Archives

“La astilla de madera para combustible tiene unas enormes posibilidades de crecimiento en Galicia”

Luis, junto a su hijo Pablo, en as instalaciones de la empresa en O Corgo Luis Balboa López empezó hace 15 años realizando desbroces en los montes del entorno de Lugo pero supo ir diversificando los trabajos para adaptarse a las demandas de sus clientes y buscar nichos de mercado que le permitiesen aprovechar todo cuanto sale de una plantación forestal.   Su empresa, Transformaciones Galicia, es una de las pocas especializadas en producción y comercialización de serrín, viruta y astillas, una fuente renovable de energía que permite ahorrar costes con respecto a otros combustibles, como el gas o el gasóleo. “Este era un mercado que estaba descubierto en Galicia y que está creciendo mucho”, afirma José Antonio Sánchez Vázquez, que lleva en la empresa desde sus inicios y que acaba de llegar de Austria, donde el sector lleva años asentado.
Los productos derivados de la madera son el combustible más competitivo que hay a día de hoy como fuente de energía
La empresa da empleo a 14 personas y dispone de instalaciones de almacenaje de madera y producto transformado en Lapio, en el municipio de O Corgo. Entre los clientes principales se encuentran industrias que emplean la astilla de madera como fuente de energía para plantas de cogeneración, secaderos o circuitos y depósitos de agua caliente, así como colectividades e instalaciones públicas, como por ejemplo centros educativos o sanitarios, que cuentan con calderas de calefacción central con este tipo de biomasa. “Nosotros servimos a cuatro hospitales: Polusa, Calde y los hospitales comarcales de Monforte y de O Barbanza”, indica José Antonio. Un sector en desarrollo Industrias como Estrella Galicia, hoteles como el de Cabeza de Manzaneda o el Alfonso IX de Sarria, spas y balnearios o algunas instalaciones públicas son a día de hoy lugares donde se pueden ver calderas que funcionan con astillas de madera, pero José Antonio demanda una implicación más decidida de la Administración pública para que se produzca un verdadero desarrollo del sector en Galicia.
En Galicia hasta ahora era un mercado desconocido, se está empezando pero las posibilidades de crecimiento son enormes
“La Administración tiene que dar ejemplo en los edificios que dependen de ella para que después las comunidades de vecinos se sumen. Lo ideal sería montar instalaciones colectivas para varios edificios, como sucede por toda Europa”, asegura José Antonio. En Austria, por ejemplo, ha estado visitando un silo con capacidad para 20 camiones que alimenta una caldera que genera agua caliente y calefacción para todo un polígono industrial.
Lo ideal sería montar calderas centrales colectivas que dieran servicio a varios edificios; ahí es donde está el verdadero ahorro
En ese tipo de calderas centrales colectivas, dice, “es donde está el verdadero ahorro”. “Eso es el futuro”, afirma, pero reconoce que “aquí no tenemos por el momento esa misma cultura, no nos cabe en la cabeza que la astilla es un combustible que no da problemas y que es barato”, asegura. Un tercio del coste del gasóleo Las astillas de madera generan un alto rendimiento calorífico que permite reducir de manera importante los costes energéticos a respecto de otro tipo de combustibles. “Supone un tercio del coste del gasóleo en este momento y es un material mucho más competitivo que los pellets, porque tiene menos transformación. En comparación con la aerotermia, la instalación es mucho más económica, ya que comparativamente tiene un coste inicial menor”, indica. En el caso de las astillas, una caldera de 200 Kw, para dar servicio a 10 viviendas unifamiliares, saldría por 90.000 euros. El sistema vendría montado en un contenedor, lo que facilita la instalación. “Únicamente habría que llegar y conectar tuberías”, asegura.
Pasar de pellets a astillas supone reducir el consumo a la mitad; en el caso del gasóleo el ahorro es de dos tercios
“Los productos derivados de la madera son el combustible más competitivo que hay a día de hoy como fuente de energía, un recurso sostenible y renovable que permite hacer una verdadera economía circular”, destaca José Antonio, que recuerda que la UE acaba de establecer la prohibición de las calderas de gas y de gasóleo para 2040. “Nos quedan 15 años para adaptarnos”, advierte. Secado y cribado Cuentan con una capacidad de almacenamiento a cubierto de 2.500 toneladas, que están doblando En Galicia hay una docena de empresas dedicadas al astillado de madera pero es un sector que tiene “poca visibilidad”. Transformaciones Galicia cuenta en la actualidad con dos equipos astillando en monte para servir directamente a plantas de energía, tanto eléctricas como caloríficas, de distintos clientes industriales que tienen instalados sistemas de cogeneración.
En Galicia hay una docena de empresas dedicadas al astillado de madera pero es un sector que tiene poca visibilidad
A mayores disponen de planta de elaboración y almacenamiento de astillas limpias, astillas secas y cribadas de mayor calidad, destinadas a calderas de colectividades y comunidades, que es hacia donde está creciendo el mercado. “Estamos en este momento doblando nuestra capacidad de almacenamiento, estamos en unas 2.500 toneladas a cubierto y con la nueva nave vamos a pasar a 4.500, porque la planificación que teníamos hecha para este invierno ya la tenemos toda comprometida y no tenemos capacidad para servir a nuevos clientes”, reconocen.
La planificación para este año ya la tenemos cubierta, no tenemos en este momento capacidad para servir a más clientes
Necesitan además trabajar con varios meses de antelación a la hora de preparar y anticipar los pedidos, ya que dentro de los parámetros exigidos para este tipo de productos está que tengan un grado de humedad determinada, que logran mediante un proceso de secado natural. “El producto que tenemos almacenado es seco, necesita de 6 a 9 meses de secado natural. La otra opción sería meter un tromel de secado, pero incrementas los costes del producto y la calidad resultante no es la misma, porque el secado natural no estropea las ligninas”, cuenta José Antonio.
El secado natural requiere de 6 a 9 meses pero la calidad del producto es mayor porque no se estropean las ligninas
Producen y comercializan unas 12.000 toneladas de astillas al año y unos 1.200 metros cúbicos de viruta al mes. “Con la viruta hemos empezado hace menos tiempo pero la idea es triplicar la producción dentro de un par de meses, ya para esta primavera, e incluso montar un secadero para garantizar la humedad idónea del producto en invierno”, explican . Viruta para cama de animales Entre los clientes de la empresa se encuentran granjas avícolas, que usan las astillas como fuente de energía para la climatización de las instalaciones. También les sirven viruta para la cama de los pollos y de los pavos en las naves de producción. Pero el fuerte incremento experimentado por el precio de la paja, empleada habitualmente en la cama de las ganaderías lecheras, por ejemplo en los lotes de vacas secas o en la recría, o en las de carne para los terneros, está haciendo que se hayan incrementado también mucho los pedidos de este material para explotaciones de vacuno.
El incremento del precio de la paja está haciendo que haya mucha demanda para vacas secas y recría en las explotaciones de vacuno
“Hay una demanda loca, nosotros en este momento estamos con el 100% de la producción vendida, porque con el encarecimiento de la paja ha sido un nicho de mercado que ha quedado descubierto totalmente”, admite José Antonio. El nivel de absorción de la viruta es superior al de la paja, porque esa capacidad se mantiene durante más tiempo. Con respeto al dry pellet, empegado sobre todo en el sector equino, la viruta reduce el coste de la cama a la mitad. “El trailer de viruta, con un volumen de unos 93 metros cúbicos, ronda los 2.000€”, explica. Un recurso Km0 Unidad de astillado en monte, que transforma la biomasa en producto destinado a instalaciones de cogeneración En esta empresa destacan los valores de los combustibles procedentes de la madera desde el punto de vista de la sostenibilidad ambiental, y más en un lugar como Galicia, donde la materia prima está muy cerca del consumidor final, lo que reduce notablemente el transporte.
El astillado permite valorizar las especies con menor demanda comercial, como pueden ser el abedul o el sauce
Además, este uso permite “valorizar” las especies con menor demanda comercial, así como aprovechar los desechos de las talas de eucalipto o pino que se hacen para otros usos. “Para astillas nosotros tan sólo utilizamos los restos de aserrado de pino, ya que al mismo aserradero que le vendemos la madera le compramos los costeros, y astillamos también muchísimo abedul, chopo o sauce, que son las maderas que menor valor tienen en el mercado, ya que el roble también se ha encarecido al destinarse para leña. Nosotros procuramos que la materia prima que utilizamos sea barata para que el precio final del producto que hacemos sea también económico”, indican. Entre 100 y 110 euros/metro cúbico El precio de venta de las astillas de calidad estandarizada G-30, siempre por debajo de un 25% de humedad y volumetría inferior a 3x3 cm, con un margen de error hasta 4,5 del 5%, ronda los 110€ cribada y los 100€ sin cribar. Esos serían los precios en el punto base, es decir, en la planta de fabricación y secado ubicada en O Corgo, a lo que habría que añadir el transporte hasta el lugar de consumo final y que puede variar mucho en función de la distancia o de la necesidad de soplado del material (envío por un conducto flexible mediante impulsión por aire) hasta el punto de almacenaje.
Si tienes una materia prima cara el precio final se dispara porque los costes de procesado y secado son elevados, por eso usamos especies de poco valor comercial
Para tratar de abaratar lo más posible el precio del producto final trabajan con una planificación de las campañas con varios meses de antelación y aprovechan especies con menor valor comercial. “Si tienes una materia prima cara el precio final se dispara porque los costes de procesado y secado son elevados”, precisa José Antonio. En este momento están sirviendo material almacenado hace varios meses y comenzando ya a astillar producto que será consumido el invierno que viene. “No buscamos un mercado instantáneo sino planificado, para tener capacidad de suministro garantizada a nuestros clientes”, dice Luis. La madera recién astillada puede tener un 40% de humedad y es necesario que baje a un 25%. “En ese proceso se producen mermas de un 30%”, detalla. Para mejorar la calidad realizan un cribado de largos y en un plazo de un par de semanas van a comenzar a eliminar también finos. La normativa europea unifica las calidades en dos categorías, P-16 y P-31, con un grado de humedad inferior al 25% y largos por debajo de 2,5 y 3,5 cm. Imposibilidad normativa de presecado de la madera en el monte Zona de presecado de la madera para astillar en las instalaciones de Transformaciones Galicia en Lapio Uno de los handicap con los que se encuentra este sector en Galicia para su desarrollo, con respecto a otros países europeos, es que “por normativa nosotros no podemos almacenar más de un mes el material en el monte”, dicen. En verano en 30 días baja muchísimo el grado de humedad, el producto cambia totalmente, pero en invierno es insuficiente, por lo que lo ideal sería poder hacer acopios en el monte durante más tiempo, piden. “En pleno verano, recién cortada, la madera está a un 65% de humedad, mientras que en invierno después de 2 o 3 meses estibada a la intemperie el grado de humedad puede ser del 30%. La humedad interior baja y aunque la madera esté mojada por fuera no absorbe humedad hacia el interior”, explica José Antonio.
Lo ideal sería poder hacer un presecado de la madera en el monte como hacen en otros países, pero aquí no es posible por normativa
En la zona de presecado al aire libre de sus instalaciones de O Corgo almacenan unas 15.000 toneladas de madera pero, dicen, “lo ideal sería poder hacer un presecado de la madera y la biomasa en el monte antes de triturarla, como hacen en otros países, porque la madera que está fuera, aunque esté a la intemperie, no se va a humedecer más por el hecho de que le llueva, pero aquí no es posible por normativa, estamos limitados por eso”, se queja. Otro de los problemas que hay en Galicia tiene que ver con la pequeña dimensión de muchas parcelas y los malos accesos para llegar a ellas, que impide llevar a muchos montes el equipo de trituración y los camiones que tienen que transportar el material procesado.

