"Estamos en un contexto de tremenda debilidad del sector productor. Así es difícil negociar" (Higinio Mougán, Agaca)“Se decidió aplazar el proceso. El sector está a la expectativa de cómo va a funcionar el nuevo sistema de contratos y de cómo se va reconfigurar el mercado tras la desaparición del sistema de cuotas” -explicaba ayer el gerente de Agaca, Higinio Mougán-. “Se puede pensar que el inicio del periodo sin cuotas era el momento de llegar a una unión con Ulega para impulsar las negociaciones en conjunto, pero entre las cooperativas también había voces que consideraban que la negociación en conjunto debería ser el punto final del proceso de cambio que estamos atravesando”. Dificultades de negociación Desde Agaca se incide también en los problemas que genera en una posible negociación la actual situación de mercado, con precios a la baja y con un aumento estacional de la oferta. “Estamos en un momento de tremenda debilidad del sector produtor y por parte de las industrias tampoco vemos disponibilidad al diálogo” –valora Higinio Mougán-. “Entre las industrias hay enfado por cómo quedó el sistema de contratos de compra venta de leche y tenemos un clima de mal ambiente que no es propicio para las negociaciones. Con este contexto, quién asume la responsabilidad de negociar?”, se pregunta el gerente de Agaca.
La ausencia de negociación pone en cuestión la garantía de recogida de la leche de las explotacionesYa no se trata sólo del aplazamiento de la unión entre Aprolact y Ulega, sino que el propio papel individual que podría jugar Aprolact en el diálogo con las empresas lácteas está también en cuestión. “Queda por ahora en stand-by”, apunta Higinio. Garantías de recogida La ausencia de negociaciones reales entre el sector incluso pone en cuestión esta semana la garantía de recogida de la leche en las ganaderías. Los contratos trimestrales entre ganaderos e industrias concluyen hoy y las empresas transformadoras estuvieron estos días trasladándoles nuevos contratos a las explotaciones con la advertencia de que debían firmarlos si quieren que se les siga recogiendo la leche. Las organizaciones agrarias, por su parte, instan a las explotaciones lácteas a no firmar nuevos contratos, a la espera de la apertura de un proceso negociador con la industria.
"Ningún comprador puede recoger la leche si no hay un contrato firmado" (Pedro Ramos, Asociación de Empresas Lácteas)La cuestión está en que, con la ley en la mano, las industrias entienden que no pueden recoger la leche si no media un contrato de por medio. “La legislación es clara. Ningún comprador puede recoger leche si no hay un contrato firmado. Siempre nos pronunciamos en contra de ese deber, que no existe en ningún otro país de Europa, pero es así”, defiende el coordinador de la Asociación de Empresas Lácteas de Galicia, Pedro Ramos-. “Como se hagan después esos contratos depende de cada industria y de cada produtor”, apunta Ramos, que renuncia a valorar la posibilidad de que haya explotaciones que queden estos días con la leche sin recoger. Reacciones en las organizaciones agrarias Ante esta situación, Unións Agrarias-Upa solicitó de Medio Rural la convocatoria de una reunión urgente de todo el sector lácteo, en tanto el Sindicato Labrego critica que la imposición de los contratos obrigatorios continúa sin resolver los problemas de la falta de negociación en el campo y de la imposición unilateral de precios por parte de las industrias. “Con el final del sistema de cuotas, las industrias están aumentando la presión para obligar a las explotaciones a firmar contratos a precios base que andan entre los 26 y los 28 céntimos por litro. Desde el Sindicato Labrego tenemos constancia de industrias que amenazaron la familias ganaderas con dejar de recogerles la leche si no firman contratos en esas condiciones antes del 1 de abril”, apunta el Sindicato en nota de prensa emitida ayer.
