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Otero Vilar SC, una granja en constante crecimiento

Ubicada en la zona de Marquide, en la parroquia de A Rigueira, esta sociedad fue constituida en el 2006, siguiendo el paso de tres generaciones de ganaderos anteriores. A día de hoy, sus titulares, Javier, Carlos y María, junto con cuatro empleados, atienden diariamente a cerca de 550 animales. El punto de partida, hace ya 16 años, fue una explotación con 30 vacas en ordeño en régimen semi-extensivo. “Teníamos un establo antiguo y pequeño. No era cómodo ni para nosotros ni para las vacas, por lo que decidimos en ese momento realizar una obra nueva”, recuerda Carlos. Esta nave, tenía capacidad ya para 90 vacas. “En el establo nuevo cogían las vacas de producción, secas, recría y aún sobraba sitio”. Desde que entraron las primeras vacas, en mayo del 2007, hasta hoy en día se produjeron hasta cuatro ampliaciones sucesivas, para dar cabida al total de animales que hay actualmente. “Hoy tenemos falta de hacer una nueva ampliación porque el establo actual está saturado y además, también estamos tramitando la construcción de una obra para la recria, en la que instalaremos una amantadora” prevén Carlos y Javier. Vista de la granja. Manejo del ganado La cabaña ganadera en Otero Vilar se va dividiendo en diferentes lotes de acuerdo con su edad o la etapa productiva. Una vez nacen las terneras, pasan unos días en boxes individuales, donde toman el calostro de la madre los primeros días. Pasadas las primeras 3 semanas se incorporan a un lote en el que permanecen hasta el destete. En esta fase, las terneras ingieren dos veces al día leche en polvo, además de tener a libre disposición forraje seco, pienso y agua fresca. Lote de vacas secas. Posteriormente se agrupan en lotes por edades, hasta que llega la hora de la inseminación. “Les vamos poniendo la primera dosis de semen a los 16 o 17 meses, para que vengan pariendo con poco más de dos años”. Una vez están confirmadas, pasan al siguiente lote, en el que permanecen “hasta tres semanas antes del parto, que las pasamos con las vacas secas y de preparto”, comentan Javier y Carlos. Lote en cama caliente de paja. Cama caliente y colchonetas En el grupo de producción, las vacas están agrupadas en dos lotes, uno en cama caliente de paja y otro en cubículos con colchoneta y carbonato. “El lote de cama caliente está ocupando el espacio en el que en principio irían las vacas secas, pero al ir aumentando necesitamos echar mano de este espacio, desplazando a estas a otra nueva nave” explica Carlos. En el lote de cama caliente hacen una limpieza diaria para volver a cubrir con paja nueva. Con esto consiguen controlar los casos de mastitis, sobre todo en épocas de calor en las que los animales buscan zonas más húmedas en las que refrescarse. “Es un trabajo laborioso que tenemos que hacer todos los días, por lo que de cara a la nueva ampliación, nos decantaríamos por poner cubículos”.
El estiércol da bastante trabajo en la cama, pero después se nota en las fincas, ya que es un abono muy bueno
Para el ordeño, cuentan con una sala en espina de pescado con capacidad para 24 animales y en la que realizan el ordeño dos veces al día, a las 6.30 y las 18 h. Orientación de la genética En el aspecto de la genética, trabajo al que se dedica principalmente Javier, buscan animales con altas producciones. “En estos momentos, la industria está demandando más cantidad que sólidos. Apostamos por vacas de altas producciones y que no penalicen en calidades, patas, ubre o longevidad”. Actualmente la media de producción se sitúa en 35 litros por vaca y día con unas calidades de 3.4 de proteína y 3.7 de grasa. Para esto seleccionan dos toros a principios de año, que serán los que emplean durante esa campaña. A mayores, utilizan semen de razas cárnicas para aquellos animales que no les interesa sacar recría. Tres generaciones de la familia en la granja. Alimentación Para elaborar la ración diaria, en Otero Vilar SC contratan el servicio de carro mezclador a una empresa. Se elaboran cuatro carros diariamente, dos para las vacas de producción, uno para las novillas y otro para las vacas secas. La mezcla de las vacas en producción se compone por 0.5 kg de paja picada, 32 kg de silo de maíz, 12 kg de silo de hierba y otros 12 kg de concentrado. Un aspecto a destacar es la calidad de conservación que consiguen en los silos. Tanto Carlos como Javier atribuyen esta buena conservación a que “durante el ensilado estamos con dos tractores en el silo, uno extendiendo y otro pisando, logrando de este modo una buena compactación. Luego para tapar empleamos un film que actúa como barrera frente al oxigeno, por encima una lona de plástico, una malla que protege de picaduras y luego cubrimos el silo todo con ruedas.” comenta Carlos, mientras muestra el silo de maíz y hierba.
Este año, debido a la subida de los precios de la paja para la ración, van a recoger un último corte de hierba para henolaje
Carlos enseñando el silo de maíz. En la alimentación del ganado son autosuficientes e incluso tienen excedentes en la producción de maíz, lo que les permite vender cada año unas 20 hectáreas. Este año, debido a la subida de los precios de la paja para la ración, van a recoger un último corte de hierba para ‘henolaje’, un paso intermedio entre el silo y la hierba. “Este año vamos a recoger una parte para hierba seca y otra de este modo. “Tenemos que esperar a que la hierba espigue, para que haga el efecto de la fibra de paja. La segamos, la dejamos unhos días secando y cuando ya casi valdría como hierba seca la hacemos en rollos y los encintamos” explica Javier. Gestión de las tierras Trabajan una superficie agrícola de unas 190 hectáreas en las que el principal cultivo es el maíz, que se rota con raygrass como cultivo de invierno. “Del total de las fincas tenemos unas 40 hectáreas de praderas permanentes, que son terrenos más secos y donde el maíz no sacaría rendimiento. En las 150 restantes hacemos una rotación de maíz y una mezcla de raygrass inglés e hibrido. En las fincas con mejor suelo llegamos a superar las 60 toneladas de maíz por hectárea, bajando a 50 en aquellas que no tienen tanto fondo” comenta Carlos. La siembra del maíz comienza a principios de mayo. Para no retrasarse realizan un único corte de hierba, “a no ser que venga un invierno seco y podamos entrar en marzo en las fincas, pero esta es una zona muy llana en la que el agua no escurre rápidamente, por lo que casi siempre vamos a un corte” comentan Javier y Carlos. Para las primeras fincas de maíz emplean un ciclo 400, que van reduciendo a medida que avanzan en el calendario, llegando a principios de junio con un ciclo 260. En esta campaña, como en muchas otras granjas, sufrieron el ataque de rosquilla en muchas fincas, teniendo que volver a sembrar 40 hectáreas. “El próximo año queremos emplear una semilla con tratamiento porque es una garantía, y al final teniendo que resembrar no se ahorra nada”, dice Carlos. Para la fertilización de las fincas, tanto de maíz como de hierba, utilizan el purín y el estiércol producidos en la granja. "El estiércol de la trabajo a la hora de manejarlo en la cama, pero la verdad es que producimos bastante y eso se nota después en las fincas, ya que es muy bueno como abono", reconoce Carlos. En el caso del maíz complementan con 400 kg por hectárea de un abono de liberación lenta 20-7-10, que esparcen a voleo previamente a la siembra. Para la hierba utilizan 200 kg de NAC por hectárea. El trabajo de las fincas lo reparten entre Javier y Carlos. Excepto para el picado de la hierba y del maíz o del enrolado, tienen un extenso parque de maquinaria con el que realizar las tareas de campo. “Quitado algún día que estamos apurados y nos hace falta ayuda externa para no retrasar, los trabajos agrícolas los hacemos todos con nuestra maquinaria”, apunta Carlos. Maquinaria de la granja. Veranos Esta granja está ubicada en una zona alta en la que el aire enfría las instalaciones sin necesidad de ventilación forzada, por lo que el estrés por calor hasta ahora no fue un problema. Aun así, el año pasado, las altas temperaturas fueron motivo de baja de varios animales. “Fue un verano fuera de lo normal, en el que día tras día había temperaturas muy altas, ya desde primeras horas de la mañana y con noches en las que no bajábamos de 25 grados. Hubo algún caso de vacas que al pasar al lote de las secas, que tienen acceso a una finca exterior, pasaron muchas horas al sol y no recuperaron. Este año de momento no tenemos problemas de temperaturas, pero en caso de que veamos que se repite la situación, tendremos que valorar medidas para mejorar el bienestar de los animales” apunta Carlos. Este año, debido a la subida de los precios de la paja para la ración, van a recoger un último corte de hierba para henolaje El estiércol da bastante trabajo en la cama, pero después se nota en las fincas, ya que es un abono muy bueno Tenemos la granja en una zona alta con circulación de aire, pero el pasado verano las altas temperaturas nos crearon problemas, así que valoramos medidas para mejorar el bienestar animal

Llegan a España las nuevas colchonetas holandesas que mejoran el bienestar de las vacas

Cowhouse International llega a España. Las colchonetas con el nombre “Dutch Mountain” (Montaña holandesa) y Frisian Island (Isla frisia) se han introducido con éxito en varios países de Europa y ahora llegan al mercado español.

Las nuevas colchonetas para vacas Cowhouse son el resultado de 20 años de experiencia y se han desarrollado desde la perspectiva de lo que realmente necesita una vaca. Fueron probadas en varias granjas lecheras de alto nivel en Holanda. Los ganaderos experimentaron una mejora en la comodidad de sus vacas y notaron un comportamiento que nunca antes habían visto. Además, se registraron importantes ahorros en mano de obra.

Colchoneta “Dutch Mountain”

La colchoneta “Dutch Mountain” (montaña holandesa) está desarrollada para adaptarse al cuerpo de la vaca y sigue todos los movimientos que hace. La parte superior de la colchoneta consta de una cubierta superior elástica y permeable al aire, lo que permite una buena flexibilidad. La espuma ‘Milik’ especialmente desarrollada tiene un grosor de 14 centímetros en la parte delantera y 10 centímetros en la parte trasera. Por lo tanto, las vacas descansan cómodamente y durante más tiempo. La colchoneta dutch mountain (montaña holandesa ) aumenta el tiempo de descanso y la producción de leche de las vacas.

Cada hora extra que una vaca está acostada da como resultado 1,5 kg extra de leche diarios. El centro de pruebas de DLG en Alemania ha probado exhaustivamente la montaña holandesa. Se ha obtenido el certificado de calidad aprobado por la DLG, con una puntuación muy alta.

Colchoneta de vaca “Frisian Island”

El colchón para vacas Friesian Island (Isla Frisia ) consta de dos capas de espuma: una base de espuma amortiguadora y una espuma superior suave . Una cubierta superior muy fuerte lo convierte en una colchoneta duradera que brinda a las vacas comodidad y tracción óptimas.

Distribución en España

Develatt es el distribuidor oficial para España de las colchonetas Cowhouse.

Contacto: Pablo Carro  telf. 647599782, pablocarro@develatt.com

Colchoneta Ducht Mountain. Foto: Cowhouse

Claves para el manejo de las vacas secas en las ganaderías de vacuno de leche

Garantizar el bienestar y el confort de las vacas secas es fundamental para lograr buenos resultados en las ganaderías y para prevenir problemas tanto en el presente como a medio y largo plazo. Por eso, una de las primeras ponencias de las Jornadas de Seragro 2021 -que este año se están desarrollando de forma telemática- se ha centrado en las instalaciones y en el manejo de este ganado en las granjas de leche. El veterinario del Servicio de Alimentación de Seragro SCG, Juan Luis Mosquera Gómez, ha ofrecido las claves para proporcionar bienestar a las vacas secas. El veterinario tomó como base los protocolos de Welfare Quality en los que apuntan que para asegurar el bienestar del animal es preciso garantizar que tenga las necesidades básicas cubiertas y, por lo tanto, no pase hambre, ni sed o sufra malnutrición. Para que la vaca esté confortable tampoco debe pasar estrés térmico, social y ha de estar sana. Aparte de eso, las vacas deben poder llevar a cabo sus conductas sociales y no tienen que sentir miedo en su relación con los humanos. Mosquera también señala otros objetivos para esta etapa de transición, que suele tener una duración de 45 a 60 días. "Vamos a intentar minimizar el estrés y la inmunosupresión, aumentar el consumo de materia seca y mantener la condición corporal del animal durante este período. Todo esto tenemos que desarrollarlo de una manera simple y cómodo para el ganadero", apunta.
Para garantizar el bienestar de las vacas secas es preciso cuidar el descanso, garantizar una buena ingesta de materia seca y evitar el estrés térmico y social
Para lograr estos objetivos es fundamental tener presente la rutina del animal. Las vacas suelen pasar la mayor parte del día acostadas, entre 12 o 14 horas, de las cuales 10 están rumiando. Entre 6 y 8 horas las pasan comiendo y bebiendo y 2 horas del día socializan con el resto del rebaño. "Esta rutina es lo más parecido a estar de vacaciones y eso es lo que queremos conseguir, que la vaca seca vaya de vacaciones y vuelva con las pilas cargadas para la siguiente lactación. Para eso precisamos cuidar el descanso, garantizar una buena ingesta de materia seca y evitar el estrés térmico y social", compara el veterinario.

Las camas, determinantes para garantizar el confort del animal

Para proporcionar un descanso adecuado a las vacas secas hace falta prestar atención a las instalaciones. "Ya que la vaca pasa más de la mitad de su día acostada, proporcionémosle una cama blanda, llena, seca y limpia todos los días del año", reivindica el veterinario, quien apuesta por sistemas como la cama caliente frente a otras alternativas muy extendidas en las granjas gallegas como el pastoreo. "Aunque pueda parecer idílico tener las vacas secas fuera acostadas en el pasto y a la sombra, también hay que pensar que en Galicia llueve al menos 150 días, también nieva, hay tormentas además de que se pueden producir ataques del lobo y mosca y todo esto no proporciona bienestar al animal", analiza el veterinario.
"Cada vez se recurre más a la cama caliente puesto que las vacas prefieren una cama libre de obstáculos y blanda donde poder descansar"
Una de las alternativas recomendadas es el empleo de la cama caliente."Cada vez se recurre más a este tipo de camas puesto que las vacas prefieren una cama libre de obstáculos y blanda donde poder descansar", detalla. Normalmente, este tipo de camas suele emplearse para el lote de vacas secas, preparto, en las parideras e incluso en los lotes de postparto. Este tipo de camas tienen que tener al menos 10 metros cuadrado por animal en el período seco. En la zona de preparto y en la paridera debe incrementarse hasta los 12 metros cuadrados, y siempre sin contar el pasillo de alimentación. La cama caliente puede llenarse de paja, serrín, compost... Es fundamental mantener limpias las camas con una renovación y aireado regular. "Para mantener las instalaciones limpias debemos encamar diariamente bien manual o mecánicamente y tener pocos animales por lote", recomienda el veterinario. Garantizar la limpieza en la cama contribuye a reducir el riesgo de infecciones. Basta recordar que el 60% de las mamitis que se producen durante la lactancia tienen su origen en el período seco. "Debemos extremar la limpieza tanto en el momento del secado, cuando aún no está formado el tapón de queratina como antes de parir cuando vuelve a haber leche y una mayor incidencia de mamitis", valora Mosquera. Hace falta prestar atención también a los pasillos de alimentación, que deben ser amplios, con un mínimo de 5 metros cuadrados. Los bebederos deben disponerse en estas zonas, para evitar que se moje la cama y contribuir a la limpieza del patio en época de mucho calor. El veterinario recomienda instalar cierres móviles que permitan separar lotes o animales para el saneamiento o la reproducción y que facilitan el encamado, al poder separar las vacas de la cama. "Se deben dejar dos zonas de acceso a la cama caliente para facilitar la circulación de los animales y evitar crear zonas ciegas donde salen perjudicadas las vacas subordinadas al verse acorraladas", detalla. La cama fría, en la que se tritura el material de la cama para cortar la fermentación y reducir la humedad, es otra de las alternativas para las vacas secas. Una variante a la cama caliente es la cama fría, que consiste en encamar durante varios días hasta que se consiguen 30 o 40 centímetros de cama. Después se procede al aireado, que se hace una o dos veces al día, un proceso que se hace con una fresadora o una grade rotativa y con el que se corta la fermentación y reduce la humedad. "La principal ventaja es que proporciona una cama muy cómoda y permite un ahorro de materiales", concreta el veterinario.
"El mejor cubículo es aquel que no existe para la vaca. Sea cuál sea el material empleado debe permitir que la vaca se acueste y levante cómodamente y garantizar un buen confort"
Otra de las alternativas es la estabulación libre con cubículos, la opción más utilizada en las granjas gallegas por el ahorro de material y espacio, así como por las facilidades que ofrece para el manejo del ganado. Los cubículos pueden ser de hierro, plástico duro o distintos materiales. "Sea cuál sea el material, el cubículo debe permitir que la vaca haga con facilidad los movimientos naturales para levantarse y acostarse y garantizar un buen confort. El mejor cubículo es aquel que no existe para la vaca", sintetiza el experto. Para las vacas secas, Mosquera desaconseja optar por el sistema de tres filas de cubículos, puesto que con esta alternativa la saturación máxima por cornadiza puede llegar a ser de un 135%, cuando lo que se busca es que esté entre lo 80 y el 90%. "Con esta saturación se produce más estrés en la cornadiza, menos ingesta, más peleas y menos descanso", sentencia el veterinario. El sistema de cubículos de 3 filas puede generar más estrés en las vacas secas. A la hora de diseñar los cubículos es imprescindible adaptarse a las necesidades y al tamaño de las vacas del rebaño. "Debemos tener presente que, a lo mejor, la medida que vale para la granja del vecino no sirve para la nuestra", indica el veterinario. En el caso de las vacas frisonas, los cubículos contra la pared debieran de tener al menos 3,05 metros y en los cubículos cabeza con cabeza en doble fila tienen que tener 5,50 metros. Así, la superficie de cama útil debe ser de entre 1,95 y 2 metros cuadrados. "Los cubículos tienen que permitir que el animal permanezca en una posición recta y no se cruce en él", explica el veterinario. Un buen indicativo para comprobar si los cubículos resultan cómodos es el tiempo que le lleva a la vaca levantarse o acostarse. De promedio, una vaca tarda unos 5,20 segundos en acostarse, por lo que si se incrementa puede indicar que el espacio no se adapta a las necesidades de la vaca. Las barras domadoras también deben estar colocadas a una distancia que permita el confort del animal. "Medidas por debajo de 1,25 y 1,3 de altura y longitud desde el borde posterior de 2 metros van a comprometer la correcta incorporación del animal", concreta. Otro de los errores habituales en los cubículos es acortar el espacio de descanso con almohadas compuestas por listones de madera, tubos o plásticos duros. "Acortar el cubículo con estos elementos sólo hace que la vaca se cruce dentro del cubículo, busque la diagonal y así se puede golpear en los hierros o en las patas delanteras. La mejor almohada es un buen montón de material", apunta Mosquera.
Los cubículos deben ser más anchos, ya que serán utilizados por animales gestantes, más voluminosos y torpes en sus movimientos
Hace falta prestar atención al ancho del cubículo. "Estamos trabajando con animales más voluminosos, son gestantes. Además van a ser muy torpes para levantarse y acostarse, con lo que le debemos facilitar esos movimientos proporcionándole cubículos más anchos", detalla. Si en lactancia están trabajando con cubículos de 1,25 metros, en las vacas secas se puede llegar a 1,37 metros. Sin embargo, Mosquera recuerda que en el caso de los cubículos de plástico, el fabricante recomienda medidas de 1,20 metros. Debe dársele amplitud a las zonas de paso para facilitar la circulación de los animales. Para garantizar el confort es preciso tener bordillos bajos, basta con entre 16 y 18 centímetros para garantizar un buen llenado del material. Además, en las áreas los pasos laterales deben ser bajos, puesto que circularán por ellos animales muy pesados y torpes. "Debemos darle la máxima amplitud que podamos. Es recomendable darle entre 3,5 o 4 metros", concreta. En este espacio hace falta evitar colocar los bebederos para facilitar el tránsito de los animales. Mosquera también recomienda que la zona de las vacas secas cuente siempre con dos pasillos, sin zonas ciegas, donde las vacas se vean acorraladas. Los corredores laterales también pueden ser una zona idónea para colocar el pediluvio, para poder hacer baños periódicos. Deben ser inclinados para evitar que las vacas puedan colocar las patas fuera. "En estos lotes siempre hay mucho riesgo de dermatitis, porque se acaban haciendo menos baños que en las vacas de leche y porque se hace un agrupamiento con novillas, que suelen ser los reservorios dentro de las granjas", indica el veterinario. Es recomendable extremar los cuidados para evitar dermatitis. A La hora de llenar las camas se puede optar por materiales orgánicos como la paja, el serrín, la cáscara de arroz o el compost, entre otros. En los inorgánicos los más habituales es la arena y el carbonato cálcico. Otra opción son los sintéticos como las colchonetas.

