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Claves para mejorar la eficiencia del ensilado del maíz

Galicia cultiva alrededor del 60% del maíz forrajero de España para alimentar a su cabaña de vacuno de leche, por lo que la reducción de costes del proceso de ensilado -la maquinaria para la cosecha es la principal partida de gasto de este cultivo- resulta esencial para mejorar la rentabilidad de las ganaderías de vacuno de leche. En este sentido, un estudio del Campus Terra de la Universidad de Santiago concluye que las herramientas de ayuda a la toma de decisión, como la programación de rutas de la cosechadora de llenado del silo, mejoran el rendimiento y la gestión de la cosecha. Así se recoge en la tesis de la ingeniera luguesa Noelia Cascudo Cao, dirigida por los profesores Carlos Amiama Ares y Javier Bueno Lema, y en la que aborda los factores que inciden en los costes y en los rendimientos del proceso de ensilado del maíz forrajero. Para la realización del estudio se contó con la colaboración de la Cooperativa Os Irmandiños, y en concreto de su responsable de cultivos y mecanización, Santiago Sousa. Esta cooperativa está interesada en la reducción de los costes de ensilado del maíz, ya que su parque de cosechadoras recoge cada año más de 1.000 hectáreas de este cultivo, que almacena en el Centro de Alimentación de Vacuno (Cavi), desde donde lo distribuyen a los socios. La propia cooperativa gestiona las tierras de los socios, lo que permite reducir costes de producción, al hacer una planificación de cultivo y cosecha exclusivamente por criterios económicos (fundamentalmente cercanía, para reducir los desplazamientos). En este sentido, estas recomendaciones son de aplicación para gestores de parques de maquinaria que cosechan grandes cantidades de forraje, careciendo de sentido cuando hablamos de agricultores individuales que gestionan su propia cosecha.

¿Cuáles son más eficientes: las cosechadoras con tolva o sin tolva?

El primer parámetro que se analizó en el estudio es comparar que tipo de cosechadora es más eficiente: con tolva o sin tolva. La primera, con la que cuenta la cooperativa Os Irmandiños, almacena el forraje hasta que lo transfiere a un vehículo de transporte, normalmente un tractor con remolque, cuando está llena la tolva. En el segundo caso, la máquina precisa de dos tractores para seguir trabajando: uno para acompañarla durante el picado del maíz, y otro para sustituirla cuando está lleno el remolque. En este sentido, los resultados del estudio muestran los siguientes resultados en cuanto a la comparativa entre los dos tipos de máquinas:

Tabla 1. Resultados medios de las cosechadoras analizadas:

Capacidad efectiva de trabajo (ha h-1)

Desvest (ha h-1)

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Distancia recorrida (km ha-1)

Desvest (km ha-1)

C. con tolva

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1,18(a)

0,38

3,43(a)

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0,48

C. sin tolva

1,06(a)

0,24

3,27(a)

0,59

Diferentes letras en la misma columna indican datos significativamente diferentes (p = 0,05).

Según el profesor Carlos Amiama, uno de los directores de la tesis “no se apreciaron diferencias significativas, si bien la capacidad efectiva de trabajo es mayor en las cosechadoras con tolva, trabajando más hectáreas por hora, al tener mayor libertad de movimiento en las cabeceras, que les confiere mayor agilidad, aunque por la misma razón recorren más distancia”.
“Las cosechadoras con tolva recogen más hectáreas por hora”
Esta tendencia se mantiene cuándo se discriminan las fincas por superficie: Además, en condiciones del terreno determinadas (humedad, pendiente,...) la utilización de bañeras para trasporte se ve muy limitada con las cosechadoras sin tolva, ya que no pueden transitar por la parcela. “Este problema se ve solventado con las cosechadoras con tolva, que pueden acercarse al límite de la parcela para transferir el forraje al remolque”, destaca Carlos Amiama.

Los tiempos de espera de las cosechadoras de maíz forrajero suelen ser excesivos

Otro de las conclusiones de la tesis es que es preciso mejorar la coordinación y dimensionamiento entre los vehículos de trasporte y las cosechadoras. Así, en los estudios realizados por Noelia Cascudo, autora de la tesis, se comprobó cómo, dado el elevado ratio cueste horario cosechadora/coste horario transporte (en torno a 6 variando en función del tipo de trasporte utilizado), si se pretende optimizar los costes del sistema, los tiempos de espera de la cosechadora tienen que ser muy pequeños en relación a los tiempos de espera del camión. En este sentido, Carlos Amiama señala que “en nuestras muestreos observamos que los parques de trasporte generalmente estaban infradimensionados, con tiempos de espera de cosechadora excesivos, lo que justificaría en muchos casos a introducción de nuevos vehículos”, siempre y cuando compense el coste de oportunidad.

¿Cómo gestionar la descarga en el silo para evitar atascos y asegurar un buen compactado del forraje?

Directamente vinculado con el trasporte se observó en la tesis que, en ocasiones, cuando se estaba cosechando para el CAVI (Centro de Alimentación de Vacuno Os Irmandiños) la introducción de nuevos vehículos no solucionaba el problema de los elevados tiempos de espera de la cosechadora, ya que se estaban produciendo atascos en la descarga del forraje en el silo. Esto se debía a que en determinados momentos la capacidad de extendido y compactado de los vehículos del CAVI no era suficiente para atender la elevada concentración de vehículos de trasporte que llegaban trayendo el forraje de varias cosechadoras. Se creaba así un embotellamiento que paralizaba el sistema. Ante esta problemática, en la tesis se realizó un estudio para evaluar la incidencia que la anchura del silo, el nivel de llenado y la pendiente de la rampa de llenado tenía en el ritmo de descarga.
“Las cuestas en el silo con pendientes superiores al 20 % dificultan el proceso de llenado”
En este sentido, en el estudio realizado por Noelia Cascudo se concluye que la anchura del silo es un aspecto que incide de forma muy significativa en el rendimiento de la operación, fundamentalmente por la posibilidad de introducir un mayor número de equipos para las labores de extendido y compactado. Además, la pendiente de la cuesta de acceso al silo también tiene una gran incidencia en el rendimiento, dificultando las pendientes superiores al 20 % el acceso de los vehículos de trasporte al silo. En este sentido, Carlos Amiama recomienda que “cuando el llenado está muy avanzado aconsejaría comenzar con un nuevo silo, para evitar esperas de camiones por la descarga”. Ejemplo de evolución del perfil longitudinal (m) en silo:

Se puede reducir más de un 8% el tiempo de desplazamiento de las cosechadoras entre fincas

Un último aspecto que se estudió en la tesis y que se observó que era susceptible de mejora fue la reducción de los tiempos de desplazamientos de las cosechadoras entre fincas. “El tiempo de desplazamiento es un tiempo improductivo que en este tipo de vehículos, que transitan la reducidas velocidades, puede llegar a suponer hasta un 18 % de los tiempos de actividad de la cosechadora, según los datos registrados”, explica Carlos Amiama.

Figura 3. Representación gráfica de los tiempos de actividad de la cosechadora con tolva: 

En este sentido, desde el Campus Terra desarrollaron una herramienta electrónica de ayuda a la decisión para intentar reducir los tiempos de desplazamiento entre fincas. A este respecto, el director de la tesis explica que ”a principal restricción viene dada por la necesidad de que, cuando se inicia la recolección de fincas de un socio, cosechar todas las fincas, antes de empezar con otro socio. Y a eso hay que unirle en muchos casos la exigencia de muchos clientes de comenzar su cosecha en una fecha determinada, dejándole muy poco margen de maniobra al gestor del parque de maquinaria”. En este sentido, una solución es la puesta en marcha en el CAVI, de manera que la cooperativa les hace a los socios la gestión integral de la siembra y cosecha de las parcelas, permitiendo ahorros significativos en los desplazamientos, al primar los criterios de cercanía y rentabilidad. “De no ser posible esta solución -explica Carlos Amiama- en nuestros estudios concluimos que, manteniendo las fechas de cosechas solicitadas por los socios, utilizando esta herramienta basada en algoritmos los márgenes de mejora en kilómetros varían entre lo 4 % y el 8 % en función de la cosechadora analizada”.
“Con un margen de tolerancia de dos días para la cosecha, el ahorro en desplazamientos entre fincas de la cosechadora podría llegar al 16%”
Sin embargo, estos ahorros se pueden duplicar si el parque de maquinaria de la cooperativa tuviera márgenes de tolerancia de 2 días respecto a la fecha solicitada por el cliente. “Esto da una idea de la importancia de trasladar a los clientes el impacto que en la reducción de costes tendría esta flexibilidad”, subraya el director de la tesis. Por último, Carlos Amiama, subraya que “cuando hablamos de ahorro en las cosechadoras no sólo podemos computar este ahorro en términos económicos, sino también de tiempo, ya que estamos hablando de equipos con su actividad muy concentrada en períodos cortos, en los que la disponibilidad es un aspecto fundamental”.

Los silos de hierba de esta primavera alcanzan la mejor calidad desde 2006

La calidad de los silos de hierba mejoró notablemente este año en Galicia, tanto en proteína bruta como en digestibilidad. Así se desprende de las más de 3.500 muestras analizadas por el laboratorio de la Finca Mouriscade, dependiente de la Diputación de Pontevedra, entre el 1 de marzo y el 7 de junio.

En concreto, las analíticas muestran que el porcentaje de Proteína Bruta (PB), uno de los principales indicadores para medir la calidad de los silos, subió un punto, pasando del 12,1 al 13,1%. Habría que remontarse al año 2006 para encontrar un porcentaje mayor, un 13,9%.

