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“El precio del pino lleva medio año amenazando con caer pero de momento no ha pasado nada”

Miguel Vázquez, con la cortadora de cizalla que Maderista Souto tiene para la tala de madera en los montes Pese a su juventud, Miguel Vázquez, se ha hecho en los últimos 5 años un hueco en el sector de la madera en Galicia. Su empresa, Maderista Souto, está especializada en tala de pino, una especie a la que Miguel le ve un futuro complicado, pues está amenazada por la expansión de enfermedades fúngicas como la banda roja y la banda marrón. La evolución de la plaga, sobre todo en la provincia de Lugo, está restando interés al pino insigne en las repoblaciones y compromete la competitividad futura de las empresas dedicadas a este sector. “Seguir plantando pino insigne en este momento es arruinar el futuro forestal de Galicia. Hay que plantar especies que tengan viabilidad a largo plazo”, sostiene Miguel. “Sinceramente, yo al pino en este momento no le auguro un buen futuro como especie para las repoblaciones forestales, porque por un lado está la banda marrón y por el otro el nematodo. Al final el pino está condenado”, afirma.
Las empresas forestales que nos dedicamos al pino dentro de 20 años no tendremos que cortar
Con la vista puesta en lo sucedido en el País Vasco, que ha sido la primera zona en sufrir la plaga de las bandas y ha reducido drásticamente las plantaciones de pino radiata, la especie predominante históricamente nos montes vascos, Miguel considera un “error” la decisión de la Xunta de “obligar” a los propietarios forestales a repoblar con pino aquellas parcelas en las que se corta esta especie a consecuencia de la moratoria decretada a las plantaciones de eucalipto. “Obviamente no se puede plantar todo con eucalipto nitens, pero habrá que buscar una especie que sea viable, porque plantar con insigne a día de hoy es condenar la plantación y perder la inversión, porque en 25 años que tarda en crecer el pino la banda marrón va a seguir avanzando y llegará a todos los montes. Habría que buscar otras opciones o plantar otras especies. El pino del país, por ejemplo, es bastante resistente a la banda marrón, aunque no al nematodo. De plantar pino, habría que plantar pinaster y no radiata”, considera.
En Galicia se están tomando decisiones equivocadas y dentro de 30 años pagaremos las consecuencias
Las decisiones de plantación no son una cuestión baladí, asegura, puesto que está en juego la supervivencia del sector. “Gracias a que los propietarios plantaron hace 30 años pino y eucalipto en Galicia hoy hay muchas empresas que podemos vivir de esto y muchas familias que tienen unos ahorros muy importantes en el monte”, asegura. “Galicia es hoy una potencia forestal porque en aquel momento se tomó la decisión correcta, pero ahora se están tomando decisiones equivocadas y dentro de 30 años pagaremos las consecuencias de eso. Las empresas forestales nos adaptamos, pero lo importante es que haya madera que cortar en los montes”, dice. Los precios se mantienen altos “El mercado del pino lleva seis meses tratando de bajar el precio y con reducción de la demanda, pero hasta el momento sigue teniendo salida, aunque es cierto que la demanda se ha frenado a consecuencia de la subida de los tipos de interés”, explica Miguel. La cotización media sigue estando por encima de los 45 euros, “que es un buen precio”, dice. “En los 5 años que llevo yo en el sector se pasó de pagar las mejores rollas a 30 euros a pagarse ahora por encima de 50 y la media de todo el pino a 45 euros”, detalla.
La madera es una montaña rusa y nunca sabes lo que va a pasar
“Mi experiencia es que la madera es una montaña rusa y nunca sabes lo que va a pasar, y más en estos últimos tiempos, hay mucha inestabilidad desde la demanda al precio. El precio del pino lleva medio año amenazando con caer pero de momento no ha pasado nada. El precio del eucalipto bajó en los últimos días 4€ en tonelada, el pino sigue igual pero amenazante”, dice. Subida de los costes La actividad de las empresas del sector forestal se está viendo condicionada de forma importante por la inflación y la subida de los costes de producción. “Ha subido todo muchísimo. La maquinaria, desde que yo la compré hace 3 o 4 años a hoy se ha encarecido por encima de un 30% y el coste del gasóleo ha duplicado el precio. El coste de las furgonetas y todoterrenos también subió muchísimo, los costes laborales igual y para acabar de redondear la situación, también los intereses. Los costes de hacer la madera se han encarecido en total unos 3 euros en tonelada”, calcula.
Los costes de hacer la madera se han encarecido unos 3 euros en tonelada
“Eso se le repercute, obviamente, al propietario, aunque se ve diluido por el incremento también en el precio de la madera, pero el problema está en que en el momento en que la madera baje esos costes se van a mantener, no van a disminuir”, indica. Inestabilidad en el mercado “Es todo una cadena y nosotros estamos en medio, entre el propietario y las empresas transformadoras y nos aprietan por los dos lados. Este negocio siempre fue así, solo que ahora es muy inestable”, dice. “Yo sé al precio al que voy a vender la madera mañana, pero no dentro de 3 o 6 meses, nosotros no tenemos ningún tipo de seguridad, por lo que es necesario asumir el riesgo que eso supone”, indica. Esta situación de incertidumbre está llevando a las empresas del sector a reducir sus stocks de madera en el monte.
Las empresas forestales hemos reducido muchísimo nuestros stocks de madera en el monte, ahora compramos y cortamos para disminuir los riesgos
“Se ha parado de comprar a largo plazo, hoy compramos y cortamos en el momento para reducir dentro de lo posible los riesgos. Antes podías tener la madera comprada en el monte más de seis meses, hoy procuramos no tenerla más de dos semanas. En los casos en los que dependes de los permisos, esa madera o la pagamos menos o no la compramos directamente”, explica. La situación actual de volatilidad del mercado obliga a negociar día a día. “Nosotros no tenemos contratos a largo plazo, es todo al día. Trabajamos con distintas empresas y distintas fábricas en función del tipo de madera que se trate y de su calidad. Vendemos tanto para Portugal como para varios lugares de España; el abanico de venta del pino es muy amplio, no así en el caso del eucalipto”, reconoce. Diversificar la transformación Miguel considera que “falta por desarrollar aun la industria de transformación forestal en Galicia”. “Va mucho pino y mucho eucalipto para fuera de Galicia y era bueno que se quedase y se transformase aquí”, defiende. Pero para eso, dice, “hacen falta más fábricas de eucalipto que hagan otras cosas, y también de pino, aunque si el pino que hay enferma y lo hay que cortar esa madera no valdría para transformar, únicamente serviría para moler, y yo no sé a 10 años vista cuánto pino sano habrá”, insiste.
Plantas de biomasa como la de Teixeiro o la de Ponferrada están quemando puntal de pino
La escasez de madera de calidad es una de las debilidades existentes para desarrollar la industria de transformación en Galicia. “Para moler vale todo, para el resto no. Para biomasa también, y en este momento está yendo puntal de pino para quemar, aunque lo prohíbe la normativa Europea. En invierno no hay ramas y lo compensan con eso”, asegura. Eso fue en parte lo que ha subido los precios, afirma, porque la madera “mala” tiene ahora más alternativa que la de la industria del tablero y “eso generó un aire nuevo y refrescante en el sector”, opina Miguel, junto con el incremento por arriba de la demanda de madera "buena" para usos como el estructural, lo que desencadenó una “inflación brutal” de los precios de la madera. “Cortar frondosas es inviable” La mayoría de las empresas forestales presta poca atención a las frondosas. Miguel asegura que “resulta inviable”. “Hay poca salida y con la limitación de cortar únicamente el 30% de las frondosas existentes en la parcela no compensa, porque habría que hacerlo a mano y hoy los motosierristas no abundan”, explica. “El propietario de frondosas está desamparado. Para poder cortarlas le ponen todo tipo de trabas. Que yo no digo que le haya que poner eucalipto a eso, pero habrá que permitir cortar y volver a poner frondosas”, defiende.
Las frondosas no sirven para péllets y para leña se pagan poco
“Lo que no puede ser es que esos montes queden totalmente abandonados, como sucede hoy”, considera. “Lo que provoca los incendios es que esté el monte descuidado. En Ourense arde todos los años y allí no hay eucalipto. En las zonas donde más producción de madera hay no es donde más arde, porque la gente cuida el monte”, argumenta. Para poder conservar aquellas zonas forestales de valor ambiental o que formen parte de espacios de Red Natura, Miguel propone “compensar de alguna manera a esos propietarios”. “Lo que no se puede hacer es que la Administración embargue de facto esas fincas a sus dueños sin pagarles nada a cambio. Hay que dejarles hacer algo con ellas o compensarlos”, dice.