La alimentación, base del confort

Durante el período seco, el aporte de materia seca es clave. "Tenemos que tener presente que el consumo de materia seca en la vaca seca va a determinar el consumo de materia seca en la vaca postparto. Cuanto mayor consumo menos problemas de hipocalcemia, metritis, cetosis... tendremos en el parto", apunta Mosquera. El consumo de materia seca en esta etapa también proporcionará una mayor cantidad de leche durante la lactancia. Se recomienda proporcionar forrajes de calidad, bien picados y mezclados para evitar que las vacas escojan la comida. Además, es preciso que el acceso a los comederos sea cómodo, al tratarse de animales gestantes, mucho más corpulentos. "Se precisan cornadizas más amplias que en las vacas en lactancia. Intentaremos procurar entre los 75 y 85 centímetros, frente los 70 o 75 habituales", detalla.
Se recomienda proporcionar una buena ingesta de materia seca, con forrajes de calidad, bien picados y mezclados para evitar que as vacas seleccionen lo que más les gusta. Comederos y bebederos deben estar adaptados a estos animales
En los comederos, es preciso facilitar el acceso a la comida, con una inclinación de la cornadiza de entre 10 y 20 grados. Es recomendable que el pesebre esté elevado unos 10 o 15 centímetros con respeto del pasillo. "La superficie del comedero debe ser fácil de limpiar para evitar que se pegue la comida", concreta. Otra opción en la alimentación de las vacas secas es el sistema de barra libre, que permite una mayor libertad de movimientos, sin embargo eso permite que las vacas dominantes tengan mayor posibilidad de incidir sobre el resto, por lo que Mosquera descarta esta alternativa para esta etapa. Además de una buena ingesta de alimento, hace falta garantizarle acceso al agua a todos los animales, para lo cual es necesario colocar bebederos lavables, de inox y de volteo, con un caudal mínimo de 30 litros por minuto. Es preciso garantizar que la vaca puede beber cómodamente 20 litros por minuto, ya que una vaca seca suele beber entre 45 y 55 litros al día, pero incluso puede llegar a ingerir 115 litros, dependiendo de la época del año. "Debemos colocar un mínimo de 10 centímetros de bebedero por animal y al menos 2 bebederos por lote", concreta Mosquera. Esquema de la disposición de los bebederos para las vacas secas.

Evitar el estrés térmico

Para garantizar el bienestar, las vacas deben encontrarse en una temperatura que no le genere estrés térmico, una situación que se produce cuando el animal genera más calor metabólico del que las condiciones ambientales le permiten disipar. "En Galicia, con 20 grados y con un 80% de humedad las vacas ya están sufriendo estrés térmico", detalla el veterinario. Para evitar esta situación se puede optar por la ventilación natural de la nave, así como sistemas de ventilación forzada. La orientación de la nave es primordial para mejorar la ventilación natural de las instalaciones. La mejor opción en Galicia es a nordeste-sudoeste, para una menor incidente del sol en verano y de los vientos laterales y las lluvias en invierno. "En el mercado hay diferentes soluciones para evitar el hormigón y que ayudan a mitigar las variaciones térmicas y proporcionar mayor luminosidad en la nave", concreta. Se procura que en el interior de la nave haya la mayor luminosidad posible, con un mínimo de 200 Lux, sin que los rayos incidan directamente ni en la comida ni en los animales y evitando zonas de sombras, ni reflejos. Se busca conseguir una mejor aireación natural de las granjas, sin que se generen corrientes directas sobre el animal, consiguiendo aire fresco y libre de amoniaco, humedades y patógenos. Diferentes sistemas de aportar luminosidad a la granja. Contar con techos altos y aberturas garantiza una buena temperatura en el interior de una manera natural. "Debemos facilitar el efecto chimenea, con la apertura de las cumbres, para dar salida a los gases y al aire caliente", aporta. De no ser suficientes estas medidas, también se puede optar por sistemas como la refrigeración directa por evaporación, que consiste en la ventilación forzada en la cornadiza y en el área de descanso combinadas con duchas en el pesebre, cuando se superen los 28 grados.
Si las vacas sufren estrés térmico en el período seco sus consecuencias se notarán en la producción de leche y en el desarrollo de las crías 
En cuanto a los ventiladores hay muchos modelos en el mercados, pero los más demandados hoy en día son los tipo helicóptero, ya que tienen una mayor velocidad de aire, con un variador de frecuencia tanto individual como colectivo que regula la velocidad según las necesidades de cada zona, con lo que proporcionan menor consumo y ruido. "Es preciso invertir en sistemas de refrigeración en el lote de las vacas secas puesto que trae importantes consecuencias a corto y largo plazo en la granja", señala. Si las vacas están sometidas a estrés térmico baja el consumo de materia seca, la inmunidad y aparecen más problemas en el parto, además de disminuir el desarrollo de la ubre, con lo que se reduce la cantidad y calidad de calostro. Además, bajará la producción láctea en la siguiente lactación. Según diferentes estudios, la producción puede llegar a reducirse en un 8%, lo que equivale a 3,4 litros a lo largo de toda la lactancia.
Los lotes de paridera, preparto y secas deben colocarse en las zonas de mayor ventilación de la granja con claridad y con una menor densidad de animales
El estrés térmico también provoca que las crías sean más pequeñas y se incrementa el riesgo de que sufran más patologías y que tengan un menor peso al destete. Además, esas becerras también tendrán una producción de hasta 2,2 kilos menos en la primera lactancia y hasta 3,8 kilos menos en la tercera lactancia. "Tenemos que tener claro que el lote para refrigerar en el conjunto de nuestra granja es el de las vacas secas, en especial las de preparto", indica el veterinario. Por eso, deben colocarse los lotes de paridera, preparto y secas en las zonas de mayor ventilación tanto natural como forzada, con claridad y con una menor densidad de animales.

Reducir el estrés social

Tal y como indica Mosquera, hace falta tener presente que las vacas son animales sociales, donde se establecen ejemplares dominantes y subordinados. Para determinar estas jerarquías en el rebaño entran en juego factores como el tamaño, la presencia de cuernos, la edad o el estatus hormonal. De este modo, las primíparas se van a ver relegadas a las últimas posiciones. "En la medida del posible debemos controlar este estrés porque también provoca una bajada del consumo de materia seca", comenta. Una opción es establecer lotes de vacas, donde las novillas se separen del resto de vacas. "Si no es posible hacer lotes separados debemos mantener un número equitativo de novillas y vacas adultas", recomienda. Distribución por lotes de las vacas secas de la granja. Teniendo en cuenta que justo antes del parto bajará la ingesta de materia seca, Mosquera recomienda hacer un lote de preparto 3 semanas antes de la fecha prevista para el parto, para proporcionar una mayor vigilancia a estos animales. Con esta separación se limita la entrada de nuevas vacas en este grupo y se le asegura una mayor superficie disponible por animal, menos competencia por la comida, al tiempo que se mantienen en contacto, aunque separadas, con el resto de las vacas secas, para que puedan socializar. Junto con el lote de preparto, Mosquera propone habilitar un área de paridera, con acceso a la zona de ordeño, lo que acorta tiempos en la toma de calostro por parte de la cría y ofrece mayor comodidad al ganadero. "Reducir el tiempo de espera para las primeras tomas va a reducir el estrés tanto a la madre como a la cría y facilita la absorción de inmunoglobulinas en el ternero", puntualiza el veterinario. También recomienda habilitar una zona para el postparto. Tan importante como establecer los distintos lotes es que los cambios de lotes se hagan una vez a la semana en lugar de todos los días. "Cada vez que hacemos cambios, los animales se vuelven a agitar y durante dos o tres días va a haber disputas entre las vacas, lo que provoca una menor ingesta de comida y mayor riesgo de accidentes", concreta. Por último, Mosquera incide en echar mano de la tecnología y de los nuevos sistemas de control y vigilancia para la gestión de las vacas secas. La información que pueden proporcionar las cámaras de vigilancia, los dispositivos de control o los sistemas de monitorización de los robot de ordeño aporta una valiosa información sobre el estado de cada vaca y del grupo de secas. "Estos sistemas nos permiten detectar episodios de estrés térmico y social, así como afecciones de salud, que conocidos a tiempo permiten atajar muchos de los problemas del período seco", concluye el veterinario.

SAT Teixeiro, confort para el ganado y aumento de produción con los robots

Mamoudou, Manolo, Teresa y Javier en la zona de la nave que ampliaron hace dos años para secas y novillas Tres hermanos (Teresa, Manuel y Javier Teijeiro Álvarez) están al frente de SAT Teixeiro, una explotación familiar situada en la parroquia de A Rigueira, en A Pastoriza, que destaca por los índices genéticos y morfológicos de sus animales y fue de las primeras explotaciones en Galicia en hacer la prueba genómica a todo su rebaño. Entregan la leche a Entrepinares, por lo que buscan un equilibrio entre litros y calidades y hacen hincapié en la comodidad de los animales y en el manejo tanto en la etapa de producción como en la recría. La ganadería la heredaron en el año 2001 de sus padres, Félix y Pilar, con unos 40 animales dando leche y fue creciendo hasta contar hoy con unas 125 vacas en producción repartidas en dos robots de ordeño instalados hace dos años. Los tres hermanos optaron en su momento por trasladar la explotación a una zona alejada de las casas, en el lugar conocido como Fontes, lo que les permitió diseñar de nuevo las instalaciones sin toda una serie de limitaciones con las que se encontraban en la ubicación donde comenzaron sus padres, y así poder seguir ampliando y creciendo progresivamente todos estos años, y, al mismo tiempo, aprovechar el establo viejo para la recría.
En nuestro caso nuestros padres cuando se jubilaron, que decidieron hacerlo anticipadamente para que cogiésemos nosotros la explotación, no volvieron aquí a trabajar ni se metieron en nuestras decisiones. En ese sentido, se supieron retirar y siempre nos apoyaron
"Yo y Manolo nos incorporamos en el 2001, yo con 24 años y él con 22 e hicimos la SAT y un año después empezamos las obras. En el año 2003 se unió también Teresa. Miramos de hacer de nuevo en esta finca que ya habíamos comprado unos años antes y aprovechar la cuadra vieja para almacén y recría", cuenta Javier. "En nuestro caso nuestros padres cuando se jubilaron, que decidieron hacerlo anticipadamente para que cogiésemos nosotros la explotación, no volvieron aquí a trabajar. En ese sentido, se supieron retirar. Nuestro padre estaba siempre a nuestro lado apoyándonos pero no se metía en nada, nos dejaba hacer y siempre nos dio para adelante", dice. Félix falleció hace unos años, pero Pilar sigue siendo un apoyo importante y les facilita el trabajo diario. "Cuando paramos a mediodía, por ejemplo, tenemos la comida hecha", ejemplifican. Robots, amamantadora, arrimador y eficiencia energética Un robot ordeña el lote de primerizas y el otro las multíparas, con punteo y ración de alimentación diferenciada Las últimas decisiones que han tomado han consistido en la automatización de la granja, con la incorporación del sistema de ordeño robotizado, un arrimador autónomo para la ración y una amamantadora nodriza para las terneras. Coincidiendo con estos cambios, ampliaron y reconfiguraron la nave para acoger a la recría en su fase inicial y final y a las vacas secas. Aprovecharon también para acometer mejoras en cuanto a la eficiencia energética de la granja, con la instalación de un sistema de generación fotovoltaica para autoconsumo junto con un variador de frecuencia, un enfriador de placas y un cambio de iluminación. Consideran que el paso de la sala de ordeño al robot les ha ayudado a aprovechar mejor el potencial productivo de su ganado. "Aquí teníamos animales que en la sala eran vacas buenas, pero fueron al robot y se convirtieron en otro tipo de vacas mucho más productoras. Fue un cambio positivo para nosotros, hubo vacas que han llegado a los 70 litros y otras que incluso han pasado de ellos y en la sala no lográbamos esas producciones en esos mismos animales. Nosotros una media de 41 litros nunca la tuvimos cuando ordeñábamos en la sala, habíamos llegado alguna vez a 39 litros y medio, pero había mucha leche en las camas, así que habíamos tenido que volver a bajar un par de litros. Y era algo esporádico durante veinte días o un mes pero ahora desde que pusimos los robots es continuo. Y eso que no les estamos dando caña a las vacas, por el tema de llegar a las calidades requeridas por la empresa a la que le entregamos la leche, que sino podíamos tener dos o tres litros más tranquilamente", aseguran. Zona de separación para facilitar el manejo de las vacas en producción Una vaca en la zona de separación, con capacidad para seis animales Los robots cuentan con una zona de separación dotada con seis cubículos, a donde mandan a los animales en celo, los que están enfermos, las vacas recién paridas o también a las que están secando. "Se hacen muchas cosas en esa zona de separación, es algo muy cómodo y muy práctico, por ejemplo alguna que está enferma la mandamos para allí para que cuando venga el veterinario esté ya separada", cuenta Javier.
En el momento de secar, durante tres o cuatro días les hacemos un único ordeño. El secado brusco es cómodo para el ganadero, pero la vaca se adapta mejor así
Ese espacio también les facilita el manejo en muchas otras tareas diarias. "Sobre todo separamos vacas que están muy próximas, para que no anden por el medio de las otras, o cuando secamos ya le marcamos en el ordenador al robot también para que nos las mande para allí, y durante tres o cuatro días les hacemos un único ordeño para que no noten tanto el secado brusco y no les quede todo ese volumen de ubre. El secado brusco es cómodo para el ganadero, pero la vaca se adapta mejor así, a nosotros nos funciona mejor así, porque insuman mejor las ubres y no tenemos problemas", añade Manuel. Recría dividida en 4 lotes hasta el destete Cuando instalaron los robots, en julio del 2019, aprovecharon para hacer una ampliación para las vacas secas y las novillas y reconvirtieron el espacio que ocupaba la sala de ordeño y la zona de espera para la recría, instalando también una amamantadora, lo que les ha permitido mejorar el crecimiento de las terneras. "Notamos un crecimiento más uniforme. Antes teníamos problemas en el cambio del box individual al lote. En esa adaptación paraban de crecer, pero ahora están en grupo desde pequeñitas y lo notan mucho menos", cuenta Manuel. Tienen este espacio de la recría más pequeña parcelado en cuatro zonas, lo que les permite ir haciendo lotes en el periodo de lactancia de los animales. En un grupo están solo los machos, destinados a vender a cebaderos, y en los otros tres van dividiendo las terneras por edades, incorporándolas al lote inicial a medida que van naciendo y rotándolas después por los otros espacios a medida que cumplen semanas de vida. "Eso nos permite que no haya saturación de animales ni competencia en la amamantadora entre terneras mayores y terneras recién nacidas, por eso optamos por poner la amamantadora con cuatro estaciones diferenciadas", explica Javier.
Pusimos una amamantadora con cuatro estaciones y separamos por edades porque así los animales nunca compiten, los pequeños son todos pequeños y los mayores están en otros lotes
Ese sistema les permite una incorporación temprana a la amamantadora. "Como están con animales de su misma edad y están muy holgadas de espacio, desde que acaban el calostro ya pueden ir para la nodriza y no tienen ningún problema, se adaptan perfectamente. Al tener poca carga tampoco tenemos problemas de trasmisión de enfermedades y, en caso de que hubiera un contagio, podrían infectarse 4 o 5, que son las que están en ese lote, pero no las 20", razona Manuel. "Antes ya no teníamos muchas bajas, pero desde que pusimos la amamantadora no nos ha muerto ninguna ternera por el manejo, el año pasado de ochenta y pico partos solo tuvimos dos bajas, dos animales que ya nacieron muertos", añade su hermano.
Les gusta hacer tanto el secado de las vacas como el destete de las terneras progresivo para que los animales noten lo menos posible los cambios
Las terneras van incrementanto la ingesta hasta mamar 10 litros, pero a partir del día 55 les van bajando a la leche progresivamente hasta 85 días, que es cuando hacen el destete. "La curva de lactancia arranca con 5 litros y medio y a los 12 días ya están tomando 7 litros y van subiendo, luego se mantienen entre 20 y 30 días en los 10 litros y después ya va bajando. En los últimos días maman medio litro", explica Teresa. Aprovechan el establo viejo para tener parte de las terneras Tras el destete en la zona adaptada hace dos años para las becerras en el espacio que ocupaba antes la sala de ordeño en la nave de producción, las terneras bajan para las instalaciones viejas de la ganadería, las que usaban sus padres como establo, hasta el momento de ser inseminadas, en el que ya vuelven para la ampliación acometida también hace dos años en la nave nueva. "Cuando van para el establo viejo ya van adaptadas a la comida y a la trabadiza para que no noten el cambio y allí siguen estando en cama de paja hasta los 8 o 9 meses, que pasan a cubículos", indica Manuel.
En las naves que tenían sus padres están las terneras entre el momento del destete y el de la inseminación
Siguen prestando atención a la mejora genética, poniendo embriones y optando por el semen sexado en las novillas, pero inseminando con cruce industrial, sobre todo azul belga, casi el 50% de las vacas adultas. "Con los robots nos hemos limitado y no podemos crecer más, por lo que en este momento estamos poniendo mucha carne porque el mercado de las terneras es muy irregular y nosotros invertimos mucho en genética desde hace muchos años pero para conseguir vender una ternera en 300 o 350 euros era complicado, cuando tú habías gastado 500 o 1.000 euros en embriones. La gente te venía a comprar las terneras y aún te regateaba, así que ahora ponemos mucho cruce. Sacas igual los 300 euros y nadie especula con tus becerras", razona Javier. Más de 20 años invirtiendo en genética Esta ganadería de A Pastoriza destaca por los índices genéticos y morfológicos de sus animales, aunque, asegura Javier, "para que haya un animal bueno en una explotación, a mayores de una buena base genética, tiene que haber también manejo, confort y alimentación". SAT Teixeiro fue además de las primeras explotaciones en hacer la prueba genómica a todo su rebaño. "Nosotros trabajamos mucho con Fontao y ponemos una media de unos 15 embriones al año, siempre ponemos lotes, y como tenemos nuestras terneras todas genotipadas cuando sale una con unos buenos índices y hay demanda de embriones también les sacamos embriones y vendemos", explican.
Nosotros llevamos invertido mucho en genética. Hoy aquí el 80 o 90% de los animales son descendientes de Boss
Cuando Javier y Manuel se incorporaron a la ganadería familiar, su inquietud por mejorar el nivel genético de su ganado los llevó a comprar en los primeros años animales de alto valor genético en el centro de Boss de Guísamo y por apostar de manera decidida por la técnica de transferencia embrionaria. "Hoy aquí el establo el 80 o 90% es descendiente de Boss. Nosotros en el año 2002 compramos vacas de 4.000, 5.000 y 7.000 euros, que era mucho dinero para una vaca, y cuando se deshizo el centro, compramos muchos embriones de las novillas que estaban en cabeza en genómica. Nosotros teníamos claro que había que apostar por eso", asegura Javier.
Tenemos todo el establo genotipado desde hace 4 o 5 años, fuimos de los primeros en hacer aquí la genómica
Con el paso de los años siguieron tratando de mantener y de mejorar aquella base. "Nunca nos oponemos a traer familias de fuera cuando las trae Fontao. Hoy la genética está a precios muy asequibles, pagas 600 o 700 euros por 4 embriones, cuando antes lo pagabas por uno solo", considera Javier. "Está claro que la genómica dio un giro a todo esto, pero los animales buenos genómicamente salieron donde se estaba trabajando la genética desde hacía años", opina Manuel. En el último balance de la Federación Frisona Gallega, relativo al año 2019, fueron la ganadería número 2 en índices genéticos (ICO) en la provincia de Lugo, la número 6 de Galicia y la número 15 de España y cuentan con la vaca número 2 en ubres, la número 5 en patas y la número 18 a tipo. Es el resultado de la constancia, que los hace ocupar puestos de honor desde hace años. "En 2016, durante casi un año, tuvimos la vaca número 1 de España, Teixeiro Suprem Suba FIV ET, que era hija de Suprem y nieta de Barman, dos toros de Fontao", recuerda Javier. Equilibrio entre producción y calidades Pero la estrategia de inseminación de SAT Teixeiro cambió radicalmente desde que hace dos años instalaron los robots. "Nosotros éramos más tiperos pero ahora nos fijamos menos en eso. Ahora estamos condicionados por el robot y buscamos rentabilidad, así que lo que buscamos ahora es velocidad de ordeño, patas y ubres", reconoce Manuel. SAT Teixeiro vende la leche a Entrepinares desde hace 3 años por lo que busca un equilibrio entre litros y sólidos. "Nuestra media actual es de entre 40 y 41 litros por vaca y día con un 3,80-3,85% de grasa y un 3,35% de proteína. Tenemos que estar siempre por encima del 3,80% de grasa, porque nos exigen esas calidades, pero a nosotros también nos interesa tener litros porque hasta ahora aún se sigue pagando la leche en función de los litros, pero más media de producción sería complicado porque no cubriríamos las calidades y nos penalizarían", razona Javier. Están contentos con la empresa a la que entregan y son conscientes de que al tratarse de una quesería, porcentaje de sólidos y calidad de la leche son aspectos esenciales. "Nosotros llevábamos ya muchos años en certificación a través de Irmandiños, que había sido la primera cooperativa que había empezado a certificar la leche, y ya nos valió para Entrepinares. Nosotros antes pertenecíamos a una cooperativa aquí que se llamaba O Caxigo pero cogían el pienso a Irmandiños, así que decidimos ser socios de Irmandiños directamente. Eso fue ya hace más de 20 años", cuenta Manuel. 65 hectáreas de superficie Irmandiños (ahora CLUN) les presta también diariamente el servicio de carro mezclador. Hacen dos raciones de producción, una para las primíparas y otra para las multíparas, que es también como las tienen separadas en los robots, en dos lotes. Las primerizas están con 30 kilos de silo de maíz, 18 de silo de hierba, 2,5 de alfalfa y 8,5 de concentrado, más lo que puntea el robot, que llega, según producción, hasta los 9 kilos. En cuanto las adultas, están con 32 de maíz, 20 de hierba, 2,5 de alfalfa y 8,5 de mezcla de concentrado. "Las multíparas van todas igual pero la gráfica de punteo para las primerizas es diferente, porque llegan más tarde al pico de lactación, lo acaban cogiendo a los 120-130 días", asegura Manuel.
Hacen el ensilado de la hierba y del maíz en la explotación y les viene el carro de la cooperativa Os Irmandiños a hacer la ración
Esta ganadería maneja unas 65 hectáreas de terreno, de las que echan a maíz 37. De ellas 17 quedan solo para maíz y en las otras 20 hacen rotación maíz-raigrás. Aunque A Pastoriza es uno de los ayuntamientos con más producción de leche de Galicia, empieza a haber alguna tierra disponible en la zona. "Era más complicado aumentar superficie hace unos años, ahora empieza a ser posible y sobre todo es más fácil tener las fincas localizadas más cerca de la explotación", considera Manuel. "Nosotros tenemos todo aquí alrededor, excepto 5 hectáreas que tenemos en Pacios y en las que echamos maíz nada más", añade su hermano.
Habitualmente hacemos un solo corte del raigrás porque dos cortes encarece los costes de segar y ensilar y estás sacrificando producción de maíz
En cuanto a los trabajos agrarios, una parte los hacen ellos y otra parte los contratan la una empresa de servicios de la zona, sobre todo en las campañas de ensilado y siembra del maíz. "En la hierba nuestra idea es sacar un corte solo porque para obtener dos en esta zona es complicado y te aumentan mucho los costes de segar y ensilar para poca producción a mayores que coges y estás sacrificando una semana o diez días del maíz por hacer esos dos cortes y muchas veces no compensa porque estás mermando la producción de maíz", asegura Manuel. Este año, sin embargo, han hecho dos cortes. "Aprovechamos que hizo buen tiempo para segar temprano el primer corte y limpiar las fincas pero lo habitual es hacer un solo corte de hierba y después el maíz", aclara.
Los silos de hierba muy pequeña, con mucha proteína y poca fibra, son muy delicados de manejar en el carro
Además, añade, "al ser un corte, el primero, de hierba muy tierna, hace bolas en el carro y eso no se mezcla bien con el maíz ni con el concentrado y aunque tengas un silo de hierba con una analítica de un 20% de proteína y una digestibilidad enorme después realmente lo que comen las vacas no es eso, porque hace mala mezcla y una come las bolas de silo de hierba y la otra el maíz y cuanto más mezclas en el carro más apelmaza y más bolas hace, por lo que esos silos de hierba tan buenos son después muy delicados de manejar en el carro", explica. Inyección del purín La cisterna con el sistema de aplicación localizado del purín les costó 130.000 euros Además de la ampliación de las instalaciones y de la modernización de los sistemas de ordeño y alimentación, al ir creciendo la granja las necesidades de maquinaria también se han ido incrementando. Una de las últimas adquisiciones ha sido una cisterna con inyectores para la aplicación del purín. "Llevamos dos años inyectando el purín y vemos que tiene ventajas claras: es más rápido, desprende menos olor, no dependes de donde venga el viento e incluso si la hierba está más alta no la retrasa, lo puedes echar igual, cuando de la otra manera no. Es mucho más rápido a la hora de echarlo porque descarga antes y llevas más anchura y a la hierba se le nota muchísimo porque nunca la manchas", cuenta Javier, que es normalmente el que se encarga del abonado.
Llevamos dos años inyectando el purín y vemos que tiene ventajas claras: es mucho más cómodo y rápido a la hora de aplicarlo y nunca retrasas el crecimiento de la hierba aunque esté algo alta
La inversión necesaria en adquirir todo el equipo fue de 133.000 euros. "Nosotros teníamos una cisterna de 18.000 litros que tenía solo cuatro años pero preferimos no adaptarla y comprar una cisterna ya fabricada para sistema de inyectores, porque pienso que la adaptación no funciona igual", considera Javier. "La cisterna que teníamos nos la valoraron bien, pero lo malo es que para comprar cisternas nuevas hay poca subvención, no es normal que por comprar una cisterna que vale 130.000 euros te den solo 6.000 euros de subvención cuando además es un cambio obligado por la nueva normativa de fertilización", se queja. Semanas con 4 días de trabajo y 3 de libranza Cuentan con arrimador autónomo y depositan directamente el material de relleno en los cubículos Una vez hechas las principales inversiones y aunque reconocen que "nunca acabas de invertir porque siempre hay cosas que mejorar y si quieres ganar en comodidad seguramente dentro de unos años habrá otros avances que introducir", su objetivo a corto plazo es "estabilizar la explotación", a la espera de saber si alguno de sus hijos o hijas deciden coger el relevo, como hace 20 años hicieron ellos. "La vida da muchas vueltas y nunca se sabe, pero ya no lo maman como lo mamamos nosotros", opina Manuel.
En las explotaciones hay que estar invirtiendo continuamente para modernizarlas y mejorar en comodidad, y seguramente dentro de unos años habrá otros avances
Teresa, Manuel y Javier cuentan con un empleado, Mamoudou, de Mali, que llegó a España en cayuco y después de trabajar en el sector de la fruta de Andalucía acabó recalando en Galicia, donde está teniendo su primera experiencia en ganaderías de leche en SAT Teixeiro. Aunque solo lleva medio año trabajando en A Pastoriza, existe ya una relación de confianza que va más allá de lo laboral. "Mamoudou es muy buena persona y hasta le llama mamá a nuestra madre", dice Javier. Entre los cuatro son capaces de llevar de manera desahogada la carga de trabajo de la explotación, tener las necesidades de mano de obra cubiertas en todo momento y lograr una buena calidad de vida. "Trabajamos una semana completa y después durante dos semanas trabajamos 4 días y libramos 3, incluido el fin de semana y el horario que hacemos es de 8 a 1 por la mañana y de 4 a 8 por la tarde. Siempre quedamos en la explotación dos personas como mínimo. Los martes estamos siempre los 4 y el resto de los días por la semana estamos 3 y los fines de semana siempre hay dos personas. Menos de dos eres capaz de hacer lo básico solamente", explican.
Nosotros también notamos el cambio al robot, sobre todo en los codos y en las manos. Muchas veces andabas con tendinitis por el movimiento de tirar los primeros chorros
La automatización de tareas como el ordeño, la alimentación o el encamado les permite centrar su trabajo del día a día en atender al ganado y sacarle el máximo partido pero también hace que tengan un menor desgaste físico a nivel individual. "Nosotros también notamos el cambio al robot, sobre todo en los codos y en las manos. Muchas veces andabas con tendinitis por el movimiento de tirar los primeros chorros y el trabajo mecánico repetitivo de colocar las pezoneras", asegura Manuel.