Al mismo tiempo, bajó el contenido en fibra como media un punto con respecto a las analíticas del año 2016, siendo especialmente destacable el descenso de la Fibra Ácido Detergente (FAD) que se relaciona con una menor digestibilidad del forraje.

No obstante, habrá que esperar a los datos definitivos de finales de año para confirmar esta tendencia a la mejoría.

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ENSILADO PRADERA AÑO 2017 (1 de marzo a 7 de junio, 3.553 muestras) expresados en %

PH

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MS

PB

FB

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FAD

FND

Cenizas

Año 2008 (8.010 muestras)

4.18

32.2

11.6

31.5

36.0

57.2

8,7

Año 2012 (11.402 muestras)

4.43

34.6

12.3

30.4

35.2

55.1

9

Año 2015 (12.901 muestras)

4.46

33.3

12.4

31.1

36.0

55.7

8,9

Año 2016 (13.320 muestras)

4,48

32,3

12,1

30,5

35,6

55,4

8,9

Año 2017 ( 3.553 muestras)

4,49

31,8

13,1

29,8

34,8

53,1

9,5

Sociedad Gallega de Pastos y Forrajes: “La climatología ayudó pero los ganaderos cada vez valoran más la importancia económica de un buen silo de hierba”

Desde la Sociedad Gallega de Pastos y Forrajes (Sgpf), su presidente, Eloi Villada, considera que “la mejora en un punto de proteína bruta es un paso muy importante, pues mejora la calidad nutricional y, normalmente, la digestibilidad del forraje”.

En los últimos años se descuidaron los silos de hierba y se llegó a niveles de proteína muy bajos, sobre todo por la falta de leguminosas”, explica Villada.

El presidente de la Sgpf reconoce que “las buenas condiciones meteorológicas permitieron hacer bien el ensilado, de forma que la buena calidad compensó la menor cantidad, pero también los ganaderos cada vez están mejor informados”.

Sin embargo, Eloi Villada considera que “aún hay margen de mejora, y siendo un 13,1% de proteína bruta un dato bueno, se podría seguir mejorando hasta llegar al 14 e incluso al 15%”. “Con estas mejores calidades de los silos, los resultados de las ganaderías también deberían ser mejores, y animar a los ganaderos a continuar con esta tendencia”, añade.

Finalmente, el presidente de la Sociedad Gallega de Pastos y Forrajes hecha en falta que “en las analíticas oficiales también se incluyeran datos de digestibilidad, así como del índice de conservación de los forrajes”. Manuel Fernández (Consuvet): “Es un dato muy bueno e indica que la hierba se recogió más tierna” Por su parte, Manuel Fernández, técnico de Consuvet, asegura que “aunque en la calidad de los silos de hierba hay muchísima variabilidad entre ganaderos, el dato de un 13,1% de proteína es muy bueno e indica que este año, gracias al buen tiempo, la hierba se cortó joven, con más proteína y menos fibra”. Lo ideal en cuanto a proteína bruta en un silo de hierba es entre un 13 y un 14, que tenga más tampoco sería bueno pues normalmente iría asociada a una carencia de azúcar en la hierba, como pasa en los silos de otoño, lo que obligaría a añadirle pulpa de remolacha, harina de maíz o azúcar al silo para asegurar una buena fermentación”, añade.
“Un silo de buena calidad sale baratísimo, uno de mala cuesta lo mismo pero sale carísimo”
En cuanto al porcentaje de cenizas, una media de 9,5, considera que “son un poco altas, y eso va asociado a que ha entrado tierra en el silo, lo cual nunca es bueno porque trae problemas de clostridios”. Como conclusión, Manuel Fernández recuerda que “hacer un silo de hierba de buena calidad es baratísimo, pero hacer uno de mala calidad cuesta lo mismo pero acaba saliendo carísimo”.

Un buen ensilado de hierba supone hasta 0,5 euros de ahorro en la ración por vaca y día

Los forrajes son un elemento principal de la alimentación y uno de los pocos en los que tiene influencia directa el ganadero, por lo que con los mismos costes de producción se podrá lograr o no una hierba de gran calidad.

En este sentido, Mario García, ingeniero agrónomo de 3F Tecnology, explicó las recomendaciones básicas para lograr un buen silo de hierba durante su intervención en la jornada técnica sobre forrajes organizada por Delagro dentro de Abanca Cimag GandAgro 2017.

“Todo lo que podamos aportar de proteína en la hierba lo ahorraremos en soja”. Bajo esta premisa, Mario García mostró dos casos reales de dos raciones para vacuno de leche con un silo de hierba de óptima calidad y uno de mala y el impacto económico que supone para el ganadero:

Ración con un buen silo de hierba Ración con un silo deficiente

26 kilogramos de silo de hierba,

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2 kg de soja,

11,2 kilos de concentrado y

0,08 kilos de grasa.

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13,7 kilos de silo de hierba de tercera, 4 kilogramos de soja,

13,7 kilos de concentrado y

0,3 kilos de grasa.

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Precio: 4,7 euros al día

Precio: 5,2 euros por vaca y día

“Esta diferencia de 0,5 euros al día para un rebaño de 100 vacas son 18.250 euros al año. Y el coste de hacer un silo de hierba bueno o malo va a ser el mismo”, subrayó el ingeniero de 3F Tecnology.

Además, destacó que con una ración con más hierba y de buena calidad “evitaremos los problemas que acarrea utilizar mucho concentrado en la ración, como son más acidosis, desplazamientos de obomaso, paradas del rumen...etc”.

“Es decir, no solo es dinero que ahorraremos en la ración, sino también que utilizando más forrajes de hierba y de buena calidad mejoraremos la salud de los animales”, concluyó.

Recomendaciones para elaborar silos de hierba de buena calidad:

-Cortar la hierba antes del espigado para evitar perder proteína. “Es necesario mirar más a la planta y algo menos al cielo”, subrayó Mario García.

Diferencia en la calidad de la hierba a medida que crece:

-Evitar cortar baja la hierba: no solo no estaremos aportando nutrientes al recoger la parte más fibrosa, sino que incrementaremos la presencia de cenizas, y por lo tanto de clostridios y de otros organismos contaminantes.

En este sentido, la altura de corte de la hierba para ensilar debería ser de entre 15 y 20 centímetros, descartando los tallos, la parte más pobre y contaminada de la planta, y la que es más difícil de compactar en el silo. “Cuanto mayor es la altura de corte, más energía, más proteína y menos fibra estaremos llevando al silo. No importa tanto la cantidad como la calidad”, destacó Mario García.

Relación entre altura de corte de la hierba y presencia de esporas butíricas

Altura de corte:

Esporas butíricas

2 centímetros 83000
20 centímetros 4000

-Presecado: No debe superar las 24 horas. Se deben evitar los presecados excesivos, pues suponen perder proteína y calidad en la conservación.

-La importancia de compactar bien la hierba en el silo. Cuanto mejor sea el pisado, menos oxígeno quedará en el silo y mejor conservación.

La recomendación es pisar capas de un máximo de 15 centímetros y de estas forma almacenar unos 225 kilogramos de materia seca por metro cúbico. Compactando correctamente capas de hierba de 5 centímetros de grosor lograríamos almacenar 325 kilogramos de materia seca por metro cúbico pero si con capas gruesas, por ejemplo de 30 centímetros, bajaría a 150 kilogramos por metro cúbico.

-Tenemos que lograr cerrar el silo en el máximo tiempo posible. Es decir, no tardar más de 2 días desde que acabamos de ensilar. El objetivo es lograr las condiciones idóneas de conservación (ausencia de Oxígeno y PH bajo, en torno a 4), en el menor tiempo posible para conservar los nutrientes y parar la fermentación butírica.

En 2016 volvió a bajar la calidad de los ensilados de hierba en Galicia

El cultivo de hierba en Galicia sigue siendo una asignatura pendiente para los ganaderos, a pesar de que la región cuenta con unas muy buenas condiciones para este cultivo forrajero.

Y es que las calidades de los silos de hierba siguen bajando en Galicia, según demuestran los datos del Laboratorio de Mouriscade, el referente en la comunidad en análisis de forrajes, que se presentaron el pasado viernes en la feria GandAgro de Silleda, en unas jornadas organizadas por la cooperativa Delagro.

Así, si en 2015 la cantidad de Proteína Bruta -uno de los indicadores más palpables de la calidad de un silo de hierba, ya que permite reducir la cantidad de soja y de pienso en la ración del ganado- se situó en 12,4%, en el 2016 las 13.320 muestras analizadas revelan un descenso de tres décimas, hasta el 12,1%.

En concreto, los datos del Laboratorio de Mouriscade reflejan la siguiente evolución interanual de las calidades de los silos de hierba en Galicia:

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Parámetro 2015 2016
PH 4,46 4,48
Materia Seca 33,3 32,3
PB 12,4 12,1
FB 31,1 30,5
FAD 36 35,6
FND 55,7 55,4
Cinzas 8,9 8,9

“A partir del año 2006 -coincidiendo con la expansión del cultivo de maíz forrajero- vemos como hay una despreocupación por el silo de pradera, que en muchas ganaderías se considera como una María, a la que no se le da importancia, y no se es consciente de que a un buen silo de hierba se le puede quitar un importante beneficio”, aseguró María Hermida Ferro, directora del Laboratorio de Mouriscade.

Como ejemplo de este descuido por los silos de hierba, recordó que “se han abandonado en muchos casos el abonado y el laboreo del fondo para el cultivo de la hierba, y en bastantes casos tampoco se hacen los cortes de limpieza”.

Por su parte, Mario García Jiménez, director técnico de 3F Tecnology alertó “del elevado porcentaje de materia seca de los silos de hierba, superior incluso a la del silo de maíz”, lo que en su opinión evidencia que “la hierba se deba presecar demasiado tiempo en el campo, perdiendo nutrientes”. En su opinión, un presecado de 24 horas como máximo y cortar la hierba antes del espigado, deberían ser prácticas obligadas.