Gestión forestal integral, para transformar superficies abandonadas en montes productivos 

Además de especializarse en la gestión de biomasa y en la producción de materiales combustibles derivados de madera, Transformaciones Galicia también se dedica a hacer todo tipo de trabajos forestales, desde tala y saca de madera a entresacas y otros trabajos silvícolas, así como a plantaciones o desbroces, con el objetivo de ofrecer al propietario forestal soluciones adaptadas e integrales para la gestión de sus montes. "Hacemos la gestión completa de los montes, desde la compra de madera en pie y su tala y transporte al cliente final, al aprovechamiento de la biomasa y la repoblación forestal para que esa parcela siga produciendo”, explica Luis.
Transformaciones Galicia está especializada en compra venta de madera, gestión de biomasa y repoblación
Cortan al año unas 50.000 toneladas de madera, de las que unas 35.000 son de pino y el resto de distintas especies como chopo, abedul u otras frondosas autóctonas. “Lo que menos trabajamos es eucalipto porque para ser competitivo en eso tienes que cortar todo el año eucalipto”, explica. “En este momento ya se le está dando valor a la mayoría de la madera de pino”, aseguran. En su caso, el 80% del pino que cortan en el monte va para aserradero y el 20% restante para tablero.
El 80% del pino que cortamos va para aserradero; en este momento ya se le está dando valor a la mayoría de la madera de pino
Reconoce que cogieron “años muy buenos para el sector forestal, con buenos precios en la madera y volúmenes importantes de talas”, pero la situación ha cambiado. “La bajada en el precio de la madera que se ha dado a partir de septiembre pasado nos afecta a todos. De las tres procesadoras que tenemos, una está parada en este momento”, explica. El mercado se ha retraído y las ventas de los propietarios forestales han caído a plomo, aunque el hecho de trabajar cerrando compras de lotes de madera en pie con varios meses de antelación les permite tener stock de materia prima de hasta casi un año. Aprovechamiento de todo el árbol Transformaciones Galicia consigue hacer un aprovechamiento completo de la totalidad de los árboles que corta en el monte. Las mejores trozas se destinan a usos de alto valor añadido, como aserrado; las de calidad intermedia van por ejemplo para tablero y los desechos, ramas, piezas con nudos o defectos y demás restos y biomasa tienen una segunda vida convertidas en astillas de calidad. “Enseguida empezamos a ver el potencial que tenía la biomasa; era un mercado nuevo que aquí estaba desatendido. Optamos por diferenciarnos; nosotros no estamos en lo que está todo el mundo”, dice Luis.
Empezamos haciendo desbroces y cortando madera, pero enseguida vimos el potencial que había en el mercado de la biomasa
“Empezamos haciendo empacado de ramas en el monte, como hacen otras empresas, pero vimos que por la demanda del mercado final no es el mejor sistema, porque después eso requiere nuevamente un procesado mediante trituración, por lo que empezamos a apostar directamente por el astillado en monte”, explica. “Prohibir lleva al abandono del monte” “La tala de frondosas está bastante limitada en este momento”, aseguran, y defienden que “prohibir no es la solución, porque lleva al abandono del monte”. “Nosotros pensamos que cuando hay una parcela con pies de escasa calidad, porque nacieron solos, están en situación de abandono o no se llevó a cabo una silvicultura idónea, lo mejor es poder cortar esos árboles, hacer un aprovechamiento de ellos y volver a plantar el monte”, consideran.
Estamos acondicionando fincas que llevaban 30 o 40 años abandonadas, transformándolas en montes productivos
“Estamos acondicionando fincas que llevaban 30 o 40 años abandonadas, que lo que tienen sobre todo son tojos y zarzas de tres metros de altura y algún árbol por medio que nació solo, convirtiendo esas superficies en montes productivos y ordenados, con plantaciones de futuro”, argumenta José Antonio. Por eso no entienden que el aprovechamiento de frondosas esté limitado al 50% por normativa. “Solo podemos cortar la mitad de los árboles, eso a veces condiciona la viabilidad, y si haces repoblación no puedes cambiar el cultivo”, explican.
Tenemos que cambiar el chip, porque prohibir no funciona, lo único que genera es dejadez; lo que hay es que incentivar la producción, que es la manera de que se cuide el monte
Defienden sin embargo que el aprovechamiento para estos usos energéticos “es compatible con la obtención de madera de calidad”. “Es una manera de rentabilizar las entresacas y de favorecer la silvicultura”, dicen. Es un sistema que está implantado en países del este de Europa. “Lituania, por ejemplo, tiene muchas plantaciones de abedul, a las que le sacan una o dos piezas para sierra y el resto va para astillar”, cuenta José Antonio. En Galicia, por el contrario, dice, “se apuesta por la prohibición”. “Cuando se cataloga un monte o se incluye en Red Natura, un robledal, por ejemplo, nadie vuelve a tocar esos robles, no se podan ni se hace silvicultura. Son muy bonitos, sí, pero en 30 años empiezan a romper por arriba y a pudrir y en 50 años la mitad de ellos están en el suelo, por lo que no hemos ganado nada con esa protección. Tenemos que cambiar el chip, porque prohibir no funciona, lo que hay es que incentivar la producción, que es la manera de que se cuide el monte. Prohibir lo único que genera es dejadez”, asegura.

ENCE transformará restos de poda vitícolas en cajas de vino y etiquetas

Dos bodegas de Ribera del Duero, bodega Matarromera y Pago de Carraovejas se han aliado con Ence para la puesta en marcha del proyecto VINEBOX en busca de soluciones sostenibles para los restos de poda vitícolas.

El consorcio, a través de este proyecto de I+D, pretende dinamizar en el sector vitivinícola una gestión de recogida y provisión de podas de la venid para la producción de pulpa de celulosa renovable y su posterior validación mediante demostradores de papel y tarjeta. El papel producido será empleado en la fabricación de tarjeta para la elaboración de cajas para vino y para el diseño de nuevas etiquetas de naturaleza 100% renovable.

A través de este proyecto se ofrece una solución sostenible al sector vitivinícola, en aras de cumplir con las exigencias que supone la entrada en vigor de la nueva Ley 7/2022 de Residuos y suelos contaminados para una Economía Circular, que no permite la quema de residuos vegetales generados en el entorno agrario.

“Para nosotros la sostenibilidad es más que un compromiso: es el nuestro día a día; es un tramo del camino del que nos queda mucho por recorrer. El respeto por nuestra entorno forma parte de nuestra filosofía, del esfuerzo que hacemos por implementar medidas en el presente que se vean reflejadas en el futuro”, expresa Pedro Ruiz, CIELO de Alma Carraovejas.

Eva Navascués, directora de I+D+i de Pago de Carraovejas, sostiene que con VINEBOX “es posible cerrar el ciclo aprovechando este material procedente de sarmientos en las etiquetas de vino y cajas de embalaje que empleamos en las bodegas. Se demostraría que evitar la quema de los desechos no solo redunda en la protección ambiental, sino que permite la sostenibilidad en sentido amplio, también la social y económica”.

“Ante todo somos viticultores y agricultores, y todo lo que hacemos en nuestras bodegas para ser más sostenibles es por obligación para con la tierra, es nuestro deber cuidarla y transmitir nuestro mejor legado a las siguientes generaciones”, explica Carlos Moro, presidente y fundador de Nodega Matarromera. “Hasta no hace muchos años, creíamos ilimitados los recursos naturales, y no había conciencia de las graves consecuencias ambientales de “producir, usar y tirar”. Las empresas tenemos no solo la responsabilidad moral de contrarrestar el impacto negativo que nuestra actividad genera en el entorno, sino también de apostar por formas de producción más equilibradas, más sostenibles, más responsables y más eficientes, y este proyecto es un claro ejemplo de eso”.

Explica Sonia Villanueva Sánchez, directora de calidad e I+D+i de Adega Matarromera, que este proyecto de investigación permite a profundizar en su estrategia de incorporar coproductos en su proceso productivo. Granza fue la primera marca agroalimentaria española en utilizar etiquetas con papel elaborado a partir de residuos de uva remplazando el anterior 15% de pulpa virgen. Ahora los resultados son más amplios, pues el proyecto permite integrar los restos en la producción de celulosa Naturcell, en aras de generar etiquetas y cajas de tarjeta.

Para Antonio Casal, director de Desarrollo de Negocio de Celulosa de Ence, esta alianza “demuestra una vez más el papel protagonista de Ence en el impulso de la bioeconomía circular, no solo en su proceso productivo, sino también buscando sinergias con otros sectores, como el vitivinícola en este caso, para innovar y buscar nuevas formas de contribuir al desarrollo sostenible”. “Queremos seguir acercando nuevas soluciones ante los retos que nos expone una sociedad cada vez más exigente. Estamos acercando alternativas basadas en un aprovechamiento responsable de los recursos naturales”, concluye Casal.

El proyecto, cofinanciado por la Unión Europea y por el Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI) con fondos FEDER, cuenta con un presupuesto de 879.539,00 € y un tiempo de ejecución de 30 meses.

Además, participan, como entidades subcontratadas por las empresas, el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA-CSIC), el Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística (Itene), y la empresa Athisa, que acerca soluciones para el servicio de recogida y provisión de pódalas de sarmiento.

Desde el 1 de marzo podrán solicitarse las ayudas de la Xunta para instalar calderas de biomasa en los hogares

El director general de Planificación Energética y Recursos Naturales, Pablo Fernández Vila, anunció esta mañana, durante una visita a Maderas Besteiro en Friol, que la Xunta de Galicia activará este año 1,5 millones de euros en ayudas para apoyar la instalación de calderas en los hogares gallegos.

