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Sale a información pública el proyecto para regular los créditos de carbono forestales en Galicia

El Diario Oficial de Galicia (DOG) ha publicado el anuncio de la Consellería de Medio Rural por el que se acuerda someter a información pública el proyecto de decreto por el cual se crea y regula el Sistema voluntario de créditos de carbono de la Xunta. El plazo durante el que se someterá la norma a información pública será de veinte días hábiles contados desde hoy. El texto del proyecto de decreto podrá consultarse en el portal de transparencia de la Xunta en la siguiente localización: Normativa en tramitación – En plazo de envío de sugerencias – Portal transparencia (xunta.gal). De acuerdo con este proceso de exposición pública, las personas físicas y jurídicas interesadas y la ciudadanía en general pueden hacer las sugerencias que consideren oportunas a este proyecto de decreto. El proyecto de decreto El decreto permitirá la creación de un mercado voluntario de créditos de carbono propio de Galicia, una iniciativa en la que están implicadas la Vicepresidencia segunda y Consellería de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda y la Consellería de Medio Rural, esta última a través de la Axencia Galega da Industria Forestal. La iniciativa busca crear y regular un sistema de carbono voluntario, así como la definición de su estructura y organización y la regulación de los deberes y derechos de las personas participantes, tanto postores como demandantes. También se establecen los requisitos para la verificación y la certificación por terceras personas de las eliminaciones de dióxido de carbono, la gestión de los sistemas de certificación y el funcionamiento de los registros. La Xunta señala que se hará todo a través de un sistema auditado, transparente y con el aval de la administración autonómica, ofreciendo garantía y legitimidad a los compradores. El mercado se dirige a organizaciones públicas y privadas, incluso a la ciudadanía, que apuesten por compensar su huella climática y caminar hacia neutralidad, con la participación en proyectos que contribuyen a la eliminación o secuestro de carbono. En el caso de las empresas, este novedoso mercado les permitirá comprar créditos de carbono verificados y, de este modo, alcanzar objetivos de neutralidad clave para su futuro en determinadas producciones y mercados, además de mostrar su compromiso con el medio ambiente y la sostenibilidad. Este sistema, señala la Xunta, es un modo de fomentar la concienciación social sobre la importancia de cuidar nuestros entornos y crear una nueva fuente de ingresos a silvicultores y ganaderos de Galicia, para que complementen sus rentas actuales. Entre los objetivos que se persiguen están el de contribuir a la mitigación de gases de efecto invernadero, a la descarbonización de la economía en el territorio autonómico y al cumplimiento de los compromisos nacionales e internacionales asumidos por Galicia.

Bases del sistema: comité técnico, metodologías y Plataforma de Créditos de Carbono

Comité técnico El decreto dispone la creación de un comité técnico, que será el encargado de diseñar las metodologías para la puesta en marcha del sistema voluntario de créditos de carbono. Metodologías Será en las metodologías donde se concrete qué proyectos podrán certificarse en el sistema, qué requisitos deberán cumplir y cómo se medirá el carbono adicional que o bien secuestren de la atmósfera o bien se deje de emitir por la ejecución del proyecto. Cada metodología que defina el comité técnico estará a exposición pública antes de su aprobación. Una vez aprobadas las metodologías, será cuando podrán presentarse proyectos que encajen en una metodología concreta, de cara a comercializar los créditos de carbono generados. Puede consultarse una relación preliminar de metodologías previstas en esta página del proyecto de decreto. Como ya se había anunciado, uno de los objetivos principales es el de lograr la generación de créditos de carbono voluntarios mediante prácticas de gestión forestal sostenible y de agricultura y ganadería regenerativa. En ambos casos, se entiende que esos créditos de carbono redundarán tanto en impulsar mejores prácticas ambientales como en complementar la renta de silvicultores, agricultores y ganaderos.
El sistema para generar créditos voluntarios de carbono dará cabida a numerosos sectores, incluída la industria energética, la gestión de residuos urbanos o el cultivo de algas
También se prevé que la construcción en madera pueda acceder a créditos de carbono, así como la industria energética que opte por modelos de producción de energía con menores emisiones, en concreto con el uso de biomasa, energía solar, geotermia, riotermia o biocarbón. En total, por el momento la Xunta prevé un total de 26 metodologías, con cabida para numerosos sectores, como la gestión y reciclaje de residuos urbanos o incluso el cultivo de algas marinas. Plataforma de créditos de carbono La Xunta creará para la comercialización una Plataforma de Créditos de Carbono de Galicia, a la que podrán acudir las empresas e instituciones interesadas en comprar créditos de carbono de manera voluntaria para compensar sus emisiones.
https://www.campogalego.es/el-futuro-mercado-de-carbono-de-galicia-dara-entrada-proyectos-agroganaderos-y-constructoras/

Los suelos gallegos, el gran almacén de carbono de la Península

Concentración de carbono orgánico en los suelos agrícolas españoles Galicia, y en general la cornisa cantábrica, acumula en sus suelos la principal reserva de carbono orgánico en España. Pero, ¿cuántas toneladas de CO2 hay almacenadas en este momento y cuál es el potencial de incremento aplicando prácticas de agricultura y ganadería regenerativas? El Ministerio de Agricultura ha hecho una primera estimación de los stocks actuales de carbono en los suelos españoles con carácter previo a la aprobación del Plan Estratégico de la PAC en base a los datos recogidos por el INIA en 2015, pero tiene en marcha en este momento un muestreo mucho más amplio, en 16.000 parcelas de toda España, para conocer de forma exhaustiva cuáles son los niveles de materia orgánica que presentan los suelos agrarios y qué margen de mejora existe con la aplicación de las medidas favorecedoras establecidas en los ecorregímenes de la PAC.
El Ministerio de Agricultura llevará a cabo un muestreo en 16.000 parcelas de toda España para determinar los stocks actuales de carbono en el suelo y su evolución
Estas 16.000 parcelas testigo serán analizadas cada dos años para tener datos de evolución y seguimiento. La primera fase finaliza en marzo de este año. El objetivo es evaluar si las nuevas prácticas agrícolas y ganaderas contribuyen a mejorar el contenido en carbono de los suelos, a reducir la erosión y a mejorar su fertilidad y capacidad de retención de agua. Este muestreo determinará también la capacidad de secuestro de CO2 en función del tipo de suelo y las prácticas agroganaderas implementadas para establecer las bases del futuro sistema de certificación de créditos en el que trabaja la Comisión Europea.
La Comisión Europea está trabajando en un sistema estandarizado para a toda la UE para la medición y comercialización del carbono orgánico del suelo
Desde Bruselas se está avanzando en un sistema estandarizado para toda la UE de medición y comercialización del carbono contenido en los suelos agrarios, pero está por ver si el cómputo tiene en cuenta solo el CO2 retenido en el suelo o la totalidad de medidas puestas en marcha por la explotación (energías renovables, dietas del ganado, etc) para reducir su huella de CO2. “El contenido en carbono en los suelos en España es el más bajo de Europa” Materia orgánica del suelo en las tierras de cultivo de la UE “El contenido en carbono en los suelos en España es el más bajo de Europa”, reconoce el Ministerio de Agricultura. La cuantificación del contenido de carbono orgánico en el suelo por países, realizada por la UE en 2015, sería para España de 944 mega toneladas, frente a las 2.178 de Francia, por ejemplo. En el total de la UE los suelos agrarios albergarían 14.065 mega toneladas.
Se estima que alrededor del 75% de todas las tierras de cultivo de la UE están por debajo del 2% de carbono orgánico
En cuanto al contenido orgánico para cada categoría de uso de la tierra, los pastizales registraron el mayor contenido de carbono orgánico de la UE-27, con 9.019 mega toneladas; seguidos de las tierras de cultivo, con 4.393,2 mega toneladas; mientras que los cultivos permanentes tuvieron el menor valor, con 652,3 mega toneladas. El predominio de los pastizales en términos de contenido de carbono orgánico en comparación con otros usos del suelo se observa generalmente en todos los Estados miembros.
En comparación con el resto de Estados miembros, España presenta una media de carbono orgánico en el suelo por debajo de muchos otros países de la UE
Si atendemos a los datos del contenido medio de carbono orgánico en g/kg, el valor medio para la UE es de 43,1 g/kg, pero las diferencias son grandes entre Estados miembros: España, con 14,9 g/kg; Portugal, con 15,6 g/kg; Italia, con 18,6 g/kg; Francia, con 23,2 g/kg; frente a los 82,4 g/kg en Irlanda. "España presenta el valor más bajo, inferior también al de otros países mediterráneos y que claramente compromete nuestra calidad del suelo", reconoce la documentación complementaria que acompaña el Plan Estratégico de la PAC en España.
Los suelos de cultivo españoles, fundamentalmente los del área mediterránea, tienen un bajo contenido en materia orgánica
Dentro de España, las comunidades de la cornisa cantábrica son las que presentan porcentajes de materia orgánica en el suelo mayores: 7,64% de Galicia; 7,39% de Asturias o 7,3% de Cantabria frente al 1,55% de Andalucía; al 1,84% de Extremadura o al 2,41% de Cataluña. Se estima que el contenido medio de carbono orgánico del suelo en España es de 58,65 t/ha (3% de contenido de materia orgánica). Esta concentración varía a lo largo de la superficie española, situándose los suelos con mayores niveles de carbono orgánico del suelo en el noroeste peninsular, concretamente en Galicia, con contenidos que en ocasiones puntuales llegan a 150 t C/ha y porcentajes medios de materia orgánica de hasta el 8%.
Dentro de España, las comunidades de la cornisa cantábrica son las que presentan porcentajes de materia orgánica en el suelo mayores
En el caso contrario se sitúan la cuenca del Ebro o comunidades autónomas como Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Murcia, Madrid o Extremadura, las cuales contienen áreas con climas semiáridos. Según el Informe del INIA Metales pesados, materia orgánica y otros parámetros de la capa superficial de los suelos agrícolas y de pastos de la España peninsular, 26 provincias tienen un porcentaje de materia orgánica por debajo del 2%, por lo que estarían en riesgo de pérdidas importantes en la calidad de sus suelos. "A tenor de los datos aportados por los diferentes estudios analizados, es posible constatar que los suelos de uso agrícola son los que más cantidad de carbono orgánico han perdido históricamente y los que, por tanto, poseen un gran potencial para secuestrar el carbono atmosférico", aseguran los documentos de análisis de situación incluidos en los ecorregímenes de la PAC. Factores que influyen en la pérdida de carbono en los suelos A temperaturas altas la materia orgánica se descompone más rápidamente, por lo que los suelos en climas más cálidos tienden a contener menos materia orgánica. Los incrementos de temperatura generan una mayor actividad microbiana con el resultado de una mayor mineralización de la materia orgánica y un mayor desarrollo de algunos procesos asociados, tal como la desnitrificación. La actividad microbiana del suelo normalmente responde de manera exponencial a la temperatura duplicando aproximadamente la actividad por cada 10 grados de incremento de la temperatura. Este proceso se verá incrementado con el cambio climático. Algunos factores que influyen en la pérdida de carbono en los suelos son:
  • El aumento de la velocidad de mineralización de la materia orgánica del suelo, que provoca la oxidación de los compuestos carbonados y devuelve CO2 a la atmósfera, disminuye el carbono orgánico del suelo. Esta tasa de mineralización, en nuestras condiciones climáticas, se estima entre el 1 y el 3%, dependiendo de los tipos de suelo y manejo, de la naturaleza de los cultivos, de la intensidad de la actividad biológica, del clima, del tipo de humus, etc.
  • Prácticas inadecuadas como un mal laboreo aumentan la exposición de la materia orgánica a la descomposición microbiana en la capa superior del suelo, contribuyendo así a una mayor tasa de descomposición.
  • Los suelos bien drenados generalmente contienen menos materia orgánica que los suelos más húmedos, donde hay menos oxígeno disponible para su descomposición.
  • Como consecuencia de la erosión que afecta la capa superior del suelo se eliminan los sedimentos enriquecidos en carbono orgánico.
Iniciativa 4 por mil La iniciativa 4 por mil, lanzada en la COP 21 de París, persigue un incremento de los niveles de carbono orgánico del suelo como herramienta de mitigación y adaptación al cambio climático. Pero la implantación de prácticas de manejo agrarias orientadas a incrementar la concentración del carbono orgánico en el suelo, no sólo tiene un interés desde el punto de vista de la mitigación del cambio climático, sino que además supone una apuesta por la mejora del resto de las propiedades del suelo, redundando de manera positiva en su calidad, potencial productivo y en la sostenibilidad de los ecosistemas agrarios. Agricultura de conservación y ganadería regenerativa En la conocida como agricultura de conservación, el conjunto de prácticas agrícolas buscan retener y aumentar la cantidad de carbono orgánico presente en el suelo. Se fundamenta en tres pilares básicos:
  • Mínima alteración mecánica del suelo: en el caso de cultivos anuales la siembra se realizará a través de la cobertura orgánica del suelo, en cultivos perennes y en presiembra de los anuales la hierba se manejará mediante siegas o herbicidas.
  • Cobertura orgánica permanente del suelo (un 30% como mínimo): con residuos de cultivos, cultivos de cobertura o manejo de la vegetación espontánea en los periodos intercultivos.
  • Programar rotaciones o diversificación de cultivos en cultivos anuales: mediante asociaciones y secuencias de cultivos variadas que comprendan cultivos de familias botánicas diferentes.
La combinación de estos tres principios aporta beneficios ambientales cuando se materializan en las dos prácticas básicas de este tipo de agricultura: la siembra directa en cultivos herbáceos y las cubiertas vegetales en cultivos leñosos. En general, y con las lógicas variaciones en función del tipo de suelo y las condiciones locales, la siembra directa y las cubiertas vegetales pueden reducir la erosión entre un 60 y un 90% respecto a cualquier otro modelo agrícola que altere físicamente el suelo. Los beneficios de la siembra directa El manejo del suelo mediante las técnicas de siembra directa y cubiertas vegetales puede contribuir por una doble vía a reducir los niveles de CO2 atmosférico: en primer lugar, por la reducción en el consumo de combustibles fósiles derivado de los menores requerimientos en el uso de los tractores; por otra parte, los incrementos de materia orgánica y la acumulación de restos vegetales en la superficie del suelo constituyen un sumidero para fijar carbono en forma de restos orgánicos. La cuantía del carbono fijado en el suelo variará en función de las condiciones edafoclimáticas y del manejo de los cultivos.
La siembra directa es capaz de fijar hasta 0,85 toneladas más de carbono por hectárea y año que el laboreo convencional
Diversos estudios indican que la siembra directa es capaz de fijar hasta 0,85 toneladas más de carbono por hectárea y año que el laboreo convencional, y que las cubiertas vegetales son capaces de fijar hasta 1,54 toneladas más de carbono por hectárea y año que el laboreo convencional. La reducción o supresión del laboreo y el reparto en superficie de los restos de hierbas y cultivos propician una nueva dinámica de la materia orgánica. En pocos años, y en función de la cantidad de residuos vegetales distribuidos, de la textura del suelo y de las condiciones climáticas, se puede alcanzar un nuevo equilibrio con un incremento sustancial, respecto al status inicial, del nivel de materia orgánica edáfica. Dependencia del glifosato En la siembra directa, la diferencia fundamental respecto a la agricultura basada en el laboreo radica en que cuando es necesario controlar la hierba, justo antes de sembrar, se recurre a la aplicación de herbicidas. Una vez establecido el cultivo, el uso de fitosanitarios sigue las mismas pautas que un cultivo convencional. La aprobación o no del uso de la única materia activa que actualmente se utiliza en este tipo de gestión del suelo es un elemento que puede condicionar en el futuro el desarrollo de este sistema de cultivo. La alternativa actual al glifosato pasaría por el uso de un cóctel de materias activas. Pero el proceso de autorización de materias activas por parte de la EFSA hace suponer que en los próximos años no habrá una materia sustitutiva del glifosato.

