejo, pues no sólo hay que tener en cuenta las diferencias climáticas entre comarcas, sino también las diferencias entre variedades de castaños de temprano y de tarde. Los productores presentes en las jornadas reclamaron una mayor interlocución de la Administración con los propietarios para coordinar las sueltas, a fin de lograr afinar el momento de la suelta, así como mayor información en las zonas de producción de castaña. Por parte de la Administración, se puso un correo electrónico a disposición de los propietarios para trasladar sugerencias e incidencias: sanidadeforestal.cmrm (arroba) xunta.gal.

Las variedades de fruto más resistentes a la avispilla confirman su buen comportamiento

Junto con la lucha biológica, la otra vía para enfrentar la avispilla del castaño pasa por el empleo de variedades de castaño resistentes a la plaga en nuevas plantaciones. El Centro de Investigación de Lourizán tiene identificados una serie de clones híbridos que presentan una resistencia total a la plaga y que pueden ser utilizados como portainjertos. Entre las variedades tradicionales de fruto, no hay ninguna que quede libre de agallas, pero los trabajos del Centro en campo y en insectario han permitido confirmar que hay variedades que presentan una muy baja infestación.
Rapada, Branca y Longal son algunas de las variedades que mayor resistencia mostraron a la plaga
Entre las variedades de fruto con mejor comportamiento, destacan la Rapada, la Branca y la Longal. En menor medida, también la Amarela, la Negral y la Parada de Sil. En el otro extremo, las variedades con mayor impacto fueron la De Parede, la De Presa, la Ventura y la Famosa. Las conclusiones de las infestaciones controladas y de campo observadas en el 2019 permiten confirmar buena parte de los datos publicados por Lourizán en el 2018, que se pueden revisar en esta información. "Entre las variedades más sensibles y menos sensibles a la plaga no hay apenas cambios, pues se confirmaron los datos. Entre las variedades intermedias, hay pequeños cambios en el ránking, pues algunas este año se mostraron algo más sensibles o menos a la plaga", explica la investigadora Beatriz Míguez. Lourizán publicará en breve nuevas tablas de los resultados obtenidos sobre el comportamiento de variedades y clones híbridos. Este año, en lugar de cuatro niveles, las variedades se clasificarán en tres niveles de tolerancia, pues se comprobó que entre los dos intermedios se producen intercambios de ránking en distintos años. De cara al futuro, el trabajo del Centro de Investigación se orienta a obtener portainjertos que sean resistentes a la avispilla y adaptados al medio de las zonas gallegas productoras de castaña. En cuanto a las variedades de fruto, la investigadora Beatriz Míguez llama también a no descartar las que se están mostrando como más sensibles a la plaga. "Son variedades adaptadas al clima de cada zona, por lo que son interesantes a pesar de la plaga, pues es previsible que la avispilla se pueda controlar en unos años con la lucha biológica", subraya.
Mesa redonda con representantes de las comarcas produtoras, IGP Castaña de Galicia y Medio Rural.

