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Landra, el proyecto del polígono agroforestal de Chantada para criar cerdos en ecológico

Julio Taboada, con los cerdos de su explotación de Sabadelle (Chantada) Julio Taboada y Ramón Fernández empezaron hace 4 años a criar cerdos en extensivo en la parroquia de Sabadelle, en Chantada. Contaban con una superficie de monte que llevaba años en situación de abandono pero que ofrecía buenas posibilidades para la alimentación de los animales, al contar con castaños y robles. “Donde tenemos los cerdos no se podía ni entrar, había una congostra muy estrecha. Hace 4 años preparamos el sitio con una pala y metimos los animales. El primer año empezamos con 15 cerdos y después ya fuimos aumentando”, explican. En este momento disponen de una extensión de 11 hectáreas cerradas y han solicitado un polígono agroforestal para ampliar la superficie de la explotación. Serían otras 40 hectáreas en Vilameá, en la zona de monte que rodea las casas, pertenecientes a unos 80 propietarios. Es superficie particular de los vecinos que en este momento está sin uso, con parcelas de prados (unas 5 hectáreas) y el resto de monte con presencia de castaños y robles.
Los cambiamos de parcela y encalamos para que el monte se recupere
La superficie total en conjunto permitiría criar a unos 500 cerdos al año en extensivo. “Haríamos parcelas de entre 4 y 5 hectáreas para poder ir rotando los animales y que se fuera recuperando el monte una vez que ellos pasen y desbrocen. En este momento, de las 11 hectáreas de las que disponemos, tenemos 3 en reposo. Normalmente cambiamos de parcela después de dos campañas”, explica. El valor de criar cerdos en extensivo Julio destaca dos aspectos positivos de la cría de cerdos en extensivo: “por un lado tenemos los montes limpios para que no ardan y por otro producimos carne de mucha calidad que no tiene nada que ver con la de cerdos criados en una granja, aunque la raza pueda ser la misma”, defiende. “La calidad es totalmente distinta, porque además de la raza tiene que ver mucho la alimentación”, asegura. En este caso, “lo que comen es natural para que el sabor de la carne recuerde a la de los cerdos de antes”, dice. Además de lo que ellos comen en el monte les dan también un pequeño aporte de cereal.
Los suplementamos únicamente con un kilo de cereal ecológico por animal y día; el resto de lo que comen es lo que ellos encuentran en el monte
“Los suplementamos con algo de pienso ecológico, un kilo por animal y día, pero sobre todo ellos se alimentan de lo que encuentran. Toda esta zona era monte con mucha castaña y mucha bellota”, indica. Además, no se generan problemas de purines o contaminación. “Aquí no hay emisiones de amoniaco como puede haber en una granja porcina convencional. Eso se sabe tan sólo por el olor, en este sistema de manejo no hay olores”, asegura. Hacer el ciclo de cría completo La explotación está focalizada por el momento en el cebo, pero pretende completar el ciclo. "Hasta ahora comprábamos los cerdos de pequeños, ya destetados, y los introducíamos en el monte, pero ahora ya contamos con varias reproductoras y un macho para hacer también nosotros aquí la cría. Para la campaña del año que viene ya los criaremos nosotros aquí todos", explica Julio. Dentro de la parcela disponen de un cobertizo donde los animales se pueden resguardar de la lluvia y el frío, donde reciben la ración diaria de cereal y donde tienen bebederos. Es también la zona de manejo para los tratamientos y la desparasitación y el lugar de carga para la salida de los cerdos cebados hacia el matadero. Los cierres, lo más importante Cerrar bien las parcelas es “lo más importante y también lo más costoso”, reconoce Julio. “Nosotros cerramos con malla en todo el perímetro y luego les ponemos a mayores el pastor. Es importante no solo para que no se echen ellos sino también para que no entre el jabalí”, explica. Revisan casi a diario el estado de los cierres, algo que le supone bastante tiempo, ya que son perímetros de varios kilómetros con zonas algunas de ellas difíciles de andar. “Hago el recorrido todo alrededor cada dos días por si pudiese haber caído alguna rama, por ejemplo, y me lleva hora y media. Casi es lo que más trabajo da”, reconoce.  Raza duroc Los cerdos son de raza duroc 100%, que se caracteriza por uno buen crecimiento y una idónea infiltración de grasa. "Hemos probado distintas razas, desde cerdo celta a landrán, y también cruce de landrán con petrén, pero nos decantamos por esta. Es la que mejor aguanta el frío y tiene un jamón muy entrefrebado. Es la que más rentable nos sale", asegura Julio.
En un año ganan unos 100 kilos de peso
Nosotros los pesamos cuando entran y cuando salen. Entran con entre dos meses y dos meses y medio y llegan pesando entre 30 y 35 kilos. Luego los tenemos aquí entre un año y catorce meses y acaban saliendo con entre 130 y 140 kilos. Sala de transformación Por ahora Julio y Ramón no cuentan con instalaciones propias ni para sacrificar ni para elaborar, por lo que disponen de acuerdos con otras empresas a las que también les venden los cerdos cuando tienen excedentes una vez que están cebados. "Los matamos en el matadero, tanto aquí en el de Taboada como en Lugo, y luego elaboramos en una sala de transformación autorizada para poder vender el producto con tranquilidad", indica.  Pero su idea a medio plazo es contar con una sala de despiece y elaboración propia y hacer uso del servicio de matadero móvil que acaba de poner en marcha la Xunta.
El sobreprecio de este tipo de cerdos con respecto a uno de granja no es mucho y sin embargo la calidad es otra muy diferente
Venden tanto a particulares que buscan un cerdo de calidad para la matanza como también a bares y restaurantes. Ofrecen también para grupos, y previa reserva a través del número de teléfono 647521992, la posibilidad de degustar en una casa tradicional del siglo XVIII un cocido elaborado con la carne y las salazones que ellos hacen. Disponen además de alguna tienda que comercializa ya sus productos elaborados (chorizo, chorizo cebollero, botillo y androlla, entre otros).
Ofrecen para grupos la posibilidad de degustar un cocido previa reserva
En este momento la producción que tienen es más estacional y se concentra sobre todo en los meses del invierno, que es también cuando hay más demanda por la tradición de las matanzas en las casas, pero cuando tengan a pleno funcionamiento el polígono agroforestal, con los 500 cerdos, su idea es tener producción durante todo el año y que sus embutidos y productos salados y curados puedan comprarse en las tiendas. “Y lo que no seamos capaces de transformar y vender nosotros lo seguiremos vendiendo a otras industrias cárnicas de transformación que hay en Galicia y que apuestan por los productos de calidad igual que nosotros. Las hay que están interesadas en comprarnos la producción”, dice Julio.

