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Claves sobre las enfermedades de la madera en los viñedos gallegos

Las enfermedades de la madera es uno de los retos del viñedo hoy en día, pero ¿qué son y qué causa estas afecciones de las cepas? Esa es una de las preguntas en la que aún queda mucho por avanzar, tal y como apunta el investigador, fitopatólogo y doctor ingeniero de montes Pedro Mansilla, uno de los mayores expertos en el estudio de las enfermedades de la vid en Galicia. Las enfermedades de la madera en viñedo están causadas por un conjunto de hongos -normalmente intervienen varios tipos de hongos en la misma planta- y cuyos síntomas son un decaimiento de la vid que pueden llegar incluso a provocar la muerte. “La clave es conocer el ciclo biológico de los hongos que provocan estas enfermedades, en lo que aún hemos avanzado poco, lo que hace que se estén dando tratamientos a ciegas”, valora el experto.
Las enfermedades de la madera pueden estar causadas por hasta 10 hongos, lo que provoca que haya multitud de síntomas y sea difícil diagnosticarlas a simple vista
El hecho de que las enfermedades de la madera pueden estar provocadas por varios tipos de hongos dificulta detectar los síntomas. “Con frecuencia intervienen hasta 10 hongos en la misma planta lo que lleva a que aparezcan un cúmulo de síntomas”, explica Mansilla. Así, realizar un diagnóstico visual resulta muy difícil. Si bien, las nuevas técnicas de diagnóstico cada vez más rápidas y eficaces se han convertido en un buen aliado para detectar enfermedades de la madera. “Ahora con las PCR y la tecnología molecular podemos diagnosticar una enfermedad causada por enfermedades de la madera en menos de una semana, cuando antes llevaba meses”, concreta el investigador.

Posibles causas

El investigador Pedro Mansilla apunta algunas de las causas posibles que originen las enfermedades de la madera: -Deficiencias en el cuidado sanitario en los viveros: Las plantas llevan un pasaporte sanitario que garantiza que están libres de determinado número de patologías, pero no de enfermedades de la madera, ya que hasta ahora en la Unión Europea no se exige dicho documento. Así, los viveros pueden ser una de las vías de contagio de este tipo de enfermedades. -Cambios en el manejo del viñedo. La realización de podas mecánicas agresivas puede propiciar la aparición de estos hongos. Mansilla recomienda evitar realizar grandes cortes en la poda. -Eliminación de la autorización de uso del arsenito sódico en viñedo. Las restricciones de utilizar este compuesto inorgánico, altamente tóxico, y el hecho de que no haya alternativas eficaces provoca mayores dificultades para controlar las enfermedades de la madera.

 Principales enfermedades de la madera

Las enfermedades de la madera pueden estar causadas por hasta 10 hongos diferentes, pero entre ellos destacan 5 de ellos, los más habituales en los viñedos. El experto señala también los agentes implicados en cada una de ellas. -Síndrome Yesca. Es un complejo de hongos conocidos desde la antigüedad, ya que griegos y romanos ya dejaron constancia de su presencia. En 1920 ya se identificó que entre los agentes implicados para la aparición de Yesca estaban Phellinus igniarius y Stereum hirsurtum. En la década de los noventa se sumaron otros agentes a la lista de hongos implicados en la aparición de la yesca como Phaeroacremonium aleophilum, Phaeomoniella chlamydospora, Fomitiporia punctaca y Eutypa. -Botryosphaeria. Son hongos oportunistas que permanecen en estado de lactancia hasta que tienen buenas condiciones para desarrollarse. En la planta penetran por heridas y aperturas naturales y atacan a tallos, ramas y hojas. “Son patógenos muy virulentos en casos de estrés biótico o abiótico”, explica el investigador. Cepa afectada por Eutypa. -Eutipiosis. Es otro de los hongos que se incluye en la lista que causan enfermedades de la madera en el viñedo. En este caso los agentes implicados son Eutypa lata (teleomorfo) y Lybertella blepharis (anamorfo). -Brazo negro muerto. En este caso los agentes que intervienen son Ascomycetes como Diplodia sp, Fusicoccum sp, Neofusicoccum sp y Dothiorella sp. -Enfermedad de Petri. Entre los agentes implicados se encuentran Phaeomoniella chlamydospora, Phaeoacremonium, Cadophora sp. Entre las plantas jóvenes es más habitual detectar enfermedades de Petri, Pie negro, así como podredumbre en la zona del injerto y necrosis de sarmientos jóvenes. Mientras, en las plantas adultas se suele detectar necrosis de la madera, podredumbre esponjosa de la madera, síndrome Yesca, Eutipiosis y Brazo negro muerto.

Enfermedades de la madera en Galicia

En Galicia, Mansilla realizó un estudio sobre la incidencia de las enfermedades de la madera en viñedo en el que se incluyeron muestreos en las 4 Denominaciones de Origen, así como tomas de muestras en viveros. En las plantas adultas analizadas el hongo que más detectaron fue Phaeomoniella chlamydospora, uno de los agentes implicados en las Enfermedades de Petri o en el complejo de yesca. También detectaron en gran medida la presencia de Sphaeropsis malorum. En el caso de los viveros, en los patrones detectaron sobre todo Cylindrocarpon spp, hongo causante del pie negro en viñas jóvenes, que también está asociado con la enfermedad de Petri. Este hongo es también el más frecuente aislado en patrones en la zona de inserción de raíces. También detectaron Phaeoacremonium aleophilum y Phaeomoniella chlamydospora. En raíz, también destaca la presencia de Phytophthora cinnamomi en raíz. Mientras, en los injertos de los viveros lo que más detectaron fueron Sphaeropsis malorum y Phomopsis vitícola.

Futuro de la lucha contra las enfermedades de la madera

El fitopatólogo Pedro Mansilla apunta algunas de las claves que pueden ser decisivas en un futuro en la lucha contra las enfermedades de la madera en los viñedos. 1) DIAGNÓSTICO PRECOZ: Se ha avanzado mucho con la tecnología molecular y con las PCR que pueden identificar la enfermedad para así aplicar un tratamiento específico. 2) CONTROL BIOLÓGICO: El uso de las trichodermas está ofreciendo muy buenos resultados como medida de prevención en plantas de vivero. Aunque, si las plantas ya están infectadas hay más interrogantes sobre su eficacia. “Preferentemente que las trichodermas procedan de nuestros viñedos, pues tendrán mayor eficacia”, indica Mansilla. Si bien, por el momento no es posible conseguir trichodermas autóctonas comerciales. 3) VITICULTURA DE PRECISIÓN. 4) USO DE PRODUCTOS BIOESTIMULANTES para dar respuesta al estrés biótico y abiótico de la planta. “Lo que más hemos trabajado son micorrizas, en concreto con endomicorrizas, que mejoran la absorción de nutrientes y agua por parte de la vid”, explica el investigador. Además, si el potencial de inoculo en el suelo es medio/bajo las micorrizas ofrecen muy buenos resultados, pero si es alto pueden acabar por matar a la planta. Además de los microorganismo antagónicos como las micorrizas, también se utilizan como bioestimulantes extractos vegetales (algas, cítricos, aguacate) o extractos de procesos fermentativos (enzimas, metabolitos secundarios…) 5) CUARENTENAS: Mansilla recomienda estar atentos a todas las cuarentenas que se decreten. En este momento en Galicia se ha decretado una cuarentena por la flavescencia dorada.

Medidas de prevención

A corto plazo, existen prácticas que contribuyen a reducir el riesgo de incidencia de las enfermedades de la madera. Recogemos las más significativas según el experto: -Podar con tiempo seco. -Desinfectar las herramientas. El investigador recomienda utilizar agua oxigenada para este fin, ya que es un método que garantiza que se haga un corte limpio. El experto incide en que el alcohol, si no se quema después, no proporciona una correcta desinfección de la herramienta y puede seguir habiendo riesgo.   -Sellar las heridas con un cicatrizante es una práctica que aún genera cierta controversia, con partidarios y detractores de ella. Mansilla considera que es muy recomendable y prueba de ello es que tiene una honda tradición, ya que antiguamente se utilizaba el barro a modo e sellador para las heridas. “Se busca que las esporas que caigan no tengan la herida abierta para penetrar así en la madera”, explica el experto. En la actualidad, pueden utilizarse soluciones como el propio compuesto de cobre que se utiliza para tratar las viñas. En este caso, para que sirva a modo de cicatrizante debe reducirse la cantidad de agua para que quede una pasta espesa. También hay productos específicos cicatrizantes que incluyen fungicidas, aunque estas soluciones tienen un plazo de seguridad que respetar. Además, hay que controlar si se agrietan los cicatrizantes, en cuyo caso habría que aplicarlo nuevamente. -Destruir los restos de poda. Los expertos desaconsejan la trituración e incorporación al terreno. -Disponer de material de cultivo sano. Mansilla recomienda realizar análisis del material empleado. “Cuando recibimos una partida de plantas del vivero debemos coger una muestra representativa (por ejemplo 10 o 20 plantas por cada 1.000 ejemplares) y enviarla al Laboratorio Agrario e Fitopatolóxico de Galicia (Lafiga) para su análisis. -Mejora genética para buscar variedades de vid resistentes. Aunque es una línea de trabajo interesante, resulta complicada y los resultados son a largo plazo. -Dejar descansar los terrenos de monte antes de plantar viñedo. En las nuevas plantaciones de viñedo en monte es recomendable dejarlo descansar y destoconar bien antes de plantar el viñedo. De lo contrario hay un riesgo alto de que haya problemas de Armillaria mellea. “Si el terreno antes estaba con pinos tendremos Armillaria spe, que no le afecta a la vid, por lo que no tendríamos problema”, explica el investigador. Además, como medida preventiva funciona muy bien el uso de trichodermas.