Informar e implicar a la población, una asignatura pendiente

La jornada celebrada en Lourizán concluyó con una mesa redonda en la que participaron tres representantes de distintas comarcas de castaña de Galicia, Román Sanchez, de la cooperativa A Carqueixa (Cervantes, Lugo), que confirmó la alta sensibilidad de la variedad De Parede a la plaga en los Ancares lucenses; Óscar Freire, de la cooperativa Amarelante (Manzaneda, Ourense); y José Manuel Guerra, técnico de la Asociación A Castaña (A Gudiña, Ourense). Junto a ellos intervino también un representante de la IGP Castaña de Galicia, y Martel Muñoz-Cobos, de Medio Rural. Una cuestión que se dejó patente desde el sector productor es la necesidad de informar e implicar a los propietarios de los sotos sobre la lucha contra la avispilla del castaño. "Hay que involucrar a la población, explicar qué sueltas se están haciendo y qué se puede hacer y qué no en los sotos donde hay "Torymus" liberados", señaló Óscar Freire, que lamentó que alrededor del 70% de los castaños de Manzaneda estén abandonados, teniendo en cuenta su potencial de generación de rentas. Por parte de José Manuel Guerra, de A Castaña, también se puso de manifiesto la importancia de que se cuente con los propietarios a nivel local para coordinar y colaborar en las sueltas, pues son los propietarios los que mejor conocen cuándo abren las distintas variedades en cada zona. Desde Medio Rural, se reiteró que están dispuestos a mantener una vía de comunicación con los propietarios, si bien también se planteó la dificultad de quedar con los vecinos para hacer las sueltas, dada la premura con la que hay que acometerlas a nivel de toda Galicia. "Este año tuvimos semanas de más de 300.000 Torymus liberados, a razón de 155 ejemplares por punto de suelta", explicó Martel Muñoz-Cobos. Portainjertos adaptados a la montaña gallega Otro asunto que se abordó en la jornada es el de las dificultades de adaptación que presentan los portainjertos híbridos en zonas de media montaña o montaña de Ourense y Lugo. A ese respecto, Josefa Fernández, responsable del programa de mejora genética del castaño en Lourizán, destacó que se está trabajando en portainjertos compatibles con las variedades tradicionales y adaptados a las condiciones climáticas de la montaña gallega. Josefa incidió además en que en un futuro, dado el aumento de temperaturas que se está dando, habrá zonas actualmente libres de tinta que probablemente se vean afectadas por la enfermedad, por lo que los portainjertos resistentes a la tinta aumentan su interés.

La lucha contra la avispilla del castaño contará con 1,6 millones de ‘Torymus’ en el 2020

La Consellería de Medio Rural repetirá en el 2020 la lucha biológica ejecutada este año contra la avispilla del castaño. Se soltarán 1,6 millones de ‘Torymus sinensis’, que se comprarán de países como Italia por un importe total de 2 millones de euros, según las previsiones comunicadas hoy por el director xeral de Ordenación y Producción Forestal, José Luis Chan, que compareció en el Parlamento. El esfuerzo en la lucha biológica contra la avispilla del castaño está teniendo un resultado desigual en los sotos gallegos, pues hay sotos donde la tasa de parasitismo de bugallas de la avispilla llega al 25% y otros en los que se queda en el 0,5 %. “Estamos estudiando los factores que llevan a que haya esas diferencias. Puede ser una cuestión relacionada con la altitud y orientación del soto o también con factores como el momento de la suelta”, señala Chan. “Hay que tener en cuenta además que en los sotos gallegos conviven mezcladas distintas variedades, de temprano y de tarde, lo que complica las sueltas, pues se deben hacer en el momento idóneo para que los 'Torymus' puedan ocupar bien las agallas, normalmente cuando las hojas del castaño tienen alrededor de un centímetro”, detalló el director xeral. Otra de las cuestiones que Medio Rural destaca es la confirmación de la existencia de parásitos autóctonos de la avispilla, si bien presentes en las agallas en menor medida que el ‘Torymus sinensis’, una cuestión que ya había detectado una investigación de la Universidad de Santiago. Empresas gallegas productoras de 'Torymus' A partir del 2021, la Xunta espera que haya ya empresas gallegas capaces de producir el ‘Torymus sinensis’. Cuatro firmas han recibido ya autorización para su producción, según el director xeral, por lo que en un futuro la demanda de 'Torymus' se podría cubrir en Galicia, sin necesidad de compras en el mercado internacional.

