"Los cazadores no creamos el problema del jabalí y ahora parece ser que nos quieren hacer los únicos responsables de los accidentes y de los daños a cultivos"-¿Se está responsabilizando a los tecores en exclusiva de esta proliferación de jabalí? -Los tecores no creamos este problema. Nosotros estábabamos muy bien como Coto Privado de Caza, ya que gestionábamos la caza menor y si había jabalí hacíamos una batida por daños. La Administración fue la que le pasó el problema a los tecores, al pasar a ser los responsables de la caza menor y mayor. El problema es que en la caza mayor quien la continúa administrando es la propia Administración, puesto que hubo momentos en los que se solicitaron batidas y no se autorizaron, así como hubo épocas en las que había mucha población de jabalí y no se aumentaban los cupos anuales.
"Llevar a los tecores al juzgado no es la solución, tenemos que procurar acuerdos entre todos, no tiene sentido enfrentarnos entre nosotros"-Tanto desde Aperfasa como desde Unións Agrarias apuntan a que las denuncias cursadas contra los tecores reclamando compensaciones por los daños buscan hacer reaccionar a la Xunta y hacer frente a las pérdidas que le supone el jabalí. ¿Esperan respuesta por parte de la Xunta? ¿Abordaron la cuestión con la Consellería desde Ategal? -Agricultores y tecores tenemos que ir de la mano. Se hay daños debemos hacer un frente común para que la Administración reaccione. Desde Ategal estamos abiertos a reunirnos con la Consellería para tratar de buscar soluciones entre todos, de hecho ya tenemos solicitada una reunión con la Conselleira, quien nos consta que tiene intención de abordar la problemática. Ahora tenemos que sentarnos y comenzar a trabajar entre todos. En Galicia tenemos el problema de que nadie ha defendido nunca a los agricultores ni a los cazadores. Hacían a unos culpables por sembrar maíz y a los otros por cazar jabalí. La Administración es la responsable de que estemos como estamos. Llevar a los tecores al juzgado no es la solución, tenemos que procurar acuerdos entre todos, no tiene sentido enfrentarnos entre nosotros. Desde Ategal estamos dispuestos a reunirnos con los sindicatos, la Conselleira y distintas entidades que puedan aportar soluciones a la situación actual y a los daños que se están sufriendo. Hace falta empezar a trabajar ya. -Algunos tecores como el de Dozón (Pontevedra) ya anunciaron que valoran excluir aquellas parcelas de explotaciones que los denuncien por daños. ¿Creen que esta medida se puede extender a otros tecores? -Los tecores tienen que defenderse, pero yo le pediría que no excluyan las fincas que nos denuncien, porque tenemos que defender a esos agricultores, tenemos que permanecer a su lado. Un agricultor no puede sembrar una finca de maíz y que el jabalí se la como toda, habrá que indemnizarlo con precios justos. Por ahora recomendamos evitar esas medidas de presión, porque en cuanto se excluyan zonas el problema va a ser mayor para esos ganaderos. Entendemos que, a veces, los cazadores se sienten marginados por los ganaderos, ya que intentamos solucionarle un problema que están teniendo y, como presión a la Administración, rematan pagándolo con el tecor. -Se ha propuesto también que los tecores aporten una tasa anual al fondo de corresponsabilidad de la Xunta para hacer frente a los daños por jabalí. ¿Apoyan esta medida? -Tenemos que tener reuniones para buscar soluciones. Los cazadores no podemos ser los que carguen con todos los gastos. Nosotros ya estamos pagando las licencias, las hectáreas que tenemos acotadas, las pólizas de vehículos, los daños a los cultivos... Los tecores no vamos a dar soportado todos esos gastos.
