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Se abre el plazo para solicitar las ayudas de la Xunta para la mejora de la eficiencia energética en viviendas del rural

Los interesados en acogerse a las ayudas para actuaciones de rehabilitación energética en edificios existentes en municipios de reto demográfico, el llamado PREE 5000, pueden presentar su solicitud a partir de hoy, lunes 3 de enero, hasta el 30 de septiembre. La Xunta publicó en noviembre la resolución por la que se convoca el programa, que cuenta con una dotación total de 3,8 millones de euros. Es la primera de las líneas financiadas con fondos europeos que convocará la Xunta por primera vez este año, con la finalidad de contribuir a conseguir los objetivos medioambientales y energéticos establecidos en la normativa europea mediante la ejecución de actuaciones en edificios existentes que favorezcan la reducción de su consumo final y de las emisiones de CO2 mediante el ahorro de energía, la mejora de la eficiencia y el aprovechamiento de las fuentes renovables. Las actuaciones subvencionables se realizarán en edificaciones localizadas en municipios de menos de 5.000 habitantes o en ayuntamientos no urbanos de menos de 20.000 siempre que ninguno de sus núcleos de población supere los 5.000 vecinos. Los inmuebles deberán haberse construido antes de 2007 y podrán ser viviendas unifamiliares, edificios de tipología residencial colectiva o viviendas de un edificio consideradas individualmente. Así, las personas físicas o jurídicas de naturaleza personal así como las comunidades o agrupaciones de comunidades de propietarios que sean titulares de inmuebles en los que se vayan a acometer las actuaciones subvencionables podrán beneficiarse de esta línea de incentivos, cuyo importe concedido podrá llegar a cubrir hasta el 100% del coste de las obras subvencionables, siempre que estas cumplan con todos los criterios establecidos para obtener una ayuda adicional. Asimismo, los trabajos a ejecutar deberán encuadrarse en una o en varias de las siguientes tipologías: mejora de la eficiencia energética de la envolvente térmica; mejora de la eficiencia energética y uso de energías renovables en las instalaciones térmicas de calefacción, climatización, refrigeración, ventilación y agua caliente sanitaria; y mejora de la eficiencia energética de las instalaciones de iluminación. En este sentido, las actuaciones que subvencione el Instituto Gallego de la Vivenda e Solo al amparo del PREE 5000 deberán conseguir una reducción del consumo de energía primaria no renovable del 30% respecto a la situación actual del edificio y, además, mejorar la calificación energética total del inmueble en, por lo menos, una letra. Este último criterio no será de aplicación cuando el edificio acredite tener ya una calificación A. Las ayudas no tendrán una cuantía fija, partiendo de un mínimo equivalente al 20% de los costes elegibles y pudiendo llegar hasta el 100%. Así, el importe concreto variará teniendo en cuenta el tipo de actuación, el inmueble objeto de la rehabilitación o los objetivos de eficiencia energética conseguidos tras la reforma. En todo caso, la subvención concedida será el resultado de sumar la ayuda base "que oscilará entre un 20% y un 50% de los costes elegibles" y la ayuda adicional que corresponda en cada caso en función del cumplimiento de una serie de criterios sociales "por ejemplo, que el edificio esté bajo algún régimen de protección pública", de eficiencia energética "cuando el inmueble obtenga una calificación A, B o incremente en dos letras su situación de partida" y si es o no una actuación que incluya obras correspondientes a dos o más tipologías. generará 17.000 puestos de trabajo.

¿Por qué es tan importante la consistencia en la alimentación de las vacas para la producción de leche?

“La vaca no produce la leche que se esperaba con la ración que formuló el nutrólogo”. Esta frase suele ser bastante común en muchas ganaderías que padecen un desajuste entre los kilos de leche que deberían producir los animales con la ración que se diseñó y la realidad. Para explicar las causas de esta falta de correlación y ofrecer soluciones para corregirla, la conferencia ONE de Alltech citó a uno de los especialistas a nivel internacional en el estudio de la eficiencia de la ración en vacuno de leche: Trevor DeVries, profesor de la Universidad de Guelph (Canadá). “Consistent Diet, Content Cows”; es decir, una ración consistente que se corresponda con lo que está formulado tanto en la elaboración de la misma, y que sea suministrada a los animales y digerida por ellos de forma que las vacas alcancen los objetivos de producción de leche que se esperaban. Esta fue la idea central que quiso transmitir el profesor canadiense, para quien “no es sólo importante el alimento que le damos a las vacas, sino como las vacas comen la ración”.

Paso 1: ¿Se corresponde la ración que le damos con lo que está formulado?

En este sentido, para Trevor DeVries el primer desafío que se nos presenta es asegurarnos de que la comida que le damos a los animales es realmente consistente con la ración que formulamos. “Ponemos mucho énfasis en lograr muy buena calidad de forrajes y en mejorar la eficiencia pero también nos debería precupar que la ración que formulamos es realmente la que le ofrecemos a las vacas en el pesebre”, subraya. En este sentido, la conclusión de DeVries es que no, y se apoyó en un estudio realizado recientemente en Canadá en el que analizaron en distintos establos la ración en pesebre, comparándola con la que estaba formulada. Tomaron muestras dos veces al año durante 7 días seguidos para detectar la variación dentro de cada granja. “Encontramos que había un desajuste: había nutrientes por encima y otros por debajo de lo que estaba formulado. Eso supone un sobrecoste y una falta de eficiencia para el ganadero”, advierte. Para asegurarnos de que las vacas comen una dieta consistente con la ración que se formuló, Trevor Devries recomienda preguntarse: -¿Cuantas veces se comprueba la Materia Seca que se les suministra? Especialmente para los forrajes propios. Lo ideal sería hacerlo cada dos días, o como mínimo una vez a la semana. -¿Con que frecuencia se analizan los componentes de la ración y cuantas veces esta es replanteada? Es decir, comprobar su valor nutricional, sobre todo de los forrajes propios. -¿Tenemos implantados protocolos para elaborar la ración? -¿Somos capaces de averiguar que ingredientes y en que proporción se incluyeron en la mezcla?

2 ¿Cuánto de precisas/consistentes son las raciones que le damos al ganado?

Los resultados del mismo estudio pero analizando la ración durante 7 días seguidos en cada granja también detectó una importante variación de la ración. “Detectamos -explica- es que cuanta mayor variación diaria del suministro de materia seca por vaca menor es el consumo medio por animal. En concreto, cada 0,5 puntos de incremento en la variación diaria del contenido de MS de energía de la ración significa un 1 kg menos de consumo medio diario de materia seca por vaca”. Comparando la peor granja en cuanto a consistencia de la ración y la mejor detectaron que la diferencia llega a 1,5 kg de variación diaria en el suministro por vaca de MS de energía sobre lo que estaba formulado en la ración, lo que se traduce en 3 kg menos de consumo de materia seca por vaca. Cuanta más variación en la ración menor producción de leche Pero además, el profesor canadiense advirtió de que esta falta de consistencia o regularidad de la ración tiene un impacto en la producción de leche de las granjas. “Cada 0,5 puntos de variación son 3,2 kilos menos de leche diarios por vaca. Si la variación llega a 1,5 kg de MS de energía se traduce en 10 kilos menos de leche por vaca y día, lo que da muestra de la importancia de ofrecer a las vacas una ración consistente”, advierte. A las vacas les encanta la consistencia, tanto desde el punto de vista del comportamiento, pues les encantan las rutinas, pero también desde el punto de vista digestivo. Así, recordó que “la digestión en las vacas es realizada por las bacterias del rumen, principalmente, y estas prefieren tener una dieta uniforme para degradar”.

3 ¿La ración fue bien mezclada para que se corresponda con la que estaba sobre el papel?

El siguiente paso para asegurarnos de que las vacas comen una dieta consistente es comprobar que la ración es mezclada y suministrada del mismo modo todos los días. Para lograrlo, el profesor Trevor DeVries recordó que disponemos de diferentes herramientas como son: -La formación de los ganaderos y de los trabajadores, sobre todo cuando son varios los que se encargan de la alimentación, mediante la implantación de protoclos. -Los progamas de gestión TMR. -Los robots de alimentación, que prevé que se implantarán cada vez más, pues permiten eliminar la variación debido a factor humano.

4 ¿La vaca come de forma consistente?