“Hoy la burocracia más grande que hay en la madera es la certificación forestal”

Miguel Vázquez tiene 32 años y montó la empresa hace 5. “Empecé de cero cuando tenía 27 años. No tenía nada que ver con el sector forestal ni había estudiado nada relacionado con eso, pero me gusta el monte y vi que era un negocio viable desde el punto de vista económico”, explica. Reconoce que le costó hacerse un hueco en el sector, algo que logró a base de seriedad, uno de los aspectos que destaca Maderista Souto en su página web, donde detalla sus servicios. “Las empresas forestales tenemos fama de ganar mucho, pero en realidad trabajamos con márgenes muy pequeños y hay que hacer las cosas muy bien para abrirte camino”, reconoce. “Al principio no tenía maquinaria propia y trabajaba con autónomos a los que contrataba los trabajos de tala y saca de la madera del monte pero ahora es toda maquinaria de la empresa y el personal también es de la casa, tanto los motosierristas como los que operan las procesadoras o los autocargadores. Entre los que miden, los que cortan, los motosierristas, los conductores y el personal de la oficina somos más de 20 personas”, cuenta.
Las empresas nos adaptamos, lo importante es que haya madera en los montes
Disponer de maquinaria y personal propios es también una garantía de suministro para sus clientes. “Sin maquinaria propia el problema que tienes es que ya no das cumplido en las fábricas con el compromiso de entrega de madera, porque dependes de otros”, explica. Tres millones de euros en maquinaria Maderista Souto ha hecho en estos 5 años una importante inversión en adquisición de maquinaria propia, con un desenbolso económico de casi 3 millones de euros. Tienen una cortadora de cizalla, cuatro procesadoras de cadenas, tres de la marca Doosan y una Hitachi, y tres autocargadores John Deere modelo 15-10.
La máquina más vieja que tenemos tiene 4 años; hoy es imposible competir y ser eficiente en el monte sin tener maquinaria
Es toda maquinaria nueva y de última generación, lo que les permite rapidez y eficiencia en los trabajos de tala y saca de la madera de los montes. “Nosotros no compramos ninguna parcela donde no entre la maquinaria a trabajar. Hoy sale mucho más caro cortar a mano que con estas máquinas”, indica. Por eso, dice, las fincas pequeñas y con malos accesos se están convirtiendo en “inviables” para la producción forestal. “Esas parcelas dependían de motosierristas a mano y cada vez hay menos. Si una finca normal de pino se paga de media a 45€ la tonelada, en esas parcelas se paga a 20€. Esos propietarios están condenados a malvender la madera a no ser que se pongan de acuerdo para cortar”, dice. Estabilidad en los puestos de trabajo Las dificultades para disponer de mano de obra es una de las dificultades con las que se encuentran las empresas del sector. Ofertar condiciones atractivas es la clave para poder conseguir y retener a los trabajadores, defiende Miguel, que busca estabilidad en los puestos de trabajo. “No tengo queja en eso, pero aun así es menos de la que me gustaría”, admite. “Para motosierra prácticamente no hay otra cosa que no sea personal inmigrante, es un trabajo duro que nadie de aquí quiere hacer, pero los puestos de maquinistas forestales en nuestro caso están cubiertos por gente gallega, aunque hoy es difícil de encontrar para cualquier puesto”, explica. Madera certificada El personal de la oficina, además de las tareas administrativas, tramita todos los permisos de tala y la certificación de la madera. “Hoy la burocracia más grande que hay en la madera es la certificación forestal. Nosotros tenemos cadena de custodia y todo eso conlleva mucho papeleo, pero es algo que hay que tener. Hoy más del 90% de los montes que cortamos son certificados”, afirma Miguel. Maderista Souto trabaja con las dos principales certificaciones, tanto FSC como PEFC. La empresa tala entre 60.000 y 70.000 toneladas de madera al año y está sobre todo enfocada al pino, aunque corta también otras especies, como eucalipto. “Compramos de todo, pero más del 70% de lo que cortamos es pino”, explica Miguel. Para cubrir mejor el territorio gallego tienen una oficina en Mos y otra en Lugo. “Cortamos en todas las provincias de Galicia, pero sobre todo en la de Lugo, y también algo en León y en Asturias. Nos movemos bastante; el trabajo es muy variable”, dice.
  • Reportaje elaborada coa colaboración comercial de Madeirista Souto