Jornada sobre la lucha contra la avispilla del castaño en Lourizán

El Centro de Investigación Forestal de Lourizán (Pontevedra) acoge el próximo 22 de noviembre una jornada sobre la lucha contra la avispilla del castaño (Dryocosmus kuriphilus) en Galicia. En la sesión se abordará la situación actual de la plaga así como las medidas que se están llevando a cabo para afrontarla por medio de la lucha biológica, con Torymus sinensis, y la búsqueda de variedades resistentes que están realizando desde el centro de investigación de Lourizán. Además, en la jornada se conocerá la experiencia italiana, un referente europeo en la lucha biológica contra esta plaga. La sesión contará también con la participación de distintos representantes del sector productor de la castaña en Galicia. La jornada se celebrará en la sala de actos del centro en horario de 10.00 a 13.30 horas. Está dirigida a productores y empresas relacionadas con el sector de la castaña así como a viveros productores de plantas, comunidades de montes y al público en general. La inscripción es gratuita pero el aforo es limitado y la matrícula se hará por orden de recepción de solicitudes. El formulario de inscripción debe remitirse a la dirección electrónica infolourizan.mr (arroba) xunta.gal. Detallamos el programa de la jornada: -9.45 horas. Presentación. Enrique Martínez Chamorro. Director del CIF Lourizán (Agacal). Josefa Fernández López, jefa del Departamento de Silvicultura y Mejora del CIF - Lourizán (Agacal). -10.00 horas. La avispilla china del castaño (Dryocosmus Kuriphilus) en Europa. Revisión de los principales estudios científicos desarrollados para conocer y combatir la plaga. -10.30 horas. Niveles de tolerancia a la avispilla del castaño en las principales variedades gallegas de fruto y híbridos interespecíficos. Aplicación a la mejora genética. Beatriz Míguez Soto. CIF- Lourizán (Agacal). -11.00 horas. La lucha biológica contra la avispilla del castaño en Galicia. Situación actual y plan de seguimiento de las sueltas de Torymus sinensis. Martel Muñoz-Cobos, jefe de servicio de Salud y Vitalidad del Monte. Planificación y Ordenación Forestal. Consellería de Medio Rural. -11.30 horas. Pausa. -12.00 horas. Descripción general y control biológico de la avispilla asiática del castaño en Italia. Alberto Alma. Universidad de Turín. Italia. -12.30 horas. Tabla redonda con representación del sector productor de la castaña y de la IXP castaña de Galicia. Cooperativa A Carqueixa, Cooperativa Amarelante, Asociación A Castaña, IXP Castaña de Galicia. -13.00 horas. Visita al vivero del CIF- Lourizán.

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Muy buena cosecha de miel de eucalipto en la costa y más floja en zonas de interior dependientes del roble y el castaño