"Las vacas es igual que las personas, si tienes la cama ben hecha descansas mejor y rindes más"

El descanso, tanto de los trabajadores como del ganado, es una de las prioridades en SAT Teixeiro. Para lo primero invirtieron en tecnología y para lo segundo confiaron en Galical. Hace año y medio que la empresa lucense especializada en encalado de fincas y mezclas a base de carbonato para las camas, les sirve el material de relleno de los cubículos. Emplean un producto compuesto en un 60% por carbonato cálcico y en el 40% restante por serrín de pino. Aunque la mezcla más habitual en la mayoría de las explotaciones lecheras es 70% carbonato, 25% serrín y 5% cascarilla de arroz, en esta ganadería de A Pastoriza prefieren que lleve más serrín, porque hace la cama más esponjosa. "Las vacas es igual que las personas, si tú tienes la cama bien hecha descansas mejor y rindes más. Pues las vacas lo mismo, ellas también necesitan descansar para poder dar leche", afirma Teresa.
Llenamos los cubículos cada 15 días y gastamos unos 50.000 kilos de material al mes
Por eso en SAT Teixeiro no escatiman material a la hora de rellenar la cama y de llevar a cabo su mantenimiento. "Llenamos los cubículos cada 15 días, una vez a la semana pasamos la gradilla y después rastrillo todos los días a la mañana y a la noche. Nosotros retiramos el material mojado también. Gastamos unos 50.000 kilos de material al mes", detallan. Comodidad para las vacas y para el ganadero Cada dos semanas el camión trae la mezcla para el relleno de las camas desde la planta de Galical en el polígono de As Gándaras de Lugo. Está equipado con un tubo que desde el pasillo de alimentación deposita ya directamente el material en los cubículos. "Este sistema es muy rápido y cómodo. Nosotros antes metíamos la mezcla con el tractor, pero así no tienes que andar abriendo cancillas ni cambiando vacas para un lado y para el otro", explica Javier.
Este sistema es muy rápido y cómodo. Viene el camión con el tubo y ya va descargando la mezcla de carbonato y serrín en los cubículos
Esa fue la principal razón por la que esta explotación se cambió de la mezcla de carbonato y serrín que les servía Irmandiños, que no les encamaba, a la de Galical, que cuenta con tres camiones cisterna equipados con este sistema de tubo que manda el relleno directamente a la zona de los cubículos.
Antes usábamos la mezcla de carbonato y serrín de Irmandiños, pero Irmandiños no nos encamaba y Galical sí
La misma mezcla se sirve también en bañera para ser depositada en un silo, o en big bags para explotaciones de pequeño tamaño, pero de este modo el ganadero se ahorra el trabajo y el tiempo de tener que encamar él. Contando los tres sistemas de entrega, Galical sirve mensualmente unas 5.000 toneladas de material de relleno para las camas a ganaderías de Lugo y A Coruña principalmente. "No hay que encalar las tierras" SAT Teixeiro ha probado ya los tres principales materiales de relleno para cubículos empleados en explotaciones de leche en Galicia, paja, arena y carbonato, con buenos resultados en todos ellos a nivel de mamitis y células. "Nunca tuvimos muchos problemas de ese tipo con ningún tipo de cama. Primero tuvimos paja, después arena y luego ya nos pasamos al carbonato con serrín", dice Teresa. Sin embargo, afirma, a nivel agrícola su comportamiento es muy diferente. "La arena es muy buena para la cama de la vaca pero para nada más. Piensas que tienes purín y lo que tienes es arena y agua. El purín que teníamos antes con la arena no tiene nada que ver con este de ahora a nivel de aporte de nutrientes y además estás llevando cal para las fincas y ya evitas así tener que encalar después", explica.
El purín que teníamos antes con la arena no tiene nada que ver con este, ahora abona
Esa es precisamente otra de las principales ventajas de la utilización de carbonato cálcico en vez de arena en los cubículos. "Es sostenible en el tiempo, pasan los años y no estás deteriorando las tierras, sino al contrario, estás fortaleciéndolas y mejorándolas sin tener que considerar el gasto de encalar, sobre todo teniendo en cuenta los suelos que tenemos en Galicia, que son muy ácidos", aseguran en esta ganadería. Otra de las ventajas es el menor desgaste de las instalaciones, un aspecto importante a tener en cuenta en las explotaciones con sistemas de ordeño robotizado, así como los menores problemas de atascos en los canales del purín y de depósito en las fosas de almacenamiento.

Recomendaciones para la construcción de establos para vacuno de leche

A la hora de construir unas nuevas instalaciones para vacas de leche un buen diseño ahorra costes y maximiza el rendimiento. Cuestiones como la orientación, las dimensiones de los pasillos, la forma de los cubículos, la ventilación e iluminación de la nave o la colocación de elementos como pueden ser los bebederos, son factores determinantes para el éxito en un establo de nueva construcción. Se trata de inversiones importantes que requieren planificación. Un problema recurrente en la mayoría de las explotaciones lácteas gallegas es la capacidad de sus instalaciones. Con márgenes cada vez más reducidos por litro de leche, las ganaderías se han visto obligadas a aumentar su número de cabezas, pero las ampliaciones necesarias para acoger este incremento de la cabaña o la construcción de nuevas instalaciones no ha sido capaz en muchos casos de avanzar a la par.
El problema es que el censo de animales crece pero las instalaciones no se estiran y se produce sobrepoblación
"El problema es que el censo de animales crece pero las instalaciones de las que disponemos no se estiran y, como consecuencia, se produce sobrepoblación. Ante este problema posibles soluciones serían disminuir la recría mediante el uso de semen de cruces cárnicos, aumentar la tasa de eliminación, recurrir a la venta de animales o ampliar las instalaciones, con lo que eso supone en cuanto a coste económico y necesidad posterior de superficie agraria y mano de obra", explica Juan Manuel García Castro, de Albeitaneria Servicios Veterinarios, ubicada en Mazaricos, una de las principales zonas productoras de leche de Galicia. Las condiciones del establo definen en gran medida el sistema de trabajo en la granja, así como el bienestar del ganado y su producción y, por tanto, también la rentabilidad obtenida por el ganadero. Juan Manuel define los derechos de la vaca con el principio de las cinco libertades, según el tratado de bienestar animal, que serían: no sufrir hambre, sed, ni malnutrición; no sufrir estrés físico ni térmico; No sufrir dolor, ni lesiones, ni enfermedad; tener capacidad para mostrar la mayoría de sus patrones naturales de conducta y no sufrir miedo en su relación con el ganadero.
Las condiciones del establo definen en gran medida el sistema de trabajo en la granja, así como el bienestar del ganado y su producción
Pero la percepción de lo que significa el concepto de bienestar animal varía en función de quién lo defina. Así, para un científico el bienestar estaría basado en una buena adaptación de la vaca al medio y una mayor longevidad; el consumidor buscaría animales con calidad de vida, asociada a sistemas de producción más naturales, por ejemplo en extensivo, lo que hace aumentar en la actualidad la demanda de leche de pastoreo y ecológica; y, por su parte, para el ganadero el bienestar de su rebaño consistiría en realizar un buen manejo que aporte alta producción y buen estado del animal, sin lesiones ni enfermedades, maximizando el rendimiento económico de la granja. Orientación: mejor Nordeste-Suroeste A la hora de construir unas nuevas instalaciones es necesaria planificación, ya que hay decisiones difíciles de revertir. "El cemento es más fácil de poner que de quitar y reformar una instalación con los animales dentro siempre es complicado", afirma Juan Manuel, que advierte de que "un mal diseño se sufre y penaliza durante muchos años".
Hay que pensar bien el diseño porque el cemento es más fácil de poner que de quitar y reformar una instalación con los animales dentro siempre es complicado, por lo que un mal diseño se sufre durante muchos años
El primer aspecto a tener en cuenta es la orientación de la nave. En Galicia, una orientación Nordeste-Suroeste protege de la exposición lateral y cenital a los vientos predominantes y reduce la incidencia solar en verano. Juan Manuel recomienda que el diseño permita la división en lotes o "creación de grupos de necesidades similares", algo que será útil en aspectos de nutrición, sanitarios o de alojamiento.
Las vacas nos devuelven el confort en forma de producción y rendimiento económico
Ademas, copiar de otras explotaciones tiene sus riesgos, pero en ese caso "hay que procurar copiar las virtudes y no los defectos de ese otro establo ya construido", evidencia Juan Manuel. Primar el confort de la vaca Las piedras angulares de un buen diseño serían en primer lugar el bienestar de la vaca, en segundo lugar la comodidad, es decir, que facilite la eficiencia en el uso de la mano de obra, en tercer lugar el aspecto económico (coste-beneficio), y, por último, la capacidad de ampliación futura de las instalaciones. Por eso, la lista de prioridades arrancaría en distintos aspectos destinados a lograr un mayor confort y espacio para los animales, con un diseño pensado para el bienestar del ganado, lo que redundará en mejor salud del rebaño. En este sentido, la vaca necesita espacio para descansar limpio y seco, ventilación que facilite un aire limpio en el interior del establo, comida y agua en cantidades adecuadas y espacio para ejercicio, detalla Juan Manuel. Es importante evitar escalones o salientes que puedan producir riesgo de lesiones al ganado Pero a mayores, las instalaciones deben reducir los riesgos de accidentes, limitando al mínimo las posibilidades de que se produzcan lesiones por parte de los animales (evitar escalones, suelos resbaladizos, salientes y giros cerrados) o de que estos enfermen y permitir también un manejo adecuado de las temperaturas extremas para evitar el estrés por calor en la vaca. Aunque lo habitual sea centrarse en el confort de las vacas en producción, Juan Manuel hace un llamamiento a los ganaderos a no descuidar el bienestar tanto de la recría, por ser el futuro de la granja, como de las vacas secas, dado que de este periodo y del de preparto va a depender el arranque de la lactación y posibles enfermedades postparto. Superficie mínima: 10 metros cuadrados por animal Hablar de confort del ganado en unas instalaciones es hablar en primer lugar de amplitud. Juan Manuel considera necesaria al menos una superficie mínima por animal alojado de 10 metros cuadrados.  Diseño de instalaciones y dimensiones de los pasillos con dos filas de cubículos Esa amplitud ha de trasladarse a todos los espacios ocupados por la vaca, incluidos los pasillos, que deben permitir unos buenos accesos a camas, bebederos y comederos. En pasillos de dos filas de cubículos se requieren separaciones de 5 y 4 metros, que en caso de ser de tres filas se incrementaría a un mínimo de 4 metros y medio. Diseño de instalaciones con sistema de cama caliente No debe haber zonas muertas y se deben evitar los pasillos ciegos, permitiendo siempre salidas de fuga a los animales para facilitar la relación entre vacas dominantes y vacas dominadas.
No se trata de sacrificar cubículos para ganar pasillo, sino de no sacrificar pasillo para ganar algún cubículo
Además de pasillos anchos, los pasos de cruce tendrán siempre un mínimo de 2,5 metros cuando no tengan bebedero y 4,2 metros con bebedero, que deben ser siempre accesibles. Confort también para el ganadero Sin embargo, el diseño debe lograr compatibilizar esas necesidades de la vaca con las necesidades del ganadero, a la hora de realizar tareas como la alimentación, el manejo, los movimientos en grupo o la gestión del estiércol o el purín. La eficiencia y seguridad de la mano de obra, la disponibilidad y efectividad en la utilización de los recursos y la rentabilidad son aspectos que debe cumplir un buen establo, sin descuidar otros como el respeto al medio ambiente y la imagen hacia el consumidor, cada vez más importante. ¿Cornadiza o barra limitadora? Diseño de comedero con barra limitadora en vez de cornadiza Dada la importancia de la alimentación en la producción, el comedero debe cumplir con una serie de características, entre las que destaca que sea de fácil limpieza. Por eso, Juan Manuel recomienda superficies como el mármol, el acero inoxidable o la pintura epoxi, porque, asegura, "si el comedero no se limpia es un foco de crecimiento de bacterias nocivas y hace que la mezcla se vuelva más inestable". Aunque añade, "eso también depende de la calidad de los alimentos, porque si los alimentos cargados en el carro son malos, el carro no hace milagros".
Trabados prolongados son un estrés para las vacas, nunca deberían estar más de 4 horas al día
Otra disyuntiva está en elegir entre cornadiza y barra limitadora. Esta última permite mayor libertad para el animal pero, al mismo tiempo, mayor jerarquía y dominancia por parte de las vacas que mandan en el rebaño. La cornadiza, a su vez, permite sujetar a la vaca para su manejo en tareas reproductivas o de tratamiento de enfermedades. Su desventaja, mantiene a los animales atrapados, incrementando su estrés. En todo caso, Juan Manuel recomienda mantener a las vacas sin anclaje a lo largo del día, ya que "trabados prolongados son un estrés para las vacas, así que nunca deberían permanecer trabadas más de 4 horas al día", asegura.
La plataforma del comedero debe medir 1,2 metros de ancho, estar elevada entre 10 y 15 centímetros sobre el suelo de la vaca y disponer de un mínimo de 70 cm por animal
En cuanto a las dimensiones, la plataforma del comedero debe medir 1,2 metros de ancho y debe estar elevada entre 10 y 15 centímetros sobre el suelo de la vaca. Las medidas del comedero también deberían ser distintas si se opta por un modelo o por el otro, con un mínimo de 70 cm de comedero por vaca en caso de cornadiza y 80 con barra limitadora, por el hecho precisamente del incremento de la dominancia en este sistema. Mínimo cada 20 metros un bebedero Una vaca en producción come entre 50 y 60 quilos de comida al día, pero bebe entre 80 y 150 litros de agua, en función de su producción y de la temperatura ambiental. De ahí la importancia de que las instalaciones que albergan ganado bovino cuenten con bebederos suficientes en cuanto a su número y adecuados en cuanto a su colocación.
Se debe disponer de caudal suficiente, ya que una vaca bebe a un ritmo de entre 10 y 20 litros de agua por minuto
Los bebederos deben ser de fácil acceso y estar situados a entre 60 y 80 centímetros de altura sobre el suelo. Cada 20 metros debe haber un bebedero y como mínimo dos por establo, con dimensiones que permitan disponer de entre 9 y 10 centímetros de bebedero por vaca. Es importante potabilizar previamente el agua que llega a ellos, serán de fácil limpieza (mejor de acero inoxidable, recomienda Juan Manuel) y dispondrán de caudal suficiente, ya que una vaca bebe a un ritmo de entre 10 y 20 litros de agua por minuto. Iluminación y ventilación Las condiciones de iluminación del establo también tienen incidencia en la ingesta diaria de la vaca. La luz natural tanto por apertura lateral como superior (por panel traslúcido en el techo) ha de complementarse con luz artificial, que ha de ser blanca, uniforme y sin zonas de sombra. El nivel mínimo sería de 200 lux en el establo y de 500 en la sala de ordeño y las vacas necesitan 16 horas de luz y 8 de penumbra para un correcto ritmo vital. Otro aspecto esencial en el bienestar de la vaca es la presencia de aire fresco en el establo, que se logra mediante la adecuada ventilación de las instalaciones, que puede ser también de dos tipos: natural y forzada. Techos altos y con una pendiente mínima del 20%, un sistema de apertura que permita la salida del aire caliente por la cumbrera con un mínimo de 3 cm de apertura por cada metro de ancho de la nave y con una entrada lateral que debe ser como mínimo 4 veces la salida superior y un alero de 1/3 de la altura lateral de la nave son factores que favorecen una buena circulación del aire. A mayores, puede recurrirse a una ventilación forzada con ventiladores suficientes en cuanto a su número y caudal, colocados siempre en la misma dirección.
La dimensión de la apertura de la cumbrera deberá ser de al menos 3 cm por cada metro de ancho que tenga la nave y la entrada lateral de aire será 4 veces la salida superior del techo
Las prioridades de ventilación de un establo serían, por este orden, la zona de espera de la sala de ordeño, la propia sala de ordeño, el espacio que ocupan las vacas secas y las de preparto, el postparto, las vacas en producción (priorizando las de mayor producción de leche) y finalmente las novillas, ya que resisten mejor el estrés térmico. El pasillo de alimentación y la zona de cubículos es, junto con la sala de ordeño y la de espera, los lugares más importantes a ventilar. Las señales visibles de una mala ventilación serían un olor a amoniaco, la formación de moho, telarañas, señales de oxidación en los elementos, condensación, presencia de animales mojados y distribución heterogénea del ganado en las instalaciones en busca de los lugares más frescos. Descanso Los sistemas de cama caliente son habituales para recría o vacas secas pero poco usados en Galicia en animales en producción. Se necesitan al menos 10 metros cuadrados por vaca Junto con la alimentación, el descanso es otra de las claves para lograr bienestar y producción en una vaca lechera. Al tradicional cubículo, con distintos materiales de relleno (con costes, características y necesidades de mantenimiento también diferentes), se añaden otras posibilidades, como la cama caliente, poco usada en Galicia en vacas de producción pero frecuente sin embargo en vacas secas o preparto. Las camas calientes más habituales son de paja o compost y deberán disponer, al menos, de 10 metros cuadrados de superficie por vaca. El cubículo ha de tener unas propiedades que permitan el descanso de la vaca. Para ello, deberá levantarse o echarse sin miedo ni dolor por golpes con la barra educadora, los separadores o los postes. El cubículo deberá ser además lo suficientemente amplio como para que el animal pueda descansar con patas, ubre y cola dentro del cubículo, podrá girar y descansar la cabeza a ambos lados sin obstáculos y estirar las patas delanteras, para lo cual el limitador frontal de cama será bajo.

