El contexto global del mercado lácteo fue positivo en el 2023, con un ligero retroceso de la producción a nivel global y un leve aumento de la demanda. Ese escenario permitió que los precios en origen de la leche se hayan mantenido altos, con una buena situación de rentabilidad para las granjas. Francisco Sineiro y Jorge Santiso, analistas del sector ligados a la Universidad de Santiago, han publicado un artículo en el que a partir de datos económicos y de mercado, hacen balance del 2023 y evalúan las perspectivas para 2024. Ese artículo sobre el escenario del sector se completa con una serie de reflexiones finales, de las que destacamos tres:

1) ¿Por qué la producción de leche se mantiene estancada o en retroceso, a pesar de niveles de precios altos?

Durante los dos últimos años, los precios de la leche llegaron a niveles históricos, con picos en el entorno de los 60 céntimos / litro, pero sin embargo, en el 2022 y en el 2023 cerraron un 12% de las granjas de vacas de leche. En el mismo periodo, cerraron además un 16% de las granjas de ovejas y cabras de leche, a pesar de contar también con precios altos. ¿Cómo se explica esta situación? Santiso y Sineiro concluyen que existen factores, más allá de la rentabilidad económica, que inciden en la pérdida de granjas. En concreto, citan tres: - Dificultades en el relevo generacional. - Dificultades en la contratación de trabajadores. - Incertidumbre general, que condiciona la toma de decisiones. Los tipos de interés altos, por ejemplo, hacen dudar de inversiones en las granjas. Las nuevas normativas medioambientales y de bienestar animal representan también un factor que desincentiva la continuidad de parte de las explotaciones. Lo mismo sucede con la incertidumbre sobre la evolución de los precios de la leche en origen. Así las cosas, con un buen nivel de precios de la leche en el campo, España redujo un 3% su producción de leche en los últimos dos años, pues el crecimiento de las granjas que quedan y el aumento de productividad por animal no compensan la pérdida de las granjas que cierran. El análisis constata algo que ya se viene advirtiendo en el sector en los últimos años: la rentabilidad económica es condición necesaria, pero no suficiente, para la continuidad de las granjas.

2) Necesidad de mayor estabilidad en las relaciones contractuales en la cadena de la leche

Una de las cuestiones que se derivan de la pérdida de productores es la urgencia de dotar de mayor estabilidad a las relaciones a lo largo de la cadena Sineiro y Santiso proponen aplicar herramientas ya disponibles, como los contratos indexados entre granjas e industrias, o negociaciones transparentes entre industrias y gran distribución.

3) El sector quesero es el que más sufre la competencia de las importaciones

Como es conocido, España es un país deficitario en la producción de leche, pues consume más de lo que produce. Las importaciones representan así en torno al 40% del consumo aparente, según las estimaciones de los dos autores, que también precisan que del mismo modo hay que tener en cuenta que España exporta alrededor del 17% de su producción. Las importaciones de productos lácteos en el 2023 sumaron 4,2 millones de toneladas en leche equivalente, lo que supone unas 520.000 toneladas más que en el 2022, originadas principalmente por las partidas de queso y de leche en polvo. Este aumento de las importaciones de quesos deja al sector quesero nacional en una situación comprometida, pues en un escenario de dificultad de aprovisionamiento de materia prima, tiene que competir con una industria europea que se abastece de leche a precios menores y que es capaz de colocar su producción en España a precios más competitivos. Por último, Santiso y Sineiro apuntan la necesidad de mejorar las estadísticas del sector, sobre todo en lo referente al consumo extradoméstico e industria, pues si bien el Ministerio de Agricultura cuenta con información detallada del consumo en el hogar, no sucede lo mismo con el consumo en la hostelería y en las industrias alimentarias, que emplean principalmente quesos y lácteos en polvo.