Nestlé lleva a cabo un proyecto piloto en España en el que participa una granja gallega

Juanjo Fraga, junto a la unidad de análisis del suelo llegada desde Inglaterra y que tomó muestras de carbono en las fincas de Ganadería Barbeiro en Alfoz Ganadería Barbeiro ha decidido en los últimos años hacer un cambio en la manera de trabajar sus tierras, apostando por la agricultura de conservación, con menos laboreo y reducción en el uso de fertilizantes de síntesis química. Juanjo Fraga espera ver resultados en poco tiempo, tanto a nivel de mejora productiva como de ahorro de insumos. Pero al mismo tiempo, este cambio de modelo puede aportarlle ingresos extra, por la vía de la retención de CO2 en el suelo. Por un lado están los pagos de los ecorregímenes de la PAC que fomentan este tipo de prácticas (siembra directa, rotación de cultivos con especies mejorantes, etc) y por otro lado las primas que la industria que le recoge la leche, la multinacional suiza Nestlé, está comenzando a aplicar en sus granjas. De hecho, las dos explotaciones con las que cuenta Ganadería Casa Barbeiro en A Mariña, la de Arante (Ribadeo) y la de Lagoa (Alfoz), forman parte de un programa piloto de Nestlé en España. Son las dos únicas granjas incluidas en él en Galicia (en Asturias hay una ganadería en ecológico). La iniciativa, de carácter pionero, consiste en medir el carbono actual contenido en el suelo y volver a hacerlo dentro de 5 años para comprobar el efecto de las prácticas de manejo aplicadas.
Pasamos de arar la tierra todos los años a no levantar nunca la capa superficial para conservar el CO2 almacenado
El cambio principal que Juanjo está acometiendo en su explotación a nivel agrario es la eliminación del laboreo. “Antes arábamos la tierra una vez al año, para echar el maíz, y la pradera la sembrábamos con grada rápida; ahora lo hacemos todo con siembra directa”, cuenta. De las 200 hectáreas de tierras de cultivo que manejan, 170 ya han sido labradas este año con mínimo laboreo, mientras que las 30 restantes han sido trabajadas de manera convencional en función de las características de las parcelas (superficie de monte transformada en tierras de cultivo, por ejemplo). Entre el 2 y el 5% de materia orgánica El contenido actual en materia orgánica de los suelos de Casa Barbeiro varía en función de las fincas y su uso. En el monte roturado este año alcanzaron un 5,2% una vez incorporada al suelo la biomasa. “Tenía mucha maleza y muchas zarzas y lo que hicimos fue fresar todo y enterrar”, explica Juanjo. En el resto de parcelas las analíticas muestran porcentajes más bajos. Por ejemplo: 2,4% en una tierra de cultivo de suelo arenoso al lado del río o 3,9% en una finca en rotación que llevaba años a pradera permanente.
Para mantener niveles por encima del 4% de materia orgánica en una tierra con cultivo intensivo hay que hacer muy buenas labores
“Para mantener niveles por encima del 4% en una tierra con cultivo intensivo hay que hacer muy buenas labores. Nosotros empleamos mucho purín, que es algo que queda en el suelo y aumenta la materia orgánica, pero usando solo abonos químicos esos porcentajes bajan mucho”, reconoce. Juanjo espera que en tres años, con el cambio en las prácticas culturales aplicadas en su explotación (enterrado del purín y siembra directa) puedan comenzar a verse los resultados. “En Italia con este mismo sistema pasaron de un 1% de materia orgánica en el suelo a estar entre el 4 y el 5%”, explica.
En pocos años este tipo de prácticas estarán instauradas en todas las granjas; también estaba lejos lo de los purines y ya está aquí
Para determinar el punto de partida, hasta A Mariña se desplazó desde Inglaterra una empresa especializada con sus equipos, que permiten tomar, en una serie de parcelas testigo, una muestra de tierra a un metro de profundidad en tubos georreferenciados que guardan la localización exacta de los lugares de muestreo para volver a analizar dentro de 5 años el suelo en estos mismos puntos y ver la diferencia. Aunque este tipo de iniciativas son por ahora poco habituales, Juanjo está convencido de que en los próximos años serán prácticas comunes en la mayoría de las explotaciones. “Pienso que en poco tiempo estarán instauradas en forma de normativa y nosotros queremos ir por delante. También estaba lejos lo de los purines y ya está aquí”, razona.

¿Qué posibilidades de ingresos por captura de carbono ofrece la agricultura y ganadería regenerativa?

El suelo es el mayor almacén terrestre de carbono, pero hasta el momento no se tenía en cuenta el carbono acumulado en el suelo agrario. Ni como reductor para el cómputo de emisiones de las granjas ni para los mercados voluntarios de carbono, en los que empresas pagan por secuestro de CO2 para compensar su huella climática. Hasta ahora, en España el mercado voluntario de carbono sólo admitía la capacidad de absorción de CO2 de determinadas superficies forestales. Pero esa realidad está cambiando y desde Bruselas se empieza a mirar hacia los suelos agrícolas no solo desde la óptica de la producción de alimentos, sino también desde el punto de vista ambiental y en su consideración de sumideros de carbono.
Se prevé que el desarrollo del mercado de carbono agrario sea muy rápido y que el 2024 sea el año clave
“Es un tema que está aún en la cocina. Todo el sector está esperando por la regulación de la UE, los últimos documentos de trabajo de la Comisión Europea son del pasado mes de marzo y se piensa que el 2024 puede ser el año clave, porque se prevé que la puesta en marcha del mercado de carbono agrario tenga un desarrollo muy rápido”, asegura Jacobo Feijóo, secretario general de la Asociación Sectorial Forestal Galega(Asefoga) -ligada a Unións Agrarias-, que tramita contratos de venta de carbono forestal de propietarios y comunidades de montes. El mercado voluntario de carbono se vislumbra como una oportunidad añadida para obtener ingresos de la actividad agroganadera y para contrarrestar su fama contaminante, poniendo en valor su labor medioambiental como sumidero de carbono. Pero existe “preocupación” por que estos nuevos criterios “no distorsionen la verdadera prioridad del sector agrario, que es producir alimentos”.
No se puede distorsionar la verdadera prioridad del sector agrario, que es producir alimentos (Jacobo Feijoo)
“El enfoque verde de la PAC está muy bien, pero no se puede olvidar el enfoque productivo, no vaya ser que ahora nos pongamos a producir carbono y dejemos de producir alimentos en cantidad suficiente para alimentar a la población y para garantizar precios justos, tanto para los productores como para los consumidores”, defiende Jacobo. La Xunta se posiciona ante la futura normativa de la UE La Xunta ha anunciado como una de sus medidas para este año la puesta en marcha de un mercado de carbono propio a nivel gallego. En Galicia se está comercializando ya en este momento carbono forestal, dentro del Registro estatal creado a partir de la aprobación del Real Decreto 163/2014, pero ahora el Gobierno gallego creará una regulación alternativa para dar cabida a otro tipo de proyectos. Como principales novedades, en el nuevo Registro gallego se prevé la inclusión de la capacidad de secuestro de carbono de los suelos agrícolas y de la madera estructural empleada en la construcción. También de masas arboladas sometidas a silvicultura que demuestren la captación de carbono adicional, en comparación con masas sin gestión. Si bien, aunque los sistemas de cómputo y certificación de este mercado autonómico estén basados en estándares internacionales, el secretario general de Asefoga advierte de lo “arriesgado” de ir por delante de la regulación comunitaria.
A medio plazo, los mercados locales de carbono van a tener que converger en la metodología europea, para que esos créditos sean intercambiables entre agentes de la UE
“Puede ser contraproducente ir por libre, porque hay que ver la credibilidad que puede tener un registro propio de la Xunta. Que un banco suizo compre unos derechos en Galicia depende de que ese crédito de carbono sea homologable dentro del sistema de la UE. Así que, una vez que la Comisión Europa diga como se mide el carbono agrario habrá que adaptarse a eso, por este motivo igual era mejor esperar y no lanzar un barco que después puede quedar varado en la arena. Lo que está claro es que cualquier mercado que se ponga en marcha tiene que ser internacional, a nivel de la UE como mínimo”, argumenta. Aumento de la materia orgánica en el suelo Para este nuevo modelo de compensación de emisiones que usa el suelo agrario como sumidero se tendría en cuenta únicamente la cantidad de carbono que se lograra incrementar a través de prácticas favorecedoras, no el carbono acumulado que ya hay en la actualidad.
Se computará el incremento de la profundidad del suelo, es decir, la materia orgánica que se logre acumular en la capa de tierra superficial
Galicia es un lugar privilegiado en cuanto a niveles de carbono en el suelo, multiplicando los niveles medios de otros territorios. La razón está en la gran cantidad de biomasa, principal fuente de carbono, y en los bajos niveles de pH del suelo.
El hecho diferencial del suelo gallego para la captura de carbono es la gran cantidad de biomasa y el pH ácido
Pero el hecho de que los suelos gallegos sean ricos de por sí en materia orgánica puede ser perjudicial a la hora de cuantificar el carbono que puede ser comercializado (solo aquel que se logre incrementar), frente a otros territorios que parten de niveles mucho más bajos de carbono acumulado en la actualidad, ya que sólo computaría el aumento de los centímetros de la capa de tierra superficial con materia orgánica, no la presente o depositada a día de hoy. “En los suelos gallegos nos movemos entre un 5 y un 6% de materia orgánica en los primeros 50 centímetros de suelo. Con una gestión buena de conservación de carbono puedes llegar a unas 300 toneladas/ha de stock máximo que consigues acumular. Puedes meter más materia orgánica, pero los microorganismos la descomponen”, explica Jacobo. Primas a través de la PAC o mercado voluntario La valorización del carbono forestal ya está en marcha desde hace años en la UE, a través de un mercado voluntario y de registros oficiales de derechos, pero en el caso del carbono agrario está por ver cuál es el modelo por el que se decanta Bruselas, si por un modelo similar al forestal o por incluir la captura de carbono en la Política Agrícola Común. “En el ámbito forestal hay un mercado voluntario en el que un tercero, normalmente una compañía privada, compra los derechos que tienes inscritos en un registro oficial. En los suelos agrarios vamos a ver por qué modelo se decanta la Comisión Europea, si por ir al mercado con los créditos de carbono generados o por pagos en la PAC por la cantidad de carbono que almacena la explotación”, plantea. Dentro de los ecorregímenes de la PAC para el actual período 2023-2027 ya se establece una categoría titulada Agricultura baja en carbono en la que se incluyen pagos adicionales por tres prácticas beneficiosas: pastoreo extensivo, siembra directa y cubiertas vegetales. Pero Jacobo aclara que “son pagos indemnizadores, que te compensan por lo que pierdes de producción, por ejemplo por no hacer laboreo, pero no son pagos incentivadores para que captures carbono ni la PAC entra a cuantificar tampoco cuánto capturas para pagarte por esa cantidad”, indica. Sin embargo, el sistema podría cambiar en las futuras reformas de la PAC. Compensación de las emisiones ganaderas Hasta ahora, los métodos de cálculo de emisiones de la ganadería no tenían en cuenta la capacidad de secuestro que tiene el suelo, por lo que la producción ganadera, tanto la intensiva como la extensiva, salía siempre mal parada en los cómputos oficiales, como emisora neta de gases contaminantes de efecto invernadero. “Es injusto, porque tú no puedes equiparar un motor de explosión con el metabolismo de un animal. Un coche tiene emisiones netas, mientras que en la vaca es una emisión circular, con balance neto cero. Desde el punto de vista científico esas emisiones no son un problema sino una necesidad, ya que la materia orgánica tiene que volver a la atmósfera para seguir su ciclo, por eso no es lógico contabilizar las emisiones metabólicas”, argumenta Jacobo.
Hasta ahora, los métodos de cálculo de emisiones de la ganadería no tenían en cuenta la capacidad de secuestro que tiene el suelo
Existe un movimiento internacional, en el que se incluyen diversos países y miembros de la comunidad científica, que está tratando de incidir en el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU para que el cómputo sobre las emisiones del ganado sea 10 veces inferior cuando se trata de ganadería extensiva, con respecto a la ganadería intensiva. De este modo los métodos de cálculo de emisiones en las explotaciones ganaderas podrían comenzar a tener en cuenta de cara al futuro el carbono que las granjas son capaces de secuestrar a través del suelo en sus praderas o tierras de cultivo, con lo que aparecerían balances positivos de carbono en función del tipo de granja y sus prácticas.  Reducción por sectores Dentro del llamado Pacto Verde Europeo la Comisión Europea presentó poco antes de que diese comienzo la guerra de Ucrania el paquete legislativo Fit for 55, que propone reducir de cara a 2030 un 55% las emisiones de efecto invernadero con respeto a las producidas en 1990. La normativa europea obliga a que haya una contabilidad de carbono por sector, de manera que cada sector económico sea neutral en el 2050, es decir, sea capaz de compensar sus emisiones capturando tanto carbono como emita y Galicia podría convertirse en el sumidero natural para las emisiones de la agricultura española.  Galicia podría convertirse en el sumidero natural para las emisiones de la agricultura española Dentro de esa obligación de mitigación, a corto plazo el sector primario español tiene que hacer un importante esfuerzo para cumplir con las exigencias comunitarias, teniendo que reducir 43.000 toneladas equivalentes de CO2 de cara a 2030, procedentes sobre todo de la agricultura. Una parte de esa reducción podría lograrse extendiendo prácticas como la siembra directa o las rotaciones con especies mejorantes para disminuir el uso de fertilizantes nitrogenados de origen químico, pero otra parte dependería de la capacidad de compensación que pueda tener la ganadería extensiva, sobre todo en la cornisa cantábrica, por la mayor capacidad de sus suelos para actuar como sumidero natural de carbono.