¿Cómo se acuesta y se levanta una vaca?

Se calcula que una vaca holstein tipo marca una huella en el suelo cuando está tumbada de 175 centímetros de largo por 120 de ancho, aunque lo más recomendable es adaptar las dimensiones de los cubículos al tamaño y morfología de las vacas de nuestra ganadería. Además de las dimensiones de su cuerpo, hay que tener en cuenta cómo se acuesta y se levanta una vaca, sumando espacio suficiente para el movimiento de la cabeza y el balanceo de su cuerpo. Los defectos más habituales que se cometen en los sistemas de cubículo tienen que ver con sus dimensiones o su estructura y configuración: cubículos cortos o estrechos, con bordillos altos, obstáculos en el espacio de embestida, barra educadora baja, separador inadecuado, limitador de cama delantero alto, etc. Se puede corregir la posición diagonal de la vaca aumentando la longitud de los cubículos colocados cabeza con cabeza o frente a una pared La vaca debe descansar en una cama limpia, seca y cómoda y la elección del material de relleno debe hacerse considerando aspectos como salud de la vaca, coste del material, frecuencia de limpieza y renovación o implicación en el manejo del estiércol/purín. La capacidad de absorción, que permite que la cama esté seca y limpia, y de impedir el crecimiento de gérmenes de mamitis, así como la facilidad y coste de mantenimiento o el potencial de resbalones, rozaduras en corvejones o hinchazones y lesiones son diferentes en arena, carbonato, serrín, paja o colchoneta de goma. Pero, en todo caso, Juan Manuel recomienda que el relleno tenga un mínimo de 15 centímetros de profundidad. "Deberíamos poder tirarnos de golpe sin lastimarnos", ejemplifica.
La altura del relleno del cubículo dispondrá de al menos 15 cm de profundidad
En este sentido, indica que según revelan diversos estudios, "las vacas pasan tumbadas en los cubículos 2,3 horas al día menos cuando el nivel de arena está entre 13 y 14 centímetros por debajo del nivel del bordillo en comparación con cuando el cubículo está lleno, es decir, 25 minutos de descanso menos por cada 2,5 centímetros que falten en el relleno". Y esa falta de descanso, son también litros de leche de menos en el tanque. 

Casa Gallardo, una ganadería premiada por la calidad higiénico-sanitaria de su leche

Esther, Antonio y Yoel, su sobrino, que esta temporada ha estado ayudándoles en la explotación La historia de Casa Gallardo, en Vilarmao (Guntín), es la historia de muchas otras explotaciones familiares gallegas, que han hecho un importante esfuerzo en los últimos años por ir adaptando sus instalaciones y mejorando el manejo del ganado hasta conseguir niveles de excelencia en la calidad de su leche, algo que no está condicionado por el tamaño de la ganadería. En casa Gallardo tienen en este momento 100 cabezas totales, la mitad de ellas en producción. Las limitaciones de espacio en el establo les obliga a sacar el máximo partido la cada animal y con 35 hectáreas de superficie agraria dedicadas a pradera han ido adaptando su ración, a base de hierba y bagazo de cerveza, para lograr litros sin perder calidades. Otro de los cambios que han introducido en esta explotación, que gestionan Antonio Sufuentes y su mujer Esther Vázquez sin contratación de ayuda externa, ha sido el cambio del carbonato por serrín en las camas, un material que les está dando buenos resultados, como demuestran las analíticas, con niveles inferiores a 100.000 células somáticas y por debajo de las 10.000 unidades formadoras de colonias en bacteriología. Estas cifras le han servido a esta ganadería familiar de Guntín para lograr el pasado mes de noviembre el Premio Exceleite, otorgado por la Xunta en base a los análisis realizados por el Ligal. "Para nosotros fue una sorpresa, no sabíamos ni que había ese premio. De hecho, el día que nos comunicaron que estábamos seleccionados me mandaron de la Consellería un mensaje al móvil, pero tenía aquí el saneamiento y ni caso le hice", recuerda Antonio, que le resta importancia al galardón en sí pero al mismo tempo admite: "te gusta que te reconozcan el trabajo, nosotros siempre procuramos hacer las cosas bien, así que motiva para seguir y no deja de ser un honor en ese sentido". De la carne a la leche En Casa Gallardo siempre había habido vacas, pero la explotación estaba enfocada fundamentalmente a la producción de carne con animales de raza rubia gallega. "Mis padres tenían vacas rubias, yo trabajé fuera muchos años y cuando nos casamos decidimos coger la explotación y cambiar las vacas rubias por vacas pintas. En la producción de leche empezamos casi de cero, porque no teníamos cuota y tuvimos que comprar. El último año de vigencia del sistema de cuotas aún invertimos un buen capital, pues habíamos comprado 90.000 de cuota ese año, justo antes de que desapareciesen. El problema del campo es que siempre hemos estado autoengañándonos, porque nosotros ya vendíamos algo de leche de las vacas rubias pero cuando fue de establecer las cuotas no se había comunicado y después a la hora de la verdad, esa producción de leche no figuraba", recuerda Antonio.
El problema del campo es que siempre hemos estado autoengañándonos
Él se incorporó en 1999 y en aquel momento tomó la decisión de aprovechar las instalaciones con las que ya contaba, pero eso le ha obligado a tener que realizar continuas reformas en el establo en estos treinta años. "Empezamos con los animales trabados y sin sala, con una ordeñadora de cántaro. Quisimos aprovechar el establo de las vacas rubias, que tenía capacidad para 15 animales. Dejamos el centro para el pasillo de alimentación y ampliamos para los lados. Tiramos las paredes exteriores y metimos los cubículos. Los tejados son los que había, pero el resto lo reformamos todo y lo hicimos todo nosotros, con mano de obra de la casa", resume Antonio. "Fue una lástima no haber empezado de nuevo en una finca ahí abajo", lamenta hoy Esther. Su marido está de acuerdo pero justifica que "en aquel momento estabas muy limitado por la cuota". "Decían que era para mantener los precios, pero yo no estoy de acuerdo, porque cuando estábamos en el régimen de cuotas también habíamos tenido años de precios bajos. Ahora también los hay, pero por lo menos puedes producir", dice. Trabajar más cómodo Desde noviembre echan serrín en las camas pero no disponen de limpieza automática Aquella decisión de aprovechar lo que ya había sigue condicionando a día de hoy el funcionamiento de la ganadería y la comodidad a la hora de trabajar en ella. Además de los problemas de espacio, que les impiden aumentar el número de animales, no cuentan por ejemplo con limpieza automática, que es la próxima reforma que tienen en mente. "Adaptar un establo como este para arrobaderas es difícil. Ya le llevo dado muchas vueltas a cómo hacerlo pero no es fácil. En primer lugar, para hacer las obras ya tienes que echar las vacas fuera y ya pierdes producción porque las vacas no quieren cambios", razona.
Relevo no hay y para nosotros nos llegan las vacas que tenemos. No prevemos ampliar, simplemente modernizar un par de cosas y nada más
En Vilarmao han ido poco a poco cerrando todas las explotaciones de leche que había y Casa Gallardo no cuenta tampoco a priori con relevo. "Tenemos dos hijas pero están ya trabajando, han buscado otra alternativa, así que relevo no hay y para nosotros nos llegan las vacas que tenemos. No hemos previsto ampliar, simplemente modernizar un par de cosas para trabajar más cómodo y nada más", indica Antonio. Reconoce, con todo, que "cuando llegue ese momento de cerrar seguro que me va a doler". 35 hectáreas de superficie La explotación cuenta con una superficie agraria de unas 35 hectáreas, la mitad de ellas en alquiler, situadas en un radio de unos 3 kilómetros. "En esta zona quedamos nosotros solos. En lo que es este pueblo ya llevamos nosotros todas las fincas prácticamente y hay gente de las parroquias de al lado que han dejado las vacas y que te piden que les lleves las fincas pero no damos abasto al ser dos solos y si metes un empleado ya tienes que ampliar y además que no es fácil encontrar", explican. Esta temporada de confinamiento la ha pasado con ellos su sobrino y ahijado Yoel, que les ha ayudado en toda la campaña del ensilado. "Aquí trabajo siempre hay, porque el trabajo agrario lo hacemos también todo nosotros. Aquí no hemos notado el confinamiento en eso, y al coincidir en plena campaña menos. Pero aun así yo no lo cambio, porque tener que estar metido dos meses en un piso sin salir tiene que ser fastidiado", opina Antonio. Maquinaria propia para no depender de empresas externas En el último año compraron un tractor y una cisterna Casa Gallardo es también autosuficiente en cuanto a la maquinaria. Tiene cuatro tractores, el último comprado esta misma primavera, un CASE IH 135, "y en las campañas no descansa ninguno, hacen falta todos", dicen. Cuentan además con carro mezclador (enganchado al tractor viejo de la casa), todos los aperos necesarios para segar, juntar y enrollar la hierba y una cisterna para echar el purín comprada también este año y que viene ya adaptada para poder incorporar inyectores cuando la normativa obligue a usarlos en vez de los sistemas de plato habituales. Pero sin duda, la máquina que más trabaja en la ganadería es una telescópica pequeña, la primera vendida en España de este modelo, que en 5 años acumula ya más de 5.000 horas. "Le hacemos 1.000 horas por año, ya tiene las ruedas lisas, trabaja día y noche, funciona todo el rato, la usamos para limpiar el establo, para gradar las camas, para sacar el estiércol, para echar en el carro todos los elementos de la ración", enumera Esther. Ensilan toda la hierba en bolas En esta explotación han parado de cultivar maíz hace 5 años porque "para echar para el jabalí es mejor no sembrar", afirma Antonio. Eso los ha obligado a recomponer la ración incrementando en 2 kilos más la harina de maíz, que pasó de 5 a 7 kilos. "No he notado nada en la calidad de la leche ni en la salud de las vacas, en mi cuerpo sí, y en los tractores también", argumenta, porque "en la época de sembrar el maíz andabas como un loco para ensilar la hierba y preparar las tierras y después estabas en tensión constante porque había que cerrar las fincas y vigilar el cierre a diario para que no te entrasen, así que hoy pienso que los jabalíes hasta me hicieron un favor, porque vivo más despreocupado", ríe.
Para echar para el jabalí es mucho mejor no sembrar maíz
Protegen los silos con una red para evitar que los agujereen los pájaros u otros animales Desde hace dos años ensilan toda la hierba en rollos, un sistema al que le ven ventajas. "Para nosotros es más cómodo, ensilamos nosotros sin depender de nadie y la calidad es mejor porque recoges las fincas según van viniendo, y también es mejor la conservación porque estás abriendo un silo nuevo todos los días", argumenta Esther. Hacen unos 1.200 rollos al año entre hierba seca y silo y, además de buscar el momento óptimo de recogida para lograr una calidad óptima, procuran mantener los forrajes en buen estado hasta el momento de consumirlo. La hierba seca la tienen en un pajar nuevo que han construído con el sistema de invernadero y al silo le echan una malla por arriba para protegerlo de posibles picaduras.
Al no tener silo de maíz tienes que cuidar mucho el silo de hierba
Hace tres años que compraron una rotoempacadora que es también picadora, para poder emplear el silo de los rollos en el carro. Usan dos bolas cada día y mezclan ensilados de calidades distintas para que no haya cambios a lo largo del año y la ración sea lo más homogénea posible. "Lo bueno de los rollos es que puedes mezclar dos silos, puedes coger un rollo de la primera corta de hierba de este año, que es forraje más tierno y más húmedo, y uno de las últimas cortas del año pasado, que es hierba más seca y más fibrosa, de este modo logras una mezcla homogénea todo el año. De hecho, nosotros llevamos dos años sin meter seco en el carro, ni hierba seca ni paja", explica Antonio.
Lo bueno de los rollos es que te permite mezclar distintas calidades de ensilado para que la ración sea homogénea todo el año
"Al no tener silo de maíz tienes que cuidar mucho la calidad del silo de hierba y con los rollos abres silo nuevo todos los días, en los de trinchera empiezas hoy un silo y está muy bien durante un mes, pero después por las orillas ya empieza a perderse. Antes hacíamos un montón de abono de los desperdicios que tenías, ahora nada", asegura.   