La industria está ofreciendo contratos por seis meses y a precio fijo, según las organizaciones agrariasMientras tanto, el sector industrial trata de marcar las reglas de juego. La normativa obliga a las industrias a ofrecer contratos por 12 meses, en la idea de que esos acuerdos tengan un precio variable en función de índices de evolución del mercado. El sector asegura en cambio que los contratos que se les están presentando a los productores estos días son por seis meses y a precio fijo, según declaraciones del secretario comarcal de Unións Agrarias en el Deza, Román Santalla, a Faro de Vigo. “Están además amenazando a los ganaderos con dejar de recogerles la leche esta semana si no firman el contrato”, criticó Santalla. Las tres organizaciones agrarias tradicionales en Galicia, Unións Agrarias-Upa, Sindicato Labrego y Xóvenes Agricultores, ofreceron recientemente una rueda de prensa conjunta en la que recomendaban no firmar ningún tipo de contrato estos días, a la espera de que se pudieran emprender negociaciones con las industrias a lo largo de abril. Santalla incidió también en ese mensaje e indicó que los contratos que finalizan en marzo “tienen automáticamente un mes de continuidad”. Así las cosas, el nuevo periodo sin cuotas llega sin que haya un acuerdo estable entre industrias y ganaderos en cuestiones como precios y volúmenes de recogida, pero con todo, puede no ser lo más grave de la situación. Más que la nueva bajada de precios en abril que quieren aplicar las industrias, el sector está estos días preocupado por la falta de garantías de recogida de la leche en aquellas explotaciones o rutas que puedan no ser del interés de la industria.
La Comisión prevé una recuperación del precio en origen en los próximos mesesLa leche en polvo y la mantequilla acumulan ya un trimestre de subidas progresivas, una situación que la Comisión explica por la disminución estacional de producción y por el esfuerzo de los productores para adaptarse a la cuota disponible. De manera paralela, la producción se redujo también en mercados exportadores como el de Oceanía, afectado por la sequía, y la demanda mundial se mantiene dinámica, según la valoración de la Comisión en un reciente informe de perspectivas a corto plazo. Esta situación lleva a la Comisión a especular con que los precios en origen de la leche parecen haber tocado fondo, por lo que se aguarda que en los próximos meses se experimente una recuperación de los pagos percibidos por el productor. En cuanto a volúmenes de producción, para los primeros meses de campaña, abril y mayo, no se aguarda una producción significativamente superior a la del año pasado, habida cuenta del actual contexto del mercado. De cara al futuro, sí hay previsión de incrementos de producción, ya que actualmente el número de novillas, que entrarán en producción en próximos meses, es en la UE un 2% superior al del año pasado.
El número de novillas aumentó un 2% en relación al ejercicio anteriorEl informe de la Comisión hace también balance de las exportaciones de productos lácteos en el 2014 y destaca el buen comportamiento de la leche en polvo, que aumentó las cifras de exportación en más de un 20%, en parte por la depreciación del euro y por los bajos precios en origen de la leche en la última parte del año. La exportación de leche líquida, principalmente a China y la Bielorrusia, también creció por encima del 20%. Pago verde La propuesta de Portugal para que la Comisión modifique los criterios del pago verde de las ayudas de la PAC fue bien acogida en el Consejo de Ministros de Agricultura de la UE. Muchos estados apoyaron la propuesta portuguesa, según figura en el borrador de acta de la sesión. El Consejo tomó nota de la petición portuguesa, que se estudiará en los próximos meses.
La desaparición del sistema de cuotas lácteas el 1 de abril del 2015 abre un escenario de incertidumbre para la ganadería gallega. Durante más de 25 años, en toda la UE se mantuvo una limitación sobre la cantidad de leche producida. Con el fin de las cuotas desaparecen esos límites y se abre un periodo de ‘barra libre’ en la producción de leche que presenta muchas incógnitas. Nos ayudamos de informes de la Comisión Europea y de la opinión de investigadores y organizaciones del sector para buscar respuestas sobre lo que puede pasar a partir de abril.
