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El sector cunícola, preocupado por el cese de la restauración y la caída de las exportaciones

El sector cunícola comienza a recuperar los ritmos de producción habituales luego de los picos de demanda que se produjeron en los primeros días de la cuarentena, tras decretarse el estado de alarma por el coronavirus. "El sector tuvo que realizar un enorme esfuerzo para garantizar la regularidad en el suministro, asegurando en todo momento la máxima seguridad para los trabajadores", apunta Mari Luz Santos, coordinadora de la Organización Interprofesional para impulsar el sector cunícola (Intercun).
"El sector tuvo que realizar un enorme esfuerzo para garantizar la regularidad en el suministro": Mari Luz Santos, Intercun
La situación actual tanto en las granjas como en los mataderos es de cierta normalidad, después de incrementarse los protocolos de prevención para evitar el contagio del Covid19. "Si no se producen positivos en las industrias o se se consigue gestionarlos adecuadamente, todo apunta a que no habrá grandes dificultades para seguir abasteciendo el mercado", indican desde Cogal, uno de los principales mataderos de conejos en Galicia, con una producción anual de 6 millones de conejos y con unas 180 granjas tanto en la comunidad como en zonas limítrofes. "La producción sigue con cierta normalidad, pues el suministro de piensos en las granjas y las ventas en los mataderos apenas sufrieron cambios", informan desde la Asociación Española de Cunicultura (Asescu). En el campo se mantiene también la calma. "En la granja seguimos trabajando con cierta normalidad, extremando las precauciones para evitar contagios", explica María Antonia Ramos Almansa, copropietaria junto con su hijo, de una granja de conejos en Rodeiro (Pontevedra).

Picos de demanda

En los primeros días del estado de alarma, e incluso en las jornadas previas a conocer las medidas que implicaba, ya comenzó a notarse un incremento de la demanda por parte del mercado más modernos, los supermercados. "En los primeros días, hubo cadenas de supermercados que nos llegaron a demandar un 300% más de la cantidad habitual", explica Juan Castro, gerente de Cogal.
"Hubo cadenas que llegaron a demandar un 300% más de carne que habitualmente": Juan Castro, gerente de Cogal
Para atajar la demanda creciente, se llevaron a cabo ajustes en la producción como adelantos en el sacrificio de animales más jóvenes. "Aunque el conejo tiene un ciclo de producción muy largo, sí tenemos un pequeño margen de regulación de la producción", indican desde Cogal. Al igual que este matadero de Rodeiro (Pontevedra) otras firmas optaron por realizar estos ajustes. "En algunos casos se adelantaron las recogidas en las granjas y hubo una mayor intensidad del ritmo de trabajo en las instalaciones de transformación y despiece", informan desde Intercun. A día de hoy la demanda por parte del canal moderno sigue fuerte, aunque ya estabilizada y el sector teme ahora que se produzca una tendencia a la baja, sobre todo al prolongarse las medidas de confinamiento durante la Semana Santa, uno de los momentos del año donde se produce un incremento de las ventas. "En esta época suele haber un repunte de ventas, tanto en el mercado exterior como en el interior debido a la Semana Santa, que evidentemente este año no se va a producir en la misma medida", evidencian desde Asescu.

El cierre de la hostelería

Al igual que el resto de sectores de la alimentación, en el caso del conejo también están notando el cierre de la hostelería, ya que buena parte de la producción se destina a ese fin. De hecho, aunque las fronteras se mantienen abiertas para las mercancías, el cierre de la restauración en buena parte del mundo hizo que las exportaciones también hayan caído considerablemente. "Casi toda nuestra producción congelada, que se destina principalmente para la hostelería internacional, está paralizada", explican desde Cogal.
Alrededor del 11% de la producción española de conejo se dedica a la exportación
Aproximadamente el 11% de la producción española de conejo se destina a la exportación y se está notando una bajada significativa de los pedidos, como coinciden en señalar desde Asescu. Además, surgieron ciertas dificultades en la logística, ya que los transportes hacia otros países afectados por el coronavirus provoca cierta preocupación sobre el desarrollo del servicio. "Cuando se envía mercancía a otras zonas afectadas hay cierta incertidumbre ante la posibilidad de contagio de los propios transportistas", concretan desde Cogal. Puntualmente también hubo cierta escasez de los contedores empleados para las exportaciones y su precio fue superior al habitual. "Parece que poco a poco este problema se fue atajando", indican desde Intercun.
El gran perjudicado está siendo el mercado tradicional, donde las ventas de conejo se redujeron notablemente con el cierre de la hostelería
El mercado tradicional, centrado principalmente en el pequeño consumidor y en la hostelería está siendo uno de los grandes damnificados, puesto que las ventas de conejo a través de este canal se redujeron mucho. "La gente está optando por comprar en las grandes superficies y las carnicerías están viendo mermadas sus ventas", informan desde el sector.