«Con la llegada de nuevos propietarios que pasan de todo, una de las soluciones es agrupar los montes»

En Galicia la superficie de monte arbolado ocupa 1,4 millones de hectáreas, prácticamente el 50% de la superficie total de la comunidad. En los últimos 20 años ha crecido en 400.000 hectáreas, la misma superficie arbolada total con la que cuenta el País Vasco en todo su territorio. Pese a las diferencias, Galicia y Euskadi comparten similitudes, como el creciente alejamiento de los nuevos propietarios forestales del medio rural.  Aitor Oraindia (Durango, 1976) es ingeniero forestal y director técnico de la Fundación Basoa (Bosque en euskera), la principal organización de selvicultores del País Vasco. Creada hace 20 años, es el resultado de la unión de las tres asociaciones de propietarios forestales de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya.
Euskadi cuenta con 400.000 hectáreas arboladas, menos de un tercio de las que tiene Galicia
Entre las 3 suman más de 3.500 socios y una de sus preocupaciones es la desconexión social de las nuevas generaciones con el monte y su función productiva. “La idea era ir a la sociedad a hablarles de los beneficios de la gestión de los montes porque había un público urbano que no era propietario del monte que incluso veía mal la gestión forestal. En Euskadi hay movimientos que pretenden que sólo haya bosques no gestionados”, explica Aitor, que recientemente ha estado en Galicia para participar en unas jornadas sobre valorización de frondosas autóctonas.   – ¿Cuáles son las principales actividades de la Fundación Basoa? – Tenemos dos funciones claras: una es la divulgación y concienciación social, en la que hablamos a la sociedad de los bosques y sus funciones, así como de la propia gestión forestal. Trabajamos también con los que van a ser gestores, propietarios forestales fundamentalmente, para explicarles cómo mejorar su gestión y cómo introducir técnicas innovadoras de gestión, y lo mismo tratamos de inculcar en las escuelas de FP que tenemos en el País Vasco en el ámbito forestal, para que después esos propietarios forestales puedan disponer de técnicos o personal forestal cualificado y formado que les puedan dar servicios en esas nuevas técnicas o usos del monte.
En Euskadi hay movimientos que pretenden que sólo haya bosques no gestionados
Pero después también tenemos una parte de proyectos, sobre todo proyectos de innovación, en los que exploramos otras formas de trabajar el monte u otros usos que se pueden dar al bosque para poder salirnos de la sota, caballo y rey de la gestión forestal que se realiza hoy en día. – ¿Cuál es el perfil de propietario forestal que tenéis en Euskadi? – Sobre todo personas mayores de más de 60 o 65 años que en muchas ocasiones o pertenecen aún al mundo rural o descienden de él. Cada vez abunda más este segundo grupo, es decir, gente que ya está viviendo en entornos urbanos y trabajan en la industria o en el sector servicios pero arrastran esa herencia rural. Y ese contacto hay que recalcarlo, porque aunque ellos no tengan idea de gestión forestal, si que mantienen todavía ese cariño a lo heredado y a las propiedades familiares. Pero cada vez hay más desconocimiento, hasta el punto de no saber ni siquiera lo que se tiene. Hay gente que ha heredado terrenos de un caserío que perteneció al abuelo pero que no saben ni dónde están ni qué hacer con ellos o qué usos se les pueden dar. Está ocurriendo cada vez más eso. – ¿Existe minifundio como en Galicia? – Sí, pero hay como dos grupos: el 50% de la propiedad forestal son pequeños dueños en los que la propiedad habitual oscila entre 2 y 5 hectáreas; pero luego está el otro 50%, que son propietarios más grandes de entre 20 y 30 hectáreas. En el País Vasco un propietario grande, que puede tener por ejemplo 65 hectáreas, significa que tiene un montón de trozos diferentes de entre 2 y 5 hectáreas; es difícil ver piezas grandes, aunque puede llegar a haber alguna. – Y en cuanto a la propiedad, ¿es mayoritariamente privada o existen figuras de gestión conjunta? – Hay una gran diferencia entre la vertiente cantábrica, donde el monte es más privado individual, y la zona de Álava, donde se han mantenido bastante más los concejos y las juntas administrativas que gestionan todos los montes, aunque en la parte cantábrica también hay algunos municipios que tienen montes públicos e incluso algunas cofradías, aunque no muchas, que son entidades comunales similares a las comunidades de montes vecinales gallegas. En el País Vasco hasta el momento éramos pocos propietarios y mal avenidos, aunque había una cierta unión para hacer pistas para poder sacar la madera, ya que tenemos una orografía complicada, porque aunque no hay montañas muy altas sí tenemos un montón de montañas pequeñas. Esas uniones para hacer las pistas fueron el germen para después poder hacer otras cosas e incluso llegar a una gestión conjunta. Pero en los últimos años, con la llegada de nuevos propietarios que pasan de todo, una de las soluciones es agrupar las propiedades y ceder su gestión a un órgano único, lo que permite tomar decisiones no parcela a parcela sino en conjunto. Y ese tipo de cooperativas o agrupaciones sí se están dando. – ¿Qué superficie forestal tenéis? – Un total de 400.000 hectáreas de superficie forestal arbolada. De ellas, en estos momentos unas 100.000 serían de pino radiata. Estos últimos años hemos tenido grandes problemas sanitarios con el pino radiata y eso ha hecho descender mucho la superficie de pino radiata porque se ha cortado mucho, primero por la enfermedad, pero después también porque el mercado ha estado tirando mucho, pero estas superficies cortadas no se han sustituido por plantaciones nuevas de pino radiata. Por lo tanto, quita y no pon, se acaba el montón. Han ido creciendo otro tipo de plantaciones, como el eucalipto, pero en estos momentos en todo Euskadi hay unas 20.000 hectáreas de eucalipto, no más. Se ha dado una guerra tremenda con eso, pero realmente el incremento no ha sido tan grande.
En estos momentos en todo Euskadi hay unas 20.000 hectáreas de eucalipto, no más
Nuestra superficie forestal es muy pequeña comparada con Galicia. La industria está impulsando la especialización en pino radiata, pero si nos concentramos en eso prácticamente no hay sitio para otras producciones. Nuestro prototipo es el bosque mixto atlántico, plantaciones de pino radiata con roble, castaño o alisos, porque el pino en sus etapas iniciales deja pasar mucha luz y mucha agua y permite que aparezcan otras especies.
En las últimas décadas ha aumentado mucho un tipo de bosque que procede del abandono
Lo que ha aumentado mucho también en las últimas décadas, en los últimos 50 años, ha sido un tipo de bosque que procede del abandono, o bien del abandono rural, fincas agrícolas que se dejan de arar o campas que se dejan de pastar y se transforman en bosques porque van naciendo distintos tipos de árboles; o bien del abandono forestal, de antiguas plantaciones de coníferas que se han cortado y no se han vuelto a plantar. Todo ello lo que te da es un popurrí de una mezcla de especies que es a lo que llamamos bosque mixto atlántico y que ha aumentado mucho. Ahora mismo tenemos un poco más de 40.000 hectáreas de este tipo de bosque. – ¿Cómo se gestiona ese tipo de monte mixto con varias especies? – La gestión de este bosque es complicada, porque no coinciden los turnos de corta, pero yo quiero recalcar que es complicada pero no imposible. Estamos intentando desde la Fundación Basoa dar por un lado un abanico de diferentes tipos de gestión a poder realizar y por otro un abanico de distintos usos que poder dar, para poder tener diferentes salidas.
En el bosque mixto hay especies que crecen más lento que otras y eso dificulta tanto la gestión forestal como la comercialización de la madera
Pero eso tiene una gran dificultad, porque hay especies que crecen más lento que otras y eso dificulta tanto la gestión forestal como la comercialización posterior de la madera obtenida, ya que son todavía masas jóvenes y en las intervenciones necesarias a realizar en esos montes obtienes un tipo de madera en cuanto a tamaños que a día de hoy tiene poca salida, pero se podría mejorar ese aspecto.   Las densidades de masas de frondosas que vienen del abandono de parcelas agrarias o forestales están entorno a 400 pies por hectárea, cuando en las plantaciones de Centroeuropa parten de 2.000 pies por hectárea para ir reduciendo a base de podas y clareos.
A día de hoy los servicios ecosistémicos no están siendo compensados; que hubiese otros ingresos más allá de la venta de madera ayudaría
Una cosa importante es que a día de hoy los servicios ecosistémicos no están siendo compensados. Es otro factor a tener en cuenta, porque si no sólo es la madera la que genera los ímputs en el monte y el propietario empieza a ver que hay otros ingresos, eso ayudaría. Por ejemplo la fijación de carbono o del agua. Un aspecto que hay que tener en consideración  es que en este tipo de bosque aunque la densidad de árboles no es muy grande, la presencia de plantas si, por lo que sólo por la evaporación y la traspiración se está perdiendo mucha agua, porque hay competencia por ese agua que está en el suelo. Si ese bosque estuviese gestionado con rozas y claras, la cantidad de agua que llegaría a los ríos sería mayor, pero eso no se paga.