"En Galicia, la caza no busca el beneficio económico, sino que son tecores sociales, con lo que los ingresos son mínimos y ya estamos teniendo importantes gastos"-¿Está en peligro la viabilidad de las sociedades de caza? -Desde luego. Si esta situación se mantiene, muchas de las sociedades de caza van a rematar por desaparecer. Podrán mantenerse en las zonas de alta montaña, pero en aquellas comarcas con cultivos no podrán mantenerse por los costes que les reclaman. En Galicia, la caza no busca el beneficio económico, sino que son tecores sociales, donde cazan los propietarios de los terrenos, con lo que los ingresos son mínimos y ya estamos teniendo importantes gastos. Al año pagamos unos 6.000 euros por responsabilidad civil, otros 2.000 euros en tasas, junto con las licencias de los cazadores y por si fuese poco ahora también nos hacen pagar los precintos a los jabalís que cazamos. Con todo lo que nos hacen pagar, ya podría la Administración destinar una parte para ese fondo de corresponsabilidad y no pedir un pago a mayores. -¿Qué medidas creen que se podrían aplicar para que el jabalí no siga a ser un problema para muchas ganaderías? -Tenemos el fondo de corresponsabilidad que aún no llegó a ponerse nunca en marcha. Todos tendremos que asumir los costes, no solo una de las partes implicadas. Además tenemos otras medidas que le trasladaremos a la Conselleira cuando nos reunamos con ella.
"El jabalí es uno de los grandes depredadores de la perdiz, al arrasar las puestas de huevos del suelo"Otra de las causas de que no haya conejos y perdices bravas en el monte es que en Galicia no se hace un control de los depredadores. Lo único que están haciendo los tecores con las sueltas de conejos y perdices es proporcionar carne para depredadores como la marta o los visones. En el caso de la perdiz, uno de sus grandes depredadores es el jabalí, que arrasa los huevos que ponen en el suelo. - ¿Qué propuestas han previsto llevar a cabo a corto plazo desde Ategal? -Nosotros somos una asociación sin muchos recursos económicos. Las actividades van a estar orientadas a reuniones con los tecores y a poder ayudar a los cazadores a defender sus derechos.
“Seguimos en la misma dinámica de todos los años: cada vez hay más jabalí, menos cazadores y menos maíz” (Jacobo Feijoo, Unións Agrarias)“Seguimos en la misma dinámica de todos los años: cada vez hay más jabalí, menos cazadores y menos maíz”, explica Jacobo Feijoo, secretario de Desarrollo Rural de Unións Agrarias. La organización ya propuso el año pasado cambiar el marco legal actual a través de una Iniciativa Legislativa Popular, de manera que la Xunta asumiera la gestión del jabalí y se responsabilizara de los daños ocasionados, propuesta que fue rechazada. “Necesitamos que se centralice la gestión de los daños para que se coordinen las acciones de una manera resolutiva y eficaz, ya que el sistema actual no está dando resultados”, puntualiza. Las pérdidas causadas por el jabalí se añaden a la reducción de la cosecha que se prevé para este año tanto en cantidad como en calidad, tras la sequía de los meses centrales del verano. Las primeras estimaciones realizadas por Unións Agrarias, apuntan a que la cosecha se reducirá en un 30% a causa de la falta de humedad. “Las lluvias llegaron muy tarde para mucho maíz”, detallan desde Unións.
“Cuando llegué a la finca ya ví que poco me había dejado de pie. Debió entrar una cerda con cría y arrasó con casi todo”, José Faílde, ganaderoEn el Deza y en la vecina Tabeirós, en zonas como Vea, las incursiones están siendo frecuentes en estos días y son muchas las fincas, de pequeñas y grandes dimensiones, que acaban afectadas. La semana pasada, varios ganaderos decidían incluso ensilar el maíz, sin que acabara de criar y casi con un mes de adelanto, dadas las pérdidas que estaban teniendo.
Está habiendo bastante problemática en esta campaña, más que otros años, y comenzó a atacar más temprano porque a principios de agosto el jabalí ya estaba andando por las fincas (José Portela, Agropres)A pesar de todo, esta empresa, que sirve mezcla húmeda a 60 ganaderías de la zona, descarta adelantar el comienzo de la campaña de recogida, que según sus previsiones arrancará en la semana de 14 de septiembre , ya que "si el maíz no va en su momento óptimo pierdes en materia seca y almidón, las calidades se resienten si adelantas". Con la decisión de esperar son conscientes también de que los daños aumentarán. "La caza empezó hace 15 días pero los daños ya están hechos y seguirán porque nuestras previsiones son empezar a picar en dos semanas y en este tiempo aun habrá más ataques, realmente hasta empezar a andar las fincas no sabes hasta donde llegan los daños porque no lo ves todo", teme José. Más al sur de la provincia de Lugo, en la zona de Chantada, Jorge Meiriño, de la cooperativa Aira, relata también importantes daños. "En una finca de 8 hectáreas lindando con Carballedo en una semana acabaron con ella, hay hectárea y media o dos hectáreas totalmente aplastadas por camas. Tuvieron que ser dos o tres grupos grandes para poder hacer ese destrozo en pocos días", describe.