El escenario de la leche en el supermercado ha cambiado de forna radical en los últimos años. Si hasta hace un par de años, las marcas blancas se movían en el arco de 55 – 60 céntimos, ahora se sitúan en los 85 - 90 céntimos, con las marcas de fabricante por encima del euro. El encarecimiento dejó consecuencias positivas, como precios justos de leche en el campo, pero también efectos colaterales que preocupan en las industrias lácteas. El principal, el debilitamento de las marcas de fabricante, que han perdido cuota de mercado en favor de las marcas blancas. Las estadísticas de consumo del Ministerio apuntan a que la leche con marca de fabricante se vende ahora un 20% menos, si se comparan los datos del 2023 con los de antes de la pandemia (2019). Si de aquella las marcas de fabricante superaban el 55% de cuota de mercado, en la actualidad apenas sobrepasan el 40%, en tanto las marcas blancas o segundas marcas de fabricante, comercializadas en el tramo bajo de precios, se acercan al 60%. El ascenso de las marcas blancas ha obligado a las industrias a recomponerse. Es uno de los factores que explica, por ejemplo, la decisión de Capsa de comenzar a suministrarle leche a Mercadona bajo la marca Hacendado. La otra cara de la moneda del debilitamiento de las industrias lácteas está en el fortalecimiento de las cadenas de supermercados, sobre todo de Mercadona, que gana peso como actor principal de la cadena de la leche, una situación que preocupa en el campo y también en las propias industrias. “Las industrias lácteas que no tengan peso en el mercado de las marcas de distribución lo van a pasar mal” -pronostica el vasco Xabier Iraola, de la organización agraria Enba-. “Lo que estamos viendo a nivel europeo es que los fabricantes están posicionando en los supermercados leches con valores adicionales, con sellos de medioambiente, bienestar animal o leches enriquecidas. Este tipo de leches y las marcas locales, asentadas en cada territorio, podrán competir en el supemercado, pero el resto del mercado lo está ganando la marca de distribución”, opina Iraola. Evolución futura Si bien el equilibrio actual de precios y de cuotas de mercado se valora en el sector como positivo para las granjas, para las industrias lácteas la situación es distinta, pues lo deseable para ellas es recuperar cuota de mercado para sus marcas de fabricante. Ahora bien, con el actual escenario de precios en el supemercado, el cambio de tendencia se antoja complicado. Las marcas blancas de leche ya experimentaron un ligero abaratamiento en el último año, pasando del arco de 90-95 céntimos al de 85-90 céntimos, en consonancia con la bajada de precios de la leche en el campo, pero eso apenas repercutió en un aumento de ventas de las marcas de fabricante. Tampoco es previsible un abaratamiento mucho mayor de las marcas blancas de leche, pues las propias asociaciones de las cadenas de distribución, como Asedas o Fiab, han descartado estos días una bajada general en el precio de los alimentos, “dada la presión de costes laborales y de producción que tienen que asumir los supemercados”. Contratos de primavera en el campo En cualquier caso, las industrias están apostando por nuevas bajadas de precios de la leche en el campo en primavera, un escenario que se tendrá que aclarar en las próximas semanas. En el caso de Central Lechera Asturiana, la cooperativa que es propietaria del 80% de Capsa, la información que trasciende en el sector es que en Asturias quiere bajar sólo los precios en el campo en la medida en que bajen los costes de producción, principalmente el pienso, de manera que se mantenga el margen de beneficio para las granjas. El razonamento parece en principio correcto en el sector. Si el encarecimiento de la leche en el campo vino motivado en buena medida por la subida de los costes de producción, en la medida en que los costes se moderen, debe hacerlo también la leche. La cuestión, para las organizaciones agrarias, es la incertidumbre y la falta de estabilidad y transparencia que generan con frecuencia las propuestas de contrato de buena parte de las industrias lácteas, incluida en Galicia Larsa, propiedad de Capsa. Entre las ofertas iniciales para esta primavera, llama la atención la de Naturleite (Covap) -suministradora de Mercadona-, que propuso una rebaja de 8 céntimos, a la espera de ver cuál es su decisión final. Índice A3 de la Inlac Una de las soluciones que se han propuesto para introducir mayor transparencia en el sector pasa por la firma de contratos a más largo plazo y con un índice validado por toda la cadena, como el A3 de la Interprofesional Láctea (Inlac). Es un índice que tiene en cuenta factores como costes de producción de las granjas, precios de la leche en los principales países de la UE o precios de los productos lácteos industriales. Sin embargo, se trata de un índice que hasta ahora tuvo un uso limitado por las industrias, pues las principales firmas en Galicia, Capsa y Lactalis, apuestan por indexar una parte de la leche al valor de los productos lácteos industriales, sin tener en cuenta el factor de los costes de producción de las granjas.