Recomiendan renovar los tratamientos contra el mildiu

Las nieblas que cubrieron buena parte del territorio gallego durante esta última semana generaron unas condiciones propicias para la aparición de mildiu. Además, la previsión de chubascos para los próximos días lleva a que desde la Estación Fitopatolóxica de Areeiro, centro dependiente de la Diputación de Pontevedra, recomienden en su último boletín sanitario renovar los tratamientos frente a esta enfermedad. Los técnicos insisten también en que, aún en el caso de ya haber aplicado un tratamiento contra el mildiu, la protección puede verse reducida si finalmente se registran lluvias, con lo que sería recomendable repetirlos en los próximos días. "Si el tratamiento ha sido hecho sólo con cobre y se registran lluvias abundantes, es probable que se lave y habrá que tratar nuevamente. Si la intervención fue con un producto penetrante unido al cobre, el tiempo de protección se reducirá", concretan los técnicos de Areeiro. Además, para prevenir una mayor afección de los viñedos, consideran prioritario llevar a cabo labores culturales como despuntes, deshojas y desbroces, para facilitar la ventilación de las viñas y reducir el incidencia del patógeno.

Alerta por mildiu larvado

En esta última semana, en Areeiro han recibido un gran número de avisos de profesionales que detectaron en sus viñedos daños por mildiu larvado en muchas viñas. En algunos casos, con ataques de más del 25% de los racimos, mientras en general la hoja estaba sana. Sin embargo, en las parcelas examinadas por el personal de la Estación Fitopatolóxica por el momento no se apreciaron este tipo de daños y sólo observaron manchas en los brotes terminales, pero las uvas, en general, se encuentran en un estado excelente. El personal especializado de Areeiro valora que estos daños detectados en los viñedos se deban a un inadecuado mantenimiento de las viñas en algún momento de la campaña, toda vez que los episodios reiterados de humedad y altas temperaturas provocaron un gran desarrollo de vegetación que dificulta la ventilación de los racimos. También señalan que estos daños por mildiu larvado se pueden deber a una elección inadecuada del fungicida o las condiciones de aplicación poco convenientes para conseguir que el producto proteja la viña. Incluso, algunos de los daños identificados inicialmente como mildiu resultaron ser consecuencias de golpes de calor. Aunque las condiciones meteorológicas registradas en esta semana son propicias para la aparición de oído, el estado fenológico en el que se encuentran los racimos hacen que sean ya poco sensibles a esta enfermedad. "Sólo observamos síntomas puntuales en algunos granos de viñas donde ya se habían observado daños previos", concretan los técnicos. Con todo, inciden en evaluar la eficacia de los tratamientos ya dados y si las viñas presentan síntomas recientes recomiendan aplicar uno nuevo, que será probablemente el último que precisen en esta campaña. También están registrándose unas condiciones favorables para el desarrollo de black rot, sin embargo apenas han detectado por el momento daños por esta enfermedad. Pese a eso, en aquellas viñas más sensibles a este patógeno recomiendan mantener aun la vigilancia y, en el caso de incrementarse los daños, aconsejan aplicar un último tratamiento contra el patógeno. Por el momento, las viñas tampoco presentan daños por botritis, incluso aquellas variedades más propensas. El riesgo se incrementa con el aumento de los niveles de azúcar en las uvas si se combina con condiciones meteorológicas favorables como las de esta semana. Así, desde Areeiro inciden en mantener un buen estado sanitario de las uvas e incrementar la vigilancia donde haya daños o heridas en los racimos. En la Estación Fitopatolóxica también aconsejan supervisar las viñas para evitar daños de Lobesia botrana, por la incidencia directa de las penetraciones de las orugas en la aparición de las podredumbres. Por ahora apenas capturaron ejemplares, pero recomiendan mantenerse alerta. Tampoco detectaron hasta el momento mucha presencia de cicadelios. Por otra parte, recomiendan cortar las plantas afectadas por enfermedades de la madera y que no sean recuperables, retirando los restos de la madera del entorno de los predios para evitar la transmisión de estos patógenos.

Últimos avances en prevención y control de enfermedades de la madera en viñedo

Uno de los principales medios de dispersión de la mayoría de los hongos causantes de las Enfermedades de la Madera en Viñedo (EMV) es a través del material de propagación. No existen medidas de control curativas, por lo que es de suma importancia la utilización de planta con la mayor calidad fitosanitaria posible. De hecho, estudios realizados en España han demostrado la infección de plantas madre de vid con diversos hongos de la madera y su presencia en distintas fases del proceso de producción de planta injertada en vivero.

1) La importancia de los viveros para evitar la propagación de las enfermedades de la madera

La prohibición, a principios de la última década, de productos químicos como los bencimidazoles carbendazima y benomilo, altamente eficaces para el control de las EMV en viveros, junto con las altas restricciones a las que se enfrentan actualmente los fungicidas químicos en la mayoría de los países del mundo, por sus efectos nocivos para la salud humana y el medio ambiente, hacen muy complejo el manejo de estas enfermedades. Los tratamientos de termoterapia con agua caliente (TAC) de hasta 53ºC durante 30 minutos reducen significativamente la presencia de los agentes patógenos causantes de EMV sin que se vea afectada la viabilidad de la planta, aunque su efectividad no es total. La TAC no está implantada en la producción de planta por los viveros para el control de las EMV, pero sí está siendo utilizada para eliminar otros agentes fitopatógenos, como el fitoplasma causante de la flavescencia dorada o la bacteria Allorhizobium vitis. Además, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) recomienda el tratamiento por TAC de 50°C durante 45 minutos para eliminar la bacteria Xylella fastidiosa, agente causal de la enfermedad de Pierce, y sus subespecies, del material de propagación en viveros de vid. En los últimos años se ha puesto de manifiesto el potencial de diferentes microorganismos, sobre todo hongos del género Trichoderma, para combatir los patógenos de la madera en viveros de vid. Cabe destacar la eficacia del producto Vintec® (Trichoderma atroviride SC1), comercializado por Belchim Crop Protection, el cual es el único producto registrado en España para uso en vivero contra hongos de la madera de la vid. En estudios recientes se ha demostrado que la aplicación de Vintec® en viveros reduce significativamente la incidencia de los hongos de la madera. La inoculación de planta injerto en pre-plantación con actinobacterias (Streptomyces spp.) redujo significativamente la infección por hongos asociados a la enfermedad de Petri y el pie negro en campos de vivero. Otro punto importante para el control de las EMV es el suelo de los campos de propagación de los viveros, en el que residen importantes fuentes de inóculo de estas enfermedades. La rotación de cultivos, que de forma estándar se realiza en viveros consistente en la sustitución del cultivo cada 2 a 4 años por un cultivo de cobertura, no es efectiva frente a los hongos causantes de EMV, por lo que se han planteado nuevas estrategias para su control. La biofumigación con mostaza blanca reduce el inóculo de Dactylonectria torresensis en suelo, así como la incidencia y severidad de Pie negro en planta injerto, por lo que se debe considerar como una herramienta más para el manejo integrado de la enfermedad.

2) La plantación y los primeros años de cultivo

Los plantones deben tener un grosor adecuado, con un callo bien cicatrizado en su base y en el cual de distribuyan uniformemente las raíces (Figura 1a). La plantación debe realizarse correctamente, procurando que las raíces queden hacia abajo, no dobladas hacia arriba. La aparición de síntomas en el terreno definitivo se ha relacionado con el estrés a que se somete la planta para su entrada en producción, por lo que con frecuencia se recomienda evitar el cultivo intensivo en los primeros años tras la plantación.

3) Valoración de la eficacia de los productos para proteger las heridas de poda

En plantaciones adultas se suelen recomendar medidas de lucha de carácter general, como retirar y quemar los restos de poda (Figura 1b), y proteger las heridas de poda con productos autorizados. En este sentido, existen cuatro productos autorizados para proteger las heridas de poda en el registro de productos fitosanitarios del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, tres basados en agentes de control biológico (ACB) y uno basado en materias activas fungicidas: Esquive® (Trichoderma atroviride cepa I-1237), Vintec® (T. atroviride cepa SC1), Blindar® (T. asperellum cepa ICC012 y T. gamsii cepa ICC080) y Tessior® (polímero líquido, piraclostrobin 0,5% y boscalida 1%). Aunque se han obtenido resultados prometedores con el uso de ACB, éstos no han sido consistentes, observándose diferencias en la eficacia dependiendo, entre otros factores, del ACB y su cepa específica, el patógeno objetivo, el método de aplicación, el tiempo de exposición al ACB e incluso los cultivares de vid y portainjertos sujetos a estudio. Por otra parte, la mayoría de los estudios realizados hasta el momento se han llevado a cabo en condiciones controladas, por lo que se hace necesaria la realización de más ensayos en campo para conocer la efectividad real de estos productos. En este sentido, algunos grupos de investigación en España están evaluando la eficacia de varios productos para proteger las heridas de poda en viñedo. Recientemente, en dos viñedos adultos de la D.O. Valdeorras (Galicia), se evaluó la eficacia de varios productos biológicos (Esquive® y Vintec®), químicos (Enovit Metil®) o combinación de materias activas fungicidas con una barrera física (Master+Song® y Tessior®), para la protección de heridas de poda contra infecciones artificiales causadas por Pa. chlamydospora (yesca de la vid) y D. seriata (decaimiento por Botryosphaeria). En las condiciones de cultivo de este estudio la aplicación de Tessior® y Master®+Song® proporcionaron un porcentaje medio de control de la enfermedad causada por P. chlamydospora (51% y 67%, respectivamente) y por D. seriata (82% y 60%, respectivamente) significativamente mayor que los otros tratamientos. Resultados similares se han obtenido en un estudio reciente llevado a cabo en un viñedo joven en California, donde la combinación piraclostrobin y boscalida (Pristine® en EE.UU.; Bellis® en España) o metil tiofanato y miclobutanil (Topsin® + Rally®) con un polimero líquido basado en una resina (Latron B-1956®) resultaron ser los productos más eficaces para proteger las heridas de poda contra la infección por hongos de la madera.