Preocupación por los precios

Las tres faltas de mercados importantes: la exportación, la restauración y el mercado tradicional, hacen temer una bajada del precio de la carne de conejo una vez que la demanda particular se estabilice y si las cuarentenas se prolongan en el tiempo. "Esperamos que no lleguen a producirse bajadas y que el sector pueda aguantar, teniendo en cuenta que es un producto con unas caducidades cortas y que la congelación de la carne no es una opción", indican desde Cogal. El precio de la carne de conejo incluso experimentó una ligera subida, habitual en esta época del año, donde se produce un repunte. De hecho, según los datos manejados desde Asescu el precio del mercado se sitúa en valores similares a los del año pasado en estas fechas. En la Lonja de Madrid, el precio se mantenía sin cambios con respeto a la semana anterior y el kilo del conejo se cotiza a 1,95 euros. Evolución del precio medio de la carne de conejo. "En estos momentos, los productores estamos haciendo un esfuerzo muy importante por seguir abasteciendo el mercado, asumiendo un riesgos y con miedo ante los contagios, por eso más que nunca precisamos que los consumidores también lo tengan en cuenta y consuman producto nacional", recuerda María Antonia Ramos, que además preside la asociación de productores gallegos de conejo, Progacun.
"Más que nunca precisamos que el consumidor apoye a los productores locales y compre producto nacional": Maria Antonia Ramos, Progacun
Al margen de la bajada de la demanda, los productores temen que llegue a producirse un incremento de los precios de las materias primas de los piensos. "Estamos en un sector en el que estamos trabajando ya con unos márgenes mínimos entre el precio de venta y el de producción, por lo que una subida de los piensos podría causar mucho daño a los productores", apunta Ramos. Sin embargo, por el momento no se detectaron incrementos en los precios ni problemas de abastecimiento ni de materias primas ni en medicamentos, por lo que la producción en las granjas continúa con cierta normalidad.

5 medidas para controlar la bioseguridad en las granjas durante las visitas

En materia de bioseguridad en las granjas, un momento clave son las visitas, ya que pueden convertirse en una vía de acceso de infecciones, sobre todo en aquellas granjas con una producción más propensa a las afecciones víricas como las explotaciones cunícolas, las de porcino o las avícolas.
“La bioseguridad es la forma barata de evitar las pérdidas por enfermedades en la granjas”
“La bioseguridad es uno de los elementos fundamentales para que una granja sea viable económicamente, ya que es una forma barata de evitar las pérdidas por enfermedades”, reivindica el investigador Gonzalo Fernández, del departamento de Patología Animal, de la Facultad de Veterinaria de Lugo. De hecho, Fernández incide en que “la aparición de brotes de enfermedades en las explotaciones pueden considerarse como un fallo de bioseguridad”, ratifica. Así, el experto se centra en 5 medidas para abordar la bioseguridad en las explotaciones durante las visitas en base a un estudio realizado en granjas cunícolas con la colaboración de Cogal.

1. Minimizar el número de visitantes

Cada visita a las instalaciones puede suponer un riesgo potencial para los animales, por lo que la principal recomendación del experto se centra en reducir al máximo el número de visitantes que accedan a las instalaciones y, sobre todo, que estén en contacto con los animales. Pero la contaminación no solo existe en los lugares donde se encuentran los animales. “En algunos de nuestros estudios hemos detectados una fuerte carga de virus en maquinaria y utensilios guardados en almacenes o incluso en mesas, puertas o bolígrafos situados en oficinas”, apunta el experto. Las medidas de seguridad deben incluir a todas las personas que visiten la granjas y no solo aquellas que estén en contacto con los animales.
Detectaron contaminación en personas que ni siquiera manipularon animales y estuvieron en la granja menos de 30 minutos
El riesgo de contagio de virus tampoco se reduce realmente aunque se hagan visitas cortas. “Hemos constatado contaminación en personal que ha realizado visitas de menos de media hora, sin ni siquiera manipular a los animales. Se han contaminado simplemente por caminar por la granja”, detalla el patólogo.