El área de Rural, Mar e Mocidade de la Vicepresidencia de la Diputación de Lugo y la cooperativa A Carqueixa están desarrollando un proyecto para fomentar que los centros de enseñanza valoren la posibilidad de comprar directamente la productoras y productores locales. La iniciativa aprovecha el trabajo desarrollado por el área provincial a través del programa “Da Granxa á Mesa” y del apoyo a la comercialización de productos de razas autóctonas y la experiencia adquirida por la cooperativa ganadera en plataformas como “Son de Lugo” para poner en contacto producciones locales y comedores escolares. La cooperativa ganadera visitará a lo largo de esta semana una decena de colegios dando a conocer los productos de las granjas y talleres alimentarios que participan en el programa “Da Escola á Granxa” y ofreciéndoles la posibilidad de realizar un estudio individualizado que avalie los procesos, embalajes y logística necesaria para incrementar la presencia de productos de kilómetro cero en los menús escolares. La actividad comenzó este lunes en los colegios de Sano Cosme de Barreiros, Mondoñedo y Parga, y continuará en los próximos días en los centros de infantil y primaria de Becerreá, Baraja, Guntín, Navia de Suarna, Cervantes, Mato Vizoso de Vilalba y A Ponte de Lugo, a los que se entregará un lote de productos. El diputado Daniel García explica que “con esta iniciativa aprovechamos la experiencia y las redes creadas a lo largo de estos años para facilitar el contacto entre pequeñas producciones y comedores escolares y propiciar acuerdos que serían beneficiosos para ambas parte; en el caso de los productores, asegurar unos ingresos recurrentes y en el caso de los centros, incorporar a los menús alimentos saludables y de gran calidad”. El proyecto ofrece también a los centros escolares información sobre convocatorias específicas para conseguir recursos económicos destinados a fomentar el consumo de productos locales. De la granja a la mesa La iniciativa se encuadra en la campaña “Da Granxa á Mesa” con la que el área de Rural, Mar e Mocidade pretende promover el consumo de productos de cercanías entre la población más nueva, con iniciativas propias y colaboraciones que pongan en valor a calidad de los alimentos que se producen en el rural y que sensibilicen sobre la importancia de las decisiones de consumo en la sostenibilidad económica y social de las granjas y de las pequeñas producciones locales, y por lo tanto en el mantenimiento de la población en el rural y en la conservación del territorio.

La Fundación Juana de Vega promueve en colaboración con la EFA Piñeiral el curso “Innovación en marketing, branding y packaging en las empresas agroalimentarias”, que se desarrollará en la sede de la EFA Piñeiral, en Arzúa, los días 18 y 19 de mayo de 2023, en horario de 9:30 a 14:30 horas. Este curso está dirigido a personas emprendedoras, productores y transformadores agroalimentarios y demás personas interesadas. Objetivos - Conocer los elementos más relevantes de un Plan de Marketing, y el modo de aplicar en la práctica los principios básicos del marketing y comunicación en cualquiera negocio. - Conocer las nuevas tendencias de diseño y presentación de etiquetas y envases para las producciones agroalimentarias. - Recibir asesoramiento de la mano de expertos sobra la aplicación de innovación en el branding y packaging de productos agroalimentarios. Fechas: 18 y 19 de mayo de 2023 Lugar: EFA Piñeiral - Centro de Formación Profesional y Promoción Rural. Santa María s/n Arzúa. https://maps.app.goo.gl/oPmDDfVmFve1aJ3y9 Programa Jueves 18 9:30 a 14 h. Pack different my friend!… Fundamentos del Marketing y la Comunicación.Xosé Luis Reza, Presidente del Clúster del Ecommerce de Galicia y Presidente Fundador de Markea y del Clúster de la Comunicación de Galicia. El cliente como razón de ser de la empresa Concepto de Marketing El Plan de Marketing Estudio de mercado. Análisis de la empresa y del contorno. Marketing estratégico (segmentación del comprado, posicionamiento, valores y vantaxas competitivas). 11.30 a 12.00h Pausa café. Marketing operativo Producto. Marca y Packaging. Precio. Distribución. Comunicación. Con el-marketing: una herramienta especialmente útil para las pymes. Marketing relacional: el cliente como centro de una relación duradera. Viernes 19 9:30 a 10:30 h. Branding & Packaging. La importancia de la marca en el envoltorio. Xosé Teiga. Director creativo de Xosé Teiga Studio. 10:30 a 11 h. Pausa café 11 a 12 h. El packaging como elemento dinamizador de las ventas. La importancia de un bueno packaging. Rosa Pumar. Directora General de Imagen. 12 a 13 h. Tendencias en innovación de packaging en el sector lácteo internacional. Alfonso Pérez. CEO en Foodtec. Conoceremos una recopilación de las estrategias de envasado y etiquetado empleadas en el sector lácteo y competidores, tanto a nivel internacional como nacional, para el lanzamiento de nuevos productos y la renovación de las gamas existentes. 13 a 14 h. Asesoramiento a las empresas asistentes por parte de Xosé Teiga, Rosa Pumar y Alfonso Pérez. ¿Como aplicar la innovación en mi producto? 14 a 15 h. Aperitivo con productos locales elaborado por los alumnos/as del Ciclo de Panadería, Repostería y Confitería de la EFA Pinar. 15 a 15:30 h. Visita al obrador de panadería, repostería y confitería de la EFA Pinar. 15:30 a 17:30 h. Visita agroturística al Pazo de Santa María, Queixería Galmesán y otra queixería amparada en la D.O.P. Arzúa- Ulloa. (Las visitas son de carácter voluntario) Plazas limitadas Formulario de inscripción