“A causa de las enfermedades, en estos momentos el pino radiata está siendo sustituido por otras especies, como la cryptomeria y la secuoya”

Pinar afectado por banda marrón en el País Vasco Las llamadas banda roja (causada por el hongo Dothistroma pini) y banda marrón (Lecanosticta acicola) son dos enfermedades  que en los últimos años se han extendido por toda la cornisa cantábrica hasta llegar a Galicia. Euskadi, donde el pino insigne era la especie predominante, es una de las zonas más afectadas de toda la península y la alta incidencia ha provocado cambios en el manejo del monte y las repoblaciones.   Pero además de un shock a nivel productivo, la afectación de los montes también ha demostrado la desconexión de la sociedad con el mundo forestal. “Con la enfermedad del pino lo que ha ocurrido es que a la sociedad le ha dado igual”, asegura Aitor. – ¿Cómo está la situación a día de hoy de las enfermedades fúngicas del pino: la banda roja y la banda marrón? ¿Están más controladas? – Sí, pero todavía están muy presentes. La enfermedad se extendió mucho porque hay varios factores que le afectan, pero uno de ellos es que las primaveras se alarguen y sean húmedas y a medida que esas circunstancias se den habrá ese problema, porque estás manteniendo unas condiciones óptimas para que esos hongos se desarrollen. Y ese tipo de primaveras las estamos teniendo. El cambio climático en el País Vasco no está afectanto tanto a la lluvia como a la humedad relativa, que es más del 80% hasta finales de agosto durante prácticamente todos los días. Pero justo este año ha sido muy seco y eso se ha notado.
El cambio climático nos está dejando condiciones óptimas para que los hongos se desarrollen, con primaveras que se alargan y humedad relativa superior al 80% hasta finales de agosto
También se están haciendo algunos tratamientos y se está viendo que ese puede ser otro factor para que la afectación haya aminorado un poco. Las esporas de los hongos Lecanosticta acicola (banda marrón) y Dothistroma pini (banda roja) forman carpóforos que se aprecian a simple vista. La lluvia y la humedad rompen estos depósitos de esporas, y el viento las traslada a otros pinos. Esas esporas se posan sobre las hojas y por los estomas penetran hacia el interior, donde se produce la germinación, que dura varios meses (2-3 en primavera y 5-6 en otoño).
Las esporas del hongo viajan por el aire hasta las acículas del árbol; con los tratamientos se ha reducido el contagio
Las podas y entresacas, que incrementan la distancia entre los árboles, dificultan la transmisión entre ejemplares y, al aumentar la circulación de aire y provocar un descenso de la humedad, también ayudan a evitar que el hongo se extienda tan fácilmente. – Nos comentabas que el pino radiata era tradicionalmente la principal especie forestal en el País Vasco. ¿Cuál ha sido la respuesta del propietario forestal ante la enfermedad, se sigue plantando radiata o se han introducido nuevas especies? – La primera respuesta frente a la enfermedad de las bandas fue cortar. No necesariamente es una enfermedad que mata; es un poco como un catarro. La hoja coge un hongo y no hace la fotosíntesis bien pero ese árbol puede tener reservas y seguir viviendo. Pero si se mantiene en el tiempo puede llegar a morir, que es lo que ha pasado en algunos sitios. Y entre las cortas en esos lugares y el miedo en otros, muchos propietarios decidieron cortar. Entre el 2018 y el 2019 se cortaron muchos árboles y eso hizo bajar los precios en el mercado. Pero justo vino una fuerte demanda de madera de conífera por parte de China y EEUU que hizo subir los precios, lo que ha hecho que se haya seguido cortando.
Hay un gran impulso por parte de la industria para que se plante con pino marítimo
Pero esas superficies no se han vuelto a plantar con pino radiata. La industria sigue tirando por el pino, y si no es radiata por culpa de la enfermedad, pues marítimo, y hay propietarios que lo han hecho así. Pero otros propietarios han seleccionado otras especies que seguro que no están afectadas por la enfermedad pero que se adaptan bien a las condiciones del País Vasco. Y ahí la Cryptomeria japónica y la Secuoya sempervirens se ha visto que crecen bien y se están plantando mucho. En Guipúzcoa, por ejemplo, la criptomeria y la secuoya han ganado 825 hectáreas en el último año y se consolidan como las principales especies de la repoblación forestal en la actualidad, con 3.100 hectáreas plantadas sobre todo en los últimos 3 años, en los que no se ha plantado nada de radiata. Así, el pino insigne ocupa actualmente el 22% de la masa arbolada de Guipúzcoa, cuando hace tres años era el 35%.
El pino insigne ocupa actualmente el 22% de la masa arbolada de Guipúzcoa, cuando hace tres años era el 35%