“Ya hay compañías dispuestas a pagar por el carbono agrario”

A falta de definir el funcionamiento y alcance del mercado de carbono agrícola, ya existen en este momento intermediarios dispuestos a comprar los créditos de carbono generados por las explotaciones agroganaderas. “Ya hay alguna compañía dispuesta a pagar por el carbono agrario; con nosotros ya se han puesto en contacto”, reconoce el secretario general de Asefoga. Empresas de otros países, como la estonia eAgronom o la alemana Climate Farmers, están ya asentadas en España, ofreciendo sus Programas de Carbono, en los que calculan el potencial de secuestro de la explotación (exigen un mínimo de 50 ha de superficie), ayudan a implementar prácticas para incrementar esa capacidad y comercializan los créditos generados a través de la firma de un contrato con el productor a cambio de una comisión del 35%.
En países como Holanda, con escasa superficie de monte, entidades como Rabobank están ya comercializando créditos de carbono agrario
Estas empresas se presentan como impulsoras de la agricultura regenerativa en Europa, que se define como un conjunto de medidas que actúan mejorando el suelo y su capacidad de captura de carbono. “La regenerativa es un tipo de agricultura que va un paso más allá de la agricultura ecológica, porque pretende no solo no hacer daño al ecosistema, sino también restaurar el suelo”, explica Jacobo Feijóo.
La agricultura y ganadería regenerativas se definen como un conjunto de medidas que actúan mejorando el suelo y su capacidad de captura de carbono
Entre las prácticas agrarias, la fundamental es no arar la tierra, porque arar oxigena, lo que oxida y mineraliza la materia orgánica. De lo contrario, el carbono, cuando se secuestra en el suelo por partículas finas (arcillas), dura cientos de años almacenado si no se libera con el laboreo. También contribuyen a aumentar el carbono del suelo el mantenimiento de cubiertas vegetales, los aportes de materia orgánica o las rotaciones con especies mejorantes.
Multinacionales del sector de la alimentación, como Unilever o Nestlé, están primando la reducción de la huella de carbono de sus granjas proveedoras
La utilización de ganado en modelos extensivos es también una práctica que mejora la capacidad de secuestro de carbono del suelo. Los animales, al pisar, ayudan a incorporar carbono y a activar los ciclos de nutrientes, que se ven favorecidos por los abonos orgánicos que depositan, pero el modelo de pastoreo debe ser rotacional para no provocar compactación y liberación del carbono almacenado en el suelo.

El futuro mercado de carbono de Galicia dará entrada a proyectos agroganaderos y a constructoras

El Consello da Xunta avanzó esta semana las líneas del mercado voluntario de carbono que quiere crear el Gobierno autonómico en 2024. El sistema consistirá en una plataforma en la que se podrán registrar proyectos que garanticen un secuestro adicional de carbono de la atmósfera. El objetivo es que comunidades de montes, silvicultores, ganaderos e incluso constructores puedan vender esas toneladas de carbono en un mercado voluntario. Los compradores del carbono serán principalmente empresas y entidades que quieran compensar su huella de carbono de manera voluntaria. El centro del sistema se enfoca a iniciativas forestales basadas en una silvicultura que garantice un secuestro adicional de carbono, principalmente montes ordenados sujetos a podas y claras. Una segunda línea serán proyectos de agricultura y ganadería regenerativa que demuestren un secuestro de carbono adicional, en comparación con las explotaciones convencionales. Es decir, en ambos casos, las toneladas que se podrán comercializar en el mercado voluntario no serán todas las que capten de la atmósfera árboles y cultivos, sino solo las adicionales, las que el sistema pueda certificar que se capturaron a mayores, en función de prácticas silvícolas o agrícolas beneficiosas para el clima. En cualquier caso, la normativa del sistema está aún sin concretar. Construcción en madera estructural El mercado voluntario de carbono que promueve la Xunta se anuncia con una tercera pata, ya no para premiar la captura adicional de carbono de la atmósfera, sino el almacenamiento a largo plazo del carbono capturado. Es el caso de los edificios que se construyan en madera estructural, que podrán comprometer una permanencia prolongada de ese carbono fuera de la atmósfera, superior al ciclo natural que tendrían los árboles en monte o a esa misma madera en otros usos. La posibilidad de que las promotoras inmobiliarias pongan en el mercado créditos de carbono de los edificios con madera estructural (CLT, madera laminada) sería una manera de incentivarlas a cambiar los materiales tradicionales (ladrillo, hormigón, cemento, acero) por la madera. Por cada tonelada de madera estructural en construcción, en sustitución de hormigón y cemento, se calcula que se reduce en 4 toneladas de CO2 equivalente la huella climática del edificio. La introducción de los edificios en madera en el mercado de carbono permitiría además compensar parte de los sobrecostos que enfrentan promotores y compradores, en comparación con los edificios en materiales tradicionales. La idea de un mercado voluntario de carbono con proyectos de construcción ya está en marcha en otros países europeos, como los escandinavos, donde según la Xunta, la tonelada de carbono procedente de los edificios se comercializa a alrededor de 26 euros / tonelada. Conviene recordar que la Administración autonómica anunció recientemente que a partir del 2024, por lo menos un 20% de los edificios públicos se harán en madera, una tendencia que se espera que se extienda a la iniciativa privada. Créditos estándar y eco Tras el Consello de la Xunta de ayer, el presidente, Alfonso Rueda, explicó que la idea del mercado voluntario de carbono de Galicia es que haya dos tipos de crédito, los estándar, que contabilizarán solo las toneladas de carbono equivalentes reducidas, y los eco, que identificarán a los proyectos que generen otros beneficios ambientales, como la conservación de la biodiversidad o la prevención de fuegos. El objetivo es que este último tipo de créditos alcance más valor en el mercado. Como referencia, los créditos de carbono agrícolas y forestales en los mercados europeos rondan los 20 euros por tonelada, si bien en Galicia los proyectos ya en marcha, en base al Registro de absorción de CO2 del Ministerio de Transición Ecológica, suelen moverse en cifras superiores, en el entorno de los 25 euros por hectárea.

La iniciativa de la Xunta se presenta cómo una alternativa al Registro de Absorciones de CO2 del Ministerio de Transición Ecológica

En Galicia, hasta ahora los proyectos que podían comercializar carbono eran sólo los que se inscribían en el Registro de Absorciones de CO2 del Ministerio de Transición Ecológica, que admite dos tipos de iniciativas: la restauración de montes afectadas por incendios forestales y la forestación de superficies que estuvieran desarboladas desde 1989. El Registro, que nació en el 2014, tuvo unos primeros años con escasos proyectos, pero en los dos últimos años fueron más de un centenar las iniciativas gallegas que se inscribieron, la mayoría de montes forestados con pinos, acompañados de franjas de frondosas caducifolias. A diferencia del mercado propuesto por la Xunta, los proyectos inscritos en el Ministerio computan todo el carbono absorbido de la atmósfera. Si se tiene en cuenta que cada hectárea de pinos puede capturar durante su ciclo hasta 250 – 300 toneladas de CO2, los beneficios para las comunidades de montes y silvicultores eran claros. La pega del Registro del Ministerio es que los proyectos que tienen cabida son muy limitados. Con todo, durante los últimos años se sucedieron los acuerdos de compra venta de créditos voluntarios de carbono, protagonizados por una parte por comunidades de montes, y por otra por empresas que querían compensar su huella. En paralelo, también surgió un mercado de empresas intermediarias de esos créditos, si bien la Xunta trató de regular la cuestión para evitar prácticas especulativas que perjudicaran a los propietarios forestales.

Mondariz acoge unas jornadas sobre gestión sostenible de montes vecinales y proyectos de absorción de carbono

El centro cultural de Mouriscados (Mondariz) acogerá este viernes 24 y sábado 25 unas jornadas orientadas a difundir las posibilidades de gestión sostenible de los montes vecinales. El evento abordará la planificación de los montes vecinales, así como las posibilidades que abren los proyectos de absorción de carbono. Estos proyectos representan tanto una vía de ingresos adicional para las comunidades como una oportunidad para la restauración de áreas degradadas o afectadas por incendios forestales. La Asociación Forestal de Galicia, organizadora de las jornadas, aprovechará también el acto para presentar el monte demostrativo de Mouriscados, un espacio que aspira a convertirse en un referente de buenas prácticas silvícolas. Para asistir a las jornadas, se requiere inscripción previa gratuita en los teléfonos 986 660 864, 981 564 011 o 618 752 214. También es posible la inscripcíón vía email a afg@asociacionforestal.org. El programa de las jornadas será el siguiente: VIERNES 24 16.30 – 17 h. Presentación del monte demostrativo de Mouriscados. 17 – 17.45 h. La importancia de la planificación en la gestión forestal sostenible. 17.45 – 18.15 h. Pausa café. 18.15 – 19 h. Los proyectos de absorción de carbono como impulso a la planificación. SÁBADO 25 10 – 13 h. Visita guiada al monte vecinal en mancomún de Mouriscados.

La comunidad de montes vecinales de Bermés (Lalín) inicia la comercialización del carbono de un proyecto de restauración forestal

La empresa lalinense Inasus, una firma de referencia a nivel internacional en el diseño, ingeniería y montaje de fachadas, está impulsando la compensación voluntaria de su huella de carbono a través de un proyecto de restauración forestal. En concreto, Inasus adquirió una parte de las toneladas equivalentes de CO2 que está captando de la atmósfera un proyecto de restauración ambiental promovido por la comunidad de montes vecinales de Bermés, en el monte Carrio (Lalín). La comunidad de montes vecinales de Bermés inició en el 2014 la forestación de una zona que había estado desarbolada cuando menos desde el año 1989, lo que le permitió la posterior inscripción del proyecto en el Registro de Absorciones de CO2 del Ministerio de Transición Ecológica. La restauración ambiental se inició con la plantación de una masa de 20,7 hectáreas de pino del país (‘Pinus pinaster’), a la que se sumaron en los últimos años 7,4 hectáreas de castaño y 2,4 hectáreas de otras frondosas caducifolias (robles y abedules). El compromiso de la comunidad de montes es que ese arbolado permanezca en pie un mínimo de 40 años, periodo en el que captará alrededor de 7.500 toneladas de CO2 equivalente de la atmósfera. Una parte de las toneladas de CO2 equivalente que está previsto captar, alrededor de 1.300, ya quedaron disponibles para su comercialización, lo que permitió cerrar un contrato de colaboración entre Inasus y la comunidad de montes. Neutralidad en carbono en Inasus en el 2025 La empresa Inasus está acometiendo de manera voluntaria un plan de reducción y compensación de su huella de carbono, con el objetivo de ser neutra en emisiones de carbono en el año 2025. Para compensar su huella de carbono, Inasus estaba interesada en apoyar proyectos ambientales en la comarca del Deza, lo que propició una colaboración plurianual a tres años (2023 – 2025) con la comunidad de montes vecinales de Bermés (Lalín). Los fondos que Inasus le aportará a la comunidad de montes de Bermés permitirán apoyar los trabajos de mantenimiento de las masas forestales, en las que ya se tienen hecho trabajos de reposición de marras y desbroces. En los próximos años está previsto que se acometan también podas y claras, de acuerdo con el plan forestal de la comunidad aprobado por la Administración. De este modo, se avanza en el objetivo de que esas masas forestales lleguen a adultas, contribuyendo así a la restauración ambiental de una zona degradada. Colaboración de la Asociación Forestal de Galicia El proyecto de restauración promovido por la comunidad de montes vecinales de Bermés contó con el apoyo técnico y coordinación de la Asociación Forestal de Galicia (AFG). La iniciativa está incluida dentro del programa Galicia Regenera, impulsado por la AFG. El objetivo de Galicia Regenera es la captación de financiación de aquellas empresas que estén interesadas en compensar de manera voluntaria su huella de CO2. Con esos fondos se pretende acelerar el proceso de recuperación de los montes que fueron afectados por los incendios forestales en los últimos años, así como promover la reforestación de aquellas superficies que se encuentran rasas desde antes de 1990.