En las zonas a las que viene el jabalí no se aprovecha nada y da más trabajo, porque hay que triturar el maíz y envolverlo, que no es fácil (Jorge Meiriño, Aira)El problema no son ya solo las pérdidas económicas y de la cosecha de forraje para el invierno, sino que el hecho de que el maíz esté tirado complica las propias labores de recogida. "En zonas a las que viene el jabalí no se le aprovecha nada y hay que triturarlo o sino pasarle unos ganchos para arrimarlo para las orillas, porque el problema ahora aún es envolver ese maíz, que no es fácil", asegura.
“Las lluvias y la bajada de temperaturas hizo que el número de cazadores que fue al monte en estas primeras jornadas fuera mayor y también el de animales abatidos” Antonio Mota, UnitegaLa Sociedad de Caza de Lalín lo corrobora con los 15 ejemplares capturados el pasado sábado por 5 de las 6 cuadrillas que conforman la entidad. “Fue una jornada con muy buenos resultados para lo que suele ser esta época del año, donde las altas temperaturas dificultan mucho la caza”, explica Julio Mariño, presidente del colectivo. Reconoce que en estos días previos a la cosecha del maíz están recibiendo numerosas solicitudes por parte de productores afectados para hacer batidas. “No damos atendido a todos los puntos ni es sencillo anticiparse a los daños, ya que el jabalí, excepto cuando está con cría, es un animal muy itinerante”, detalla Mariño. En la entidad constatan, además, un incremento de las capturas en los últimos años. En un repaso por las cifras manejadas en los 4 años de la actual directiva, las capturas pasaron de 160 en la temporada de 2015 a 322 el pasado año. “Todo apunta a que este año también se incrementará el número de ejemplares que cacemos”, indica Mariño. Además, a este número deben añadírsele los animales que mueren tras ser heridos en cacerías, pero sin llegar a ser capturados por los cazadores, así como las bajas derivadas de accidentes de tráfico o incluso de la caza furtiva, para aproximarse a la población actual en la zona. En Lalín ya han hecho varias batidas por daños en la cosecha del maíz en el tiempo de la siembra. “Detectamos que eran cerdas con cría y en las cercanías a viviendas, por lo que fueron batidas de dispersión, sin armas; sólo con los perros y conseguimos sacar a los animales de las fincas”, apunta el presidente de la entidad.
La autorización de acechos por daños del jabalí ha pasado desapercibida tanto en el sector agroganadero como entre los cazadoresSin embargo, la medida parece haber pasado muy desapercibida en el sector agroganadero y mismo para los cazadores, que tampoco están teniendo, por el momento muy presente esta alternativa. Además, aquellas primeras experiencias tampoco resultan muy alentadoras. “Puedes estar haciendo acechos 3 noches sucesivas sin que venga el jabalí y la cuarta, que no pudiste ir, es cuando ellos vienen”, reconoce Mariño. Este año también se eliminó la prohibición de caza en las zonas de entrenamiento de los tecores, que hasta el momento servían como refugio para la fauna en las cacerías, limitando así las capturas. Fue una de las peticiones realizadas desde diversos colectivos, como la Sociedad de Caza de Lalín con el apoyo de los tecores de la provincia, al detectar la necesidad de incorporar estos terrenos para conseguir resultados en las batidas. Esta medida se suma a la eliminación de los vedados, aprobada la pasada temporada junto con la ampliación de la temporada de caza. “Ahora falta por ver lo efectivas que han resultado estas medidas. Nosotros creemos que se incrementaron las capturas en parte por estas medidas, pero la Administración debería evaluar si realmente están funcionando”, valoran desde Unitega. El colectivo de tecores de Galicia incide además, en la importancia tener presente otras amenazas muy relacionadas con el jabalí y que pueden suponer un gran daño para el sector ganadero como es la peste porcina africana.