La incertidumbre con estas nuevas especies viene en cuanto al uso de la madera. En otros sitios si que se está utilizando, porque si nosotros vamos a Japón veremos que la cryptomeria es muy utilizada. Por ejemplo, el estadio olímpico de los últimos Juegos estaba construido en un 60% de Cryptomeria japónica, porque aunque no se utilice en elementos estructurales de sujeción del edificio, si que se utiliza mucho para otros usos. Y con la secuoya en California pasa lo mismo. Pero otra cosa es el acople que estas nuevas especies puedan tener con la industria actual del País Vasco, aunque nuestra forma de verlo es que hasta la corta de esas plantaciones recién realizadas y las que puedan venir en el futuro, tenemos ahí un margen de 30 o 40 años para actualizar esa industria y desarrollar y generar una nueva. Pero una cosa es compra y transformación y otra el uso, la salida que pueda tener después. – ¿En Euskadi se consume madera local km0? – La sociedad vasca demanda bosques autóctonos y de frondosas pero después no hace uso de esa madera local. Tenemos una empresa en el País Vasco, Grupo Gamiz, que está en Álava y se dedica a hacer laminados con frondosas. Trabajan con madera de frondosas autóctonas, pero su mercado está fuera. El 95% de lo que producen lo exportan a otros países europeos.
La gran contradicción de la sociedad vasca es lo que demanda y lo que consume
Hay una gran presión social que no te permite intervenir en esas masas. Hay dificultades para hacer pistas, por ejemplo. La protección del alimoche, una especie de pájaro, prohíbe hacer ruido en el monte en primavera y verano, que es la época en la que se deberían hacer determinados trabajos forestales, porque no es lo mismo hacer las podas de formación en verano o en octubre. De hecho, se deberían hacer entre junio y julio. Hay aspectos sociales que hay que tener en cuenta y también determinadas regulaciones. En la reserva de la Biosfera de Urdaibai, por ejemplo, no se permite vender la madera de frondosas, sí usarla para consumo propio, para calentarse en casa, por ejemplo. – ¿Cuál es el nivel de sensibilización social en el País Vasco en relación al valor del monte? – En el País Vasco no tenemos una Facultad de Forestales. La formación universitaria está ligada a la biología, por lo que cuando se habla desde el ámbito científico e investigador del monte siempre se hace desde el ámbito de la biología de la conservación, que es necesaria, pero no desde el ámbito de la producción de madera y la gestión forestal.
En el País Vasco tenemos una Facultad de Biología con la especialidad de Ecología Forestal, pero no una Facultad de Ingeniería Forestal
Con la enfermedad del pino lo que ha ocurrido es que a la sociedad le ha dado igual. La sociedad no estaba preocupada por que los pinos estaban enfermando y muriendo. La gente no pensaba me voy a quedar sin el material para construir o para hacer la valla, o sin una zona de monte en la que pasear, le daba igual. Su preocupación era si ese rojo era feo o bonito y si era el momento de optar por no hacer ningún tipo de gestión forestal. Esa era la discusión, pero en ningún momento la problemática del abastecimiento, porque en general las necesidades de la sociedad vasca están nutridas con materiales no renovables. En Euskadi se sigue usando mucho hormigón, mucho acero y mucho plástico, y cuando es madera, da igual si viene de fuera o no. – Pues sorprende que digas eso, a pesar de que tenéis una importante conciencia de lo propio. – Le damos mucha importancia a la txapela y al pastel vasco, pero a ese otro aspecto no. En general al vasco le da igual si es madera o no, si esa madera es local o no y si es de especies autóctonas o no. De hecho, si es de una especie autóctona, que es más cara porque tarda más en desarrollarse o porque necesita más gestión, el vasco, salvo excepciones y por lo general, lo primero que hace es descartar esa madera por ser demasiado cara, porque lo primero que influye en la decisión de compra es el precio.

Comunidades de montes beneficiarias por las ayudas de la Xunta para prevenir enfermedades fúngicas en el pino

El Diario Oficial de Galicia (DOG) publicó este miércoles la resolución de la Consellería de Medio Rural que da publicidad a las ayudas aprobadas para llevar a cabo acciones silvícolas de prevención de los daños causados en las masas de coníferas por enfermedades fúnxicas defoliadoras, especialmente la banda roja y la marrón. Cofinanciadas por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader) en el marco del Programa de Desarrollo Rural (PDR) de Galicia 2014-2020, estas aportaciones contaron con un presupuesto de 500.000 euros para tratar  una superficie de actuación de alrededor de 6.000 hectáreas. Se trata de la primera convocatoria de este tipo de ayudas, a pesar de que la Dirección General de Planificación y Ordenación Forestal llevó a cabo anteriormente actuaciones en este campo -concretamente durante los ejercicios de 2020 y 2021-, en el marco de su Programa de salud y vitalidad forestal. Así, estas ayudas tienen como finalidad acometer tratamientos preventivos de daños producidos por enfermedades fúngicas en masas estables de pinares de pino del país (Pinus pinaster), pino insigne (Pinus radiata) y pino negral (Pinus nigra) de edad inferior a 25 años y con defoliación inferior al 75%. De este modo, se beneficiarán de estas ayudas un total de 8 solicitantes, que incluyen Comunidades Vecinales de Montes en Mano Común (CMVMC), Comunidades de bienes, Sociedades y particulares. Los importes económicos de las ayudas varían entre beneficiarios, con importes que van desde algo menos de 900 euros hasta los casi 7.000 de las solicitudes con mayor prioridad. Enlace a la resolución en el DOG: https://www.xunta.gal/dog/Publicados/2022/20220608/AnuncioG0426-200522-0001_gl.html