4) La importancia de la época de poda

Respecto a la época de poda, investigaciones recientes llevadas a cabo en Cataluña, Galicia, Navarra y en La Rioja sugieren que la poda debe adelantarse lo antes posible en el tiempo ya que de esta forma se consigue minimizar el riesgo de infecciones naturales. Sin embargo, la dinámica de dispersión del inóculo aéreo de los patógenos asociados a las EMV y, por tanto, el riesgo de infección puede variar mucho entre años y localizaciones en función de las variables ambientales. Recientemente se ha desarrollado un modelo epidemiológico capaz de predecir la dispersión de Phaeomoniella chlamydospora (yesca de la vid) en función de las condiciones ambientales que, actualmente, se encuentra en fase de validación. Los modelos predictivos aplicados sobre los diferentes patógenos asociados a las EMV resultarán muy útiles para identificar los periodos de riesgo de infección. Durante los periodos de riesgo se podría, por ejemplo, evitar la poda o proporcionar una adecuada protección a las heridas. Estos modelos debidamente validados podrán incorporarse a los sistemas de apoyo a la toma de decisiones relacionadas con una gestión eficiente de las EMV. Otro aspecto importante relacionado con la poda es que nunca debe realizarse después de una lluvia, medida de gran importancia cuando exista riesgo de infección por E. lata y por hongos pertenecientes a la familia Botryosphaeriaceae. Cuando durante la poda se detecte algún tipo de necrosis o podredumbre se debe ir cortando hasta encontrar tejido sano. En algunos casos, especialmente en plantas afectadas por eutipiosis o decaimiento por Botyrosphaeria, se puede rejuvenecer una cepa a partir de un brote basal (Figura 1c).

5) Empleo de variedades, clones y portainjertos más tolerantes a la enfermedad

La sostenibilidad ambiental de la producción vitícola es una exigencia del consumidor y la legislación cada vez restringe más el uso de fungicidas que se han utilizado tradicionalmente, lo que está aumentando el interés por el uso de variedades, clones y portainjertos más resistentes a las enfermedades. La utilización de cultivares y portainjertos resistentes es un elemento clave para la gestión integrada de las EMV, a las cuales son muy susceptibles los cultivares y portainjertos de mejor adaptación pedoclimática e interés comercial (ej. cultivar ‘Tempranillo’ y portainjertos 110 Richter, 140 Ruggeri, 41 Berlandieri, 1103 Paulsen). Los estudios realizados en España mostraron que el portainjerto 161-49 Couderc era el menos susceptible entre cinco portainjertos de vid previamente inoculados con patógenos causantes de la enfermedad de Petri. Lamentablemente, este portainjerto ha sido recientemente retirado del mercado en Francia debido a los problemas observados de producción de tilosas en el sistema vascular, y otros síntomas como pérdida de vigor al cabo de 3-4 años tras la plantación, variación en el diámetro del tronco y disfunciones en la anatomía del sistema vascular. Actualmente, existen investigaciones en curso financiadas con proyectos nacionales en las que se pretende identificar material vegetal tolerante a las EMV mediante bioensayos con condiciones que aseguran el desarrollo óptimo de la enfermedad. En concreto, se está investigando en bancos de germoplasma de variedades comerciales y minoritarias, clones de ‘Tempranillo’, y portainjertos.
 

Autores:

Sonia Ojeda, Beatriz López-Manzanares y Rebeca Bujanda, David Gramaje, del Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino (ICVV) María del Pilar Martínez-Diz y Emilia Díaz-Losada, de la Estación de Viticultura y Enología de Galicia (EVEGA)

Guía para identificar las enfermedades de la madera en viñedo

Actualmente, las enfermedades de la madera en viñedo que presentan una mayor incidencia en planta joven en España son la enfermedad de Petri, el pie negro de la vid y el decaimiento por Botryosphaeria. Esta última enfermedad también puede afectar a vides adultas, junto con la yesca y la eutipiosis (figura 1).

Enfermedad de Petri:

Los síntomas en campo de la enfermedad de Petri y el pie negro son difíciles de distinguir y pueden confundirse con síntomas causados por factores abióticos como heladas o déficit hídrico, u otros factores bióticos como el ataque por nematodos. En los primeros años tras la plantación se observa retraso en la brotación, escaso desarrollo, achaparramiento, entrenudos cortos, clorosis y amarilleamiento. La enfermedad de Petri está causada por hongos pertenecientes al género Phaeoacremonium, y las especies Phaeomoniella chlamydospora y Cadophora luteo-olivacea. Afectan principalmente a la parte basal del patrón, colonizando los tejidos xilemáticos, de modo que al realizar cortes transversales y longitudinales de la madera se aprecian pequeñas punteaduras o estrías necróticas, respectivamente, correspondientes a los vasos afectados por la enfermedad, observándose en ocasiones exudaciones gomosas (figuras 2B y C). Figura 2. A) Síntomas de decaimiento en plantas jóvenes de vid; cortes transversales (B) y longitudinales (C) de un portainjerto joven de vid mostrando necrosis xilemática.

Pié negro:

La enfermedad del pie negro se caracteriza por afectar al sistema radicular y a la base del patrón, provocando lesiones necróticas que resultan en una reducción de la masa radicular (figura 2D y E). Esta enfermedad está causada por especies pertenecientes a los géneros Campylocarpon, Cylindrocladiella, Dactylonectria, Ilyonectria, Neonectria yThelonectria.  D) reducción de la masa radicular en plantas afectadas; E) corte transversal de una planta joven de vid afectada por pie negro.

Enfermedad del decaimiento por Botryosphaeria:

La enfermedad del decaimiento por Botryosphaeria, causada por 26 especies de la familia Botryosphaeriaceae, se caracteriza por producir necrosis sectoriales de la madera de los brazos o del tronco principal de las plantas que causan su desecación y muerte (figura A y B). A) síntoma en campo del decaimiento por Botyrosphaeria: desecación de sarmientos y muerte del brazo; B) necrosis sectoriales en la madera que toman color marrón oscuro y consistencia dura.

Yesca:

La yesca está causada por los hongos Phaeomoniella chlamydospora y Phaeoacremonium spp., y por varios hongos basidiomicetos, siendo el más frecuente Fomitiporia mediterranea. Esta enfermedad puede presentarse externamente bajo dos formas según su evolución: lenta y rápida o apopléjica. En la primera, las hojas muestran coloraciones en las zonas internerviales, que posteriormente evolucionan a necrosis (figura 3C). La producción se reduce y los racimos incluso llegan a pasificarse prematuramente. Estos síntomas pueden manifestarse de forma crónica en algunas plantas y de forma totalmente errática en otras, de manera que aquéllos se desarrollan un año pero no el siguiente. En la forma apopléjica, que se da sobre todo en verano, se produce la muerte repentina de la planta (figura 3F). Las secciones transversales de los troncos afectados muestran una variedad de síntomas internos de la madera, como estrías necróticas en el xilema, a veces rodeadas por una decoloración de la madera de color rosa a marrón (figura 3D). En estados avanzados de la enfermedad, suele observarse una podredumbre seca y esponjosa de la madera en las zonas centrales del tronco o brazos (figura 3E). C) síntomas externos de yesca asociados a la forma lenta o crónica: coloraciones internerviales en hojas que toman progresivamente una coloración rojiza en las de uva tinta; F) síntomas externos de yesca asociados a la forma rápida o apopléjica: muerte repentina de la planta; síntomas de yesca en madera de vid: punteaduras necróticas en el xilema (D) y podredumbre esponjosa de color blanco–amarillento (E)

Eutipiosis:

La eutipiosis, causada por el ascomiceto Eutypa lata y otros 23 hongos diatripaceos, se caracteriza por una necrosis sectorial de color marrón oscuro en las secciones transversales de la madera. Las plantas afectadas desarrollan brotes débiles, con entrenudos cortos, hojas más pequeñas algo deformadas, cloróticas y con necrosis generalmente marginal (figura 3G y H). Los síntomas foliares pueden aparecer de 3 a 8 años después de la infección y variar de un año a otro. Los racimos maduran de manera desigual, son pequeños y, en casos severos, los frutos se pasifican y mueren. (G) y H) síntomas externo de eutipiosis: brotes débiles, con entrenudos cortos, hojas más pequeñas y algo deformadas, cloróticas y con necrosis, generalmente marginales.

Autores: 

Beatriz López-Manzanares, Sonia Ojeda, Rebeca Bujanda y David Gramaje, del Instituto de Ciencias de la Vid y el Vino (ICVV) de La Rioja.

María del Pilar Martínez Diz y Emilia Díaz Losada, de la Estación de Viticultura e Enoloxía de Galicia (EVEGA-AGACAL)

“Los viñedos duran cada vez menos porque se poda mal”

