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Baja un 20% la cosecha de patata en Galicia y precios al alza… de momento

Las diferencias climáticas del territorio gallego también dejan diferentes perspectivas en torno a las previsiones sobre la cosecha de patata de este año, pero las abundantes lluvias de mayo y junio, acompañadas de las limitaciones de la aplicación de fitosanitarios  dan lugar a un pronóstico reservado sobre la cantidad de patatas, previéndose reducciones que podrían llegar al 20% en zonas como A Mariña o Xinzo de Limia. Cabe añadir que, hasta ahora, es precipitado sacar conclusiones claras puesto que las lluvias de final de verano y comienzos de otoño están retrasando la recogida. Por el contrario, la calidad en la mayor parte del territorio se va a mantener en unos estándares altos, aunque, en algunas parcelas ya levantadas algunos productores percibieron cierta merma del calibre. Esta realidad va en paralelo al aumento de los costes de producción, palpable tanto a través de los carburantes como de los tratamientos autorizados. Todo esto, acompañado de la previsible bajada de la producción permite auspiciar que el promedio de precios va a variar entre los 0,40 euros/kg y 0,65 euros/kg dependiendo de la zona y de las características de la producto. “A pesar de que el calibre es un poquito más pequeño este año, de 50-60, algunos de 70, sí que percibimos una homogeneidad del producto, una cuestión que le interesa al consumidor final. Esto también es muestra de que un cultivo como el nuestro, intentamos que sea lo más tradicional posible”, añade el presidente de la IXP Pataca de Galicia, José Manuel Gómez.

A Limia: Bajada de la cosecha y precios al alza

En esta parte del territorio, las lluvias de mayo y junio le hicieron sufrir especialmente las plantaciones de patata debido a las inundaciones que supusieron. “Hubo casos en los que se perdieron fincas, o bien porque el agua las asfixió o porque las parcelas quedaron asoladas de agua y la maquinaria no podía entrar para aplicar los tratamientos. Yo en mi caso perdí una hectárea y medio, pero aquí se habla de un 20% o 30% de fincas que se perdieron”, explica el alcalde de Xinzo de Limia y productor local, Amador Díaz.
“Yo en mi caso perdí una hectárea y medio, pero aquí se habla de un 20% o 30% de fincas que se perdieron” (Amador Díaz)
“En el momento de las inundaciones quedamos bloqueados, intentaron buscarse soluciones de urgencia para contrarrestar los efectos de las enfermedades y de los hongos. Desde la Asociación de Empresarios, Gandeiros e Agricultores da Limia (ADEGAL) se solicitó fumigación con dron -pero no se consiguió-, y luego algunos productores intentaron traer maquinaria especializada para la situación pero ya estaba comprometida. La salvación fue que la situación fue cesando y la buena praxis de los agricultores permitió salvar los cultivos restantes”, amplía la presidenta de ADEGAL, María Teresa Joga. A pesar de que las lluvias de finales de verano retrasaron también la recogida en A Limia, en la comarca las interpretan cómo algo beneficioso porque “suavizan las temperaturas y así favorecen el almacenaje de la cosecha”, detalla Joga. En la misma línea que el resto de organizaciones y productores de Galicia, los limianos toman el tema de precios desde la distancia. “Por el momento es precipitado hablar de precios, depende de cómo esté el mercado e incluso de la demanda exterior, aunque de lo que se está cogiendo se habla que ronda los 0,40€/kg o 0,42€/kg a granel”, estima Amador Díaz. “En cuanto a calidad del producto también hay que hablar con las debidas reservas, por el momento es algo muy anecdótico pero se hace referencia a una merma del calibre e incluso de volumen de patatas por pie, pero no se pueden sacar unas conclusiones porque por el momento se están levantando algunas cosechas tempraneras”, avanza la presidenta de ADEGAL.