Vacas cachenas para mantener limpios los prados

En los prados pasta un rebaño de dos docenas de cachenas En casa de Julio en Sabadelle hubo vacas de leche pero cuando la explotación cerró las fncas se fueron abandonando y llenando de maleza. Por eso decidió introducir vacas de carne, de raza cachena, con las que mantener cuidados los prados. “Empecé con 5 y ahora tengo 24”, detalla. Con la carne de cachena también hace venta directa. “Al principio no había mucha salida, pero ahora no conseguimos siguen producir terneros suficientes, hay mucha demanda”, asegura. Los animales están todo el año fuera, "tanto en verano como en invierno”, explica. Más allá de lo que pacen, en los meses de agosto y septiembre tiene que suplementar con silo o hierba seca porque “esto es muy seco”, cuenta.
Para cambiarlas de prado tengo que manejarlas yo solo; son animales con bastante temperamento
E manejo que hace es sencillo, simplemente va cambiando de finca a las vacas con sus crías. La raza cachena tiene fama de tener temperamento, pero Julio explica que en su caso echa mano de una de las vacas más viejas del rebaño, que es la más dócil, para llevarla delante y que las otras la sigan. “Tengo que manejarlas yo solo, eso sí”, reconoce. Para Julio tanto la cría de los cerdos como de las vacas cachenas es por ahora una actividad complementaria, por lo que tiene que buscar un sistema de manejo lo más sencillo posible y que requiera la menor carga de trabajo posible.
Las cachenas no dominan el monte, los cerdos sí
Aunque la cachena es una raza rústica que pace y es capaz de alimentarse en zonas arbustivas, “la vaca no domina el monte”, asegura Julio, por lo que la maleza y la vegetación acabaría cerrándolo. Por eso pensaron en los cerdos que, en ese sentido, “desbrozan mucho más que las cachenas”, dice. “Los cerdos pacen igual que las vacas, pero acaban también con las silvas y los tojos; dejan todo limpio y después ahí crece la hierba”, valora. El año pasado en otoño, cuando retiraron los cerdos de la parcela de monte en la que llevaban dos años, encalaron para favorecer la desinfección del terreno y el nacimiento de la pradera, gracias al mejor aprovechamiento del abono depositado por los propios animales.