Estiman que puede haber unas 80 hectáreas de maíz con daños causados por el jabalíLos daños de la fauna salvaje no se limitan a la siembra del maíz, sino que tanto en otoño como en invierno ya se registraron cuantiosos daños en los prados, afectando a la posibilidad de ensilar hierba con rendimientos normales. En lo que llevamos de primavera, se contabilizaron daños en parcelas de maíz de gran extensión y gravedad en parroquias como Cardeiro, Andabao, Arceo, Brates, Sendelle o Boimil. Las estimaciones manejadas por Unións apuntan a que pueden superarse las 80 hectáreas con daños causados por el jabalí en la siembra del maíz, con diferentes grados de afección."Te encuentras impotente ante las pérdidas y no hay soluciones por parte de la Administración", indica Abelardo Seoane, de SAT Ilman, una de las ganaderías afectadas. En su caso tiene que volver a sembrar por tercera vez el maíz en algunas parcelas de Andavou. Tuvo que volver a sembrar en unas 8 hectáreas, aunque estima ya unas pérdidas de producción del 30%, puesto que también se ve afectada la densidad de la planta en otras zonas de las parcelas en las que no llegó a resembrar.
La plaga de la rata-topo, que está afectando a varios ayuntamientos de la montaña lucense, está provocando daños además de en las praderas, en los rollos de silo acumulados por los ganaderos para alimentar a sus animales en los próximos meses y en cultivos de invierno como los nabos, según alerta el Sindicato Labrego Galego. El SLG, al igual que la Federación Rural Galega (Fruga), exigen a la Xunta que prohíba la caza del zorro, un predador natural de la arvícola terrestris, en la zona de afectación de la plaga.
Los últimos informes elaborados por la Consellería de Medio Rural con las declaraciones de daños efectuadas por los agricultores y ganaderos de la zona sobre la incidencia de la rata-topo constatan que están afectadas más de 1.600 hectáreas, pero la cifra real podría llegar a las 2.000 según técnicos consultados por el SLG. Aunque, hasta ahora, los principales daños están siendo causados en praderas, desde el Sindicato Labrego Galego denuncian estragos directos en granjas de Pedrafita do Cebreiro, con cuantiosas pérdidas en la hierba ensilada y en la cosecha de nabos.
El Sindicato Labrego considera «insuficiente» el trampeo y reclama un plan de choque que evite que la plaga se siga extendendo
«Por lo que pudimos saber, entre las medidas que planea la Xunta para hacer frente a esta plaga está hacer trampeo, en coordinación con las granjas», afirma el SLG que, «sin discutir esta medida», considera que va a resultar «insuficiente».
Por eso, el Sindicato Labrego solicita la convocatoria de una reunión con los agentes sociales de los sectores económicos y zonas afectadas por la plaga para intentar «coordinar fuerzas» y buscar las mejores soluciones a una plaga que, en comunidades vecinas como Castilla y León, afecta a 1.610.000 hectáreas (el 20% de la superficie de la comunidad), causó 30 millones de euros en pérdidas y medio centenar de personas contagiadas por turalemia.
En Castilla y León la arvícola terrestris afecta al 20% del territorio y causó ya 30 millones de euros en pérdidas y medio centenar de personas contagiadas por turalemia
El SLG considera como una de las principales causas de esta plaga el descenso poblacional de los depredadores naturales de estos roedores (por ejemplo la comadreja, el zorro o las aves rapaces), sobre todo a consecuencia de la caza, tanto legal como furtiva. Por eso, aseguran desde el SLG «es necesario que la Consellería de Medio Ambiente decrete la prohibición de cazar cualquier especie depredadora natural de las ratas-topo en los ayuntamientos afectados y en los limítrofes, pues de continuar la presión sobre sus depredadores el desequilibrio ecológico se agudizará y la crisis empeorará», argumentan.
Campeonato de Caza de Zorro este fin de semana en Triacastela
Precisamente justo este mismo fin de semana, está prevista la celebración del XXV Campeonato Gallego de Caza de Zorro, organizado por la Federación Galega de Caza en la zona del monte Iribio, concretamente entre los ayuntamientos de Triacastela y Láncara, según aparece recogido en la publicidad del certamen emitida desde la entidad que aglutina al grueso de los cazadores de Galicia. La ubicación escogida se encuentra dentro de la zona de afectación de la plaga, por lo que tanto el Sindicato Labrego como la Federación Rural Galega reclaman la paralización de este campeonato.