En las últimas décadas la incidencia de las enfermedades de la madera ha provocado un descenso creciente en la vida media de los viñedos, siendo cada vez más difícil que las plantas alcancen edades longevas. Unas malas prácticas de poda y la generalización del cordón royat, un sistema de conducción que mal aplicado incrementa las enfermedades de la madera de la vid, están en buena medida detrás de esta problemática. Así lo defiende Roc Gramona, director técnico de la Academia de Poda, el primer centro de España que ofrece formación para mejorar la poda del viñedo. En concreto, ofrecen por toda la geografía española cursos de formación: uno inicial de operario de poda y otro de técnico de poda, específico para personas con cierta experiencia. Además, la Academia de Poda ofrece también servicios de asesoramiento para el injertado de la vid y de poda de respeto. Hablamos con este enólogo y responsable de I+D en Bodegas Gramona de su interés por el mundo de la “poda responsable” del viñedo y de como puede ayudar a lograr una viticultura más sostenible. -¿Como surgió tu interés por el mundo de la poda de viñedo? Soy enólogo de formación y donde estudié, en Tarragona, en la Facultad de Enología de la Universidad Rovira i Virgili, la parte de viticultura se toca poco. El interés surgió en nuestra bodega familiar, casa Gramona, en Sant Sadurní d´Anoia. Mi padre conoció en 2010 a  Marco Simonit y Pierpaolo Sirch, los divulgadores en Italia de la conocida como poda de respeto, para reducir la incidencia de las enfermedades de la madera. Vinieron a nuestra bodega, donde nos impartieron una asesoría durante 2 años. Yo nunca había podado la vid y tuve la suerte de que me fui formando con ellos en la poda de respeto. Posteriormente, también continué la formación con el máster en poda de la Universidad de Burdeos. No creo que haya un único creador de poda de respeto: en España en la viticultura tradicional ya se hacía desde antiguo con la poda en vaso, donde aún encontramos cepas centenarias en pié franco, o con el sistema de vara y pulgar en Jerez. Hay sistemas de poda tradicional que son sostenibles puesto que respetan los flujos de savia de la planta. En Francia también han sido pioneros en la recuperación de sistemas de poda que permiten aumentar la longevidad de las cepas, y en este sentido destacaría a François Dal, divulgador de la técnica conocida como Guyot Poussard. Ahora estamos aprendiendo lo que hemos desaprendido con la llamada viticultura moderna, puedes ver un viñedo viejo y lo bien que se hacían los cortes de poda. -Eres el director técnico de la Academia de Poda. ¿Que es y por que decidísteis impulsarla? Mi padre en 2010 era presidente de Innovi, el cluster del sector vitivinícola catalann. En 2014 se impartieron unas jornadas de formación en poda a través del INCAVI, el Instituto Catalán de la Viña y el Vino, y despertaron gran interés. Esto nos llevó a darnos cuenta de que en España, a diferencia de Italia o de Francia, no había escuelas de poda de viñedo. De la mano de  Marco Simonit y Pierpaolo Sirch fuimos creando la academia, primero a través de cursos entre 2014 y 2017. Esa primera formación iba orientada a formar personal cualificado para poda, una necesidad importante para las bodegas. A partir de 2018 yo me encargo de la dirección e intentamos impartir formación fuera de Cataluña, empezando a trabajar en Ribera del Duero y en Rioja, y ahora ya impartimos también formación en buena parte de las DO´s de España. -¿Que tipo de formación os demanda más el sector vitivinícola? Por una parte, cualificación del personal temporal para la poda de viñedo. Esa sería la parte principal, pero ahora lo que más nos demandan viticultores y bodegas es formación para conocer la poda de respeto. -¿Que se demanda hoy para un buen podador o injertador en viñedo? ¿Hay demanda de estos puestos de trabajo? Hay pocos injertadores y pocos buenos podadores quizás porque se ha recortado demasiado en costes, el precio del vino en muchas zonas se mantiene bajo y cada vez los viticultores y bodegas tienen menos contacto con los trabajos de la viña, de forma que la poda se subcontrata a empresas de servicios agrícolas.
“La edad media de los viñedos está disminuyendo alarmantemente porque se poda mal”
Sin embargo, estamos viendo que la edad media del viñedo está disminuyendo alarmantemente, quizás porque se están podando mal y porque se dedica menos tiempo a la viña, además de por la extensión en las últimas décadas del sistema de conducción cordón royat, que obliga a realizar periódicamente rebajes y, por lo tanto, grandes cortes en la cepa. Para mi un buen podador es un buen observador año tras año de sus vides y que aplica una metodología de poda de respeto, conociendo lo que está provocando en la planta cada vez que la poda. Si no invertimos en podar mejor nuestros viñedos seguirán deteriorándose cada vez más, con menos longevidad y mayor incidencia de las enfermedades de la madera. -¿Cual sería el país referente para ti en buenas prácticas de poda y buena formación de los profesionales y por qué motivos? Destacaría Francia e Italia y eso también está relacionado porque son también los países con mayor precio medio del vino y donde más se valora, invirtiendo más en las labores del viñedo como la poda. -¿Que errores comunes detectáis que en las prácticas de poda en el viñedo español en las últimas décadas? El error principal es la mecanización del viñedo y la implantación de un sistema de conducción como el cordón, que es un sistema muy limitante a nivel de ramificación. Y si no dejas ramificar y crecer algo la planta cada año debes realizar de forma periódica grandes cortes de rebaje. El cordón está perjudicando mucho a nivel mundial a la viticultura, porque además ha “contaminado” a los otros sistemas de conducción, que han imitado la moda de realizar rebajes y de no dejar madera de respeto en los cortes de poda, un aspecto estético que considero estúpido como es hacer los cortes rasos.
“El cordón royat está perjudicando mucho a la viticultura a nivel mundial”
-Desde la Academia de Poda insistís en los principios de la poda responsable. ¿Cuales son las claves para una poda que permita tener viñedos más longevos y sanos? El más importante es permitir la ramificación de la planta, permitiendo un crecimiento anual de la planta, sin hacer rebajes de grandes dimensiones. El segundo principio es ordenar los cortes, realizándolos en el mismo lado de la planta, de forma que el flujo de savia sea limpio y continuo en el otro lado. Otro aspecto clave es realizar cortes de pequeñas dimensiones: hacer cortes de madera de un año, respetando la corona, y como mucho en madera de dos años. Y por último, dejar madera de respeto cuando podamos, sobre todo cuando es madera de segundo año, para evitar que la desecación del corte penetre en la planta y dificulte el flujo de savia. -En cuanto a los sistemas de conducción, ¿Cual sería para ti el más respetuoso con una poda responsable? A nivel de poda corta el mejor es el vaso, pues no tienes limitación prácticamente de espacio en cuanto a la ramificación de la vid. Es cierto que es menos mecanizable y no se puede vendimiar a máquina, pero si se puede despuntar y realizar las labores agrícolas a máquina sin problema En sistemas de poda larga destaca nuestro autóctono de vara y pulgar, y en los foráneos destacaría el Guyot Poussard, que si respeta el flujo de savia y permite el crecimiento anual de la planta.
 “De los sistemas de conducción de la vid me quedaría con el vaso”
En cuanto al emparrado, no lo conozco mucho pero creo que se le puede aplicar sin problema una poda de respeto, sin hacer rebajes y dejando ramificación. -Sin embargo el vaso dificulta la mecanización del viñedo. ¿Existen vías intermedias que conjuguen poda responsable y mecanización de las labores? Se puede aplicar un sistema de ramificación en cordón, dejando crecer los pulgares, o la palmeta, como punto intermedio entre cordón y vaso. -Estamos en los meses de poda del viñedo. ¿Cuales serían los momentos óptimos para podar? Si hay luna ascendiente y hay exceso de vigor es cuando se debe podar. Si por el contrario, nos interesa que la planta acumule reservas buscaríamos podar en luna descendiente. En cuanto al mes, quizás principios de enero sea el mejor mes, sin buscar temperaturas demasiado frías, pero tampoco esperar a primavera, pues las temperaturas más elevadas y mayor humedad repercuten en una mayor incidencia de las enfermedades de la madera, como la yesca. La clave para reducir estas patologías es reducir los cortes y su tamaño y seguir unas pautas de higiene, desinfectando los equipos de poda.

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“Para controlar la yesca en viñedo la clave es minimizar las infecciones en las heridas de poda”

La Yesca ha sido definida como la nueva filoxera del siglo XXI por las elevadas pérdidas económicas que provoca en los viñedos. La prohibición del arsenito sódico complicó aún más la lucha contra esta patología. Para conocer más sobre esta enfermedad y las medidas de prevención que podemos adoptar, entrevistamos a Mónica Berbegal Martínez, doctora Ingeniera Agrónoma, investigadora y profesora asociada en la Universidad Politécnica de Valencia. Es una de las expertas más destacadas en la aplicación de la epidemiología y biotecnología como herramientas de apoyo a la toma de decisiones en la gestión de enfermedades causadas por hongos fitopatógenos, como el de la yesca. ¿Como surge tu interés investigador por la yesca en viñedo? Desde el año 2001 trabajo en el Grupo de Investigación en Hongos Fitopatógenos del Instituto Agroforestal Mediterráneo en la Universitat Politècnica de València (UPV). Este Grupo tiene una amplia experiencia en el estudio de enfermedades fúngicas de la madera de la vid (EMV), incluyendo la yesca. Mi incorporación a la investigación sobre EMV es más reciente y sobre todo motivada por la necesidad de mejorar el conocimiento sobre la biología y epidemiología de estas enfermedades, un tema en el que pensaba que podría aportar parte de mi experiencia previa como fitopatóloga. ¿Que importancia tiene este enfermedad en la viticultura en este momento y por qué es tan difícil controlarla? La yesca es una de las enfermedades fúngicas de la madera de la vid (EMV) y se desarrolla sobre todo en planta adulta. En España su incidencia media es variable, pero puede generar pérdidas económicas anuales elevadas. Según estimaciones recientes, el coste anual de replantar el 1% de vid del cultivar Tempranillo debido a las EMV, por ejemplo en La Rioja, se estima que asciende a 7,16 millones de euros anuales. La dificultad de desarrollar estrategias de gestión efectivas, convierten a las EMV en una de las prioridades en investigación para el sector vitivinícola y de uva de mesa en todo el mundo. La reducción en la disponibilidad de materias químicas efectivas es una causa importante del impacto que estas enfermedades están teniendo en la sanidad vegetal de las viñas, pero también es consecuencia de los cambios experimentados en la viticultura durante los últimos años. ¿Cuales son los factores que favorecen la aparición de esta enfermedad en la vid? Entre otros se pueden destacar: una explotación más intensiva; la realización de podas más cortas; o la mecanización de prácticas del viñedo, en especial la poda y el abandono de las prácticas de protección de las heridas de poda. ¿Que recomendaciones de manejo darías por tanto a los viticultores para reducir la incidencia de la yesca? En plantaciones adultas se suelen recomendar medidas de carácter general, como retirar y quemar los restos de poda y proteger las heridas de poda con productos autorizados. Creo que toda actuación debe integrarse dentro de una estrategia de gestión global, que incluya diferentes medidas enfocadas a minimizar las infecciones a partir de las heridas de poda en el viñedo desde el momento de la plantación. Y en el caso de los viveros ¿Que papel juegan en la propagación de esta patología? Uno de los medios de dispersión de la mayoría de los hongos causantes de las EMV es a través del material de propagación. No existen medidas de control curativas, por lo que es fundamental la utilización de planta con la mayor calidad fitosanitaria posible. De hecho, estudios realizados en España han demostrado la infección de plantas madre de vid con diversos hongos de la madera y su presencia en distintas fases del proceso de producción de planta injertada en vivero.
“No existen medidas de control curativas contra la yesca, por lo que cualquier acción debe basarse en la prevención”
En el mercado existen en estos momentos diferentes productos para el control de las enfermedades fúngicas de la madera de la vid (EMV)¿Como valoras su efectividad? Como ya he comentado no existen medidas de control curativas por lo que cualquier acción debe basarse en la prevención de las infecciones desde el momento en que se establece el viñedo. En este sentido, lo cierto es que las opciones son limitadas aunque las hay. Por ejemplo, para la protección de heridas de poda, existen cuatro productos autorizados en el registro de productos fitosanitarios del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, tres basados en agentes de control biológico (ACB) y uno basado en materias activas fungicidas. En general, los resultados obtenidos con el uso de ACB son prometedores, aunque algo inconsistentes por lo que se necesita realizar más ensayos de campo para caracterizar mejor la eficacia de estos productos en distintas condiciones ambientales y agronómicas. Su reciente ponencia en el Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino (ICVV) de La Rioja trató sobre "Avances en el desarrollo de una herramienta para la gestión sostenible de la yesca de la vid". ¿Puede explicar cuales son estas últimas innovaciones y que mejora suponen respecto a la situación actual? En este trabajo hemos analizado los factores climáticos asociados a la disponibilidad y dispersión del inóculo aéreo de Phaeomoniella chlamydospora que es uno de los hongos implicados en la Yesca. Esta información se ha utilizado para desarrollar un modelo epidemiológico que nos permita predecir los periodos de riesgo de dispersión de este inóculo en función de las condiciones climáticas. Lo que pretendemos es que una vez validado, podamos utilizar este modelo como herramienta de apoyo a la toma de decisiones relacionadas con la gestión de la enfermedad. Por ejemplo, que en función de las condiciones ambientales nos ayude a decidir el momento óptimo de poda o de protección de heridas para minimizar el riesgo de infección. Esto supone una mejora ya que podríamos optimizar la eficacia de los tratamientos de protección. Sintomas de yesca -¿Cuando prevé que estén disponibles para los viticultores? Actualmente el modelo se encuentra en fase de validación y el objetivo es que forme parte de la plataforma para la gestión sostenible de los viñedos vite.net desarrollada por Horta (https://www.horta-srl.it/es/). Horta es una empresa spin-off de la Università Cattolica del Sacro Cuore (Piacenza, Italia), que ha participado tanto en el desarrollo del modelo y está participando en su validación para su futura implementación. Acumulas una amplia trayectoria en investigación en fitopatología, no sólo de la vid. ¿Resulta ahora más complicado controlar las enfermedades en los cultivos?  ¿Por qué? Nunca ha sido fácil, se ha conseguido en muchos casos, pero puede que a costa de un abuso en la aplicación de tratamientos fitosanitarios. La dificultad actual radica en que tenemos nuevos retos que afrontar relacionados con la gestión sostenible, con pocas materias activas autorizadas disponibles hay que reducir el número de tratamientos aplicándolos en el momento óptimo. Esto requiere de un mayor conocimiento de las enfermedades y los patógenos que las causan, monitorizar el inóculo, los síntomas y las condiciones ambientales, conocer bien el modo de acción de las materias activas y también los diferentes formulados para utilizar los productos más adecuados en cada situación, etc. Con la Comisión Europea reduciendo las materias activas para controlar fitopatologías, ¿Por donde cree que vendrá la solución para controlar y prevenir las enfermedades en los cultivos? Es cierto que se están reduciendo las materias activas pero cada vez disponemos de más herramientas que nos pueden ayudar en la gestión de enfermedades. Por ejemplo, modelos de predicción integrados en sistemas de alerta de riesgo o DSS, redes de estaciones climáticas, y también nuevas técnicas que facilitan la detección y cuantificación del inóculo en diferentes tipos de muestras o el seguimiento de los síntomas. ¿En que otros proyectos de investigación está trabajando en estos momentos? En cuanto a EMV participamos junto con varios grupos de investigación europeos en un proyecto financiado por la UE denominado Biovine (www.biovine.eu) en el que se pretende desarrollar nuevos sistemas vitícolas basados en el aumento de la diversidad vegetal y funcional del viñedo. Para ello, se estudia como las cubiertas vegetales pueden aumentar la biodiversidad contribuyendo al control de plagas y enfermedades. Además, también participamos en un proyecto nacional sobre el desarrollo de nuevas estrategias de manejo integrado de las EMV, concretamente en la evaluación de la sensibilidad de diferentes portainjertos de vid obtenidos a partir de colecciones y bancos de germoplasma.