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"Se hace un presecado excesivo"

El abandono de las buenas prácticas de cultivo de la hierba se refleja en los datos históricos: “Pasamos de tener unos silos de hierba con más del 14% de proteína antes del 2006 a silos en el entorno del 12%, lo que supone una caída de más de dos puntos”, explica María Hermida.

Como nota positiva, la directora del Laboratorio de Mouriscade concluyó destacando que “si que notamos una mejoría en la conservación de los forrajes de hierba en estos años”.

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Mejora la cosecha de maíz en el final de la campaña de ensilado

La cosecha de maíz forrajero, el principal alimento de las ganaderías de vacuno de Galicia, está mejorando en estas semanas de ensilado. Las razones son varias: se recoge el maíz de las parcelas más húmedas y de suelos más profundos, las variedades que se ensilan suelen ser las de ciclo más largo y de mayor rendimiento y las lluvias del pasado 24 de septiembre ayudaron a que las mazorcas engordaran y el maíz recuperara vigor. En este sentido, Ana Rama Andrade, ingeniera agrónoma del Servicio de Alimentación de Seragro, asegura que “las lluvias de las pasadas semanas produjeron una importante mejoría en las parcelas de maíz que aún no se habían ensilado, lo que hizo que la producción esté siendo, sorprendentemente, similar a la del año pasado y en algunas parcelas incluso mayor”. “Sin embargo, es cierto que en las fincas que se ensilaron primero, sobre todo las ubicadas en zonas más secas, los rendimientos fueron sensiblemente menores”, reconoce. Este descenso se sitúa de promedio en un 25%, según los cálculos de Unións Agrarias. En cuanto a las calidades, habrá que esperar unos días a los resultados de los primeros análisis del Laboratorio de Mouriscade. Hacemos a continuación un repaso por la situación actual del ensilado del maíz en las principales comarcas ganaderas de Galicia: A Mariña-Terra Chá: El director del área de Cultivos y Mecanización de la Cooperativa Os Irmandiños, Santiago Sousa, informa de que “llevamos ensiladas unas 600 hectáreas, sobre todo en A Mariña, y nos quedan unas 800, sobre todo en la Terra Chá y en la zona de A Pastoriza”. En cuanto a los rendimientos, asegura que “en la zona de A Mariña, a pesar de la sequía, se están consiguiendo niveles razonables: entre 32 y 36 toneladas por hectárea, cuando un año bueno sería llegar a las 38 toneladas de materia húmeda por hectárea”. “Estos días estamos empezando a recoger en A Pastoriza y en la Terra Cha, sobre todo el maíz de ciclos más cortos que se sembró en junio, lo que unido a que en esta zona los rendimientos son más irregulares, prevemos que contribuya a bajar el promedio de producción”, explica el responsable de cultivos de Os Irmandiños. Lugo Centro: Desde el equipo técnico de la cooperativa Agris informan de que el ensilado de maíz varía mucho por ayuntamientos, debido a las diferencias de suelo y de clima, así como hay diferencias en el porcentaje que se lleva ensilado. Así, en Palas de Rei, la cooperativa ya ensiló el 70% del maíz forrajero de sus socios, con un promedio de producción de alrededor de 30 toneladas por hectárea; la misma producción media en Friol, donde llevan ensilado alrededor del 50% del maíz. Algo mayor es en el ayuntamiento de Guntín, donde se ensiló cerca del 60% y las cosechas llegaron a 40 e incluso 45 toneladas por hectárea. Y en el ayuntamiento de O Páramo, Agris lleva ensilado entre el 40 y el 50% del maíz forrajero, con producciones medias de entorno a 30 toneladas por hectárea. “No se puede generalizar, ya que este año no es una producción tan homogénea, con gran variación según la calidad del suelo y el microclima de cada zona, señalan desde lo equipo técnico de Agris, que prefieren esperar la que finalice la cosecha para realizar una valoración definitiva. Lugo Sur: La comarca de Lugo Sur (Chantada, Taboada, Monforte...etc) fue una de las más afectadas tanto por la sequía como por los ataques de las manadas de jabalís, lo que redujo notablemente la cosecha de maíz forrajero. Adrián Varela, técnico agronómico de la cooperativa ICOS, informa de que “sobre el 75% del maíz ya lo tenemos ensilado, con unos rendimientos y unas calidades en general peor que las del año pasado”. “Las primeras cosechas que hicimos fueron porque el maíz estaba quemado por el sol y estas últimas fueron mejor tratadas tanto por el agua como por el abonado, lo que hace prever que en general sean algo mejores”, asegura. Xallas-A Barcala Adrián Cundíns, técnico de Forraxes de Xallas e Barcala (Forxabar), informa de que ya ensilaron todo, unas 600 hectáreas de maíz forrajero. En cuanto a la evaluación, asegura que “bajamos un promedio de entre el 6 y el 7% por hectárea, pasando de un rendimiento medio de 38 toneladas por hectárea el pasado año a un promedio de 36 este año”. “En las fincas más secas hubo descensos importantes de producción y de calidades, de entorno a un 20% menos, y otras en las que no se notó ni pérdida de calidad ni de rendimiento, sobre todo en las zonas brañentas, de tierras más pesadas y húmedas, en las que también fueron los ciclos más largos”, explica Adrián Cundíns.
SAT Cives: "El rendimiento fue mejor de lo esperado"
En SAT Cives, una explotación ganadera de Colúns (Mazaricos), que cultiva algo más de 70 hectáreas de maíz, aseguran que “el rendimiento fue menor con el año pasado, pero más de lo esperado: en torno a unas 35 toneladas por hectárea”. En la comarca de Santiago, José Ramón, un ganadero de Tordoia, asegura que “los rendimientos en las fincas buenas, de tierras profundas y con humedad, este año fueron muy buenos, ya que al tener agua y calor el maíz creció bien”. En alguna de sus parcelas asegura que “los rendimientos rondaron las 40 toneladas por hectárea”. Deza-Tabeirós Al igual que el sur de Lugo, las comarcas del Deza, Tabeirós y Terra de Montes fueron este año unas de las más afectadas por la sequía y por los ataques de los jabalís a las fincas de maíz forrajero. Sonia Martínez, técnica de Cobideza, informa de que “llevamos alrededor del 60% ensilado, con unos rendimientos que este al andarán en algo menos de 27 toneladas por hectárea”. Asegura que “con respecto a un año normal, en algunas fincas hubo un descenso de la producción de hasta un 50% y en total el descenso debió estar entre un 30 y un 40%”. “Llevamos dos años de malas cosechas de maíz forrajero y muchos ganaderos están dejando de sembrarlo para cultivar hierba, centrándose en hacer buenos silos de este forraje”, concluye.

Galería de fotos del ensilado del maíz en estas semanas:

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Ensilando o millo en Tordoia

“Necesitamos producir forrajes a buen precio, sanos y con un alto contenido en nutrientes”