Ampliado hasta el 29 de abril el plazo para solicitar ayudas para tratamientos silvícolas

Plantación joven de pino insigne afectada por la banda marrón El Diario Oficial de Galicia (DOG) publica este miércores la orden de la Consellería do Medio Rural por la que se modifica la convocatoria de 2022 de las ayudas para acciones silvícolas de prevención de los daños causados a los bosques por incendios, desastres naturales y para el incremento de la capacidad de adaptación y del valor ambiental de los ecosistemas forestales. En virtud de esa modificación, se amplía el plazo de presentación de solicitudes al extenderse a toda Galicia una de las posibilidades de subvención. En concreto, la novedad de la orden de ayudas publicada en el DOG el pasado 24 de febrero, que permitía financiar acciones silvícolas de prevención de los daños causados en las masas de coníferas por enfermedades fúngicas defoliadoras, específicamente en ejemplares de pino del país (Pinus pinaster), pino insigne (Pinus radiata) y pino negral (Pinus nigra), se amplía ahora a las provincias de Pontevedra y Ourense. A consecuencia de esta modificación, el plazo de presentación de solicitudes se amplía hasta el próximo 29 de abril.
Por primera vez, este año se financiarán las acciones silvícolas encaminadas a la prevención de daños causados en pinares por la banda roja y la banda marrón
Cofinanciadas con el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader) en el marco del Programa de Desarrollo Rural (PDR) de Galicia 2014-2020, estas ayudas para acciones silvícolas cuentan con un presupuesto de 13,12 millones de euros (1,33 millones asignados a este año y 11,79 millones para el 2023), que permitirán actuar en unas 7.000 hectáreas de superficie. Esta bianualización del presupuesto asegura una necesaria continuidad en la actividad de las empresas del sector forestal ya que, según los datos de la Asociación de Empresas Forestales de Galicia (Asemfo), la ejecución de trabajos silvícolas en 5.000 hectáreas supone la creación o mantenimiento de más de 200 puestos de trabajo. Dos líneas de ayudas La convocatoria contempla dos líneas de aportaciones. Por una parte, se subvencionarán tratamientos silvícolas como desbroces, clareos y podas para prevenir incendios incluyendo, por primera vez, los desbroces en masas de coníferas que incluyan el aprovechamiento de resina, dirigidas a la creación de discontinuidad tanto horizontal como vertical. También se financiarán las referidas acciones silvícolas de prevención de los daños causados en las masas de coníferas por enfermedades fúngicas defoliadoras. Por otra parte, habrá ayudas para realizar clareos, podas, talas de formación o desbroces, y plantaciones puntuales de determinados árboles, directamente vinculadas al incremento de los valores ecológicos de los bosques que no tengan carácter productivo. En esa línea, se subvencionarán tratamientos silvícolas en masas de frondosas caducifolias, alcornoques y encinas con diámetro normal medio de la masa inferior a los 30 centímetros y la regeneración y/o mejora de sotos de castaños con una densidad mínima de 50 pies/ha.

Convocadas las ayudas para tratamientos silvícolas, con un presupuesto de 13 millones de euros y un mes de plazo de solicitud

El Diario Oficial de Galicia (DOG) publica este jueves la orden de la Consellería do Medio Rural por la que se convocan en este 2022 las ayudas para tratamientos silvícolas. Cofinanciadas con el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader) en el marco del Programa de Desarrollo Rural (PDR) de Galicia 2014-2020, cuentan con un presupuesto de 13,12 millones de euros (1,33 millones asignados a este año y 11,79 millones para el 2023), que permitirán actuar en unas 7.000 hectáreas de superficie. En cuanto a los beneficiarios, podrán solicitar estas ayudas las personas físicas o jurídicas que sean titulares de los terrenos objeto de subvención, mayoritariamente comunidades de montes vecinales en man común pero también las asociaciones y agrupaciones de propietarios particulares, cooperativas agrarias, proindivisos, entidades locales, comunidades de bienes, montes de varas, sociedades de fomento forestal y agrupaciones forestales de gestión conjunta, así como propietarios particulares. En lo que respecta a las acciones silvícolas de prevención de los daños causados en las masas de coníferas por enfermedades fúngicas defoliadoras, también podrán ser beneficiarias las fundaciones inscritas en el Registro de Fundaciones de Interés Gallego. El plazo de presentación de solicitudes será de 30 días hábiles contados desde este viernes, día siguiente al de la publicación de esta orden de ayudas en el DOG. Novedades: aprovechamientos resineros y enfermedades fúngicas La orden publicada establece dos líneas de ayuda. Por una parte, se subvencionarán tratamientos silvícolas como desbroces, desmestas, rareos y podas para prevenir incendios incluyendo, por primera vez, los desbroces en masas de coníferas que incluyan el aprovechamiento de resina, dirigidas a la creación de discontinuidad tanto horizontal como vertical. También como novedad, se financiarán acciones silvícolas de prevención de los daños causados en las masas de coníferas por enfermedades fúngicas defoliadoras, específicamente en ejemplares de pino del país (Pinus pinaster), pino insigne (Pinus radiata) y pino negral (Pinus nigra) en las provincias de A Coruña y Lugo. Mejora de bosques de frondosas caducifolias Por otra parte, en masas de frondosas caducifolias, habrá ayudas para realizar rareos, desmestas, podas, talas de formación o desbroces, así como plantaciones puntuales de determinados árboles, directamente vinculadas al incremento de los valores ecológicos de los bosques que no tengan carácter productivo. En esa línea, se subvencionarán tratamientos silvícolas en masas de frondosas caducifolias, alcornoques y encinas con diámetro normal medio de la masa inferior a los 30 centímetros y la regeneración y/o mejora de sotos de castaños con una densidad mínima de 50 pies/ha.