«La Xunta de Galicia debería prohibir cautelarmente este torneo y cualquier otra actividad que amenace con crear un desequilibrio ecológico semejante al del jabalí en toda Galicia», afirman desde el SLG. «En este caso el despropósito no puede ser mayor, toda vez que el certamen anual, que prevé poner en el monte más de trescientas escopetas con la finalidad de abatir el mayor número de animales posible, cuando es precisamente el zorro el principal elemento de control biológico de esta especie de roedores, por lo que una cacería como la que se propone serviría para agravar aun más la situación y facilitaría la proliferación descontrolada de la rata-topo, con el equivalente perjuicio económico para agricultores y ganaderos de la zona», opinan desde Fruga, que solicitan al mismo tiempo «la retirada de cualquier fondo público destinado a la celebración de este campeonato».
La Federación Rural Galega habla de «irresponsabilidad de la Administración». «Al mismo tiempo que se amparan y patrocinan certámenes como este, la Xunta promete acometer medidas, a día de hoy aún por determinar, y evita dotar presupuestariamente de ayudas a las explotaciones afectadas por los roedores. Parece pesar más el cada vez mas cuestionado aprovechamiento lúdico derivado de la entrega de la gestión de la fauna salvaje a los colectivos de cazadores, que la defensa y protección de agricultores y ganaderos obligados a apandar con las consecuencia de su actividad», denuncia Fruga.
Desde la Federación Rural Galega calculan que la proliferación incontrolada de la arvícola terrestris habría ocasionado a día de hoy ya estragos por valor de «cerca de dos millones de euros» y reclaman de la Administración gallega «medidas urgentes de apoyo a las explotaciones afectadas».
El SLG, por su parte, reclama la puesta en marcha de una línea de ayudas directas para compensar los daños ocasionados, semejante a la aprobada en otras comunidades autónomas afectadas, como es el caso de las compensaciones adoptadas en Asturias. «La Consellaría de Medio Rural no puede mirar hacia otro lado ante las pérdidas que están sufriendo las granjas y que, como pudimos ver, van más allá de los prados, creando una línea de ayudas para compensarlas. Al fin y al cabo, la permisividad de la Xunta con el exterminio indiscriminado de los predadores naturales de la rata-topo hace que sea, en parte, también responsable de la crisis», argumentan.
Fruga calcula que la plaga habría causado ya en Galicia daños por valor de dos millones de euros
«El zorro y otros animales tienen un papel fundamental en el mantenimiento del equilibrio ecológico de los ecosistemas de los que forman parte, así como en el control de múltiples enfermedades que afectan a la cabaña ganadera gallega», aseguran desde Fruga. Entre las medidas adoptadas en otras comunidades de la cornisa cantábrica contra la arvícola terrestris está precisamente el fomento de depredadores naturales.
"Con estas medidas la Xunta ni asume la responsabilidad ni la gestión de la fauna salvaje”, Jacobo Feijoo, UniónsOrganizaciones agrarias, cazadores y afectados coinciden, además, en señalar la necesidad de afrontar acciones para paliar los daños que la fauna salvaje está causando principalmente a los ganaderos y agricultores en los cultivos, pero también a la población general, con los siniestros de tráfico que provocan, y por el riesgo que implica que se aproximen a núcleos urbanos. Otro problema en ciernes es la peste porcina africana.
Las cacerías quedan sujetas a la voluntad o capacidad de llevarlas a cabo de los tecoresTanto desde el colectivo de tecores como desde distintos sindicatos como Unións Agrarias, el SLG o colectivos como la Asociación de Afectados pola Fauna Salvaxe de Galicia (Aperfasa) ven que estas medidas quedan sujetas a la voluntariedad de los cazadores. "Los afectados quedan a expensas de que los tecores colaboren en ir más de caza de lo que estaban haciendo hasta ahora, si no quedarán igual de indefensos que estaban", reprochan desde Aperfasa. "Desde Unitega siempre hemos hecho propuestas para intentar solucionar el problema, somos muy conscientes de los perjuicios que supone para los agricultores y ganaderos, pero la Xunta no puede desentenderse y esperar que sean los cazadores los que lo solucionen", apunta Mota. Para colectivos como Unitega o Unións las soluciones pasan porque la Xunta sea quien fuerce y posibilite las intervenciones para frenar los daños. Piden que haya colaboración con los tecores, pero si estos no son capaces de asumir la labor, se le ofrezcan soluciones inmediatas a los ganaderos y agricultores. El incremento de los cupos de caza tanto de machos como de hembras tampoco es una medida que convenza a los cazadores puesto que como apuntan desde Unitega en la práctica ya se estaban permitiendo incrementar los cupos de caza a aquellos tecores que los habían agotado.