Una vez que conseguimos suministrar una ración que se corresponde en cantidad y calidades con el planteamiento, el siguiente reto, según el experto, es comprobar que la vaca come la ración también de forma consistente. Es decir, reducir la selección de la comida por parte de las vacas. “Las razones por las que una vaca selecciona en el pesebre pueden ser porque no le gusta esa ración tal y como se le presenta. Y desde el momento en que la vaca comienza a realizar este comportamiento de selección de la comida se está creando una inconsistencia, de forma que no hay una correspondencia entre la leche que esperábamos que produjera con esa ración y los litros del tanque”, subraya. En este sentido, el experto citó varios estudios de la Universidad de Guelph en los que se relaciona el porcentaje de selección en el pesebre por parte de las vacas con la producción de grasa y proteína. En concreto, cuanto mayor es el descarte de las vacas de las partículas de forraje largas menor es la producción de sólidos lácteos. “Podemos atribuir un 30% de la variación del contenido de grasa de la leche al comportamiento de selección en el pesebre”, señaló Trevor DeVries. Además, recordó que la selección negativa de la fibra por parte de las vacas “tiene también una repercusión negativa en la microbiota del rumen, produce una bajada del PH e incrementa el riesgo de acidosis”. Recomendaciones para reducir el comportamiento de selección en el pesebre: -Las dietas deberían ser diseñadas para reducir el comportamiento de selección. Para eso, debemos aprender a gestionar la cantidad de forraje que incluimos en la ración, el tipo de forrajes, el tamaño de las partículas y el porcentaje de humedad. La recomendación es maximizar el porcentaje de forraje en la ración; si el forraje está más húmedo habrá menos selección, y viceversa; picar el forraje lo máximo posible y añadir agua u otros líquidos para compactar más la ración y reducir la selección. -La ración debe estar bien mezclada y estar disponible para los animales de forma consistente: Cuantas más veces se arrime la comida y cuanta más frecuencia se reparta el suministro de la ración menor será el comportamiento de selección de la misma por parte de las vacas. Ademáis, a mayor frecuencia de suministro de la ración, mayor será también el número de veces que las vacas se acercan al pesebre. “Y eso repercute en mayor estabilidad ruminal, digestión más eficiente, más salud ruminal y, por supuesto, en un consumo de la ración más consistente”, destacó el profesor. -Arrimar la comida con más frecuencia: No sólo pondremos de nuevo la comida a disposición del ganado, sino que la estaremos mezclando y ayudando también a la consistencia de su alimentación. -Asegurarnos de que haya suficiente espacio por vaca en el comedero. Cuando no hay espacio bastante y las vacas tienen que competir por el comedeiro eso crea insconsistencia en el comportamiento de alimentación pues comerán más rápido, menos veces al día y durante más tiempo cada vez, lo que conleva problemas ruminales y una ineficiencia alimentaria. A este respecto, Trevor DeVries recomienda que “como mínimo debe haber 46 centímetros de comedero por vaca, siendo lo ideal 60 centímetros”.

Cómo hacer para reducir la factura de la luz en las granjas

Para mejorar la rentabilidad de las explotaciones, además de intentar incrementar y maximizar los ingresos, también se puede incidir en los beneficios disminuyendo los costes, y uno de los más importantes en las granjas son los energéticos. Cómo emplear las tecnologías disponibles para reducir el gasto en la factura eléctrica fue el objetivo de una jornada técnica celebrada la semana pasada en Lugo en la que participó la empresa Tecgal.

“Hay distintas posibilidades en materia de mejora de la eficiencia energética de las explotaciones y generación de energías renovables que pueden aplicarse al sector ganadero para reducir los costes energéticos de las granjas y contribuir de este modo a la mejora de su competitividad y viabilidad”, asegura Laura Aldariz, de Tecgal, una firma lucense que lleva 13 años especializada en energías renovables.

El incremento de la mecanización y automatización de las granjas lleva aparejado un incremento en el consumo eléctrico. Por ejemplo, un robot de ordeño consume el triple que una sala, aunque dentro de estas también hay importantes diferencias, ya que una sala rotativa consume cinco veces lo que consume una sala en forma de espina, por ejemplo. Sin embargo, el robot no necesita de un término de potencia tan elevado como el que precisa la sala.

La demanda energética en una explotación ganadera

Distribución del consumo eléctrico medio anual de cada aparato

El consumo eléctrico medio de una explotación lechera se sitúa alrededor de los 35.000 kwh al año. Un tercio de ese consumo estaría motivado por el sistema de ordeño, ya que solo el funcionamiento de las bombas de vacío equivale al 33% de la factura eléctrica. El tanque de frío supone otro 22% y su pico de consumo se produce justo en el momento del ordeño y en las dos horas posteriores, que es cuando tiene lugar el enfriamiento de la leche, por lo que el mayor consumo eléctrico en una granja de leche se produce durante el momento del ordeño.

El momento de máximo consumo eléctrico se produce durante el ordeño

Otros gastos destacables son los que produce el sistema de limpieza mediante el paso de las arrobaderas, que suponen un 19% del consumo eléctrico total de la explotación. La iluminación representa el 4% del gasto total, el mismo porcentaje que el termo eléctrico para calentar el agua para el lavado. El funcionamiento de los sistemas de ventilación equivalen, por su parte, a un 5% del consumo total.

Esta distribución energética no tiene en cuenta el consumo de gasóleo necesario para los trabajos agrícolas y el ensilado y para la alimentación diaria del ganado a través del carro mezclador. El gasto en gasoleo de una explotación puede llegar a representar la mitad del gasto energético total de una granja lechera pero varía en función de la distancia de las fincas y del laboreo que se haga en ellas.

El uso de energías renovables permite reducir la huella de carbono de la explotación

Sea cómo fuere, la realidad es que la demanda de energía de las explotaciones está aumentando. “El sector agrícola y ganadero está incrementando los consumos energéticos y con ellos los efectos negativos sobre la competitividad, vía incremento de costes, y sobre el medio ambiente, vía emisiones”, indicó Laura.

Los beneficios medioambientales que aporta el uso de energías renovables en las granjas no son un tema menor. Cada vez son mayores los condicionantes en este campo y en un futuro nada lejano los parámetros medioambientales van a ser tenidos en cuenta a la hora establecer, por ejemplo, el reparto de ayudas, como sucederá ya en la próxima PAC.

Variadores de frecuencia

Esquema resumen de todas las posibles medidas de ahorro eléctrico en una explotación lechera

El sistema de ordeño es uno de los grandes consumidores de electricidad en una explotación, al funcionar durante varias horas todos los días dos o tres veces al día. Para reducir el gasto en el funcionamiento de las bombas de vacío necesarias para que funcionen las pezoneras pueden colocarse variadores de frecuencia, que lo que hacen es controlar la velocidad de giro de los motores de corriente alterna mediante el control de la frecuencia de alimentación suministrada al motor.

Los variadores de frecuencia reducen el consumo eléctrico de los motores y alargan su vida útil. Además, mejoran la salud de la ubre de las vacas y reducen el estrés de los animales durante el ordeño

Es un mecanismo de instalación fácil y que no precisa mantenimiento que evita que la bomba de vacío funcione por encima de las necesidades de ordeño, evitando su sobrecarga y por lo tanto también su vida útil. Pero el uso de variadores de frecuencia tiene otras ventajas, ya que al efectuar un control preciso del vacío evita las fluctuaciones de presión en las pezoneras, lo que mejora la salud de la ubre de los animales, reduciendo las mamitis y mejorando por lo tanto la calidad de la leche. Además, reduce el nivel de ruido del ordeño, por lo que las vacas están más tranquilas y menos estresadas a la hora de dar la leche.

Preenfriamiento de la leche

Después del ordeño la leche está a 35ºC y debe ser enfriada rápidamente para garantizar sus propiedades organolépticas, de calidad y seguridad. Pero el gasto del tanque de frío es otro de los consumos eléctricos más destacables en una explotación de leche.

Y enviar la leche del ordeño directamente al tanque es contraproducente, por un lado porque para bajar la leche de esos 35ºC con los que sale del ordeño a los 6ºC del tanque se consume mucha energía, y por otro porque se provoca un incremento importante de la temperatura de la leche que ya está en el tanque, lo que favorece el desarrollo de bacterias y micoorganismos.

Los intercambiadores logran ahorros del 25% en el consumo del tanque de frío y mejoran la calidad bactereológica de la leche

Por eso, una de las estrategias que se pueden implementar en una explotación para bajar el gasto eléctrico es incorporar un sistema de preenfriamiento de la leche que, situado a la entrada del tanque, baja a temperatura de la leche de 35 a 15ºC al tiempo que obtenemos agua caliente que puede ser usada posteriormente en el lavado. El sistema funciona mediante un intercambiador de calor con placas de choque térmico en el que el líquido más caliente (leche) cede parte de su temperatura al líquido más frío (agua), lográndose ahorros de alrededor del 25% en el consumo del tanque de frío y mejorando al mismo tiempo la calidad bactereológica de la leche.