La organización agraria Unión de Uniones, conjuntamente con Unió de Pagesos de Cataluña, ha presentado una denuncia contra tres supermercados ante la Comisión Nacional de la Competencia. La organización pide que se sancione a Mercadona, Lidl y Bonpreu por la alineación de precios que presentaban sus leches de marca blanca entre finales del 2018 y comienzos del 2022. Los indicios que aporta la organización en su denuncia son el mero seguimiento de los precios semanales de las tres cadenas de supermercados a lo largo de más de tres años. Unión de Uniones sostiene que el importe de las variaciones de precio y el momento de aplicarlas coincide en los tres supermercados. De estos datos, la organización agraria argumenta que puede derivarse la existencia de comportamientos que ponen en entredicho la formal autonomía de cada cadena de supermercados, “con prácticas concertadas o conscientemente paralelas”. Señala además que otras cadenas de supermercados siguieron estos movimientos de precios, en especial en su versión semidesnatada y desnatada. Unión de Uniones concluye indicando que estas prácticas revelan el poder de negociación de las cadenas de distribución frente a las industrias lácteas, lo que en último término acaba por repercutir en los ganaderos, pues durante los años objeto de denuncia, 2018-2022, los precios de la leche de marca blanca estaban presionando a la baja los precios en el campo. Ese escenario, sin embargo, cambió drásticamente en el último año y medio, cuando los precios de la leche de marca blanca pasaron de menos de 60 céntimos a alrededor de 80 céntimos, permitiendo a su vez que en el campo se hayan alcanzado cotizaciones históricas por el litro de leche.

En enero se publicó la convocatoria autonómica de ayudas para inversiones de las industrias agroalimentarias, una línea de apoyos en la que este año se especificaba, por primera vez, que “no se concederán ni pagarán ayudas a solicitantes que fueran objeto de sanción firme grave o muy grave con base en lo previsto en la Ley 12/2013 de la cadena alimentaria”. En resumen, la normativa excluía a las empresas que fueran sancionadas de manera grave por la Agencia de Información y Control Alimentario (Aica), encargada de velar por el cumplimiento de contratos y pagos en la cadena alimentaria. Pero las reglas de juego acaban de modificarse. Medio Rural ha publicado en el Diario Oficial de Galicia una modificación en las bases de las ayudas para suprimir ese artículo. La Consellería argumenta que, “con posterioridad a la publicación de la orden, se realizó un análisis más profundo de los efectos de la aplicación de este nuevo requisito en las iniciativas empresariales del sector agroalimentario. En ese análisis, se puso de manifiesto que el nuevo requisito podría tener consecuencias desproporcionadas para las empresas, ya que la amplitud de la tipología de las sanciones graves recogidas en la Ley 12/2013 podría dar lugar a que la pérdida establecida de la posibilidad de obtener subvenciones, o el reintegro de ellas, constituyera una penalización excesiva, carente de la requerida proporcionalidad para la infracción cometida” Por todo ello, la Xunta señala que “con el objeto de mantener la debida proporcionalidad en las actuaciones, se considera aconsejable suprimir el referido requisito de esta línea de ayudas”. Críticas de Unións Agrarias La decisión de Medio Rural generó la indignación de Unións Agrarias, que en nota de prensa tacha de “inaceptable” que la Xunta dé marcha atrás y levante el veto a que industrias sancionadas reciban ayudas públicas. “Incumplir la Ley de Cadena Alimentaria seguirá sin tener apenas consecuencias para las industrias”, lamenta la organización. Unións recuerda que esta es la primera ocasión en que se incluyó en las bases un veto expreso a los solicitantes “que hubiesen sido objeto de sanción firme grave o muy grave en los dos últimos años en base a lo previsto en la Ley de la cadena alimentaria”. Además, se establecía el deber de devolver la cuantía percibida en caso de que los beneficiarios fueran objeto de sanción en los cinco años posteriores al pago de la ayuda. La organización considera que el mantenimiento de este veto, junto al endurecimiento de las sanciones cometidas por las industrias y la publicidad de las mismas son medidas indispensables para garantizar el cumplimiento de la Ley de Cadena. Este primer trimestre del año, conviene recordar que la AICA hizo pública por primera vez una lista de empresas sancionadas, entre las que figuraba una industria láctea asentada en Galicia, Inleit, que semanas después recibió la visita del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda.

La Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), encargada de vigilar los contratos en la cadena alimentaria, desde el campo hasta las cadenas de distribución, ha hecho pública su primera lista de sanciones emitidas, las correspondientes al primer trimestre del 2023. Con anterioridad, la AICA solo comunicaba el número de sanciones en cada sector y el importe de las sanciones, pero no el nombre de las industrias y empresas multadas. En la relación de 69 multas, aparecen por parte gallega la industria láctea Inleit y la cadena de supermercados Froiz. En el caso de Inleit, se trata de una multa de 9.000 euros por una variación unilateral a la baja del precio de la leche contratada con las granjas, sin pacto previo con las ganaderías. La sanción que se ha resuelto ahora corresponde a un episodio del 2020. En cuanto a Froiz, se trata de una multa de 3.000 euros por incumplimiento de los plazos de pago. En la lista de las sanciones, predominan las multas por este último motivo, el incumplimiento de plazos de pago, y por la falta de contratos escritos entre las partes, una cuestión por la que fueron sancionadas varias industrias cárnicas en Castilla y León.

Los datos de la Comisión Europea sobre el encarecimiento de los productos alimenticios en los supermercados durante 2022 dejan un panorama similar en toda Europa, aunque con matices. En general, la subida de precios se situó en una media del 18,7 %, si bien con ciertas variaciones por países, con un arco que se mueve entre el 9,2% de Irlanda y el 43,4% de Hungria. España se sitúa en la media europea (18,7%), en un parámetro similar a Portugal (19,7%) y ligeramente por encima de Francia (11,7%). Por productos, lo que más subió en España fue el aceite, con un 38%, seguido de la categoría de leche, quesos y huevos, que clava la media del encarecimiento europeo (+27,8 %). Si atendemos a algunos de los grandes productores de leche de Europa, se detectan subidas mayores, caso de Alemania (+34,7% de encarecimiento en la misma categoría) y menores, como en Francia (+16,8%). Otra de las categorías más afectadas por la inflación fue la de pan y cereales, con una subida del 19,6% en España. Le siguen las hortalizas (14%), la carne (12%), la pesca (10%) y la fruta (7%).