2. Contar con equipos de protección adecuados para las visitas

El hecho de contar con equipos de protección individual (EPIS) no garantiza que se vaya a lograr una protección total y no se acumulen virus, sino que debe prestarse especial atención a la elección de estos equipos de manera que sean lo más efectivos al adaptarse a las necesidades particulares de cada granja. “La ropa y calzado se contaminan tanto por el contacto con superficies con virus como por el simple hecho de estar en un local con aire contaminado”, apunta el investigador. En su investigación detectaron más de 7.900 virus por 1.000 litros de aire en explotaciones con conejos afectados por mixomatosis, una de la enfermedades víricas más relevantes en el sector cunícola. En su investigación evaluaron los distintos elementos de protección, por lo que ofrecen recomendaciones concretas al respecto: -Cobertura de los pies. Normalmente se utilizan calzas cubrebotas para que las visitas accedan a las granjas pero no resultan efectivas ya que no se adaptan a las condiciones de las explotaciones, al ser superficies rugosas que propician que, en la mayoría de los casos, terminen por romper.
En lugar de calzas recomienda que las visitas usen botas que se desinfecten a la entrada y salida de la granja
Una vez que las calzas se rompen, los virus se acumulan en el espacio entre el calzado de trabajo y la calza, lo que aumenta la contaminación vírica. Al no tratarse de superficies lisas las calzas sin certificación terminan rompiéndose siempre y aquellas con certificación (lo que implica mayores garantías y precio) también se rompen el 30% de las veces, según comprobaron los expertos. “En lugar de utilizar calzas, nuestra recomendación es emplear botas de goma”, comenta el experto. Los visitantes deberán limpiar y desinfectar sus botas antes y después de la entrada a la granja. Otra posibilidad pasa por contar con un número suficiente de botas para que utilicen las visitas. -Cobertura del cuerpo. Para que las visitas puedan acceder a las granjas puede facilitársele ropa de trabajo de la propia granja o monos desechables. Al igual que con el calzado, debe haber ropa para todas las visitas y realizar una desinfección y limpieza adecuada de la vestimenta, además de contar con un vestuario en el que cambiarse. Recogida de muestras en el mono tras una visita a una ganadería. Si se opta por los monos desechables, el experto recomienda emplear monos con certificación para barrera de agentes infecciosos y partículas aéreas ya que “utilizar monos de papel sin certificación no evita, en ningún caso, el paso de las partículas, es casi como si no se llevasen puestos”, señala Fernández en base a las muestras de virus recogidas en la ropa de los investigadores al utilizar este tipo de monos. También se debe cubrir lo máximo posible las partes descubiertas del cuerpo como las manos, la cabeza, o incluso usar gafas en función de la zona a la que se vaya acceder de la visita y los riesgos de salpicaduras. Fernández también insiste en que si la visita se realiza en una granja con riesgo o con una infección confirmada, el personal deberá ducharse al salir de las instalaciones y esperar entre 48 y 72 horas antes de acceder a otra granja. Además, en las granjas de alto valor genético en sectores como la cunicultura, las visitas también deberán ducharse ya antes de entrar a la granja. El experto también indicó la importancia de tener un vestuario donde se diferencie las zonas sucia y limpia para evitar el contacto de la vestimenta de calle y de granja.

3. Realizar un registro de las visitas

Tener un registro de las visitas que se realizan en la granja es fundamental para aportar información ante posibles brotes que se produzcan en la granja. En este registro deben incluirse datos que puedan ser de utilidad como la fecha, los datos de contacto con la persona o empresa que ha hecho la visita, así como el motivo y el recorrido y si ha tenido o no contacto con los animales.
“El registro de visitas nos va a permitir poder establecer un posible origen de la infección”
“El registro de visitas nos va a permitir poder establecer un posible origen de una infección”, concreta el especialista. Aunque desde que se produce el contagio hasta que se detecta el brote de la enfermedad en la ganadería aún puede pasar un período de tiempo, contar con datos de la visita puede permitir establecer el posible origen del brote.