La evolución de la producción dependerá en buena medida de los precios de la leche y de los costes de producción. En un supuesto de precios medios como el actual, la Comisión Europea calcula que más de la mitad de los países de la UE no podrían aumentar la producción, pues los costes de producción adicionales ‘se comerían’ todos los ingresos adicionales.
Para este año, las perspectivas comunitarias apuntan a un aumento de la producción de sólo un 1,6 por ciento, en consonancia con unas previsiones de bajos precios de la leche en buena parte del 2015.
En un escenario a medio plazo, hasta 2023, la Comisión calcula que la producción puede crecer de manera significativa en países como Irlanda, más del 20%, o en Holanda y Dinamarca, más del 15%; en tanto nos países del Este de Europa el pronóstico es de una bajada de las entregas.
El caso español
En España, la Comisión prevé un aumento mínimo de las entregas y advierte también de que hay expertos que consideran que en España y Portugal puede registrarse una caída de la producción por déficits en las estruturas del sector produtor y del industrial.
Los datos recientes de producción en España, sin embargo, invitan a un mayor optimismo. En paralelo al aumento de la cuota láctea, la producción estatal creció en los últimos cinco años en 540.000 toneladas, un 9,2%, con un aumento en Galicia superior a la media estatal, según las cifras que maneja Francisco Sineiro, profesor de Economía Agraria de la Universidad de Santiago. “Por tanto, pienso que España puede crecer más de lo que considera la Comisión”, valora Sineiro.
Los aumentos de la producción de leche en la UE y a nivel internacional a lo largo del 2014 desencadenaron significativas bajadas de precios para las explotaciones ganaderas. Hasta la pasada primavera, la demanda mundial de productos lácteos crecía a un ritmo mayor que la oferta, pero el aumento de la producción de la UE, Estados Unidos y Nueva Zelanda en un 5 % en la primera mitad del año cambió las tornas, según el análisis de la Comisión Europea.
Así las cosas, la Comisión Europea calcula que la tendencia de bajos precios de la leche continuará hasta la segunda mitad del 2015. El posible fin de la prohibición de exportaciones a Rusia y la reactivación de la demanda china podrían entonces elevar las cotizaciones, según un informe de Rabobank que apunta en la misma línea.
Medio plazo
A medio plazo, en el ciclo 2016-2023, las previsiones de la Comisión Europea en el precio de la leche son favorables, pero sobre la base de unas buenas perspectivas de exportación. “Esas expectativas están sujetas a riesgo”, recuerda Sineiro. “Si no aumentan las exportaciones, será un problema para España, ya que dado que España es un mercado deficitario -produce menos de lo que consume-, los productos no exportados de la UE se redirigirán al mercado interior”.
Las premisas favorables para el aumento de las exportaciones europeas las resume Sineiro en tres puntos: “el consumo continúa creciendo en los países emergentes; esos países no serán capaces de autoabastecerse y las industrias europeas serán competitivas en exportaciones frente a las firmas de países produtores cómo Nueva Zelanda o Estados Unidos”.
Las perspectivas del precio de la leche son buenas a medio plazo, pero no seguras
Con las cautelas anteriores, la Comisión Europea, en un informe de finales del 2013, aventuraba para el ciclo 2016-2023 un precio medio en la UE en el entorno de los 350 euros / tonelada, si bien, sólo unos meses después, una circunstancia inesperada como el veto ruso trastocaba ya esos cálculos comunitarios.
En abril de 2015 no sólo desaparecerán las cuotas lácteas, sino también el actual sistema de compra y almacenamento público de productos industriales (leche en polvo, mantequilla). Esa intervención pública actuaba hasta ahora como colchón para los precios, retirando leche del mercado en los momentos en que bajaban demanda y cotizaciones. “Los precios de intervención permitieron que Europa mantuviera un significativo diferencial en relación al precio internacional de la leche. En el 2002 llegó a haber 10 céntimos de diferencia entre el precio en España y el internacional” -recuerda Sineiro-. “A partir de ahora sólo habrá medidas de apoyo en caso de crisis graves, pero de manera puntual. No será como en los últimos años”.