En los últimos meses, el progresivo aumento de costes de producción en las granjas encontró una válvula de escape en la subida en cadena del precio de la leche. En el campo, los precios de la leche se incrementaron alrededor de 10 céntimos / litro en lo que va de año. Esa subida de la leche se extendió a lo largo de toda la cadena y dejó en el supermercado los precios de las marcas blancas por encima de los 80 céntimos / litro. Así las cosas, el sector ganadero observa ahora con preocupación la posibilidad de un abaratamiento de la leche en las cadenas de la distribución. Mercadona, la cadena española con más cuota de mercado en la comercialización de leche, fijó el precio de su marca blanca (Hacendado) en 79 céntimos. En consecuencia, Carrefour, que llegó a cobrar su leche de marca blanca a 84 céntimos, decidió reducir el precio a los 78 céntimos, a fin de competir con Mercadona, según interpreta la organización agraria Enba (filial vasca de Asaja), que advierte de la necesidad de detener una posible guerra de precios entre los grupos de supermercados. Si la leche se vuelve a convertir en un producto reclamo, puesto a bajos precios para atraer consumidores, tal escenario tensionaría de nuevo los precios de la leche a lo largo de toda la cadena, llegando en último término a las granjas, ya muy afectadas por el encarecimiento de piensos, energía y fertilizantes. Inflación y propuestas para poner tope al precio de alimentos básicos Entre tanto, el encarecimiento de los alimentos ha entrado esta semana en el debate político, pues la inflación de productos como los lácteos o el pan, que superan el 20%, se interpreta como un problema para los consumidores. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, propuso que se establezca un tope de precios para 20 – 30 alimentos básicos de la cesta de la compra. Díaz también mostró su preocupación por el diferencial de precios entre el campo y el supemercado, poniendo como ejemplo las naranjas, “que se pueden pagar en el campo a 15 céntimos y en el supermercado a 1,40”. Si bien, habría que precisar que con la leche ese tipo de problemas no se da, pues como demuestran los estudios de la cadena de valor de la leche, el aumento de precios del campo al supermercado a penas cubre los costes de transformación y distribución. Desde el Ministerio de Agricultura, su titular, Luis Planas, descartó la propuesta de tope de precios de Díaz, pues entiende que la normativa comunitaria de Competencia no permitiría establecer esos límites. Planas recordó también que sería perjudicial para toda la cadena alimentaria, desde agricultores y ganaderos hasta industrias y distribución, que han tenido que enfrentar importantes aumentos de costes. Las asociaciones de supermercados, por su parte, también se pronunciaron en contra de la propuesta de Díaz y aludieron a la fuerte competencia de precios que, a su juicio, ya se da entre las cadenas de supermercados para captar clientes. En lugar de un tope de precios, las asociaciones de supermercados proponen bajadas en el Iva de la alimentación.

El Diario Oficial de Galicia (DOG) publicó este martes el decreto por el que se establece la nueva estructura orgánica de la Consellería de Medio Rural para crear el Servicio de la Cadena Agroalimentaria y Control de Prácticas Comerciales Desleales. De este modo, el Gobierno gallego asume las competencias de supervisión del cumplimiento de los deberes en materia de información y control alimentarios, conforme a lo establecido por la Ley de la cadena alimentaria, de acuerdo con su modificación de diciembre de 2021. Este servicio de nueva creación tendrá diferentes competencias, entre ellas, de manera destacada, el análisis y estudio de la situación de la cadena agroalimentaria en Galicia y de los agentes que intervienen en ella, así como de la formación de los precios y de los costes de producción en cada uno de los eslabones de la cadena. Con base en esto, realizarán también las actuaciones de inspección y control necesarias para comprobar el cumplimiento de la normativa de aplicación. Además, en virtud de este decreto, se modificará la Relación de Puestos de Trabajo para crear las correspondientes jefaturas de sección y de negociado dentro de este Servicio, incluyendo los técnicos provinciales, que serán los encargados de las labores de control sobre el terreno.

Equilibrio y gestión de la cadena

Este nuevo Servicio, que se crea dentro de la Dirección General de Ganadería, Agricultura e Industrias Agroalimentarias, tendrá entre los sus cometidos la mejora del funcionamiento y la vertebración de la cadena agroalimentaria, conseguir un mayor equilibrio y transparencia en las relaciones comerciales entre los diferentes operadores de la cadena alimentaria y procurar el fortalecimiento del sector productor y la potenciación de las actividades de las organizaciones interprofesionales agroalimentarias, de forma que se materialicen en unos precios justos que siempre cubran los costes de producción. Además, se centrará en garantizar la unidad de mercado para la mejora de la competitividad de la cadena alimentaria y trabajará en la elaboración de un observatorio de precios y de costes de producción, así como en el desarrollo de la coordinación y el intercambio de información con la Agencia de Información y Control Alimentarios y otras comunidades autónomas, en el marco de los planes nacionales de control. La puesta en marcha de esta nueva unidad se complementa con el funcionamiento del Observatorio de la cadena alimentaria gallega, que se acaba de poner en marcha. Se hizo mediante la firma de un convenio de colaboración entre la Vicepresidencia 2ª y las consellerías de Empleo y del Medio Rural. Por medio de este acuerdo se regula la colaboración entre estos departamentos de la Xunta para la realización conjunta de actividades asociadas a este observatorio, que serán coordinadas por la Consellería do Medio Rural.