El objeto de estas ayudas es apoyar proyectos promovidos por los particulares con fines de ahorro energético y fomento del uso de las energías renovables. Los proyectos se limitarán a instalaciones para la generación de energía térmica mediante calderas que utilicen biomasa como combustible. La cuantía de las ayudas será de un 50% con un máximo de 8000 euros por proyecto.

El Diario Oficial de Galicia (DOG) publica hoy las bases de esta convocatoria a la que se podrán adherir, desde mañana y hasta el 1 de junio, las entidades colaboradoras interesadas. El plazo para los particulares se abrirá el 1 de marzo y rematará el 29 de junio o cuando se agoten los fondos, ya que son ayudas que se otorgarán por orden de solicitud.

Los apoyos favorecerán la movilización de 3,75 millones de euros, ahorros económicos anuales de 300.000 euros, así como la reducción de emisiones y ahorros anuales de 6000MWh de energía. También posibilitará la creación o mantenimiento de 37 empleos. En la convocatoria del año pasado se vieron beneficiados 522 hogares.

El director general destacó las ventajas de este tipo de energía y puso como ejemplo la actuación que acaba de desarrollar Maderas Besteiro, con la instalación de una caldera de biomasa de 960kW para la climatización de la nave. Con una inversión total superior a los 200.000 euros y una ayuda de la Xunta de 98.000, la empresa ahorrará 100.000 euros al año en la compra de combustibles y 2 millones de kWH/año de energía, lo que supondrá dejar de emitir 484 toneladas anuales de gases de efecto invernadero. No es la única inversión que la compañía realiza en materia energética, además, instaló paneles fotovoltaicos, también con ayudas de la Administración gallega, que ahora ha proyectado ampliar

Biomasacap: Un nuevo proyecto para valorizar los restos de biomasa en Galicia y Norte de Portugal

Restos de podas forestales, de vides, de plantaciones de kiwis o también tojos o retamas constituyen un recurso abundante, pero no valorizado que, no obstante, puede ser aprovechado como biomasa. Para valorizar y aprovechar este recurso en el entorno de la eurorregión Galicia-norte de Portugal acaba de ponerse en marcha el “proyecto BiomasaCap, Capitalización de las capacidades de I+D en el uso energético de la biomasa no valorizada de alto potencial”. Se trata de una iniciativa liderada por EnergyLab de la que la Universidad es socia, junto con Feuga, el Inega, el Instituto Politécnico de Viana do Castelo y el Instituto de Ciência e Innovação em Engenharia Mecânica e Engenharia Industrial. Por parte de la UVigo, es el Grupo de Tecnología Energética lo que está implicado, con el profesor del Departamento de Ingeniería Mecánica, Máquinas y Motores Térmicos y Fluidos David Patiño al frente. El objetivo del proyecto es avanzar en la valorización y aprovechamiento de la biomasa como una “oportunidad estratégica para un crecimiento y desarrollo sostenible tanto a nivel económico y tecnológico, como social y medioambiental en el territorio transfronterizo. Los impulsores destacan que, aunque desde la UE se ha puesto el foco en este recurso desde hace años, como una línea de intervención prioritaria en las agendas europeas para el crecimiento sostenible, el contexto político y energético actual le confiere, se cabe, mayor relevancia. Como explica David Patiño, este es un proyecto de capitalización, que parte de un proyecto anterior, ya finalizado, el Biomasa AP, fruto del cual se creó una red transfronteriza entre España y Portugal para estudiar y aprovechar la valorización energética diversos residuos de biomasa de la zona. El objetivo del actual estudio no es “continuar con el desarrollo técnico, sino incrementar las labores de difusión de los resultados que se alcanzaron en su momento, incrementar la red de empresas-colectivos interesados en el uso de biomasas de baja calidad, mostrar las instalaciones empleadas durante lo proyecto, mostrar las contribuciones alcanzadas en diversos campos y también explorar e identificar nuevas posibilidades de financiación o de nuevos socios para continuar desarrollando el proyecto”.

Líneas de trabajo

Las acciones de capitalización que se llevarán a cabo en el marco de BiomasaCap buscarán mejorar la competitividad del tejido productivo en la zona transfronteriza, generando oportunidades para la creación de riqueza y empleo en el ámbito rural, ya que es en estos territorios donde se encuentran las explotaciones agroforestales generadoras de biomasas no valorizadas. En concreto se abordarán cinco líneas de trabajo. Por una parte, los socios tratarán de ampliar y fortalecer la Red Transfronteriza de la Biomasa, creada en Biomasa AP y que cuenta con más de 130 miembros. Por otro lado, también se avanzará en la formación y concienciación sobre el uso de la biomasa no valorizada de alto potencial como recurso estratégico para el desarrollo tecnológico, económico y social en el territorio transfronterizo. Una tercera línea de trabajo es la capacitación y difusión de las tecnologías evaluadas a los agentes de la cadena de valor de la biomasa, a través de jornadas demostrativas en entidades del sector y en los centros de I+D implicados en el proyecto. Los socios también se centrarán en la divulgación en centros educativos para dar a conocer a las jóvenes y chicos las oportunidades y el potencial que ofrecen las biomasas endógenas no valorizadas en el territorio de cooperación. Finalmente, también se trabajará para potenciar el proceso de con el-creación de políticas públicas mediante la detección de estrategias comunes para uno óptimo desarrollo y explotación de la biomasa no valorizada, con la colaboración de los agentes de la cadena de valor de la biomasa y policy makers.

Resultados BiomasaAP

Como proyecto de capitalización, Biomasa Cap toma como punto de partida los resultados obtenidos en el proyecto Biomasa AP, que se llevó a cabo también al amparo de la convocatoria POCTEP. Los investigadores concluyeron que el empleo de estas biomasas no valorizadas de alto potencial (BNVAP) implica numerosas ventajas, como la reducción de la presión sobre el abastecimiento de madera de pino, que es la principal materia prima para la fabricación de pellets, una amortiguación de las posibles subidas del precio de la biomasa y un impulso de las economías locales. Entre las conclusiones del proyecto, también se destacaba que la valorización de estos residuos está en consonancia con la normativa de prevención de incendios, que obliga a la retirada de la biomasa o a su trituración in situ, así como con las recomendaciones fitosanitarias en los cultivos agrarios, que piden la recogida de los restos de poda como medida de minimización de plagas y enfermedades. En este sentido, también destacan la importancia de poner en marcha líneas de ayuda que promuevan la recogida, transporte y tratamiento de biomasas alternativas, la producción de combustibles derivados y el uso de equipos compatibles con estos combustibles, sentando así las bases de un nuevo modelo productivo, la bioeconomía.

¿Qué alternativas hay si se prohíbe la quema de los restos agrícolas?

La Ley 7/2022 de Residuos y Suelos Contaminados estableció desde abril la prohibición a las quemas de restos agrícolas, con la excepción de motivos fitosanitarios y siempre con autorización previa. Pasado el verano, cuando toca reabrir las quemas agrícolas, la postura de las distintas comunidades autónomas está oscilando entre ir trampeando, establecer moratorias temporales para permitir la adaptación del campo o aplicar la normativa al pie de la letra. En los próximos meses, el Gobierno tendrá que aclarar y unificar el escenario. La esperanza de las comunidades autónomas es que la actual Ley 7/2022 de Residuos y Suelos Contaminados se modifique en el Congreso, algo que está a debate, después de que, en principio, ningún grupo se haya opuesto en la Comisión de Agricultura a tramitar un cambio de la normativa. La cuestión es hasta qué punto España tiene capacidad para cambiar la Ley 7/2022, pues la prohibición de las quemas agrícolas viene marcada por directivas europeas de residuos. Habrá que ver cuál es la postura del Ministerio de Transición Ecológica al respecto. La actual normativa establece que sólo se pueden permitir quemas agrícolas cuando haya motivos fitosanitarios, y siempre previa autorización individual, según se recoge en el artículo 27.3 de la Ley. En Galicia, por el momento la Xunta optó, sin embargo, por mantener el sistema de quemas agrícolas de una manera similar al anterior, basado en un sistema de comunicaciones previas, sin necesidad de autorización. La Xunta se acoge al artículo 3e) de la Ley, en el que se establece que no son objeto de la Ley “la paja y otro material natural, agrícola o silvícola no peligroso, utilizado en explotaciones agrícolas y ganaderas, en la silvicultura o en la producción de energía a base de esta biomasa, mediante procedimientos o métodos que no pongan en peligro la salud humana o dañen al medioambiente”. Claro que esa es una disposición sujeta a la interpretación, pues las partículas finas que emiten las quemas agrícolas representan un problema de salud humana y ambiental, sobre todo en determinadas comarcas y periodos. Así se lo trasladó ya a la Administración un colectivo ecologista, que advirtió de que el mantenimiento de las quemas podría llegar a dirimirse en sede judicial.

Centros logísticos de biomasa y redes de calor locales

En Galicia se hacen cada año alrededor de 400.000 quemas comunicadas de restos agrícolas procedentes de podas y desbroces, pues se trata de un método sencillo y económico para eliminar esos ‘residuos’. La alternativa principal pasa por el triturado, con incorporación al suelo o retirada, pero es más cara y exige una mecanización previa, aparte de generar una huella de carbono por el gasto de combustibles fósiles. En comarcas de viñedo y kiwi, con un mínimo de 2-3 toneladas de restos por hectárea, ni siquiera habría vías para gestionar esa biomasa de las podas. Hace unos años, el proyecto Biomasa Ap, liderado por el CIS Madera, comprobó que era posible la trituración y retirada de los restos para su procesado posterior. La iniciativa logró obtener pellets de los restos de viñedo que eran aptos para calderas industriales, si bien no se dieron pasos posteriores en esa línea. Desde el Clúster de Biomasa de Galicia, su presidente, Francisco Álvarez, considera lógica la restricción a la quema de restos agrícolas, pero subraya que hay que ofrecer alternativas, que él encamina a la valorización energética de esa biomasa. "La semana que se abren las quemas agrícolas, estas quemas emiten más partículas finas al aire qué todo el parque de calefacción de España" -señala Álvarez-. "Así que restringir las quemas, sí, ¿pero qué se hace con los restos?". Una posibilidad que apunta Álvarez pasa por establecer centros logísticos de biomasa, que funcionen con los restos de poda de una manera similar a un punto limpio, con la recogida de restos y su posterior astillado, orientado a calderas de leña y similares. “Es un sistema que ya está funcionando en otras comunidades autónomas y que se podría implantar en Galicia”, valora. En España, el proyecto Agroinlog ahondó precisamente en la posibilidad de crear centros logísticos de biomasa integrados con industrias agroalimentarias, como bodegas y cooperativas, de manera que las agroindustrias abrieran una línea de negocio paralela con la biomasa, al tiempo que aprovechaban el personal y la maquinaria que quedaba sin actividad fuera del ciclo de las campañas agrícolas. Otra opción que plantea el Clúster de Biomasa de Galicia pasa por la promoción de redes de calor microlocales, orientadas a aldeas y pueblos. Es un sistema que el Clúster de la Biomasa ya ha propuesto para el proyecto de Aldeas inteligentes que promueve la Xunta en las aldeas modelo (21 declaradas en toda Galicia). La idea es aprovechar en esas redes de calor los restos agrícolas y buscar sinergias con las comunidades de montes próximas, a fin de avanzar en la autosuficiencia energética de los pueblos.