En Coristanco se está retrasando la recogida de la patata

Al igual que en el resto de Galicia, la cosecha en esta zona patatera va atrasada con respeto a los tiempos dona años anteriores. “Vamos un poco retrasados, ya tendríamos que tener recogida bastante patata pero primero hizo mucho calor, y recogerlas con altas temperaturas es malo porque te pueden pudrir en el almacén y ahora esta temporada está lloviendo por lloviznas, por lo que tampoco podemos porque se están levantadas y se mojan pueden pudrir”, apunta el presidente de la Asociación de Productores de Pataca de Coristanco, Juan Ramón Sanjurjo. En esta zona, aunque el agua no permitió avanzar, ya arrancaron algunas cosechas tempraneras. Esto les sirve a los productores locales como termómetro: “Si una cantidad normal es de unos 20.000kg por hectárea, este año andaremos por los 17.000kg/ha de promedio, aproximadamente, lo que supondrá en líneas generales sobre un 20% menos”, detalla Sanjurjo.  “El mildiu y las lluvias de mayo y junio va a suponer una disminución del volumen de la cosecha. Aunque por el momento sólo se pueden dar estimaciones, a partir de zonas como Coristanco,  A Mariña, Monterrei o Laza, prevemos que Galicia va a recoger un 20% menos de patata aproximadamente”, afirma el presidente de la IXP Pataca de Galicia, José Manuel Gómez.
“Aunque por el momento sólo se pueden dar estimaciones, prevemos que Galicia va a recoger un 20% menos de patata aproximadamente” (José Manuel Gómez)
“Este año es un poco atípico, tanto en términos climáticos, como por la legislación cambiante en torno al uso de nuevos tratamientos. Ahora, estamos utilizando nuevos compuestos antifúngicos que hay que utilizar en momentos muy concretos, de una manera muy idóneo. Por eso, hoy en día no puedes estar dos días sin ir a la finca”, comenta Sanjurjo. Además, por la zona también se percibieron ciertos ataques de gusano blanco que pasarán factura en el volumen final recogido.
“Hoy en día no puedes estar dos días sin ir a la finca” (Juan Ramón Sanjurjo)

Provincia de Lugo: Caída de la producción por las dificultades para combatir el mildiu

El componente climático de esta zona tuvo una fuerte influencia sobre la evolución del cultivo. “El año vino como vino, con unas temperaturas que llegaron a los 39ºC-40ºC”, detalla el productor de Riotorto, Javier Miranda. En el momento de la plantación, la patata tuvo unas condiciones favorables de temperaturas moderadas y lluvia y “eso le permitió germinar bien y sacar una buena cantidad de frutos, pero después tuvo dificultades por excesos de calor -entre otras- que, en algunos casos que ya venimos en parcelas arrancadas, va a implicar una reducción del calibre”, explica. Las temperaturas atípicas también estuvieron acompañadas por brotes de mildiu. La sustitución obligada de ciertos fungicidas por normativa europea condujo a cambios en el control de esta enfermedad. “Este año vimos marchar dos hectáreas de patata por causa del mildiu, cuando antes podías contener sus efectos con productos comunes como el Ridomil. Europa nos quiere más ecológicos y me parece razonable porque se estaban haciendo barbaridades, pero no nos pueden dejar sin armas efectivas de la noche a la mañana”, critica Miranda. “Cada una de esas hectáreas implica una pérdida de unos 4500€ debido a los costes de semilla, fertilización, etc.”, añade.
“Este año vimos marchar dos hectáreas de patata por causa del mildiu” (Javier Miranda)
El combinado de altas temperaturas, con lluvias constantes en el momento de contención de mildiu, junto a la diferencia de efectividad de los antifúngicos autorizados generan unas previsiones en cantidad por debajo de las del año pasado. “Aunque es temprano para hablar, con las parcelas que tenemos arrancadas y las que perdemos estamos viendo que vamos a tener en torno la un 20% menos de producción que en el 2022”, avanza Javier Miranda. Además, también registraron “ataques de oruga porque sei una planta está débil, les entra de todo, y en este caso, comieron el tajo de la patata”, comenta. Estas consecuencias “no se van a notar tanto en los precios porque cómo vivimos en un mundo globalizado, si aquí sube mucho el producto se importa de otras zonas. Para este año no podemos hablar de momento de un precio de promedio, porque acabamos de empezar pero arrancamos en 0,65?/kg”, apunta.
“Es muy temprano para hablar de precios pero este año arrancamos en 0,65?/kg” (Javier Miranda)
Hasta ahora, “las primeras fincas que se sacaron fue un desastre porque la patata no quiere tanto calor como vino en almacén, y no sé en otras zonas, pero aquí estamos habituados a 23ºC-24ºC”, explica el productor. “Ahora, estas lluvias de final de verano nos vinieron bien para los cultivos de invierno, pero para la patata llega muy tarde”, afirma.