Bagazo de cerveza en la ración desde hace 20 años

Sin el silo de maíz en la ración, el silo de hierba es el protagonista de la alimentación del ganado en esta explotación junto con el bagazo de cerveza. Hay ya más de 20 años que lo emplean. Lo traen de Portugal, de la Super Bock y Antonio aun recuerda la aventura que fue conseguirlo. "Hay más de 20 años que lo usamos, aun no existía el euro. Comenzamos trayendo el bagazo de cebada de la Mahou de Madrid, porque Estrella Galicia entonces tenía poca producción y solo tenía un cupo para los ganaderos de la zona. Con la Mahou pasaba un poco igual, en verano tenías el bagazo que quisieras porque hacían más cerveza, pero en invierno no te lo servían porque lo acababan repartiéndolo en la zona más próxima, así que un día nos marchamos tres de aquí a la aventura a Oporto en busca de la fábrica de la Super Bock. Preguntando por allí dimos con ella pero no nos querían vender, hasta que les dijimos que pagábamos la mercancía dinero en mano. Fuimos los primeros a los que sirvieron en España", recuerda Antonio. A día de hoy tendrían posibilidad de conseguir el bagazo de cerveza más cerca, pero en Casa Gallardo consideran que la calidad no es comparable. "De precio nos sale un poco más caro, pero la calidad es superior, no merma nada porque viene más seco y tiene más proteína", dicen.
Con el bagazo de cebada haces una ración super barata pero si tiras mucho del bagazo hay leche pero no hay grasa, que cae mucho
El problema del bagazo de cebada, igual que el de otros subproductos industriales como la pulpa de remolacha, es que "es bastante inestable en verano". "Hay que tener mucho cuidado con sellarlo y taparlo bien y a la hora de hacer los cortes", asegura Antonio. En esta explotación traen una bañera con 27.000 kilos de bagazo de cebada y lo ensilan en trinchera. Les dura un mes. "Con el bagazo de cebada haces una ración super barata pero si tiras mucho del bagazo tienes leche pero no hay grasa, cae mucho", explica Antonio. "Nosotros durante mucho tiempo estuvimos solo con silo de hierba, 20 kilos de bagazo de cerveza y harina de maíz pero no subíamos del 3,40 de grasa. Cuando las industrias comenzaron a exigir calidad bajamos al bagazo y fue cuando introducimos la pulpa y la colza. La pulpa la introduje con idea de subir a la grasa y lo que me sube es la proteína, lo tengo muy comprobado", cuenta. No emplean concentrado La ración a día de hoy la tienen estabilizada en 30 kilos de silo de hierba, 7 kilos de bagazo de cebada, 7 kilos de harina de maíz, 3 kilos de colza y un kilo y medio de pulpa de remolacha seca granulada. "No gastamos pienso, trabajamos todo con materias primas, que compramos a distintos proveedores", explican.
No gastamos pienso, trabajamos todo con materias primas
Además del bagazo de la Super Bock, emplean maíz y colza que les sirve Almacenes Chaos Montero de Sarria y pulpa de remolacha de la cooperativa Aira. El hecho de no consumir todos los insumos de Aira los penalizaba en la entrega de la leche, por lo que desde hace año y medio se cambiaron a Reny Picot, con quien ya habían trabajado hacía muchos años. "Ya habíamos vendido la leche a Reny Picot hace mucho tiempo. Después siempre entregamos a la cooperativa, primero a Planmiño y luego a Agris (surgida en el 2004 de la fusión de Fricoaga de Friol, Leitulla de Palas de Rei y Planmiño de Lugo y ahora integrada en Aira). En Agris estábamos muy contentos, éramos todos una familia, una piña, y podías opinar. Ahora seguimos siendo socios de Aira pero ya no entregamos la leche a la cooperativa porque no nos parece de recibo que nos penalicen en el precio de la leche por no comprar el pienso a Aira", argumenta Antonio. Recría de sobra y secado corto La recría y las vacas secas disponen de un patio con comederos La producción de Casa Gallardo en este momento es de 3.400 litros cada dos días, con un 3,72% de grasa y un 3,28% de proteína, lo que supone un promedio diario de 34,5 litros por vaca. Ordeñan dos veces al día, a las 8 de la mañana y de la noche, y no barajan la instalación de un robot de ordeño por la importante inversión que supone. Al disponer de un espacio limitado en el establo no tienen capacidad para incrementar el número de cabezas y su estrategia se basa en sacar el máximo partido a las vacas que ordeñan en cada momento. "Tenemos que aprovechar las lactaciones, por lo que hacemos un secado corto de 45 días, porque no tenemos sitio para más vacas en el establo", explica Antonio. "Las secas las tenemos fuera solo con lo que comen en los comederos", cuenta.
Tenemos que aprovechar las lactaciones, por lo que hacemos un secado corto de 45 días, porque no tenemos sitio para más vacas en el establo
También en las novillas el proceso de recría se completa fuera. Una vez destetadas las terneras abandonan los boxes y pasan a una cuadra donde están con cama de serrín, pero a partir de los siete meses salen a un patio al lado de la explotación en el que cuentan con comederos para hierba seca y silo de hierba, que tienen a discreción. "A mayores de eso las metemos por la noche y les hago una ración para ellas en el carro con bagazo, hierba seca y harina de maíz para complementar la hierba que comen en los comederos", indica.
Siempre tenemos terneras de sobra y por eso no aguantamos mucho las vacas
Cuentan con recría de sobra para las necesidades de la explotación y eso les permite mayor libertad a la hora de hacer los descartes. "Ponemos cruce a algo menos de la mitad de las vacas y del resto recriamos todo cuando sale hembra. No usamos semen sexado, solo lo pusimos durante una temporada, durante 8 meses, porque ese año había coincidido que nos habían salido muchos machos y decidimos poner sexado para asegurar recría suficiente. Pero no me convenció, pienso que las novillas de sexado son más débiles, o por lo menos aquí nos aguantaron menos tiempo en el establo que las otras", argumenta.
Hasta el tercer parto las vacas no acostumbran dar problemas, después muchas veces ya las tienes que aguantar a base de más gasto
La longevidad en esta ganadería es de entre 3 y 4 partos de promedio, aunque muchas veces tienen que hacer sitio en el establo para las novillas próximas al parto, lo que les obliga la mandan vacas al matadero que podrían seguir dando leche. "Siempre tenemos terneras de sobra y por eso no aguantamos mucho las vacas. Hasta el tercer parto las vacas no suelen dar problemas, pero después muchas veces ya las aguantas a base de más gasto", justifica. Semen canadiense y de Fontao Con todo, Antonio opina que "la producción estar está en las vacas más que en las primerizas, eso se nota bien en el tanque, aunque con la genética se está mejorando mucho en la producción de leche de las novillas al primer parto", dice. "Yo cada vez selecciono más y busco durabilidad porque antes aún sacabas algún dinero de los descartes, nosotros mandamos a través de un tratante para Frigoríficos Bandeira, pero ahora a raíz del coronavirus el precio ha bajado mucho y las vacas gordas las pagan al precio de las delgadas", lamenta.
Antes aún sacabas algún dinero de los descartes, pero a raíz del coronavirus el precio ha bajado mucho y ahora las vacas gordas las pagan al precio de las delgadas
Casa Gallardo lleva "muchos años, desde que nos pasamos a las vacas de leche" comprando semen canadiense y trabaja con el programa de acoplamento Optimate de Semex, que le permite llegar hasta la 7ª generación. "Meto algún toro de Fontao también, pero la mayor parte de lo que ponemos es semen canadiense", cuenta. Introducción de serrín en las camas El último de los cambios en el manejo del ganado que han hecho Antonio y Esther ha sido el relevo del carbonato por serrín en la cama de las vacas en producción. "Llevábamos mucho tiempo usando carbonato, que es un material muy bueno pero que apelmaza mucho. Cambiamos a serrín en noviembre pasado y estamos muy contentos. Al principio nos echaba para atrás el cambio por miedo a tener más problemas de mamitis y empezamos a probarlo en la recría y en las parideras y a mezclarlo con carbonato en las camas de las vacas en producción por miedo, pero ahora ya empleamos serrín solo y nos va bien", explica Esther. Los pocos problemas de mamitis que tenían en esta ganadería los resolvieron con un pequeño cambio en el sistema de ordeño en la sala. "Usábamos las pezoneras originales de la casa pero nos daban problemas y cada vez que las renovábamos saltaban casos de mamitis. Pero desde que nos pasamos a las pezoneras triangulares se acabaron los problemas de mamitis que teníamos de vez en cuando", cuenta Antonio.

Tipos de camas para vacas de leche: análisis comparativa

A la hora de poner en marcha una explotación de leche se presentan varias disyuntivas en las que el ganadero debe tomar una decisión. Una de ellas es escoger entre robot o sala de ordeño; otra, el tipo de cama para el ganado. Analizamos desde distintos puntos de vista las ventajas y inconvenientes de los distintos materiales empleados más frecuentemente. Este fue uno de los aspectos de la producción de leche abordados en las últimas jornadas técnicas organizadas por Seragro, donde distintos profesionales mostraron su visión sobre la incidencia del tipo de cama en el bienestar del ganado y en los resultados productivos conseguidos. Gonzalo Gómez Grobas, del servicio de gestión técnico-económica de Seragro, hizo un análisis de la situación actual de las camas en nuestra comunidad en función del tipo de ganadería y del material empleado. Los dos sistemas más frecuentes en Galicia en las camas de las vacas en producción son la arena y la mezcla de serrín con carbonato cálcico, aunque en los últimos tiempos y empujado por las mayores exigencias sobre el purín se está introduciendo también el compost y perviven aún ganaderías con camas de goma.
Las explotaciones más grandes emplean arena, las intermedias materiales como serrín, viruta y cascarilla y en las pequeñas perviven aún las mantas de goma
La antigüedad de las instalaciones y el tamaño de la explotación determinan también el tipo de material empleado. De este modo, afirmó, "cuanto más grande es la granja más tiende a la arena", que usan solo el 7% de las ganaderías de menos de 50 vacas, el 20% de las que tienen entre 50 y 100 animales, el 35% de las que están entre 100 y 150, el 46% de las que se sitúan entre 150 y 200 y el 62% de la que cuentan con más de 200 vacas. Al contrario que las mantas de goma, que perviven sobre todo en explotaciones de pequeño tamaño (el 28% de las explotaciones de menos de 50 vacas tienen este sistema frente a únicamente el 3% en el caso de las de más de 200 cabezas). También influye la localización geográfica, dado que "en la provincia de A Coruña es donde más camas de serrín hay porque también es donde más aserraderos hay", argumentó. Materiales como el serrín, la viruta o la cascarrilla son utilizados sobre todo por explotaciones de tamaño intermedio, de entre 50 y 150 vacas. Gonzalo explicó que, independientemente del material empleado o del tamaño de la explotación, hay una diferencia de 6 litros diarios en producción por vaca en función del estado de las camas si el mantenimiento es óptimo con respecto a si es deficiente. "Una cama buena o mala determina 6 litros de diferencia en producción por vaca y día. No es solo por la cama, sino que como está la cama es también un indicativo de cómo se hace el manejo en otros aspectos", considera.
Una cama buena o mala determina 6 litros de diferencia en producción por vaca y día
"Una cama tiene que estar seca, limpia y bien trabajada, eso es un bueno manejo de la cama", afirmó, y explicó que "cuando el material es barato la gente encama más a menudo y los cubículos acostumbran estar más llenos". También indicó que la época del año también influye en el estado de las camas. "Influyen factores como la humedad, muy importante cuando se usa compost, pero también aspectos del comportamiento del ganado. En verano las vacas se acuestan y se levantan más veces porque están más estresadas y tiran más material", dijo.

Diferencias de coste considerables

Gonzalo Gómez Grobas El técnico de Seragro, que asesora a las explotaciones desde el punto de vista de su gestión económica, comparó el coste actual de las distintas alternativas utilizadas para el descanso de las vacas en Galicia. Estudiando únicamente el coste de adquisición del material empleado en los cubículos, el más económico sería el compost, dado que es generado en la propia explotación y no es necesario comprarlo, seguido, por esta orden, de la arena, la paja, el carbonato y el serrín.
El gasto anual usando serrín con carbonato casi duplica al de la arena
La diferencia de coste anual para un rebaño de 100 cabezas en producción es considerable. El gasto sería de 5.000 euros en arena, 7.000 euros en paja (aunque el coste por tonelada es el mayor de todos, se emplea menor cantidad -kg/día- que en el resto de sistemas), 8.000 euros en manta de goma con relleno, 10.000 euros empleando mezcla de serrín con carbonato y 12.000 euros usando solo serrín. Así pues, el coste del serrín con carbonato, una de las alternativas más empleadas junto con la arena, prácticamente duplicaría a la arena.

COSTE DEL MATERIAL EMPLEADO EN EL ENCAMADO

                            Arena   Serrín   Serrín+carbonato    Paja   Goma+relleno Kg/vaca/día              12          5                   6                               2                4 €/tonelada                11,54   66,66          44,50                        95              54,40 €/vaca/día                 0,14      0,33             0,27                         0,19           0,22 €/año/100 vacas     5.054   12.165        9.745                       6.935         7.957 Cuando se emplea compost elaborado a partir de la fracción sólida del purín como material lo caro es la compra del separador, que asciende a unos 100.000 euros, y supone también un incremento mensual en la factura eléctrica de la granja, que varía en función de las horas de funcionamiento necesarias, debido al consumo del sistema de higienización, que deriva en un coste energético importante. Teniendo en cuenta estos dos factores (coste de adquisición del separador y consumo eléctrico necesario para la higienización) la utilización de las camas de compost resulta el sistema más caro a pesar de que el material en sí es el más barato.
Los daños que provoca la arena en las instalaciones supone 300 euros más al año en mantenimiento por el desgaste y 870 de la retirada de los residuos de la fosa del purín
En el caso de las camas de goma o de goma con relleno habría también un coste inicial, el de adquisición de las mantas de goma, que sería de unos 200 euros por unidad. En cuanto al desgaste de las instalaciones, se estima que en el caso de la arena supone un promedio de 300 euros más al año con respeto al resto de sistemas en mantenimiento, así como otros 870 euros a mayores cada año en la retirada de los residuos de la fosa del purín.
En los casos de cama de compost hay un coste energético importante por el consumo del sistema de higienización, que tiene además un coste de adquisición elevado
En cuanto a la mano de obra necesaria, cuando se utiliza mezcla de carbonato y serrín el coste es superior por el tiempo necesario empleado tanto en hacer la mezcla de materiales como en trabajar la cama, que endurece más, al igual que el compost también compacta más y requiere más tiempo para su elaboración. El coste de adquisición de una encamadora para arena, serrín, carbonato o compost rondaría los 5.000 euros, mientras que para paja subiría hasta los 12.000 euros, destacó finalmente Gonzalo.

Incidencia sobre la salud podal

Jose Maria Garcia Nieto Su compañero José María García Nieto, del servicio de podología de Seragro, hizo, por su parte, un repaso a los distintos problemas que más frecuentemente presentan las vacas de leche estabuladas en los cascos poniéndolos en relación con el tipo de material de cama existente en la ganadería. Desde Seragro analizaron durante dos años el comportamiento de 23.434 vacas en 131 explotaciones lecheras estabuladas, de las que 42 usaban arena, 36 cama de goma y las 53 restantes serrín, paja o mezcla de carbonato con serrín. El 27% de las intervenciones fueron urgencias y las restantes, revisiones podolóxicas periódicas. El 35% del total de vacas estaban cojas y en cuanto a las incidencias y patologías más frecuentes que presentaban, el 36% de los animales tenían úlcera en la planta, uno de cada cuatro enfermedad de debilitamiento y separación de la línea blanca, un 5% hemorragia localizada (predecesora de la enfermedad de la línea blanca), en otro tanto de los casos suela fina y un 2% de los animales flemón interdigital.
El material de relleno de la cama determina el tipo de enfermedad podológica más habitual en la ganadería
El material de relleno de la cama determina el tipo de enfermedad podológica más habitual en la ganadería así como su grado de incidencia. "Globalmente las que mejor se comportan para las enfermedades de podología son las camas de arena, seguido del serrín-carbonato, y la que peor, la colchoneta, aunque hay diferencias en función de la enfermedad podal de la que se trate", afirmó José María.
El 12% de las vacas que duermen en cubículos con arena presenta la enfermedad de suela fina por desgaste, que no se da con otro tipo de materiales de relleno
Así, el 42% de las vacas que duermen en mantas de goma presentan úlceras. "Las granjas con mantas de goma tienen más úlceras porque no son camas tan confortables como el resto de materiales y las vacas descansan menos y pasan más tiempo de pie", aseguró. Por otra parte, las enfermedades de suela fina por desgaste solo se da en los cubículos con arena, indicó, con un porcentaje de incidencia del 12%. "El desgaste en las camas de arena depende del trayecto que caminen las vacas para ir a beber, a comer o a ordeñarse y también de si los patios son nuevos o no", explicó.
La menor incidencia de cojeras se da en cubículos con arena, mientras que las mantas de goma provocan mayor número de patologías, sobre todo úlceras
Según los datos aportados por José María, la menor incidencia de cojeras, así como de las demás patologías, se da en cubículos con arena, seguido de los rellenos de serrín o carbonato, mientras que 4 de cada 10 vacas cojas descansaban en manta de goma. Este material también provoca mayores porcentajes de repetición de cojeras (24%) en los animales tratados una vez curados, aunque el técnico de Seragro indicó que "las vacas desde que están cojas una vez las probabilidades de volver a estar cojas otra vez en su vida son mayores".
Las vacas desde que están cojas una vez las probabilidades de volver a estar cojas otra vez en su vida son mayores
Para reducir el número de animales aquejados de problemas en los pies, el técnico de Seragro recomendó encamar "por lo menos" una vez a la semana "con suficiente cantidad de material" y arar las camas "una vez al día al menos, sobre todo en las camas de serrín-carbonato, que endurecen más", dijo.

Efecto de la arena en las tierras

Adolfo Lopez Fabal Uno de los contratiempos que provoca el uso de arena en los cubículos del ganado es su acumulación en la fosa del purín. Muchas ganaderías no retiran esa arena de manera separada, sino que es esparcida en las tierras de labor y praderas mezclada con el purín. Adolfo López Fabal, doctor ingeniero agrónomo e investigador de la USC explicó el efecto que tiene el depósito de esa arena sobre la fertilidad física de los suelos. "El suelo es un capital que la explotación tiene y que es irremprazable, por lo que hay que cuidarlo", aseguró. La fertilidad (la capacidad del suelo de proporcionar a las plantas buenas condiciones para su correcto crecimiento y desarrollo), explicó, tiene que ver con sus propiedades físicas (anclaje, extensión radicular, aireación, disponibilidad de agua), químicas (nutrientes, fitotóxicos) y biológicas (microbioloxía, micro y mesofauna).
La adición de arena procedente de las camas, vía purín, puede alterar la fertilidad del suelo
Por eso, dijo Adolfo, "la adición de arena procedente de las camas, vía purín, puede alterar la fertilidad del suelo". "El suelo no es algo estático y podemos influir en su evolución o en cómo va cambiando, pero su evolución va a depender del material de partida (pizarras y cuarcitas en el este de Galicia y granitos en el oeste) y eso nos da suelos diferentes", explicó.
Cuando los suelos se degradan muchas veces se degradan para siempre porque después esas propiedades físicas son muy difíciles de revertir
"El suelo va ganando en profundidad y en materia orgánica con el paso de los años, pero es un proceso largo que puede llevar muchos siglos e incluso miles de años. Además, las propiedades físicas cuando son malas son muy difíciles de corregir, por lo que los suelos cuando se degradan muchas veces se degradan para siempre porque después son muy difíciles de revertir", aseguró. Por ese motivo también recomendó "no dejar nunca zonas en pendiente sin cultivo en invierno, una vez recogido el maíz, por ejemplo, porque la tierra que se pierde no se recupera en miles de años". Propuso echar un cultivo de invierno para evitar la erosión e incluso poner pacas de hierba seca o hacer unos surcos profundos en la parte baja de las parcelas para poder recoger esa tierra cuando hay escorrentía. Es más problemático echarla en unos suelos que en otros Un suelo equilibrado en cuanto a sus características funcionales se denominaría suelo franco, compuesto por un 40% de arena, otro 40% de limo y un 20% de arcilla. La arcilla aporta mejor fertilidad a largo plazo, ya que permite tener más reserva de nutrientes y retiene también mejor el agua que los suelos arenosos, que sin embargo drenan mejor y son más fáciles de trabajar, pero por el contrario también sufren más problemas de sequía en verano y retienen menos nutrientes.
Si el suelo es areoso estamos incidiendo en un problema que ya tiene el suelo, pero si el suelo es limoso o arcilloso con el aporte de arena estamos incluso mejorando el suelo
Como no todos los suelos tienen las mismas características, tampoco la arena afecta de igual manera en todas las parcelas. "Si partimos de un suelo franco estaríamos pasando enseguida a un suelo arenoso y si el suelo es arenoso estamos incidiendo en un problema que ya tiene el suelo, pero si el suelo es limoso o arcilloso con el aporte de arena estamos incluso mejorando el suelo", contó. Pero los suelos en Galicia acostumbran ser franco-arenosos. "Los suelos de granito son muy arenosos y también los de esquistos, que son los segundos más frecuentes en nuestra comunidad", explicó este ingeniero agrónomo del Campus Terra. "La arena procedente de los cubículos hace más arenoso el suelo, porque es un material inerte que no se descompone, por lo que tiene un efecto aditivo, es decir, no desaparece y se va sumando la arena que añadimos un año con la del año siguiente. Vamos acumulando dosis", afirmó Adolfo.
Hay que repartir la arena en la base territorial, evitando acumular dosis elevadas siempre en las mismas parcelas
En una tierra de labor en la que durante 25 años se eche toda la arena procedente de las camas de las vacas de la ganadería se le estaría añadiendo unas 3.000 toneladas por hectárea, calculó, cuando 500 toneladas por hectárea sería el límite máximo de aporte de arena aceptable por parte del suelo. "Serían muchos años echando arena si repartimos la arena proporcionalmente en todas las fincas, pero si por comodidad echamos siempre en las mismas parcelas por estar más próximas el problema se incrementa", dijo. Medidas correctoras Otra estrategia sería sacrificar alguna de las parcelas que tengamos y que sea ya de por sí poco productiva, echando la arena siempre en ella para no perjudicar al resto. "Cuando las fincas que tenemos ya son de por sí arenosas, se puede concentrar la aplicación en poca superficie, que se sacrifica, eso sí, de manera irreversible", indicó. Las consecuencias del deterioro de un suelo debido a los continuos aportes de arena son irreversibles, pero se pueden corregir echando más materia orgánica. "Un suelo al que aportamos materia orgánica mejora en la retención de agua y nutrientes, por lo que se puede corregir la falta de arcilla en el suelo aportando materia orgánica", explicó. Sin embargo, como la materia orgánica se degrada y la arena no, ese sobreabonado de esa parcela hay que hacerlo a partir de entonces todos los años.
Las técnicas paliativas de los efectos de dosis elevadas de arena en suelos ya de por sí arenosos serían dos: aumentar el nivel de humus (materia orgánica) si es bajo y el labrado ocasional más profundo (desfonde), aunque esto no siempre es viable
Otra manera de mitigar las consecuencias de la arena en el suelo sería labrar más profundo en esas parcelas, para mezclar la arena con más cantidad de suelo, reduciendo de este modo su incidencia sobre el suelo. Pero no siempre se puede aplicar esta técnica paliativa de desfonde a 50 centímetros porque en ocasiones la profundidad del suelo no lo permite porque debajo hay limo o piedras, argumentó Adolfo. Además, la fertilidad global disminuye, porque estamos trayendo a la superficie y mezclando la materia orgánica con tierra que no fue abonada.
El problema de la incorporación de la arena de las camas al suelo es posible sobrellevarlo si hacemos un uso adecuado de esa arena, estudiando en qué tierras se echa y qué uso posterior se va a dar a esas tierras
Así pues, concluyó este experto, "el problema de la incorporación de la arena de las camas al suelo es posible sobrellevarlo si hacemos un uso adecuado de esa arena, estudiando en qué tierras se echa y qué uso posterior se va a dar a esas tierras", afirmó.