El Gobierno analizará el contenido en carbono de los suelos agrícolas para evaluar si se cumplen los objetivos de la PAC

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación analizará el contenido de carbono en los suelos agrícolas del territorio español para determinar su capacidad de secuestro, y establecer las bases del futuro sistema de certificación de créditos, cuya nueva legislación ha sido presentada por la Comisión Europea. Los trabajos se prolongarán, en su primera fase, hasta marzo de 2024. El contenido en carbono en los suelos en España es el más bajo de Europa, especialmente en las regiones del centro y sur, y no tanto en Galicia y en la Cornisa Cantábrica. Reconocer sus características y parámetros es importante para contribuir al futuro desarrollo de la actividad agraria. Los análisis permitirán conocer su fertilidad, su capacidad de retención de agua, y favorecerán la lucha contra el cambio climático. El ministerio ha ampliado el ámbito de la Encuesta de Superficies y Rendimientos de Cultivo de España (ESYRCE) con el fin de darle más valor añadido, pues ya no solo tendrá información sobre rendimientos y superficies, sino que incorporará datos de calidad del suelo. Esta encuesta proporciona información precisa sobre las superficies cultivadas en España, los rendimientos obtenidos, y variables descriptivas de la actividad agraria como las técnicas de manejo del suelo o la tipología de riego con la que se cuenta, para comparar los rendimientos por cultivos y zonas. Ahora, además, permitirá conocer el contenido en carbono de los suelos, e incorporará la información a la herramienta digital. Debido al amplio tamaño muestral de esta encuesta, se analizarán cada dos años los suelos de 16.000 parcelas agrícolas repartidas por todo el territorio. Esta muestra permitirá tener datos significativos y robustos para todas las regiones, usos del suelo o técnicas de manejo de éste, entre otros. Además, al estar incluida en ESYRCE permitirá conocer aspectos como la relación entre técnicas de manejo del suelo, contenido en carbono y rendimientos obtenidos.

Evaluar la efectividad de los ecoesquemas de la nueva PAC

Con ello, el proyecto tiene como objetivo evaluar si las nuevas prácticas agrícolas y ganaderas como la agricultura de conservación, las cubiertas vegetales en los cultivos, las rotaciones con especies mejorantes o el pastoreo extensivo, contribuyen a mejorar el contenido en carbono de los suelos agrícolas, y a reducir la erosión y mejorar su fertilidad. Desde el Ministerio de Agricultura destacan que “los trabajos proporcionarán una información muy valiosa para todos los agricultores en el ejercicio de su actividad en un ámbito tan importante como es la agricultura de carbono. Por eso, la finalidad de los trabajos que ahora se inician no es solo proporcionar la fotografía más completa que se pueda tener sobre el estado actual de los suelos agrícolas, sino repetirlos cada dos años para analizar su evolución”. El operativo de recogida de muestras involucra a más de 200 agentes de campo especialistas. Los agricultores cuyas parcelas vayan a ser muestreadas recibirán en los próximos días una notificación informativa sobre los trabajos, por si quieren personarse durante los mismos. La toma de muestras no ocasionará ninguna molestia ni afección a la actividad, dado el pequeño volumen de suelo que se extrae (alrededor de 1,5 kg de suelo por parcela). Los agricultores recibirán gratuitamente los resultados correspondientes a sus parcelas. El proyecto forma parte de los trabajos de evaluación de los resultados de la aplicación de la nueva Política Agraria Común (PAC), que ha comenzado a aplicarse este año.

El Proyecto BiomáisCO2 analiza el potencial de secuestro de carbono de pinos, eucaliptos y robles

La producción maderera puede generar valores añadidos hasta ahora poco o nada apreciados. Uno de ellos es la absorción del CO2, ayudando así a la mitigación del cambio climático. Es por eso que la investigación alrededor de todas las posibilidades que ofrece la madera se convierte en necesaria para la mayor rentabilidad de las masas forestales. El proyecto BiomáisCO2, que impulsa desde el año 2022 el Grupo Operativo formado por Asefor, Bioeco2, el Clúster da Madeira e o Deseño de Galicia, Ramón Lourido y la Universidad de Santiago de Compostela avanza en esta línea. Durante estos meses, se ha trabajado en la metodología de estimación de las absorciones de carbono en las masas forestales de cinco especies forestales de interés en Galicia: Pinus pinaster, Pinus radiata, Eucalyptus globulus, Eucalyptus nitens y Quercus robur. Esta metodología cuantifica el carbono almacenado en los árboles en pie y en el suelo, las emisiones deducidas por la disminución del riesgo de incendios, el carbono almacenado en los productos obtenidos, así como la mitigación por el uso de la madera como combustible en lugar de combustibles fósiles. El objetivo es ofrecer nuevas posibilidades para la comercialización del carbono almacenado en las masas forestales, si bien es preciso esperar a que evolucione la normativa en la materia, pues actualmente sólo se puede comercializar el carbono de montes que hayan sufrido un incendio o de aquellos que se planten y que previamente estuviesen desarbolados desde 1989. En este proyecto, para los cálculos de absorción de carbono, se realizan una serie de cálculos previos (Ex Ante) y una validación posterior efectuada cada 5 años sobre el terreno (Ex post), coincidente con la periodicidad en la presentación de información sobre el estado de los proyectos de absorción según la metodología del Ministerio de Transición Ecológica (MITECO), para comprobar los valores y reajustar las previsiones Ex Ante. Todos los algoritmos y ecuaciones de cálculo que se emplean en dicha metodología se han extraído del modelo CO2FIX y se han adaptado a las especies y a las condiciones bioclimáticas de Galicia. Para el procesado y realización de los cálculos se utilizarán los datos aportados por el gestor de la masa y las predicciones desarrolladas por los modelos de la Universidad, a través de una API. Ésta permite el uso de funciones para estimar el volumen, la biomasa y el contenido en carbono de los rodales regulares objeto del proyecto, así como realizar una evaluación económica de los programas de gestión silvícola. Proyecto BiomáisCO2 El proyecto BiomáisCO2 pretende promover unos montes con vegetación sana, diversos y resistentes, a través de una gestión forestal sostenible y la obtención de productos de larga duración que fomenten la absorción de CO2. Así, se pretende mostrar la posibilidad del cálculo y compensación de carbono de las actividades relacionadas con la gestión forestal, así como de la madera que llega a su destino en la entrada en fábrica. A través de la compensación con proyectos de sumideros, se obtendrá una fuente de ingresos en la gestión de las masas forestales que aportan recursos al entorno rural. El proyecto cuenta con la financiación de la Xunta de Galicia, el Fondo Europeo Agrícola de Desenvolvemento Rural: Europa inviste no rural y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Medio Rural aboga por uno nuevo sistema de créditos de carbono forestales

El conselleiro del Medio Rural, José González, mantuvo una reunión con su homólogo de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, para crear una frente común de ambas comunidades en el sector forestal. Cuestionan los criterios de gestión del Ministerio de Transición Ecológica, con polémicas como la del lobo, y lo acusan de estar al margen de los intereses de las personas que viven en los territorios rurales La Consellería de Medio Rural viene de mantener una reunión estratégica con el conselleiro de Medio Ambiente de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, con el que abordó la puesta en marcha de una frente común para abordar a nivel estatal cuestiones clave del sector a nivel forestal. Participaron también en el encuentro, por parte gallega, el director general de Planificación y Ordenación Forestal, José Luis Llano, y el director de la Agencia Gallega de la Industria Forestal, Jacobo Aboal. El encuentro abordó la necesidad de un cambio en la gestión del territorio, una idea que se quiere trasladar en un futuro Congreso de Gestión Forestal y Silvicultura, a celebrar en Galicia, donde se invitará “a todas aquellas administraciones que, como la nuestra, le den la importancia que merece al sector forestal”, avanzó González. Créditos de carbono En este contexto, José González reafirmó la defensa que hace la Xunta de los sistemas voluntarios de créditos de carbono, como vía fundamental para mitigar el cambio climático y también como forma de asegurar el futuro sostenible de este campo productivo. González añadió que ambas comunidades están disconformes con la norma estatal que restringe las superficies inscritas en los comprados de carbono voluntario a las zonas incendiadas (o a los montes que estén desarborados desde lo 1989), ya que se considera que esto puede tener un “efecto llamada” al fuego. Galicia y Castilla y León abogan por un cambio del sistema de créditos de carbono. Por eso Galicia está trabajando en un registro propio de créditos de carbono, con una normativa que permita también tener en cuenta el carbono adicional capturado por masas sometidas la una gestión silvícola, un aspecto sobre lo que se están haciendo estudios. La lucha contra los incendios forestales fue otra de las cuestiones abordadas en el encuentro. Gestión del lobo Por parte de la Junta de Castilla y León, Suárez-Quiñones criticó la gestión del lobo del Ministerio de Transición Ecológica, pues la protección total de la especie -señaló- va en prexuicio de comunidades como Galicia y Castilla. Respecto de todas estas cuestiones, José González le recomendó al Ministerio de Transición Ecológica que “es bueno preguntarle a quién está en el territorio como se siente y como cree que se deben hacer las cosas”.

«Uno de los desafíos clave del monte gallego está en las oportunidades de comercialización de servicios ambientales»

Conocemos con dos de los socios de Bioeco2, el ingeniero forestal Manuel Beiro y la ingeniera de montes Noemi García, esta asociación profesional técnica de ámbito forestal y del medio natural. Nos acercamos a los proyectos que están impulsando y abordamos sus líneas de trabajo. -¿Por que se creó Bioeco2? -La asociación se creó por la necesidad de unir un colectivo que estaba muy disgregado. No estábamos identificados ni en el sector, ni ante la sociedad o las Administraciones. Vimos que no teníamos la representación necesaria, a pesar de formar parte de los motores del sector forestal. Veíamos que precisábamos estar unidos. Con la asociación se busca tener un foro en el que abordar los problemas cotidianos a los que nos enfrentamos las consultoras forestales. También queríamos que sirviera como herramienta para poder dirigirnos a las Administraciones para tratar estas problemáticas que nos afectan e intentar que ya no lleguen a producirse. La experiencia está siendo muy positiva. -Algunas de estas funciones podrían pensarse como propias del Colegio Profesional, ¿en qué os diferenciáis? -El Colegio incluye un abanico mucho más amplio de empresas y profesionales, que abarcan actividades muy diversas y que no siempre están relacionadas con el sector forestal. Mientras, en Bioeco2 estamos empresas y profesionales que se dedican a gestionar y a hacer proyectos sobre el monte gallego. Además, otra diferencia significativa es que Bioco2 está integrado, en gran medida, por ingenieros técnicos colegiados, pero también hay otros perfiles como técnicos que proceden de los ciclos de Formación Profesional. ¿En qué ámbitos trabajan los socios de Bioeco2? -Somos empresas y profesionales que nos encargamos de fomentar la llamada gestión forestal: se planifican las obras y proyectos, se solicitan las intervenciones, se controlan las actuaciones... Somos las consultoras que asesoran a los propietarios y gestores forestales y que elaboran los documentos de gestión y planificación forestal, lo que nos coloca en un lugar privilegiado para echar una mano en la gestión del monte gallego. Nuestros clientes son los propietarios, tanto privados como comunitarios del monte e incluso los rematantes y las empresas que integran la industria forestal.
“Somos una asociación de empresas multitarea, donde cada empresa está especializada en un área geográfica y en una actividad, y entre todas complementamos las necesidades que vemos en el sector forestal”
Al ser un grupo de profesionales diverso abarcamos un amplio número de servicios. No nos quedamos solo en el acompañamiento del comunero, sino que dentro de Bioeco2 hay empresas que también se dedican a la certificación forestal o al testeo técnico para aquella madera que se usará con fines estructurales. Esta diversidad hace que podamos abarcar más posibilidades y temas que son de interés para la gestión del monte, así como ser más conscientes de las oportunidades y amenazas que tenemos para nuestra profesión. Somos una asociación de empresas multitarea, donde cada empresa está especializada en un área geográfica y en una actividad y entre todas complementamos las necesidades que vamos viendo en el sector forestal. -¿Está teniendo buena acogida la asociación? -La gente veía esta necesidad y se está uniendo, sobre todo porque puede ser una manera de afrontar problemas del día a día de una manera conjunta. Se está viendo como una vía para poder abordar no solo problemáticas, sino para tener mayor acceso a cuestiones novedosas, como los sumideros de carbono o los servicios ecosistémicos que ofrecen nuestros montes, en general, y por supuesto, para abordar aquellos temas para los que es preciso crear nuevas herramientas y que de este modo conjunto resulta más fácil. -¿Qué iniciativas habéis llevado a cabo en estos primeros años? -Ya ha sido todo un hito histórico el propio hecho de constituirse, ya que somos un perfil de profesionales que no estábamos acostumbrados a agruparnos, a diferencia de lo que ocurre con otros sectores. En este tiempo llevamos a cabo 3 proyectos destacados. Por una parte estamos ultimando una plataforma de subastas, Mercamadeira. También accedemos a dos ayudas de formación de la Axencia Galega da industria Forestal (Xera) y creamos una revista especializada, Conecta Savia, en colaboración con el Clúster de la Biomasa, que echó a andar casi al mismo tiempo que Bioeco2. -Hablemos un poco más sobre en qué consiste esta plataforma de subastas y cómo la creasteis. -Desde hace unos años la Administración, para la comercialización de los montes de gestión pública optó por la digitalización de las subastas y nosotros vimos que este es un sistema útil y de interés, también ahora que estas superficies van a pasar a ser gestionadas de manera privada, y por lo tanto también la venta de la madera. Nos parece de utilidad tener una plataforma digital para la venta de la madera, de manera que los maderistas puedan tener acceso a todos los lotes, así como a los pliegos de condiciones y a la documentación técnica. Además esta plataforma permite, con todas las garantías, presentar los sobres con las ofertas para realizar la subasta.
"Nos parece de gran utilidad tener una plataforma digital para venta de la madera con todas las garantías y donde los profesionales tengan acceso a la información sobre los lotes o la documentación técnica”
Incluso proponemos enlazar esta plataforma con otras herramientas digitales que tiene la Administración, como la gestión de los permisos de corta. También valoramos que en un futuro pueda ser empleada por nuestros clientes como un punto de venta de los productos forestales, desde madera o sumideros de carbono. -¿Está funcionando ya esta plataforma? -Estamos a punto de realizar la primera subasta digital, que se hará también de manera presencial para que los usuarios puedan comprobar que se realiza con todas las garantías y por ir mostrando el funcionamiento de ella. -También solicitasteis formar parte del Consello Forestal, ¿por qué esta petición? -Al igual que estamos viendo que en nuestro día a día encontramos dificultades en procedimientos y en la gestión administrativa del monte también vemos que podemos proponer soluciones viables. Por eso creemos que lo lógico sería que pudiéramos participar en el Consello Forestal y contribuir con las aportaciones antes de que se aprueben los procedimientos o las órdenes de subvención, para que aquellas dificultades que se puedan detectar ya en una fase inicial no continúen y nos encontremos con ellas a la hora de hacer el trámite en cuestión. Por eso creemos que es importante estar en el Consello Forestal, ya que muchas de estas cuestiones pueden abordarse ahí.
Pedimos formar parte del Consello Forestal, ya que conocemos los problemas del día a día de la gestión forestal
-¿Habéis tenido ya respuesta por parte de la Administración? -Por el momento desde la Administración solo nos han indicaron dónde tramitar la solicitud, aunque sin concretar mucho cómo debemos tramitarla. Estamos esperanzados en que acepten que participemos, porque creemos que podemos aportar mucho.