«Los abonos orgánicos son mucho más beneficiosos para el suelo que los químicos»

La fertilidad de los suelos es uno de los ejes tanto de la agricultura como de la ganadería actuales y se mantiene el debate sobre las actuaciones más aconsejables para garantizarla. Ahondamos, de la mano el ingeniero agrónomo procedente de México, Jesús Ignacio Simón Zamora, en la utilización de los abonos orgánicos. Simón Zamora es uno de los especialistas, reconocido a nivel mundial, en el empleo de este tipo de abonos. Es el fundador y director de la empresa Gaia centrada en la asesoría del uso y elaboración de abonos orgánicos y otros productos empleados en la agricultura ecológica como los hongos entomopatógenos, las bacterias benéficas, los biofertilizantes o los caldos minerales, además de complejos minerales naturales como las harinas de rocas. Abordamos con el experto el empleo de abonos orgánicos y de otras soluciones de fertilización respetuosas con el suelo tanto en la agricultura en general como en la viticultura. De hecho, Simón participó recientemente en una jornada sobre viticultura regenerativa, organizada por un grupo de viticultores en ecológico en Ribadavia. Con él tratamos también la incidencia que determinados tratamientos empleados incluso en la agricultura ecológica pueden tener para los suelos. -¿Por qué elegir hoy en día un abono orgánico para los cultivos? En la actualidad, recuperar los suelos se ha convertido en una tarea imprescindible. El deterioro del suelo y su fertilidad lleva a proponerse no sólo emplear abonos orgánicos, sino la necesidad de cambiar de prácticas agrícolas. Es preciso comenzar a pensar en no renovar los suelos, descartar el uso de herbicidas del tipo del glifosato, entre otras prácticas. -Al hablar de abonos orgánicos, ¿son productos totalmente respetuosos con el medio ambiente? Los abonos orgánicos no sólo son respetuosos, sino que ayudan a regenerar el medio ambiente.
"El deterioro del suelo nos lleva a proponernos no sólo emplear abonos orgánicos sino a cambiar prácticas agrarias"
-¿Se consiguen producciones competitivas con estos abonos frente a las soluciones químicas? Aunque esté muy extendida la creencia de que se obtienen mayores producciones con fertilizantes químicos es preciso cuestionar si las cosechan han sido realmente cosechas rentables por los químicos. ¿Acaso sacar unos kilos más en bruto hace un cultivo competitivo? Tenemos que pensar en los costes que esto realmente ocasiona. ¿La agricultura con venenos y fertilizantes químicos es más barata o económica? -Las propuestas de fertilización química han ganado terreno a los abonos orgánicos y llevan años siendo muy populares y empleadas, pero ¿están teniendo muchas contrapartidas? ¿Provocan un desgaste del suelo aunque se utilicen adecuadamente? Para abordar esta cuestión es preciso echar un vistazo a lo que se ha echo creer acerca de las 'bondades' de la agricultura convencional. Se apunta a que este tipo de agricultura tiene un menor coste, pero la realidad de esa afirmación es que no se han considerado los costes reales de recuperación de los suelos que este tipo de prácticas implica. Un fertilizante químico altera la vida del suelo pero, además, ya provoca que ese cultivo sea dependiente al proporcionarle todo de manera soluble a la planta.
"Los abonos orgánicos regeneran los suelos, no los degradan como hacen los químicos"
También es preciso valorar que se precisa mucho combustible fósil para producir fertilizantes químicos, mientras que para conseguir el abono orgánico no es necesario ningún gasto de combustible, al contrario este tipo de abonos genera energía, en vez de consumirla. Al mismo tiempo, los abonos orgánicos regeneran los suelos, no los degradan como ocurre con los químicos. -¿Hay una tendencia a recuperar los abonos orgánicos? Claramente el empleo de los abonos orgánicos se ha convertido en una corriente mundial después de ser reconocidos por la comunidad agronómica tanto europea como americana. Tenemos que ser conscientes de que sin materia orgánica los suelos están perdidos. -Además de los abonos orgánicos, hay alternativas como el uso de bacterias benéficas que también se consideran una opción respetuosa con el medio ambiente y que son utilizadas por agricultores y ganaderos. ¿Qué beneficios aporta este tipo de bacterias? Los microorganismos se convirtieron en el reconocimiento a la vida del suelo. Estos microorganismos movilizan nutrientes, cuidan a las plantas de enfermedades, descomponen materia orgánica residual y la convierten en humus y muchas otras calidades más.
"Se quiere conseguir un suelo estéril en vez de promover suelos vivos, con diversidad de microorganismos"
-¿Que frena que no sean una opción más popular? ¿Hay riesgos a largo plazo para los suelos o los cultivos con la utilización de estas bacterias? ¿Puede producirse también una descompensación del equilibrio del suelo por utilizarlas? Sólo es miedo. La misma industria de los químicos promueve este miedo fomentando la esterilidad de los suelos. Se habla de inocuidad y se quiere conseguir un suelo estéril en vez de promover suelos vivos, con diversidad de microorganismos actuando en ellos. -Se apunta a que la solución a la falta de productividad de los terrenos es lograr un suelo diverso, ¿cómo se consigue? La fórmula es realmente muy simple. Basta con promover en el suelo el aumento de materia orgánica, microorganismos y enmiendas de harina de rocas que complementen la fertilidad. -Insiste en la importancia de optar por organismos autóctonos frente a otras alternativas que presentan las grandes empresas para conseguir suelos de calidad. ¿Qué desventajas detecta en estas soluciones comerciales que prometen regenerar los suelos? Los microorganismos autóctonos o nativos nos ayudan a regenerar el microbioma del suelo y se realiza desde los microbios que evolucionaron con el mismo. Si nos atenemos a los microbios de laboratorio, aún de empresas grandes, tendrán que pasar años para que se aclimaten a las condiciones del suelo en el que se añaden, por eso es tan importante contar contar con microorganismos autóctonos. -¿En qué medida los complejos minerales naturales pueden ser una solución para atajar plagas como el nematodo de la patata? Apostamos por las harinas de rocas por ser una fuente de nutrientes. Además, este tipo de complejos contribuyen a que proliferen los hongos que atajan a diversos nematodos.

"Los abonos verdes son de las mejores opciones para los suelos"

-Centrándonos en la viticultura, ¿qué valoración hace de los abonos foliares? ¿Cuáles son los más efectivos en viñedo? Existen varios tipos de abonos foliares. Solemos recomendar los hechos a base de microorganismos acidolácticos y las fermentaciones. -¿Qué influencia tienen los tratamientos con cobre en viñedo en la fertilidad del suelo? Se ha comprobado que un exceso de cobre puede llegar a contaminar el suelo. -¿Cómo valora los abonos verdes? Sin duda son una de las mejores propuestas para incrementar tanto la materia orgánica como la salud de los suelos. -Uno de los mayores problemas del viñedo hoy por hoy son las enfermedades de la madera, como la yesca. ¿Qué papel cree que puede jugar la gestión del suelo en la prevención o en la lucha contra este problema? El incremento de la población de microorganismos de un suelo puede llegar para reducir la presencia de diversas enfermedades. Aunque, también hay preparados de caldos minerales que pueden ayudar a reducir su ataque.