4. Control de los vehículos

Lo ideal es que todos los vehículos que entrasen a la ganadería se desinfectaran totalmente tras cada visita pero, en muchos casos, como el transporte de animales o los suministros de alimento, esto resulta casi imposible ya que se utiliza un único vehículo que incluye rutas con varias granjas. En este caso, Fernández apunta a la importancia de programar las rutas para reducir, al máximo, los riesgos. De esta forma, deberán realizarse primero las granjas sin riesgo de infección, luego las que tengan alguna sospecha de infección y, por último, en las que se haya detectado una infección. Aunque una de las medidas de bioseguridad más utilizadas en las granjas en referencia a los vehículos se centran en desinfectar las ruedas, “nuestra experiencia es que las ruedas no son la parte del vehículo más contaminada, ya que el calor generado en el movimiento del vehículo puede disminuir la carga vírica de las ruedas”, apunta el investigador.
En el salpicadero o los mandos de los vehículos detectaron más de 900.000 virus, mientras que, las ruedas apenas están contaminadas
Sin embargo, otras zonas del vehículo como la guantera, las palancas de mandos así como los asientos o el volante acumulan una importante cantidad de virus, según los trabajos de campo que han realizado en granjas. Han llegado a detectar entre 41.000 y 972.000 virus en estas partes internas del vehículo. En base a estos datos, otra de las recomendaciones claves es evitar introducir el vehículo en la granja y que se sitúe lo más alejado posible de los animales. Así, los expertos recomiendan habilitar una zona de aparcamiento exclusivo para las visitas y que se diseñe un circuito específico para aquellos vehículos que tienen que acceder a las instalaciones, de manera que se reduzca al mínimo el riesgo de contagio. “Si no se puede evitar que el vehículo entre en las instalaciones, es importante asegurar que se haya desinfectado por completo, sobre todo si procede de granjas infectadas”, apunta Fernández.

5. Limpieza y desinfección de las instalaciones

Otro de los focos donde se concentran los virus son las propias jaulas. “Hemos llegado a detectar más de un millón de virus de mixomatosis en las jaulas de una granja afectada”, concreta Fernández. Por este motivo, es fundamental tenerlo en cuenta en las visitas pero también en los protocolos de limpieza y desinfección de la instalación para evitar los contagios de enfermedades.

¿Por qué se producen brotes de mixomatosis pese a vacunar a los conejos?

Las granjas de conejos llevan años vacunando a sus animales para evitar la inciencia de la mixomatosis, una de las enfermedades víricas más importantes en el sector. Esta afección debilita el sistema inmunitario de los conejos, que terminan muriendo por una infección bacteriana, mientras presentan síntomas como la hinchazón, afecciones en la piel o daños pulmonares. Sin embargo, pese a que se vacunen, siguen produciéndose brotes de mixomatosis en las granjas lo que ha llevado a un equipo de la Universidad de Oviedo a investigar las causas de estos fallos vacunales. El investigador Kevin Dalton, del departamento de Bioquímica y Biología Molecular, del Instituto de Biotecnología de Asturias, en que se ha llevado a cabo la investigación, presentó algunas de las claves de este estudio en las jornadas sobre cunicultura organizadas por Cogal y celebradas en días pasados en el marco de la feria Cimag-GandAgro 2019. “Lo que queríamos era, utilizando las herramientas disponibles, dar respuesta al sector y saber por qué seguía habiendo mixomatosis en las granjas vacunadas”, apunta Dalton.

La vacuna, en el punto de mira

Los investigadores se centraron inicialmente en evaluar si las cepas del virus circulando habían mutado, lo que podía motivar que la vacuna no estuviese resultando totalmente efectiva. “Pese a que es un virus muy complejo, es uno de los únicos virus que sabemos cómo se introdujo, cuándo y cómo era esa cepa, por lo que podemos compararlas cepas actualmente circulando ”, explica el investigador Kevin Dalton.
“Es uno de los únicos virus que sabemos cómo se introdujo, cuándo y cómo era esa cepa, por lo que podemos compararla”
Estos datos se conococen puesto que la mixomatosis fue introducida como una medida para controlar la población de conejos en Europa en 1952.. Esta afección, que sobre los conejos brasileños era casi inocua, resultó letal en los conejos europeos, convirtiéndose más tarde en una lacra. Comparar las cepas actuales con las que se habían utilizado para desarrollar las vacunas les permitió comprobar que el virus apenas ha sufrido variaciones, por lo que las vacunas continuan siendo efectivas. “En los más de 60 años que el virus lleva circulando en España no ha habido grandes cambios que evidencien una pérdida de efectividad de las vacunas”, concreta Dalton. Pese a que las vacunas que se comercializan actualmente resulten efectivas, los investigadores están trabajando también en producir nuevas vacunas que reduzcan el riesgo biosanitario.

La efectividad de la estrategia de vacunación

Tras verificar que las vacunas son eficaces para controlar el virus, los investigadores se centraron en evaluar los métodos de aplicación. Con este estudio constataron que la aplicación de la vacuna con una inyección intradérmica empleando Dermojet, resulta más efectiva que aplicarla con aguja, mediante una inyección subcutánea. Los resultados de un estudio en granjas, de seroconversion utilizando un kit comercial de ELISA, demostraron que con las inyecciones subcutáneas una gran parte de los animales vacunados no consiguen desarrollar una respuesta inmunológica suficiente contra el virus y solo los animales con altos niveles de anticuerpos fueron protegidos mientras que, animales con positivos débiles fueron susceptibles a la enfermedad. “El experimento fue muy exigente”, matiza el investigador.