"El compost es un buen material para la salud de la ubre y puede usarse sin problema en Galicia"

Cama de compost en SAT O Liñar de Sarria Oriol Franquesa Oller es veterinario especialista en calidad de la leche en Q-Llet y trabaja en granjas en Cataluña, donde llevan más tiempo que en Galicia empleando camas de compost. "En calidad de leche la arena sigue ganando, pero el el compost es una alternativa que permite una reducción de costes en la explotación. Además, el compost tiene menos problemas de manejo que la arena y estamos reciclando un residuo de la granja, por lo que no hay que comprar otro material y cuando va para el campo es mejor material aún. En definitiva, el compost es un buen material para la salud de la ubre y se puede usar en Galicia", asegura. Existen distintas modalidades en cuanto al uso de compost en la cama. Una de ellas es la cama fría, utilizada tanto en vacas en producción como en vacas secas o recría (lo más común en Galicia). Para su uso se requiere una mayor superficie a cubierto en las instalaciones pero se ahorran los cubículos y el cemento, ya que se usa directamente sobre la tierra, a la que se añade una capa inicial de material (normalmente serrín o viruta aunque puede ser también paja), que se trabaja después removiéndola a diario mezclada con los excrementos del ganado para que seque y enfríe en la parte superficial, la que está en contacto con los animales.
En la cama fría de compost la densidad es un factor limitante en cuanto a resultados: con 14 metros cuadrados por vaca es una maravilla pero con 8 metros cuadrados por vaca se convierte en una pesadilla
"La densidad es un factor limitante en cuanto a resultados. Con 14 metros cuadrados por vaca es una maravilla pero con 8 metros cuadrados por vaca se convierte en una pesadilla", asegura. En cuanto al manejo, "hay que airear dos veces al día y cuanto más hondo en cuanto a profundidad de fresado mejor", dice. Vacas secas en cama fría de compost en Ganadería Varela de Castro de Rei La clave para que el sistema de cama fría de compost funcione consiste en controlar la temperatura de la cama. "Debe estar por debajo de 35-40ºC medida a 15-20 centímetros del suelo. La superficie debe estar fría y si hay humedad hay que añadir más material", recomienda. "La cantidad dependerá de la densidad de animales que tengamos, de la ventilación de las instalaciones o de la humedad ambiental que haya", explicó, pero, en función de esos factores, "hay que aportar material nuevo", aseguró.
La clave está en airear dos veces al día y controlar la temperatura y humedad en la superficie añadiendo nuevo material cuando sea preciso
Del mismo modo, Oriol no recomendó substituir por completo el material compostado. "Es mucho mejor sacar solo una parte, por ejemplo, retirar la mitad del material una vez al año", indicó. Uso de compost en cubículo Oriol Franquesa Oller En los últimos años han sido también varias las explotaciones en Galicia que han sustituído la arena de los cubículos por compost logrado a partir de la facción sólida del purín. Existen varios métodos para obtenerlo, desde el compostado natural (que en Galicia no funciona por el alto grado de humedad, que impide secar el material de este modo) a la utilización de inyectores de aire y separadores. Para poder usar el compost según sale del separador (sistema denominado green bedding) el material debe tener un 35% de materia seca, indicó el técnico catalán. "Si el separador no es bueno y en vez de al 35% sale al 28% de materia seca nos va a dar problemas para usarlo directo del separador", dijo.
El compost es fantástico de inicio en cuanto a bacterias como Klebsiela o E-coli porque está higienizado, pero hay que airearlo para que no se incremente el nivel bacteriano a las 48 horas de echarlo en los cubículos
En este caso habría que utilizar un proceso intermedio de secado entre el separador y el cubículo, bien a través de inyectores de aire bien a través de tambores de secado, que suponen un coste más elevado de inversión y también de consumo energético. En relación al comportamiento del compost en la salud de la ubre, Oriol consideró que "el material compostado o secado es fantástico de inicio en cuanto a bacterias como Klebsiela o E-coli porque está higienizado, pero hay que airearlo para que no se incremente el nivel bacteriano a las 48 horas de echarlo en los cubículos", advirtió. El uso de compost obliga también a poner mayor énfasis en una buena limpieza del pezón antes del ordeño.
El uso de compost obliga a poner mayor énfasis en una buena limpieza del pezón antes del ordeño
"El sistema hay que ajustarlo y trabajarlo en cada granja hasta encontrar su punto óptimo de utilización", opinó. Con todo, una vez encamado con el compost el manejo pasa después por remover diariamente el material depositado en los cubículos. "Hay que pasar las gradillas con una altura de púas suficiente para que entren bastante en el compost para airearlo", afirmó. Alternativa para dar una solución al purín El uso de compost en vacas de producción de leche, bien sea en sistema de cama fría o en cubículo, es desigual en los distintos países. En Inglaterra, por ejemplo, es un material que no triunfa porque Arla Foods no quiere esa leche, dado que el Reino Unido tiene un problema endémico de tuberculosis, que resiste a esas temperaturas de higienización del compost (que es sometido a un proceso de pasteurización a 60-70ºC). En los Países Bajos, sin embargo, es un sistema frecuente, tanto en cama fría en las granjas más nuevas, como en cubículos, con plantas móviles de tratamiento del purín que se desplazan de ganadería en ganadería elaborando el compost necesario para 2 ó 3 semanas, que es depositado en almacenes con forma de silo cubierto para su posterior utilización en el encamado. Con todo, algunas empresas como Friesland Campina, que cuenta con un importante mercado de exportación en los países árabes, prefiere camas de paja antes que de compost. Pedro Ezcurra Osácar En España, el compost está abriéndose camino como una alternativa ante el endurecimiento de la normativa en relación al tratamiento de purínes. Pedro Ezcurra Osácar es socio de la ganadería Aldapa SCL, una explotación ubicada en la zona norte de Navarra, dentro de la Red Natura 2000 y, por lo tanto, sometida a unas limitaciones en materia medioambiental muy estrictas. "Al estar en Red Natura se nos mira con lupa", dijo. La granja, fruto de la unión de cuatro explotaciones familiares, cuenta con 355 vacas en producción, 30 secas y una cabaña ganadera total de 715 animales. Disponen de una superficie de 170 hectáreas de terreno, de las que 90 son tierras de cultivo en rotación de maíz con raigrás forrajero y las otras 80 praderas para pasto y siega para ensilado.
Usan compost en las camas desde hace cuatro años, antes echaban paja en los cubículos y mandaban el purín a tratar a una planta de biogás
La producción media de la explotación es de 39,5 litros por vaca y día y cuentan con 370 cubículos para las vacas en ordeño en los que desde hace cuatro años echan compost. Antes empleaban paja y desde el año 2000 al 2016 trataban el purín en una planta de biogás mancomunada perteneciente al Valle de Ulzama que cerró por la subida del coste de la electricidad. Pedro reconoce que "la primera reacción como ganaderos ante el compost es siempre en mi granja no", pero que ante la falta de alternativas para el purín tras el cierre de la planta de biogás decidieron colocar un separador en la propia explotación. Descartaron el uso directo del compost que salía de él en las camas y también instalar ventilación forzada para secarlo en la pila de compostaje por falta de espacio.
La gran ventaja del compost es que al tener material de sobra llenamos los cubículos a mansalva y lo que desborda o tiran las vacas vuelve al pozo del purín y no pasa nada
"Finalmente nos decidimos por el tratamiento térmico mediante una biocélula vertical, que precisa menos espacio", contó. Tienen el higienizador programado para que trabaje a 71ºC, por encima de los 60ºC que recomienda el fabricante. "Sale un producto higienizado en más de un 95% pero en el momento en el que lo echamos en el cubículo comienza a contaminarse con bacterias", explica. Los dos primeros años, hasta el 2018, llenaban las camas cada 5 días, rastrillaban a diario y retiraban la bosta 2 veces al día. Pero el año pasado cambiaron el manejo de las camas y ahora las llenan una vez al día (por las tardes) y las rastrillan igual una vez al día (por las mañanas). "La gran ventaja para mí del compost es que al tener material de sobra llenamos los cubículos a mansalva y lo que desborda o tiran las vacas vuelve al pozo del purín y no pasa nada", razonó.
El 60% del material que obtienen de la facción sólida del purín lo emplean para la cama de las vacas en producción y el sobrante va para los campos como abono, igual que la parte líquida del purín, que usan en las tierras a través de una cisterna con tubos colgantes
El 60% del material que obtienen de la facción sólida del purín lo emplean para la cama de las vacas en producción y el 40% restante lo usan en las camas de la recría o bien va para los campos como abono. La parte líquida del purín una vez separada la bombean a un kilómetro de distancia hasta la balsa de la antigua planta de biogás, donde la almacenan para usar después en las tierras a través de una cisterna con tubos colgantes. ¿Cómo se comporta con calor o humedad extremas? Uno de los miedos más habituales de los ganaderos a la hora de valorar la introducción del compost en sus granjas son las dudas sobre su comportamiento en condiciones de humedad o temperatura altas. "No notamos ningún incremento de células o mamitis cuando la humedad es alta", aseguró Pedro. Los niveles en esta explotación se sitúan hoy en 218.000 células y un 17% de mamitis subclínicas; antes de pasarse al compost estaban en 235.000 células y un 36% de mamitis. Además de la mejora en el recuento celular, también lograron reducir los casos clínicos de mamitis, que están hoy por debajo del 1,5% (un caso de mamitis clínica por cada 60 vacas).
Han bajado el nivel de células somáticas y las mamitis clínicas y mejorado en producción, fertilidad y longevidad
Tras su experiencia de estos 4 años, para este ganadero "el tema de la humedad es un poco excusa, ya que donde nosotros estamos llueve más que en muchas zonas de Galicia", dijo. Las condiciones climáticas de esta explotación, situada a 550 metros de altitud y con clima atlántico, es de 1.300 mm de precipitación media anual (con 143 días de lluvia) y una temperatura media anual de 10,8ºC (el promedio de mínimas se sitúa en 5,1ºC y el de máximas en 16,6ºC). "Además, las condiciones de nuestra nave de producción son muy negativas, porque está en una vaguada, es muy baja y tiene poca ventilación", dijo.
El tema de la humedad es un poco excusa, donde nosotros estamos llueve más que en muchas zonas de Galicia
Logran hoy un compost con más del 40% de materia seca y un granulado menor, lo que, junto con la mejora en el manejo de las camas (frecuencia de relleno y rastrillado) les ha permitido mejorar en el recuento de células somáticas y en la salud de la ubre al lograr un producto más seco. "Bajamos también el grano del compost, por lo que absorve mejor la humedad", cuenta Pedro. Mejoras en fertilidad y reducción de descartes Otros beneficios del cambio de material en las camas se han dado a nivel reproductivo. "Notamos incrementos en la fertilidad, aunque seguimos teniendo picos bajos, pero son debidos a un problema de estrés por calor en verano en la nave de producción", explica. Han logrado también incrementos en la producción y mejorar el nivel de reemplazo de la granja, cuya tasa de reposición se sitúa en la actualidad por debajo del 30%. "Las vacas cojas que antes se marchaban más rápido al matadero ahora nos duran más en la explotación porque conseguimos mayor confort en las vacas y están acostadas más tiempo", razona Pedro.
Todas las mejoras comienzan a verse a los 7 ó 9 meses de hacer el cambio al compost, ya que se arrastran vacas con problemas crónicos que se tardan en superar
Aclara, si embargo, que el proceso para ver resultados es largo. "Todas las mejoras comienzan a verse a los 7 ó 9 meses de hacer el cambio al compost, ya que se arrastran vacas con problemas crónicos que se tardan en superar y en muchos casos no se aprecian cambios globales en el rebaño hasta que esos animales abandonan la explotación", dijo. Además, son necesarios unos meses iniciales de adaptación para ajustar bien todos los parámetros del higienizador y adaptar el manejo de las camas de la ganadería al nuevo material. Otro de los beneficios colaterales de la separación del purín en esta explotación navarra ha sido la reducción de olores en la ganadería. "Nuestra granja está ubicada a 300 metros de un hotel de turismo rural, así que al reducir los olores que provoca nuestra explotación también mejoramos las condiciones del entorno para ellos", concluye Pedro.

‘Sanisec Plus’, el secante gallego natural que es excelente para ganadería intensiva y uso ecológico

Cuando el ganado cuenta con espacios apropiadamente secos mejora la higiene, la sanidad y el bienestar de una granja, pues se frena el aumento de microorganismos y, en consecuencia, se reduce la presencia de posibles patologías. Precisamente con ese objetivo se desarrolló Sanisec Plus, un secante en polvo a base de arcillas y extractos naturales que ha demostrado su potencial en granjas de las diversas especies.

Si bien Sanisec Plus se puede considerar un producto de excelente rendimiento en la ganadería intensiva más exigente, a mayores también es apto para uso en ganadería ecológica. Es aplicable en cualquier tipo de espacio, cuadra, sala o cama (paja, arena, serraduras, colchoneta, etc.), consiguiendo absorciones de humedad de hasta un 250% -cada kg. de producto absorbe hasta 2,5 kg. de agua-. Pero además, como ya se dijo, la Universidad de Santiago de Compostela certificó su poder higienizante tras verificar que frena efectivamente el desarrollo de patógenos.

«Es un producto diferencial en el mercado. Su uso repercute en una mayor rentabilidad para la granja» (José Manuel Martínez)

«Se trata de un producto diferencial en el mercado. Su uso repercute en una mayor rentabilidad para las granjas, ya que reduce las pérdidas de producción y mejora el estado general de las cabañas», destaca José Manuel Martínez desde la distribución oficial de ‘Sanisec plus’ para Galicia.

Repasamos a continuación el impacto del tratamiento secante en granjas avícolas, de porcino y de vacuno, según los ensayos desarrollados por Savelo Química Verde, que desde hace una década viene comercializando esta gama de productos, principalmente fuera de Galicia, con exportación ya a más de una docena de países. «Movemos grandes volúmenes para fuera, donde nuestros secantes son muy apreciados, pero quizás este éxito nos despistó de darnos a conocer en nuestra casa. ‘Sanisec Plus’ es tanto la disculpa como la oportunidad de reparar esa falta.», reconocen desde el fabricante.

Porcino: reducción de diarreas y también de bajas

En las granjas de madres, uno de los problemas más habituales son las diarreas causadas por los patógenos (particularmente por «E. coli«), que pueden llegar a provocar gran mortalidad o, como mínimo, pérdidas de crecimiento y de producción. Mantener las camas y los espacios secos es por lo tanto fundamental para frenar el desarrollo de los microorganismos. Es ahí donde el gran poder de absorción de ‘Sanisec plus’ se hace patente.

A mayores de la actividad básica de limitar esa proliferación de microorganismos indeseables, este producto también promueve un aire más sano con menos amoniaco ambiental, lo que mejora el ambiente de la granja y reduce las posibles irritaciones y enfermedades respiratorias.

Impacto de ‘Sanisec Plus’ para frenar las bacterias ‘E coli’. / Gráfico: Savelo Química Verde.

Pruebas de campo desarrolladas en granjas de porcino indican que usando apropiadamente ‘Sanisec Plus’ se llega a una reducción muy significativa de diarreas, lo cual lleva aparejado una merma proporcional en la mortalidad de lechones. «Hay una gran diversidad de granjas y situaciones. Cada caso es distinto, pero comprobamos que unos determinados protocolos de aplicación de ‘Sanisec Plus’, tanto antes de los partos como en los lechones al nacer y también en las correspondientes áreas de parideras, contribuyen sin ninguna duda a la mejora de la producción y del ambiente”, subrayan en Savelo Química Verde.

Sanisec aplicado en lechones.

El fabricante insiste en que la eficacia de este secante, alta ya en cualquier caso, se puede potenciar mucho a través de un correcto protocolo de aplicación en paridera, existiendo margen para adaptar su aplicación a cada granja y a cada sala de partos en particular.

De forma paralela a las citadas mejoras de sanidad y calidad ambiental, ‘Sanisec Plus’ es capaz de influir favorablemente en el estado de la piel del lechón, reduciendo rozaduras e incidencia de ataques de insectos. Y, por supuesto, el mantenimiento de las camas secas contribuye también a disminuir el estrés de los animales.

Pollos: mejora de los parámetros productivos

Para testar el resultado del tratamiento secante de la cama en una granja de pollos, se hizo un test comparativo en dos naves gemelas de broilers, enfrentando una nave de control (sin aplicación de «Sanisec Plus») con otra nave con aplicación del producto. Ambas naves tenían condiciones similares (mismo granjero, mismo sistema de manejo, mismas características de ventilación y animales idénticos).

La prueba valoró parámetros técnicos como el peso medio de los animales a final de ciclo, la ganancia diaria de peso o los índices de conversión. En todos esos índices se demostró que la nave que aplicaba «Sanisec Plus» obtenía mejores resultados. El estado sanitario de los pollos también mejoró, pues se redujeron las úlceras en patas y pecho, aumentando la calidad de la producción.

Otra cuestión que se valoró fue la calidad de la cama y del ambiente a lo largo del ciclo, concluyéndose que en la nave que usó «Sanisec Plus» ambas cuestiones eran calificadas por el propio productor cómo «excelentes»; en tanto en la nave sin tratamiento secante las calidades de cama y ambiente le resultaban insatisfactorias.

A mayores, en esta última nave, fue preciso un mayor gasto en base para cama (virutas en este caso) y también su volteo durante el ciclo de producción, lo cual no fue preciso en la nave tratada.

Comparativa de dos naves gemelas. / Tabla: Savelo Química Verde.

Vacuno de leche: rendimiento en las vacas y rentabilidad en las instalaciones

Aplicación de ‘Sanisec Plus’ en una cama de colchoneta.

El papel preventivo de mantener las camas secas se demostró importante en las granjas de vacuno, ya que se reducen riesgos en la calidad sanitaria de la leche y disminuye el gasto higiénico-sanitario. La casa fabricante destaca que la aplicación de «Sanisec Plus» debería suponer un impacto a tener en cuenta en la reducción de casos de mamitis, cojeras, metritis y diarreas.

El tratamiento secante es válido para cualquier tipo de cama, con un volumen de aplicación que dependerá del material base. En general, se estima un gasto de 50 a 100 gramos de producto por metro cuadrado a la semana.

La experiencia de uso de «Sanisec Plus» ha permitido constatar que el uso continuado del producto mejora la piel en la ubre y es notable también la reducción de problemas en los cascos. Además actúa positivamente sobre la incidencia de parasitos externos, de rozaduras y en el bienestar de la vaca.

A nivel de economía de granja, este nuevo secante de tecnología gallega, con una dosificación inferior a la mayoría de sus competidores, incrementa la duración de las camas y actúa positivamente sobre los purines a través de mejoras en la capacidad de fijación del nitrógeno, de reducciones en las emisiones de amoniaco y de la gestión de las fosas. Es de destacar que «Sanisec Plus» no decanta ni forma piedras, como sucede por ejemplo con ciertos carbonatos.

Impacto de uso de ‘Sanisec Plus’ en granjas de vacuno. / Gráfico: Savelo Química Verde.

Otros: infinitas posibilidades

Para los manejos propios tanto de otras especies ganaderas como de instalaciones relacionadas directa o indirectamente con ellas, pese a que aún no se hicieron pruebas de uso, sí cabe intuir que tendría sentido que las bondades de «Sanisec Plus» sean perfectamente extrapolables a casos donde las instalaciones deben permanecer secas, la presencia de patógenos puede ser un problema productivo y/o el uso de productos agresivos con los animales, con los operarios o con el medio ambiente sean desaconsejables o directamente estén prohibidos.