Cómo el mercado de pellets se vio enredado en un ‘efecto papel higiénico’

El mercado de pellets venía de un 2020 y un 2021 malos, marcados por una bajada de consumo derivada de inviernos suaves y de la pandemia. Tanto fue así que a comienzos de este año, Biomasa Forestal (As Pontes), la mayor planta de pellets de Galicia, inició un expediente de regulación temporal de empleo (Erte) para su plantilla, con la idea de mantenerlo activado un año. Sólo unos meses después, en primavera, lo canceló y pasó a trabajar las 24 horas de los 7 días de la semana, en cinco turnos, un ritmo que todavía mantiene. ¿Qué fue lo que pasó?

El origen de todo lo sucedido en los últimos meses arranca en la guerra de Ucrania. “Con la invasión rusa y el bloqueo europeo al mercado ruso de biomasa, se perdieron dos suministradores principales, Rusia y en menor medida Ucrania, que representan alrededor del 20% del pellet mundial”, analiza Francisco Álvarez, presidente del Clúster de Biomasa de Galicia y director de Ecowarm (Brión), una de las cuatro plantas de pellets que operan en la comunidad.

“La pérdida de esa fuente de suministro a nosotros en principio no nos afectaba, pero dejó desabastecidos a algunos países, en especial a Reino Unido, que recurrió entonces a importaciones masivas del mercado portugués -analiza Álvarez-. “Al dispararse la demanda de Reino Unido, los fabricantes portugueses, que tradicionalmente exportaban a España parte de su producción, se vieron incapaces de atender su red de distribución habitual en España, lo que llevó a que los puntos de venta españoles que trabajaban con pellet portugués se quedaran temporalmente sin mercancía”.

Fue entonces, en verano, cuando al hacerse patente la ausencia de pellets en determinados puntos de venta, aireada por redes sociales y medios de comunicación, se inició un ‘efecto papel higiénico’. Los consumidores se lanzaron a la compra compulsiva de pellets en plena ola de calor, sin medida y antes de la temporada tradicional de compra en otoño – invierno. La situación llegó al punto de que “un distribuidor nuestro nos habló de un cliente que compró pellet para tres años”, cuenta Álvarez.

España produce 740.000 toneladas de pellet para un consumo interno de alrededor de 710.000, por lo que el sector opina que no hay riesgo de desabastecimiento

“En verdad nunca hubo riesgo de desabastecimiento real del mercado nacional porque tenemos capacidad para abastecer al mercado. El problema surge si un alto número de consumidores se lanza a comprar pellets de forma simultánea porque entonces se rompen temporalmente los stocks disponibles”, explican en Biomasa Forestal.

España venía produciendo cada año alrededor de 740.000 toneladas de pellet para un consumo estatal de unas 710.000. “Del total de producción, se exportaba una parte a Italia y a otros países europeos, pero se compensaba con lo que entraba de Portugal; quedábamos a pre”, valora Francisco Álvarez.

En Galicia, el Clúster de Biomasa calcula una producción que supera las 110.000 toneladas para un consumo interno de alrededor de 45.000. “Y tendríamos capacidad de aumentar esa producción hasta en un 50% si fuera preciso”, aseguraba Álvarez hace unos días en la revista editada por el Clúster de la Biomasa y la asociación BioEco2.

Esa es en teoría la realidad, pero la cuestión es que el mercado español se adentró desde la primavera por otra realidad paralela, una especie de ‘Matrix’ en la que cada saco de pellets se percibía como el último paquete de papel higiénico en la estantería del supermercado.

“El mercado va ahora normalizándose a medida que los distribuidores que trabajaban con Portugal están relocalizando sus puntos de suministro”, subraya Francisco Álvarez. Incluso se da la circunstancia de que distribuidores de la frontera gallega con Portugal están recibiendo una gran demanda de suministro del país vecino, donde se mantiene la escasez de pellet por el tirón de la exportación británica.

El sector gallego incide en que la demanda británica sobre el pellet portugués y, en menor medida, cierto aumento de demanda italiana sobre pellet español, distorsionaron el mercado estatal, pero Álvarez apunta a que noviembre ya es un mes en el que se fueron normalizando las cosas. “En septiembre el teléfono no paraba de sonar pidiendo palés de pellets, pero ahora la situación ya es similar a la de todas las campañas”, asegura el director de Ecowarm. La misma percepción manifiestan en Biomasa Forestal: “Las ventas actuales son a un ritmo normal y sostenido”, indican.

Precios

Una de las consecuencias del aumento de la demanda de pellets en toda Europa fue el encarecimiento del producto, que subió de precio por encima de un 60%, según las estimación de la Organización de Consumidores y Usuarios (Ocu). El kilo de pellet pasó de los 30 céntimos de hace un año a los alrededor de 50 céntimos / kg. actuales.

Es una subida que, en cualquier caso, los fabricantes consideran justa. “De enero a mayo estuvimos trabajando a pérdidas porque el mercado seguía bajo y no era capaz de soportar nuestra estructura de costes. El aumento progresivo de costes energéticos nos había dejado a todos los fabricantes en un momento crítico, en el que las plantas estaban valorando parar o seguir a un bajo ritmo”, advierte Francisco Álvarez.

Desde Biomasa Forestal coinciden en ese análisis: “Desde inicios del 2021, y especialmente en los últimos meses del año pasado, los costes de producción se fueron disparando, pero ni fabricantes ni distribuidores trasladamos esa subida al mercado. Por un lado, no podíamos aplicar un aumento de costes a un mercado que estaba parado, y por otro lado esperábamos una estabilización de los costes energéticos que no llegó. El inicio de la guerra de Ucrania empeoró toda la situación”.

En el último año, Biomasa Forestal calcula que aumentó sus gastos energéticos en un 320%, una situación a la que hay que sumar el aumento del precio de su materia prima de referencia (puntal de pino), que subió un 40% en el último año. Otra dificultad adicional fue la logística, tanto por disponibilidad como por aumento de precios.

En vista de la situación, Biomasa Forestal, que tradicionalmente exportaba alrededor del 60% de su producción, ya había decidido hace un año reorientar su estrategia al mercado español. “Este año más del 80% de nuestra producción se queda en el mercado nacional. Pusimos también en marcha una tienda online, en la misma idea de priorizar el mercado nacional. Hay que hacer un llamamiento a la calma, en el sentido de que el mercado nacional no quedará en ningún caso desabastecido”, concluyen.

¿Dónde quedó la bajada del Iva?
Con la idea de favorecer el consumo de pellets y mantener su accesibilidad, el Gobierno bajó este otoño su Iva, que pasó del 21 al 5%. Entre las asociaciones de consumidores, sin embargo, advierten de que esa bajada del Iva no tuvo repercusión en una bajada del precio al consumidor. Las empresas del sector, explican la situación.

“Hay que tener en cuenta que el pellet tiene siempre un precio de verano y un precio más alto con la llegada del otoño. La bajada del Iva coincidió con el cambio de precios, del verano al otoño, lo que llevó a que el consumidor no la haya percibido”, explica Francisco Álvarez, que tampoco descarta que se pudiera producir alguna situación puntual de abuso en algún punto de venta.

“La bajada del Iva lo que logró es evitar que el pellet haya seguido subiendo, pues arrastrábamos un aumento de costes que aún no se había trasladado al precio final” -advierten en Biomasa Forestal-. “De cara al futuro, si no hay nuevos elementos externos de gravedad, parece que los precios podrán mantenerse en este nivel en los próximos meses, sin nuevas subidas como las vividas en los meses anteriores”, señalan.

El combustible más económico

A pesar de su encarecimiento, el pellet, conjuntamente con la leña, se mantiene como el combustible más económico para los hogares. La biomasa continúa muy por debajo del precio equivalente del gasóleo. Si calculamos que 2 kilos de pellets aportan energéticamente lo mismo que 1 litro de gasoil, los números son claros. Dos kilos de pellets rondan hoy en día 1 euro y un litro de gasóleo se acerca a 1,40.

“El mercado del pellet tiene aún mucho que crecer en España y, en particular en Galicia, donde todas las viviendas unifamiliares que se están calentando con gasóleo tienen muy sencillo el cambio a pellet. Es una obra que lleva un día o día y medio como mucho” -valora Francisco Álvarez-. “Piensa que Italia está ya en un consumo de 5 millones de toneladas de pellet y en España estamos aún en las 700.000 toneladas”, compara el director de Ecowarm.

Biegal, nueva planta de astillado de biomasa en Mondoñedo

Biegal es una planta de estelado de biomasa de reciente creación en Mondoñedo. La factoría, que está acometiendo una inversión de más de un millón de euros, se orienta a la producción de astillas de biomasa tanto para el sector industrial como para el público y residencial. Para su puesta en marcha, recibió una ayuda de 330.000 euros de XERA, Axencia Galega da Industria Forestal.

El conselleiro de Economía, Francisco Conde, visitó ayer la planta de Biegal que, según dijo, representa la doble apuesta que Galicia está haciendo por las energías renovables y la valorización de la cadena monte-industria.

Conde recordó que durante el pasado año, XERA apoyó los proyectos de 147 empresas, con una cuantía total de 13,6 millones de euros. El conselleiro incidió en que apoyar el sector forestal significa apostar por una industria sostenible y estratégica, por el medio rural y el empleo, “al tiempo que cuidamos y hacemos más productivo nuestro monte”.

En el caso concreto de Biegal, la ayuda de la Xunta apoyó la puesta en marcha de la planta de astillado de madera y la implantación de nueva tecnología para el acondicionamiento del parque de biomasa y para la instalación de una manipuladora de materiales.

“Biegal es un ejemplo claro de la oportunidad que tenemos en Galicia para favorecer la inversión en energías renovables y para que la biomasa sea también un elemento de transformación que permita desarrollar nuevas tecnologías y nuevos proyectos, en este caso, vinculados al medio rural”, subrayó Conde.