Cae un 70% la cosecha de manzana de sidra en Galicia y suben los precios

La cosecha de manzanas de sidra de este año no tuvo un buen balance de cantidades. La merma de la producción en ciertas zonas de tradición de cultivo como A Estrada, con respeto al año pasado, llegó al 70%. De este modo, la recogida se cerrará progresivamente en muchas zonas de Galicia a partir de la semana que viene, con un número de kilos reducido que trajo como consecuencia una ligera subida de precios. “El año pasado terminamos el 20 de noviembre, pero este año esperamos terminar a partir de la semana que viene”, detalla Miguel Soto, productor del municipio de A Estrada, una de las principales localidades productoras de manzana de sidra de Galicia. Los fuertes vientos y, sobre todo, las lluvias durante el período de floración motivaron un descenso de la capacidad productora de los manzanos, pero la causa principal “es la coincidencia con el año de descarga de los árboles”, explica el ingeniero agrónomo y presidente de la Cooperativa Cabrinfolla, Francisco Otero. De este modo, “la gran lucha de la fruticultura es regular las producciones, y abandonar estas tendencias bienales”, matiza.

Una cosecha con cantidad reducida

La superficie de explotación de manzana para sidra de la comarca de A Estrada llega a las 100 hectáreas de terreno en producción, aproximadamente. Desde los últimos años hasta ahora “se amplió la plantación de manzanos pero, por el momento, tienen que pasar sobre 3 años para que esos árboles entren en producción, y además inscribirlas en el Craega", explica Soto. Las especies con mayor presencia en esta zona son ‘Raxao’, ‘Regona’ y ‘De la Riega’, acompañadas de la ‘Rabiosa de Callobre’; en cualquiera de los casos trabajadas en ecológico. “Este año, al igual que el resto de los años pares, mal, y además las lluvias y los vientos en primavera, en el momento del cuajado, acabaron por perjudicar la producción”, amplía el productor estradense. Por este motivo, la producción de este año en la Estrada será “un 60% o 70% más baja que el año anterior; en el 2021, sacamos sobre millón y medio de kilos y este año no superaremos el medio millón en el concello”, detalla.
“La producción de este año en la Estrada será un 60% o 70% más baja que el año anterior” (Miguel Soto)
El caso de A Estrada no es una excepción a la mala cosecha de sidra de este año, sino que se percibe lo mismo a través de otras zonas de Galicia, como en la Cooperativa Cabrinfolla. Actualmente, cuentan con “20-25 hectáreas plantadas pero no están todas en producción, contamos con 15 en plena producción repartidas por diferentes puntos de la geografía gallega, como Portomarín, Aranga, Láncara o Guntín, principalmente entre las provincias de Lugo y A Coruña”, describe Francisco Otero. En cuanto a las variedades que trabajan en esta cooperativa existen grandes similitudes con las de A Estrada puesto que “a partir de un estudio que se hizo en el 1996, y del cual se obtuvieron los resultados en el 2001, se pusieron 14 variedades asturianas repartidas en diferentes partes del territorio, y se sacaron como variedades principales ‘De la Riega’, ‘Regona’ y ‘Raxao’, y después otras cómo ‘Perico’, 'Solarina' y ‘Durona de Tresali’; por eso, lo que normalmente se aconseja es plantar un 75% de las tres primeras y el 25% con otras variedades para completar polinización”, explica Otero. Así se reparte la producción en Cabrinfolla con la mayor parte en ecológico, y en caso alguno en convencional. Comparativamente al caso de A Estrada, la situación en cuanto a volumen de recogida en estos momentos, con respeto al año pasado, es casi la misma. “Ahora incluso estamos en torno al 30% o el 40% de kilos de manzana recogidos en un año de carga como el pasado; este es año de descarga de los árboles porque así se acostumbró en Galicia la producción, cara los años pares” señala el ingeniero agrónomo.