La alimentación de la vaca supone entre el 50 y el 60% de los costes de producción de un litro de leche. Conscientes de su importancia, la Sociedad Gallega de Pastos y Forrajes celebró el pasado viernes en Lalín su reunión de primavera, centrada este año en la producción de leche a bajo coste. En concreto, a través de un mejor aprovechamiento de los forrajes producidos en la explotación, sobre todo de la hierba. Ana Rama, ingeniera agrónoma del Servicio de Alimentación de Seragro, participó en estas jornadas con una ponencia sobre “¿Cuanto cuesta alimentar a una vaca?”. “Ante todo lo importante es que los forrajes producidos en la explotación, sean hierba o maíz, estén sanos, bien conservados y que tengan un alto contenido en nutrientes, importando más su Valor Relativo Forraje que su contenido en proteínas”, asegura. Estamos en el momento del segundo corte de la hierba en muchas comarcas ganaderas de Galicia. ¿Qué aspectos debe cuidar el ganadero a la hora de realizar el ensilado de la hierba? Claro está que el momento óptimo para el ensilado, y para así conseguir las calidades nutricionales más altas, es antes de que la hierba espigue, un momento que puede variar según la variedad plantada y la zona de Galicia. El tamaño de fibra efectiva debe ser pequeño, no más de 10 centímetros, para que la vaca rumíe. Esto lo debimos hacer en el momento de ensilar, pues es más efectivo que tenerlo que picar después con el carro unifeed. Además, picando corto vamos a tener una mejor compactación del silo. En cuanto al punto óptimo del corte en el maíz, lo que tenemos que compaginar es el estado vegetativo de la planta y la maduración del grano, siempre primando el criterio del estado sanitario de la planta frente al criterio de una mayor obtención de almidón. Es decir, no podemos dejar que la planta se seque con el fin de obtener más almidón, porque no lo vamos a obtener y empeoraríamos la calidad del forraje. A partir de los datos que manejáis en Seragro, ¿Cuáles son los costes medios de la producción de forraje en Galicia? Puedo hablar de los costes medios de la gente que nos facilita los datos. En el maíz anda sobre unos 1.280 euros por hectárea, con una producción media de 30/32 toneladas de materia verde y un coste medio de 42 euros por tonelada. En la hierba los costes andan entre 550 y 680 euros la hectárea, aunque varían mucho según sean praderas temporales, más caras, o permanentes, con menores costes de producción. La producción media es de 10,5 toneladas, aunque presenta también una grande variación. Los costes medios de producción de la hierba andan entre los 56 y los 66 euros la tonelada, matizando también que no es lo mismo una hierba que coste 66 euros la tonelada pero tenga un 15% de proteína, que si es más barata pero sólo tiene un 9% de proteína bruta. A la hora de introducir estos forrajes en la ración hay que tener en cuenta las cotizaciones de las materias primas del concentrado y de la alfalfa. Así, hace dos años la alfalfa estaba a 220 euros la tonelada, mientras que ahora está más barata y compensa más incluirla en la ración. En Galicia se sigue sembrando maíz en terrenos con bajos rendimientos. ¿A partir de que producciones compensaría dejar el maíz forrajero y pensar en otro cultivo alternativo? Eso depende de lo que cuesta la hectárea: si un ganadero saca la siembra de una hectárea de maíz por 1.700 euros y a otro le cuesta 1.280, a este segundo con 28 toneladas de rendimiento le compensa lo mismo que si el primero logra 43 toneladas.
“El ganadero cada vez tendrá que ser mejor agricultor”
Formulando de otro modo la pregunta: ¿A partir de que coste por tonelada de silo de maíz no compensaría su siembra? Y que eso depende de cual sea la cotización de la harina de maíz. Por ejemplo, ahora mismo está a muy buen precio, a sobre 190 euros la tonelada, con lo que el coste del silo de maíz deja de ser rentable en más casos. No así si volviésemos a pagar la harina de maíz a 230 euros la tonelada, caso en el que ya podría ser rentable el cultivo de maíz forrajero con unos rendimiento de 25 toneladas por hectárea. Por vuestra amplia experiencia, ¿Cuáles son los errores más frecuentes en la alimentación del vacuno de leche en Galicia? El error más común es obligar a meter en el carro comida que no es comestible. Ese es el error más grande. Hay gente que piensa que con 40 kilos que maíz vamos a empachar a las vacas, y eso no es cierto. Al contrario, si le damos una comida sana, con una ración equilibrada, con una cantidad de fibra, proteínas y almidón equilibrada, no pasará nada porque le demos 46 kilos de silo de maíz o de hierba. El problema es cuando utilizamos silos que no son comestibles, y esto suele pasar más en los silos de hierba. En este sentido, hay ganaderos a los que les compensaría más comprar comida que darle a las vacas alguno de los forrajes que producen. Suelen ser casi siempre los mismos ganaderos los que tienen los malos forrajes, recogidos en mal momento y mal conservados. Hay raciones perfectas sólo con maíz y hay raciones perfectas sólo con hierba, pero ante todo el forraje tiene que estar sano, y si por encima es de buena calidad la vaca va a comer más y a producir más. Comentabas en tu ponencia que a veces puede compensar meter la proteína en la ración a través del concentrado y no de los forrajes.... Es que al final a las vacas lo que le tenemos que dar es nutrientes, y la concentración de los mismos es más alta en los concentrados que en los forrajes. Por eso, si no producimos forrajes a buen precio y con un alto contenido en nutrientes, no son rentables. De ahí que muchas veces sea más barato dar los almidones y la proteína en pienso que a través de los forrajes. ¿Cuales deberían ser los contenidos mínimos en nutrientes de los forrajes? Por ejemplo, en los silos de hierba su calidad viene más determinada por su Valor Relativo Forraje que por su contenido proteico. Es decir, debemos buscar que los silos de hierba tengan poca fibra, que sean muy digestibles, y que sean muy ingestibles, es decir, que la vaca sea capaz de comer muchos kilos de él. Y para eso precisamos niveles de fibra bajos. Sin embargo, un ganadero al mirar las analíticas lo primero en lo que se fija es en la proteína, y eso poco importa si el silo es incomible, o poco digestible. Es decir, es preferible que el silo de hierba tenga menos proteína, pero que sea más digestible y la vaca sea capaz de comer muchos kilos. Es más importante lograr forrajes tiernos que con mucha proteína.
“Más que el contenido en proteína, lo importante es que el forraje tenga un alto Valor Relativo Forraje”
Pienso que en alimentación de vacuno no hay verdades absolutas y ni el maíz es malo ni la hierba fantástica. Lo importante es que el forraje sea sano, que esté bien conservado y que tenga un alto contenido en nutrientes. El ganadero en los últimos años mejoró mucho en instalaciones, manejo, genética y producciones. Pero tiene que mejorar también su labor agrícola ya que de esta depende en gran medida la rentabilidad de su explotación. Es decir, además de ser buen ganadero, tiene que ser buen agricultor.

Diferencias de costes entre una ración hecha con un buen forraje y una con uno malo

Los ganaderos de vacuno de leche tienen que ser cada vez mejores agricultores por que la cantidad y calidad de los forrajes que produzca son cada vez más decisivos para la rentabilidad económica de la explotación. Partiendo de esta premisa, Miguel Ángel Majano, profesor del Departamento de Producción Agraria de la Universidad Politécnica de Madrid expuso en la jornada organizada por Delagro sobre “Mejora del Manejo en el ensilado de Forrajes” sus conclusiones sobre como influye la calidad del forraje en la ración, en la nutrición, salud y costes de una explotación láctea. Características que determinan la calidad de un forraje: El punto de partida del profesor de la UPM fue recordar cuales son las características de los forrajes: -Longitud de fibra. -Fibra Ácido Detergente (FAD), es una fibra no digestible y que aumenta a medida que envejece la planta. -Fibra Neutro Detergente (FND): toda la fibra de la planta. -Unidad Forrajera Leche (UFL): es la energía que aporta la planta. -Proteína Bruta (PB). -PH: nivel de acidez del ensilado. Por encima de 5 estaría en mal estado y se empezaría a producir fermentación butírica. El Valor Relativo de Forrajes (VRF) mide la relación entre la Fibra Ácido Detergente (FAD) y la Fibra Neutro Detergente(FND). En este sentido, la escala que se utiliza de VRF es la siguiente: – Excelente: más de 151 – Primera: 125-151 – Segunda: 103-124 – Tercera: 87-102 – Cuarta: 75-86 En este sentido, la evolución de la calidad del ensilado de hierba según su VRF muestra que cuanto más se deje pasar un forraje más cantidad de materia seca tendrá y menos proteína y Unidad Forrajera Leche. Diferencias de costes entre una ración hecha con un buen forraje y una con un mal forraje: Las consecuencias son que para una ración media de una ganadería de leche, la diferencia entre utilizar un silo de hierba de tercera o un silo de hierba excelente es que el ganadero tendrá que gastar menos de la mitad de soja, de grasa y de maíz en grano. Según los cálculos del profesor de la UPM esto se traduce en un ahorro en la ración de 0,46 € por vaca y día, lo que para una explotación de 100 vacas son 17.000 euros anuales. ¿Como hacer un buen forraje ensilado? -Cortar en el momento adecuado para conseguir una planta tierna, con algo de humedad. Cuanto más espigada esté la planta menor porcentaje de proteína y más de materia seca. -Oreo -Pisado para minimizar la cantidad de aire que queda en el silo y así evitar la fermentación butírica. -Utilización de conservantes: se recomienda bajar rápidamente el PH . En silos de primavera se recomienda la utilización de conservantes para bajar el PH a 4,5. -Esperar el tiempo adecuado antes de abrir el silo. -Procurar que no entre el aire en el silo. -Se recomienda utilizar fresa para mantener el silo sin airear y que no aparezcan fermentaciones secundarias. Conclusiones: Los forrajes malos llenan más y alimentan menos. Las vacas pueden comer menos. La complementación de forrajes malos es más cara por usar más concentrado, con lo que la ración final sale más cara. Es muy importante el momento del corte. En silos de primavera hay que usar conservante ácido para bajar el PH rápidamente. -En primavera es muy difícil hacer heno. La alternativa es hacer silos.

Los silos de hierba en Galicia pierden proteína

María Hermida Ferro, jefa de servicio de la Finca de Mouriscade, expuso en la jornada organizada por Delagro sobre "Mejora del Manejo en el ensilado de Forrajes" los datos de la evolución de resultados analíticos de forrajes en explotaciones ganaderas de Galicia.

A partir de un amplio muestreo de las analíticas del laboratorio de Mouriscade, su principal conclusión fue que la calidad de los forrajes de hierba ha disminuido en Galicia en los últimos años, con un menor contenido en proteína bruta y un mayor porcentaje de materia seca.

Cual es la situación actual?

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El punto de partida, según expuso María Hermida, “es que entre el año 2008 y el 2015 el porcentaje de proteína bruta -el nutriente por el que más se va a valora un forraje – se mantuvo casi invariable entre el 11,6 y el 12,4%”.

Así se recoge en la siguiente gráfica correspondiente a más de 12.000 muestras del año 2015:

ENSILADO PRADERA AÑO 2015 (12.901 muestras ), expresados en %

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PH

MS

PB

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FB

FAD

FND

Mínimo

3.7

12.3

2.7

12.4

17.8

31.2

Máximo

7.0

82.0

27.9

48.4

58.8

84.2

Media

4.46

33.2

12.4

31.1

36.0

55.7

Desv.

0.31

9.9

3.09

3.78

4.08

6.1

Unos valores que no son muy diferentes de los registrados en el período 2008-2015, tal y como se refleja en la siguiente tabla:

pH

MS

PB

FB

FAD

FND

Año 2008 (8.010 muestras)

4.18

32.2

11.6

31.5

36.0

57.2

Año 2012 (11.402 muestras)

4.43

34.6

12.3

30.4

35.2

55.1

Año 2015 (12.901 muestras)

4.46

33.3

12.4

31.1

36.0

55.7

Caída del porcentaje de proteína bruta en los silos de hierba de Galicia

Sin embargo, los datos de años anteriores revelan una tendencia a la caída de la proteína bruta. El Labotario de Mouriscade dispone de miles de muestras de analíticas de silos de hierba y de maíz, el 90% procedentes de Galicia, desde el año 1997, lo que le permite tener una mayor perspectiva temporal. Y los resultados de la evolución del porcentaje de proteína bruta en los silos de hierba de praderas de primavera entre 1997 y 2008 es el siguiente:

Para María Hermida, las conclusiones que se derivan a partir de esos datos fueron que:

-En siete años los valores de los diferentes parámetros apenas han sufrido variación.