Convocadas las ayudas para instalar calderas o cocinas de biomasa en los hogares

El Diario Oficial de Galicia publica este martes a convocatoria de ayudas del Instituto Enexético de Galicia (INEGA) para proyectos de biomasa destinadas a particulares, así como la selección de las entidades colaboradoras que participarán en su gestión, y se convocan estas subvenciones para el año 2022.

Beneficiarias:

Podrán ser beneficiarias de las subvenciones, sin perjuicio de reunir los demás requisitos establecidos en estas bases, las personas físicas titulares de cualquiera derecho sobre un inmueble de derecho residencial o las comunidades y mancomunidades de vecinos, siempre que las actuaciones subvencionables se realicen en viviendas o edificios del sector residencial sitas en la Comunidad Autónoma de Galicia. Asimismo, las agrupaciones de personas físicas, privadas sin personalidad, no pudiendo estas disolverse hasta que transcurra el plazo de prescripción

Objeto y normativa de aplicación:

El objeto de estas subvenciones es apoyar proyectos de biomasa. Los proyectos que se subvencionarán son los del grupo: A1 Estufas de aire, cocinas calefactoras, A2 Cambio de quemadores existentes que no sean de biomasa, B1 Equipaciones térmicas que utilicen leña, hidroestufas o insert/chimenea de agua, B2 Calderas de pélets con volumen de acumulación de combustible inferior a 1.000 l, y B3 Calderas de pélets con volumen de acumulación de combustible mayor el igual a 1.000 l. La concesión de estas ayudas se realizará en régimen de concurrencia no competitiva. Las solicitudes se presentarán a través de las entidades colaboradoras. Será necesario que las entidades colaboradoras sean personas físicas o jurídicas, que presentaran una declaración responsable como empresas de instalaciones térmicas en edificios y que figuren inscritas en el Registro Integrado Industrial del ministerio competente en materia de energía.

Cuantía de la ayuda:

El importe total asignado a esta convocatoria asciende a 1.500.000 euros. La cuantía de la ayuda será del 50 % de la inversión elegible de la instalación. La cuantía máxima por proyecto será de 60.000 euros. Cada entidad colaboradora podrá solicitar un máximo de 300.000 euros en proyectos con reserva de fondos.

Forma y plazo de presentación de las solicitudes:

El plazo de presentación de solicitudes de adhesión de las entidades colaboradoras comenzará a partir del primer día hábil siguiente al de la publicación en el DOG de esta resolución y rematará el 1 de junio de 2022. El plazo de presentación de solicitudes de ayuda comenzará el 1 de marzo de 2022 a las 9.00 horas y rematará el 1 de julio de 2022 o cuando se agoten los fondos. Las solicitudes deberán presentarse exclusivamente por vía electrónica a través del formulario normalizado accesible desde la sed electrónica de la Xunta de Galicia (https://sede.xunta.gal), o bien desde la página web del Inega (http://www.inega.gal).

Jornada técnica sobre la obtención de carbón vegetal a partir de biomasa forestal residual

El grupo de innvoación Biofore Plus organiza el próximo viernes día 12 de noviembre una jornada técnica sobre su proyecto de revalorización de la biomasa forestal residual extraída del monte. Biofore Plus es un grupo de innovación que trabaja en la optimización de la recogida en monte de biomasa procedente de masas afectadas por incendios forestales, con bajos crecimientos u ocupadas por especies invasoras. De las experiencias realizadas, se obtuvieron restos de pino, eucalipto y acacia que fueron caracterizados para valorización energética y elaboración de carbón vegetal (biochar), con usos en explotaciones ganaderas, entre otras posibilidades. Además, en el marco del proyecto se fabricó un horno pirolítico para elaborar el carbón vegetal y biochar. De todas estas experiencias se hablará este viernes en el Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo desde las 10.00 horas de mañana. A continuación desglosamos el programa con las intervenciones previstas por los ponientes.

Programa de la jornada

A las 10.00 horas, José Luis Carbacos, director de la Axencia Galega da Calidade Alimentaria (Agacal) inaugurará la jornada. A las 10.15 horas, Érika Martínez Carreira, directora general de Sinergias Sostenibles Resiforest presentará el grupo de innovación Biofore Plus. A las 10.45 horas, Luis Ortiz Torres, catedrático de la Universidade de Vigo, hablará sobre la producción y caracterización de biochar obtenido a partir de restos forestales. A las 11.15 horas, María Luz Cayuela, del departamento de Conservación de Suelos y Aguas y Manejo de Residuos Orgánicos CEBAS-CSIC, hará una introducción al concepto de biochar. A las 11.45 horas, habrá una pequeña parada para tomar un desayuno. A las 12.15 horas, Xavier Domene Casadesús, investigador del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) hablará del biochar como biotecnología para la gestión ambiental: beneficios y minimización de riesgos. A las 12.45 horas, Juan Castro Ínsua, investigador del Centro de Investigacións Agrarias de Mabegondo, abordará el tema de la reducción de emisiones de amoniaco y metano en fosas de purín con biochar. A las 13.15 horas, habrá una mesa redonda moderada por Juan Castro Ínsua en la que se hablará de los materiales de cama usados en explotaciones de vacuno y aves y sus problemas y posibles usos del biochar. A las 14.00 horas, tendrá lugar una visita técnica capitaneada por María Ángeles Román Vilar, ingeniera agrónoma de la Axencia Galega da Calidade Alimentaria, que presentará el domo piloto para analizar las emisiones de gases de efecto invernadero en fosas de purín. A las 14.45 horas, Abelardo Nimo Silva, director del Centro de Investigacións Agrarias de Mabegondo clausurará el acto. Inscripción La asistencia es libre, pero es necesario inscribirse previamente a través del email informacion (arroba) foresin.es o del teléfono 680 208 320.

El Grupo de innovación Biofore Plus

El Grupo de innovación Biofore Plus integra diferentes actores de la cadena de valor forestal-agrícola-ganadero con la finalidad de generar sinergias entre los diferentes sectores. Todo esto integrando el conocimiento (derivado de la participación de centros de investigación y universidades públicas), la empresa personal (que representa diferentes intereses del sector, incluyendo consultoría técnica, transformación de productos forestales y trabajadores forestales) y la parte social (a través de propietarios forestales que pusieron la disposición del proyecto los diferentes escenarios en los que se desarrolló el incluso). El proyecto aprovecha el saber de los diferentes actores para plantear innovaciones que permitan optimizar el aprovechamiento de la biomasa forestal y revalorizar el producto obtenido en diferentes sectores.

RetraBio, un prototipo para aprovechar la biomasa, adaptado al monte gallego

Un monte regenerado de pino gallego de manera natural fue el escenario escogido por el Centro de Investigación y Servicios Tecnológicos de la Madera de Galicia (CIS-Madeira) para mostrar el funcionamiento y las prestaciones que ofrece su prototipo RetraBio, una máquina diseñada para el aprovechamiento de la biomasa de manera rentable. Con esta experiencia el CIS-Madeira puso de nuevo la vista en el potencial de la biomasa en los montes gallegos a la par que inició los actos de celebración por el 25 aniversario del centro de investigaciones forestales. La demostración, realizada en una parcela en el monte vecinal en mano común de Gondulfes y Marbán, en el ayuntamiento ourensano de Castrelo do Val, mostró la versatilidad de este prototipo al proceder a la apertura de espacios limpios de vegetación y arbolado para el mantenimiento de esta masa forestal de pino. El empleo del prototipo RetraBio permite acometer los trabajos de silvicultura precisos para el desarrollo adecuado de los pinos y a la par aprovechar la biomasa. Se trata de una máquina que sustituye a las tradicionales desbrozadoras y que al mismo tiempo permite ir recogiendo la biomasa que con otra maquinaria quedaría en el suelo sin otro aprovechamiento.
"Estamos viendo cómo rentabilizar la biomasa desaprovechada en el monte. Este aprovechamiento va a generar riqueza en Galicia": Gonzalo Piñeiro, técnico en Xera y CIS-Madeira
"Si queremos descarbonizar la sociedad, necesitamos aprovechar la biomasa que hasta el momento quedaba en el monte. Aún hay biomasa procedente de matorrales o regenerados que por ahora no tienen una utilidad y un aprovechamiento. Estamos viendo cómo rentabilizar esos materiales en un futuro", explica Gonzalo Piñeiro, técnico de la Agencia de la Industria Forestal (Xera) y del CIS-Madeira, hondamente implicado en el desarrollo de este prototipo. "El aprovechamiento de la biomasa va a generar riqueza en Galicia", reivindica. El prototipo se muestra como una oportunidad para aprovechar la biomasa y, al mismo tiempo, rebajar los costes asociados, al reducir el volumen de esta para su traslado. Por el momento, este prototipo es la única máquina en Galicia que logra obtener biomasa de manera directa ya en el monte en la propia parcela, sin trasladarla a un punto de procesamiento. El proceso de trituración al que se somete la vegetación permite su aprovechamiento con fines energéticos de manera directa o que esta biomasa se someta a una segunda transformación, ya en fábricas, para la elaboración de productos como los pellets.

Una máquina para distintos escenarios

El RetraBio es un diseño que busca adaptarse a la realidad y a las necesidades del monte gallego. El prototipo fue creado por el CIS-Madeira, para lo que contó con el respaldo de la Xunta de Galicia. La máquina está formada por tres partes diferenciadas: un vehículo automotriz 8x8, semejante al de las procesadoras o autocargadores forestales; un cabezal cosechador situado en la parte delantera y un contedor de carga de la biomasa lozalizado en la parte posterior del vehículo. En esta demostración de recogida de biomasa emplearon un cabezal para matorral, pero este puede substituirse por otros cabezales en función del material a triturar. Así, el RetraBio es también una opción para la valorización de otros tipos de biomasa como restos de podas en plantaciones agrícolas como el kiwi o en el viñedo. "El vehículo es totalmente hidráulico para poder ser versátil y adaptarse a cualquier tipo de necesidad", explica Piñeiro.
El RetraBio es un prototipo totalmente hidráulico para poder adaptarse a cualquier necesidad y con una potencia que permite el triturado y transporte de la biomasa
Con una potencia de 300 caballos, el prototipo tiene un motor térmico con una caja de distribución con tres salidas con su respectiva toma hidráulica: una de ellas para el propio movimiento del vehículo, otra parte de las bombas se emplea para el funcionamiento del triturador y el ventilador que aspira la biomasa y la tercera salida es para el resto de requerimientos de la máquina. "Es un equipo que puede fabricarse en Galicia y hasta el momento no hay ninguno semejante, con tanta potencia como para poder cosechar, triturar y transportar la biomasa", detalla el técnico. El contedor del Retrabio tiene una capacidad de 24 metros cúbicos lo que equivale a entre 3 y 4 toneladas de biomasa de matorral, una cantidad que recoge en unos 20 minutos. El consumo se sitúa entre 25 y 30 litros por hora para producir entre 7 y 9 toneladas de biomasa en matorral, aunque estas cifras varían en función del tipo de vegetación. Aunque esta propuesta es totalmente hidráulica, para su desarrollo comercial se valora una alternativa mixta con lo que se podría conseguir un ahorro de casi el 20% en el gasto de combustible, según apunta el técnico.

