González destaca que la Ley de recuperación busca dar soluciones a las tierras en estado de abandono o infrautilizaciónPara conseguir dichos objetivos, explicó el titular de Medio Rural, se llevaron a cabo una serie de análisis encaminados a localizar tanto la demanda como la oferta de tierra agraria. Una vez identificada la demanda, se buscaron y se identificaron las zonas preferentes de actuación y desarrollo de diferentes instrumentos para la movilización de tierras. Instrumentos de movilización y recuperación de tierras El conselleiro José González señaló que para frenar la despoblación rural, se está potenciando la figura de las aldeas modelo, que buscan poner en marcha actividad económica orientada a la producción de calidad, siempre desde el criterio de la sostenibilidad social, económica y ambiental. Esa recuperación del territorio permite ejercer la planificación preventiva del mismo, frenando así la afectación de los incendios forestales a través de esa actividad agroganadera. Un escudo natural que en el pasado verano se pudo comprobar con los fuegos que pararon en las aldeas modelo de Parada de los Montes (Pobra do Brollón) y de Osmo (Cenlle). También se busca rehabilitar de forma integral los núcleos de las aldeas, de manera respetuosa con los criterios de arquitectura tradicional. Estos planes nacen de la cooperación pública y privada. González recordó que también se apuesta por las “aldeas inteligentes”, con la conectividad digital, la autosuficiencia energética y las últimas tecnologías en las explotaciones agropecuarias que las integran.
José González señaló que para frenar la despoblación rural, se está potenciando la figura de las aldeas modelo para poner en marcha actividades económicas orientadas a la producción de calidadOtro tema fueron los polígonos agroforestales, sobre los que González matizó que son una herramienta decisiva para la recuperación de tierras. Estas figuras permiten actuar en zonas de gran extensión y con diferentes características, actuando preferentemente en las concentraciones parcelarias que presentan un abandono superior al 50%. La Consellería también puso en marcha un Plan de pastos de Galicia, mediante lo cuál se están llevando a cabo pastos y obras de infraestructuras asociadas con el fin de poner en valor terrenos que puedan ser empleados para la actividad ganadera. La Consellería le suma además el Plan Forestal de Galicia 2021-2040 “Hacia la neutralidad carbónica”, con la recuperación de castañares tradicionales, estrechamente ligado a la puesta en valor de estas áreas. La figura legal para el desarrollo de las herramientas de recuperación de tierras será el Banco de Terras. El Banco de Explotaciones pondrá en contacto titulares de explotaciones que abandonan la actividad con personas interesadas en incorporarse a la actividad agroganadera. También tienen una gran relevancia en el marco de la Ley de recuperación las permutas de especial interés agrario. Así, el conselleiro indicó que ya está en marcha un proyecto piloto en Friol, al que se le prevé dar continuidad en otros puntos de Galicia.
BNG, el rural gallego tiene nombre propio: abandonoEl portavoz de agricultura del BNG, Xosé Luís Rivas respondió a la intervención del conselleiro de Medio Rural que “sobran textos legales” y falta “proyecto de país” para impedir que las explotaciones agrarias continúen cerrando. Rivas calificó de “insuficientes” las 10 mil hectáreas movilizadas y denunció “las largas demoras” en concentraciones parcelarias, destacando las de Sandónigas en el año 1967 o el cierre en precario o enquistado de Catoira y Zona Norte de Mondoñedo. Xosé Luís Rivas criticó las políticas agrarias del Partido Popular desde la reforma de la PAC del 92. Estas llevaron “a este país al abandono de la actividad agraria y a una dependencia alimentaria y productiva suicida”. Esto llevó a que actualmente “Galicia ya no produce cereal” para hacer pan, porque las comarcas cerealistas están “a tojo y matorral”. El portavoz del BNG recordó el breve pero aleccionador periodo de tres años y medio del gobierno bipartito. Durante ese tiempo se apostó por la movilidad de tierras como prioridad urgente y comenzó la labor con una ley que activaba las tierras infrautilizadas y las unidades conjuntas de gestión del monte. Un gobierno, que difundió todos los activos humanos y económicos “a las aldeas para promocionar y darle vida a un rural”, cosa que “el Partido Popular se empeñó en ahogar”.