“Este es año de descarga de los árboles porque así se acostumbró en Galicia la producción cara los años pares” (Francisco Otero)
Asimismo, “no quiere decir que todas sean así, puede haber alguna plantación que no esté influenciada por la zona frutal en la que se situó, como es el caso de un socio que tenemos en Xermade, a quien le afectaron las heladas el año pasado y no hubo apenas flor, y por eso, en esta cosecha tuvo mucha más manzana que el resto”, comenta Otero. Fotografía de uno de los socios de la cooperativa Cabrinfolla, en Xermade, recogiendo mazanas. Fuente: Cabrinfolla Por otra parte, respeto a enfermedades no se registraron grandes pérdidas. “Fue un año ideal para que no hubiera ataque de hongos ya que no hubo mucha lluvia, y por lo tanto, no hubo humedad, cuestión que permitió evitar el moteado o el oídio”, afirma el miembro de Cabrinfolla. Igualmente, “hubo algunos casos de ataques severos ocasionados por el gusano de la manzana, y eso también facilitó la entrada de monilia en algunos frutos”, apunta. En consecuencia, la bajada de fruto de la cosecha de este año trajo como una ligera subida de los precios. “En estos momentos nos están pagando el kilo dos céntimos por encima del año pasado, aproximadamente”, concreta Miguel Soto. “Ahora están pagando el kilo en el intervalo de los 0,25€ y los 0,32€”, especifica Otero.
“Ahora están pagando el kilo en el intervalo de los 0,25€ y los 0,32€” (Francisco Otero)

La necesidad de regular la plantación y claves para aplicar

El año de carga y lo de descarga representa un patrón en el cual los árboles frutales, en este caso los manzanos, tienen una tendencia bienal de mayores y menores producciones; “es como un diente de sierra, un año hay mucha producción y al siguiente mucha menos, y por esto, la lucha grande en fruticultura es regular a producción para que no pase esto”, explica Francisco Otero. Por este motivo, “se está invirtiendo mucho en investigación para ajustar esto, y solo se subsana mediante aclareo; por el momento, puede ser manual o químico, pero independientemente del método, hay que sacar flor o fruto”, señala el ingeniero agrónomo. “La fruta que vamos a tener en 2023, ya está en el árbol desde julio. Lo que sucede en el mes de julio es que las yemas de madera pasan a ser yemas de flor, fenómeno que se conoce como 'iniciación floral', explica. "Si estamos en un año de carga, las semillas de las manzanas inhíben el paso de la yema de madera a yema de flor por medio de las giberelinas (compuestos hormonales), y las yemas de madera que quieren pasar a flor se ven inhibidas por las semillas de las manzanas que se están formando", concreta Otero. Teniendo en cuenta estas cuestiones, ¿cuáles son las claves de cara el año que viene? “Si pensamos que el próximo año va a ser de carga -hablando en términos generales porque siempre puede haber excepciones, incluso en una misma plantación- recomendaría, en primer lugar, que se haga una poda más fuerte tratando de eliminar más yemas de flor. También restringiría el abonado para la campaña que viene. Después, aclarearía con las herramientas que sean posibles utilizar en función de su metodología de cultivo”, recomienda Francisco Otero.