25 aniversario del CIS-Madeira

Con la demostración de recogida de biomasa realizada este martes, el CIS-Madeira inició los actos de celebración del 25 aniversario del centro de investigación situado en Ourense. Así, a lo largo de los próximos meses harán un recorrido por las diferentes actividades en las que se estuvo trabajando en estos años. "La biomasa fue uno de los primeros proyectos en los que se ahondó en el CIS-Madeira y el primero que queremos recordar", reivindicó Montserrat Rodríguez Ogea, directora de área de Xera. "En estos primeros proyectos del CIS destacó una iniciativa singular en la que se caracterizó, a lo largo de toda la cadena de valor, la disponibilidad de la biomasa, y a partir de ahí se desarrollaron diversos proyectos de innovación para ver cómo aprovecharla, fuera con fines energéticos o nuevos bioproductos en los que se está trabajando en el centro", recuerda Rodríguez Ogea.
El CIS-Madera inicia los actos de celebración del 25 aniversario redordando la importancia del aprovechamiento de la biomasas forestal y agraria y las oportunidades que puede generar en Galicia 
Algunos de los proyectos en los que actualmente se está trabajando en el CIS-Madera es el desarrollo de nuevos productos aprovechando la recogida de restos vegetales forestales y agrícolas para lo cual el desarrollo del prototipo RetraBio resultó fundamental, al proporcionar una alternativa para obtención de biomasa. En esta línea de innovación, el CIS-Madeira está investigando también el desarrollo de composites, a base de combinar madera y plástico, demandados ya en sectores como la automoción y que permiten un ahorro de plástico y mejorar las prestaciones al incorporar la madera.
José Ignacio Lema Piñeiro y Francisco Conde junto con otros asistentes a la demostración de recogida de biomasa.

La transición ecológica, una oportunidad para el monte gallego

Esta demostración de recogida de biomasa, a modo de conmemoración del 25 aniversario, contó con la participación del vicepresidente segundo y conselleiro de Economía, Empresa e Innovación, Francisco Conde, que destacó el compromiso de la Xunta por dar valor añadido al sector forestal gallego a través del impulso a la biomasa. "Galicia tiene, a través de la biomasa, una oportunidad para liderar la transición ecológica", salientó Conde durante la demostración, al tiempo que reconoció el compromiso del CIS-Madera con la I+D+i y con la transferencia de este conocimiento a la industria para dar mayor valor añadido al sector forestal gallego. El vicepresidente económico subrayó además que Galicia reúne todas las condiciones para avanzar en una transición ecológica justa donde el sector forestal tiene que tener un papel protagonista. "Galicia va a seguir trabajando a través de los fondos europeos Next Generation, con la visión de que el sector forestal siga generando valor añadido y, sobre todo, empleo", indica.
"Galicia va a seguir trabajando a través de los fondos europeos Next Generation, con la visión de que el sector forestal siga generando valor añadido y, sobre todo, empleo", Francisco Conde, conselleiro de Economía
En esta línea, Conde destacó proyectos como la creación de una fábrica de fibras textiles a partir de la madera y de residuos celulósicos, con capacidad para producir 150.000 toneladas al año. También incidió en la apuesta de la Xunta por impulsar el sector forestal con la Estrategia de Impulso a la Biomasa (2021-2025), con la que fomentar la eficiencia energética al contribuir a implantar esta fuente de energía alternativa en los hogares y edificios públicos de Galicia. De hecho, segundo apuntó, en 6 años se han instalado 7.000 calderas que movilizan 80 millones de euros y se han generado más de 700 empleos. Al acto, condicionado por las limitaciones actuales de la pandemia del coronarivus, también asistieron entre otros, el director de la Agencia de la Industria Forestal (Xera), José Ignacio Lema, así como Francisco Álvarez, presidente del nuevo Clúster de la Biomasa, creado hace poco más de un mes.

Así funcionan las 30 compactadoras forestales de Greenalia que procesan 500.000 toneladas de biomasa en Galicia

La gestión de los restos forestales que quedan tras la tala de una plantación (ramas, cortezas…) es hoy en día una parte más de los trabajos de silvicultura. Mientras que durante años estos restos se consideraban residuos, ahora comienzan también a verse como un recurso más del monte. Pero, ¿cómo se gestiona esta biomasa para su aprovechamiento?

Uno de los destinos de esta biomasa residual de las talas es emplearla para la producción de electricidad y en esta labor es fundamental contar con equipos adecuados que faciliten el procesado de la biomasa, tal y como indican desde Greenalia, una de las principales empresas que está utilizando los restos forestales para este fin en su planta de Curtis-Teixeiro (A Coruña).

Para emplear esta biomasa, en Greenalia optan por compactarla en el monte, para lo cual cuentan con 30 unidades compactadoras forestales Monra ENFO-2000, fabricadas por la empresa asturiana Talleres Ramón Castro S.L. La mayor parte de estas compactadoras están trabajando en plantaciones de las provincias de Lugo y A Coruña. “La gestión de esta biomasa es una manera de convertir un residuo en energía, creando valor en la cadena y empleo de calidad en el campo rural”, apunta David Vila, responsable de gestión de biomasa de la empresa gallega.

La compactadora forestal ENFO-2000

En Greenalia optaron por la compactadora Monra ENFO-2000 por las prestaciones que ofrece esta máquina, única a nivel mundial. “Estas compactadoras optimizan todos los procesos de la cadena de suministro, desde la recogida hasta la gestión en la planta de biomasa de Curtis-Teixeiro”, apunta Vila. De hecho, el sistema de prensado y atado que utiliza esta máquina le permite compactar los restos de las talas hasta un 80% de su volumen inicial, lo que les facilita tanto su manejo como el transporte hasta el destino final.

La compactadora forestal ENFO-2000 permite compactar los restos de tala hasta un 80% de su volumen inicial, lo que facilita el su manejo y transporte

Estos equipos para compactar fueron pensados y están adaptados a las exigencias del sector forestal, donde es habitual trabajar en pronunciadas pendientes y encontrarse con terrenos difíciles. Sus fabricantes destacan el diseño fuerte, compacto y funcional, así como el empleo de materiales de alta calidad en su fabricación, lo que permite utilizarlas en aquellas zonas más desfavorables sin ningún tipo de restricciones en cuanto a la longitud del fardo o al tipo de madera que estén procesando.

La gran adaptación a terrenos difíciles que demuestra la compactadora forestal Monra ENFO-2000 es una de sus principales ventajas. // Foto: Greenalia.

La unidad niveladora, compuesta por 2 potentes cilindros hidráulicos controla la nivelación de la compactadora en terrenos con pendientes pronunciadas. Dispone también de una unidad alimentadora equipada con 4 rodillos (2 horizontales y 2 verticales) con rascadores para evitar los atascos de material y que al mismo tiempo le proporcionan un gran potencia de tracción.

Además, esta compactadora está pensada para poder ser acoplada y desacoplada con facilidad y rapidez al vehículo base, mediante un sistema de enganche rápido hidráulico. Se trata de un sistema de acoplamiento opcional, pero que ofrece un uso más ágil de la compactadora, una mejora que la hace mucho más manejable en el día a día.

La mayor parte de las pacas forestales son de biomasa de eucalipto y pino. // Foto: Greenalia.

Gestionar 500.000 toneladas de biomasa

Desde que su planta de Curtis-Teixeiro comenzó a funcionar a mediados del pasado año, en Greenalia están gestionando alrededor de unas 500.000 toneladas de biomasa al año. Buena parte de esta biomasa procede del empacado y de la retirada de los restos de tala, de ahí que sea fundamental contar con un importante número de compactadoras. En la actualidad, sólo con las compactadoras están trabajando unas 60 personas, todas ellas de las zonas rurales en las que se desarrollan los trabajos. Sin embargo, en toda la cadena de suministro trabajan directamente cerca de 150 empleados.

Cada una de las compactadoras forestales Monra ENFO-2000 consigue una producción de unas 20.000 toneladas al año. La mayor parte de las pacas forestales son fundamentalmente de eucalipto y pino. “Las plantaciones de eucalipto son las que más biomasa residual generan”, explican desde Greenalia.

“Las pacas de biomasa que hacemos tienen una medida y peso óptimos para adecuarse a los medios logísticos y de carga y descarga”: David Vila, responsable de biomasa en Greenalia

Estas compactadoras también le permiten obtener unas pacas de biomasa fáciles de transportar y gestionar. Suelen elaborar pacas con una longitud de 2,50 metros. Sin embargo, el peso es variable, dependiendo del grado de humedad y el tipo de madera que se emplee, pero van de los 300 hasta los 450 kilos. “Las pacas de biomasa que hacemos tienen una medida y peso óptimos para adecuarse a los medios logísticos y de carga y descarga”, señala el responsable de la gestión de biomasa de la firma gallega.

Tecnología fiable y de proximidad

En el aprovechamiento de la biomasa que hacen en el monte en Greenalia, las compactadoras forestales Monra ENFO-2000 están siendo una herramienta indispensable. Estas máquinas cuentan además con destacados sistemas hidráulicos y electrónicos que proporcionan un funcionamiento rápido, fiable y preciso. Tanto es así que desarrollaron un sistema electrónico específico para las funciones de esta máquina. “Una vez introducidos todos los parámetros, el proceso se realiza automáticamente y la pantalla táctil muestra las operaciones que están siendo ejecutadas”, explican los fabricantes.

La colaboración directa entre fabricante y cliente le ha permitido incluir mejoras que incrementan las prestaciones de las compactadoras

“Las mejoras desde las primeras unidades es muy notable, el trabajo de desarrollo de la Monra ENFO-2000 ha hecho que aumentara la productividad de los equipos”, valora Vila. El perfeccionamiento de estas máquinas ha incluido mejoras en el sistema hidrostático o de tracción, lo que le confiere mayores prestaciones. “Las mejoras que se fueron añadiendo hacen que la máquina sea muy fiable, con la única tarea de hacer los mantenimientos indicados en el momento preciso”, afirma el responsable de biomasa de la planta.

Al margen de las prestaciones que están proporcionando las compactadoras en el monte, Vila también destaca la importante colaboración que establecieron con los fabricantes, lo que está redundando directamente en una mejora de los equipos y en un servicio más eficiente para el tratamiento de la biomasa que requieren. “La compactadora de ENFO-2000 es muy fiable y para nosotros es muy importante que se fabrique aquí cerca, dado que así podemos trabajar codo a codo en continuas mejoras”, concluye David Vila.