El BNG denunció “las largas demoras” en concentraciones parcelarias, destacando las de Sandónigas en el año 1967 o el cierre en precario o enquistado de Catoira y Zona Norte de MondoñedoSegún el representante nacionalista, la Xunta “lleva 13 años agrandando la desagrarización y el caos y después del desastre de octubre del 17, presentan un texto legal por la puerta de atrás” para promocionar las aldeas modelo. “Una propaganda muy cara en inversiones y con escasos resultados” que no revierte la situación del rural en Galicia. Rivas apuntó informes parciales que vaticinan que en Galicia el porcentaje medio de tierra agrícola abandonada en los próximos 10 años será del 35%. Mientras que los informes globales, “los que hacemos todos los días, reflejan que cada año cierran explotaciones porque la recuperación no existe, y sus políticas son maquillaje barato que no lleva a ninguna parte”. Aparte, el diputado nacionalista destacó que el texto legal defendido por el conselleiro José González, tiene un problema de horizonte porque no facilitará tierra agraria para pequeños y medianos proyectos. Los grandes beneficiarios serán grupos empresariales y agroganadería industrial. “Tres consorcios internacionales de capital estadounidense que controlan el 28% del rico territorio ucraniano. Diecisiete millones de hectáreas en manos de Cargill, Dupont y Monsanto”. El diputado del BNG urgió a iniciar una reestructuración de la propiedad marcando dinámicas considerando la “propiedad agraria como un bien social”. Mientras Galicia cuenta con el 23% de SAU, en Bretaña alcanzan el 60% y en Irlanda el 65%. Esos serían los porcentajes a los que debiera aspirar Galicia según Rivas. Por otra parte, también insistió en que el rural gallego tiene un nombre, abandono. “Abandono de la actividad agroganadera, abandono poblacional, caos forestal por exceso de biomasa y falta de relevo generacional en las explotaciones”.
El diputado nacionalista Xosé Luis Rivas destacó que el texto legal defendido por el conselleiro no facilitará tierra agraria para pequeños y medianos proyectosEn su opinión, este abandono puede ser frenado a través de otras políticas porque “sobran leyes y falta un proyecto de país” para dotar a las OACs de personal formado, recursos financieros al Plan Integral, medidas de cara a un horizonte de soberanía alimentaria y recuperar población. Para todo esto, recalcó el nacionalista, es necesaria “voluntad política y no vender nuestro país”.
El grupo socialista denuncia: “Galicia tiene 900.000 hectáreas abandonadas”El portavoz de Agricultura del Grupo Socialista, Martín Seco, criticó la paralización de la Ley de la recuperación de la tierra agraria de Galicia por la dejadez de la Xunta. En respuesta a la comparecencia del conselleiro de Medio Rural, Martín Seco denunció la “falta de gestión, de programación, de personal y de presupuesto” para cumplir esta norma aprobada en 2021. La norma “podría quedar en nada” si el gobierno gallego continúa reduciendo presupuestos, medios materiales y humanos y con la falta de un cronograma de actuaciones para el cumplimiento de la Ley, apuntó Seco. El diputado del PSdeG señaló el retraso de un año para publicar el plan de acción anual para la recuperación agraria. El plan, según Seco, viene “sin ninguna novedad relevante sobre el banco de tierras, que sigue estando infrautilizado”, sin recursos ni personal. Seco apuntó una serie de puntos sin cumplir por parte de Medio Rural como no desarrollar el banco de explotaciones, no elaborar el mapa de usos agroforestales y la falta de conclusión del catálogo de suelos agropecuarios y forestales. Martín Seco añadió además que “no se va a solucionar el problema de falta de superficie agraria útil con pequeñas actuaciones de recuperación de núcleos abandonados con las aldeas modelo”.