El Alcampo de A Coruña fue escenario de una nueva protesta ganadera, en esta ocasión protagonizada por Fademur, la federación de mujeres rurales ligada a Unións Agrarias. El colectivo desarrolló una acción de información a los consumidores sobre las marcas que considera que no están pagando un precio justo en el campo. El foco, igual que en semanas previas, se puso en las marcas de dos industrias, Lactalis y Capsa, que son las que más volumen de recogida tienen en la comunidad y también dos de las que más presencia copan en las cadenas de distribución. Las mujeres participantes en el acto hicieron una retirada simbólica en carritos de toda la leche de ambas empresas que estaba en los lineales. Para la próxima semana, se anuncia una nueva acción el martes 21 en Lugo; en tanto para hoy viernes está prevista una tractorada unitaria en Cantabria, con participación de Asaja, Coag y Upa (la matriz estatal de Unións Agrarias). La tractorada cántabra, que lleva por nombre ‘Rodea la distribución’, tiene por objetivo demandar de las cadenas de distribución mayores aumentos de precio en la leche del que ya hicieron en las últimas semanas. Desde Galicia, se comparte la necesidad de que el precio de la distribución continúe subiendo, pero se señala principalmente a las industrias, pues se entiende que no están repercutiendo en las granjas el aumento de precio que ya hubo en los supemercados, que cifran en alrededor de 5 céntimos en las marcas blancas y en 3 céntimos en las primeras marcas. Comunicado de Larsa Entre tanto, Larsa, una de las marcas de la compañía asturiana Capsa, emitió ayer un comunicado para defender que está subiendo el precio de la leche en el campo y que lo volverá a hacer en los contratos con las ganaderías que tiene que renovar en la primavera del 2022. Larsa mantiene en Galicia un contrato con las granjas del tipo 70-30, donde paga un 70% de la leche a precio fijo y un 30% en función del valor de los productos lácteos industriales, como mantequilla y leche en polvo, que en el último año dispararon su precio por encima de un 40%. Fruto de ese aumento de precio de los lácteos industriales, Larsa señaló en octubre que desde enero le había subido un céntimo de precio a las granjas. Al mes siguiente, anunció una subida de otro céntimo, para un total de dos céntimos, y ahora Larsa asegura que en realidad de noviembre de 2020 a noviembre de 2021 subió un total de 4 céntimos.

La leche de Larsa y las marcas de leche de Lactalis, como Puleva y President, no se encontrarán este viernes y sábado en la mayoría de supermercados gallegos, según anuncia Unións Agrarias. La organización asegura que ha logrado un compromiso de las principales cadenas de supermercados que operan en Galicia para retirar estas marcas de los lineales durante dos días, como gesto de la distribución en apoyo a las protestas de las granjas. Las movilizaciones ganaderas ante las industrias se enfocaron días atrás tanto en Lactalis como en Larsa, al ser las dos industrias lácteas con mayor volumen de recogida en Galicia. Los productores reclaman de ambas industrias que lideren una revalorización del precio de la leche en el campo, en la línea de subidas que ya habían iniciado este verano otras empresas, como Naturleite, Pascual o Celta. La cuestión de fondo es que las granjas se están viendo afectadas por un importante aumento de los costes de producción (piensos, energía, fertilizantes, etc.). Es una situación que está poniendo contra las cuerdas sus cuentas, por lo que el sector se movió en los últimos meses para impulsar una subida en cadena de toda la leche, desde el campo hasta el supermercado. Esa revalorización de la leche ya se inició en los últimos meses, pero a la inversa. Los primeros en subir la leche, principalmente las marcas blancas, fueron las cadenas de supermercados, que procedieron a subidas que rondan los 5 céntimos en las marcas de distribución, un aumento de precio que estarían trasladando en los pagos a las industrias lácteas, según los datos que manejan las organizaciones agrarias. A mayores, industrias como Capsa, la compañía asturiana propietaria de la marca Larsa, confirmó también que en octubre procedió a un encarecimiento de los lácteos de Larsa en los lineales, una medida que también están replicando otras industrias con sus primeras marcas. El problema es que todos esos aumentos de precio en los supermercados por el momento no llegaron al campo. "Cuando hablamos con los supermercados y les decimos que las granjas no están viendo un céntimo de esos aumentos de precio, les cuesta creernos", reconocen desde Unións Agrarias. En vista de la situación, las cadenas de supermercados de Galicia aceptaron finalmente la propuesta de Unións Agrarias de retirar durante dos días de los lineales las marcas de leche de Capsa (Larsa, Central Lechera Asturiana) y de Lactalis (Puleva, President, etc.), según señala la organización en nota de prensa. Desde Campo Galego, consultamos tal compromiso con algunas de las principales cadenas de supermercados que operan en Galicia, sin que por el momento ninguna lo haya negado o se haya desmarcado. Gestiones con el Ministerio Por parte de las organizaciones agrarias, se espera también que el Ministerio de Agricultura mueva ficha a la hora de controlar los contratos que tienen firmadas las principales industrias lácteas, pues el propio Ministerio reconoció que, con los datos de los que dispone, los actuales contratos de la leche en el campo se situarían por debajo de los costos de producción, lo que está prohibido por ley. Se da la circunstancia, además, de que se está produciendo una importante revalorización de la leche en el campo en toda Europa, impulsada por la subida de precio de los productos lácteos industriales. https://www.campogalego.es/inician-acciones-en-los-supermercados-contra-capsa-y-lactalis-pero-fracasa-el-boicot-masivo-anunciado/