¿Qué hay que saber de las ayudas para energías renovables en viviendas?

Pellets de biomasa.

El Instituto Enerxético de Galicia ha convocado las ayudas para la instalación de energías renovables en viviendas. Son apoyos que cubren un 50% de los costes de la instalación, un nivel de subvención que permite amortizar por completo la inversión a los pocos años. A este factor, se le unen los ahorros de consumo que se logran con las energías renovables, tanto en instalaciones térmicas para calefacción como en el caso de los paneles fotovoltaicos para producción eléctrica.

La Xunta consignó un total de 2,6 millones de euros para financiar la instalación de energías renovables térmicas(1.150.000 para biomasa, 700.000 para geotermia, 600.000 para aerotermia y 50.000 de solar térmica). En cuanto a la solar fotovoltaica para la producción de electricidad, se destinaron 2 millones de euros.

En energías renovables térmicas, las calderas de biomasa representan un ahorro de alrededor del 50% en relación a los combustibles fósiles (gasóleo, gas natural). Los pellets de biomasa son la energía más barata del mercado, una situación que se consolidó en los últimos años tras los incrementos de precio experimentados por el gasóleo para calefacción y por el gas natural.

El uso de la biomasa contribuye además a reducir las emisiones a la atmósfera de dióxido de carbono, uno de los gases causantes del cambio climático. “Para viviendas o edificios ya habitados, la biomasa es la mejor opción; en tanto que para obra nueva, las bombas de calor de aerotermia o geotermia son también una alternativa interesante”, explica Laura Aldariz, de Tecgal Energías, una empresa con 15 años de experiencia en la instalación de energías renovables en viviendas y empresas.

Plazos
La solicitud de ayudas para energías renovables térmicas orientadas a viviendas particulares o comunidades de vecinos comienza a inicios de marzo, siendo preciso presentar la ayuda lo antes posible, pues la concesión de las ayudas se resolverá por orden de solicitud.

Las solicitudes se tramitarán a través de las empresas instaladoras colaboradoras, como es el caso de Tecgal Energías. Los plazos de apertura son los siguientes:

– Biomasa (excluida la tipología B2-B3 en zonas no densamente pobladas), el 2 de marzo de 2020, a las 9.00 horas.

– Geotermia, el 4 de marzo de 2020, a las 9.00 horas.

– Solar térmica, el 4 de marzo de 2020, a las 9.00 horas.

– Aerotermia, el 6 de marzo de 2020, a las 9.00 horas.

Producción de electricidad
Una segunda vía de apoyo para viviendas y edificios residenciales son las ayudas para la instalación de paneles solares fotovoltaicos de producción eléctrica. Los paneles fotovoltaicos proporcionan energía de autoconsumo para las viviendas y además, por primera vez este año, podrán ya volcar en la red la energía sobrante, en periodos de bajo consumo de las viviendas. Los propietarios serán compensados en su factura eléctrica por esa energía ingresada en la red externa.

El plazo de presentación de las solicitudes de ayuda comenzará el 3 de marzo. Igual que en el caso de las energías renovables térmicas, la solicitud correrá a cargo de las empresas instaladoras colaboradoras. “Es preciso que la persona o comunidad de vecinos que quiera solicitar las ayudas nos contacte lo antes posible, a fin de preparar toda la documentación del proyecto con la máxima antelación”, explica Laura Aldariz, de Tecgal.

«Vimos en el cáñamo industrial una manera de darle valor a la tierra, con buenas producciones y de calidad»

Gerardo Lázara junto a algunas alpacas de cáñamo industrial. Después de que sus padres, que contaban con una ganadería de vacuno de leche en Silleda (Pontevedra), se habían jubilado, Gerardo Lázara buscaba una alternativa para aprovechar las tierras de la familia, en vez de dejarlas la barbecho. Se interesó por el cultivo de algunos de los superalimentos, tan en auge en los últimos tiempos, como la chía o la quinoa y también por el cáñamo industrial. Las primeras pruebas le mostraron el potencial de Galicia para el cultivo del cáñamo y decidió apostar por él. Tras 8 años de investigación y cultivos experimentales, lleva 2 años ya dedicado de manera profesional a este aprovechamiento. En la temporada pasada, junto con otros productores, su firma Celtic Hemp Deza cosechó 30 hectáreas de cáñamo industrial.
Tras 8 años de investigación y pruebas, se preparan para incrementar la producción y cosechar 200 hectáreas
Ahora se prepara para dar el salto a una mayor profesionalización y volumen y pasar a contar con 200 hectáreas en distintas zonas del interior de Galicia, principalmente en la comarca del Deza, así como en Pontevea o Vedra. Contará tanto con las tierras propias, así como con fincas alquiladas, además de formalizar contratos con distintos productores. "Es muy importante manejar un volumen grande para poder ofrecer a los compradores, ya que con pequeñas cantidades es muy difícil su comercialización", concreta Gerardo Lázara. Planta en flor de cáñamo industrial. El cultivo del cáñamo aún arrastra las consecuencias de las prohibiciones que durante años se estipularon por las semejanzas con las variedades con THC, el componente psicotrópico. "A simple vista las plantas no se diferencian, es preciso hacer analíticas para saber que tienen un contenido por debajo del 0,2% de THC, el permitido en España", indica el productor. En España la producción del cáñamo es muy reducida y no existen industrias para su transformación, mientras en otros países como Francia o Estados Unidos hay una importante industria y mercado. "En Galicia, el clima nos ayuda a poder tener una buena producción y lograr un producto de calidad", reivindica Gerardo.

Galicia, una tierra ideal para el cultivo

El cáñamo, que ya fue cultivado antiguamente en Galicia, aunque pocas referencias se encuentran al respeto; se adapta muy bien al clima gallego. "Es un cultivo muy adaptable y en Galicia se da muy bien por la humedad que tenemos. Dependiendo de las fincas se podrá obtener un mayor rendimiento, pero por lo que estuvimos viendo puede cultivarse en muy distintas condiciones", indica el productor.
Es una planta con un ciclo semejante al del maíz, pero en el que consigue los 4 metros de altura en poco más de 100 días
Tiene un ciclo muy semejante al del maíz pero con menos exigencias y sin apenas depredadores. Se siembra en el mes de marzo y se recoge a mediados de agosto, aunque puede prolongarse en función de la meteorología. "Es una planta con un desarrollo muy rápido, con un ciclo de poco más de 100 días consigue los 4 metros de altura", comenta. Pese a que le gustan las zonas con humedad, no precisa de riego. "Le sobra con la humedad ambiental, por eso se desarrolla mejor en fincas próximas a ríos o riachuelos", aprecia el productor. Plantación de cáñamo en una finca en Silleda. Tampoco están empleando ningún tipo de abono químico y prefieren prescindir de los purines. "Preferimos emplear estiércoles o materia orgánica para evitar tener que recurrir a granjas en ecológico que nos garanticen unas condiciones de los purines, ya que al destinarse, en buena parte, a usos terapéuticos debe pasar unas estrictas analíticas", concreta. Del mismo modo, prescinde de emplear ningún tipo de herbicida. "Con un marco de plantación adecuado conseguimos que la hierba acabe quedando atrás y no suponga un problema para el desarrollo de las plantas", especifica Gerardo.
"Con un marco de plantación adecuado conseguimos que la hierba no suponga un problema para el desarrollo de las plantas"
Así, aunque cuenten con una producción en ecológico, por el momento tampoco tienen este distintivo del Consejo Regulado de Agricultura Ecológica de Galicia (Craega), dada la poca presencia que tiene el cultivo en Galicia. "En vez de poder ofrecernos asesoramiento desde el Craega, éramos nosotros los que a raíz de nuestras investigaciones teníamos información y aún teníamos que pagar por ese sello", recrimina el productor. Otra de las ventajas del cultivo es que en Galicia, por el momento, no tiene muchos depredadores. El carácter acaricida y fúngico de la propia planta, sumado al olor que desprenden, lo convierten en un repelente para muchos insectos. "Detectamos que en la floración hay muchas abejas que van a ellas, pero no hay moscas, ni mosquitos, ni vespas velutinas...", indica.
Ni el jabalí ni otra fauna salvaje le ha causado daños, por el momento, en las plantaciones
Tampoco para la fauna silvestre de mayor tamaño es una alternativa apetecible, por el momento. A diferencia de otros cultivos, como el maíz, tampoco el jabalí hace estragos en las plantaciones de cáñamo. "Detectamos algunos senderos de atravesar las fincas, pero no hemos tenido daños en ninguna de las parcelas", comenta.

Sin semillas en España

A la hora de comenzar con el cultivo de cáñamo uno de los primeros obstáculos que Gerardo encontró vino con las dificultades para hacerse con las semillas, puesto que en España no hay semilla certificada. Este es un mercado que copa Francia, que lleva años de adelanto en el cultivo de la planta, después de ser más flexible en las restricciones y no llegar a perderse su aprovechamiento, como aconteció en otros países. Planta de cáñamo industrial. "Después de probar diferentes semillas optamos por dos francesas con las que se consiguen unas buenas producciones tanto para el aprovechamiento de la fibra, como de las semillas o de las flores", explica Gerardo. En la última campaña reconoce que obtuvieron unos buenos rendimientos, ya que en el caso de la flor se situaron en una producción de 200 kilos por hectárea y en las semillas consiguieron casi los 700 kilos. Además, toda la semilla que se planta tiene que ser certificada para garantizar que se trata de las variedades legales. "Tiene que venir en sacos cerrados y con los distintivos para garantizar su trazabilidad", apunta. Tampoco se pueden aprovechar las semillas que se produzcan en la plantación, sino que es preciso adquirirlas cada año.
"En los primeros años tuve que comprar la semilla a 14 euros el kilo"
Todo esto provoca que se incremente el precio de la semilla que oscila entre los 7 y los 12 euros el kilo, aunque estos precios pueden aumentar por el efecto de los especuladores y la alta demanda cuando se acerca la época de siembra. "En los primeros años tuve que comprar la semilla a 14 euros", recuerda. Gerardo suele emplear unos 40 kilos de semilla por hectárea que planta con una sembradora de la hierba o del maíz.