-En el año 98 tenemos un % de PB de 14.8 y en el 2015 de 12.4 %, lo que supone un - 2.4 %.

La pregunta que se hizo la jefa de servicio de la finca de Mouriscade fue si el ganadero es consciente del valor económico que tiene un buen ensilado de pradera. Y la respuesta, en su opinión, es que “hay una necesidad evidente de tratar mejor los silos de hierba de pradera”. En este sentido, María Hermida se preguntó si, al igual que se ha hecho en el caso de los silos de maíz, “los técnicos se han preocupado lo suficiente por trasladar al ganadero la necesidad de mejorar la calidad de sus silos de hierba y como deberían hacerlo”.

“Las aflatoxinas son casi inexistentes en los silos de maíz en Galicia”

Thierry Dagnac, investigador del Centro de Investigacións Agrarias de Mabegondo (CIAM-INGACAL) participó recientemente en el Congreso de Alimentación Animal celebrado en Santiago con una ponencia sobre “Métodos analíticos para el control y la monitorización de diferentes clases de micotoxinas en forrajes ensilados”, en la que avanzó algunos resultados de la tesis que dirige de Alicia Latorre, y cuya defensa está prevista para la primavera del próximo año. ¿Que riesgos suponen las micotoxinas presentes en los ensilados de forraje para la alimentación animal y humana? En el caso de que estuviesen presentes algunas micotoxinas en ensilados con concentraciones elevadas, sí que podría existir un riesgo importante, sobre todo para la salud de los animales con la consecuente pérdida de productividad. Por ejemplo, la zearalenona puede ocasionar desórdenes reproductivos; la DON inflamación de la piel, trastornos digestivos, síndrome hemorrágico, inmunosupresión y trastornos en el sistema nervioso y síndromes hemorrágico (A) y emético y de rechazo del alimento; las aflatoxinas pueden provocar enfermedad crónica o envenenamiento agudo; las fumonisinas provocan leucoencefalomalacia en caballos y edema pulmonar en cerdos, reducido crecimiento en pollos y alteraciones hepáticas y del sistema inmune en vacuno.
“Las aflatoxinas son casi inexistentes en nuestros silos de maíz, pero si pueden estar en piensos importados”
Por otra parte, la aparición de Aflatoxina M1 en la leche (que proviene de la aflatoxina B1) creó una alarma social.  Sin embargo, esta aflatoxina B1 es casi inexistente en nuestros silos de maíz, pero sí que puede encontrarse en lotes de piensos concentrados importados. ¿Cuales son las micotoxinas más frecuentes en los ensilados de forrajes en Galicia? La enniantin B fue la micotoxina con la frecuencia de detección más alta, con un 51 % de casos detectados, seguida de la fumonisina B2 y de la ZEA, ambas con una frecuencia del 21 %. La DON y el ácido micofenólico fueron las dos micotoxinas con las concentraciones máximas más altas, con valores superiores a 3000 ng/g (ppb). En la evolución temporal de un silo, ¿cuales son los meses con mayor presencia de micotoxinas? Esto depende más de la climatología que de las estaciones, así como de las prácticas agrarias, en el campo y luego en los ensilados. En el Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo (CIAM) hicimos muestreos en dos años diferentes y también, cada año, un muestreo en febrero-marzo y otro muestreo en julio. El primer año encontramos concentraciones de micotoxinas bastante más elevadas en verano.  Sin embargo, el segundo año, fue al revés, con contenidos más elevados durante el muestreo de invierno-primavera. Tal vez el segundo año sea más representativo, pues incluía 13 micotoxinas en vez de 7 para el primer año. ¿Existen normativas de obligado cumplimiento para los ganaderos en lo relativo a la conservación de los silos? Existen las llamadas "buenas prácticas" de ensilado, y muchas veces no sólo se busca minimizar la presencia de micotoxinas, sino que también se busca la obtención de un ensilado de calidad que pueda obviamente conservarse en las mejores condiciones.  Se busca asegurar la calidad fermentativa, la estabilidad aeróbica y la calidad higiénica de los silos (doc adjunto). ¿Que recomendaciones básicas le daría al ganadero para evitar este tipo de micotoxinas? Determinadas prácticas agronómicas como la rotación de cultivos, el laboreo, la elección de la fecha de siembra y cosecha, la fertilización, la elección de variedades resistentes, control de plagas y malas hierbas, pueden reducir la infección por hongos y la consecuente producción de micotoxinas, pero no erradicarlas. Es muy frecuente la contaminación simultánea de varias micotoxinas, destacando el deoxinivalenol y la zearalenona, como las más habituales, además de la variación del tipo de micotoxinas y del grado de contaminación entre regiones, explotaciones de la misma región y muestras del mismo silo. Algunos de los factores determinantes en el contenido de los hongos en los silos comerciales son el lugar que ocupa la muestra en el silo, la duración de proceso de elaboración del silo y el mes que se realiza el muestreo. Está claro que las zonas del silo más expuestas al aire (oxigeno) y donde hay más porosidad (menor densidad) son más susceptibles de provocar la aparición de micotoxinas. En tu ponencia no Congreso de Alimentación Animal advertiste de que para la mayoría de las micotoxinas no está regulada su presencia tanto en los ensilados, como también en los piensos compuestos. Explícate.....¿Que recomendarías? Con la intención de mantener los niveles de micotoxinas por debajo de los niveles de riesgo para la salud animal, se han establecido en el ámbito de la Unión Europea (UE)  una serie de normas que regulan el contenido máximo de micotoxinas en productos destinados a la alimentación animal. Así, la Comisión Europea, fija los límites máximos para la aflatoxina B1 en alimentos para animales en su directiva 2003/100/CE y aconseja además  intensificar el seguimiento de la presencia de micotoxinas producidas por Fusarium en cereales y en productos a base de cereales en su Recomendación 2006/576/CE, estableciendo niveles recomendados para  deoxinivalenol (DON), zearalenona (ZEA), ocratoxina A (OTA) y fumonisinas (suma de FB1 y de FB2) en productos destinados para animales.
 “Recomendaría cumplir las directivas europeas sobre micotoxinas, aunque no sean obligatorias de momento”
Más recientemente, de acuerdo con la Recomendación 2013/165/UE, se establecieron los límites máximos orientativos para la suma  de las toxinas T-2 y HT-2 en cereales y productos a base de cereales para alimentos y para piensos. La recomendación es simple: siempre intentar cumplir con las recomendaciones europeas, aunque de momento no sean obligatorias. También informaste de que hasta el 70% de las micotoxinas no se detectan actualmente, las llamadas micotoxinas enmascaradas. ¿A que se debe esta situación y que se está haciendo para para mejorar su detección? No es exactamente así: estaba hablando de experimentos realizados en el CIAM con micro-silos conteniendo maíz que habíamos cultivado y contaminado de forma intencional con cepas de Fusarium Verticilloides en el campo. Lo que observamos es que las fumonisinas existían en formas modificadas en los silos,  con ratio del 70 % para FB1 y ratio del 38 % para FB2, en relación con las fumonisinas totales. Pero insisto, sólo estaba hablando de fumonisinas, aunque la necesidad de cuantificar formas modificadas de otras micotoxinas ya fue expresada: Silo de maíz bien conservado en Granxa O Cancelo •  La necesidad de regular las micotoxinas modificadas fue reconocida por las autoridades regulatorias europeas, pero debido a la falta de datos toxicológicos, la implementación no se llega a concretar. En 2013, la Comisión Europea solicitó una opinión científica a la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) acerca de los riesgos sobre la salud animal y humana provocados por la presencia de DON, metabolitos de DON y  DON enmascarada en alimentos y productos de alimentación animal. • En 2011, solamente los derivados acetylados de DON habían sido añadidos a DON para llevar a cabo una evaluación de riesgos especifica de las diversas formas de DON. •Además, la comisión europea solicitó una opinión científica a la EFSA acerca de los riesgos sobre la salud animal y humana provocados por la presencia de otras micotoxinas modificadas en alimentos y productos de alimentación animal. •Es por ejemplo el caso de los conjugados mono y di-glicolisados  de las toxinas  T2 y HT-2 para los cuales la comisión europea recomendó su análisis en cereales y productos a base de cereales. En el CIAM también realizasteis ensayos con inoculantes para reducir la presencia de micotoxinas. ¿Cuales fueron los más efectivos? Hicimos pruebas con inoculantes, pero no pudimos concluir de manera firme sobre su papel acerca de las disminución de los contenidos en micotoxinas. Para ZEA y Acetyl-DON no observamos diferencias significativas entre la presencia o ausencia de inoculante en cuanto a las evoluciones de las concentraciones en micro-silos. Puede que la presencia de inoculante haya ayudado en disminuir más rápidamente las concentraciones de DON en micro-silos. En cuanto a los "secuestrantes", forman parte de los aspectos que me gustaría estudiar en un futuro. Sobre todo, evaluando su eficacia sobre las formas modificadas y metabolitos secundarios. ¿En qué aspectos consideras que existe más margen de mejora en las ganaderías gallegas de cara a la correcta conservación de los ensilados de forrajes? Además de lo ya señalado anteriormente, existen pautas generales de buena prácticas de ensilado que es una matriz donde la humedad y la actividad del agua (AW: cantidad de agua disponible para el desarrollo de micro-organismos) suelen ser elevados. Se admite que a partir de una AW de 0.8 puede empezar la producción de micotoxinas, y con una AW de 0.7 puede empezar a aparecer hongos.
 “Hay que ensilar de forma muy compacta y con la menor presencia de aire posible”
Algunos consejos básicos son que durante la elaboración de ensilados, es decisivo asegurarse que la atmósfera sea anaerobia. También hay que ensilar con la madurez (no esperar para cosechar) y nivel de agua adecuado. Y por último, empacar/ensilar de forma muy compacta y con la menor presencia de aire posible. ¿Existe también riesgo de contaminación de las vacas por micotoxinas en los prados cando pastan? No, en las praderas, el riesgo parece mínimo. Por el contrario, el maíz forrajero es mucho más susceptible que la hierba a la contaminación con hongos tales y como Aspergillus y Furarium en el campo (pre-cosecha) y con hongos en general en el silo (post-cosecha). ¿Algo más que quieras añadir? Dentro de un mes vamos a contar con una nueva tecnología ultra moderna en el CIAM. Se trata de un espectrómetro de masas de alta resolución y alta precisión (HRMS) que contribuirá a la modernización de la capacidad tecnológica del INGACAL-CIAM para seguir progresando en las líneas de investigación de la calidad y seguridad alimentaria en los sistemas productivos agrarios. Entre otros objetivos, espero que podamos iniciar pronto nuevos estudios sobre la identificación y la cuantificación de formas modificadas (antes llamadas enmascaradas) de micotoxinas en ensilados y materias primas.