El PSdeG criticó la paralización de la Ley de la recuperación de la tierra agraria de Galicia por la dejadez de la XuntaEl diputado del Grupo Socialista recordó que aun no se envió el informe de evaluación bianual que la Agencia Gallega de Desarrollo Rural había debido enviar al Parlamento, al Consello de Xestión da Terra Agroforestal y a la Comisión de Seguimento. Además, esta última Comisión sigue sin estar constituida dos años después de la aprobación de la Ley, con lo que “demuestran que no quieren que su trabajo tenga una evaluación independiente”. El parlamentario socialista criticó retrasos en la normativa de ordenación territorial y la “ausencia de iniciativas” sobre la mejora estructural de las tierras agrarias. Sobre esto, apuntó una gestión caracterizada por los retrasos en los trabajos de concentración parcelaria, con apenas 450.000 hectáreas, una tercera parte del objetivo.
El diputado del PSdeG señaló el retraso de un año para publicar el plan de acción anual para la recuperación agrariaMartín Seco finalizó su intervención denunciando el “bloqueo sistemático” de la Ley de Montes Vecinales del gobierno del socialista Laxe o de la Ley del Banco de Terras elaborada por el gobierno de Touriño. Advirtió que hoy Galicia tiene 900.000 hectáreas de tierra abandonada, de las cuales 400.000 podrían tener rendimiento, y otras 50.000 son de alto valor agrario, pero, dijo, “en Galicia se han perdido casi 9.000 hectáreas agrarias en 2020”.
El Diario Oficial de Galicia (DOG) publica hoy la orden de la Consellería de Medio Rural por la que se regula la presentación electrónica de solicitudes de arrendamiento de predios rústicos incorporados al Banco de Terras de Galicia, una novedad que busca mejorar la eficiencia y agilidad del procedimiento al tiempo que se adapta a las modificaciones introducidas por la Ley de recuperación de la tierra agraria.
La orden regula el formulario y la manera de presentación de acuerdo con las reglas de arrendamiento de predios (número de solicitudes, criterios de concurrencia y puntuaciones, duración de los arrendamientos, etc.) aprobadas por Acuerdo del Consejo de Dirección de la Agencia Gallega de Desarrollo Rural el pasado 20 de abril.
Así, se establecen dos períodos anuales para la presentación de solicitudes de arrendamiento. El primero comenzará el día 1 de mayo de cada año y el segundo, el 1 de noviembre, ambos con una duración de 15 días hábiles. De este modo, el próximo 1 de mayo se abrirá el primer período de arrendamiento de parcelas del Banco de Terras adaptado a la Ley de recuperación.
En virtud de la orden publicada hoy, las solicitudes se presentarán preferiblemente por vía telemática a través de la sede electrónica de la Xunta (https://sede.xunta.gal) o desde la página web del Banco de Terras de Galicia (https://sitegal.xunta.gal/sitegal). La presentación electrónica será obligatoria para las administraciones públicas, las personas jurídicas, las entidades sin personalidad jurídica, los trabajadores autónomos y los representantes de alguno de los anteriores. El resto de interesados podrán optar por la vía electrónica habilitada o bien presentar las solicitudes acudiendo en persona a cualquiera de los lugares y registros establecidos.
Cabe apuntar que en los nuevos períodos de arrendamiento se incorporará un nuevo criterio para priorizar las operaciones enmarcadas en instrumentos de puesta en valor de la tierra (aldeas modelo, polígonos agroforestales y actuaciones de gestión conjunta) y se establecerá la duración máxima de los arrendamientos en función del estado actual del predio y de los aprovechamientos productivos y mejoras propuestos para la parcela.
Con todo, la principal novedad incorporada por la Ley de recuperación en este procedimiento es que la concurrencia competitiva solo se aplicará una vez a cada parcela. Así, las parcelas que en el procedimiento de concurrencia competitiva no tuvieran ninguna solicitud válida o cuyas eventuales solicitudes resultaran resueltas negativamente, podrán ser arrendadas, sin procedimiento de concurrencia competitiva, a aquella persona que haga una solicitud que se ajuste a los requisitos fijados en la Ley. En el caso de presentación de varias solicitudes, se dará preferencia a la orden de presentación. Se estima que con esta modificación se podrá reducir hasta tres veces el tiempo medio necesario para el arrendamiento.