¿Qué enfermedades están amenazando la cría de cerdos?

Los cerdos domésticos se desarrollan en un ecosistema en el que aparecen nuevas amenazas constantemente. La peste porcina africana es una de las más conocidas por su avance mundial, pero también existen otras emergentes como el virus del síndrome respiratorio y reproductivo porcino o el fallo de crecimiento en el peridestete, la última emergente del mundo. Aunque razas minoritarias como el porco celta pueden tener ventajas por el tipo de manejo, siguen siendo cerdos y, por lo tanto, no son inmunes a estas enfermedades. ¿Qué riesgos existen y que la que síntomas se les debe prestar atención? Varios expertos respondieron a estas cuestiones en la última jornada técnica organizada por ASOPORCEL, a asociación de Criadores da Raza Porco Celta. 

Cuadro clínico de la peste porcina africana (PPA) y diferencias con la clásica (PPC)

Se trata de una enfermedad hemorrágica contagiosa que afecta a cerdos domésticos y silvestres ocasionando altos índices de mortalidad. “En España por el momento bien, pero puede aparecen en cualquier momento puesto que somos los terceros productores mundiales de cerdos. En el caso del porco celta, al igual que en el resto de razas criadas en España, existe la desventaja de la producción en extensivo, un factor de riesgo debido al potencial contacto con el jabalí”, explica el veterinario y profesor del departamento de producción animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Murcia (UM), Guillermo Ramis. El cuadro clínico general de esta enfermedad manifiesta una fiebre alta, por lo que los animales tienen frío -puede observarse como se juntan unos contra otros-, están muy débiles y apáticos e incluso dejan de comer, con lo que pierden peso. “Otro rasgo distintivo típico es la aparición de cianosis sobretodo en la cola y las orejas. También podremos apreciar problemas digestivos, como diarrea y vómitos, generalmente con sangre; inflamaciones articulares y problemas respiratorios: tos, disnea…”, señala el investigador del Departamento de Sanidad y Anatomía Animales de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), Francesc Accensi. Muestra de lesiones cutáneas que pueden aparecer en orejas. Fuente: Francesc Accensi “En la necropsia de los animales infectados, ¿qué vemos? observamos típicamente un agrandamiento del bazo (esplenomegalia), linfonodos hemorrágicos y aumentados de tamaño, hemorragias y edemas, contenido gastrointestinal hemorrágico, etc. En las realizadas en jabalíes, las lesiones son básicamente las mismas”, muestra el investigador. Las diferencias clínicas y patológicas de la peste porcina africana con la peste porcina clásica no son perceptibles a simple vista, por lo que para saber de qué enfermedad se trata hay detectar el genoma del virus vía PCR a partir de una muestra. Actualmente, ante la emergencia que supone, muchos equipos de investigación están trabajando en la obtención de una vacuna contra la PPA, aunque, dada la complejidad del virus y nuestro desconocimiento de este, tardaremos aun en tener una vacuna (atenuada) en el mercado. Así pues, la bioseguridad y la vigilancia siguen siendo las medidas más efectivas en la lucha contra la PPA.

Una radiografía del virus

¿Cómo es el virus? “Es virus ADN bicatenario, envuelto e icosaédrico, del género Asfivirus. Es un virus ‘grande’ ya que expresa más de 150 proteínas, de las cuales, se desconoce una gran parte. De él se han descrito hasta 24 genotipos diferentes y la mayoría de las vacunas experimentales que hoy en día existen sólo protegen contra la cepa parental homóloga. Su célula diana son los macrófagos/monocitos, y una vez en fases avanzadas, infecta a las células epiteliales generando mayores problemas hemorrágicos”, describe Francesc Accensi. Es un virus resistente a bajas temperaturas, incluso durante años en carnes congeladas. Afecta a cerdos salvajes propios de África, como los facóqueros, que pueden pasar la vida infectados, pero no se ponen enfermos, actuando, junto con las garrapatas blandas del género Ornithodoros, como reservorio del virus. Sin embargo, cuando el virus de la peste porcina africana (VPPA) infecta a jabalís o cerdos domésticos europeos, estos sí que enferman. ¿Cómo se producen los contagios? El VPPA se transmite por vía oro-nasal -contacto directo entre animales, ingestión de material contaminado, como restos de un animal muerto, etc.- o mediante la picadura de garrapata. “Está pensado para transmitirse por picadura de este parasito, así que, siempre que haya sangre infectada de por medio, tendremos una situación de riesgo; 1ml de sangre de un cerdo infectado puede contener 100 millones de partículas del virus”, señala Accensi. Cabe destacar que, el ser humano no se infecta con el VPPA pero puede actuar como un ‘portador’ puramente mecánico -transportar cerdos infectados de aquí a allá, botas contaminadas de sangre tras una cacería, etc.- del virus. ¿Es posible controlar la PPA? Por el momento, no existe ni tratamiento ni vacuna y las únicas medidas que hay -ratificadas por la Organización Mundial de la Salud Animal (OMSA)- son el diagnóstico rápido del foco, el sacrificio de esos animales y el vaciado de las explotaciones colindantes. “La única arma efectiva de la que disponemos en estos momentos es la bioseguridad”, insiste el investigador de la UAB.