Tanto la casa fabricante como Piensos del Sil S.A. (distribuidor oficial) y su red de colaboradores quieren hacer hincapié en que tan interesante alternativa en el campo de los secantes ganaderos, aparte de las ventajas arriba indicadas, es 100% natural, con PH neutro, no irritante, inocuo y apto para ganadería ecológica.

Para máis información comercial sobre ‘Sanisec Plus’

  • José Manuel Martínez +34 623 19 28 43
  • ¿Cómo mejorar la salud de la ubre con el manejo de las camas?

    La cama del ganado es uno de los focos de riesgo para enfermedades endémicas de la granja como los mamitis ambientales. Un manejo acertado puede ser clave para reducir la incidencia de patologías en los animales. “Es importante prestar atención a la cama ya que pasarán entre 12 a 14 horas al día acostadas en esta zona”, recuerda la veterinaria e investigadora de la Universidad de Minnesota (Estados Unidos), Sandra Godden. La experta analizó los riesgos que suponen para la salud de la ubre algunas de las opciones más populares de las camas en las IX Jornadas de Vacuno de Leche, celebradas en Talavera de la Reina (Toledo). Las sesiones estuvieron organizadas por la firma Servet Talavera, cuyo director técnico es Luis Miguel Jiménez; y contaron con distintos expertos internacionales.
    “Hay distintos tipos de cama que proporcionan una buena salud de la ubre, pese a tener inicialmente una elevada carga bacteriana”
    A la hora de plantear estrategias para mejorar la salud de la ubre, Godden toma el recuento bacteriano de la cama (RBC) como uno de los indicadores básicos, al igual que ya hicieron numerosos estudios que evidencian esta relación. “Si el recuento bacteriano aumenta también se incrementa el riesgo de infección, pero aún así hay muchos más valores a tener en cuenta ya que hay distintos tipos de cama que ofrecen buenos resultados en cuanto a salud, pese a tener inicialmente una elevada carga bacteriana”, detalla la experta.

    La elección del material

    Una de las primeras cuestiones a valorar en el manejo de la cama es la elección del material, ya que de unos a otros la carga bacteriana puede variar mucho. Entre las opciones más populares se encuentran las camas de arena nueva, arena reciclada, serrín, paja o sólidos de estiércol reciclados, que fueron también las estudiadas por la experta.
    “Generalmente, la arena virgen es la mejor opción para la salud de la ubre y los sólidos de estiércol la peor”
    Una comparativa entre estos tipos de cama concreta que los recuentos coliformes más bajos se encuentran en las camas de arena nueva, mientras que los más altos pertenecen a las camas de sólidos de estiércol. “Generalmente, la arena virgen es la mejor opción para la salud de la ubre y los sólidos de estiércol la peor”, comenta la investigadora. Sin embargo, Godden reconoce que hay una tremenda variación entre los resultados de los rebaños en la salud de la ubre, aunque utilicen el mismo tipo de camas. “No todos los rebaños que usan sólidos reciclados para sus camas tienen un alto recuento bacteriano o una pobre salud de la ubre, y lo mismo ocurre con las ganaderías que utilizan camas de arena: no todas tienen buenos resultados. Hay otros factores que influyen además de la elección del tipo de material”, apunta Godden. Así, aunque para reducir los riesgo para la salud de la ubre debe optarse por camas inorgánicas, la elección del material de cama no es el único factor determinante para evitar afecciones.

    Conservación de la cama

    La conservación y manejo que se realiza de la cama es otra de las claves para reducir riesgos y mejorar la salud de la ubre. Una adecuada manipulación y conservación del material de la cama puede variar los resultados sanitarios de la ganadería. “El incremento de materia seca en la cama está asociado con niveles de recuentos bacterianos más bajos y con mejor salud para la ubre”, apunta Godden. En el caso de las camas con sólidos de estiércol, la veterinaria concreta que un 35% de materia seca provocaría un recuento de coliformes alto, mientras que si se incrementa a valores superiores a un 65% de materia seca, el riesgo y la presencia de bacterias se reduce hasta situarse en menos de un 25%.
    “La humedad ambiental puede impedir que se llegue a lograr una buena cama seca con sólidos reciclados de estiércol”
    Para conseguir elevar la cantidad de materia seca en estas camas a base de estiércol reciclado, muy populares en las regiones más calurosas de Estados Unidos y con presencia también en España e incluso en algunas granjas gallegas, el proceso de tratamiento del estiércol es fundamental. “La humedad ambiental puede impedir que se llegue a lograr una buena cama seca, como ocurre en las ganaderías del noroeste de Estados Unidos”, indica la experta. Sin embargo, aún con cautela ya que se trata de una investigación con una muestra muy pequeña, Godden apunta que el secado mecánico con aire caliente de los restos de estiércol puede ser una opción a tener en cuenta para las ganaderías que tienen mayores dificultades para lograr garantizar la materia seca. Los primeros resultados muestran que las granjas que utilizaron este sistema de secado no solo consiguieron incrementar la cantidad de materia seca sino que la incidencia de mastitis clínica paso de un 13%, en ganaderías con sólidos reciclados secados con otros métodos, a un 3% en las granjas que optaron por el secado mecánico con aire caliente.
    Las camas de arena deben tener más de un 95% de materia seca
    Al igual que con los sólidos reciclados, Godden también determina que en las camas de arena, tanto nueva como usada, es fundamental tener controlada la cantidad de materia seca y orgánica. La investigadora apunta que en este caso la cantidad de materia seca debe superar el 95% y en el caso de la materia orgánica es recomendable que se sitúe por debajo del 1,5%. El tratamiento que recibe la arena antes de llegar a utilizarse en la cama condicionará los resultados sanitarios. Así, la arena que ha sido lavada y que se almacena bajo cubierta es más seca y consigue unos mejores resultados. De la misma manera que ocurre con los sólidos de estiércol reciclados, el reciclaje de arena, una práctica que se utiliza en grandes ganadería americanas, puede ser una opción más viable si se opta por sistemas mecanizados para su lavado y secado. Otro de los aspectos sobre los que Godden incurre es la utilización de desinfectantes en la cama. La investigadora constata que el empleo de calizas combinadas con las camas de arena u otros materiales para activar el Ph y reducir el recuento bacteriano tiene un efecto limitado. “Los desinfectantes tienen una eficacia de un día por lo que deben añadirse diariamente para conseguir resultados”, apunta. Sin embargo, la experta reflexiona sobre las consecuencias que el uso de estos desinfectantes pueden provocar en el Ph del suelo. “Necesitamos contar con más estudios sobre las variaciones que provoca el uso de estos desinfectantes tanto en el suelo como en la salud de la ubre de la vaca”, apunta.
    La limpieza de los pasillos y el tamaño adecuado de los cubículos contribuye a la tener camas más secas.

    Claves del mantenimiento de la cama

    La investigadora también aportó algunas claves para optimizar el manejo de la cama en las granjas con estabulación libre en cubículos, con el fin de mejorar las condiciones de la cama y reducir los riesgos. Godden apuntó que se trata de pautas sencillas que ayudan a lograr bajar el recuento bacteriano y mejorar la salud de la ubre. -Añadir con frecuencia, preferiblemente una vez al día, cama orgánica fresca a los cubículos. “Hay que tener presente que la carga bacteriana aumenta nada más empezar a utilizar el material, por lo que añadir producto nuevo baja esa carga y reduce los riesgos”, indica Godden. -Corregir diseño y dimensiones de los cubículos para evitar que las vacas orinen y defequen en ellos, en lugar de hacerlo en los pasillos. -Retirar la cama húmeda del tercio posterior al menos 2 veces al día. “Muchos optan por hacer estas limpiezas de la cama antes del ordeño”, apunta. -Limpiar los pasillos al menos 2 o 3 veces al día. -Evitar la acumulación de agua y estiércol en los pasillos. “La limpieza de las zonas de acceso a las camas reduce la cantidad de materia orgánica que las vacas llevan a las propias camas en las pezuñas y que contribuye a bajar el recuento bacteriano”, detalla. -Evitar el hacinamiento de los animales, ya que esto también provoca que los pasillos terminen más sucios.

    ¿Por qué, cuándo y cómo controlar la presencia de moscas en la granja?

    La presencia de moscas en las granjas es inevitable, pero la falta de un plan de control de estos insectos incrementa el riesgo de contagio de enfermedades para las vacas, además de crear una situación de malestar y estrés para los animales, lo que repercute directamente de forma negativa en los índices productivos y reproductivos. El farmacéutico Carlos Guada y el veterinario César Ramos, ambos de la firma S.P. Veterinaria, ofrecieron en días pasados algunas recomendaciones, en el marco de los Encuentros Ganaderos de la ADS Xundeva en Lalín, para atajar la presencia de los insectos en las ganaderías.
    “Jamás conseguiremos eliminar al 100% la población de moscas en la granja por la presencia de materia orgánica”, Carlos Guada, farmacéutico
    “Jamás conseguiremos eliminar al 100% la población de moscas en la granja por la elevada presencia de materia orgánica en sus instalaciones, pero hay estrategias para reducir, de forma notable, su carga de infestación”, apunta Guada. Aunque no se consiga su erradicación total, el control de su población a un nivel tolerable contribuye a reducir los riesgos sanitarios en la granja. “Las moscas actúan como vectores de la transmisión de un gran número de bacterias, por lo que al controlar su población se reduce la incidencia de enfermedades”, explica el farmacéutico.

    Elegir el momento adecuado

    A la hora de trazar un plan de actuación para reducir la presencia de moscas, los dos expertos coinciden en tener en cuenta aspectos como el momento de la aplicación para incrementar su eficacia. “Por norma general, hay la mala costumbre de actuar sobre las formas adultas del insecto, cuando ya son moscas”, indica Guada.
    “Hay que actuar sobre el ciclo biológico de la mosca hembra, ya que ponen huevos en zonas de difícil acceso”, Carlos Guada
    Centrarse sólo en aplicar insecticidas con acción adulticida contra las moscas adultas condiciona que realmente se consiga una reducción de estos insectos en la granja. “Hay que actuar sobre el ciclo biológico de la mosca hembra, ya que pondrán huevos en muchas zonas a las que no tenemos fácil acceso, como los estercoleros”, concreta Carlos Guada. “Conocer el ciclo biológico del insecto nos ayuda a decidir qué tratamientos emplear en cada fase, para obtener mejores resultados”, reafirma el veterinario César Ramos. Desde los huevos, las larvas eclosionan pasando por tres estadios larvarios hasta transformarse en pupa y terminar siendo una mosca adulta, una fase en la que ya están capacitadas para el apareamiento, realizando puestas de entre 100 y 150 huevos. Atendiendo a este ciclo, los especialistas recomiendan actuar también en las fases en las que los insectos son aún larvas, con larvicidas, que permitan reducir la presencia de adultos y su reproducción.
    Los especialistas recomiendan actuar en las fases en las que los insectos son aún larvas, sin esperar a que lleguen a adultos
    Con los larvicidas, como el diflubenzurón, se impide directamente el desarrollo de las larvas, que no llegan a eclosionar y mueren dentro de los huevos. No el caso de que la hembra adulta no lo haya ingerido, las larvas eclosionan e ingieren el diflubenzurón impidiendo el paso al siguiente estadio larvario, es decir, se rompe el ciclo biológico “Se trata de un principio activo con una toxicidad nula, que resulta inocuo para aves, mamíferos y abejas”, por lo que se puede aplicar en presencia de animales y no necesita plazo de seguridad", apunta Carlos Guada.

    Humedad y temperatura, marcan el momento de aplicación de tratamientos

    Según la fase en la que se encuentre el insecto se ubican en unas zonas u en otras de la ganadería, de ahí que sea fundamental conocer su ciclo para también localizarlas. Así, cuando son adultos suelen estar en zonas con animales y residuos orgánicos. La temperatura óptima son los 35 grados pero soportan un rango de variaciones que va desde los 13 grados hasta un máximo que puede llegar a los 45 grados. Mientras, para los huevos prefieren zonas sombrías, frescas y con humedad. También las larvas migran y se alimentan en zonas húmedas y sombrías hacia zonas secas, donde entran en fase de pupa. “En Galicia, tenemos la humedad necesaria, incluso en los meses de verano, para propiciar la eclosión de los huevos y el desarrollo larvario”, indica César Ramos.
    Recomiendan empezar con tratamientos contra las moscas cuando se alcanza una temperatura de 16 grados
    Sin embargo, a medida que aumenta la temperatura se reduce el tiempo de eclosión y desarrollo, lo que favorece un incremento del número de moscas adultas listas para reproducirse. Con una temperatura de 16 grados, el ciclo del insecto se prolonga durante entre 40 y 49 días. Si bien, cuando se alcanza una media de 30 grados, el ciclo se acorta hasta situarse en 9 o 10 días. “En poco más de una semana tendremos más insectos adultos listos para realizar nuevas puestas”, incide el veterinario. En este sentido, el experto recomienda comenzar a aplicar tratamientos para frenar la incidencia de las moscas cuando se alcanza una temperatura de entre 15 y 16 grados para mantener un control sobre todas las fases de los insectos. “Con los aumentos progresivos de las temperaturas medias y máximas que estamos experimentando a causa del cambio climático, los tratamientos deben condicionarse a la temperatura y ya no a una determinada época del año”, concreta César Ramos.
    Aplicar los tratamientos en horas poco calurosas o al atardecer prolonga su efecto hasta en 2 semanas
    “Antes los larvicidas solían aplicarse en los meses de marzo o abril, ahora es más complicado fijar una época debido a las variaciones de humedad y al incremento de la temperatura, por lo que suele recomendarse aplicarlos tempranamente”, apunta Guada. De igual manera, la aplicación de los tratamientos en las horas menos calurosas permite prolongar su efecto e incrementar su eficacia. “Si se aplican al atardecer su persistencia es mayor y se puede conseguir incrementar su efecto incluso hasta 2 semanas”, concreta Guada.

    Zonas en las que aplicar tratamientos

    Una de las reglas para conseguir una mayor eficacia a la hora de aplicar tratamientos contra las moscas es asegurarse de utilizarlos en zonas oscuras, húmedas y con acumulación de materia orgánica, ya que son los ecosistemas vitales de los insectos. Pero también hay otras zonas que son propicias para el desarrollo de los insectos en distintas fases y que pueden pasar desapercibidas. Es el caso, por ejemplo, de las zonas entre pasillos, donde la arrobadera no llega y que son un acceso bueno a las camas de los animales, un lugar que escogen la pupas, al ser una zona seca. Las zonas próximas a las camas y de los pasillos donde no llegan las limpiezas automáticas son espacios proclives para que críen las moscas. También los bordes de los cubículos y los comederos son zonas para la puesta de huevos y las larvas. Las partes bajas de los bebederos o las entradas al área de ordeño son espacios que hay que tener en cuenta para aplicar tratamientos, y que muchas veces se olvidan.
    Zonas oscuras, con acumulación de restos de comida, estiércol o fosas de purín son espacios proclives para las moscas
    Las zonas en las que se produzcan lixiviados de los silos o acumulación de restos de comida o limpieza de estiércol son favorables para el desarrollo de los insectos. “En cualquier superficie de cama caliente, paridera o con animales enfermos hay que utilizar tratamiento en toda la superficie, ya que son propicios para el desarrollo de las moscas”, apunta Ramos. Del mismo modo, la fosa del purín es habitualmente uno de los focos más destacados para la aparición de moscas. En estos casos, Ramos incide en la importancia de aplicar correctamente los larvicidas, que además suelen ser los tratamientos con un coste más elevado frente a un adulticida clásico. “Las larvas suelen estar en las zonas de la periferia en aquellas partes en las que la fracción líquida y sólida se mezcla, por lo que nuestros esfuerzos deben concentrase en estos espacios”, recomienda el veterinario.

    ¿Qué riesgos y beneficios tiene aprovechar el purín como cama para el ganado?

    En Inglaterra es frecuente encontrar granjas de vacuno de leche que emplean para las camas del ganado a fracción sólida de los purines, principalmente fibra no digerida, luego de un proceso de separación de la parte líquida. El uso de este abono reciclado está permitido técnicamente en la Unión Europea pero, ¿qué riesgos y beneficios tiene este material frente a otras alternativas? Esa misma pregunta fue la que se formularon en la Universidad de Nottingham y el motivo por el que llevaron a cabo diferentes investigaciones sobre el uso de este abono reutilizado como cama. El profesor de Sanidad Animal y Producción Láctea de esta universidad, Andrew Bradley, expuso los resultados de estos trabajos en una videoconferencia de la red europea de ganaderos de vacuno de leche, Eurodairy.
    Las investigaciones buscaban evaluar el impacto que puede tener emplear estas camas para la salud de las vacas y de los humanos
    La investigación partió de los trabajos ya realizados al respeto en los Países Bajos y también recabó las opiniones de ganaderos que estaban empleando este sistema. Las principales ventajas que habían observado tenían que ver con el ahorro de costes, mayor limpieza y confort de los animales y una importante reducción en el polvo durante su manejo. Las dudas sobre el uso de las camas de abono reciclado se centran en evaluar el impacto que puede tener emplear purines reciclados para la salud de los animales y de los humanos, tanto de los ganaderos que en su día a día están en contacto con ellos, cómo para los consumidores, a través de la cadena alimentaria.

    Comparativas con arena y serrín

    En las investigaciones que llevaron a cabo, que incluyeron encuestas y visitas a 125 granjas, procuraron no sólo obtener datos sobre este tipo de cama sino ofrecer una comparativa con otras alternativas empleadas hoy en día en las ganaderías, como la arena y el serrín. De este modo, en 40 de estas granjas empleaban los purines reciclados, en 41 la arena y en 44 el serrín.
    Detectaron importantes variaciones en los recuentos de microorganismos de los mismos materiales de unas granjas a otras
    "Era importante no sólo tener los datos objetivos del riesgo en cuanto a patógenos y bacterias que podía suponer las camas de abono reciclado, sino también compararlo con otros materiales de camas, como la arena o el serrín, que normalmente no se someten a un análisis tan profundo sobre el impacto que puede tener su uso en la granja", justifica el experto. Proceso de elaboración del abono reciclado, por lo que se separa la parte sólida de la líquida de los purines. Uno de los principales aspectos que evaluaron fue la presencia de patógenos y bacterias en las camas, por el riesgo que pueden implicar inicialmente. Así, hicieron recuentos para algunos de los más habituales en estos espacios (coliformes, Streptococus spp, Staphylococcus spp) y para aquellos que pueden provocar una intoxicación alimentaria (listeria, salmonella, Bacilus cereus o Yersinia enterocolitica, entre otros). Con los recuentos comprobaron que la presencia de microorganismos era más alta en las camas a base de purines reciclados pero también apreciaron que había grandes variaciones en los recuentos dentro de los mismos materiales. De esta manera, empleando el mismo material, una mala gestión podía provocar que los recuentos fueran muy altos.
    No hay una clara relación entre el número de bacterias en la cama y los recuentos de baterias que luego hay en la leche
    Además, comprobaron que pese a que los recuentos fueran más altos esto no implicó que se tradujeran en mayor presencia de microorganismo en la leche. Así, pese a que los recuentos totales de bacterias en las camas de abono reciclado eran elevados luego algunas de las muestras de leche, de granjas que las empleaban, se situaban en los recuentos más bajos. "No hay una clara relación entre el número de bacterias en la cama y el número de baterias que luego hay en la leche", concreta Bradley. La misma conclusión extrajeron cuando revisaron recuentos de células somáticas, así como las infecciones durante la lactancia o mastitis clínicas. Recuento total de bacterias presentes en las camas del ganado. Recuento total de bacterias presentes en la leche. A la hora de analizar los riesgos que supone para patologías que pueden ser transmitidas al ser humano, uno de los casos destadados es la Salmonella, ya que de producirse un brote en las granjas, al contar con este tipo de camas puede resultar más complicado atajarlo, segundo concluye el experto. El confort para los animales fue otro de los aspectos que evaluaron, y en este caso resultó ventajosa el empleo de abono reciclado frente a otras alternativas , tendiendo a superar los rendimientos tanto de la arena como del serrín. "En términos de limpieza y confort parece haber unos claros beneficios de las camas de abono reciclado", concreta el experto. También estimaron los costes que supone el uso del abono reciclado como cama para las vacas. En este sentido, concluyeron que resulta una alternativa rentable cuando se trata de granjas de importantes dimensiones. "Para que se convierta en un beneficio económico debe realizarse en granjas de unos 200 animales", explica Bradley.