Resultados dispares este año para los 3.500 apicultores gallegos en función de la zona en la que se encuentren sus colmenas. Los productores de la zona costera, los más afectados en los últimos años por plagas como la de la avispa asiática, obtendrán este año una cosecha récord gracias a la buena floración del eucalipto, mientras que hacia el interior de Galicia y en las zonas altas de montaña especies como el roble o el castaño fallaron y la producción será menor. Después de dos años malos en cuanto a cantidad de miel, con reducciones que incluso llegaron al 50% en el 2017 por culpa de las heladas en primavera y la sequía del verano, una parte de los apicultores gallegos vieron recuperarse este año sus colmenas con rendimientos que incluso duplican los obtenidos el año pasado. A pesar del incremento en la producción con respecto a 2018, no se prevén bajadas de precios en Galicia en aquellos productores que venden la miel envasada ni en los que lo hacen amparados por la IGP Mel de Galicia, pero la coyuntura internacional, con cotizaciones a la baja para la exportación a granel, castigará a aquellos otros apicultores que tienen en el mercado exterior su referencia. La miel gallega tiene prestigio y está bien valorada, pero se encuentra con la competencia de la miel llegada de países como China, Turquía o Argentina, mucho más barata pero de peor calidad. A esa amenaza se suma la plaga de la vespa velutina, extendida ya por toda Galicia y que mermó notablemente en los últimos años el número de productores y colmenas. El pico de incidencia de la avispa asiática fue este año más tardío y los propios apicultores aprendieron a combatirla y están hoy mucho más preparados, con herramientas como las arpas eléctricas, aunque eso le haya supuesto un incremento de costes. Hablamos con distintos productores y representantes del sector y esta es su opinión acerca de la cosecha de este año y de la situación que vive la producción de miel en Galicia a día de hoy. Tiempo irregular y diferencias por zonas: los efectos del cambio climático Xesús Asorey Xesús Asorey, socio fundador de la cooperativa Erica Mel, afincada en Arzúa, y secretario técnico de la Asociación Galega de Apicultura (AGA), la entidad que aglutina a cerca de 2.000 productores gallegos, destaca que este año fue "en general" mejor que los anteriores, "sobre todo en la Galicia costera y en la zona norte, donde hay más eucalipto". Sin embargo, en Ourense, la provincia con más producción de Galicia, "fue bastante irregular, con zonas de buena cosecha en primavera y otras más afectadas por la sequía, pero en general no fue un buen año en esta provincia porque roble no hubo y castaño poco", explica. Xesús asegura que "Galicia siempre fue tierra de microclimas" pero dice que ahora "el tiempo es cada vez más irregular", algo que achaca al cambio climático, "que acentúa los microclimas y eso tiene mucha incidencia en la producción porque igual en un lugar hay producción y en otro a 5 kilómetros de allí no hay miel", cuenta. Sobre la velutina, dice que la plaga "está ya por toda Galicia", con más presencia "en los valles de los ríos y en la zona costera" y afectando "a la producción de miel, a la fruticultura e incluso poniendo en riesgo la vida de las personas". "Parece que los apicultores ya no estamos tan afectados como al inicio porque nos tuvimos que buscar la vida y prepararnos para resistir sus efectos y luchar contra ella", asegura. Ve en las arpas eléctricas "un gran avance". "Es un método efectivo y contamos también con atrayentes muy baratos a base de agua, azúcar y levadura de pan", describe.
"La velutina se llevó por delante un tercio de los apicultores en la Galicia costera" (Xesús Asorey, AGA)
Según los cálculos de la AGA, la avispa asiática hizo desaparecer entre un 30 y un 40% de los productores de miel en la Galicia costera. "La velutina hizo una selección natural entre los apicultores y desaparecieron aquellos que no fueron capaces de ponerse al día, sobre todo gente mayor, y los que quedamos estamos más preparados", argumenta Xesús. El ataque más fuerte de la plaga se está produciendo estos días. "En este momento hay mucha velutina y las abejas están prácticamente enclaustradas dentro de la colmena porque se ven rodeadas y no se atreven la salir", explica el secretario técnico de la asociación, que recomienda alimentar "sobre todo a los enjambres salidos este año que no se repusieron en zonas donde el verano fue muy seco y no permitió la floración". Finalmente, Xesús Asorey ve "un momento delicado para la apicultura" por la competencia internacional. "Hay una invasión de miel de baja calidad procedente de China y de otros países como Turquía y los precios están bastante a la baja a nivel internacional", asegura, algo que devalúa la cotización en los distintos países europeos de manera independiente incluso a la