Enfermedades emergentes en razas minoritarias

En su intervención durante las Jornadas Técnicas del Porco Celta, el profesor de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Murcia (UM), Guillermo Ramis, destacó tres enfermedades emergentes en el ámbito porcino: el fallo de crecimiento en el peridestete (PFTS) -la última emergente del mundo-, el virus del síndrome respiratorio y reproductivo porcino (PRSS), y el virus de la diarrea porcina epidémica. La primera de ellas, a PFTS, “es una enfermedad que afecta a lechones que se destetan perfectamente sanos, los sacas a la transición y no comen, y empiezan a perder peso con síntomas añadidos”, define el veterinario de la UM. Esta patología ya se considera una enfermedad emergente descrita en diversos países como Estados Unidos, España, Portugal o Italia. Los animales afectados manifiestan un cuadro clínico caracterizado por la pérdida de condición física o incluso comportamientos atípicos. ¿Existe alguna influencia de la genética? En una investigación realizada por Ramis y otros compañeros se determinó una influencia de la genética en la proliferación de la enfermedad. A pesar de esto, “la probabilidad de que esta enfermedad llegue a razas minoritarias es reducida porque las poblaciones de estos animales son pequeñas, tienen poca posibilidad de reposición y sufren poca presión productiva”, detalla Guillermo Ramis. Cabe añadir que la PFTS es propia de animales con crecimiento rápido, una cuestión impropia de las minoritarias. En cuanto a la diarrea vírica epidémica (PEDV) es un tipo de coronavirus que afecta al intestino delgados de los cerdos neonatos generando una diarrea severa y ocasionando la muerte por deshidratación. “Sabemos que ciertas modificaciones sobre el genoma del virus afectan sobre su virulencia por lo que también contiene una influencia genética”, afirma Ramis. Por otra parte, la PRRS es un virus ARN conocido como el virus del síndrome respiratorio y reproductivo porcino que “está ocasionando una tasa de abortos que no me los conocía desde el año 96 y una mortalidad de cerdas del 50%, y que tiene la mayor tasa de mutación vista en la naturaleza”, señala el veterinario. Esto ocasiona que diferentes animales tengan diferente respuesta a la enfermedad, diferente carga vírica, o incluso una dinámica vírica diferente. “Una vez más, el ADN influye sobre cuestiones como la producción de anticuerpos” añade. ¿Es probable que aparezcan la PEDV o la PRRS aparezcan en una raza minoritaria? “Sí que es probable porque seguramente tienen los mismos receptores que el resto de cerdos. Igualmente, la rusticidad es una ventaja importante en estas razas: generalmente, al no estar sometidas la tanta presión de selección tienen mayor capacidad de adaptación al medio. Además, al tratarse de explotaciones de tamaño reducido la presión de infección es menor”, sintetiza Guillermo Ramis. Hace falta añadir que las herramientas de control y prevención en cerdos de razas minoritarias son más efectivas debido al volumen de las explotaciones. En este punto, hay que tener en cuenta que casi todas las enfermedades infecciosas van a depender de un receptor, y en el caso de los cerdos, “hasta donde se sabe, las razas minoritarias tienen los mismos receptores para patógenos que las blancas, aunque existen ciertas excepciones, como algunas razas minoritarias chinas que no tienen receptor de E.coli con el que no pueden contagiarse de esta enfermedad. Este es el ejemplo por el cual, puede haber excepciones que no sabemos y que tienen nuestras razas minoritarias”, añade el profesor de la Universidad de Murcia.