    Recomendaciones para emplear los purines reciclados como cama

    El investigador Andrew Bradley aporta algunas claves a tener en cuenta cuando se decide emplear la fracción sólida de los purines como camas para el ganado. Recogemos 7 recomendaciones básicas para reducir al máximo los potenciales riesgos e implementar beneficios: 1 - Seguimiento de la salud de los animales. Los usuarios de este tipo de camas para el ganado de vacuno de leche deberían realizar una monitorización exhaustiva de la salud y del manejo del ganado para tener a raya cualquier potencial efecto adverso. 2 - Higiene personal. El personal de las granja debe ser consciente de los riesgos que puede suponer para su salud este tipo de camas con el objetivo de extremar las precauciones y reducir los riesgos a la hora de realizar su mantenimiento. 3 - Preparación bajo cubierta. La preparación de estas camas de abono reciclado debería hacerse en una zona cubierta para evitar un incremento del contenido de agua. También su almacenamiento hasta su aplicación debería ser en un espacio con techo por este mismo motivo. 4 - Adecuado manejo del cubículo. El experto incide en la importancia de realizar un mantenimiento óptimo de las camas con este tipo de material. Entre otras cuestiones es preciso hacer una renovación frecuente del material por lo que, al menos una vez al día conviene incorporar material nuevo a las camas. Además, añadir el material en pequeñas cantidades también permite optimizar su poder secante. En este manejo de las camas, también es preciso diseñar y manejar adecuadamente el material para minimizar la contaminación con orina y otros restos fecales. 5 - La ventilación es la clave. Con la eliminación frecuente del material se evita el calentamiento y se favorece la ventilación de la cama, con lo que se minimiza el riesgo de humedad y los niveles de amoniaco alojado en la atmósfera. 6 - Usar sólo los purines. Es recomendable evitar que el agua o las soluciones empleadas para los baños de pies de las vacas rematen mezclándose con los purines que se empleen para hacer las camas. La presencia de metales pesados en estas aguas puede perpetuar la resistencia antimicrobiana en la ganadería. 7 - Plan de contingencia. Para el experto es fundamental contar con un plan de contingencia con el que pueda ser posible emplear otro material en las camas si fuese preciso.

    Investigan nuevos usos de extractos forestales para productos ganaderos más naturales

    Cada vez más, a los productos ganaderos se le exige que, a la par de ser eficaces, tengan el menor impacto posible en elmedio ambiente. En esta línea, el proyecto Extractus, desarrollado por varias empresas gallegas, abordó el uso que se puede hacer de extractos agroforestales de los montes gallegos en productos para la higiene animal o para la conservación de forrajes. El objetivo de la investigación es doble: por una parte procuran conseguir productos más naturales y menos contaminantes; y por otra, pretenden valorizar los recursos del monte gallego. En la investigación se evaluaron extractos procedentes de diferentes árboles con una gran presencia en el monte gallego como el castaño, el eucalipto, el pino, el nogal, o incluso de sus frutos, como la castaña.

    Capacidad de desinfección

    Los aceites de pino y eucalipto mostraron una capacidad de desinfección para ser empleados en productos de limpieza y en el sellado de la ubre del ganado. Su eficacia como desinfectante se probó en una muestra compuesta, principalmente, a base de agua y cada uno de estos extractos. Además, también le añadieron mínimos porcentajes de otros modificadores químicos para adaptar el producto al uso propuesto (cambios de color, densidad, viscosidad, pH, etc.).
    Los aceites de pino y eucalipto resultan eficientes contra algunos de los patógenos ambientales que causan la mamitis
    En estas pruebas, los extractos tanto de pino como de eucalipto resultaron ser efectivos contra algunos de los patógenos ambientales más comunes, en las ganaderías. También mostraron propiedades interesantes como complemento alimentario y como promotor de separación de sólidos en suspensión en aguas. A parte de emplearse específicamente como desinfectantes, también se hicieron pruebas para usarlos en los selladores en la ubre, luego del ordeño, en lugar de emplear otros productos como el yodado o la clorhexidina. Otra de las utilidades que se contemplan para este tipo de extractos es su uso en tratamientos contra los casos de dermatitis en las patas de las vacas. En este caso, estudiaron la eficacia de extractos de castaña, nogal y de eucalipto globulus.
    Emplearon la cáscara del pino y la castaña para tratamientos contra hongos de la madera
    Junto con los extractos, en el estudio también emplearon tanto la cáscara del pino como la de la castaña para el tratamiento frente a distintos hongos de la madera. El empleo de estas cáscaras limita el ataque, aunque la vehiculización del compuesto es compleja.

    Conservante para forrajes

    Al margen de emplear los extractos en productos de desinfección, el proyecto Extractus abre también la puerta a utilizar algunos de estos recursos como aditivo en la alimentación de animales. En concreto, llevaron a cabo investigaciones para emplear el extracto de la cáscara de la castaña como un complemento en la alimentación dado que sirve como un conservante para los forrajes y modula la ingesta del animal. En la investigación también se comprobó el efecto beneficioso de la alimentación de terneros aditivada con ciertas cantidades de taninos. El efecto astringente hace que el animal module la ingesta y siga una curva de desarrollo más estable y saludable.

    Recuperación de suelos y nuevos productos

    Además de emplear la cáscara de la castaña como un conservante por su capacidad antioxidante, las investigaciones también posibilitaron encontrar nuevos aprovechamientos para este residuo. Incluso contemplan que se pueda comercializar el tanino de castaña de manera independiente y que se emplee en la propia industria alimentaria de la castaña. El tanino de castaña se utilizaría para controlar el sabor y para la conservación de varios productos transformados de castaña como puede ser la pasta de castaña o las conservas.
    Contemplan que se pueda comercializar el tanino de castaña y que se emplee en la industria alimentaria de la castaña
    Como consecuencia de la extracción del tanino se obtiene un residuo natural libre de estos compuestos, y por lo tanto más accesible a la degradación biológica. Estos restos forestales que podrían emplearse para la recuperación de suelos dañados, después de convertirse en tecnosolos, o para los cultivos forestales en viveros, dado el aporte que proporcionan a los suelos. En el proyecto se mostró su adecuación a este uso como aporte orgánico, drenante y osigenante de terrenos. De hecho, en el marco de esta investigación, después de comprobar las posibilidades que ofrecen tanto los taninos de los restos forestales como los de la castaña, estudiaron diferentes estrategias para la industrialización del aprovechamiento de distintos taninos. La integración y recuperación conjunta con la cadena de valor agraria es la principal ventaja de estas estrategias.

    Descartar el uso para camas del ganado

    En un primero momento, también se propuso el empleo de distintos restos forestales como absorbentes para camas del ganado, especialmente para las de vacuno. Sin embargo, las pruebas que se llevaron a cabo en el proyecto descartaron este aprovechamiento por las dificultades que presentaron frente a otras alternativas presentes ya en el mercado como el serrín.
    Barajaron usar los restos forestales como camas para el ganado pero terminaban encharcadas y causando molestias a los animales
    Las pruebas realizadas mostraron una baja capacidad de drenaje de este tipo de cama a base de residuos forestales cuando el tamaño de partícula era reducido. Las camas terminaban encharcadas e incluso formando barro o lodo, pegándose a los animales. Por el contrario, con tamaños de partícula mayores, causaban molestias en las pezuñas al quedar atrancados en medio de los cascos. Otro de los usos que se contemplaba inicialmente, que luego de las pruebas quedó descartado, fue la utilización de algunos de los extractos acuosos como repelente de insectos. Sin embargo, las pruebas con aceites esenciales comparando con una referencia comercial de citronella, una planta que ya se emplea en la actualidad con este fin, mostró aptitud para el desarrollo de este tipo de productos.

    Los socios del proyecto

    El proyecto, que se inició ya en el 2016, fue subvencionado por la Agencia Gallega de Innovacion (GAIN) y apoyado por la Consellería de Economía e Industria. También contó con una ayuda de 440.000 euros procedentes del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder). En el proyecto estuvieron colaborando varias empresas gallegas implicadas en distintos ámbitos. La firma lalinense Proquideza, con una amplia trayectoria en el desarrollo de productos de limpieza y higiene para el ganado, se encargó de comprobar las posibilidades que ofrecían los extractos naturales. La empresa ya lleva tiempo incorporando distintos extractos naturales en sus productos para reducir el impacto ambiental e incrementar su eficacia. Como resultado del proyecto, Proquideza consiguió dar una respuesta personalizada a clientes en Francia y la India, incrementando las ventas en el exterior.
    Las investigaciones permitieron que a los socios del proyecto incrementar su presencia en mercados internacionales
    Otro de los socios del proyecto fue la firma Posada Marrón Glacé, empresa especializada en la elaboración de productos a base de castaña. Esta empresa se centró en el aprovechamiento y valorización de la cáscara de la castaña tanto para la reducción de residuos, extracción de compuestos de alto valor añadido o su valorización energética, entre otros. En el ámbito de los extractos desarrolló nuevos usos como conservantes aplicados a productos transformados de la castaña. Bosque Naturales, gestiona 450 hectáreas de nogales, cerezos y otras especies autóctonas, para producción de madera de calidad, en los ayuntamientos coruñeses de Arzúa y de Boimorto, y se encargó de aportar los restos forestales sobre los que llevar a cabo las investigaciones. La empresa Gefico diseñó un proceso de secado energéticamente eficiente para los concentrados de tanino presentes en la madera y en la cáscara de castaña, facilitando de esa manera su posterior valorización por el resto de los socios del proyecto. La colaboración de esta firma no se limitó a un diseño teórico, sino que, tomando como base de referencia su experiencia en procesos de evaporación, también fabricó la maquinaria y estableció los procedimientos precisos para llevar a cabo el proceso. Paralelamente, también evaluó la aplicación de los extractos de tanino como agentes coagulantes en procesos de tratamiento de agua, ámbito en el que la empresa tiene una larga trayectoria.

    ¿Por qué las ganaderías de leche tienen dificultades para encontrar mano de obra?

    La incorporación de mano de obra externa es una realidad que cada vez más ganaderías de leche en Galicia asumen aunque, muchas veces resulta una tarea complicada. Las granjas cada vez son de mayor tamaño y la estructura familiar ya no basta, en la mayoría de los casos, para cubrir el trabajo que implican. El sector acusa, en estos momentos, una falta de mano de obra con la que atender la demanda que se está registrando y que, en los últimos años, fue en aumento. En la actualidad, las granjas están encontrando tanto dificultades para encontrar trabajadores que incorporar como para garantizar el relevo generacional. Pero, ¿por qué les está resultando complicado conseguir trabajadores para sus granjas a los ganaderos? Recopilamos algunas de las claves para comprender y atajar esta situación, que junto con el precio de la leche es una de las mayores preocupaciones para muchos ganaderos a día de hoy.

    ¿Por qué no hay quien quiera trabajar en las granjas?

    La visión negativa que aún arrastra el trabajo en las granjas de leche, o en el campo en general, es una de las principales trabas que coinciden en señalar desde distintos ámbitos del sector agrario. Los ganaderos constatan, en base a sus propias experiencias, que en igualdad de condiciones laborales o incluso superiores, los operarios optan por otros sectores tanto en la industria como en el ámbito de los servicios, antes que por trabajar en una granja.
    Gonzalo Gómez, técnico de Seragro: "Aún se continúa pensando que trabajar en estas granjas es cómo hace años"
    "Hay una consideración cultural y social negativa hacia estos trabajos, pese a que puedan tener un lado positivo y otro negativo. Continúa a prevalecer esa visión más negativa", apunta Javier Iglesias, responsable de Ganadería de Unións Agrarias. "Sigue habiendo una mala visión del campo. Trabajar en las granjas es un trabajo mal visto porque la sociedad tampoco está haciendo ningún esfuerzo por cambiar eso. Se ve que no se valora este trabajo cuando hay niños que piensan que la leche viene del cartón", comenta la veterinaria experta en bienestar animal y gestión de personal, Yolanda Trillo. "Culturalmente está mal visto y aún se continúa a pensando que trabajar en estas granjas es cómo hace años. La situación ha cambiado mucho, pero se sigue transmitiendo esa idea", explica Gonzalo Gómez, técnico del Servicio de Gestión Técnica de Seragro. Las jornadas sin horarios y tareas definidas o la falta de días libres caracterizaron durante años estos trabajos y aunque cada vez son más escasas las granjas donde esa es la tónica, aún se arrastra esa concepción. "Es cierto que en el pasado muchos ganaderos no sabían ser jefes porque tenían esa concepción de implicación con el trabajo en la granja desde que se levantan hasta que se acuestan y buscaban lo mismo en el trabajador. Pero eso ya no pasa, ahora son conscientes de que el empleado tiene que tener unos horarios definidos y limitaciones de tareas", comenta Javier Iglesias.
    Luis García, director de la EFA Fonteboa: "Es muy necesario poner en valor el trabajo en las granjas"
    "Es muy necesario poner en valor el trabajo en las granjas", incide Luis García, director del Centro de Promoción Rural, EFA Fonteboa, en Coristanco (A Coruña), en el que se imparte formación especializada de capacitación agraria. "En la reconversión del sector que hubo en los últimos años la urgencia fue centrarse en hacer inversiones en las instalaciones para intentar ser ganaderías más competitivas pero no hubo una visión clara a corto-medio plazo. Todo se centró en una proyección a largo plazo y no hubo una preocupación y planificación de la gestión del personal. La estructura familiar, que bastaba hasta ahora para atender la granja, ya no llega y hay un déficit de mano de obra y preocupación por el relevo generacional", apunta García.

    Perfil que se busca en las ganaderías

    Hoy por hoy las ganaderías buscan sobre todo para las ganaderías trabajadores que puedan asumir las labores de ordeño y limpieza de la granja. "Falta gente que tenga una cierta preparación para asumir el ordeño o el acondicionamiento de las camas así como otras tareas puntuales", comenta Javier Iglesias. "No puedes hacer casi ningún tipo de selección, porque hay muy poca gente que quiera trabajar en las granjas. Ya no es solo ofrecerle un sueldo, y unas buenas condiciones de trabajo, muchas veces incluso te ves obligado a proporcionarle vivienda", explica Odón Castro, ganadero y socio de Agromuralla. "Nos encontramos con muchas trabas también por parte de la administración para contratar gente, sobre todo emigrante, y con mucha gente que prefiere seguir cobrando ayudas antes que trabajar", comenta el ganadero.

    Estrategias para afrontar la falta de mano de obra

    A la hora de afrontar estas carencias de mano de obra en las granjas de vacuno de leche, en el sector abogan por incidir en varios aspectos, a la par de la puesta en valor de la actividad. Una de las herramientas más importantes para cubrir esta demanda es la formación tanto de operarios como de los propios ganaderos para afrontar la gestión de personal. "En el centro estamos formando cada año profesionales que salen con una formación técnica y con experiencia para asumir los trabajos que se demandan en las granjas pero hay mucha demanda y muchos de los alumnos están preparándose ya para asumir ese trabajo en la granja familiar", apunta Luis García.
    La formación específica es una de las estrategias en las que insisten desde el sector para atajar la falta de mano de obra
    "Cada vez más el ganadero, si puede, quiere contar con un profesional que sea bueno en todas las tareas que se le encargan. Ahora mismo hay muy buena formación tanto en la EFA de Fonteboa como en el centro de formación de Sergude pero aun así no llega para cubrir la demanda", comenta Gonzalo Gómez. De hecho, tanto desde la Consellerías de Medio Rural como la de Educación, responsables de los ciclos de Producción agropecuaria y Ganadería y asistencia animal que se imparten en el CFA de Sergude (Boqueixón) ratifican la buena acogida que tienen estos ciclos entre los mas jóvenes. Junto con esta formación, la administración también ofrece formación tanto en la modalidad de teleformación con el Curso de Incorporación a la Empresa Agraria como con cursos puntuales a través de la Agencia Gallega de la Calidad Alimentaria (Agacal). También otras entidades como los sindicatos detectaron la necesidad de realizar actividades formativas puntuales y especializadas en estas demandas de las granjas. Así, en los últimos meses entre otros, Unións Agrarias organizó junto con la Diputación de Lugo un curso centrado en tareas como el ordeño o en aspectos fitosanitarios.

    Formación de los ganaderos como jefes

    Otro de los aspectos en los que incidir es en la propia formación de los ganaderos para asumir con éxito la gestión del personal. "Muchas veces son ganaderos técnicamente muy buenos para su granja pero que encuentran ciertas dificultades para abordar cuestiones como la gestión del personal o la comunicación con los empleados", indica Luis García."Es muy necesario formar y motivar a los trabajadores para que se sientan implicados y para eso ya no basta solo con ser jefe, hay que aproximarse más al perfil de un líder", apunta Yolanda Trillo. Al margen de incidir en estos aspectos, otra de las estrategias que apuntan desde el sector para suplir la falta de mano de obra se centra en extender otros modelos de gestión de personal que llevan años empleándose en otros países. Es el caso, por ejemplo, de las agrupaciones de trabajadores que funcionan desde hace años en Francia y que tiene un funcionamiento similar a los servicios de sustitución que algunas cooperativas ofrecen ya. Entretanto, muchas ganaderías, sobre todo de tamaño medio, están supliendo esa carencia de mano incorporando otras mejoras tecnológicas que reduzcan la carga de trabajo en la granja, como es la instalación de robots de ordeño.

    Prueban una nueva empacadora de biomasa forestal con la que reducir los costes silvícolas

    El grupo de trabajo e innovación Biofore celebra el próximo lunes, día 22 de abril, una jornada formativa en Pazos de Borbén (Pontevedra) sobre un proyecto con el que reducir los costes de los tratamientos silvícolas a partir de un mayor aprovechamiento de la biomasa residual. El grupo procura evaluar lo rentable que resulta el empleo de una empacadora de biomasa forestal "Fixteri", desarrollada por una empresa finlandesa, frente a la maquinaria forestal que se está empleando en la actualidad. El proyecto estudiará los tiempos y rendimientos de trabajo que permite esta empacadora para comprobar si resulta útil para las características de los montes gallegos. Por eso, realizarán pruebas en montes de los municipios de Zas y Pazos de Borbén. En la presentación del proyecto participarán representantes de los distintos organismos que integran el grupo de trabajo. Así, asistirán Érika Martínez Carreira, socia y directora de proyectos en Letme Soluciones y coordinadora del Grupo de Innovación Biofore; Juan Castro Ínsua, doctor ingeniero en el Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo; Bárbara Álvarez Bezadío, del departamento técnico de Ecocelta Galicia; Jesús Martínez Ben, gerente de Sistemas de Desarrollo Integral del Territorio; y Luis Ortiz Torres, catedrático de la Universidad de Vigo. Además, en la sesión se llevará a cabo una demostración práctica de la unidad empacadora de biomasa forestal. Esta máquina se coloca sobre un autocargador y deja la biomasa empacada en el suelo embalada en film de plástico biodegradable.

    Usos de la biomasa residual

    Por otra parte, el proyecto también procura encontrar usos potenciales para esta biomasa forestal residual que contribuyan a reducir los costes que implica la silvicultura. En la actualidad, como apuntan desde Biofore, la mayor parte de esta biomasa residual no maderera termina siendo quemada de manera controlada o queda en el monte en las zonas de actuación, sin hacer un uso eficiente de la misma, pese a que es un recurso con un gran potencial. Uno de los usos que se contemplan para el empleo de la biomasa residual se centra en su aprovechamiento como una fuente de energía, un tipo de aprovechamiento que suscita gran interés al presentarse como una alternativa frente a otras energías más contaminantes. De hecho, un estudio reciente desarrollado en Galicia y en el norte de Portugal ya había constatado que el matorral y los restos de poda de kiwi y viñedo pueden emplearse como biocombustibles. Por otro lado, también se baraja el aprovechamiento de los restos de madera y matorral para usos tanto agrícolas como ganaderos. En el proyecto se estudiará el empleo de la biomasa como fertilizante natural, bien de forma individual o con adición de otros restos orgánicos, como pueden ser algas o frutas. En el proyecto se estudiará el uso de la biomasa para las camas de las vacas. Junto con su uso a modo de abono, el proyecto también propone analizar si la biomasa resulta una alternativa viable para emplear como cama para las vacas y si puede contribuir a reducir las emisiones de amoniaco a la atmósfera y a fijar carbono al suelo. El grupo de trabajo probará además la eficiencia de la biomasa como filtro biológico para los purines de cerdo mediante varios módulos constituidos por filtros biológicos para obtener un efluente depurado. La jornada se celebrará en el Centro Cultural de Pazos de Borbén en horario de 10.00 a 13.00 horas y la demostración se llevará a cabo en el monte Ermita, situado en el municipio. Para participar en la visita de campo es preciso reservar plaza enviando un email a resina@letme.es o llamando al teléfono 680 208 320.