Evaluar la protección de los animales

A la hora de reducir la incidencia de la mixomatosis en las granjas, los investigadores insisten en la importancia de realizar estudios serológicos regulares en las explotaciones. Este seguimiento sirve para determinar el estado de protección de los animales y realizar revacunaciones cuando sea necesario en lugar de hacerlo de manera indiscriminada o intuitiva, como viene haciéndose hasta el momento. “No hay una pauta genérica que pueda aplicarse a todas las granjas para programar las revacunaciones sino que es preciso conocer el nivel de protección de los animales para decidir cuándo es el mejor momento para volver a aplicar una vacuna”, puntualiza Dalton.
Los estudios serológicos permiten hacer las revacunaciones cuando sean necearias y no de una forma indiscriminada
Otro aspecto que los investigadores consideran clave para reducir la presencia de mixomatosis se centra en diferenciar a los animales que han sido vacunados de aquellos que se han infectado con virus silvestres. Conseguir hacer esta diferenciación permitiría eliminar los posibles portadores del entorno de la granja y reducir la carga de virus. Así, este grupo de investigación trabaja también en poder hacer cepas de vacunas que puedan diferenciarse del virus silvestre, como ya se está haciendo con otras cepas de vacunas en sectores como el porcino.
Factores a tener en cuenta para reducir el contagio de la enfermedad.

La liebre ibérica, ¿un riesgo para las granjas?

Al margen de la eficacia de las vacunas, Dalton también insistió en la jornada sobre la importancia de prestar atención a factores de riesgo para el contagio de la mixomatosis en las granjas. Mientras los cunicultores llevan años tratando a los conejos silvestres como una amenaza para la bioseguridad de las explotaciones cunícolas, Dalton advirtió que en los últimos meses se ha detectado que también la liebre ibérica se ve afectada por la mixomatosis. De esta forma la liebre se ha convertido en una nueva amenza para las granjas, ya que esta enfermedad se transmite por las secreciones de los animales infectados e incluso los animales muertos siguen siendo un foco de infección.
En 2018 se detectaron más de 200 casos de liebres ibéricas afectadas por el virus
Durante los últimos 60 años solo se había constatado un número reducido de casos de mixomatosis en liebres, sobre todo en los años 1950 y 1960 y puntualmente en 2014 en Reino Unido. Sin embargo, en 2018 en España se detectaron más de 200 casos de liebres ibéricas afectadas por el virus en 19 provincias, según los últimos datos aportados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. “Es algo nuevo. Se ha producido un verdadero salto de especie y el virus se está propagando muy eficazmente en la población de liebre ibérica porque se ha adaptado al medio”, indica el investigador. Además, ante los casos de mixomatosis en liebres no cabe la posibilidad de realizar un proceso de vacunación, por lo que los investigadores insisten en que los cunicultores deben extremar las precauciones biosanitarias en las granjas, ya que son las únicas extrategias efectivas para evitar contagios. El investigador recomendó a los productores informar a las autoridades al detectar liebres o conejos en las proximidades de su granja muertos o con síntomas de mixomatosis.

Cogal organiza una jornada técnica de cunicultura en Silleda

La cooperativa gallega COGAL, una de las principales productoras de carne de conejo de España, organiza una jornada técnica de cunicultura que coincidirá con la celebración de la III Feria Abanca Cimag – GandAgro 2019 del 21 al 23 de febrero en Silleda. La Jornada Técnica tendrá lugar el sábado 23 de Febrero en el Club del Expositor desde las 11:30 horas. Cogal ha liderado, en colaboración con otras empresas, un ambicioso proyecto de I+D+i denominado Tecnocun, cuyos resultados y aplicaciones se adelantarán durante la jornada. Además, la directora - gerente de Intercún presentará todas las actividades que se están llevando a cabo desde la interprofesional cunícola tanto a nivel de promoción de la carne de conejo como proyectos de investigación al servicio de la cunicultura, o temas abordados con la administración. Francisco Parra y Kevin Dalton, que trabajan en el Instituto de Biotecnología de Asturias, Universidad de Oviedo, y que es referente en estas enfermedades para la cunicultura española darán a conocer los últimos avances en la lucha contra las enfermedades víricas. A continuación Gonzalo Fernandez, profesor de la Facultad de veterinaria de Lugo y colaborador habitual de Cogal tratará el importantísimo papel de la bioseguridad en cunicultura en relación a estas enfermedades víricas que afectan al sector, tomando como base estudios de detección ambiental de estos virus en la producción cunícola.