Consejos para un buen ensilado del maíz: el momento de corte

Producir elevados rendimientos de forraje de alta calidad es fundamental para incrementar los resultados económicos de la explotación, pero el esfuerzo puede ser inútil si el forraje producido y su valor nutricional no son conservados correctamente durante el ensilado. Un reciente estudio sobre la estructura de las explotaciones lácteas gallegas en el que colaboran el Laboratorio Interprofesional Gallego de Análisis de la Leche (LIGAL) y el Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo (CIAM) muestra que, de media, el forraje representa el 61% de la materia seca de la ración ofrecida a las vacas en el comedero, de la cual, aproximadamente la mitad corresponde a ensilado de hierba, una tercera parte a ensilado de maíz y el resto a forrajes secos. El ensilado de maíz tiene una alta predisposición a la inestabilidad aeróbica El valor nutricional del ensilado está condicionado fundamentalmente por las características intrínsecas del forraje en el momento del corte y además por la calidad de fermentación desenvuelta durante el almacenamiento en el silo, siendo sumamente variable dependiendo de la ensilabilidad del forraje. En el caso del maíz forrajero, se trata de una especie fácil de ensilar debido a su ensilabilidad elevada. El ensilado de maíz normalmente presenta una buena calidad fermentativa, pero, en contrapartida, tiene una alta predisposición a la inestabilidad aeróbica debido a su mayor contenido en azúcares residuales y al baja concentración en ácidos grasos volátiles (ácidos acético y propiónico), los cuales restringen el crecimiento de microorganismos aerobios. Calidad del maíz cosechado y momento idóneo de corte La elección de la fecha de corte es el factor que condiciona más estrechamente el valor nutritivo del maíz cultivado para ensilar. El rendimiento total de la cosecha, el contenido en materia seca, porcentaje de grano, la digestibilidad de la caña, las pérdidas en el ensilado y la ingestión de materia seca de ensilado son factores que pueden ser influenciados por el estado de madurez de la planta. Es de grande interés para el manejo del cultivo, desde el punto de vista práctico, disponer de un método objetivo y fiable de determinación del momento óptimo de cosecha. Diversos estudios indicaron que la posición en el grano de la línea de leche (ML) es una guía fiable del estado de madurez de la planta, que puede ser usada como criterio de manejo para indicar la cercanía del momento óptimo de cosecha en condiciones normales de cultivo. Esta línea es la interfase entre las porciones de endospermo lechoso y sólido del grano, señalando la zona de deposición de almidón en el proceso de llenado del grano. Con la madurez de la planta, dicha línea avanza desde el extremo distal del grano hacia el punto de inserción del mismo en el carozo, lugar a través del cual se produce la transferencia de nutrientes de la planta al grano. Para Bal et al., (1997), el estado idóneo de cosecha del maíz ensilado destinado a la alimentación de vacas de leche se sitúa entre los estados de 1/4 ML y 2/3 ML, intervalo en el cual, según dichos autores, el ensilado de maíz proporciona mayor ingestión de materia seca digestible y mayor producción de leche que cualquier otro estado de madurez. Con la finalidad de incrementar el conocimiento acerca de la evolución de la calidad de la planta de maíz forrajero con la madurez, definir la fecha excelente de cosecha y contrastar la utilidad del método de campo de la posición de la línea de leche para estimar el momento excelente de cosecha del maíz forrajero, se realizó en el CIAM un estudio de dos años de duración (2001 y 2002) en el cual se estudiaron nueve híbridos comerciales cultivados en dos localidades (Abegondo y Pobra de Brollón). El cultivo del maíz en la finca de Mabegondo se realizó en secano y en la finca de Pobra de Brollón en regadío. En esta localidad se empezó a regar por aspersión el cultivo a comienzos de julio hasta mediados de septiembre, según las necesidades del cultivo. Las variedades estudiadas fueron cuatro híbridos comerciales del ciclo FAO 200, tres del ciclo FAO 300 y dos del ciclo FAO 400, sembrados alrededor de la segunda semana de mayo a una densidad inicial de 120 mil plantas/ha. Los momentos de cosecha para cada variedad fueron cinco, a intervalos semanales, comenzando a partir de la sexta semana tras la floración femenina, hasta la décima semana (momentos de corte S6 a S10, respectivamente). Se consideró el momento de la floración femenina cuando eran visibles los estigmas (sedas) del 50% de plantas de cada una de las variedades. En cada fecha de corte se determinó la posición de la línea de leche del grano en la parte media de la espiga principal de cada planta. Para eso fue empleado el criterio de Hunter et al., (1991), asignando a cada espiga un valor entre 1 y 5 según los siguientes estadios de desarrollo del grano: 1.- Endospermo totalmente líquido (no es visible la línea de leche). 2.- El 25% del grano está lleno de endospermo solidificado (la línea de leche se encuentra en el cuarto superior de la longitud del grano). 3.- El 50% del endospermo tiene consistencia pastosa (la línea de leche se encuentra en el punto medio del grano). 4.- El 75% del grano contiene endospermo sólido (la línea de leche se encuentra alrededor de los ¾ de recorrido) 5.- El endospermo está completamente sólido (no se puede apreciar la línea de leche, apareciendo en la base del grano una capa de abscisión de color marrón o negra que indica la madurez fisiológica de la planta). En el momento de corte correspondiente a cada variedad se recogieron al azar 30 plantas de las ocho líneas centrales de la parcela elemental, cortándolas manualmente a una altura de aproximadamente 12-15 cm de altura. Cada planta se separó en las fracciones Espiga (ESP: grano carozo) y Parte Verde (PV: penacho hojas tallo espiga), siendo registrado el peso total de la planta y el de las dos fracciones. Estas fueron picadas por separado en una trituradora de forrajes y se tomó una muestra representativa de aproximadamente 500 g de cada fracción para determinar su contenido en materia seca y el valor nutritivo en el laboratorio. Efecto de la fecha de corte sobre la calidad y el rendimiento de la planta entera de maíz y las fracciones parte verde y espiga El contenido en materia seca de la planta entera, de la parte verde y de la espiga, se incrementó de forma prácticamente lineal entre las semanas 6 y 10 tras la floración femenina (Tabla 1). El avance hacia madurez, en el período citado, redujo significativamente el contenido en fibra ácido detergente de la planta entera y la espiga, incrementando el de la parte verde. El contenido en carbohidratos no estructurales (CNET) evolucionó de manera inversa a la observada para la fibra, observándose un incremento significativo en la fracción espiga y en la planta entera con el avance de la madurez. Se evidencia la transformación de los azúcares de la planta en almidón cuando la planta madura por el descenso en la concentración de carbohidratos solubles (CSA) y el incremento en almidón en la planta entera (valores de 13,7 a 10,4 % MS para el contenido en CSA y de 25,9 a 40,1 %MS para el de almidón, cortes S6 la S10, respectivamente). Efecto de la fecha de cosecha (semanas tras la floración femenina) sobre la composición química, digestibilidad in vitro y producción de la planta entera y sus fracciones parte verde y espiga:  La digestibilidad de la planta entera y la espiga, para el conjunto de ambientes y variedades, no se vio afectada significativamente por la madurez de la planta en el período considerado, aunque se observó una tendencia a aumentar ligeramente dicho valor incluso la Semana 8 para descender posteriormente. La digestibilidad de la parte verde se redujo significativamente a lo largo de los diferentes cortes entre la semana sexta y décima, con valores de 63,3 y 58,3 % entre ambos aprovechamiento. La relativa constancia de la digestibilidad de la planta entera, a pesar de este descenso, se explica por el referido incremento de la contribución de la fracción espiga al peso total de la planta. Como puede observarse en la Figura 1, para la planta entera hubo una tendencia, más o menos marcada dependiendo de las localidades y de los años, a presentar los valores más elevados de digestibilidad en el entorno de la semana 8 y 9. Efecto de la madurez sobre la evolución de la digestibilidad in vitro de la materia orgánica (IVDMO) y el rendimiento en materia orgánica digestible (MOD) de la planta entera de maíz:  El rendimiento en materia seca de la planta entera se incrementó con la madurez, siendo observados valores medios de producción para las semanas sexta y décima de 16,8 y 19,5 t MS ha-1 respectivamente. La tendencia observada para el rendimiento en materia orgánica digestible (MOD), que se muestra en la Figura 1B fue semejante a la descrita para el rendimiento en materia seca. La contribución de la fracción espiga a la producción total de materia orgánica digestible por ha se incrementó significativamente con la madurez en el período considerado, desde 56,1 (S6) a 69,4% (S10).
La planta de maíz entera presenta mayor digestibilidad en las semanas 8 y 9
Los rendimientos medios en la localidad de Pobra de Brollón fueron superiores a los de Mabegondo en 3 t MS y 2 t MOD ha-1 en base a las mejores condiciones de cultivo en la primera localidad, debido a la mayor temperatura durante el período de crecimiento y a la disponibilidad de regadío. En Pobra de Brollón la producción de MS y MOD se incrementó significativamente, incluso la S9, mientras que en la de Mabegondo el rendimiento obtenido en la S8 no se diferenció significativamente de la de las dos siguientes fechas de cosecha. De la misma manera, mientras que en el año 2001 a partir de la S8 no se incrementó significativamente la producción, como media de las dos localidades, en 2002 dicho incremento continuó incluso la semana novena. Relación entre el rendimiento en materia orgánica digestible por ha, posición de la línea de leche del grano y contenido en materia seca para los diferentes híbridos en los dos años de ensayo El contenido en humedad de la planta entera está inversamente relacionada con el estado de madurez, siendo un buen indicador del estado de madurez del maíz (y por lo tanto del momento más adecuado para realizar la cosecha). Así lo demuestra la elevada asociación observada entre este parámetro y los caracteres relacionados con el desarrollo de la espiga, con valores del coeficiente de correlación que oscilaron, para el conjunto de las muestras, entre 0,70 para el porcentaje de espiga y 0,78 para el contenido en CNET. La práctica de la determinación del contenido en MS de la planta requiere disponer de instalaciones para el secado del forraje, y la muestra requiere tiempo, por lo que esta medida es difícil de realizar. El criterio objetivo de la madurez con la posición de la línea de leche en la espiga mostró una elevada correlación con el contenido en materia seca de la planta entera (r2=0,73), contenido de almidón (r2=0,80) y porcentaje de espiga (r2=0,70). Estos resultados ponen de manifiesto la utilidad del criterio Línea de Leche (ML) como indicador del estado de madurez de la planta, asociado al grado de desarrollo de la espiga. Momento óptimo de corte Los resultados obtenidos en este estudio mostraron que el rendimiento se incrementaba hasta las semanas 8 o 9, dependiendo del año y de la localidad, no variando significativamente en aprovechamiento posteriores. La fecha que optimiza la producción de materia seca y materia orgánica digestible por hectárea del cultivo está sujeta a variación entre años y localidades, situándose entre la semana octava y novena tras la floración femenina. En este estudio, cuando consideramos el conjunto de variedades ensayadas, el rendimiento de la planta entera, tanto en contenido de MS como de MOD producida por ha, no se incrementó significativamente a partir del momento en el que el contenido en MS de la planta entera estaba entre lo 33 y 36% y el valor de la línea de leche del grano se situaba entre 3,1 y 3,8, dependiendo de las localidades y los años. Limitaciones del uso del criterio de la línea de leche (ML) como indicador del momento idóneo de cosecha. Comparando el estado de la línea de leche en cada tratamiento en el momento en que la producción de MOD por hectárea era máxima, se pudo comprobar la consistencia del criterio de la línea de leche como indicador del momento óptimo de cosecha. Considerando el conjunto de los dos años de ensayo y para las diferentes variedades, la posición de la línea de leche en el momento de corte a partir del cual no se registraron incrementos significativos del rendimiento en MOD osciló entre valores extremos de 2,1 y 4,1 (aproximadamente de ½ la ¾ ML), con un contenido en MS de la planta entera situado entre 30 y 37%, correspondiéndose a aprovechamiento realizados alrededor de la semana 8 y 9 tras la floración femenina.
Para las variedades más tardías la cosecha podría retrasarse hasta la semana 10
Los valores medios del contenido en materia seca resultante de agrupar las variedades estudiadas, para sus respectivos ciclos FAO 200, 300 y 400, resultaron ser de 34,5%; 33,3% y 30,7% en la semana 8, de 37,6%; 35,8% y 32,6% en la semana 9 y de 40,5%; 38,4% y 34,8% en la semana 10, respectivamente, lo cual parece sugerir que para las variedades más tardías la cosecha podría retrasarse una semana más, incrementando el contenido en MS y almidón, sin afectar significativamente al rendimiento en MS ni a la digestibilidad. Los resultados obtenidos se ajustan al intervalo descrito por la mayor parte de los autores revisados, si bien debe tenerse en cuenta la existencia de una amplia variabilidad entre híbridos y años para un mismo valor de ML, por lo que se sugiere utilizar este criterio como un simple indicador de la cercanía del momento óptimo de cosecha.