Recuperador de calor

Otro método para recuperar el calor extraído de la leche durante el proceso de enfriamiento para precalentar el agua para la limpieza son los recuperadores de calor, que aprovechan el calor del tanque. Es un sistema distinto al del preenfriamiento de la leche mediante intercambiadores de calor, aunque el objetivo es el mismo. Sin embargo hay sistemas de ahorro que son incompatibles con otros, como es el caso del intercambiador de placas, que es incompatible con el recuperador de calor, por lo que hay que optar por un método o por el otro.

Calentar un metro cúbico de agua para el lavado cuesta entre 4 y 10 euros, dependiendo del combustible empleado y el recuperador permite bajar ese gasto un 70%

Mediante el recuperador de calor se puede reducir el gasto energético para la producción de agua caliente hasta en un 70%, ya que por cada litro de leche enfriado se puede conseguir 0,7 litros de agua a 50ºC. Permite un ahorro muy importante si tenemos en cuenta que calentar un metro cúbico de agua a temperatura de lavado tiene un coste de entre 4 y 10 euros, dependiendo del combustible empleado.

Placas solares térmicas

“Calentar agua para lavar con un termo eléctrico es muy caro”, asegura Laura. “La limpieza de los sistemas de ordeño y del tanque de frío debe hacerse con agua a una temperatura entre 60 y 70ºC y esto supone un gran consumo de energía”, añade.

Para reducir este gasto, además de los sistemas de precalentamiento del agua con el calor generado en el proceso de enfriamiento de la leche (intercambiadores y recuperadores de calor), la instalación de captadores solares térmicos permite bajar este consumo eléctrico un 20%.

En las explotaciones que precisan climatización, como es el caso de las granjas de pollos, pavos y cerdos, las placas solares térmicas servirían también para climatización pero con un sistema de apoyo a mayores, porque normalmente los captadores solares no dan para cubrir el 100% del consumo.

Placas solares fotovoltaicas

Pero más que energía térmica, una explotación de vacuno de leche lo que más demanda es energía eléctrica. El aprovechamiento eléctrico de la radiación solar por medio del efecto fotovoltaico de paneles o módulos hechos con silicio es cada vez más una realidad en las explotaciones gallegas.

“Con robots es muy interesante contar con placas solares fotovoltaicas porque con poco campo fotovoltaico y poca potencia instalada se logran producciones muy interesantes y ahorros importantes”, aseguró Laura. Puso el ejemplo de dos explotaciones, Ganadería Casanova de Baleira y Ganadería Varela de Castro de Rei.

“Es recomendable hacer una instalación mixta de energía solar, mediante placas fotovoltaicas, y eólica, por medio de un mini-aerogenerador, porque son sistemas que se complementan muy bien”

A pesar de que las placas solares logran compensar el incremento de consumo eléctrico que provocan los robots, su funcionamiento es 24 horas mientras que los paneles fotovoltaicos no producen cuando no hay sol, por ejemplo de noche. Pero es posible utilizar baterías o vender los excedentes diurnos a la red eléctrica, tras el decreto de autoconsumo aprobado este año, lo que permite compensar la factura de la luz.

“Lo ideal sería hacer una instalación mixta de energía solar y eólica, porque se complementan muy bien y cuando tenemos poco sol es frecuente que, por el contrario, lo que tengamos sea viento. El viento contiene un enorme potencial energético que se puede aprovechar mediante la instalación de mini-aerogeneradores”, indicó Laura.

Importancia del aislamiento y de contar con sistemas de iluminación eficientes

Los aislamientos y la ventilación son importantes para mejorar la eficiencia energética de las explotaciones. También la orientación de las naves, su diseño y la ubicación de los distintos elementos, algo que muchas veces no se tiene en cuenta a la hora de construir un establo.

El local de la lechería debe estar bien aislado, orientado al norte y ventilado y el tanque de frío debe estar bien dimensionado y con los condensadores colocados en el exterior

Por ejemplo, la ubicación de la lechería y la colocación del condensador, un elemento fundamental para el correcto funcionamiento del tanque de frío, son aspectos clave a tener en cuenta para bajar la factura eléctrica. Habitualmente el condensador está refrigerado por el aire del ambiente, así que a menor temperatura exterior menor consumo eléctrico. Por eso la ubicación idónea para el condensador será en el exterior de la lechería, en un lugar sombreado, con orientación norte y con buen flujo de aire. También es importante que esté limpio, sin polvo, hojas u otro tipo de suciedad para facilitar el intercambio térmico.

La instalación de leds permite un ahorro del 50% en iluminación. El color y las horas de luz influyen en la producción

Junto a la ventilación, la iluminación de los establos es un factor que incide en la producción de leche. Las vacas precisan 16 horas diarias de luz y 8 de penumbra, por lo que el aprovechamiento de la luz natural es un método de ahorro importante. Los techos traslúcidos con materiales que dejan pasar la claridad pero no los rayos ultravioletas del sol son una buena solución. También la substitución de los habituales tubos fluorescentes por luces led, lo que supone un ahorro en iluminación superior al 50%, según explicó la responsable de Tecgal, que indicó además que “el color de la luz influye también en la producción y en el bienestar de los animales”. Lo óptimo para la producción de leche y el confort de las vacas sería una temperatura de color de 6.050 k.

Para evitar la penalización en la factura por energía reactiva pueden instalarse baterías de condensadores que la anulan

El uso de luces led, de menor consumo, permite también rebajar la potencia contratada necesaria en la explotación, un concepto con repercusión directa sobre la factura. Es importante revisar la tarifa contratada para que se ajuste a las necesidades reales de la granja, ya que tener más potencia de la necesaria solo sirve para pagar más en la factura. En los recibos de la luz de las explotaciones aparece también frecuentemente otro concepto, el de “penalización por energía reactiva”. Se trata de la energía que se genera y que viaja por la red junto a la energía activa (kw), que es la consumida por los aparatos eléctricos, es decir, la realmente útil. Para evitar la penalización por energía reactiva ( kVAR) pueden implementarse sistemas de baterías de condensadores, que lo que hacen es redistribuirla para su compensación. “Es como si la anularan”, explicó Laura.

Climatización mediante biomasa o geotermia

Las principales pérdidas de energía se producen por la cubierta

Los sistemas de calefacción y refrigeración se usan en mayor medida en sectores como el avícola o el porcino pero el cambio climático también está haciendo que el vacuno de leche note los efectos del estrés por calor en las vacas y cada vez sean más habituales en las explotaciones sistemas que permiten obtener temperaturas óptimas de producción, por ejemplo, durante el verano. La ventilación de las naves y contar con cumbreras que permitan salir el exceso de calor son factores que inciden en una mayor producción y en una reducción del gasto energético de los ventiladores, por ejemplo.

Si la energía solar térmica y la solar fotovoltaica son las energías más habituales en las explotaciones de leche, los sectores avícola y porcino son grandes consumidores de energía para climatización y muchas de las granjas apostaron en los últimos años por la instalación de calderas de biomasa, que suponen ahorros considerables.

Los sectores avícola y porcino son grandes consumidores de energía para climatización. Los pélets suponen un ahorro del 50% con respeto al gasóleo y del 60% en relación al gas propano

El gas propano era el sistema más empleado hasta ahora en las granjas de porcino y en este caso los pélets consiguen reducir la factura en más de un 60%. “Se precisan dos kilos y medio de pélets para generar la misma energía que un kilo de propano, pero el coste de un kilo de propano es de 1,5 euros y el del kilo de pélets es de unos 23 céntimos”, explicó Laura. En el caso del gasóleo, dos kilos de pélets equivalen a un litro de gasóleo y el ahorro sería del 50%.

La biomasa es frecuente también ya en las granjas de aves, donde son frecuentes las calderas de astillas de madera. El ahorro en este caso es incluso superior al logrado con los pélets, de un 70% en este caso. El problema es que la astilla de madera no está muy industrializada y su poder calorífico es más variable.

Otro sistema que es interesante para explotaciones con necesidades de climatización importantes es la geotermia, que aprovecha el calor del subsuelo. En Galicia no hay geotermia de alta temperatura pero la de baja entalpía la hay disponible en toda la comunidad mediante bomba de calor. “Es un sistema muy eficiente, que con 1kw de electricidad genera 4kw térmicos, y que es últil por lo tanto para explotaciones con una gran demanda de calor, como granjas de cerdos o de pollos, aunque no es rentable para explotaciones lecheras, que solo precisan de agua caliente para limpiar”, indica. La geotermia tiene un mantenimiento muy reducido, no precisa de depósitos de combustible ni genera emisiones de CO2.