«El mercado necesita regulación. Si abrimos todos el ‘grifo’, lo fundimos» (Francisco Sineiro, economista)
La única alternativa que se presenta a las medidas públicas es la regulación de los volúmenes entregados por acuerdos entre industrias y produtores. “El mercado necesita de regulación. Si todos abrimos el grifo, fundimos el mercado”, valora Sineiro. “El mercado de la leche es muy sensible a los cambios de oferta y demanda. Si falta un 1% de leche, el precio sube incluso un 3%; pero también al contrario, si sobra un 1% de leche, el precio baja incluso un 3%”, advierte. “Con la desaparición de las cuotas, entramos en un escenario de mayor variabilidad de precios debido a los riesgos inherentes a la falta de regulación de la producción y a las incertidumbres en torno al aumento del consumo de leche y a los costes de producción”.
La recogida no está garantizada. “La leche entregada va a ser un aspecto clave a negociar. La preocupación no serán sólo los precios, ya que puede haber periodos en los que la industria no tenga capacidad de canalizar más leche, por lo que tener seguridad en la recogida es clave”, valora el gerente de la Asociación Galega de Cooperativas Agrarias (Agaca), Higinio Mougán.
«La preocupación no son sólo los precios. Tener seguridad en la recogida es clave» (Higinio Mougán, Agaca)
En la misma línea incide el responsable de vacuno de leche de Unións Agrarias-Upa, Javier Iglesias, quien añade además la necesidad de medidas para evitar el cierre de explotaciones: “Hay que establecer mecanismos para garantizar que se le va a recoger la leche a todos los ganaderos. En un contexto de exceso de leche, puede haber rutas que a las industrias no les interese mantener por carecer de un gran volumen de explotaciones, caso por ejemplo del oriente ourensano”, advierte.
Precio A y precio B
Las negociaciones ganadero-industria de los volúmenes de leche a entregar parecen apuntar al modelo francés. “En Francia se hacen contratos por doble volumen, ‘A’ a un precio y ‘B’, a partir de un volumen dado, a un precio inferior referenciado al precio de los productos industriales (leche en polvo, mantequilla)”, explica Sineiro.
Depende. Todas las voces del sector coinciden en que la primera necesidad es controlar los costes de producción. “Si la explotación necesita comprar mucha parte de la alimentación de las vacas, puede verse en determinados momentos en situaciones en que los márgenes no cubran los costes de producción” -valora Higinio Mougán-. “Lo primero es controlar los costes de producción y hacer cuentas en función de la situación del mercado. El ganadero que tenga suficiente superficie agraria para autoabastecerse en buena medida sí que debe seguir creciendo tras la desaparición de las cuotas”.
«Había una tradición de producir en base a piensos, pero ya cambió la mentalidad» (Javier Iglesias, Upa)
La conciencia sobre la necesidad de controlar los costes de producción parece generalizada. “En el campo se produjo un cambio importante de mentalidad en el 2009, cuando se registró una crisis importante de precios de la leche y muchas explotaciones se vieron en situaciones apuradas”, recuerda Javier Iglesias, de Unións Agrarias-Upa. “Había una tradición de producir leche en base a piensos y de aquella hubo un cambio y se pasó a producir el máximo alimento posible en la explotación”.
La cotización de los cereales base para los piensos de las vacas constituye además un coste en progresión. “El precio del concentrado creció un 50% desde el año 2000, en tanto el precio de la leche en el mismo periodo subió sólo un 20%” -calcula Sineiro-. “La producción de más leche sin atención al margen que queda en la explotación es una carrera estéril” -avisa el profesor de la USC-. “Hay explotaciones con menos cuota que obtienen la misma renta por ocupado que otras con más cuota”.
Hacer números a varios años es otro de los consejos de Sineiro: “Dado el escenario de variabilidad de precios, las explotaciones deben aprovechar los buenos años para hacer caja y ahorrar para afrontar los malos años”.