¿Es aconsejable incorporar los restos de poda a la viña?

En los últimos años se generalizó la práctica de triturar las vides de la poda para incorporarlas superficialmente al viñedo, básicamente por motivos económicos -abarata los costes respecto a recogerlas- y también medioambientales. Antiguamente estas vides se solían recoger en manojos para combustible en los hogares -también para calentar hornos o forjas-, aunque también se enterraban en gavias en las viñas como abono, junto a estiércol, tojo...etc. Sin embargo, la propagación en las últimas décadas de las llamadas “enfermedades de la madera”, la principal causa de muerte de vides en este momento, pone en cuestión estas prácticas. Recabamos la opinión de tres expertos en la materia: Rosa Pérez Otero, de la Estación Fitopatológica de Areeiro; Francisco Rego González, investigador jubilado de la Estación de Viticultura y Enología de Galicia ( EVEGA) y Joaquín Martínez Rodiño, responsable técnico de viticultura y mecanización en Bodegas Martín Códax.

Rosa Pérez Otero: “Desde el punto de vista fitosanitario lo mejor es quemar las vides”

Rosa Pérez Otero advierte de que “desde el punto de vista fitosanitario, no es recomendable la incorporación de restos de poda al suelo porque estos restos constituyen fuentes de inóculo no solo para algunos de los hongos implicados en el complejo de enfermedades de madera, sino también de Armillaria, por ejemplo”. “Y hay que tener en cuenta que la mayoría de estos hongos pueden conservarse en esos sustratos durante largos períodos de tiempo, con lo que la incorporación continuada de restos  leñosos agrava el problema”, añade. La jefa de la unidad de Fitopatología de la Estación de Areeiro reconoce que “la recogida y quema de los restos no es una labor barata para el viticultor pues requiere de mano de obra y medios materiales, pero desde el punto de vista sanitario es lo más recomendable”.

Francisco Rego González: “Es imprescindible realizar un ensayo sobre los efectos de incorporar los restos de la poda al viñedo”

Francisco Rego González, investigador jubilado de la Estación de Viticultura y Enología de Galicia ( EVEGA), y con muchas décadas de experiencia en el cultivo de la vid, reconoce que “lo que pueda decir sobre este tema es solo una opinión personal, porque falta realizar un estudio serio, con ensayos a 10 o 15 años, para ver los efectos que tiene sobre el viñedo incorporar los restos de poda”. “Evidentemente que quemar las vides sería la medida más higiénica, y si se opta por tritularalas e incorporar esos restos superficialmente, hay un proceso de metabolización que acaba aportando materia orgánica y nutrientes al suelo”, explica. En este sentido, recuerda que “antes los viticultores incorporaban las vides a la viña: primero abrían las gavias y dejaban pasar tiempo para que la tierra se oxigenara, y luego se incorporaba estiércol bien compostado, tojo y vides y no había tantos problemas de enfermedades de la madera porque se tenía más cuidado a la hora de hacer los cortes en la poda y también porque en cada viña había un ecosistema propio, con miles de bacterias”. A este respeto, el ex-investigador de la EVEGA advierte que, en su opinión, el problema de las enfermedades de la madera “más que a incorporar o no las vides, se debe a un cúmulo de factores, que van desde hacer mal los cortes en la poda, compactar demasiado el suelo, y sobre todo, la alteración del ecosistema por organismos que vienen de fuera a través de plantas que no se sabe de donde proceden y pueden traer tipos de armillaria, de escoriosis o de yesca diferentes”. “Cuando alteras el ecosistema por organismos que vienen de fuera es donde pueden aparecer problemas”, concluye.

Joaquín Martínez Rodiño: “Llevamos 15 años triturando las vides en la viña y no tenemos más problemas de enfermedades de la madera”

Joaquín Martínez Rodiño, responsable técnico de viticultura y mecanización en Bodegas Martín Códax, explica que llevan 15 años triturando las vides de poda y asegura que “no observamos un incremento de las enfermedades de la madera con respecto a cuando sacábamos todos los restos de poda y los quemábamos”. “Para evitar problemas fitosanitarios, cuando detectamos una planta que manifiesta síntomas de enfermedades de la madera la marcamos ya durante la primavera o verano. Esas son las que primero podamos, y de ellas sí que retiramos todos los restos de poda y los quemamos, un proceso que supone un promedio de 20 horas más de trabajo por cada hectárea de viñedo”, explica. Los demás restos de poda son triturados finalmente e incorporados al suelo para su descomposión. “Lo hacemos así por un tema económico de ahorro de costes, pero también medioambiental de sostenibilidad, pues estamos fijando carbono, incorporando materia orgánica al suelo y evitando emisiones de CO2”, concluye.

Presentan Vintec, la solución contra las enfermedades de la madera en viñedo

La multinacional Belchim presentó ante más de 200 técnicos y viticultores en Agrovid, la Feria para el Cultivo de la Viña, celebrada en Valladolid, su nuevo producto para reducir los daños de las enfermedades de la madera.

Se trata de VINTEC, un producto a base de “Trichoderma atroviride SC1”, un hongo registrado por Belchim en el Ministerio de Agricultura. Se aplica inmediatamente después de podar sobre los cortes de poda, sobre todo en cortes gruesos, dificultando notablemente la entrada en la planta de las esporas de los hongos que provocan las enfermedades de la madera. Estas patologías son las que más pérdidas están provocando en este momento en los viñedos, y de hecho algún experto ya las clasifica como la “Phyloxera” del siglo XXI.

En este sentido, VINTEC es bio-fungicida totalmente natural que en los diversos ensayos realizados se ha mostrado altamente eficaz frente a la Yesca (Phaeomoniella chlamydospora y Phaeoacremonium aleophilum) y eutipiosis de la vid (Eutypa lata), tanto en plantaciones adultas como en vivero.

Además, es un producto de fácil aplicación ya que está formulado en gránulos dispersables en agua, lista para usar, y sin necesidad de remojo.

¿Como actúa frente a las enfermedades de la madera?

Fuente: Belchim

1 – Colonización de la madera: Las esporas de la cepa “Trichoderma atroviride SC1” presente en el VINTEC germinan en contacto con el agua y se asientan en la madera. Las heridas recientes son ricas en nutrientes como la celulosa que favorece el desarrollo de SC1. La cepa SC1 crece más rápido que los patógenos y evita que se desarrollen.

2 – Penetración en la madera: El micelio de la cepa SC1 penetra muy rápidamente en las heridas de poda y se desarrolla en los primeros centímetros. La protección de la madera se ve reforzada por una presencia predominante de la cepa SC1.

3 – Producción de enzimas lítias: Una vez asentada, la cepa SC1 produce enzimas lítias como las celulasas y proteasas. Estas enzimas degradan las esporas y el micelio de los hongos que provocan las enfermedades de la madera.

¿Por qué VINTEC reduce los daños de enfermedades de la madera en el viñedo?

1) Un estudio realizado durante 6 años en viñedos de Cabernet Sauvignon de Burdeos (Francia) confirma que mediante el uso de VINTEC se logra una reducción muy importante de la mortalidad de cepas a causa de enfermedades de la madera.

En concreto, se comparó una parte del viñedo en la que no se realizó tratamiento de VINTEC y otra en la que se aplicó el producto de BELCHIM una vez al año, justo después de la poda.

El resultado es que en la parcela sin tratamiento al cabo de 6 años solamente el 48% de las vides estaban sanas o presentaban niveles bajos de debilitamiento de la viña, alrededor de un 15% de las plantas habían muerto y el resto presentaba síntomas medios o fuertes de enfermedades de la madera.

Sin embargo, la situación en el viñedo tratado con VINTEC era notablemente mejor: solamente el 5% de las plantas murieron y el 70% de la vid estaba sana o con niveles bajos de síntomas de debilitamiento de la viña.

Fuente: Belchim

2) Estudio en España en vivero y en viñedo: Belchim también presentó en AGROVID los resultados de un estudio de 3 años, realizado en colaboración con el Grupo de Investigación en Hongos Fitopatógenos del Instituto Agroforestal Mediterráneo de la Universitat Politècnica de València.

Este estudio fue mucho más amplio ya que puso a prueba la eficacia de VINTEC frente a las enfermedades de la madera tanto en vivero, como en el viñedo.

Tratamiento en vivero:

Fùente: Belchim

El estudio evaluó en primer lugar la capacidad de VINTEC para reducir las infecciones por hongos de la madera en el material de plantación de vid durante el proceso de propagación en un vivero comercial.

El ensayo se realizó en 2015 en Viveros Villanueva y la conclusión es que el producto de Belchim reduce las infecciones de forma evidente: de un 8% de  Botryosphaeria se pasó a un 2,5% y de un 6% de enfermedad de Petri a un 2,5%.

1 año después de la plantación en viñedo:

Fuente: Belchim

El siguiente estudio de la Universitat Politècnica de València, realizado en 2016, fue comprobar si el material tratado con T. atriviridae SC1, el hongo de VINTEC, resultaba eficaz como agente de control biológico durante dos campañas (aplicando Vintec después de la poda), frente a las enfermedades de la madera.

Los resultados también son positivos: Después de 1 año de la plantación del viñedo, en Requena (Valencia), las vides tratadas con VINTEC en vivero siguen presentando mucha menor afección por enfermedades de la madera que las que no han sido tratadas: un 7% con Botryosphaeria, frente al 16% de las no tratadas, y un 2% con enfermedad de Petri frente al 8% de las que no recibieron Vintec.

Eficacia después de la poda:

Fuente: Belchim

Por último, el estudio del Grupo de Investigación en Hongos Fitopatógenos del Instituto Agroforestal Mediterráneo de la Universitat Politècnica de València, comprobó si VINTEC era eficaz en viñedo aplicándolo después de la poda.