El biogás, la energía del futuro en las ganaderías

Otra energía que está de camino es el biogás, como manera de aprovechar las emisiones de metano que producen las explotaciones ganaderas. “El biogás está al caer, aunque hoy nos parezca una energía muy lejana aquí en Galicia, en cuestión de pocos años tendremos el biogás implantado en nuestras explotaciones”, aseguró Laura.

Según datos del Proyecto EUREL, el 47% de la huella de carbono de las explotaciones lecheras gallegas está producida por la fermentación entérica de los animales. Una manera de aprovechar el metano que producen las vacas y que expulsan en buena medida a través de los excrementos, sería recoger el biogás producido en los pozos de purín.

Un metro cúbico de purín puede llegar a producir 50 kWh de electricidad

Un metro cúbico de biogás equivale a 0,65 metros cúbicos de gas natural y puede llegar a producir 2,1kWh de electricidad, por lo que un metro cúbico de purín puede dar 50kWh de electricidad. Es decir, el biogás, bien tratado, es una fuente de energía aprovechable en las explotaciones ganaderas.

Una vaca adulta produce entre 250 y 300 litros de CH4 por día, por lo que en una explotación con 200 animales la producción diaria puede llegar a 50 Nm3, con los que se podría alcanzar un potencial energético próximo a los 500kWh.

Ayudas que cubren el 55% del coste de la instalación

La instalación de energías renovables cuenta con importantes ayudas públicas. En el caso de Galicia, el Instituto Enerxético de Galicia (INEGA) subvenciona proyectos de energías renovables y ahorro y eficiencia energética en las empresas de producción agrícola primaria. Estas ayudas son del 35%, con un 20% a mayores para explotaciones pequeñas, por lo que el importe de la subvención puede cubrir más de la mitad del coste de la instalación, con un máximo de 100.000 euros por proyecto.

Se espera que las condiciones para la convocatoria de 2020 mantenga los mismos criterios que la de este año, a pesar de que la aprobación del Real Decreto 244/2019, que regula el autoconsumo de energías renovables, modificó diversos aspectos de la normativa existente hasta ahora.

Uno de los más destacables es que ahora puede venderse el excedente de producción de energía mediante la inyección a la red de transporte y distribución, aunque el INEGA no tuvo en cuenta este cambio en las granjas subvencionadas con anterioridad al decreto y las obliga a la instalación de un sistema antivertido o de inyección cero, que impide verter a las explotaciones sus excedentes a la red.

Simplificación de los trámites

Otra de las modificaciones importantes tras el RD 244/2019 es la simplificación en la tramitación para poder instalar paneles solares fotovoltaicos. Las instalaciones sin excedentes o con excedentes de hasta 15Kw no necesitan permiso de acceso y conexión.

Además, elimina el límite fijado hasta ahora que impedía montar más potencia de la contratada, al tiempo que la potencia instalada será la potencia máxima del inversor empleado para convertir la energía continua de los paneles en corriente alterna, y no la de las placas, como sucedía hasta ahora.

La burocracia disuadía hasta ahora a un tercio de las explotaciones de instalar energías renovables, según una encuesta realizada a 5.000 ganaderos

Según los datos aportados por AGACA, que lleva 15 años trabajando en el ámbito de las energías renovables, a través de auditorías energéticas en explotaciones de leche, y sobre sostenibilidad, analizando la huella de carbono de las explotaciones lecheras, el papeleo y la burocracia eran uno de los principales principales obstáculos que disuadía a muchos ganaderos a la hora de instalar algún sistema de energía renovable en sus explotaciones.

Público asistente a las jornadas

Es una de las conclusiones del estudio ResFarm, en el que se hicieron encuestas a casi 5.000 ganaderos de toda España. Un tercio de los encuestados aseguraron que ese era el motivo por el que no incorporaban energías renovables. “Las trabas legales, por ejemplo las licencias de los Ayuntamientos, supone uno de los aspectos que echa para atrás a las explotaciones a la hora de poner energías renovables”, según indicó también en las jornadas sobre energías renovables celebradas en Lugo Mario Fernández, técnico de Agaca.

La mayoría de los ganaderos que instalaron energías renovables aseguran que lo hicieron para reducir su factura eléctrica (93%), mientras que solo el 16% dice haberlo hecho por sostenibilidad ambiental. La posibilidad de obtener subvenciones hizo decidirse tan sólo al 17% y más de la mitad dio el paso después de vérselo instalado a otro ganadero.

Ganar autonomía y protegerse ante las subidas del mercado

Una de las grandes ventajas de instalar sistemas de generación de energía en las granjas es que se logra disminuir su dependencia energética del exterior protegiéndose de este modo de las fluctuaciones del mercado y de hipotéticas subidas futuras, ganando en autonomía.

“El sistema energético español es dependiente en casi un 80% de factores externos que no podemos controlar”, explica Laura. El mix de generación de energía sigue estando basado en buena medida en este momento en España en el consumo de combustibles fósiles derivados del petróleo, esto hace que las explotaciones estén sometidas a los vaivenes del mercado eléctrico y también del mercado internacional de crudo.

“El objetivo es tratar de ser más autónomos e independientes del exterior para no estar sometidos a las fluctuaciones del precio del petróleo y al mismo tiempo reducir la huella de carbono y la emisión de gases de efecto infernadero de nuestra explotación”, indica.

Recomendaciones para reducir la factura eléctrica en una granja

El pasado mes saltaba a la opinión pública el caso de un ganadero de vacuno de leche de Portomarín (Lugo) al que Unión Fenosa Distribución le exige 54.000 euros para incrementar la potencia eléctrica de su granja ya que el incremento implicaba cambios en el transformador y en la línea eléctrica. Esta situación es común en muchas zonas del medio rural y frena la realización de inversiones en mejoras tecnológicas en las granjas. Desde el Gabinete de Comunicación de Unión Fenosa Distribución se defienden asegurando que en ese caso concreto de Portomarín “la mejora de la potencia eléctrica de su granja supone, en realidad, triplicar la potencia que tiene, (...) por lo que para garantizarle la potencia de demanda que requiere sin que repercuta en la calidad del suministro de los clientes de la zona y en la suya propia, hace falta hacer un refuerzo de una nueva línea hacia la granja”. “Y la propuesta económica que le presentamos cumple la legislación vigente”, añaden.

¿Que dice la normativa sobre quien paga el aumento de la potencia eléctrica en una granja?

¿Y que dice precisamente la legislación en España para estos casos? ¿Quién tiene que pagar el refuerzo de la línea y del transformador: el ganadero o la distribuidora eléctrica? Lo cierto es que el Real Decreto 1048/2013 establece que cuando un consumidor tiene necesidad de incrementar la potencia contratada, la compañía distribuidora tiene el deber de suministro. Para ver quien tiene que sufragar los costes de esta acometida lo primero que hay que determinar es si la solicitud es por crecimiento vegetativo de la demanda -”extensión natural de la red”-, o bien si la solicitud del consumidor es una “nueva extensión de red”. En el primer caso, el coste de la acometida será abonado por la distribuidora y en el segundo caso el coste de la extensión de red tendrá que abonarlo el solicitante, el ganadero en este caso. Y más concretamente, si la acometida es "nueva extensión de red" el solicitante deberá abonar los derechos de extensión, con un baremo regulado, para los casos de potencia solicitada menor de 100 kW en baja tensión y menor de 250 kW en alta tensión. Para el resto de los casos, potencias solicitadas mayores a las anteriores, el solicitante deberá abonar el coste total de la infraestructura que sea necesario acometer y por lo tanto no deberá abonar los derechos de extensión. Sin embargo, para Javier Iglesias, responsable de Ganadería de Unións Agrarias, “esta situación es injusta, pues el ganadero está pagando él sólo de su bolsillo un incremento de potencia y una mejora de la red que repercute positivamente en el conjunto de la zona”. Igualmente, considera “inmoral” que el ganadero tenga que pagar total o parcialmente el coste de una nueva línea eléctrica a su granja, “porque las compañías eléctricas prestan un servicio de carácter público y al que deberían acceder todos los ciudadanos, máxime para crear riqueza en el medio rural”.