Balance: más de 2.500 beneficiarios en los últimos 5 años

La Xunta ha repartido cerca de 67,2 millones de euros entre los años 2016 y 2021 en el marco de estas ayudas de la Dirección General de Planificación y Ordenación Forestal. Esta inversión pública, distribuida entre 2.621 beneficiarios, ha permitido actuar en 36.653 hectáreas de terreno con acciones silvícolas. La bianualización del presupuesto, señala la Xunta, asegura una necesaria continuidad en la actividad de las empresas del sector forestal. Según los datos que maneja la Administración, la ejecución de trabajos silvícolas en 5.000 hectáreas supone la creación o mantenimiento de más de 200 puestos de trabajo.

Ayudas para prevención de daños por enfermedades fúngicas en pinos

Monte de pinos afectados por la banda roja en la provincia de Lugo El Diario Oficial de Galicia (DOG) publica este lunes la orden de la Consellería do Medio Rural por la que se convocan en 2022 las ayudas para llevar a cabo acciones silvícolas de prevención de los daños causados en las masas de coníferas por enfermedades fúngicas defoliadoras. Cofinanciadas por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader) en el marco del Programa de Desarrollo Rural (PDR) de Galicia 2014-2020, estas aportaciones cuentan con un presupuesto de 500.000 euros para alcanzar una superficie de actuación de alrededor de 6.000 hectáreas.
El plazo de presentación de solicitudes será de un mes contado a partir de este martes
Se trata de la primera vez que se convocan este tipo de aportaciones, a pesar de que la Dirección General de Planificación y Ordenación Forestal llevó a cabo anteriormente actuaciones en este campo, concretamente durante los ejercicios de 2020 y 2021, en el marco de su Programa de salud y vitalidad forestal. Se trató tanto de acciones propias como de otras coordinadas por la Fundación Arume. Masas de coníferas con edad inferior a los 25 años Este año, las nuevas ayudas tienen como finalidad acometer tratamientos preventivos de daños producidos por enfermedades fúngicas en masas estables de pinares de pino del país (Pinus pinaster), pino insigne (Pinus radiata) y pino negral (Pinus nigra) de edad inferior a 25 años y con defoliación inferior al 75%. Son ayudas que se circunscriben a dos provincias, Lugo -en donde ya se registraron daños los dos últimos años- y A Coruña. No entran Pontevedra ni Ourense.
Podrán beneficiarse de las subvenciones propietarios individuales o agrupaciones, asociaciones forestales, las SOFOR y las CMVMC
En concreto, podrán beneficiarse de estas subvenciones las personas titulares individuales, las agrupaciones forestales de gestión conjunta, incluidas las sociedades de fomento forestal (SOFOR), las fundaciones inscritas en el Registro de Fundaciones de Interés Gallego y las asociaciones y agrupaciones de propietarios formalmente constituidas e inscritas en el Registro de Asociaciones de la Xunta de Galicia. También las cooperativas agrarias, los proindivisos, los proindivisos legalmente constituidos, los montes de varas, abertales, de voces, de vocerío y fabeo, las comunidades de bienes, otras personas jurídicas, las entidades locales y las comunidades de montes vecinales en mano común. El plazo de presentación de solicitudes será de un mes contado a partir de mañana martes, día siguiente al de la publicación de esta orden en el Diario Oficial de Galicia. Los tratamientos fitosanitarios deberán aplicarse por vía terrestre entre el 1 de abril y el 29 de julio. Procesionaria y banda roja y marrón En el marco del Programa de salud y vitalidad forestal, se recogen tanto medidas silvícolas de gestión que redunden en una correcta prevención de problemas sanitarios importantes como las medidas de seguimiento y control de los problemas cuando estos aparezcan, con el objetivo de la conservar el estado fitosanitario de los bosques, así como el aumento de la resiliencia de las masas de coníferas con acciones dirigidas a combatir las perturbaciones causadas por agentes bióticos y abióticos. Se indica también que se tendrán especialmente en cuenta agentes como la procesionaria del pino y los hongos foliares de los pinos (banda roja y banda marrón). Además, se deberá considerar especialmente la aplicación de los planes de contingencia relacionados con organismos de cuarentena, que actualmente afecta en Galicia el nematodo de la madera del pino y el Fusarium circinatum.

Tratadas más de 2.400 hectáreas de pino contra los hongos de las bandas en montes de Lugo

En los últimos dos años se han llevado a cabo actuaciones en un total de 2.465 hectáreas de monte de la provincia de Lugo para frenar el avance de la incidencia de los hongos de las bandas marrón (Lecanosticta acicola) y roja (Dothistroma pini), que causan defoliación en el pino y que terminan por debilitarlo de forma seria. El avance de las plagas, que afecta especialmente al pino insigne (Pinus radiata), motivó que se hayan autorizado actuaciones puntuales con tratamientos fitosanitarios. También se aplicaron tratamientos con bioestimulantes y hubo ayudas para trabajos silvícolas con los que mejorar la ventilación de las masas de pinos, lo que contribuye a frenar la expansión del patógeno. Los datos de actuaciones realizadas los hizo públicos el director general de Planificación y Ordenación Forestal, José Luis Chan, durante su comparecencia en la Comisión de Agricultura del Parlamento, como anticipo del informe que el departamento ultima. Así, en estos dos últimos años se llevaron a cabo tratamientos en cerca de 700 hectáreas de montes de gestión pública, con un costo de 270.000 euros, así como en otras 1.765 hectáreas en manos de distintos propietarios. En concreto, se aplicaron tratamientos en 679 hectáreas de 121 particulares, así como en 763 hectáreas pertenecientes a 21 comunidades de montes vecinales en mancomún y en otras 323 hectáreas gestionadas por 15 sociedades cooperativas. En total, se actuó en 22 ayuntamientos de la provincia de Lugo, donde está centrado el plan de emergencia. Entre ellos, A Pastoriza, A Fonsagrada, Becerreá, Baralla, Lugo o Ribeira de Piquín. "Hubo un mayor número de solicitudes para tratamientos, pero algunas de ellas no cumplían los requisitos para llevarse a cabo por estar próximas a márgenes fluviales o tener otras limitaciones", concretaron desde Medio Rural. Tal y como indicó Chan Rodríguez, para la gestión y organización de algunas de las fases de control de este plan de contingencia contra la banda marrón contaron con la colaboración de personal técnico de las entidades que integran la Fundación Arume, puesto que buena parte de los trabajos se realizaron en época de riesgo de incendios en la que el personal de los distritos forestales tenía una mayor carga de trabajo, según justificó Chan. Los trabajos de aplicación de los tratamientos fueron realizados por una empresa gallega con una amplia trayectoria en el tratamiento de estos hongos en otras zonas afectadas de la cornisa cantábrica.
Están realizando ensayos con abonos foliares para mejorar el estado sanitario del pino y conseguir una mayor resistencia a la incidencia de las bandas
En el marco de este plan de actuaciones frente a los hongos de las bandas de los pinos también se llevaron a cabo analíticas para tener mayor información sobre la situación sanitaria y la incidencia de estos patógenos. Estas analíticas mostraron que por el momento no hay presencia de la banda marrón y lo que encontraron fue un cóctel fúngico principalmente de banda roja, que es asidua del monte gallego cuando coinciden temperaturas templadas y humedad. Junto con los tratamientos, también están llevando a cabo otras acciones para frenar el avance de los daños de las bandas. "Desde el Centro de Investigaciones Forestales de Lourizán están trabajando para incrementar la resiliencia de las masas de pinos tanto a las bandas como a otros retos derivados del cambio climático", indicó Chan. Además, ante los ataques de la banda roja ya han hecho ensayos con abonos foliares que mejoran la situación de los árboles.