"Tenemos que hacer frente a los tratados de libre comercio que utilizan la carne como moneda de cambio"-¿Qué líneas de acción deberían seguirse para frenar esta caída de precios? -Uno de los temas que debe abordarse es el dumping que nos producen los tratados de libre comercio que utilizan la carne como moneda de cambio para poder vender otros productos en terceros países. Utilizan nuestra carne para hacer tratados con Mercosur o con Canadá de manera que se importa carne a bajos precios, procedente, muchas veces, de zonas que fueron deforestadas en el Amazonas para la producción de esta carne, una realidad que no le cuentan al consumidor. Esta carne compite en los liniales con la carne de calidad que se produce en Galia, donde la mayoría son ganaderías en extensivo. Políticamente también se debería incidir en fijar unos precios mínimos para que nadie produzca por debajo de los costes de producción para que la gente se mantenga en esta actividad y que la juventud vea la ganadería y el rural cómo algo atractivo, para evitar que esto sea un desierto. Cada vez más, los grupos que comercializan la carne son más potentes y se reparten en 5 o 6 grupos que fijan los precios para ganar ellos más. Se está viendo con los precios actuales de la carne: mientras a los productores nos han bajado el precio, el consumidor sigue pagando lo mismo en el supermercado que hace un año. Incluso en épocas de crisis hay quien se está aprovechando para ganar dinero. -Cada vez más productores están optando por la comercialización directa, ¿qué perspectivas de futuro le ves? -No es una alternativa para la gran mayoría. Creo que en zonas puntuales, sobre todo en aquellas ganaderías próximas a las ciudades, es una vía para tener mejores precios, produciendo calidad y menos cantidad. Además permite estar cerca del consumidor, de manera que se logra una confianza que en el mayorista no se tiene. Cada vez hay más gente que opta por eso, que diversifica con otras producciones como los pollos o huerta. Ahora estamos viendo como cada vez hay menos mataderos comarcales, y esto también está limitando mucho este tipo de iniciativas. En Ourense ya sólo tenemos un matadero comarcal. Con todo, en el campo se están llevando a cabo iniciativas muy interesantes, aunque muchas veces no se llegan a conocer como debieran. Creo que debemos apostar más por los pequeños productores. Es preferible que haya 10 productores con 50 vacas que uno solo que tenga 1.000, como está pasando en el Macizo Central, donde quedan cada vez menos ganaderías. -Desde el Sindicato Labrego lleváis años reclamando mayor transparencia en los pesajes de los mataderos con un sistema de control por parte de la Xunta, ¿sigue siendo un problema en los principales mataderos de Galicia? -Es algo que llevamos reclamando desde siempre. Hay la desconfianza de que en los pesos los mataderos no son todo lo transparentes que debieran. Tampoco es una cuestión que afecte sólo el vacuno de carne, sino que se reclaman básculas en muchos sitios y sectores por esa desconfianza. La Administración debería hacer unos controles y que los pesajes sean transparentes. -En los últimos tiempos se ha vuelto a reactivar el debate sobre la presencia del lobo, ¿qué opinión tienes al respeto? -La mayoría de los ganaderos jóvenes no están en contra del lobo, lo que no quieren es que el coste de mantener especies como el lobo o el jabalí en los montes recaiga siempre sobre el ganadero. La presencia de esta fauna en el monte supone un beneficio para toda la sociedad, pero no puede ser sólo la población rural, y en especial los ganaderos, quienes asuman el cueste a base de pérdidas en sus ganaderías. Además, seguimos arrastrando problemas como la burocracia que suponen los ataques para los productores, mientras siguen demorándose los pagos y siendo insuficientes para compensar los daños. Fauna sí, pero el coste no puede ser solo para la gente que vive en el territorio, sino que debe corresponder a toda la sociedad.