Recomendaciones para reducir la factura eléctrica en una granja

La electricidad es un importante capítulo de gasto en una granja de vacuno de leche. “Por ejemplo, una ganadería media con 100 vacas en ordeño viene teniendo una factura eléctrica mensual de unos 700 euros”, explica Miguel A. Rois, de la empresa lucense Arza Ingeniería. En este sentido, ¿que puede hacer el ganadero para reducir su factura eléctrica? He aquí algunas recomendaciones: -No contratar “sobre-potencias”: “Se debe ajustar la potencia que se pretende contratar a las necesidades reales de la futura demanda, no contratar sobre-potencias y aplicar sistemas de eficiencia energética y ahorro energético en las instalaciones para reducir la necesidad de potencia contratada”, aseguran desde la Consellería de Industria de la Xunta de Galicia. -Otras medidas: “Se pueden instalar reguladores de frecuencia, cambiar los alumbrados a led, revisar el contrato eléctrico de potencia contratada o instalar energías renovables como intercambiadores de calor o placas solares”, destacan desde Arza Ingeniería. -Energías renovables: A través del Inega, las empresas del sector agrícola primario pueden acceder a apoyos para proyectos de energías renovables y de ahorro y eficiencia energética. El plazo de presentación de solicitudes del programa, que cuenta con un presupuesto de 1,72 millones de euros en este 2019, está abierto hasta el 31 de mayo. Sin embargo, Javier Iglesias, de Unións Agrarias considera esta partida “claramente insuficiente para la demanda que está habiendo, sobre todo cuando la propia Xunta está financiando a las compañías eléctricas con partidas muy importantes para mejoras de la red eléctrica”.
 “Con energía fotovoltaica una granja puede cubrir el 40% de su demanda eléctrica”
¿Y cuanto puede ahorrar una ganadería en su factura eléctrica instalando energías renovables? Laura Aldariz, de la empresa Tecgal Energías calcula que “en el caso de una granja de vacuno de leche puede cubrir hasta el 40% del consumo eléctrico de su factura con energía fotovoltaica”. “La inversión puede oscilar entre los 20.000 y los 30.000 euros y el plazo de amortización es de entre 3 y 4 años, siempre y cuando se reciban las ayudas del INEGA, que cubren sobre del 50% de la inversión. Sin ayudas iría al doble de años de amortización, pero también hay que pensar que pasado ese período tendría electricidad gratis durante muchos años”, añade Laura Aldariz. La aprobación el pasado viernes del balance neto para las energías renovables -en la factura pagarán por la diferencia entre la electricidad que vierten a la red y la que consumen- acortará más los plazos de amortización. “Incluso en una ganadería sería posible tener una instalación aislada, independiente de la red y generando toda la energía eléctrica que precisa la granja, pero sería necesario combinar las placas fotovoltaicas, una fuente de energía eólica, baterías para almacenar la electricidad y un grupo electrógeno por seguridad. Es cierto que la inversión de una instalación aislada es mayor pero una vez amortizado tendrá gratis toda la electricidad que consume”, concluye la representante de Tecgal Energías.

SAT Ladeira, como convertir el purín en compost para usarlo en las camas del ganado

El confort y comodidad de las vacas es un factor básico que determina la producción. Concienciados de este hecho, los ganaderos gallegos ponen cada vez más el foco en la cama en la que descansan los animales. Paja, serrín, carbonato, arena… distintos sistemas con sus ventajas y inconvenientes pero, en todo caso, siempre un importante gasto para las explotaciones. En SAT Ladera empleaban arena hasta hace tres meses. Les suponía un desembolso de 1.000 euros al mes, más otros 4.000 euros para sacar la arena que se iba acumulando en la fosa del purín. En total, unos 15.000 euros al año. Era un material que les daba buen resultado desde el punto de vista productivo e higiénico-sanitario, pero decidieron cambiarlo y probar una alternativa habitual en explotaciones de Inglaterra, Francia u Holanda pero inusual en Galicia. El sistema consiste básicamente en usar en las camas a propia bosta de las vacas después de un proceso que separa, seca y fermenta la parte sólida del purín para convertirlo en un compost orgánico con el que cubrir los cubículos. El proceso arranca con la separación de la parte sólida y líquida del purín. Se coloca un depósito intermedio antes del pozo de purín, de 25.000 litros, que dispone de un sinfín que separa la bosta de la orina. La parte sólida es bombeada a un silo de fermentación y la parte líquida continúa camino hacia el pozo de purín, con capacidad para 4 millones de litros. En el silo de fermentación la materia orgánica se somete la un proceso de secado mediante una turbina de aire caliente a 70 grados que esteriliza los excrementos matando microbios y bacterias al someterlas a un proceso semejante a la pasteurización. Tres días después, convertido ya en un producto inerte, el compost está listo para usarse en los cubículos, donde se reparte con la encamadora, de igual forma que la arena. Al tratarse de un material orgánico, el resultante de hacer las camas o el que los animales arrastran vuelve a los canales de limpieza para reiniciar el proceso que permite su reutilización continua. El material sobrante puede esparcirse en las tierras como abono.
Gastaban 15.000 euros al año en arena
Con este material evitan el uso de las 27 toneladas de arena que necesitaban a la semana y con ello los problemas derivados de su utilización en las explotaciones: desgaste en las instalaciones y en los cascos de los animales, acumulación en el pozo de purín y depósito final en las tierras. Factores medioambientales Pero las ventajas van más allá de aspectos como la durabilidad de las instalaciones o el ahorro económico. “Vemos que en poco tiempo el tema del purín se va a poner muy restrictivo y que los aspectos medioambientales van a limitar el crecimiento de las explotaciones y condicionar su rentabilidad, como ya sucede en otros lugares de Europa, por ejemplo en Holanda, donde desaparecieron las cuotas lácteas, como en el resto de la UE, pero las granjas tienen cuotas de emisiones que acaban siendo igualmente límites a la producción. Aquí acabará pasando lo mismo, por lo menos para las explotaciones más grandes, porque a las pequeñas tendrán que dejarlas al margen de estas normativas, sino acabarán de hundirlas y les harán cerrar irremediablemente”, argumenta Toño López Mouronte, uno de los tres socios de SAT Ladera.
"Dentro de muy poco los factores ambientales van a condicionar el crecimiento de las explotaciones y con esta solución reducimos metano al purín"
Convertir un desecho en recurso es precisamente la base de la llamada economía circular y con el sistema aplicado en esta explotación logran reutilizar el principal residuo de las explotaciones lecheras y reducir su contenido contaminante. “De este modo, al eliminar la parte sólida, se retira metano del purín y se facilita su inyección en la tierra en caso de que acaben obligando a inyectarlo”, explica. 200.000 euros de inversión Paneis solares instalados para reducir a factura eléctica da granxa Aunque el ahorro económico en un producto como la arena es importante, el sistema adoptado en esta explotación de O Páramo requiere de una inversión elevada y no está tampoco exento de gastos para su funcionamiento. La tecnología que permite la reutilización de la bosta de las vacas ronda los 200.000 euros. Lo más caro es el silo de fermentación, que supone casi la mitad de la inversión total. Además, el funcionamiento de todo el sistema requiere de un consumo elevado de energía, unos 500 euros al mes, necesario principalmente para el secado de la materia orgánica. Para reducir este coste, en SAT Ladera instalaron paneles solares con una potencia de 24 Kw con los que ahorrar en un tercio la factura eléctrica de la explotación. “Gastamos 23.000 euros en la instalación, de los que nosotros pusimos 7.000. El resto, 16.000 euros, los recibimos a través de una subvención del INEGA”, explica José Manuel Rodríguez, otro de los socios de la SAT.
Se separa la parte sólida del purín y se pasteuriza con aire caliente a 70 grados para convertir la bosta en un material inerte
Como esta, el resto de las decisiones que toman en esta explotación son con miras a largo plazo. “Aunque es una inversión fuerte, pensamos que el sistema de compost va a resultarnos muy rentable a largo plazo”, considera. Hasta ahora, en los tres meses que llevan con el, los resultados son satisfactorios. Inovación constante Para a recría empregan cama fría de compost SAT Ladera se constituyó en el año 2005 de la unión de tres ganaderos del ayuntamiento de O Páramo, de las parroquias de Vileiriz y San Vicente. Al año siguiente ya recibieron un premio en la Semana Verde de Silleda por la manera de constituir la SAT. “Arrendamos las fincas y las naves a nuestras propias explotaciones y no invertimos en las instalaciones, invertimos en dos robots y en el tanque de leche”, explica Toño. “A continuación fuimos poco a poco ampliando las naves, pero siguen siendo instalaciones simples, aquí no se gastó en una sola ventana de aluminio”, ejemplifica. Poco a poco acabaron por concentrar todo el ganado en las actuales instalaciones, en la parroquia de San Vicente. Las últimas en llegar fueron las novillas. La nave que acoge a la recría la hicieron ellos mismos. “Empezamos en febrero del año pasado y acabamos en mayo”, explican. Fue ahí donde comenzaron a probar las camas de compost, aunque con un sistema diferente, la llamada cama fría de compost, en la que se mezcla serrín con la bosta, que se grada todos los días. Los animales no están en cubículos, sino en un patio abierto. En esta SAT usan este sistema, que también emplean otras explotaciones de la provincia de Lugo, como Ganadería Varela, en las vacas secas y en la recría. Todo automatizado para ganar calidad de vida Un dos 4 robots de ordeño instalados SAT Ladera es la explotación más grande que hay en esta zona. Cuenta con 400 cabezas, de las que 230 son vacas en ordeño. La producción anual se sitúa en 3,2 millones de litros. La granja está toda automatizada, con cuatro robots de ordeño, acercador de comida y amamantadora. “En lo que más ganamos al juntarnos y apostar por la robotización fue en calidad de vida”, asegura Toño, que dice que “no es un trabajo físico, es más bien estar pendientes” y asegura que “la explotación la atienden perfectamente dos personas solas”. Tienen un empleado, Mohamed, de nacionalidad marroquí, que lleva dos años en la explotación, y los tres socios se van turnando. “Somos tres socios, pero aquí solo trabaja uno por semana. Trabajamos por semanas completas, de martes a martes, y después libramos 15 días seguidos”.
Los tres socios se van turnando en la explotación: trabajan una semana completa y después libran 15 días seguidos
Cuentan con 4 robots de ordeño que logran medias de entre 3,1 y 3,2 ordeños diarios por animal y 40 litros de leche de producción. Para sacarle el máximo partido posible a la inversión realizada, están intentando crecer hasta las 260-270 vacas en producción porque “los robots una vez que los tienes hay que exprimirlos”, dice Toño. Pretenden llegar al límite máximo recomendado de las 65 vacas por robot dentro de un año. En SAT Ladeira contan con achegador de comida automático Para eso apostaron por poner semen sexado a las primerizas y también en las de segundo parto a las que le detectan celo natural. “Tiramos de semen sexado para crecer pero no lo usamos en las que sincronizamos los celos”, cuentan. El 90% del semen que compraron el año pasado era A2 A2 y después de tres intentos inseminan con limusin. Hacen control reproductivo una vez cada quince días y aprovechan una vez al mes para hacer también el control de mamitis porque ya tienen a las vacas presas. Además de la podología periódica, dos veces al año, en el final del otoño y en el comienzo de la primavera, les esquílan el rabo y les queman los pelos de la ubre a las vacas en producción para que estén más limpias y den menos fallos los robots. No es habitual que den muchos problemas si están las puestas a punto bien hechas y el mantenimiento al día, dicen, aunque “a veces tenemos que venir por tonterías”, reconocen, por lo que decidieron poner cámaras en la explotación para hacer el seguimiento a distancia y valorar de este modo si es urgente o no acudir en función de la gravedad del problema.
“La báscula es como un perro grande, la uses o no ya asusta, y debería haberla en todas las explotaciones porque se amortiza ella sola y muy rápido”
Hace cuatro años decidieron también instalar una báscula. “La báscula es como un perro grande, cuando te acercas piensas si te morderá o no, pero ya mete miedo. Pues la báscula igual, la uses o no, ya asusta”, compara Toño. Por eso dice que “es una de las cosas que se amortiza rápido”, y asegura que “debería haberla en todas las explotaciones que tienen un cierto tamaño y que mueven grandes cantidades”. “En nuestro caso, es una herramienta imprescindible, todo lo que entra y sale de la granja pasa por ella: el pienso, el abono, el maíz, incluso la leche”, relata. Primera CUMA de Galicia Tan só contan cun carro mesturador propio Para los trabajos agrícolas, la explotación no cuenta con maquinaria propia. Forman parte de una CUMA, la primera que se constituyó en Galicia. “Nacimos a partir de un parque de maquinaria, éramos 13 ganaderos y la propuesta inicial era juntarnos todos, a continuación hicimos la SAT”, explica José Manuel. La CUMA está compuesta en este momento por dos SATs y 5 ganaderos individuales. Les hace todo la CUMA, incluida la siembra, la siega o echar el purín, pero decidieron comprar un carro mezclador para uso de la propia explotación para poder adaptar mejor la ración a los distintos lotes. “Hacemos cuatro raciones diarias: dos para vacas en producción, una para secas y otra para la recría. El carro de la CUMA nos costaba 500 euros al mes por ración, así que serían 2.000 euros mensuales, por eso decidimos hacer la inversión necesaria para comprar un carro propio. Nos es más rentable porque a partir de cierto volumen compensa, para pocas vacas no, es mejor alquilar”, dice José Manuel. Sin contar el carro, que es suyo, pagan 7.300 euros al mes por las tareas que realiza la maquinaria de la CUMA en su explotación. La cuota está fijada en función de las horas de trabajo realizadas.