“Los montes vecinales son muy interesantes por su componente social, pero también a nivel de gestión forestal por las grandes superficies que abarcan”

-Otra de las gestiones recientes de la Asociación ha sido una reunión con la Dirección General de Montes en la que entre otros temas habéis abordado distintas problemáticas que afectan directamente a las Comunidades o a los montes vecinales en mancomún. ¿Cómo veis la realidad de estos montes? -Todos apreciamos que son un tipo de superficie muy interesantes, no solo por el componente social que tienen detrás, sino también desde un punto de vista técnico en la gestión forestal por la superficie que se maneja de media. Es preciso tener en cuenta que la superficie media de un monte vecinal en Lugo son 220 hectáreas, por lo que las posibilidades son inmensas. -También es una gestión compleja... -Es cierto que la gestión de este tipo de propiedades es ilusionante, por las posibilidades que ofrecen, y al mismo tiempo están cargadas de problemas, ya que las comunidades tienen muchas obligaciones con la Administración, que deben realizar, muchas veces, de manera digital. Precisamente, una de las grandes aportaciones de la asociación es la puesta en común y la búsqueda de soluciones digitales que puedan servir de ayuda a los comuneros e incluso a las juntas rectoras, además de ayuda técnica en procedimientos de por sí bastante enrevesados, como pueden ser los deslindes para montes vecinales.
“El problema en el caso de los deslindes con propietarios privados es que se ha copiado el procedimiento que llevaba a cabo la Administración en los montes de utilidad pública, por lo que resulta inviable”
-Precisamente el tema de los deslindes de los montes vecinales ya ha generado debate, ¿cómo está ahora esta tramitación? -Desde la Administración son conscientes que los deslindes de montes vecinales con propietarios privados no está funcionando. Se está viendo que las comunidades, al no conseguirlo mediante el procedimiento, están optando por la vía judicial. Por el contrario, cuando se trata de dos comunidades de montes es un proceso más simplificado y está funcionando. El problema en el caso de los deslindes con propietarios privados es que se ha copiado el procedimiento que llevaba a cabo la Administración en los montes de utilidad pública, cuando la realidad es que un propietario no tiene acceso a la misma información y garantías que las Administraciones a la hora de afrontar este procedimiento, por lo que resulta inviable. Ahora mismo hay una situación de incertidumbre sobre cómo se le dará solución. -¿Habéis tratado el tema de las dificultades para abordar los deslindes en la reunión con la Dirección General? -Nos pidieron que elaboremos un informe en el que se contemplen las dificultades y posibles soluciones. La realidad es que nos estamos encontrando con ayudas finalistas que no tienen en cuenta que los plazos de tramitación en temas como los deslindes suelen ser de 2 años, con lo que resulta imposible poder optar a ellas. También estamos viendo que se está restando dinero de las ayudas por cuestiones que no estaban contempladas en las órdenes y no hay un criterio unánime entre provincias, lo que está provocando una situación caótica. -También advertísteis de problemas en las ayudas de la PAC para las comunidades de montes -El problema deriva desde el momento que se empezó a hablar de que las comunidades de montes vecinales tendrían que presentar un Plan de aprovechamiento silvopastoril. La falta de una regulación clara, sin que se adaptase a la realidad de este tipo de aprovechamiento, y el choque con otras figuras como el plan de ordenación de estas comunidades hizo que se hayan perdido ayudas específicas activadas para desarrollar estos planes. -Otra de las cuestiones sobre las que también parece haber cierta problemática es la certificación forestal en los montes vecinales conveniados con la Xunta. Explícanoslo. -Lo que está ocurriendo es que los montes que están en gestión pública están trabajando en exclusiva con un grupo de certificación pública y no es posible que ese monte sea certificado por empresas de certificación. La situación se agrava porque en la mayoría de los montes vecinales no todo el monte está en convenio, es decir, en gestión publica, sino solo una parte. El hecho de que este grupo de certificación público solo certifique la parte conveniada provoca que muchas veces queden por certificar espacios que no están teniendo un aprovechamiento forestal ni una rentabilidad, pero certificar toda la superficie es imprescindible para las comunidades de montes, puesto que es un requisito en los planes de ordenación que deben presentar y para obtener financiación para su gestión. Esta exclusividad de certificación está ocasionando perjuicios para las empresas que certifican, porque además de ejercer una competencia directa está, en cierto modo, obligando a las otras empresas a certificar gratis aquellas áreas menos productivas, para que los propietarios puedan acceder a realizar estos trámites o lograr subvenciones, que de otro modo perderían.
-Cuando se habla de la gestión de los montes, otro de los temas que está de actualidad son los proyectos de absorción de carbono. ¿Estáis trabajando en esto desde la asociación? -Precisamente otro de los proyectos que hemos impulsado desde la Asociación es BiomaisCO2, en el que se propone una nueva propuesta de cálculo de CO2 basado en la silvicultura. Junto con la Universidad de Compostela, el Clúster de la madera y empresas como Asefor y Bioeco2, establecemos una metodología de cálculo para la absorción de carbono. Es un proyecto pequeño, en cuanto a desembolso económico, pero creemos que es imprescindible estar en estos momentos abordando este tema para obtener un conocimiento más claro de cómo se va a gestionar esta compensación del carbono y la relación que guarda con la silvicultura y el cálculo derivado de los productos forestales. Es un tema muy novedoso.
“En Bioeco2 estamos participando en un proyecto conjunto para obtener una metodología de cálculo de la absorción de carbono basado en la silvicultura”
-¿Cómo valoráis el tratamiento que se está haciendo con los sumideros de carbono? -Vemos que hay mucha falta de información veraz: falta divulgación. Sabemos que hay diferentes iniciativas funcionando, cada una con su fórmula. Hay algunas iniciativas foráneas que incluso rondan la usura, pura compra de derechos del territorio para su especulación. Desde Bioeco2 alertamos de esto ya hace unos meses y la Administración frenó entonces este tipo de iniciativas a raíz de un decreto que buscaba poner un poco de orden. Es un tema muy complejo e importante para los recursos de las comunidades de montes y seguimos sin tener información. Además es un tema fundamental de la responsabilidad social de las empresas, ya que hay una exigencia desde Europa, pero esto tampoco está haciendo que se agilice y se proporcione información sobre él.
“Europa está viendo las oportunidades que tienen nuestros bosques y debemos saber aprovechar las oportunidades que nos brinda con ayudas y proyectos”
-Vosotros que trabajáis día a día en la gestión forestal, ¿qué opinión tenéis sobre la situación actual del monte gallego? -Estamos en un momento muy ilusionante, con mucha capacidad de desarrollar proyectos muy distintos y de dar respuesta a la necesidad de que el monte termine siendo una fuente de recursos, no solo desde un punto de vista forestal, sino también contemplando otros servicios ecosistémicos, de manera que la sociedad sea consciente de todo lo que tenemos gracias al monte. Europa también está viendo las oportunidades que tienen nuestros bosques y debemos saber aprovechar las oportunidades que nos brinda con ayudas y proyectos. En este marco, los montes vecinales van a ser muy útiles para aprovechar todo esto. Estamos en un momento de cambio, de revolución en todos los ámbitos, desde los peligros del cambio climático, pero también de manera positiva por todas las cosas en las que avanzar. Estamos también incluso ante un cambio generacional y hay que ser capaces de traccionar a las nuevas generaciones que sustituirán a las directivas actuales, tanto de la propiedad privada como comunal. Tanto desde Bioeco2 como desde las consultoras forestales tenemos que ser capaces de liderar ese cambio y estar a la altura de los retos que se están presentando. Debemos de saber organizar toda esta información para que impacte de forma positiva. -Habláis de un momento ilusionante y de revolución, justo cuando se habla mucho del abandono actual del monte y del rural... -Todo forma parte del mismo reto. El abandono es un gran problema, pero no es solo eso sino lo que trae parejo como pueden ser los incendios, la pérdida de biodiversidad y de recursos... El abandono generacional y la obtención de recursos económicos a través de la gestión forestal es algo que tenemos que intentar solucionar, junto con la Administración, que también debe saber, que estas empresas y profesionales somos parte de su ejército, ya que estamos formados y preparados para abordar algunos de estos retos. Es más fácil que se haga a través de nosotros, que solo con la normativa. Todo forma parte del mismo reto: poner información en el territorio, hablar con los viejos, pero también con los nietos... Hay respuestas, solo hay que buscarlas. Estamos ante un reto de toda la sociedad, pero que debe ser articulado a través de los profesionales que estamos en el día a día. Hay que ser conscientes también de que muchas veces el propietario que abandona el monte es porque no sabe bien cómo gestionarlo y aprovecharlo y todo le resulta una carga. Si esas personas tienen un mejor acceso a los profesionales que integramos la asociación y los podemos asesorar sobre las posibilidades de aprovechamiento que puedan tener quizás no piensen en abandonarlo. Si además disponemos herramientas digitales para que los pequeños propietarios puedan sumarse a aprovechamientos alternativos y rentables, puede ser más fácil luchar contra el abandono del monte.
“La gestión forestal no es solo hacer trabajos en el monte con máquinas. Hay que saber ver las necesidades que tiene el monte y ofertar opciones y herramientas de interés para los propietarios”
-¿Qué creéis que es prioritario para el monte gallego? -Es cierto que hay que potenciar la gestión, pero la gestión forestal no es solo hacer trabajos en el monte con máquinas. Hay que saber ver las necesidades que tiene el monte y proporcionar opciones y herramientas de interés para los propietarios. Tenemos que estar mucho más relacionados y tener una comunicación fluida y coordinada para que la gestión forestal sea más activa que la actual. -Y para finalizar, ¿qué líneas de trabajo os marcáis desde Bioeco2 de cara al futuro? -Vamos a seguir trabajando en las líneas que iniciamos y además tenemos otro proyecto con el que buscamos proporcionar un mercado en el que ofertar servicios ecosistémicos y de sumidero de carbono. Pero sobre todo, desde la asociación vamos a seguir trabajando en aquellos temas que de manera individual nos resulta más complicado desarrollar, pero que vemos que son de gran utilidad y necesidad. Vamos a seguir moviéndonos para ser interlocutores con la Administración y seguiremos trabajando en temas de formación e información para el sector.

“Si el eucalipto se planta por rentabilidad, donde no sea rentable, quizás no debamos tenerlo”

Jacobo Aboal cumple estos días 10 meses al frente de la Axencia Galega da Industria Forestal, XERA. Hablamos con él sobre las cuestiones más candentes que tiene sobre la mesa la Xunta en materia forestal – madera, como la moratoria del eucalipto, y Aboal insiste en una idea clara: “Para tomar decisiones, tenemos que saber de dónde partimos, y en ese sentido serán claves los datos que nos aporte el Inventario Forestal Continuo de Galicia, del que esperamos contar con un avance de superficies este primer semestre”.

– En el último año y medio se vivió una situación de precios disparados y alta demanda en el mercado de la madera, especialmente en el pino, si bien esta tendencia se aminoró en los últimos meses. ¿Cómo cree que evolucionará el mercado?
– Sabíamos que la demanda de madera estaba creciendo a nivel internacional y llegamos a una situación en la que se dispararon los precios. Son precios que, estando yo en la Consellería, nunca había visto. Hablando del pino, los precios siempre habían estado en los 25-30 euros la tonelada en verde en turno final, y de repente se comenzó a incrementar a 45-50 euros y siguieron subiendo hasta alcanzar precios de 70-80 euros, como nunca habíamos visto antes.

La sensación que tenemos ahora es que los precios de la madera están estancados, pero en líneas generales, si haces una gráfica, aunque haya picos de sierra bajando un poquito, la tendencia va a ser ascendente.

La sensación es que los precios de la madera están estancados, pero aunque haya picos de sierra, bajando un poquito, la tendencia va a ser ascendente

Tengo clarísimo que todo lo que nos están dando los informes, tanto a nivel internacional como a nivel europeo, es que va a haber una demanda elevada de madera por la eco-sustitución de otros materiales con mayor huella de carbono y ambiental. Desde envases y embalajes hasta textil o usos estructurales en la construcción, las posibilidades son amplias. El hecho de construir en altura en España no es lo más habitual, aunque sí en otros países, por lo que hay un nicho importante de mercado ahí.

– ¿Qué falta para avanzar en la construcción estructural de altura en Galicia?. Si miramos las ayudas que concede XERA para construcción en madera, en la mayoría de los casos se trata de proyectos de viviendas unifamiliares, rehabilitaciones en madera o complejos turísticos…
– Es preciso un liderazgo inicial, como aconteció en otros sitios. Estoy hablando de Francia o de Cataluña y Euskadi, donde el impulso inicial de la construcción en altura llegó por el lado de las Administraciones públicas. En Galicia, creo que eso lo estamos consiguiendo. El Sergas ya inició ese camino, con una serie de centros de salud hechos en madera, y la Consellería de Medio Rural también va a predicar con el ejemplo. Las bases operativas de prevención contra incendios van a ir en madera.

Por parte de XERA, nuestro objetivo es llegar a nivel transversal a toda la Xunta de Galicia, para que cuando menos un porcentaje de las nuevas construcciones introduzcan la madera en usos estructurales, y ahí tenemos determinados departamentos que pueden dar ese salto cualitativo y comenzar a trabajar en la construcción en altura, con materiales como la madera laminada o el CLT (Cross Laminated Timber).