Subidas en los becerros carniceros y bajadas en el vacuno mayor en Silleda

Esta semana, hubo subidas en los becerros carniceros y una bajada general del vacuno mayor en la Central Agropecuaria de Galicia-Abanca, que tiene lugar cada martes en Silleda (Pontevedra). En la recría, la tendencia fue al alza, aunque con bajadas en los precios de los machos en aquellas categorías con mayor afluencia. Las mesas de cotización del porcino acordaron mantener sin cambios los precios del cerdo cebado y de los lechones. Tampoco hubo casi variaciones en el mercado del huevo, a excepción de los animales de desvieje. El conejo acusó esta semana una nueva bajada. En cuanto a los precios de la recría, los becerros frisones apuntaron una leve bajada en la categoría con mayor afluencia, los animales de entre 20 y 50 días, que descuentan 1 euro y quedan con un precio medio de 104 euros. Mientras, los animales más jóvenes están a 88 euros, luego de una subida de 5 euros. Por su parte, los becerros de más de 50 días suman 4 euros y se sitúan en los 136 euros. En la recría de cruces industriales la tendencia ha sido semejante. Los becerros más jóvenes, los de menos de 20 días experimentan una subida de 6 euros y se cotizan a 262 euros. En las hembras de esta sección la subida fue más acusada, con un incremento de 49 euros consiguen los 224 euros. En los terneros de entre 20 y 50 días, la categoría con mayor número de cabezas, el precio de los machos cae 20 euros y queda en 282 euros. Las hembras logran una subida de 7 euros y están a 235 euros. La subida más destacada se produjo en los machos de más de 50 días, con un aumento de 59 euros, lo que les permite tener un precio medio de 389 euros. Las hembras descontaron 7 euros y se encuentran a 333 euros. En los becerros carniceros la tendencia fue al alza en los machos y hubo importantes bajadas en las hembras. Los animales de cruce industrial se cotizaron a 888 euros, tras una subida de 50 euros. En las femias se produjo una reducción de 111 euros, lo que las deja en 713 euros. En los becerros de Rubia Galega el precio medio estuvo en los 989 euros, luego de una subida de 106 euros. En las hembras se produjo una bajada de 141 euros, y quedan en los 729 euros. Los animales con el sello Ternera Gallega Suprema se encuentran a 893 euros, lo que supone 59 euros por debajo de lo pagado la semana pasada. Este martes no se adjudicaron becerros carniceros de raza frisona. En el vacuno mayor predominaron las bajadas de las cotizaciones. Las vacas de la categoría extra descontaron 189 euros con respeto de la feria anterior y quedan con un precio medio de 1.841 euros. En los animales de primera también hubo una rebaja del precio, en este caso de 49 euros, por lo que se encuentran con un valor medio de 1.105 euros. Los animales de desvieje descontaron 20 euros y se cotizan a 451 euros. En los ejemplares con el sello Vaca y Buey de Galicia, de Ternera Gallega, el precio medio fue de 1.868 euros, lo que supone una bajada de 22 euros. La única excepción se produjo en las vacas de segunda, que pasaron a cotizarse a 734 euros al lograr una subida de 18 euros.

El porcino repite cotizaciones

Esta semana las mesas de precios del porcino acordaron mantener las cotizaciones tanto para el cerdo cebado como para los lechones. Así, el cerdo selecto y el normal continúan cotizándose a 1,025 y 1 euro el kilo, respectivamente. Los ejemplares de Canal II se sitúan en 1,299 euros el kilo y los animales de descarte están entre los 0,28 y los 0,34 euros. En los lechones, los ejemplares procedentes de una única granja se encuentran en los 32 euros (con un precio de 1,6 euros el kilo) y los animales llegados de varias ganaderías se cotizan a 27 euros y tienen un precio por kilo de 1,35 euros. El mercado del huevo se mantiene casi sin cambios esta semana. Los huevos de la categoría XL están a 1,69 euros la docena, los huevos de la L tienen un precio de 1,38 euros, los de la M están 1,20 euros y los de la S se pagan a 0,99 euros la docena. La única variación se produjo en las gallinas de desvieje con una subida de 0,04 euros, de manera que pasan a cotizarse entre los 0,23 y los 0,30 euros por kilo. El conejo experimentó esta semana una nueva bajada de 0,05 euros. Así, se cotiza a 2 euros el kilo en la Lonja de Madrid.