producción existente en ese año. "En Francia y en el resto de España se habla este año de mala cosecha y de bajada de precios", ejemplifica, algo que contradice la teoría de que los precios suben en años de baja producción. Con todo, asegura que "la miel que se vende en Galicia envasada y etiquetada resiste y se vende a precios similares a los del año pasado", pero pronostica que "el problema es para quien vende a granel para la exportación, donde los precios están siendo más bajos", dice. La IGP Mel de Galicia sumó 40 nuevas altas este año Esther Ordóñez La presidenta de la Indicación Geográfica Protexida (IGP) Mel de Galicia, Esther Ordóñez, coincide en que este fue un buen año "sobre todo en la zona de costa, donde el año pasado había sido desastroso". Por contra, dice, "en el interior hay bastante diferencia en función de los sitios" y pone el ejemplo de algunas de las comarcas con más colmenas de Galicia, como Verín, A Gudiña o Lobios, donde "hubo muy poca producción", dice. Son zonas, explica, que "dependen mucho del castaño y la época de la floración del castaño es muy corta y este año las lluvias y tormentas estropearon esa floración". Tampoco hubo buena producción en zonas altas, dice, porque "hubo también problemas con el roble, que necesita temperaturas nocturnas altas, que no hubo este verano". En estas zonas, cuenta, solo los productores que apuraron el tiempo de recogida obtuvieron algo de miel. "Los apicultores que esperaron al final sacaron media alza de agosto y septiembre", asegura.
"Esperamos unas 600 toneladas de miel certificada, procedente de 48.000 colmenas de 300 apicultores" (Esther Ordóñez, IGP Mel de Galicia)
Esther coincide con Xesús en que "la cotización a nivel internacional está a la baja porque países como Alemania están comprando miel más barata procedente de otros lugares y menos de la que se produce en Galicia" pero piensa que en el mercado interno gallego los precios no sufrirán cambios. "Los precios en Mel de Galicia contamos que aguanten, sobre todo en el caso de aquellos productores que tienen contrato homologado con alguna de las empresas envasadoras acogidas a la IGP, que no van a tener problemas para mantener el precio", indica. Por eso la presidenta de la Indicación Geográfica de la miel gallega insiste en la importancia de " valorizar el producto" y de "estar bajo el paraguas de un indicativo de calidad". "Vemos que eso también lo están notando los apicultores, este año tuvimos 40 altas de productores en la IGP", cuenta. Esperan certificar este año como Mel de Galicia 600 toneladas procedentes de 300 apicultores, que suman en total unas 48.000 colmenas. Una de las mejores floraciones del eucalipto en 10 años Marifé Sixto Marifé Sixto es una de esas produtoras amparadas bajo la IGP Mel de Galicia. Envasa y comercializa con la marca Mel O Trobo y cuenta con su propio museo de la miel en O Valadouro, una de las zonas con más tradición apícola de A Mariña, una comarca donde la miel de eucalipto es predominante. Confirma que la cosecha en la costa será histórica. "Este año fue un muy buen año y tenemos una miel monofloral de eucalipto fantástica en esta cosecha", dice. Extraída en el mes de septiembre, Marifé logró una miel monofloral de eucalipto con un 93% de pureza, cuando la exigencia para ser considerada una miel monofloral se sitúa en el 70%. "Este año floreció mucho el eucalipto, hay más de 10 años que no florecía así, y eso nos salvó, porque las abejas trabajaron mucho a comienzo del verano, en los meses de junio y julio, aunque luego en agosto se estancaron", dice. Obtuvo el doble de producción que el año pasado, que vende a 10 euros el kilo. Ese fue el precio fijado también en la 32 edición de la Feira do Mel do Valadouro, una de las más antiguas de Galicia, que se celebró el pasado día 12 y que batió récord de asistencia con 18 productores y 1.500 kilos de miel vendidos.
"Este año la velutina afectó menos en esta zona porque las colmenas estaban fuertes" ( Marifé Sixto, Mel O Trobo)
En esta zona que comparten los ayuntamientos de Valadouro y Alfoz se están produciendo incorporaciones de gente joven al sector, en algún caso como actividad complementaria y a los que la buena cosecha de este año puede ayudar en el camino de la profesionalización. "Estamos contentos de que haya nuevos apicultores que se animan a producir y eso solo es posible si el precio ayuda", dice. La comarca de A Mariña fue la primera por la que entró la avispa asiática pero este año la plaga afectó menos a las colmenas. "Al haber mucha floración en primavera y las abejas aprovecharla, cuando vino el ataque fuerte de la velutina las colmenas estaban también fuertes y lograron resistir", considera Marifé, que destaca la función polinizadora de las abejas sobre otros cultivos que hay en el municipio, como por ejemplo las plantaciones de frutales, y a labor