El secado, el punto más crítico de la producción

Pese a la inversión inicial que pueda suponer la siembra, después los gastos a lo largo del crecimiento de la planta son mínimos. Además, del cáñamo llega a aprovecharse casi toda la planta para diferentes usos. Por una parte se cosecha la semilla y la flor, que se emplearán tanto para alimentación humana como en la industria farmacéutica o en la cosmética.
La cosecha de la flor y la semilla la realiza con una cosechadora de grano de maíz, con pequeñas adaptaciones
La recogida se hace en el mes de agosto y en estos primeros años Gerardo estuvo empleando una cosechadora del grano, semejante a las utilizadas para el maíz, aunque "tuvimos que hacerle algunas modificaciones para adaptarla", concreta. Ahora, con el previsible incremento de la producción, para la próxima temporada también espera adquirir una nueva máquina. Tanto la semilla como la flor deben someterse a un proceso de secado que, sin duda, es el punto más crítico del cultivo. "Hasta el momento lo hacíamos casi de una manera artesanal, con lo que implica mucha mano de obra", detalla. En la última campaña contrató 8 personas que se encargaron de la colocación de las plantas para el secado. Buena parte de esta fase la realizó en las instalaciones de Viveros Marcos Antonio, también de Silleda. "Cuando nosotros precisamos secar la planta, el vivero está ya en temporada baja, por lo que pudimos aprovechar los invernaderos", comenta. La ventilación de la que disponían y la elevada temperatura que lograban le permite secar la planta en 5 o 7 días. "Lo ideal sería secarla a oscuras, pero por el momento estuvimos empleando este sistema con buenos resultados", apunta. En estos años ha probado diferentes métodos de secado: colgadas, en horizontal o con maquinaria de secado. La construcción de un secadero es otra de las inversiones que Gerardo contempla para este año, el fin de garantizar el procesado de toda la producción que prevén manejar. Ya disponen de una finca en las cercanías del recinto ferial de la Semana Verde y prevén comenzar con la construcción de la nave en los próximos meses. Además, trabajan con una firma de Tui, especializada en secaderos industriales, para la adaptación de una máquina que favorezca tanto el secado como la clasificación para proporcionar un producto de calidad. Se trata de una máquina que funcionará a base de combustión de biomasa, que prevén obtener también de la zona del Deza. En esta nueva expansión, Gerardo cuenta con 2 socios más con los que fundó la firma Hemp Plastic Deza. De hecho, entre la construcción de la nave y la adquisición de maquinaria, contemplan realizar una inversión de cerca de 450.000 euros. Por primera vez, este año solicitarán una subvención a la Agencia Gallega de Desarrollo Rural (Agader) para afrontar la inversión.

El volumen de producción, uno de los condicionantes

Además de la semilla y de la flor, la caña de la planta también se cosecha para aprovechar sus fibras, ya que es muy apreciada tanto por sus propiedades para usos textiles como por su resistencia. Esta parte se cosecha más tarde y se deja madurando en la finca incluso hasta que llegan las primeras lluvias del otoño. "Antiguamente esta fibra se sumergía en el río y se aclaraba en un proceso semejante al del lino", apunta.
"La fibra se conserva muchos años e incluso mejora con el paso del tiempo"
Por el momento, Gerardo está centrado en la comercialización de la semilla y de la flor, ambos a granel, mientras que la fibra está almacenándola. La parte de la fibra se puede tanto empacar, como hacer rollos con ella o guardarla en el pajar. "La fibra se conserva muchos años e incluso mejora con el paso del tiempo", explica. El problema para la comercialización de la fibra están siendo los bajos volúmenes que hasta el momento manejaba y el hecho de que los principales mercados para estos productos estén en el extranjero o exijan grandes cantidades y regularidad. "Preferimos almacenarla hasta contar con una cantidad que nos permita garantizar una producción mínima al año", especifica. La demanda para la fibra llega también por parte de empresas muy relacionadas con Galicia. "Distintas filiales que trabajan para Inditex están interesadas en nuestra producción por el auge que están teniendo las fibras naturales y por la calidad que ofrecen las nuestras", reivindica Gerardo. Mientras, en el caso de las semillas y de las flores, buena parte de la producción se destina a países como Estados Unidos, Suiza o Alemania, donde fueron abriendo mercado.
Usos de las distintas partes de la planta de cáñamo industrial.

Mil y un usos para el cáñamo

El cáñamo está siendo una planta muy valorada por los diferentes aprovechamientos que se pueden hacer de las distintas partes por muchos y muy diversos sectores. El tallo es muy apreciado para confección textil ya que sus fibras tienen una gran calidad y resistencia. De hecho, esa es otra de sus ventajas siendo una alternativa sostenible al plástico para sectores como la industria del automóvil, que ya las emplean para fabricar piezas como las defensas de los coches. "Más del 30% de las fibras que se emplean en el sector del automóvil en países como Francia proceden del cáñamo", concreta. También las propiedades fúngicas y acaricidas de la planta hacen que se esté empleando mucho en la construcción.
El cáñamo está siendo muy valorado como una alternativa sostenible al plástico, así como por sus propiedades terapéuticas
Las flores tienen en la industria farmacéutica y cosmética su principal mercado y su precio de venta a granel se sitúa entre los 5 y los 8 euros el kilo. Las propiedades de los cannabinoides están resultando muy interesantes para tratamientos contra el cáncer, al provocar una respuesta de las células contra los tumores. "En países como Estados Unidos ya llevan tiempo empleándolos incluso con terapias combinadas con la quimioterapia", indica Gerardo. Sus efectos relajantes hacen que sea una opción en tratamientos para dolencias como el párkinson, la fibromialgia, la hipertensión o los dolores menstruales. El sector de la cosmética está encontrando también importantes aplicaciones para el cáñamo. Muestra de ropa elaborada con fibras textiles de cáñamo. La semilla, con un precio de venta de entre 2 y 3 euros el kilo, se destina principalmente para el consumo alimentario ya que está considerado como un superalimento por el aporte de los 27 aminoácidos básicos que proporciona, siendo uno de los pocos alimentos que los reúne. Con la semillas se elabora desde leche a diferentes aceites.
"Las plantas de cáñamo son un potente purificador tanto del aire como de la tierra"
Pero además de estos usos, Gerardo reivindica las ventajas de esta planta para la recuperación de tierras contaminadas. "Es un potente purificador tanto del aire como de la tierra, ya que es la que más CO2 es capaz de absorber y transformar en oxígeno. Y en la tierra hace un proceso semejante, de ahí que se esté empleando en ambientes contaminantes como Chernóbil o Fukushima", detalla. Además, Gerardo también destaca que se trata de un cultivo que puede servir como barrera natural frente a los fuegos, al poder sembrarse en zonas de monte y coincidir su ciclo con las épocas de mayor riesgo de incendios forestales. Pese a los aprovechamientos que se pueden hacer del cáñamo industrial y lo extendido que pueda estar su uso, la gran semejanza con las variedades psicotrópicas hace que los productores opten por identificarlas y notificarlas a la Guardia Civil para evitar confusiones. "Nosotros preferimos colocar siempre señales indicando que es cáñamo industrial", apunta. Son plantaciones a las que se le exige extremar la trazabilidad de las semillas y que también se someten la distintas analíticas tras su recogida.

Claves de las ayudas para energías renovables en las granjas

El Instituto Enerxético de Galicia (Inega) ha convocado subvenciones para la instalación de energías renovables en las granjas y en empresas agrarias dedicadas a la producción agrícola. Las ayudas tienen tres líneas, la de mayor cuantía, con 1,9 millones de euros, es la orientada a la producción de electricidad, bien con placas fotovoltaicas, bien con miniaerogeneradores.

Otra línea, con 580.000 euros, es la destinada a instalaciones térmicas, bien de biomasa, bien con bombas de calor de aerotermia o geotermia, o bien con placas solares térmicas. Este año, como novedad, también se incluyen en esta categoría las instalaciones de biogás. La tercera línea es la de ahorro energético en las explotaciones, dotada con 20.000 euros.

Para analizar las cuestiones que conviene tener en cuenta a la hora de solicitar las ayudas, hablamos con Laura Aldariz, de Tecgal Energías, una empresa especializada en la instalación de energías renovables en el campo y que desde el año 2006 suma más de 500 kilowatios de potencia de energía solar fotovoltaica instalada en granjas gallegas.

¿Qué porcentaje del coste de la instalación cubre la ayuda?

Para pequeñas empresas, como son la gran mayoría de las granjas, el porcentaje subvencionable es del 55% de la instalación; en tanto que para medianas empresas baja al 45% y para grandes empresas al 35%.

«Con la subvención, una instalación de energía solar fotovoltaica, por ejemplo, se puede amortizar en una granja en 3 años. Sin ayudas, en 7 años», explica Laura Aldariz. Si se tiene en cuenta que son instalaciones pensadas para durar hasta 40 años, su implantación interesa y bastante.

Con las placas fotovoltaicas, ¿va a ser ya posible subir a la red los excedentes de producción eléctrica, obteniendo una compensación?
Sí. Este año ya se introduce la novedad de que todas las instalaciones fotovoltaicas subvencionadas podrán canalizar los excedentes que tengan a la red, siendo compensadas por ello en el recibo de la luz.

Esta novedad es especialmente interesante para las granjas con consumos puntuales, como las que usan salas de ordeño en lugar de robot, pues durante gran parte del día mantienen un consumo reducido. La opción que tenían hasta el momento para aprovechar toda la energía sobrante que producían las placas era la colocación de baterías, pero eso ya no será preciso, pues podrán subir la energía a la red.

Otra opción complementaria que puede ser de interés en las granjas de leche es la instalación de una batería que se aproveche para el suministro de agua caliente para tareas de limpieza.

¿Qué ventajas tiene la instalación de equipos de energías renovables térmicas?
Las granjas intensivas que precisan de calor, como las de pollos o pavos, pueden ahorrar de promedio un 50% de consumos si optan por una caldera de biomasa de pellets. Si se trata de grandes instalaciones abastecidas por astillas, el ahorro puede llegar al 70% en comparación con los combustibles fósiles.

También es una opción el suministro de aire caliente por bombas de calor de aerotermia o geotermia, siempre que se trabaje con bajas temperaturas.

En cuanto al biogás, es una tecnología poco implantada en Galicia, si bien desde Tecgal cuentan con que a lo largo de esta década se vaya popularizando.

¿Qué plazo hay para tramitar las solicitudes de ayuda?
En teoría, del 10 de febrero al 15 de mayo del 2020. Pero como las ayudas se atienden por orden de entrada, «en la práctica habrá que presentar la solicitud el día 10 de febrero lo antes posible porque previsiblemente se agote la partida disponible ese mismo día», advierte Laura Aldariz.

En Tecgal Energías se encargan de toda la tramitación de las ayudas, pero es preciso que las ganaderías interesadas contacten con antelación suficiente para preparar la documentación. Desde Tecgal recomiendan que de la tramitación se encargue siempre una empresa instaladora, pues otros años hubo casos de granjas que no pudieron presentar la solicitud a tiempo por errores evitables.

Más información
Web de Tecgal Enerxías