“Se genera un enfrentamiento entre cazadores, afectados y otros colectivos que contribuye a dificultar el entendimiento", UnitegaLa inseguridad que se puede generar por el incremento de las cacerías es uno de los temas que coinciden en señalar desde todos los sectores. Así, desde colectivos como la Asociación Agraria de Galicia, que valora positivamente las acciones propuestas por la Xunta, inciden en la importancia de que "los cazadores extremen las medidas de seguridad dado que la multiplicación de los días hábiles puede crear cierta confusión y aumentar los peligros". Además, el hecho de que se puedan emplear modalidades de la caza menor como la 'caza en mano' o 'al salto' levanta ciertas dudas sobre la seguridad durante las cacerías. "Ahora las batidas de jabalí están siendo muy controladas, con dispositivos de comunicación y zonas acotadas, pero incorporar estos modelos, que pueden funcionar en otras partes de España por tener una mayor visibilidad o en fincas privadas, pueden suponer un riesgo tanto para cazadores como para el resto de la población", concretan desde Unitega.
"El censo de daños se hizo en base a las denuncias cuando muchos afectados no los notifican después de que durante años non les sirviese para nada" Isabel Vilalba, SLGTambién desde Aperfasa inciden en esta cuestión y reivindican que "hay ayuntamientos muy castigados que quedaron fuera por lo que solicitamos que la medida se extienda a todo el territorio", concretan. "El censo se hizo en base, en gran medida, a las denuncias de daños cuando muchos afectados no las están notificando después de varios años en los que no les sirvió para nada hacerlo y dado los atrancos que supone", reprochan desde el SLG. Así, los distintos colectivos inciden en la importancia de conocer la población real y de estimar, en base a criterios científicos, un censo de población sostenible y reducir la cabaña en los lugares donde sea inviable el número de ejemplares actuales. También reivindican a la Xunta la necesidad de afrontar esta problemática con todos los sectores implicados para llegar a medidas consensuadas.
“La medida más eficaz es el control poblacional mediante la caza”¿Cuales son las medidas de prevención más efectivas? La medida más eficaz es el control poblacional, normalmente mediante la caza para reducir la densidad de esta especie silvestre. No hemos de olvidar que hemos creado unas fuentes de alimentacion casi ilimitadas para el jabalí en forma de cultivos en un campo cada vez más deshabitado, y limitar su acceso es fundamental pare evitar el crecimiento poblacional de la especie. Para proteger al ganado, como el vacuno, las medidas más efectivas son aquellas que mejoran la bioseguridad, estableciendo barreras para evitar el contacto, que principalmente es indirecto, entre el ganado y la fauna silvestre. En el caso de maíz forrajero que ha sido comido por el jabalí, ¿Puede transmitirse posteriormente la enfermedad al ganado? Si el maíz posteriormente ha sido ensilado, debido al proceso bioquímico de fermentación en el silo, es menor la probabilidad de que se pueda transmitir al ganado posteriormente, pero puede ocurrir. Depende también de la naturaleza del patógeno en cuestión. Otra cosa es si los jabalíes o los corzos comen en silos abiertos con escaso margen de tiempo con el ganado, pues ahí la probabilidad de transmisión de enfermedades al ganado es mucho mayor. De hecho, en Canadá se han registrado casos de vacas con tuberculosis debido a que los ciervos van a alimentarse en invierno al ensilado.