Evolución de la calidad del ensilado de hierba en las explotaciones gallegas

En la tabla de este artículo se refleja la evolución de los valores medios de los parámetros de valor nutritivo y calidad fermentativa de los ensilajes de hierba analizados en el Laboratorio Interprofesional Gallego de Análisis de la Leche (LIGAL) durante los últimos 24 años (1991 a 2014). Los datos proceden de explotaciones lecheras gallegas y de los proyectos de innovación y apoyo al sector realizados en colaboración con el Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo (CIAM).

Valores medios de los parámetros de valor nutritivo y calidad fermentativa de los ensilajes de hierba analizados en el LIGAL durante el período desde 1991 hasta 2014.

MS: materia seca; MO: materia orgánica; PB: proteína bruta, FAD: fibra ácido detergente, FND: fibra neutro detergente; DMO: digestibilidad de la materia orgánica; ENL: energía neta leche; pH: pH medido; pHe=pH de estabilidad; pHdif=pH-pHe Conclusiones: Los rasgos más destacables de la evolución de la calidad de los ensilados de hierba en esta serie de 24 años y más de 16 mil muestras son: 1. Una primera fase marcada por la rápida evolución hacia ensilajes presecados que tuvo lugar en la última década del siglo pasado, con un incremento de 10 puntos en el valor medio de MS de los ensilajes (próximo al 20% en 1991 y algo superior al 30% en el 2000). Posteriormente el valor se mantuvo en el intervalo de entre 31 y 35%MS. Asociado al incremento del contenido de materia seca se produjo una mejora en la calidad fermentativa (pHdif<0,10), que nos lleva a poder afirmar que el incremento de la materia seca de la hierba mediante el presecado es una herramienta muy útil para la obtención de ensilajes de hierba correctamente fermentados. 2. Una reducción de la digestibilidad de los ensilados, más o menos acusada según los años, pero que de media fue de -0,14 unidades de DMO (%) por año. 3. Una clara tendencia a una reducción de la concentración de proteína bruta en la materia seca de los ensilados, que disminuyó de forma consistente desde el comienzo de la serie a una tasa de -0,10 unidades de PB (%MS) por año. Dado que el contenido medio en FAD de las muestras no se incrementó, e incluso disminuyó ligeramente a lo largo de la serie, la pérdida de valor nutricional de los ensilados no se puede atribuir al retraso de la fecha de corte para acomodar el momento de la siega a mejores condiciones de presecado. No cabe descartar, entre las posibles causas, una menor presencia de leguminosas en las mezclas y la puesta en el mercado de variedades de gramíneas (vallicos) cuyo valor nutricional no estaría suficientemente testado en la condiciones agroclimáticas gallegas.
Aclaraciones técnicas:

Los valores de digestibilidad y de energía de los ensilados si se estimaron a partir de ecuaciones desarrolladas en el CIAM en base a ensayos realizados in vivo (es decir, con animales) y transferidas al LIGAL. A partir de 1997 las estimaciones se realizaron por NIRS.

La estimación de la calidad fermentativa de los ensilajes se obtuvo comparando el pH medido en el laboratorio y el pH de estabilidad (pHe), qué es el valor que debería tener el ensilaje para estar bien conservado. Este valor de estabilidad se calcula en función del contenido en MS, según la ecuación pHe=0,0359 x MS +3,44 propuesta por Haigh (1987). Se consideró que cuando la diferencia entre el pH de la muestra y el pH de estabilidad (pHdif=pH-pHe) es inferior a 0,10, la conservación fue adecuada, mientras que aquellas con valores de pHe superiores a 0,25 presentan una mala calidad de conservación.
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Consejos para hacer un buen ensilado de leguminosas