El agro está a la expectativa de una solución para el precio de la leche, después de que Naturleite y Pascual hayan protagonizado las primeras subidas en el campo. Entre el resto de industrias, la mayoría se declara dispuesta a mover ficha si las cadenas de supermercados suben el precio de las marcas blancas en los lineales. Una subida de 3 céntimos en los lineales de todos los supemercados, como la que comprometió Mercadona, podría llegar en cadena a las granjas, permitiéndoles enfrentar la subida de costes de producción de los últimos meses, principalmente piensos, electricidad y carburantes. Para que esa subida en cadena de la leche se produzca, las organizaciones agrarias llaman a actuar a los Gobiernos, tanto al Ministerio de Agricultura como a la Xunta. Desde colectivos como la Fruga o Asaga -sucesora de Asaja Galicia-, se pide que el Ministerio haga cumplir el Acuerdo Lácteo del 2015 o que, en su defecto, impulse un nuevo Acuerdo a tres bandas entre ganaderos, industrias y cadenas de distribución. En el Acuerdo del 2015, las cadenas de distribución se habían comprometido a “valorizar la leche” y a promover contratos con las industrias que permitieran “mantener el valor del producto en los primeros escalones de la cadena”. Nada más lejos de la situación actual, en la que las granjas se ven contra las cuerdas por la subida de los costos de producción, sin que ese aumento de costes se pueda trasladar a las industrias y a los supemercados.

El progresivo aumento de los costes de producción en el campo, sin que haya una subida paralela de los precios de la leche, desencadenó hace unas semanas las primeras movilizaciones en Andalucía. Ahora las protestas comienzan la extenderse, aún tímidamente, con el foco puesto sobre las cadenas de distribución. La Coag, Upa y Asaja, las tres principales organizaciones agrarias de España, organizarán una concentración conjunta el 2 de agosto en Santander ante un Makro, una de las principales cadenas cash para hostelería. Esta semana también se prevén movilizaciones de la organización Unión de Uniones en Oviedo (martes 27), Vic (martes 27) y Lugo (miércoles 28), en todos los casos ante la cadena Mercadona. Tanto las industrias lácteas como las propias organizaciones agrarias culpan a las cadenas de supermercados de estar bloqueando el precio de la leche en el campo, pues mientras las marcas blancas de leche se estén vendiendo por debajo de los 60 céntimos, los márgenes de beneficio de toda la cadena quedan condenados. Por el momento, los únicos movimientos al alza del precio de la leche que se produjeron en el campo llegaron de Pascual (1 céntimo) y, sobre todo, de las industrias proveedoras de Mercadona ligadas al grupo Covap, como la cadena Naturleite, que anunció una subida de 2 céntimos. Ese movimiento de Naturleite y Covap parece anticipar una subida del precio en los lineales por parte de Mercadona que, según publica hoy El País, habría confirmado un aumento de 3 céntimos en el precio de venta al público. Al tratarse Mercadona de la principal cadena de supermercados de España, con más de un 30% de cuota en la venta de leche líquida, se espera que el movimiento de Mercadona se propague al resto de cadenas comerciales. En Galicia, Ulega, la organización de productores ligada a Unións Agrarias, está desarrollando esta semana una nueva ronda de contactos con industrias y cadenas de supermercados para comprobar si el resto de industrias y cadenas comienzan a mover ficha. En caso de que no sea así, se baraja el inicio de movilizaciones.