“Se demuestra que tenemos una sobreabundancia de jabalíes en toda Europa, incluso en ambientes urbanos”A nivel europeo es una especie claramamente en expansión en las últimas décadas y en gran parte de su área de distribución existe una clara sobreabundancia, cuyos efectos se manifiestan en forma de accidentes de tráfico, daños en los cultivos o transmisión de enfermedades. Además, en las zonas en las que hay sobreabundancia se puede provocar una perdida de biodiversidad, repercutiendo negativamente sobre pequeños mamíferos, aves nidificantes en suelo, invertebrados, la cubierta vegetal y otros animales. Está claro que tenemos un problema de sobreabundancia de jabalíes y esto es algo que ocurre en toda Europa, incluso en ambientes urbanos, por lo que se requiere un mayor esfuerzo de control de sus poblaciones. ¿Cuales son las regiones con mayor densidad de esta especie? Aquellas donde tiene mayor acceso a alimento y refugio: zonas con bosques atlánticos y mediterráneos, donde esto se combina con cultivos como campos de maíz. Por ejemplo, en la Península Ibérica existen situaciones de riesgo contrastadas, como en el Prepirinero, pues allí se combinan zonas boscosas, con maizales y muchas granjas de porcino; o la zona Suroeste donde el cerdo Iberico campea parte del año en proximidad a los jabalíes. Galicia y la Cornisa Cantábrica también registran densidades medias de esta especie por el mismo motivo, aunque menor en la zona costera donde existen más eucaliptales. El efecto de estos habitas menos favorables sobre la abundancia del jabalí se analizará en próximas actualizaciones del mapa. Y en Europa las mayores concentraciones se registran en zonas de bosque mediterráneo o atlántico, combinadas con cultivos. Toda la franja centroeuropea al norte de Los Alpes presenta unas abundancias elevadas. ¿Cuales son las medidas más efectivas de control? Medidas para frenar su propagación o reducir su población podrían ser limitar su acceso a los cultivos, como los campos de maíz, pero en la práctica es dífícil. También se ha planteado limitar su reproducción mediante la esterilización de ejemplares, pero es poco viable como una herramienta de uso masivo. Por tanto, la medida más eficaz es la reducción de las poblaciones de jabalíes mediante la caza (ya sea lúdica o de gestión), actuando sobre todos los segmentos de la población (si bien la extracción de los ejemplares con más potencial reproductivo, como hembras jóvenes puede conllevar mejores resultados). El problema es que cada vez contamos con menos cazadores y más envejecidos. Es por tanto, un gran reto para la sociedad mejorar la valoración social del cazador, pues de lo contrario los problemas que ya padecemos van a agravarse. De no ser así, tendremos que recurrir a empresas profesionales de caza para reducir la sobrepoblación.
“Es ingenuo ver la naturaleza como algo idílico en el que las especies se autoregulan”Es ingenuo ver la naturaleza como algo idílico en el que las especies se autoregulan. Vivimos en un paisaje humanizado en el que tenemos que gestionar las relaciones entre las especies, considerando el factor humano, y en ocasiones es necesario actuar mediante métodos letales. Por último, el sector cinegético tiene que mejorar su percepción social, haciendo un esfuerzo por trasladar a la sociedad su función y fomentar una caza sostenible y creadora de riqueza y conservación del medio rural. A este respecto, querría recordar que la Universidad de Castilla La Mancha, en colaboración con el CSIC y el IREC, organiza un “Máster Universitario en Investigación Básica y Aplicada en Recursos Cinegéticos” en el formamos a gestores de la fauna silvestre con buenas bases científicas.