Ayudas para la silvicultura

Una de las actuaciones para combatir la banda de la marrón, tal y como recordó el José Luis Chan Rodríguez durante su comparecencia, son los tratamientos silvícolas. En este sentido, Chan incidió en los 8 millones de euros destinados a trabajos de silvicultura este año. También anunció que para 2022 prevén dedicar una partida de 12 millones de euros para acciones silvícolas. "Incluso el pino radiata, si está en una localización idónea y se mantiene con una silvicultura idónea, también puede ser bastante resistente frente a las bandas", explicó Chan. Por su parte, durante la Comisión de Agricultura, el grupo socialista, quien había solicitado la información sobre la afección de la banda marrón en Galicia, insistió en la necesidad de adaptar los modelos silvícolas para reducir el incidente de los hongos, unos cambios que aún no se consideraron precisos por parte de la Consellería. Los socialistas también pidieron que se elabore un mapa de daños por parte de la Administración y una mayor implicación y gestión directa de las actuaciones para frenar el avance de las bandas, sin delegar la responsabilidad en otras entidades o en las administraciones locales.

La Fundación Arume inicia el tratamiento de pinares de la provincia de Lugo afectados por las enfermedades de las bandas

En los últimos años, se está detectando un avance de las enfermedades de las bandas en montes de pino insigne (Pinus radiata) de la provincia de Lugo. Las bandas, principalmente la banda roja en Lugo, son enfermedades fúngicas que causan la defoliación de las coníferas y su debilitamiento, por lo que es aconsejable aplicar tratamientos para reducir su impacto. La Fundación Arume, con la colaboración de la Consellería de Medio Rural, emprende desde esta semana el tratamiento de pinares afectados de la provincia de Lugo, una acción que se prolongará hasta el próximo 30 de septiembre. Los tratamientos consisten en la aplicación de productos fitofortificantes que están autorizados para agricultura ecológica, de forma que se garantiza que no habrá impacto sobre el medioambiente. La aplicación se realiza desde vehículos todoterreno que pulverizan el producto, diluido en agua en las dosis recomendadas. La pulverización se realiza mediante cañón dirigido a las copas de los pinos, pues se trata de un producto que los árboles absorben vía foliar. De las tareas de aplicación se encarga una empresa especializada en sanidad forestal que previamente ya desarrolló estos mismos trabajos en pinares del País Vasco, donde las enfermedades de las bandas están causando un gran impacto desde hace años. Todos aquellos propietarios forestales, bien particulares, bien comunidades de montes o montes de varas, que detecten problemas sanitarios en sus pinares, pueden contactar con la Fundación Arume para solicitar que se les aplique un tratamiento o para realizar las consultas que vean oportunas. Los tratamientos se prolongarán hasta el próximo 30 de septiembre y la previsión de la Fundación Arume es la de actuar en alrededor de 3.500 hectáreas. Estos tratamientos se suman a los ya realizados por la Consellería de Medio Rural en montes de gestión pública, principalmente montes vecinales con convenios. La Fundación Arume recuerda que los tratamientos son sólo una de las vías existentes para reducir el impacto de las enfermedades de las bandas, pues se aconseja también que los propietarios ejecuten trabajos silvícolas que contribuyan a aumentar la aireación de los pinares; por ejemplo podas, claras o desbroces. Requisitos para los tratamientos Todos los propietarios con parcelas de pino radiata afectadas por la enfermedades de las bandas en la provincia de Lugo podrán solicitar que les sean tratados, sin que eso tenga coste para ellos. Los requisitos que se exigen son los siguientes: - Que las masas afectadas formen una superficie próxima a 10 hectáreas. Pueden ser masas de un propietario o de varios propietarios, tanto particulares como comunidades de montes o montes de varas. - Que el monte tenga acceso que permita el paso de la maquinaria que se precisa para la aplicación del tratamiento. - Que la persona propietaria firme una declaración responsable dando su consentimiento para la actuación.

Contacto

Las solicitudes para el tratamiento o cualquier consulta pueden hacerse a través del correo electrónico arume@fundacionarume.gal. Las personas interesadas también pueden contactar telefónicamente con alguno de los siguientes técnicos forestales, que colaboran con la Fundación Arume: • Enrique García 618 752 223 • Margarita López 646 215 801 • David Lorenzo 649 736 207 • Patricia Sánchez 981 530 500 Asimesmo, pueden solicitar más información en algunas de las asociaciones que forman parte de la Fundación Arume, que agrupa a toda la cadena del pino de Galicia, desde propietarios y empresas de servicios hasta aserraderos. • Asociación Forestal de Galicia (AFG): 981 564 011 • ASEFOGA: 981 530 500 • FEARMAGA: 981 568 390 • LUGOMADERA: 982 203 233