de trampeo que los apicultores y los productores de fruta llevan varios años haciendo en primavera en colaboración con el Ayuntamiento. La miel ecológica está ganando mercado David Corral David Corral es el propietario de Mieles Anta, la mayor productora y envasadora de miel gallega, con más de 10.000 colmenas distribuidas en varias zonas de las provincias de Lugo y A Coruña. La cosecha para ellos fue "mejor que los últimos dos años", aunque "con zonas muy buenas y otras no tan buenas". David dice que el tiempo inestable de este verano fue el culpable de este reparto desigual. "Hubo zonas donde apretó más el calor y quedaron más cortas y también otras donde llovió bastante en agosto, por ejemplo en a Terra Chá, y en las que la floración tampoco fue buena", explica. Por contra, dice, en las colmenas que tienen en la zona de Os Ancares y O Courel, e incluso en las ubicadas en zonas más bajas como Bóveda o A Pobra do Brollón, "hubo muy buena producción aunque el castaño floreció menos y duró poco". En España también fue desigual la producción, asegura, y prevé "unos precios un poco más bajos que los del año pasado, que fueron muy altos", pero no vislumbra grandes descensos en Galicia, donde pronostica "buenos precios en todo caso". Ellos han firmado, como envasadores, contratos homologados a largo plazo con otros productores gallegos a los que les compran la miel.
"Sin esperar a que se haya producido aún el Brexit, la bajada de la libra ya nos ha afectado" (David Corral, Mieles Anta)
Llevan años también trampeando en primavera contra la velutina y dice que "este año hubo bastante, quizás vino más tardío el pico más fuerte, porque en junio no se veía casi ninguna, pero de mediados de julio para adelante hubo bastante en las zonas en las que nosotros trabajamos", cuenta. Mieles Anta pondrá a funcionar en los próximos meses su nueva planta en el polígono industrial de Bóveda, a donde ha previsto trasladar todas sus actuales instalaciones de A Coruña. "Tenemos ya maquinaria aquí y la idea es envasar ya toda la producción de este año aquí", avanza David. Para el responsable de esta empresa de referencia en el sector, "la miel ecológica está ganando mercado, también en Galicia". "Hace años la producción ecológica se vendía fuera casi exclusivamente, pero hoy el mercado gallego ya tira, aunque con el producto tan bueno que tenemos en Galicia, por ejemplo en la IGP, hace que la producción ecológica encuentre menos hueco aquí", dice. Esta empresa familiar dedica a la exportación el 60% de su miel ecológica, un menor porcentaje en el caso de la convencional, con el Reino Unido como uno de sus principales mercados europeos. "Sin esperar a que se haya producido aún el Brexit, la bajada de la libra ya nos afectó", reconoce. Caída de los precios de la miel a granel para Alemania Benigno Basteiro Benigno Basteiro también depende de la exportación. Vende la miel a granel para Alemania desde hace años y es de los que se ve afectado por la bajada de precios del mercado internacional. "Bajaron algo y estamos esperando a ver si se recuperan porque aún no está fijado el definitivo para este año porque hubo un par de ferias nada más", explica. Cuenta con 2.200 colmenas repartidas en dos explotaciones en los ayuntamientos de Viana do Bolo y Vilariño de Conso. A pesar de que la provincia de Ourense fue donde más se notó la inestabilidad en el tiempo y en la producción él tuvo "una cosecha casi normal" porque, dice, "depende del manejo también, no solo es la climatología, entran otros factores".
"La producción depende del manejo también, no solo es la climatología, entran otros factores" (Benigno Basteiro, apicultor de Viana do Bolo)
"La primavera respondió muy bien, pero sobre el 10 de agosto bajaron las temperaturas y el castaño y el brezo fallaron. Si esas floraciones del verano no hubieran fallado habría una cosecha récord", dice. El brezo, junto con el castaño y el roble, dan origen a las tres mieles monoflorales que produce Benigno. También hace polen, que igual que la miel, también vende prácticamente todo fuera. Otra de las partes de su negocio como apicultor profesional es la selección genética y la venta de reinas, un campo en el que lleva más de 10 años trabajando y en el que es toda una referencia a nivel estatal. La avispilla empeoró la escasa floración del castaño Alberto Uría También se dedica a formar a apicultores por toda España Alberto Uría, que tiene sus colmenas en la zona de Negueira de Muñiz, en el valle del río Navia, a caballo entre Galicia y Asturias. "En mi zona este año fue muy flojo por la inestabilidad del tiempo. La primavera fue bastante buena pero en verano no hubo estabilidad atmosférica, así que desde julio hasta septiembre las abejas casi no hicieron nada. Esto es una cadena, las abejas estuvieron paradas esperando por las plantas y las plantas estuvieron paradas