“El mayor handicap que tenemos es el minifundio”

Vista desde a explotación da parroquia de San Vicente, afectada por un problema de minifundio SAT Ladera dispone de unas 100 hectáreas de superficie, entre las que pertenecen a los tres socios (70 hectáreas) y otras alquiladas (unas 30 hectáreas). Pero se encuentra con un problema gravísimo que incluso pone en riesgo la viabilidad de la explotación: el minifundio. “Estamos mirando de diversificar en otros sectores en vez de aumentar en este porque en estas condiciones nos parece inviable”, alerta José Manuel. Pone un ejemplo: “Para la PAC tenemos declaradas 64 hectáreas, formadas por 370 parcelas. Tenemos que trabajar unas 500 parcelas para sumar las 100 hectáreas actuales de la explotación”, relata.
Para reunir 100 hectáreas tienen que trabajar unas 500 parcelas
Este fue uno de los motivos que hizo que hayan disminuido considerablemente la superficie dedicada a maíz. “Antes dedicábamos a maíz la mitad de la superficie que tenemos, echábamos unas 50 hectáreas. Pero desde el año pasado sólo echamos 20 hectáreas. Dedicamos más a raigrass y el maíz para ensilar lo compramos porque aquí son todo parcelas pequeñas, fincas de poco tamaño y así no compensa echar maíz”, dice José Manuel.
Gastan un 30% más en horas de trabajo de la maquinaria por culpa del minifundio
“Si las fincas fuesen grandes podríamos incluso poner sistema de riego y tener maíz, pero para un ferrado no puedes poner el riego”, se queja. “En esta zona terreno hay, pero aunque te dejen trabajar las fincas gratuitamente no merece la pena trabajarlas. En la CUMA gastamos un 30% más por el problema del minifundio que tenemos en esta zona”, calcula. Solicitud conjunta de 5 parroquias para pedir la concentración parcelaria El ayuntamiento de O Páramo supera las 5.000 cabezas de ganado concentradas en las parroquias de Friolfe, Grallás, Vileiriz, Gondrame y San Vicente fundamentalmente. Es una zona llana de unas 3.000 hectáreas de superficie. “Tenemos pedida la concentración desde el año 2001. En el año 2002, cuando Diz Guedes era conselleiro de Medio Rural y vino a inaugurar el parque de maquinaria nos dijo que recogiésemos firmas. Pasamos el trabajo de ir casa por casa, las presentamos y no valió para nada. Ya van más de 15 años, presentamos la solicitud las cinco parroquias juntas y la única que tiene algo hecho a día de hoy es Friolfe”, se queja José Manuel, que recuerda que “en esta parroquia, en San Vicente, no hubo un solo vecino que no firmara, así que no sería conflictiva”. “Si simplemente facilitasen y simplificasen las permutas y los cambios entre los vecinos ya estaba medio hecha la concentración”, asegura.
“Hace 15 años recogimos firmas para la concentración parcelaria y no volvimos a saber más nada”
“Las concentraciones parcelarias eran facilísimas de hacer si hubiera voluntad política, habría que tocar la fiscalidad de los que se niegan”, añade Toño. “Dieron dinero para cierres, si en vez de dar ayudas para eso las hubiesen dado para permutas, para juntar tierras y para pagar los gastos de notario y te hubiesen mandado un técnico para hacer el proceso, ya estaba”, dice. Más información - Gestión de la fracción sólida del purín para la cama de las vacas.