"Cada persona que se jubila es una ganadería que cierra, no hay relevo generacional porque a los jóvenes no les resulta atractivo dedicarse a la actividad agraria o ganadera"-Se dice que el sector de la carne de vacuno es uno de los motores contra la despoblación, ¿lo ves así con tu ganadería y en tu zona? -Por supuesto. Cuando me incorporé, en mi pueblo había unas 15 ganaderías con un promedio de entre 15 y 20 vacas de carne, hoy quedamos 4, la mía es una de las de mayor tamaño y el resto alrededor de unas 20 vacas. Cada persona que se jubila es una ganadería que cierra, no hay relevo generacional porque a los jóvenes no les resulta atractivo dedicarse a la actividad agraria o ganadera. Hay múltiples causas para eso, entre las que se encuentra el desmantelamiento de los servicios que se está viendo. Nadie valora los beneficios que aporta para la sociedad que siga habiendo gente que viva en zonas como el Macizo Central, por el mantenimiento y conservación de la biodiversidad que hacen de esta zona o la contribución en la lucha contra los fuegos forestales y ninguna subvención valora esta contribución y los sacrificios que están teniendo que asumir por la falta de servicios. La PAC debería de recoger las aportaciones de estas ganaderías a la sociedad. Cualquier administración debería de primar el rural. Están muy bien iniciativas como las aldeas modelo, pero es imprescindible que se sigan manteniendo los servicios básicos que ya había en el rural y que son tan importantes para mantenerlo vivo, como las líneas de tren o autobús que se fueron suprimiendo, los médicos o escuelas del rural que fueron cerrando... -¿Cómo es tu ganadería? Los cuentan cómo trabajáis. - Somos de los pocos que quedamos en A Limia como ganaderos en extensivo. Parte del ganado lo tengo en la antigua Laguna de Antela, una zona que estamos recuperando, junto con la Sociedad Gallega de Historia Natural. Estos terrenos eran comunales y pertenecen a la parroquia de Bóveda. Cuando se desecó la laguna, se dividió en dos, uno de ellos pertenece al pueblo de Bóveda y fue plantado de pinos, y otro es del pueblo de Vilar de Gomareite. En este último, cuando se hicieron las concentraciones parcelarias esos terrenos quedaron ocupados por una escombrera y ahora desde la Comunidad de Montes estamos colaborando para recuperarlo. Gracias a subvenciones estamos retirando el plástico y los escombros que allí se vertieron para que quede un mosaico de lo que fue la antigua laguna. Yo tengo una ganadería de unos 93 animales de raza Rubia Galega, luego mi mujer tiene otra ganadería a unos 20 kilómetros donde llegamos a tener 24 vacas. Trabajamos en semiextensivo, una parte del rebaño lo tengo en el monte y otra pastorea más próxima de la ganadería. Este ganado lo traigo para la granja por la noche para evitar que hagan estragos en las fincas de patatas y cereales que se cultivan en esta zona. -¿Cómo comercializas la carne? -Los terneros están con las madres hasta los 7 meses como requieren desde Ternera Gallega y luego los comercializo a los 9 meses a través de una pequeña cooperativa de Maceda con la que estamos asociados a una cooperativa de Monforte de Lemos, lo que nos permite comercializar la carne a través de la cooperativa de segundo grado Artesanos Ganaderos.
"Tanto los gobiernos como la Unión Europea va a tener que volver a mirar a su sector productivo y comenzar a valorarlo como debe"-Y en el caso de los fondos New Generation, ¿veis una oportunidad también para el sector de la carne? -Es una de las batallas que estamos teniendo desde el Sindicato para evitar que estos fondos rematen en las manos de unos pocos y que son los que acaparan siempre estas partidas, ya que estos fondos pueden servir para fijar población en el rural con inversiones necesarias y que revitalicen estas zonas. -¿Qué perspectivas de futuro ves para el sector? -Soy optimista. En los últimos años ya hemos tenido que afrontar muchos problemas (Vacas locas, brotes de Brucelosis, arrastramos los precios bajos, ahora la Covid-19 ...) y seguimos resistiendo. Yo soy de los que piensa que a medio plazo la alimentación volverá a dar un cambio, ya que se volverá a incrementar el precio de los carburantes y los insumos, como la soja o maíz, que llegan desde Latinoamérica y ciertas ganaderías tendrán dificultades para resistir, mientras que las más ligadas al territorio resistirán mejor. Tanto los gobiernos como la Unión Europea va a tener que volver a mirar a su sector productivo y comenzar a valorarlo como debe, ya que traer comida de otros países resultará más caro y no tiene sentido tener parte del territorio abandonado en vez de producir lo que se precisa.