esperando por el tiempo para la floración", argumenta. "A mí en esta zona el castaño me afecta mucho y la avispilla está haciendo mucho daño porque afecta a la flor y en un año malo como este en floración del castaño por el tiempo se nota aún más porque en un año bueno el castaño produce mucha flor y se nota menos la merma por la avispilla", justifica. Sobre la evolución de la plaga dice que "en el valle del Navia no hay tanta como en O Courel pero ya hay bastante avispilla". Con todo, cuenta, "la cosecha de miel no va a ser tan mala como la de 2018, que por aquí fue la peor en 30 años", asegura, y con resignación dice: "hay que cogerlo como viene y esperar por la del año próximo con más ilusión". Mientras, sigue trabajando en el centro de interpretación sobre el oficio de los abejeros que este mismo año abrió en Pena da Nogueira. Alberto apuesta por una miel diferenciada, un producto de autor de edición limitada para un público que valora tanto su calidad como la historia que esconde detrás. Lo comercializa bajo las marcas Outurelos e Miel del Cortín. La velutina está atacando muy fuerte donde no se hizo trampeo Manuel Ferreira Manuel Ferreira es el presidente de la Casa do Mel de Goente, una referencia desde hace 16 años para los apicultores de la comarca del Eume. Como en A Mariña, en el norte de la provincia coruñesa la cosecha de miel de eucalipto fue "buenísima, hacía años que no había una cosecha tan buena", asegura. Hacia el interior, sin embargo, "la floración de la zarza y del brezo fue regular y castaño no hubo nada", dice. "Hubo 15 días de viento norte en agosto, que es cuando las abejas trabajan el brezo en la montaña", explica. Sin embargo, la calidad va a ser excelente. "Estamos en una zona muy húmeda y otros años si el verano es húmedo hay algunos problemas aunque en la recogida vengan los panales aperculados", cuenta Manuel. En su comarca, que fue también zona cero de la velutina, la avispa asiática está ahora en su pico anual. "La velutina está ahora atacando muy fuerte, pero es por zonas, donde se hizo un trampeo bueno en primavera la presión es menor, pero donde no se hizo es una invasión", dice. "Está claro que de momento, mientras no haya otros métodos mejores para luchar contra ella, el trapeo es la única solución efectiva", asegura. El precio de la cera está subiendo un 15% anual José Bailón José Bailón es uno de los socios de Apilarouco, una asociación que imparte formación apícola en la Serra do Larouco. A pesar de que en la provincia de Ourense, la de mayor producción de Galicia, hubo de todo, José salvó la cosecha. "Me fue bien, mejor que en el 2018, sobre el que que prácticamente doblé la producción. El 2017 había sido también pésimo", recuerda. Aumentó este año 15 colmenas y tiene ahora 70, de las que obtuvo 1.200 kilos de miel frente a los 700 del año pasado. Pero sus vecinos se quejan. "La gente en esta zona dice que fue un mal año, aunque a veces hay productores que dicen que hay poca miel como estrategia para subir los precios", indica. En todo caso, dice, "la miel está subiendo entre un 3 y un 4% anual" frente al importante encarecimiento de los costes de producción. Pero el mercado va más lento en la actualización del precio de venta. "Porque no vendemos en bloque", lo achaca. Uno de esos factores de encarecimiento de la producción fue la subida de la cera, que aumentó de precio en los dos últimos años un 30%. "El precio de la cera subió mucho, un 15% cada año", dice. Se vendía de promedio a 8,5 euros el kilo en el 2017 y pasó a 10 euros en el 2018 y a 12,5 euros de media en este año, dependiendo de su pureza. Se trata de un gasto importante. En su caso, con el volumen de colmenas que tiene, supera los 1.000 euros. "Compro 100 kilos de cera al año", cuenta.
"Grandes marcas de fuera de Galicia compran miel en las provincias de Lugo y Ourense para mezclar con miel de China o de Argentina, que son más claras y baratas, para oscurecerlas y venderlas mejor" (José Bailón, Apilarouco)
Otro de los gastos importantes que hizo este año fue la compra de arpas eléctricas para luchar contra la velutina. "Gasté casi 3.000 euros en arpas, pero al final los compensé con el aumento de la producción de este año", dice. "Lo importante es que no se te mueran colmenas porque eso tiene doble coste, porque gastas en comprar otra para reponer la que murió y además tienes menos producción, por lo que gastas 130 ó 140 euros en la colmena nueva y pierdes los 100 euros de miel que te tendría que haber producido la que se te murió", argumenta. Alerta finalmente de la picaresca de "grandes empresas de fuera de Galicia que compran miel oscura procedente de las provincias de Lugo y Ourense para mezclar con otras más claras, del sur de España, de China o de Argentina, que salen a 3 euros puestas aquí, para oscurecerlos y que tengan mejor salida comercial", dice.