10 claves para instalar energías renovables en las explotaciones ganaderas

Las energías renovables están cada día más presentes en las explotaciones ganaderas españolas, de momento para abaratar notablemente la factura eléctrica, pero en un futuro próximo, cuando puedan vender a la red los excedentes de la electricidad que producen, como una importante fuente de ingresos, algo de lo que ya se aprovechan desde hace años miles de ganaderos en Alemania, Francia o Dinamarca. En este sentido, y tras un incomprensible “impuesto al sol” que penalizaba el autoconsumo de estas energías, el Gobierno central corrigió el pasado 6 de octubre esta situación al retirar las trabas a las pequeñas instalaciones de energías renovables para autoconsumo, con lo que pueden ahorrar hasta el 40% del gasto en la factura eléctrica. El siguiente paso, por el que espera con ansia el sector, es regular tanto el balance neto -la diferencia entre la electricidad que una ganadería vierte a la red y la que consume- como la venta directa a la red, lo que incrementará notablemente los ingresos y reducirá los plazos de amortización de las instalaciones de energías renovables. Para analizar el nuevo escenario de oportunidades que se abre para las explotaciones ganaderas, la Asociación Gallega de Cooperativas Agrarias (AGACA) y la empresa VOLTFER organizaron el pasado jueves en Santiago de Compostela una jornada bajo el título “Genera tu propia energía: Energías renovables en el sector agroalimentario”, en el que expertos de diferentes empresas del sector (fotovoltaica, biomasa o biogás) expusieron las tendencias de futuro en energías renovables. Participaron como ponentes en esta jornada Mario Fernández, técnico de AGACA; José María Fariña, director de VOLTFER; Mónica Figueroa, responsable del centro tecnológico EnergyLab; José Otero, gerente de ISEMPA, y Joaquín Pampillón, del departamento de prescripción de ECOFOREST.

10 claves para la instalación de energías renovables en el sector agroganadero:

Resumimos a continuación 10 de las principales conclusiones a las que se llegó en esta jornada: -1) Las energías renovables llegan para quedarse. La Comisión Europea ha establecido que el 32% de la energía producida en la Unión Europea en 2030 proceda de fuentes renovables, como la fotovoltaica, la eólica, la geotermia o la biomasa. En caso de incumplimiento de estos objetivos los estados miembros se podrían ver sometidos a sanciones. -2) Antes de realizar la instalación es necesario estudiar cada granja: El punto de partida debe ser un análisis detallado de cada explotación agroganadera o agroalimentaria -al igual que cualquier otro tipo de instalación- para determinar en que franjas horarias se producen los picos de demanda de energía, sea de electricidad, calor o frío o de ambas. Con los resultados se decidirá que sistemas de energías renovables instalar. En este sentido, la tendencia es ir hacia un mix de fuentes de energías renovables. Por ejemplo solar fotovoltaica y biomasa, solar fotovoltaica y eólica e incluso solar fotovoltaica, biomasa y eólica. De esta forma, la fotovoltaica produce durante el día y durante los meses de más luz solar; la biomasa para los meses de invierno, mientras que la la eólica garantiza un subministro prácticamente continuo. -3) La solar fotovoltaica es hoy en día la fuente de energía más barata en el mercado. Esto ha sido posible gracias a una notable mejora en la eficiencia y a la importante bajada de los precios de los paneles solares: Si hace 3 años estaban a entre 3 y 4 euros el vatio hoy se compran a 40 céntimos. Según destacaron desde VOLTFER, una instalación fotovoltaica de entre 30 y 40 kw cuesta en torno a 50.000 euros, que se quedaría en la mitad si recibe ayudas de la Xunta de Galicia. De esta forma, cubriría el 40% de la demanda eléctrica de una explotación ganadera, con un plazo de amortización de 5 años, y una vida útil de alrededor de 30 años. La clave es un diseño profesional de la instalación y adaptado a cada caso para que el período de retorno sea más corto. Fuente: VOLTFER -4) En 2019 habrá ayudas específicas del INEGA para la instalación de energías fotovoltaica en el sector primario. Estas ayudas, al igual que ya sucede actualmente, cubrirán de media el 50% del coste de la instalación. Este año el INEGA destinó 4,38 millones de euros a empresas del sector de la industria, servicios y agrícola primario para la instalación de energías renovables, una cantidad se espera se mantenga en 2019 y que se mejoren los plazos administrativos para la solicitud y justificación de las ayudas. -5) ¿Compensa instalar baterías? La instalación de sistemas de baterías que almacenen el excedente de electricidad producido y guardarlo para los momentos de más demanda encarece sensiblemente la instalación y sube el plazo medio de amortización. Por ejemplo, si hablamos de combinarlas con paneles fotovoltaicos para de los 5 a los 10 años. Como norma general, se aconseja instalar baterías cuando la explotación está en un lugar aislado que encarezca llevar hasta allí la electricidad, cuando la factura eléctrica sea muy elevada o cuando el consumo principal se produzca fuera de las horas solares. Las baterías de plomo y ácido suelen tener una vida útil garantizada de 8 años y las de litio de hasta 15 años, pudiendo en ambos casos almacenar electricidad por un tiempo limitado. La previsión es que su precio baje en el futuro. Otro aspecto a tener en cuenta es que cuando el Gobierno regule la venta de electricidad a la red así como el balance neto las baterías dejarán en buena medida de tener sentido, ya que la electricidad se “almacenará” en la red eléctrica, equilibrándose oferta y demanda con las distintas fuentes de energía. -6) Biogás: una alternativa de interés para la explotaciones ganaderas pero que no es rentable de momento. El biogás -la producción de gas metano a partir los purines ganaderos- es una alternativa interesante para las explotaciones ganaderas y está ya ampliamente implantada en Alemania, con más de 10.000 plantas de biogás. El principal freno a su expansión en España -existen 300 plantas, de las que la mitad están en plantas de tratamiento de residuos urbanos- es el elevado coste de las instalaciones y el reducido tamaño de las explotaciones ganaderas, sobre todo en Galicia. Así, para vacuno se necesita un mínimo de 250 vacas adultas y 5.000 cerdos en el caso del porcino. Por otra parte, la producción de biogás será más eficiente cuanto menos agua contenga el purín y cuando mayor porcentaje de metano tenga el gas que se extrae del mismo, siendo lo óptimo llegar a un 65%. El residuo orgánico resultante, llamado digestato, se puede separar en fracción líquida y sólida, y mantiene todo el nitrógeno del purín e incluso mejora sus propiedades fertilizantes. -7) Biomasa: La astilla es más competitiva que el pellet. El combustible ideal en biomasa es la astilla, puesto que genera menos deterioro en las calderas que los pellet y es más barata. Eso si, el inconveniente es su mayor volumen, por lo que precisa de silos de mayor tamaño. En la mayor parte de Europa la astilla es la biomasa más consumida, especialmente en instalaciones comunitarias o industriales. Para medir el potencial energético tanto del pellet como de la astilla la clave es el grado de humedad que presenta. El nivel recomendado es de un 10% para el pellet y del 18% para la astilla. Otra gran ventaja de la biomasa es que su precio permanece estable desde hace 10 años y sin perspectivas de que cambie. El plazo de amortización de una instalación de este tipo se sitúa de media entre los 5 y los 6 años. -8) Más eficiente si la energía renovable abastece a la granja y a la vivienda y más aún si es para varias explotaciones o viviendas. Una instalación de energía renovable es mucho más eficiente si trabaja muchas horas y si abastece a varias viviendas y/o instalaciones ganaderas. De esta forma, creando una red de calor o de consumo de energía eléctrica, existen distintos puntos de consumo y a diferentes horas con lo que se pierde mucha menos energía sobrante. -9) La bomba de calor o depósitos de inercia: la opción más barata de almacenar energía. La bomba de calor modulante y los depósitos de inercia están implantándose cada vez más. Estos depósitos contienen agua que es calentada por la energía renovable (fotovoltaica, biomasa, eólica...etc) y liberan esta energía cuando se demanda en forma de calor o frío, algo especialmente útil para granjas avícolas, de porcino, pero también para viviendas...etc. Los expertos calculan que esta tecnología consigue ahorros del 70% frente a los tradicionales sistemas de combustión o campanas eléctricas. -10) Instalación de sistemas gestores energéticos. Cada vez más se implantarán sistemas informáticos inteligentes que gestionarán la energía que produzcamos con las energías renovables para optimizar su uso. Por ejemplo, si la temperatura de la granja avícola alcanza los 23 grados, considerada la óptima para los animales en ese momento, automáticamente el gestor enviará la energía que producen los paneles fotovoltaicos o la biomasa a la bomba de calor para su almacenamiento.