El estudio, realizado en 2017 en el mismo viñedo de Requena, confirma que “el primer tratamiento después de la poda sigue manteniendo la reducción de la infecciones por enfermedades de la madera, con un tratamiento después de la poda el segundo año de la plantación”.

¿Como se aplica?

Vintec se aplica una vez al año después de la poda y se puede aplicar tanto con mochila como con pulverizador.

La pulverización se ha de dirigir hacia las heridas de poda, con una dilución en agua que permita no exceder el punto de escurrimiento. Se debe aplicar en días sin lluvia o heladas para que el producto penetre correctamente en la herida de poda.

Cultivo Dosis Plazo de Seguridad(días) ENFERMEDADES
VID
(incluye uva de mesa y vinificación)
0,2 Kg/ha No precisa Yesca (Phaeomoniella chlamydospora y Phaeoacremonium aleophilum) y Eutipiosis de la vid (Eutypa lata)
VIVEROS
(plantas madre, patrones y esquejes)
0,2 Kg/hl No precisa Yesca (Phaeomoniella chlamydospora y Phaeoacremonium aleophilum) y Eutipiosis de la vid (Eutypa lata)

Ventajas de VINTEC®:

– La cepa específica T.A. «SC1» trabaja en su medio natural
– Rentabilidad: alta concentración
– Persistencia de acción durante el periodo de riesgo
– Flexibilidad en la aplicación
– Fácil de usar

¿Como adquirir VINTEC?

Más información: https://www.belchim.es/index.php/vintec

Claves para prevenir las enfermedades de la madera en viñedo

Las Enfermedades fúngicas de la Madera de la Vid (EMV), conocidas desde hace siglos, son una preocupación sanitaria y económica para el sector vitivinícola mundial. Provocan pérdidas importantes de producción y defectos de calidad en el vino. La lucha es difícil, debido a la gran variedad de agentes patógenos y a la complejidad de sus biologías. La principal vía de contaminación son las heridas de poda, por tanto las medidas de protección se centrarán en evitar la entrada de los patógenos. En este sentido, las estrategias de lucha deberán ser siempre preventivas.

¿Como identificar las enfermedades de la madera en viñedo?

Existen multitud de enfermedades de la madera en vid, todas ellas provocadas por distintos tipos de hongos, siendo las más comunes la Yesca/enfermedad de Petri, el decaimiento por Botryosphaeria y la Eutipiosis. He aquí las principales enfermedades de la madera: -En plantas jóvenes, de menos de 10 años: • Enfermedad de Petri: causada por los hongos Phaeomoniella chlamydospora, Phaeoacremonium spp, Cadophora luteo-olivacea • Pie negro: Campylocarpon spp., Cylindrocladiella spp., Dactylonectria spp., Ilyonectria spp., Neonectria spp., Thelonectria spp. • Decaimiento por Botryosphaeria: provocada por el hongo Botryosphaeriaceae spp. -En plantas adultas, de más de 8 o 10 años: • Yesca: Phaeomoniella chlamydospora, Phaeoacremonium spp., Cadophora luteo-olivacea, Fomitiporia mediterranea • Eutipiosis: Diatrypaceae spp. • Decaimiento por Botryosphaeria: Botryosphaeriaceae spp.

Medidas de pevención de las enfermedades de la madera:

Actualmente no existen productos curativos, por lo que hay que partir de material de plantación sano y realizar una serie de prácticas de cultivo preventivas. En nuevas plantaciones: • Utilizar material vegetal sano, de alta calidad fiosanitaria y buen aspecto: - Grosor adecuado del patrón. - Callo basal bien cicatrizado. - Distribución uniforme de las raíces. - Zona del injerto sin roturas. - Cobertura uniforme de cera. • Realizar una plantación adecuada: - Sin causar heridas en la planta. - Procurando que las raíces queden hacia abajo. - Evitando suelos compactados y/o anegados. • Evitar forzar la entrada en producción o situaciones de estrés. Una vez establecida la plantación en campo, la principal forma de infección de estas patologías es a través de las heridas de poda, principal vía de entrada de la mayoría de estos hongos. En plantas adultas: • Marcar las cepas afectadas en verano para podarlas las últimas en invierno. • Podar con tiempo seco, evitando las heridas gruesas y dejando transcurrir 4 días sin podar después de una lluvia o una nevada. Si se realizan grandes cortes, realizarlos lo más verticales posible. • Inmediatamente después de podar aplicar un producto protector sobre los cortes de poda, sobre todo en cortes gruesos, con objeto de dificultar la entrada en la planta de las esporas de estos hongos. • Desinfectar las tijeras tras la poda de las cepas afectadas, con objeto de evitar la dispersión de la enfermedad. • Con objeto de eliminar inóculo, arrancar las cepas muertas y eliminar los brazos atacados cortando hasta tejido sano. • La madera muerta o los restos de poda de las parcelas afectadas se deben retirar de las mismas, eliminarlos o quemarlos, ya que estos hongos pueden sobrevivir sobre ellos varios años constituyendo una importante fuente de inóculo de estas enfermedades. • Una cepa atacada de eutipiosis puede regenerarse a partir de brotes bajeros en el tronco (escardas) que hayan brotado de madera sana, cortando luego por encima de ellos.

Hacer podas tempranas, una estrategia para prevenir las enfermedades de la madera del viñedo

Las aficiones fúngicas de la madera de la vid son una de las principales amenazas para los viñedos en la actualidad. Las enfermedades de Petri y del Pie negro, en los viñedos nuevos; y la Eutipiosis, el decaimiento por Botryosphaeria y la Yesca, en las cepas adultas; son algunas de las afecciones más prevalentes. La falta de tratamientos efectivos con los que combatir los efectos, junto con el elevado número de patógenos asociados a ellas, hacen que se hayan convertido en uno de los retos para la viticultura.
No existen tratamientos curativos para erradicar la infección provocada por las enfermedades de la madera de la vid
"A día de hoy no existen estrategias de control curativas, ni químicas ni biológicas, que sean capaces de erradicar la infección provocada por los patógenos fúngicos asociados a las enfermedades de la madera de la vid", explica Pilar Martínez, investigadora de la Estación de Viticultura y Enología de Galicia (Evega), que está abordando en su tesis el estudio de estas afecciones. Los primeros resultados de su trabajo, que fueron presentados en el Congreso Internacional de Enfermedades de la madera de la vid en Canadá, muestran que hacer podas tempraneras podría ser una estrategia para prevenir estas enfermedades.

Adelantar la poda a noviembre

"Observamos que la incidencia de las infecciones fue, en general, muy baja tras podas tempraneras realizadas a mediados del otoño, en el mes de noviembre, en comparación con las podas tardías, hechas a finales del invierno, en el mes de febrero, en las que aumentó la presencia de estos patógenos", concreta la investigadora. Aunque estas conclusiones son provisionales, ya que se basan en los resultados del primer año de estudio, ofrecen una vía de prevención frente a los efectos de estas afecciones. Además, se centran en una fase del ciclo de la vid, la poda, en la que de forma natural se producen infecciones por estos patógenos en las heridas realizadas a la planta, causando, con el tiempo, la aparición de estas enfermedades.
El estudio se realizó en viñedos de Valdeorras, Ribeiro y Rías Baixas para intentar abarcar las distintas áreas climáticas de Galicia
Los resultados obtenidos abren la posibilidad a variar la época de poda en el viñedo, que en muchas zonas de Galicia suele retrasarse al final del invierno. Sin embargo, la investigadora incide en que los resultados se centran en unas zonas concretas y que es preciso combinar otras prácticas preventivas. "Bajo las condiciones climáticas y ambientales de las áreas concretas gallegas en las que se está llevando a cabo el estudio, podríamos recomendar realizar podas tempraneras, que combinadas con otras medidas de control, podrían reducir las infecciones", matiza la investigadora. Las investigaciones fueron realizadas en distintos viñedos situados en tres de las cinco denominaciones de origen (DO) gallegas. En concreto, se llevaron a cabo en el Ribeiro, Valdeorras y Rías Baixas. "En la medida del posible, intentamos abarcar las distintas áreas climáticas y vitivinícolas de Galicia", concreta la experta.

Prevención y control, las únicas herramientas para reducir daños

Hoy en día, no existe ninguna solución para atajar los efectos de estas enfermedades. "Las únicas medidas que podemos emplear actualmente son de prevención y control", explica Pilar Martínez. En este sentido, se están empleando estrategias con un enfoque interdisciplinario en el que se integran distintas medidas. Se opta por medidas de prevención y control físicas, como la termoterapia con agua caliente, con otras alternativas biológicas que implican el uso de agentes de biocontrol.
El tratamiento de las heridas de la poda o la eliminación de los restos vegetales infectados son prácticas con las que reducir los riesgos
Prácticas culturales idóneas como la protección de las heridas de la poda o la eliminación de los restos vegetales infectados, tanto en el vivero como en los viñedos, contribuyen también a reducir el riesgo de infección.

Recomendaciones

La experta incide en la importancia que tienen estas enfermedades en el viñedo. "Viticultores y viveristas tienen que ser conscientes de que las probabilidades de que hongos asociados a las enfermedades de la madera infecten sus vides son muy altas", apunta. Estas afecciones implican un impacto económico y pérdidas de rendimiento sustanciales por lo que, Martínez recomienda no esperar a tener el problema para comenzar a atajarlo. La experta aconseja emplear prácticas de manejo integrado de prevención y control, que contribuyan a reducir las infecciones por estos hongos para conseguir minimizar el impacto económico que causan. La investigadora recuerda que es muy importante mejorar la calidad fitosanitaria de las vides producidas en los viveros. En cuanto a los viñedos, Martínez incide en cuidar las plantas desde el momento de su plantación, evitando realizar podas severas y protegiendo las heridas, para así intentar prevenir al máximo las infecciones por estos hongos.