El objetivo de XERA es que cuando menos un porcentaje de las nuevas construcciones públicas introduzcan la madera en usos estructurales

– Pasemos a la cadena del eucalipto, con la planta de Ence en Pontevedra aparentemente consolidada y con proyectos sobre la mesa de Altri, para elaborar fibras textiles en Palas, y de la propia Ence, en As Pontes, con la idea de elaborar producto reciclado. ¿Cómo ve el escenario?
– Tengo claro que uno de los objetivos que debe tener el Gobierno, y que tiene que tener Galicia, es intentar que el número de exportaciones que hagamos de madera en rollo, sin ningún tipo de transformación, sean las mínimas posibles. La única manera de generar productos de alto valor que generen empleo y que dejen ingresos en Galicia es por esa vía. Por tanto, cualquier proceso de desindustrialización es negativo para Galicia.

Las exportaciones de madera en rollo, sin ninguna transformación, deben ser las mínimas posibles. Tenemos que crear empleo y generar valor en Galicia

En cuanto a la iniciativa de la fábrica de fibras textiles, que supone todo el proceso productivo, desde la elaboración de la pasta de celulosa hasta la obtención de fibras textiles, va en la línea de obtener un producto finalizado o semi-finalizado de alto valor.

– Para complementar a la cadena del eucalipto, faltan quizás más proyectos industriales. ¿Pueden ser buenas opciones una biorrefinería de lignina y una segunda transformación de la celulosa, al margen del proyecto de Altri, para obtener producto final en papel?
– En cuanto a la biorrefinería, todo lo que sea trabajar por procesos químicos, me da igual la especie, sean frondosas o coníferas, tratando de otorgar valor por esa vía, yo creo que tenemos que intentarlo. Sobre la segunda transformación de la celulosa, es cierto que en Galicia siempre trabajamos con la pasta de celulosa y nunca obtuvimos producto final. Todo lo que sea cerrar ciclos productivos, tiene que ser un objetivo a nivel de Galicia.

En definitiva, si producimos y cortamos cerca de 6 millones de metros cúbicos de eucalipto al año, el objetivo tiene que ser transformarlos y darles valor dentro del territorio.

– Los proyectos de Altri y de Ence en As Pontes están ahora mismo a la espera de fondos públicos Next Generation. ¿Qué perspectivas hay de que se confirmen esos fondos?
– Esta cuestión se está llevando desde la Vicepresidencia Primeira e Consellería de Economía e Industria. Como director de la Axencia, yo insisto en que todo lo que sean procesos de industrialización son fundamentales para Galicia. Generarán puestos de trabajo, aportarán mejores precios de la madera en monte y eso va a hacer que la gente siga apostando por plantar, por hacer silvicultura y, sobre todo, por no abandonar el monte.

– El último inventario forestal nacional hecho en Galicia data de hace 15 años. De aquella, en la comunidad había alrededor de 1,4 millones de hectáreas arboladas, de las que más de 550.000 correspondían a pinos, alrededor de 480.000 a frondosas y unas 368.000 a eucaliptos, teniendo en cuenta las masas mixtas. La tendencia de los últimos años parece ser la de aumento de las plantaciones de eucalipto y también de las frondosas caducifolias espontáneas, en zonas en abandono, así como la merma de los pinares. ¿Tenéis ya unos primeros datos del Inventario Forestal Continuo de Galicia que confirmen estas tendencias?
– Lo primero que voy a decir del Inventario es que se trata de una demanda histórica del sector. Teníamos un inventario nacional que era muy apropiado para un determinado tipo de masas -grandes pinares, montes públicos, etc.-, pero por el carácter que tiene Galicia,no era muy idóneo.

Por ejemplo, cuando en Galicia se marca una determinada extensión circular del territorio para inventariar, es frecuente que aparezcan varios tipos de especies -pino del país, insigne, una zona de frondosas, etc.-, pero eso no es una masa mixta, son tres masas monoespecíficas de pequeña superficie en distintas parcelas catastrales. Con el Inventario Forestal Continuo de Galicia vamos a obtener datos más precisos, gracias tanto al trabajo de la Universidad de Santiago de Compostela como de la Universidad de Vigo, con el respaldo de la Consellería.

Se acerca el momento de sentar otra vez a todos los agentes de la cadena monte – industria y, a la vista de los datos que tengamos, tomar decisiones sobre la Galicia que queremos

Los resultados a nivel de superficies los iremos obteniendo, yo creo, a lo largo de este primer semestre, seguramente separando los tres pinos y las frondosas caducifolias. A partir de ahí, buscaremos lograr información de volúmenes de madera, pero también llegará el momento de sentar otra vez a todos los agentes de la cadena monte-industria y, a la vista de estos datos, tomar decisiones acerca del modelo que se quiere para Galicia.

El Inventario va a poner cuestiones encima de la mesa que después tendremos que desarrollar en el Plan Estratégico de la Industria forestal, así como aspectos que se podrían establecer en el Plan Forestal de Galicia, puesto que está sometido a revisiones cada quinquenio.

Para poder tomar decisiones, primero es fundamental saber de donde partes, luego sabrás a dónde quieres ir, pero difícilmente puedes saber a dónde ir si no sabes donde estás. El Inventario Forestal Continuo de Galicia nos va a dar un fiel reflejo de donde nos encontramos.

– Por los avances de datos que manejan del Inventario, ¿hasta qué punto creció la superficie de eucalipto en Galicia?
– Para mí sería muy precipitado porque en este momento justo están elaborando en la Universidad de Vigo todos los informes y los últimos mapas para tener claro cuáles son las superficies. Lo que sí que nos transmiten es un elevado incremento de la superficie de frondosas caducifolias, y respecto a pinos y eucaliptos, están trabajando para afinar bien esos datos porque sabemos que son datos muy importantes para tomar decisiones.

La verdad es que el desafío por la parte de las Universidades es muy importante. Pensemos que los datos no dejan de cambiar porque se hacen 40.000 o 50.000 solicitudes de tala al año en Galicia, con repoblaciones constantes tras tala. Todo eso se está monitoreando con información satelital y se trata de afinar en la interpretación, pero no es sencillo, ya que necesitas que el árbol tenga una edad mínima para identificar la especie. En cualquier caso, dentro de unos meses, podremos tener ya algunos resultados.

– Una vez que tengan los datos del Inventario, hablaba de tomar decisiones. A ese respecto, ¿qué piensa que va a pasar con la moratoria la nuevas plantaciones de eucalipto, establecida hasta el 2025?
– Tenemos una moratoria que, al final, yo tengo que estar de acuerdo en apoyarla. Cuando estás viendo que se están produciendo unos cambios rápidos en el territorio, yo creo que lo más apropiado es parar, saber dónde te encuentras -repito, Inventario Forestal Continuo de Galicia-, y una vez sepas donde te encuentras, es el momento de tomar decisiones. Una de ellas va a ser esta, el tema de la moratoria del eucalipto.

Debemos buscar un balance entre las distintas demandas industriales, e incluso las demandas sociales

Y para mí, al respecto de esto, el punto es buscar el balance para que puedan existir y abastecerse las distintas demandas industriales, e incluso las demandas sociales. Por eso, creo que hay puntos intermedios, y poner los huevos en una única cesta es un riesgo, un riesgo incluso empresarial: hay que intentar diversificar. Si hay un problema fitosanitario y tienes todo apostado a una única especie, tienes un problema enorme.

Por tanto, hay que saber diversificar. Tenemos una industria grande fundamentada en el pino que, desde luego, tiene sus requerimientos, y no podemos dejar atrás esta situación, sino todo lo contrario. Creo que tenemos que trabajar por varias vías: una de ellas, así lo pone el Plan Forestal de Galicia, es plantearse que determinadas superficies de eucalipto aquí en Galicia tienen escasa salida industrial. Pienso que además va a ser una de las cosas que se pondrán de manifiesto en el Inventario Forestal

Si uno de los motivos de la apuesta del propietario forestal por el eucalipto es el rendimiento económico, ¿qué sentido tiene que haya superficies de eucalipto en determinadas zonas, donde por su situación, no va a haber una salida industrial?. Estoy pensando en zonas elevadas, rocosas, con extracciones difíciles, lejos de cualquier salida a través de carreteras… En algunos casos, son zonas que se queman recurrentemente y que están llenas de brotes, pero no hay nadie detrás de ellas, gestionando. Mi pregunta es si esas superficies valen la pena.

En eucalipto, más que pensar en aumentar superficies, soy partidario de centrarse en ponerlas donde tienen que estar, es decir, hacer ordenación del territorio

A lo mejor, una de las posibilidades es ir por la vía de la compensación, es decir, no centrarse tanto en pensar en aumentar superficies como en poner las superficies donde tienen que estar, y hacer ordenación del territorio.

Si al final tiene que haber una superficie mínima de eucalipto para destino industrial, por su demanda, pongámosla en un sitio donde realmente sea rentable, pero tener miles de hectáreas en eucalipto donde no existe ningún tipo de gestión o salida industrial, y no va a haber interés industrial, yo no le veo ningún sentido.

Como decía, si el eucalipto es una elección del propietario por la rentabilidad económica, donde no sea rentable, no tengamos eucalipto. Esta podría ser una de las propuestas. En cualquier caso, la decisión tiene que ser fruto de un proceso de reflexión de los agentes de la cadena monte-industria e incluso de la sociedad civil, para ver qué quiere Galicia para los siguientes 15-20 años.

– La ordenación del territorio que propone, ¿podría ir por la vía de planes de gestión por Distritos Forestales?
– Siempre acabamos en lo mismo, la vía es la planificación del territorio, que es un debate que va más allá del debate simplemente forestal: por los núcleos habitados, por la calidad agronómica del suelo, por la presencia de explotaciones agroganaderas, que son fundamentales… Y luego existe una superficie arbolada, muy interesante a nivel industrial, pero también ambiental, social y como sumidero de carbono, que tiene que estar donde tiene que estar.

Dentro de la superficie arbolada, por cuestiones industriales y ambientales, tendremos que decidir qué porcentajes de las distintas especies queremos. Al respecto de esto, se están elaborando unos mapas de usos de la tierra, a raíz de la Lei de Recuperación da Terra Agraria, y servirán para definir qué queremos tener y dónde.

– En relación a los aprovechamientos forestales, tenéis también en marcha un plan de valorización sostenible de la madera de las frondosas caducifolias, que son masas con un escaso aprovechamiento industrial en Galicia. ¿Les veis posibilidades de mayor uso industrial?
– En las frondosas caducifolias tenemos una ventana de oportunidad. Podemos obtener madera de estas masas con un alto valor añadido. La idea es preparar las masas de frondosas actuales para que de aquí a 20 o 30 años tengan madera de calidad, que se pueda aprovechar de manera sostenible, con talas puntuales en entresaca, no con talas a hecho.

Para preparar esas masas, hay que hacer una serie de rareos y tratamientos silvícolas, que tienen unos costes. Desde el CIS Madera estamos buscando cualquier tipo de salida, ya sea por procesos químicos o de valorización energética, para satisfacer los costes de estos trabajos silvícolas.

Conviene también recordar que en las ayudas silvícolas de la Consellería ya hay una línea de tratamientos, podas y claras para masas de frondosas caducifolias.

“El Registro autonómico de carbono primará que se haga una gestión forestal activa y sostenible”

– Otro aspecto en el que estáis trabajando es en una regulación autonómica de la comercialización de créditos del carbono almacenado en los montes. Ya sacasteis a finales del 2022 una normativa para darle más transparencia a la compra – venta de carbono, y estáis trabajando en la creación de un Registro autonómico, alternativo al del Ministerio de Transición Ecológica, con la idea de que se pueda vender carbono de montes que demuestren una captura adicional de carbono por medio de una silvicultura activa. ¿Cómo está este proceso?
– Estamos trabajando y dando pasos. Queremos componer un sistema de créditos de carbono propio de la Xunta de Galicia que ponga el acento en la gestión forestal activa y sostenible, incluso estableciendo una diferenciación de aquellos créditos de carbono que procedan de superficies que aporten a nivel medioambiental o social, por ejemplo, a nivel de servicios ecosistémicos.

Nosotros lo que queremos primar es que cuando se haga una gestión forestal activa y sostenible, se pueda acceder a un sistema de créditos de carbono. Eso nos obliga a establecer una línea base de captura de carbono para las diferentes especies, y esa línea base saldrá del Inventario Forestal Continuo de Galicia.

Digo línea base porque para tú poder poner en el mercado tus créditos, tienes que poner una base, esto es, lo que captura tu masa de manera usual y a partir de ahí, establecer que actuación estás haciendo, medir cuál es tu carbono adicional después de esa actuación, y con ese diferencial con la línea base usual, ir al sistema de transacción de créditos de carbono.

– ¿En qué plazos calculáis que estará el Registro autonómico y el sistema en marcha?
– Yo creo que a lo largo de este año y del siguiente estaremos en condiciones. Tenemos que hacer un trabajo acompasado entre tener el conocimiento de estos créditos de carbono adicionales, a través del Inventario Forestal Continuo de Galicia, y montar la plataforma de venta de los mismos.

– El otoño pasado, la Consellería anunció la puesta en marcha de un plan estratégico de la cadena forestal – madera. ¿Están ya trabajando en este plan?
– La idea de lanzar este plan estratégico es el resultado de una demanda histórica de diversas entidades del sector monte-industria. Por mi experiencia, la única manera de que este tipo de planes tengan éxito pasa por involucrar al conjunto de los agentes del sector desde el inicio, y no aparecer con un documento casi finalizado para aportaciones. Por tanto, ese será el enfoque, estamos comenzando a trabajar con la idea de que sea un trabajo conjunto de todo el sector.

Desde luego, ese plan estratégico tiene que estar perfectamente engranado en el Plan Forestal de Galicia. Difícilmente un plan que establece una política con respecto al recurso puede estar al margen de un plan del lado de la transformación de ese recurso.

– En cuanto a la hoja de ruta de la Axencia Galega da Industria Forestal, XERA, ¿la previsión es la de continuar con la línea de trabajo y de ayudas de los últimos años?
– La línea de trabajo de la Axencia está marcada en la Agenda de Impulso de la Industria Forestal, que tiene el foco en el fomento de la innovación y de la formación y reclutamiento, específicamente a través de la formación reglada, como puede ser la Formación Profesional.