¿Como hacer un buen silo de leguminosas anuales? Esta fue la pregunta a la que respondió la investigadora Sonia Pereira Crespo durante las jornada "Nuevas leguminosas anuales en las rotaciones forrajeras para la producción de leche: Aspectos Agronómicos y nutricionales", celebrada el pasado 19 de diciembre en el Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo (CIAM). Aspectos básicos: Sonia Pereira inició su ponencia explicando algunos aspectos básicos para entender su investigación: 1. El ensilado es una técnica natural, se trata de una acidificación natural por la fermentación de los azúcares presentes en el forraje en ausencia de oxígeno, y realizada por bacterias lácticas. 2. Los principios básicos de la conservación mediante ensilado son: conseguir condiciones de anaerobiosis (ausencia de oxígeno) en el forraje lo antes posible, y disminuir el pH de manera rápida incluso un valor ideal de 4, con el objetivo de limitar la degradación proteica e impedir el desarrollo de la flora butírica, los Clostrídios. 3. A La mayor o menor facilidad de un forraje para conservarse (fermentar) bien le llamamos ensilabilidad, existen 3 aspectos fundamentales que caracterizan la ensilabilidad de un forraje:
  • 3a. El contenido de carbohidratos solubles en agua, los azúcares solubles, substrato para la fermentación láctica. La ensilabilidad depende de la disponibilidad del substrato para la fermentación láctica.
  • 3b. El contenido en materia seca del forraje, importante también por la producción de efluente que ocasionaría importantes pérdidas de materia seca y un grave riesgo medioambiental.
  • 3c. La capacidad tampón, que se define como la resistencia que presenta el forraje a las variaciones de pH. Cuanto mayor sea la capacidad tampón de un forraje más ácido láctico será necesario que se forme en el ensilado para poder conseguir el pH excelente, de 4.
La dificultad de hacer buenos silos de leguminosas En este sentido, reconoció que las leguminosas presentan en una menor ensilabilidad que el maíz o el raigrás polo su menor contenido en azúcares y materia seca y la mayor capacidad tampón, tal y como se recoge en este cuadro: Por lo tanto, hace falta estudiar estrategias para asegurar una buena conservación de estos forrajes ensilados, con el fin de preservar su alto valor nutricional. Partiendo de estas premisas, Sonia Pereira realizó un estudio sobre el efecto del presecado y uso de inoculante en la calidad fermentativa de los ensilados de leguminosas anuales. El estudio lo realizó durante los años 2010 y 2011, con dos períodos de presecado, uno de 24 y otro de 48 horas, y también se evaluó el efecto de la aplicación de un inoculante a base de bacterias lácticas homofermentativas. Las cuatro leguminosas anuales que se estudiaron fueron el trébol migueliano, el trébol rojizo, la serradela y el trébol persa resupinatum. Hicieron 5 repeticiones y un total de 160 silos de laboratorio para determinar cuáles son las mejores estrategias para asegurar un correcto ensilado de las leguminosas anuales. Importancia de hacer un correcto presecado para reducir la humedad Y estos fueron los resultados: ⦁ MS=Materia Seca; CSA= Carbohidratos; CF= Coeficiente de Fermentabilidad (menor de 35 baja ensilabilidad, mayor de 45 alta ensilabilidad). En lo referente a los contenidos en MS fueron superiores los valores conseguidos en el año 2010, llegando a contenidos de MS del 32% para el periodo de presecado de 48h. Estas diferencias entre los dos años en las pérdidas de humedad, con unos períodos de presecado de igual duración se deben a las diferentes condiciones metereológicas durante el presecado. En el año 2011, las pérdidas de humedad durante el presecado fueron mucho menores, llegando únicamente a valores del 25% con un presecado de 48h. En el año 2010 las condiciones son más favorables para que se lleve a cabo un correcto presecado del forraje, en el año 2011 a pesar que es una fecha más avanzada y con mayores temperaturas, la velocidad del viento fue menor, la humedad relativa mayor y la insolación fue menor, por lo que si las condiciones no son buenas no compensa presecar el forraje. En el año 2010 con un periodo de presecado de 48h, consecuencia de las condiciones excelentes para el correcto presecado, los coeficientes de fermentabilidad presentan valores cercanos o superiores a 45, umbral a partir del cual se considera que el forraje presenta una ensilabilidad alta. Por esto es necesario planificar adecuadamente las tareas de ensilado, prestando especial atención a las condiciones climáticas. Uso de inoculante Una vez comprobada la importancia de hacer un buen presecado de 48 horas para conseguir un porcentaje de materia seca de un mínimo de entre lo 25 y el 30%, el siguiente paso de la investigación de Sonia Pereira fue a determinar el efecto del uso de inoculante sobre la calidad fermentativa de ensilados de leguminosas. Para eso utilizó un inoculante comercial de bacterias lácticas homofermentativas sobre legumisosas con distintos presecados: 24 y 48 horas, y también un tratamiento sin inoculante. Y los resultados fueron los siguientes: Como se observa, la calidad fermentativa de los ensilados mejoran con el uso del inoculante, siempre y cuando el porcentaje de materia seca sea superior al 25%. Por lo tanto el uso de inoculante, por sí solo, no es suficiente para asegurar una buena calidad de conservación. Conclusiones: - Las leguminosas anuales estudiadas presentan una baja ensilabilidad. - Es posible obtener ensilados bien conservados, si conseguimos elevar el contenido en materia seca del forraje hasta cerca del 25-30%, lo cual se consiguió mediante un presecado en el campo de 48 h, con buen tiempo. - Es necesario planificar adecuadamente las tareas de ensilado, prestando especial atención a las condiciones climáticas. -El uso de inoculante es inefectivo con niveles altos de humedad. Puedes ver la ponencia completa de Sonia Pereira en este enlace. 

La importancia de un buen ensilado para evitar toxinas

Hacer el ensilado del forraje en buenas condiciones de PH y ausencia de oxígeno, así como utilizar aditivos para garantizar una buena fermentación deberían ser la regla general en todas las explotaciones ganaderas a la hora de hacer el ensilado del forraje, y especialmente del maíz. Así lo puso de manifiesto el director técnico de 3F Tecnology, Mario García, en la jornada técnica de Delagro sobre conservación del silo celebrada en el marco de la feria Cimag-GandAgro en Silleda. Y es que tal y como subrayó el experto “el silo de forraje es uno de los pocos factores sobre los que puede incidir el ganadero para mejorar la rentabilidad de su explotación, para aumentar la producción y la calidad de la leche que produce, la salud de sus animales y también la salud de los consumidores”. Tenemos que conseguir ausencia de oxígeno y un PH bajo el antes posible Mario García recordó que el ensilado es una técnica de conservación del forraje húmedo en ausencia de oxígeno. “Por lo tanto -subrayó-, la ausencia de oxígeno es clave junto con un PH bajo, de alrededor de 4 puntos o menos”. Advirtió de que esto “tenemos que conseguirlo lo antes posible desde que cortamos el forraje, pues partimos de un PH en el momento de la corta de 6,5 y cuanto más tardemos en bajarlo a 4 más tiempo le daremos a los hongos y clostridios para que se desarrollen y para que haya fermentación butílica pudriendo el forraje”.
 “Tenemos que hacer las cosas bien porque si nos equivocamos no hay más oportunidades hasta el siguiente año”
Una vez que consigamos ese PH bajo, de nivel 4 en el silo recordó que “tenemos que mantenerlo en ese nivel el máximo tiempo posible hasta su consumo y en toda la masa forrajera”. En este sentido, recordó que “el silo bien hecho tiene un olor escaso y agradable, de lo contrario es que el silo no fermentó bien y tendremos problemas”. Importancia de la altura del corte A parte de la ausencia de oxígeno y de la rapidez entre el corte y el ensilado, otros factores que influyen son, entre otros, la altura de corte. En este sentido, el ponente advirtió de que “si cortamos muy bajo el maíz vamos a coger tierra y esporas de clostridios”. Además, recordó que “la parte más leñosa del tallo es más difícil de compactar y va a ser más fácil que entre oxígeno”. La altura de corte recomendada es la 20 cm del suelo, tal y como se indica en esta tabla:

ALTURA DE CORTE

CONTIDO EN ESPORAS BUTÍRICAS

2 cm (baixo)

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83000

20 cm (alto)

4000

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A más altura de corte más energía neta y menos fibra. En caso de observar problemas de Fusarium se recomienda aumentar a 50 cm la altura de corte. Cuanto más picado mejor  Otro consejo del técnico de 3 F Tecnology para una buena conservación del silo es el grado de picado. En este sentido, el consejo es claro: “cuanto más picado mejor porque compacta más y será más difícil será que entre oxígeno en el interior”. Además, destacó la importancia de que los granos de maíz también tienen que estar rotos “pues de lo contrario el almidón no se libera y no hay comida para hacer la fermentación láctica”.
La altura de la capa de forraje para el pisado no debería superar los 10 centímetros
Otro factor a tener en cuenta es la densidad y la altura de capa. “Las capas deben ser lo más finas posibles para que el peso de las ruedas del tractor sea lo más efectiva posible” explicó Mario García. En este sentido, tal y como se aprecia en la gráfica, como mínimo debe haber de 225 kilos de materia seca por metro cúbico, lo que equivale a una altura de capa de 10 centímetros. Otro consejo: “si tenemos más materia seca tendremos que ir despacio con el tractor para compactarla adecuadamente e impedir la entrada de oxígeno”. El peligro de las aflatoxinas Un síntoma de que un silo no está bien hecho es cuando aparecen puntos de calor en el mismo. Cuando ocurre esto no sólo se está perdiendo energía sino que, lo que es más grave, se están generando micotoxinas que serán perjudiciales tanto para el ganado como para el consumidor. Las más peligrosas son las aflatoxinas, producidas por el hongo aspergillus, que, a través de la leche de las vacas leche, pueden afectar gravemente a la salud humana. Y justo es en el silo de maíz donde más está presente el hongo aspergillus, por tratarse de un hongo de almacenamiento, tal y como se muestra en el recuadro: Además, las aflatoxinas son muy solubles en agua, por lo que cuando llueve pueden extenderse a otras partes del silo. La mejor herramienta: prevención y hacer bien el trabajo de ensilado A preguntas del público sobre la importancia de los inoculantes para prevenir la aparición de problemas en el silo, el director técnico de 3F Tecnology afirmó que “los secuestrantes de micotoxinas y los controladores de fermentación, tanto aditivos cómo químicos, son una herramienta más, pero LO importante es hacer el trabajo lo antes posible y hacer prevención”. Afirmó que una ganadería que haga un silo de 1.000 toneladas “se está jugando 60.000 euros cuando el aditivo para asegurar la fermentación de ese silo ronda los 1.500 €”. “No merece la pena arriesgarse: hay que hacer bien el trabajo de ensilado y no escatimar dinero en los aditivos para asegurar una correcta fermentación”, concluyó.