Enfermedades de la madera del viñedo en el mundo

Encontrar tratamientos para las enfermedades de la madera del viñedo está resultando una tarea complicada debido a la complejidad de estas afecciones. Actualmente, hay 133 especies de hongos asociadas con estas patologías en todo el mundo, lo que dificulta el conocimiento en profundidad de todas para encontrar soluciones. A esto se añade que estos patógenos viven tanto en los suelos, como es el caso de especies asociadas con la enfermedad del Pie negro y de algunas de las asociadas con la enfermedad de Petri, mientras que otros se dispersan principalmente a través de esporas transportadas por el viento, la lluvia o insectos, como acontece con los asociados, con la Yesca, el decaimiento por Botryosphaeria, la Eutipiosis y algunos de los asociados con la enfermedad de Petri.
Hay 133 especies de hongos asociadas con estas patologías en todo el mundo
Además, varios patógenos pueden infectar a la vid al mismo tiempo, lo que hace complicado identificar la infección. Incluso, hay casos en los que las vides contrajeron la enfermedad de jóvenes y no desarrollan los síntomas hasta que son adultas, luego de un período latente. Tal y como explica Martínez, la incidencia de estas enfermedades es muy elevada en todo el mundo y la tendencia va en aumento. Aunque, por el momento hay poca información sobre el impacto que estas enfermedades tienen tanto en los viñedos gallegos como en los españoles. Sin embargo, los datos manejados por la Organización Internacional de la Vid y del Viño (OIV) destacan que en España el incidencia de estas enfermedades en vides de entre 15 y 18 años está próxima al 10%. La tendencia observada tanto por los viticultores como por los investigadores evidencia que el incidencia de estas enfermedades aumentó en los últimos años. Un estudio realizado en las regiones vitivinícolas de Castilla y León en el año 2007 mostró que la presencia de estas enfermedades pasó de un 1,8% en el 2001 a un 7% en el 2006.
La incidencia de las enfermedades de la madera del viñedo es muy elevada en todo el mundo y está en aumento
También a nivel internacional se está observando este incremento. La OIV también reportó que la presencia de estas enfermedades en Italia se sitúa entre el 8 y el 19% para vides en la misma franja de edad que en el caso español. LA incidencia de la Yesca alcanza cifras de entre el 60 y el 80% en viñas adultas en zonas del centro y del sur del país. La situación es similar en Francia, donde aproximadamente el 13% de los viñedos son improdutivos, con pérdidas estimadas de alrededor de los 1.000 millones de euros en el 2014. Martínez, que ahora mismo se encuentra continuando su investigación en Canadá, refiere que una encuesta realizada en ese país, constató que en la provincia de la Columbia Británica el 90% de los viñedos tenían síntomas de alguna enfermedad de la madera de la vid. Mientras, en California, las pérdidas atribuidas a estas afecciones son cuando menos de 260 millones de dólares americanos al año. En países como Australia se estima que la Eutipiosis es responsable de pérdidas para la industria vitivinícola de hasta 8.300 millones de dólares australianos.

Cuidados de la viña: Advierten de las enfermedades de la madera en el viñedo por la subida de las temperaturas

La Estación Fitopatológica de Areeiro (EFA), centro dependiente de la Diputación de Pontevedra, advierte en su último aviso fitosanitario de este viernes de la aparición de posibles enfermedades de la madera motivadas por el calor de los últimos días. Según indica el personal técnico del centro , las temperaturas tan elevadas registradas desde el miércoles sin duda favorecerán la expresión de nuevos síntomas. En este sentido, aconsejan eliminar los brazos afectados después de la floración en el caso de tener un área afectado restringida, y hacerlo siempre en tiempo seco, desinfectando muy bien la tijera y aplicando un fungicida sobre el corte. La técnica Rosa Pérez señala que las condiciones de clima soleado de los últimos días favorecieron el avance en la fenología de las viñas, de forma que ya sólo quedan algunos racimos que aún no abrieron las flores, mientras que en la mayoría tienen flores abiertas, en formación de frutos, y en algunas venías más adelantadas incluso racimos con los granos del tamaño de la cabeza de un alfiler.

Desbrozar la hierba y recortar los brotes demasiado crecidos

En cuanto a las patologías no se observaron nuevos síntomas de Mildio, que está frenado en las viñas o en fase de avanzada curación. Dadas las previsiones climatológicas para los próximos días, la recomendación es que no es necesario renovar los tratamientos a corto plazo, revisar las viñas (en especial las que tuvieron mayor incidencia de síntomas en estos días) y estar pendientes de la evolución del tiempo, tanto en lo que se refiere la precipitación como la temperaturas nocturnas: si estas bajan, como prevén la mayoría de agencias, de los 10 ºC, el riesgo será menor. Otra recomendación es desbrozar la vegetación adventicia de las viñas, aun muy alta en algunas parcelas, y recortar los brotes que tengan un desarrollo exagerado para favorecer la ventilación de las plantas y reducir así el riesgo de patologías. Esta labor debe ser moderada al estar aun el racimo iniciando su desarrollo. Viña donde es necesario enramar y cortar los brotes demasiado largos. Foto: Estación do Areeiro

Ensayan en Valdeorras un método prometedor para controlar las enfermedades de la madera en vid

Las enfermedades de madera de vid están actualmente consideradas como la mayor amenaza a la sostenibilidad del sector vitivinícola a nivel mundial, de forma que cada vez es más frecuente escucha la expresión “filoxera del siglo XXI” para referirse a ellas. El término enfermedades de la madera de vid (EMV), engloba un conjunto de patologías de naturaleza fúngica que provocan una alteración de las partes leñosas de la planta (raíces, tronco y ramas) produciendo una pérdida de vigor de la planta, con la disminución en los rendimientos de producción de uva y una merma de su calidad. Para intentar erradicar estas enfermedades y estudiar la evolución de los métodos de sanación actuales está en marcha un proyecto conocido con el nombre de EVID (Prácticas Innovadoras para combatir las enfermedades de la vid). Está gestionado por un grupo operativo que coordina el FEUGA (Fundación Empresa-Universidad Gallega) en el que la bodega valderorresa Godeval está implicada como socia, junto con la EVEGA (Estación de Viticultura y Enología de Galicia), AGACAL (Axencia Galega de Calidade Alimentaria) y la Universidad de Santiago de Compostela y el Servicio de Explotaciones Agrarias de Ourense (Consellería de Medio Rural). El presupuesto de este proyecto es de 99.594,93 euros y cuenta con un 75% de cofinanciación de fondos europeos FEADER (Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural) en el marco del Programa de desarrollo rural (PDR) de Galicia 2014-2020. Los objetivos del proyecto EVID, en el que está trabajando Godeval, son: definir, valorizar y validar prácticas innovadoras para el tratamiento de enfermedades de la madera de la vid consistentes en el uso de especies fúngicas del género Trichoderma como agente de control biológico y su aplicación mediante inserción de tacos previamente inoculados. El Trichoderma atroviride es un hongo que se encuentra comúnmente en el suelo y conocido por sus capacidades de control biológico contra una variedad de hongos fitopatógenos, como Rhizoctonia solani y Botrytis cinerea, plagas de cultivos como los de tomates, fresas y uvas. Su uso también está resultando efectivo para controlar las enfermedades de la madera en vid pero es necesario mejorar su sistema de aplicación para incrementar la eficacia.

Se insertará el hongo Trichoderma en forma de tacos de madera en la base del tronco de las cepas para controlar las enfermedades de la madera

Son varias las patologías englobadas bajo la denominación de enfermedades de la madera de la vid, siendo las más representativas: la botryosphaeria, la yesca y la eutupiosis. Su principal problema es la ausencia total de métodos de control (fungicidas) eficaces; el método más efectivo era el tratamiento con arsenito sódico, prohibido en el año 2003. Por tanto, actualmente no existe en el mercado ningún tratamiento fitosanitario autorizado que permita controlar estas patologías. Esto conduce a que la incidencia del problema sea elevada y que se esté observando un lento pero continuado aumento del número de plantas afectadas. Así, en los últimos 15 años se han testado un amplio abanico de métodos de control, pero a pesar de los esfuerzos, parece que la efectividad de un solo método para combatir la enfermedad es limitada. Tras diversos estudios preliminares, se ha concluido que la Trichoderma no tiene un efecto curativo sobre las EMV, pero sí un efecto protector, y su efectividad depende de la habilidad de estos hongos para colonizar las heridas de poda de la cepa. Así pues, en este trabajo se llevará a cabo la aplicación más usual de Tricodherma, por aplicación directa, pero mediante una nueva técnica que según ensayos iniciales resulta más efectiva: la inserción de tacos de madera inoculados en la base del tronco de las cepas. Esta práctica se viene realizando en BODEGAS GODEVAL S.L. desde el año 2013 en colaboración con el Servicio de Sanidad Vegetal de la Consellería de Medio Rural (colaboradores en este proyecto de innovación), alcanzando la recuperación de algunas cepas infectadas. Sin embargo, es necesario ampliar la información y definir y validar esta práctica de modo riguroso, además de realizar una valoración comparativa con otras prácticas identificadas: uso de productos comerciales para pulverización de heridas de poda, aplicación de fungicidas, etc. Presentación de EVID y otros proyectos en Santiago El proyecto EVID y otros proyectos relacionados con el mundo del vino se presentaron hace unos días en Santiago en la sede del FEUGA, en una reunión de grupos operativos de España, Portugal y Francia bajo el título “Conectando grupos operativos en Europa”. La comarca de Valdeorras cuenta además con otros dos proyectos que también se presentaron en Santiago: -El proyecto piloto VIVER VID liderado por Viveros José López y también con la colaboración de EVEGA. -El Galivino, desarrollo de Modelos de Predicción de origen en vinos de denominaciones de origen gallegas. El coordinador de este proyecto es el Consejo regulador de la D.O. Valdeorras.

Recomiendan aprovechar la vendimia para marcar las cepas enfermas

La Estación Fitopatológica de Areeiro ( EFA), centro dependiente de la Diputación de Pontevedra, acaba de lanzar un aviso fitopatológico con recomendaciones a tener en cuenta durante la vendimia con el fin de evitar contagios de patologías en las viñas de cara a la próxima temporada. El personal técnico aconseja aprovechar que se está trabajando en el entorno de las plantas para detectar los brazos de las cepas que muestran los primeros síntomas de enfermedades de madera, identificar las plantas más afectadas, y marcar los brazos sintomáticos para actuar sobre ellos durante la próxima poda. Asimismo, las plantas muy afectadas -sin posibilidad de rehacerlas con poda- o muertas pueden eliminarse ya después de la vendimia (retirando también las raíces), pues cuanto más tiempo estén en la finca más posibilidades hay de que se incremente el número de plantas enfermas en la viña.

Más información: 

Claves para detectar y tratar las enfermedades de la madera en viñedo