Sobre innovación, todo lo que sea trabajar en nuevos nichos que están saliendo, estaremos ahí. Pongo el ejemplo del apoyo al uso de la madera estructural en la construcción. Nosotros vamos a seguir trabajando con el cliente, es decir, dando apoyos al consumidor, dando mucha formación a profesionales de la arquitectura y también a instaladores y otras empresas contratistas, para que sus operarios se formen en estas cuestiones o por lo menos sepan a quién pueden acudir.

Por otro lado, seguiremos dando ayudas al conjunto de los los eslabones de la cadena a nivel de maquinaria y de transición digital. Este año es de mencionar que abrimos una línea a maquinaria de menos peso, de cara a facilitar la mecanización de los tratamientos silvícolas.

– Si hablamos de innovación en el sector, una de las referencias en Galicia en los últimos años fue el contract, con empresas especializadas en el suministro internacional a cadenas comerciales y corporativas. ¿Qué perspectivas le ve?
– El segmento del contract es un ejemplo de crecimiento del sector de la madera en Galicia. Hay 4 o 5 empresas a nivel internacional que están abriendo el mercado por diferentes puntos, como Miami, México o Dubai, y eso es por su excelencia.

El patrón de negocio del contract es un ejemplo para todo el sector. Dedicaron mucho tiempo y esfuerzo a grandes departamentos técnicos y aportan soluciones llave en mano

Este segmento cuenta con un patrón de negocio que yo creo que se podría trasladar a otros segmentos de la cadena: dedican mucho tiempo y esfuerzo a grandes departamentos técnicos, tanto en materia de diseño como de fabricación; y luego aportan una solución llave en mano para todo el conjunto de productos que trabajan. Ese modelo, acompañado de la excelencia, pues el resultado es el que es.

– Hablabas de reclutamiento de personal y de formación, que es una de los problemas que preocupan al sector. ¿Qué perspectivas le ves?
– Es cierto que es un tema preocupante, sobre todo en las partes de la cadena más próximas al monte, pues a medida que vamos hacia el producto final, el problema no es tan significativo.

La cuestión es que el personal que sale de los ciclos de formación no es suficiente para cubrir la demanda que está habiendo del sector. La formación dual puede ser una de las posibles soluciones, y además la Dirección General de Formación Profesional acaba de lanzar un plan, el Plan Conecta, para impulsar esa vía, y el primero de los sectores que se presentó a este plan fue el forestal-madera.

Una tarea importante es prestigiar las profesiones ligadas a la madera, de cara a atraer gente joven. También tenemos que hacer llegar al sector a las mujeres, pues el cuadro de profesionales del sector está muy masculinizado

La falta de personal y de personal cualificado es un problema, pero también se tiene que presentar como una oportunidad para atraer capital humano. Vemos también que el forestal es un sector masculinizado, por lo que hay que prestigiar la profesión y hacer llegar este sector a las mujeres. En este sentido, tenemos previsto continuar con la iniciativa Elas Xeran Sector, que hemos desarrollado en los últimos años para visibilizar a las mujeres en la cadena forestal – madera.

Ganadería y emisiones de carbono, ‘fake news’ y hechos científicos

En los últimos tiempos los ganaderos europeos están asistiendo con incredulidad a una campaña de linchamiento de su actividad ante la opinión pública. Hay un claro frente de intereses en contra de la producción de leche y de carne para, entre otras cosas, sustituirlos en el mercado de la alimentación mundial por distintos derivados y sucedáneos vegetarianos. Fenómeno que va a mover miles de millones de euros en los próximos años y que para poder triunfar, precisa convencer a la opinión pública, al ciudadano y consumidor, de que la actividad ganadera es dañina y hasta inmoral. Aunque en esta campaña se mezclan muchos mensajes tendenciosos y medias verdades, hay una de ellas que destaca por ser especialmente perniciosa, al aludir a la preocupación por el cambio climático: nos referimos a los daños que supuestamente estarían causando al clima las emisiones de dióxido de carbono y metano que se originan en el metabolismo del ganado (especialmente el vacuno). Es este el aspecto que analizaremos en este artículo. En concreto se acusa al ganado de ser un factor fundamental para acumular en la atmósfera de forma no sostenible, dióxido de carbono y metano, primero con su metabolismo y después en la descomposición microbiana de los purines del ganado. Esta acusación es insostenible desde el punto de vista científico. Como veremos, aunque no hubiera ni una sola cabeza de ganado en el planeta, la biomasa vegetal se descompondría igualmente por la acción microbiana (o el fuego) para devolver a la atmósfera dióxido de carbono y metano.. Con ganado o sin ganado, este carbono orgánico se devuelve siempre a la atmósfera con un balance neto cero. Fenómeno totalmente natural y necesario para el reciclaje constante del carbono entre la biota y la atmósfera. Obviamente, este escenario es conocido por la comunidad científica, pero lo grave es que no se tiene en cuenta en las instituciones políticas a la hora de fijar agendas y medidas de control de emisiones a la atmósfera. Así en informes, estadísticas, normativas, y propuestas de control se presentan en pie de igualdad las emisiones del metabolismo de la ganadería con las de cualquier combustible fósil, cuando las primeras nunca tienen un efecto acumulativo de dióxido de carbono en la atmósfera, y las otras sí. Eso presenta ante la sociedad de forma interesadamente torcida la actividad de la ganadería y de los ganaderos, cuyo papel en la alimentación global y la conservación del entorno es insustituible y hay que reivindicar.

El caso del dióxido de carbono CO2

Es fácil de entender que cuando se quema un combustible fósil, bien sea gas, carbón o un derivado del petróleo, esta combustión si es completa producirá dióxido de carbono más agua, como nos enseñaron en la química elemental de la escuela. Esto sí que ciertamente incrementa el balance neto de dióxido de carbono en la atmósfera, pues carbono que no estaba en la atmósfera, sino en la corteza terrestre como carbón, petróleo o gas, pasa a la atmósfera tras su combustión en forma de dióxido de carbono gaseoso. Y aumenta así la concentración neta de CO2 atmosférico, por lo que también aumentarán en forma proporcional cualquiera de los efectos que pueda tener este gas sobre el calentamiento global y el cambio climático.
Cualquier CO2 que emita una res procede de la degradación química de un vegetal que previamente ingirió. ¿Y de dónde obtuvo el vegetal el carbono que pasó al animal en forma de alimento?. De la atmósfera, de donde fue capturado por la fotosíntesis
Ahora bien, cualquier dióxido de carbono que pueda emitir el metabolismo de una res ganadera, procede de la degradación química de un alimento que previamente ha ingerido este animal en su dieta. ¿Y de dónde procedía este alimento? De un vegetal. ¿Y de dónde obtuvo el vegetal el carbono que pasó al animal en forma de alimento? Pues procedía de la atmósfera, de donde fue captado por la fotosíntesis. La actividad metabólica del animal por tanto, no hace más que devolver a la atmósfera lo que previamente la planta había quitado de ella, en un circuito cerrado de balance neto cero. Lo mismo vale para el carbono que es emitido a la atmósfera en la descomposición microbiana de deyecciones del ganado, pues las deyecciones no son sino restos vegetales parcialmente metabolizados.
El ganado sólo devuelve a la atmósfera un CO2 que estaba previamente en ella
Por tanto, es imposible, repitamos, imposible, que el metabolismo de cualquier animal, o la degradación microbiana de sus deyecciones, aumenten el balance neto de la concentración de CO2 en la atmósfera: el ganado vía metabolismo, o por la degradación de sus deyecciones por los microorganismos del suelo, únicamente devuelve a la atmósfera un CO2 que ya estaba antes en ella, y de donde lo había retirado provisionalmente la fotosíntesis de la planta que le sirvió como alimento al animal.

El caso del metano

Se acusa a los rumiantes domésticos de contribuir al calentamiento global mediante la acumulación irreversible en la atmósfera del gas metano o CH4, que generan tanto en el metabolismo fermentativo del rumen, como en la degradación de sus deyecciones. ¿Qué hay de cierto en esto? Es cierto que el metano se produce en el rumen de los rumiantes durante la pre digestión microbiana de la fibra vegetal ingerida, y también durante la degradación microbiana de las deyecciones del ganado en ausencia de oxígeno (por ejemplo en fosas sépticas de tratamiento anaerobio de purín, o cuando se aplican en suelos encharcados sin oxígeno disponible). Y es también cierto que desde el punto de vista de limitar un excesivo efecto invernadero, es preferible que el carbono vuelva a la atmósfera en forma de CO2 y no de metano CH4, ya que una molécula de metano tiene hasta 23 veces más potencial de aumentar la temperatura de la atmósfera que una de dióxido de carbono (aunque su concentración actual en la atmósfera es 220 veces menor que la del dióxido de carbono). Pero lo que se suele ocultar en estas informaciones es que el metano en la atmósfera no es más que una forma transitoria que adopta el carbono, pues como también aprendimos en la química de la escuela, se oxida de forma espontánea reaccionando con el oxígeno del aire, precisamente para dar CO2 y agua. Con lo cual no se puede acumular metano en la atmósfera de forma indefinida, sino como mucho durante el tiempo que tarda en oxidarse de forma natural, que viene siendo, como nos dicen los químicos atmosféricos, de unos 12 años de media, pasados los cuales ese carbono que estaba en forma de metano, vuelve a estar en forma de CO2 en la atmósfera, listo para ser captado nuevamente por la fotosíntesis y comenzar de nuevo un ciclo idéntico planta-animal-atmosfera, impulsado por la energía del sol. Dicho de otro modo, el metano que produce la actividad ganadera nunca aumenta el balance neto de la concentración de carbono en la atmósfera. Y nunca podrá acumularse en la atmósfera un stock de metano superior a las emisiones de los últimos 12 años, ya que va pasando paulatinamente por oxidación a CO2 y agua en ese plazo, no existiendo la supuesta acumulación irreversible de este gas en la atmósfera. El metano, por tanto, es una forma intermedia y transitoria del carbono en la atmósfera, que finalmente se oxida a CO2. Cuando procede del ganado, el balance neto atmosférico de concentración de carbono que genera es igual a cero. A mayores de estos argumentos, las fuentes científicas consultables sobre emisión de metano a la atmosfera, reconocen que sólo el 5% del mismo estaría siendo emitido por la rumia de los aproximadamente 1.500 millones de cabezas de rumiantes que se estima hay en la actualidad en el mundo. Reducir la cabaña ganadera global actual, pongamos que en un drástico 50%, apenas reduciría las emisiones de este tipo de metano a la atmósfera un 2,5%. Y ello suponiendo (que es mucho suponer) que en la descomposición de los vegetales que dejasen de alimentar a este ganado no se va a producir ningún metano, lo que es evidentemente falso, pues localmente en el suelo, siempre hay condiciones anaerobias.

Impacto real de la ganadería en las emisiones de carbono a la atmósfera

De todo lo expuesto hasta este momento, queda claro que una planta que muera naturalmente y caiga al suelo sin ser comida por un herbívoro, se va a descomponer en el suelo por la actividad microbiana, de tal forma que en el medio plazo, el carbono de sus tejidos y paredes vegetales va a volver a la atmósfera en forma de CO2, o de CH4 (dependiendo de las condiciones de aireación del suelo) con un balance neto de concentración de carbono en la atmósfera, cero. ¿Diferencia real desde el punto de vista del balance neto del carbono atmosférico, en que esa descomposición vegetal la hayan hecho los microorganismos del suelo o los del aparato digestivo del ganado? Cero. Ninguna. Es más, es que es tal la potencia de la fotosíntesis a escala global en el planeta que los ecosistemas terrestres y marinos según nos enseñan los ciclos biogeoquímicos de los científicos, retirarían todo el CO2 de la atmósfera en apenas unos 10 años, si el mecanismo de descomposición de las plantas y resto de materia orgánica por los microorganismos, no lo devolviera a la atmósfera para iniciarse otro ciclo. Lejos de estar ante un “problema”, estamos ante un mecanismo fundamental del funcionamiento de los ecosistemas y el ciclo del reciclaje de los nutrientes. De hecho se calcula que no hay ahora más rumiantes en el planeta que hace apenas unos miles de años, cuando las manadas de herbívoros salvajes llenaban las planicies de América y África de forma mucho más numerosa que hoy día. Antes los rumiantes eran animales salvajes, hoy fundamentalmente ganado doméstico, pero con un número, de orden de magnitud muy similar antes y ahora. Por tanto, el metano producido por rumia, ha venido siendo durante millones de años esencial para un correcto funcionamiento del equilibrio térmico de la atmósfera. El villano habrá que buscarlo en el metano que proceda de otras actividades, no en el que naturalmente lleva circulando millones de años a partir del metabolismo de los rumiantes.
Las emisiones del ganado tienen un balance neto cero. Querer hacerle creer a la sociedad que el ganado aumenta el carbono atmosférico es una falsedad que se divulga a sabiendas, con unos intereses económicos e ideológicos muy concretos
Repitamos la principal idea conceptual de este artículo: Es absurdo, y conceptualmente falso, culpar a la ganadería de cualquier incremento de carbono en la atmósfera, ya que exactamente el mismo dióxido de carbono captado previamente de la atmósfera por las plantas en la fotosíntesis, volverá a ella a través del metabolismo animal con un balance neto cero: directamente como dióxido de carbono CO2, o de forma transitoria como metano CH4 el tiempo que tarda este último en oxidarse a la atmósfera a CO2, establecido por los científicos en unos 12 años. Si por impacto en emisiones a la atmósfera de la ganadería se quiere indicar las emisiones de los tractores, las fábricas de fertilizantes o las de los camiones o barcos que transportan forrajes y productos elaborados, estamos de acuerdo en que sí existen, son reales y se deben de minorar, como en cualquier otro sector. Pero querer hacer creer a la sociedad que el metabolismo de un animal incrementa la concentración de carbono en la atmósfera, como sí sucede con las emisiones de un combustible fósil, cuando las primeras tienen balance neto cero y las segundas positivo, es una falsedad, que se divulga a sabiendas, que marca injustamente la agenda de la lucha contra el cambio climático, y que responde a intereses económicos e ideológicos muy concretos.