La Xunta constata el éxito del Torymus para combatir la plaga de la avispilla del castaño

La Consellería de Medio Rural confía en la eficacia de las sueltas de Torymus sinensis para combatir la plaga de la avispilla del castaño y pide esperar para ver los resultados de las sueltas masivas que se realizaron este año. El departamento que dirige José González responde así a las conclusiones de un estudio en el que participaron investigadoras de la Escuela Politécnica de Lugo (USC) y que revela que los resultados de eficacia del Torymus sinensis, el insecto encargado de parasitar a la avispilla del castaño, se demostraron muy poco eficaces nos primeros años de sueltas, con una tasa de parasitismo de las sueltas ralizadas en el período 2015-2017 muy bajas: De 4.871 agallas recolectadas en 33 puntos de Galicia entre el 2017 y principios de la primavera del 2018, sólo se logró la recuperación de un único Torymus sinensis en Riós (Ourense), donde comenzó la liberación controlada en el 2017. Con el fin de encarar el problema, la Xunta procedió a sueltas experimentales de 220.395 individuos de Torymus sinensis en el periodo 2015-2017, en tanto que en el 2018 se liberaron 704.000 y en primavera de este 2019 se realizó una suelta de 1,6 millones de Torymus.

Valoración de la Consellería de Medio Rural

Sin embargo, desde la Consellería de Medio Rural contradicen esos resultados del estudio, referidos sólo al período 2015-2017 -cuando se soltaron menos ejemplares- y ponen en valor que “los análisis de las agallas de los castaños de zonas en las que hubo suelta del parásito durante el período 2016-2018 -más amplio que el estudio de la USC y con más sueltas de Torymus- revelan que se detectó parasitación por Torymus sinensis en un total de 55 ayuntamientos de Galicia”. “Esto implica que el Torymus sinensis inició con éxito la colonización de las agallas”, subrayan desde la Consellería. En todo caso, desde Medio Rural puntualizan que “hay que tener en cuenta que en estos datos no figuran los análisis del año 2019, -en el que hubo una suelta masiva de 1.6000.000 individuos de Torymus sinensis- que se realizarán este otoño una vez recogidas la agallas secas que aparecieron en primavera”. En este sentido, confían en que este año “el porcentaje de parasitación seguirá aumentando, por lo que se asentarán las poblaciones del parásito”.

¿Cómo mide la Xunta la eficacia de las sueltas de Torymus para combatir la avispilla del castaño?

En otoño de cada año después de las sueltas de Torymus, se toma en campo una muestra de agallas con el fin de comprobar los resultados de la parasitación. El proceso consiste en seleccionar una serie de puntos donde se realizaron las sueltas del parásito, que los técnicos de la Consellería localizan gracias a que se tomaron las coordenadas con GPS en primavera en el momento de la liberación del Torymus sinensis. El número total de puntos de muestreo se incrementa en función del número de puntos de suelta de Torymus que se fueron realizando en cada uno de los años de suelta. En concreto, en el año 2019, los puntos de muestreo serán de 1.200, lo que supone un total de 6.000 agallas a testar. En cada uno de los puntos de muestreo, se cosechan un total de cinco agallas que se llevan al laboratorio para comprobar su grado de parasitación. En este sentido, desde la Consellería de Medio Rural inciden en que “para tener un resultado de la eficacia de este sistema hay que esperar un tiempo prudencial, pues se trata de una lucha biológica que tiene sus efectos con el paso de los años”.