"El problema de los daños de fauna salvaje es que siempre vamos un día o dos por detrás"¿Deben asumir los cazadores un papel más activo, como exigen desde organizaciones ganaderas, para evitar los daños a los cultivos? A mí me parece indignante que ningún sindicato agrario haya reivindicado que se cambie la ley que nos está obligando a tener el 10% del territorio vedado para todas las especies de caza. ¿Qué sentido tiene que tengamos vedado ese espacio cuando tenemos daños? No es que queramos cazar más. A los cazadores nos gusta más tenerlos vedados, pero con los daños que está habiendo, sabemos que tenemos que tener en cuenta a los afectados. Cada vez que se cambian los vedados y se marcan los terrenos para los próximos dos años, ese mismo día se empieza a generar un conflicto con el pueblo que queda dentro, porque va a ser un refugio para el jabalí. Y la contradicción suprema llega cuando la propia Consellería permite batidas puntuales en las zonas vedadas, poniendo un parche a posteriori que ni siquiera soluciona el problema. Tenemos que llegar a un nivel en que los daños no obliguen a renunciar a una actividad, siendo conscientes de que el daño cero no va existir. Se han dedicado a proteger el medio ambiente pero sin tener en cuanta al rural y eso está favoreciendo el abandono del campo. Es necesario que se abran mesas de debate permanente sobre estos temas con ganaderos, agricultores, cazadores y administración para poder tener un conocimiento de la situación desde distintos puntos. Desde la asociación estamos pidiendo a nuestra gente que empaticen al máximo con los afectados, adaptando las zonas de caza a aquellas en las que más lo necesiten porque estén teniendo daños. ¿Cuál es la situación de daños por fauna salvaje en el campo? Los mayores daños son de jabalíes. Además, en zonas de viñedo están empezando a tener problemas con el corzo, cuya población también se ha disparado. ¿Cómo se gestionan esas indemnizaciones de los daños por parte de los tecores? Por ley somos responsables de los daños que ocasionen los animales. Tenemos una doble responsabilidad económica: por daños en agricultura y por accidentes de tráfico. En el caso de los accidentes lo asumimos por medio de un seguro pero en los daños agrícolas no hay ningún seguro para cubrirlos. El problema es que si se empiezan a hacer reclamaciones contra los cazadores, como nos amenazan muchas veces, renunciaremos a los tecores, ya que no podríamos asumir eses pagos y la Xunta tendrá que encargarse de la gestión de los espacios cinegéticos. Eso implicaría que el afectado tendría que reclamarle directamente a la Xunta. Precisamente la Ley de Caza contemplaba un fondo de corresponsabilidad, aún sin activar, ¿cree que sería la herramienta necesaria para hacer frente a esta situación? Debía ser una especie de caja a la que todos aportaríamos (cazadores, agricultores, ganaderos y administración) para hacer frente a los daños. Se copiaba del fondo de corresponsabilidad de tráfico, pero creo que ni se plantean activarlo porque no saben cómo hacerlo para que funcione. Debiéramos de sentarnos todos para afrontarlo.
"En Unitega planteamos comprobar el microchip con cada receta médica para luchar contra el abandono de perros"Otro cambio en la legislación con trascendencia para la caza fue la aprobación de la ley gallega de bienestar de los animales de compañía, ¿cómo le afecta a los cazadores y a la cría de perros en el rural? Aún no estamos sintiendo las consecuencias, todavía estamos en el período de adaptación de la norma. La Administración está empezando a dar formación específica, lo que nos da una idea de la complejidad de la ley. Lo que sabemos ya es que esta ley no se adapta al rural. La norma busca combatir el abandono de perros, pero este no está en el campo, sino en las grandes ciudades, donde buena parte no tienen microchip, lo que facilita el abandono y ya se nota con muchas perreras saturadas. Nosotros para evitar este abandono planteamos que cada vez que se extienda una receta se identifique el microchip, igual que en la sanidad o como le exigen a los ganaderos. La ley no soluciona el problema y los crea a aquellas personas que tienen perros en las explotaciones, como los mastines, que más que ser un animal de compañía cumplen una función en la granja. También afecta a la venta de perros... Han hecho una ley para contentar a un sector, pero se han olvidado de todo lo demás. Desde Unitega reivindican la caza social frente a caza deportiva o comercial, ¿por qué es importante esa diferenciación? Nosotros consideramos que la caza, tal y como se gestiona en Galicia, no es un deporte, a excepción de los campeonatos, que si tienen ese espíritu de competición. Esa visión de la caza como deporte es una concepción que a día de hoy se cae por su propio peso. La razón por la que se consideró la caza como deporte fue para poder asociarse en tiempo del franquismo, cuando no estaban permitidas las asociaciones. Es una estructura organizativa que se va ir cambiando, como está ocurriendo ya en otras comunidades como Valencia o Baleares. Recientemente se conocía la detención de una persona poniendo lazos en Abadín. ¿Está aún muy arraigado el furtivismo en Galicia? Probablemente ese furtivismo que aún persiste en Galicia sea, en algunos casos, una consecuencia de las demoras en las acciones para reducir los daños de la fauna. También vienen, a veces, de una parte mínima del sector que llega al extremo de cazar usando estos métodos. Aunque es necesario que se erradiquen estas prácticas, en este caso me falta que alguien explique qué le llevo a esa persona a poner lazos, porque puede ser revelador.