Las masas forestales antes de la maduración son las que más carbono secuestran

El ingeniero Juan Alberto Molina Valero demuestra en la tesis de doctorado ‘Modelización de la perturbación sobre el stock de carbono en masas naturales a partir del IFN y datos de teledetección, para la evaluación de los efectos de las perturbaciones’ que las masas forestales ‘muy maduras’ no son las que acumulan más carbono, sino que esta capacidad corresponde a masas que se encuentran en estados anteriores de maduración. Esta investigación, desarrollada al amparo del proyecto Forestchange, financiado en la convocatoria Retos de la Agencia Estatal de Investigación, fue dirigida por los profesores e investigadores del grupo Uxafores de la USC en la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería del Campus Terra César Pérez Cruzado y Juan Gabriel Álvarez. La estimación del grado de madurez de los bosques relacionada con su capacidad de almacenamiento de biomasa o carbono es considerada uno de los temas más importantes relativos a la ordenación y planeamiento forestal en las políticas y estrategias forestales más recientes, subraya Molina Valero, que explora en su tesis de doctorado estas relaciones, al tiempo que considera el uso del stock máximo de biomasa a nivel de rodal como una aproximación a la madurez de la masa a través del gradiente de la calidad de la estación, como una medida que puede ser plausiblemente estimada a partir de datos del Inventario Forestal Nacional (IFN). Las pesquisas realizadas por Molina Valero encuadran con las premisas fijadas en el proyecto Forestchange, cuyo objetivo se centró en la definición de referencias de estados de desarrollo forestal que permitan su empleo en monitorización a gran escala de degradación forestal y para conocer su efecto sobre la dinámica del carbono, de niveles de gestión forestal y de provisión de otros servicios ecosistémicos habitualmente asociados a masas maduras. El doctor formado en la EPS de Ingeniería también exploró en su investigación de doctorado, un estudio para la cual empleó datos de masas de pendiente del IFN, además de un conjunto no probable de parcelas maduras, el desempeño de metodologías independientes de la edad para la caracterización de la calidad de estación, tales como los índices de forma y de sitio. La tesis incluye al mismo tiempo un estudio sobre un índice basado en la biomasa aérea para la caracterización del grado de madurez y compara sus resultados con los obtenidos en análisis de dendrocronología, al tiempo que desarrolla un paquete del software estadístico libre R para procesar y analizar datos de escáner láser terrestre (TLS), el fin de permitir su uso en el Inventario Forestal.

Tribunal de tesis y cualificación

El tribunal encargado de evaluar la tesis de doctorado presentada por Juan Alberto Molina Valero estuvo presidido por la ingeniera de Montes Isabel Cañellas Rey de Viñas, del INIA-CSIC. La investigadora del Instituto Noruego de Bioeconomía Clara Antón Fernández, y el catedrático de la USC Roque Rodríguez Soalleiro, completaron la composición de un jurado que otorgó la esta investigación de doctorado la máxima cualificación académica de sobresaliente cum laude.

“Es el momento de que pongamos un precio al carbono que capturan los montes gallegos”

Público asistente a las jornadas celebradas recientemente en la Escola Politécnica de Lugo La captura de carbono por las masas forestales es un servicio ambiental que se puede convertir en un nuevo recurso económico para los propietarios forestales. Empresas e instituciones interesadas en compensar su huella de carbono de una manera voluntaria ya están recurriendo a la compra de créditos de carbono en los montes gallegos y del resto de Europa. Por el momento, la normativa española limita las compensaciones de carbono o bien a plantaciones hechas tras un incendio forestal o bien a forestaciones realizadas en masas que estuvieran rasas por lo menos desde el año 1989. Sin embargo, es probable un cambio de normativa que amplíe en los próximos años estas opciones. La jornada técnica ‘El puzle del mercado del carbono y el sector forestal’, organizada por el Distrito Forestal IX Lugo-Sarria, reunió recientemente en la Escuela Politécnica de Lugo a distintos expertos para tratar de acercar luz sobre la cuestión. Existen dudas sobre la regulación futura de los mercados voluntarios de carbono, pero desde Galicia se ve ya en la venta de las toneladas de CO2 una oportunidad que se debe aprovechar.

María Loureiro: “Existe una tendencia alcista, los precios van a aumentar”

“Estamos en un momento muy interesante dentro de lo que es la política ambiental de la UE”, afirma la profesora de la USC María Loureiro. Dentro del llamado Pacto Verde Europeo la Comisión Europea presentó poco antes de que comenzase la guerra de Ucrania el paquete legislativo Fit for 55, que propone reducir de cara a 2030 un 55% de las emisiones de efecto invernadero con respeto a las producidas en 1990. Dentro de la normativa europea se obliga a que haya una contabilidad de carbono por sector, de manera que cada sector económico sea neutral en el 2050, es decir, sea capaz de compensar sus emisiones capturando tanto carbono como emita.
Galicia puede ser el sumidero natural para las emisiones de la agricultura española
A corto plazo, el sector primario español tiene que hacer un importante esfuerzo para cumplir con las exigencias comunitarias, teniendo que reducir 43.000 toneladas equivalentes de CO2 de cara a 2030. “En la agricultura España es uno de los países que más gases de efecto invernadero emite, por lo que Galicia y la cornisa cantábrica puede ser el sumidero natural para las emisiones de la agricultura española”, asegura María. Existe una tendencia alcista a nivel internacional en los mercados de absorción y captación de CO2 y los precios de los créditos de carbono están aumentando, asegura la profesora de la USC. Puede hablarse de precios medios que rondan los 15 euros por tonelada equivalente de CO2, con perspectiva de que ese valor se vaya incrementando hasta llegar a 20 euros por tonelada. En Galicia, con un mercado más reducido, en los últimos años los precios ya se mueven en el arco de 20-25 euros / tonelada, lo que sitúa a la comunidad en un buen escenario de precios del carbono en el contexto internacional

Enrique González Fontán: “Necesitamos un crédito de carbono creíble que dé valor añadido a nuestros montes”

A nivel europeo, países como Francia o Países Bajos llevan la delantera en el desarrollo de los mercados de carbono. Kiko González Fontán está precisamente en Holanda, donde cursa un máster en la Universidad de Wageningen. “Aquí el banco agrícola más grande del mundo, que es Rabobank, está creando un crédito de carbono a 20€/tonelada que está dirigido fundamentalmente al sector agrícola, porque Holanda tiene una cuarta parte de las hectáreas forestales que hay en Galicia", explica.
Rabobank está poniendo en el mercado créditos de carbono a 20 euros /tonelada
Por eso, dice, Galicia, con sus 2 millones de hectáreas forestales, tiene una inmensa oportunidad en este campo. “Tenemos casi 500.000 hectáreas forestales con un proyecto de ordenación en Galicia y estas hectáreas con gestión forestal activa, no están siendo recompensadas por su mitigación del cambio climático, es decir, no están teniendo un premio por su buena gestión ambiental”, afirma. Diferencial entre parcelas ordenadas y sin ordenar Una hectárea sin gestión forestal capturaría 80 toneladas de carbono, mientras que una hectárea ordenada capturaría 150 toneladas. Por tanto, explica, se ha estimado un diferencial de 70 toneladas de carbono capturado entre parcelas sin gestión forestal y parcelas con proyectos de ordenación. “Con los precios que se están moviendo actualmente en Holanda, esto implicaría un diferencial de 380 millones de euros en las 274.000 hectáreas con proyectos de ordenación aprobados en los últimos 5 años”, calcula. El sector espera que, en esta línea, los cambios de normativa permitan un mayor desarrollo del mercado de carbono de cara al futuro, pues actualmente están limitados a restauraciones forestales post-incendio y a superficies rasas que se foresten.

César Pérez Cruzado: “El alargamiento de turnos de corta en masas forestales maduras puede ser contraproducente”

La Xunta está dando los primeros pasos para regular el mercado del carbono en Galicia. Pero cualquier iniciativa para implementar un mercado propio de carbono tiene que estar alineado con la guía del IPCC para Inventarios de Gases de Efecto Invernadero, que es la Biblia de la emisión de los proyectos de carbono a nivel internacional. En base a esa guía internacional, habría dos grandes tipos de proyectos de absorción de CO2: bosques que se mantienen como bosques y terrenos que se convierten a bosques, explica César Pérez Cruzado. Los bosques han actuado durante miles de años como reservorio y sumidero de carbono. Hasta que el uso masivo de combustibles fósiles ha roto ese equilibrio existente con el carbono atmosférico.
No es lo mismo un sumidero de carbono que un reservorio de carbono
“Si vemos los bosques como reservorios de carbono intentaremos que las masas forestales se mantengan durante más tiempo en estado de máxima acumulación. Pero el alargamiento de turnos y el mantenimiento de las masas en estados maduros puede llevar a pérdidas de biomasa por caída de árboles o riesgo de incendios”, advierte.  Si, por el contrario, nuestra intención es que una plantación forestal actúe como sumidero de carbono, buscaremos acelerar su crecimiento y ajustar lo más posible los turnos de corta al momento de máxima captura. Efecto sustitutivo “El uso energético de la madera y la biomasa está considerado en la actualidad un sumidero de carbono, porque evita que usemos energía producida por combustibles fósiles, como gas y carbón, que liberan carbono a la atmósfera” -explica César- “Pero en los próximos años a medida que sustituyamos el gas y el carbón por energías renovables el efecto sumidero del uso de biomasa como energía pasaría a ser cero”. Otros productos, como muebles, carpinterías o madera estructural, actúan al mismo tiempo como reservorio y sumidero de carbono durante su vida útil, ya que sustituyen a otros materiales muy industriales que consumen grandes cantidades de energía o elementos fósiles en su fabricación. Lo mismo ocurre con las nuevas biofibras de lignina que se están desarrollando en sustitución de materiales como el plástico.

Daniel Rodríguez: “No todo debe ser a partir de ahora captura de carbono, deberíamos seguir produciendo madera”

“El carbono, bien usado, es una oportunidad única para el propietario forestal. Es la primera externalidad que podemos rentabilizar. Pero tenemos que intentar optimizarla. No puede ser vista como un plus que me cae del cielo, sino como un recurso más que hay que valorar. Y para algunas plantaciones va a ser su ingreso más importante”, asegura Daniel Rodríguez, economista de la Asociación Forestal de Galicia. La AFG lleva vendidas unas 100.000 toneladas de CO2 de montes de sus socios. El cliente que compra esos créditos de carbono son sobre todo grandes empresas, que necesitan ver el impacto sobre el territorio de esa inversión que hacen, por lo que la tendencia actual es la de la venta de CO2 + mecenazgo. “El mercado de carbono es una oportunidad única para dar una segunda vida a las superficies quemadas”, asegura por ejemplo Daniel.
La captura de carbono por parte de masas de eucalipto tiene difícil salida y esos créditos los compran sobre todo empresas de fuera de Galicia
La Asociación Forestal de Galicia centra sus proyectos de carbono en plantaciones de coníferas y frondosas caducifolias, pues Daniel reconoce que “la venta de la captura de carbono por parte de masas de eucalipto tiene difícil salida por el temor a recibir críticas de determinados grupos. Esos créditos los compran sobre todo empresas de fuera de Galicia, donde el eucalipto no tiene la connotación que tiene aquí ni genera ese debate”, explica. Costes e intermediarios El negocio del carbono es un mercado nuevo y muchas veces difícil de entender por parte de los propietarios forestales. “No está pensado para que el propietario forestal participe directamente en él, que debería ser el objetivo, porque todo lo que cueste dinero al propietario supondrá menores ingresos para el, igual que pasó con la certificación forestal”, compara Daniel. A pesar de lo atractivo que pueda parecer este nuevo negocio, el economista de la AFG rebaja las expectativas, teniendo en cuenta el modelo de propiedad predominante en Galicia: “los costes técnicos hacen que los proyectos por debajo de 3 o 4 hectáreas no sean viables”, asegura. En cambio, para comunidades de montes, sí se presenta como una línea atractiva.
A día de hoy la fiscalidad no ayuda, el carbono tiene un 21% de IVA
A nivel fiscal la venta de toneladas de CO2 tributa al 21%. “Está considerado un servicio que prestas, por lo que tiene un IVA del 21% y ese cobro se suma en la declaración de la Renta, en el caso de propietarios individuales, al resto de ingresos de cara al cálculo del impuesto”, explica.

Luis Díaz Balteiro: “Es necesario integrar el carbono en la gestión forestal y que cada propietario elija el mix que más le compense”

Luis Díaz Balteiro, profesor de la Universidad Politécnica de Madrid, considera que “es necesario integrar este servicio ecosistémico que es el carbono con otros objetivos, como producción de madera, biomasa o resina. Y no debemos perder la perspectiva de que un monte va a generar más de un servicio ecosistémico, y que la captura de carbono es solo uno de esos servicios ecosistémicos, por lo que cada propietario debe buscar el mix que mejor le compense”.
Se están produciendo cambios en un periodo de tiempo muy reducido. Esto genera incertidumbre, desinformación y desamparo al propietario
Los Inventarios de Emisiones que realiza el Estado español “nacionalizan” el carbono capturado por los propietarios forestales (34 millones de toneladas de C02 equivalentes en el año 2021), sin que revierta en compensación económica alguna, critica Balteiro. “Los sistemas forestales españoles están compensando el 12% de las emisiones de carbono que se producen en España y lo están haciendo a coste cero”, se queja. Trasparencia en las operaciones “Existe una necesidad clara de que tanto el propietario como el gestor forestal dispongan de un marco estable que no existe en estos momentos”, asegura. A partir de la aprobación del Real Decreto 163/2014 se ha creado, dice, “un mercado imperfecto, no promocionado y que no está pensado para beneficiar al propietario”.
No hay fomento de modelos selvícolas orientados a la captura de carbono y el mercado del carbono no se difunde ni se promociona
“En España no se publicita el precio de los créditos de carbono alegando que es un acuerdo entre particulares, pero eso a mi modo de ver es una barrera de entrada de nuevos proyectos. Es necesario que haya transparencia”, defiende. “En todos los países hay estadísticas públicas; en España no. Cuando en plantaciones de crecimiento lento muchas veces la viabilidad de las inversiones puede depender de estos ingresos”, asegura.