La derogación del ‘impuesto al sol’ despierta el interés del agro por las energías renovables

La resolución del Consejo de Ministros que deroga el llamado impuesto al sol le quita las trabas a las pequeñas instalaciones de energías renovables para autoconsumo. La medida previsiblemente favorecerá en los próximos años la extensión de las energías renovables en el campo, principalmente de las placas fotovoltaicas para producir electricidad, tanto en ganaderías de vacuno como en granjas intensivas y comunidades de regantes. El sector ya está percibiendo el interés de las explotaciones por la puesta en marcha de instalaciones. La normativa que estuvo vigente los últimos años imponía el pago de una tasa a todas aquellas instalaciones de autoconsumo que estuvieran conectadas a la red eléctrica, de forma que sólo podían evitar la penalización aquellos productores que fueran autosuficientes y que no tuvieran necesidades de energía externa. En la práctica, instalaciones aisladas sin conexión a la red. “En realidad, el llamado ‘impuesto al sol’ nunca se le llegó a cobrar a las instalaciones de autoconsumo, pero existía el miedo a que en cualquier momento se les reclamara su pago, lo que desanimaba a la gente a acometer proyectos” -explica Laura Aldariz, de Tecgal, una firma de Lugo especializada en proyectos de energías renovables para autoconsumo.- “Desde que se derogó el impuesto al sol, hace una semana, ya percibimos un mayor interés por afrontar la puesta en marcha de instalaciones”, cuenta. La eliminación del llamado ‘impuesto al sol’ parece además no tener vuelta atrás, lo que genera seguridad jurídica para el campo y para posibles inversores. “Existe ya una directiva europea en trámite que obligaría a derogar el impuesto al sol, por lo que el Gobierno se adelanta a esa normativa y cancela unas trabas que eran absurdas”, valora el secretario de Desarrollo Rural de Unións Agrarias, Jacobo Feijoo, quien en los últimos años estuvo coordinando el proyecto Resfarm, con el que se buscó fomentar el uso de energías renovables en el campo.

Las ganaderías podrán venderle la energía sobrante a la red

Con la desaparición del impuesto al sol, la energía fotovoltaica se convierte en una alternativa atractiva tanto para explotaciones lácteas como para ganaderías intensivas avícolas o de porcino. “Podrían montarse instalaciones para autoconsumo de hasta 100 kilowatios, lo que supone unos 600 metros cuadrados de paneles” -calcula Jacobo Feijoo-. “La cuestión que queda ahora pendiente de concretar es el llamado balance neto, es decir, cómo esas instalaciones comercializarán en la red la energía sobrante que no se consuma en la propia explotación”, señalan desde Uniones Agrarias. La venta de la energía sobrante a la red facilitará la reducción del plazo de amortización de las instalaciones. “En explotaciones lácteas, por ejemplo, el principal consumo de energía se produce de manera puntual, durante los ordeños, con lo cual hasta ahora, el resto del día las instalaciones fotovoltaicas estaban buena parte del tiempo sin funcionar, ya que no podían venderle la energía a la red” -explica Laura Aldariz, de Tecgal.- “Se lograba un mayor uso en explotaciones con un consumo continuo, por ejemplo en las que tienen robot de ordeño, pero no en las otras. Ahora cambia la situación, ya que las ganaderías podrán venderle la energía sobrante a la red. Sólo queda por determinar cómo se las compensará, si en kilowatios de energía externa, de la red, o económicamente”.

Previsiones de futuro del sector lácteo en Estados Unidos

Estados Unidos es el tercer productor mundial de leche de vaca, por detrás de la India y de la Unión Europea, con una media de 250 vacas en ordeño por explotación. Y las previsiones para los próximos 4 años es que los precios de la leche se mantengan estables en el entorno de los 29 céntimos de euro por litro, por lo que la mejora de la rentabilidad de las ganaderías vendrá por avances en eficiencia y en mejora de las calidades. Así lo expuso Fernando Valdez, vicepresidente de Kemin para Norteamérica, durante las jornadas técnicas que organizó este lunes en Lugo la multinacional estadounidense. “Las previsiones coinciden en que los precios de la leche para el ganadero durante los próximos cuatro años se mantendrán entre los 16 y los 17,5 dólares, que para la Unión Europea vendrían a ser alrededor de 29 céntimos por litro”, aseguró Fernando Valdez. En cuanto a las oscilaciones que se puedan producir en las cotizaciones, las atribuyó “más bien a los efectos del fenómeno de El Niño y de la Niña sobre las cosechas de maíz, alfalfa y soja, que a las exportaciones, que a fin de cuentas representan solamente alrededor del 9% de la producción nacional”. Por lo que respecta a las zonas de producción, el representante de Kemin destacó que “se mantendrán en las zonas ya tradicionales donde se puede producir soja, alfalfa y maíz, que es los estados de los Grandes Lagos (Wisconsin, Ohio o Illinois), en el Noreste y California”. Con este escenario, y con unas previsiones de precios de la soja del entorno de los 290 euros por tonelada y de la harina de maíz en 165 euros la tonelada, Fernando Valdez, aseguró que la mejora de la rentabilidad para el ganadero vendrá a través de la mejora de la eficiencia. Todo esto lo ejemplificó con unos objetivos: “Hay que evitar que haya pesebres vacíos en el establo, marcarse como objetivo llegar a los 14.000 litros por vaca y lograr que las novillas paran a los 23 meses”.

4 estrategias para mejorar la rentabilidad

Para alcanzar este reto, el responsable de Kemin propuso cuatro líneas de actuación: lograr forrajes y granos de alta calidad, mejorar los índices de reproducción, avanzar en el uso de la tecnología y en la alimentación de precisión. 1) Forrajes y granos de alta calidad En cuanto a la primera línea de actuación, Fernando Valdez detalló algunos de los avances que se generalizarán en los próximos años: -Mejorar las variedades de maíz forrajero. Lograr alfalfa con menor porcentaje de lignina. “Una alfalfa con un 1% menos de lignina tiene entre un 7 y un 10% más de digestibilidad”, subrayó. -Uso de enzimas en forrajes. -Uso de ácidos orgánicos como conservantes de silos. -Equipos de corte que aumenten la eficiencia y el rendimiento de los forrajes. 2) Mejora en los índices de reproducción. En general, Fernando Valdez pronosticó un uso generalizado de las nuevas tecnologías mediante sistemas de detección electrónica de preñez y celo. Las apps se generalizarán, permitiendo al ganadero o al técnico disponer de información en tiempo real.
“Se necesitarán consultores independientes para analizar los datos de la granja”
-Uso de PAG´s (Sistemas de detección de preñez por glicoproteínas) -Avance en la detección de vacas no preñadas después de la inseminación, con un máximo de 27 días. Reducción del intervalo entre inseminaciones. -Detección de preñez y de celo mediante muestras de sangre y analíticas mucho más rápidas. -Detección de hormona progesterona en sangre o en leche. 3) Mejora de la gestión de la información. “Hoy en día cada vez hay más datos en la explotación y hay una oportunidad para consultores independientes que se encarguen de analizar todos esos datos y presentárselos al ganadero para poder tomar decisiones”, explicó Fernando Valdez. La gestión y análisis de datos se volverán cada vez más importantes en las ganaderías de vacuno de leche a medida que se implanten nuevas tecnologías como detectores de patógenos, medidores de urea en sangre, de la condición corporal....etc. 4) Nutrición de precisión. -Habrá una reducción de la Proteína Bruta en la ración. Todo ello redundará en menos nitrógeno en la leche y, sobre todo, en las deyecciones, contribuyendo a reducir la contaminación por nitratos y fosfatos. En este sentido, Fernando Valdez expuso los resultados de un estudio realizado en China en el que la bajada de la PB en la dieta del 17,8% al 16,9% supuso un 17% menos de nitrógeno en orina y un 5% menos en estiércol, sin afectar a la producción y calidades de la leche. -Se extenderá el uso de aditivos con funciones inmunológicas. También el uso de aceites esenciales con funciones microbianas, para reducir el uso de antibióticos. -Mayor eficiencia en el uso de minerales (Cobre, zinc, manganeso) y de vitaminas en la alimentación del vacuno de leche, descendiendo los niveles de cobre y de zinc.
Aumentarán los contratos entre industria y ganaderías especializadas
-Manejo electrónico de los carros mezcladores. -Uso de aminoácidos (lisina y metionina, especialmente) para maximizar la producción de leche y mejorar las calidades. -Se reforzarán los programas de alimentación para las vacas secas, reduciendo su peso, de forma que la condición corporal se sitúe entre 3 y 3,5. -Aumento de los contratos “Cost+Plus” entre la industria y ganaderías especializadas. Por ejemplo, con ganaderías que no utilizan cultivos transgénicos, que producen altos niveles de caseína...etc.

Evolución de los precios de la leche en Estados Unidos: