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Claves para entender los cambios en el etiquetado del vino

Actualmente, los reglamentos del vino exigen que el etiquetado incluya una información obligatoria, que se puede combinar entre etiquetado físico y digital. A través de la plataforma Vitivin, Sara Rius, directora de Rius&Rius Assessors, ofreció una charla para abordar los cambios del etiquetado de vinos y bebidas aromatizadas a base de vino. Rius recordó que los reglamentos vienen desde 2011, “cuando ya era obligatorio que todos los productos alimentarios incluyesen la lista de ingredientes y la declaración nutricional”. Sin embargo, hasta 2021 no se incluyeron las bebidas alcohólicas a esta regulación. La experta aclara que no habrá prórrogas, puesto que pasaron dos años de transitoriedad, y actualmente están pendientes de que la Comisión Europea aclare algunos “conceptos que están en el aire”. Datos que se deben incluir en el etiquetado físico. Imagen de la presentación en la plataforma Vitivin Hay menciones obligatorias que ya debían figurar en el mismo campo visual, como son: categoría/DOP/UPG, grado de alcohol, procedencia, embotellador y volumen nominal. En el caso de espumosos, en este espacio también debe aparecer el contenido de azúcar; y en el de gasificados la adición de híbrido carbónico. A esto, con el nuevo reglamento, se añade el valor energético, la declaración nutricional, alérgenos e ingredientes. Ante la posible duda de qué es un ingrediente, Rius recurre a la definición que se incluye en la Ley: “Cualquier substancia o producto, incluidos los aromas, aditivos alimentarios y las enzimas alimentarias y cualquier constituyente de un ingrediente compuesto, utilizado en la fabricación o la preparación de un alimento y que siga estando presente en el producto acabado. Los residuos no se consideran ingredientes”. Los que se deben incluir son: proteína, hidratos de carbono, grasas, fibra, sodio y todas las vitaminas y minerales. Se pueden indicar con una analítica; con factores de conversión a base azúcar, alcohol y otros parámetros (se emplean fórmulas) y con valores medios conocidos o efectivos de los ingredientes utilizados. Otra información que debe aparecer en el etiquetado es el tipo de uvas utilizadas, si se utiliza mosto de uva concentrado y los alérgenos (que tienen que figurar en la etiqueta física). “Los alérgenos deben aparecer de una manera llamativa, en negrita, con otra tipografía o en otro color, para que destaque”, recalca. Además, también se incluyen los aditivos, que aparecen clasificados por categorías (reguladores de acidez, estabilizadores…). “A veces, según el lote pueden variar, por lo que se da la opción de indicar “pueden contener” para así no variar en cada lote”. Por el contrario, los coadyuvantes tecnológicos no se tienen que declarar a menos que causen alergias o intolerancias, por ejemplo, la levadura y las bacterias son auxiliares tecnológicos y por tanto no es necesario declararlos. En cuanto al valor energético, en la etiqueta física se permiten tres opciones: Utilizando únicamente palabras y símbolos; palabras, símbolos e imágenes; por último, presentando por proporción o unidad de bebida.

Etiquetado digital

Hay dos opciones para el etiquetado. Por un lado, está que toda la información se incluya en la etiqueta física; por el otro, que en la etiqueta física se indiquen los alérgenos y el valor energético, además de un QR que lleve a una lista completa de ingredientes y la declaración nutricional. Datos que se deben incluir en el etiquetado digital . Imagen de la presentación en Vitivin En la opción del etiquetado digital, el código QR debe estar en el mismo campo visual que otras menciones obligatorias, contener la información en el idioma del país de comercialización y estar disponible durante toda la vida útil del producto. Además, está prohibido que la plataforma utilizada recopile o haga seguimiento de datos del consumidor, ni que se utilice para ofrecer información comercial o de la bodega. Se pueden utilizar tres enfoques: un código QR estático (no puede modificarse), dinámico con opción de redireccionamiento futuro y utilizar un dominio propio para los códigos QR, incluida la función de redirección dinámica.

¿Como englobar toda la información de los vinos en un código QR?

Marc Martín, CEO de Noudata, expuso todo lo relativo a la aplicación nd Label La adaptación a la nueva normativa de etiquetaje de los vinos lleva a que en las etiquetas se incorpore un código QR, que recoja cierta información de carácter nutricional y de los ingredientes que componen el vino. La normativa puede encontrarse en el reglamento 2021/2117 de la Unión Europea y ya está en vigor. Desde la plataforma Vitivin realizaron una jornada de la mano de Marc Martín, CEO de Noudata, una empresa de servicios informáticos y desarrolladores de software de trazabilidad específicos para bodegas. En su ponencia presentó una posible solución para las bodegas, que les permita adaptarse y ajustarse a la norma. Desde la entidad crearon la plataforma nd Label que permite diseñar todo el contenido que debe aparecer en el código QR. La plataforma estará actualizada para cumplir con la normativa y los cambios que vaya incorporando. Uso de la plataforma Para acceder a la aplicación hay que registrarse y lo primero que se visualiza es la lista de productos que la persona tenga a su nombre. Cuando se entra en la ficha de una de las botellas se observa un panel dividido en tres partes: “A la izquierda están los distintos apartados para incorporar la información que queremos que aparezca en el código QR; en el medio nos podemos mover con scroll para cubrir la información y a la derecha tenemos vista previa de lo que el usuario va a ver una vez que se efectúe la lectura del código QR”, explica el CEO. En la primera información es necesario indicar el nombre del producto, colocar una imagen e informar de la categoría del mismo, así como el nombre de la compañía vendedora del producto y el país de procedencia. También es necesario incluir el código de barras, la D.O. el color del producto y el grado alcohólico. Todo lo demás es opcional. Se puede informar de las variedades del producto e indicar el porcentaje u ordenar las variedades en función de lo que consideren. Se añade toda la información obligatoria y de interés, que será la que lea luego el consumidor Luego está la información nutricional, que es obligatoria, en donde se introducen los diferentes parámetros de los componentes y automáticamente el sistema calcula las Kilocalorías. También se puede añadir todo de manera manual. Referente a los ingredientes, hay una tabla en la que se selecciona cada uno de ellos y una vez guardado se pueden ordenar en función de los intereses. Para complementar la información se pueden añadir aspectos como premios o la sostenibilidad. “Esto aporta valor añadido al producto y a la empresa”. Finalmente, se crea el código QR y se puede descargar para enviarlo a la imprenta y generar la etiqueta. A partir de aquí, el cliente ya puede hacer la lectura y visualizar toda la información en cada una de las fichas. La información se puede consultar en diferentes idiomas, puesto que la propia plataforma la traduce. Generación del código QR que se puede descargar en diferentes formatos “La idea es ir con la normativa de una forma rápida, ágil y visual. Creemos que la plataforma es bastante útil y atractiva”, subraya Martín. Para poder acceder a la plataforma es necesario hacer un registro para el que hay que pagar.

Jornada sobre el etiquetado de los alimentos este miércoles en Santiago

Este miércoles, 30 de noviembre, se celebrará en Santiago de Compostela una jornada técnica sobre “Los etiquetados frontales en los envases alimentarios, un avance para el consumidor”. La jornada, organizada por la Unión de Consumidores de Galicia y GADISA, se celebrará en el hotel NH Collection de la capital gallega, y en representantes tanto de los consumidores, como de la distribución, de la industria alimentaria y de la administración analizarán los avances y los aspectos a mejorar de Nutriscore, el nuevo etiquetado frontal de los alimentos. El aforo de la jornada es limitado. Puede realizarse la inscripción en este enlace.

Influencia sobre el sector del vino de varias reformas legislativas inminentes a nivel europeo

La Comisión Europea avanza en cambios normativos en distintos ámbitos, desde el agrícola al medioambiental o el de la salud pública, que podrían tener una incidencia negativa en el consumo de vino en la sociedad europea y, por tanto, perjudicar al sector productor y transformador.  Un reciente webinar organizado por la Asamblea de Regiones Europeas Vitícolas ha analizado estas posibles amenazas. “Son muchos los expedientes legislativos que en los próximos meses verán la luz y que tendrán impacto en el sector: el Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer, la revisión de las políticas de calidad y promoción de los productos agroalimentarios, la reforma del Reglamento de las Indicaciones Geográficas y la legislación sobre etiquetado nutricional (Front-of-pack)”, enumera la AREV, una asociación formada por 50 regiones productoras de vino en Europa, entre ellas Galicia, “La AREV está a favor de un debate equilibrado basado en hechos científicos. El consumidor debe ser informado a través de estudios científicos y no debe ser condicionado por alarmismos y prohibiciones ideológicas”, defiende la entidad con sede en Bruselas y presidida en la actualidad, en turnos rotatorios de dos años, por el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.

Plan Europeo contra el Cáncer

La UE está en este momento en proceso de elaboración del Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer, un proyecto normativo que podría afectar de forma directa al sector del vino. “El cáncer es una preocupación sanitaria de primer orden en la UE y la relación entre consumo de alcohol y cáncer está claramente establecida. El consumo de alcohol tiene incidencia en el cáncer de garganta y en otro tipo de cánceres y hay que sensibilizar a la gente sobre ese riesgo, defiende John-F. Ryan, director general de Salud Pública de la Comisión Europea. Según los datos de la Organización Mundial de la Salud de 2018, basados en diagnósticos médicos de causas de fallecimiento, 92.000 personas habrían muerto ese año en la UE por cánceres debidos a consumo de alcohol. "No son cifras menores, pero la gente no relaciona consumo de alcohol y cáncer, como sí hace con el tabaco. La sensibilización es baja en este momento y el objetivo de la Comisión es lograr la reducción del 10% del consumo de alcohol en 2025, en sintonía con los objetivos de la OMS”, detalla.
Según la OMS el 4% de los cánceres en Europa se deben al consumo de alcohol, con una incidencia mayor en hombres
Dentro de este proceso normativo, el Parlamento Europeo votó en sesión plenaria el pasado 15 de febrero el informe de la Comisión Especial de Lucha contra el Cáncer (Beating Cancer, BECA), en el que se identifica el consumo de alcohol como un factor de riesgo de sufrir esta enfermedad. Este informe especifica que en Europa se estima que el 10% de todos los casos de cáncer en los hombres y el 3% de todos los casos de cáncer en las mujeres son atribuibles al consumo de alcohol y recuerda que el consumo de alcohol es un factor de riesgo para muchos tipos de cáncer, como el de la cavidad oral, la faringe, la laringe, el esófago, el hígado, el colorrectal y el de mama femenino. Consumo moderado vs consumo excesivo Pero la presión de diputados de distintos países y de diferentes familias políticas ha logrado introducir en el texto del informe BECA finalmente aprobado en el Parlamento el pasado 15 de febrero una diferenciación entre consumo moderado y excesivo o nocivo de alcohol.
El Plan de la UE para luchar contra el cáncer se centrará en el consumo abusivo, aunque la demonización del vino y otras bebidas alcohólicas podría tener consecuencias sobre el consumo en general
“Se han suprimido algunos aspectos que demonizaban el consumo de vino. Gracias a esta modificación, el Plan de la UE para luchar contra el cáncer se centrará en el consumo abusivo”, explica Irène Tolleret, eurodiputada francesa y copresidenta del Intergrupo Parlamentario sobre Vinos, Licores y Alimentos de Calidad en el Europarlamento. Efectos antioxidantes beneficiosos del vino Según la Comisión Europea, 4 de cada 10 casos de cáncer son evitables, aunque solo una parte serían achacables al consumo de alcohol (4%) frente a factores como el tabaquismo (30%) o la obesidad (20%), con una contribución mayor a la incidencia global del cáncer. “El cáncer es una enfermedad multifactorial, en la que participan la predisposición genética, factores medioambientales, el tabaquismo, los hábitos alimentarios, el estilo de vida y también la frecuencia y modo de consumo de bebidas alcohólicas. Los consumidores excesivos tienen un riesgo mayor de padecer cáncer, al igual que para los fumadores el alcohol multiplica los riesgos, o el consumo de alcohol mezclado con carnes rojas”, admite Pierre-Louis Teissedre, presidente de la Comisión de Seguridad y Salud de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), quien sin embargo asegura que “el vino es un producto especial porque tiene alcohol pero tiene también defensas antioxidantes”.
El componente fenólico del vino tiene un efecto beneficioso sobre la salud y las enfermedades crónicas. El vino hay que considerarlo un aliado si su consumo es moderado y está ligado a la alimentación
“El vino hay que considerarlo un aliado en nuestra salud si está ligado a la alimentación y a un consumo moderado. Quienes beben vino tinto en las comidas (21 vasos de vino a la semana, 3 al día) no tienen un mayor riesgo de sufrir cáncer, con un efecto positivo además sobre enfermedades degenerativas y cardiovasculares. Por eso deberían hacerse recomendaciones diferenciadas para el consumo de vino y las demás bebidas alcohólicas”, defiende.

Reglamento de Promoción de Productos Agrícolas

El Reglamento (UE) nº 1144/2014 sobre acciones de información y promoción relativas a productos agrícolas en el mercado interior y en terceros países establece en la actualidad ayudas para acciones de sensibilización de los consumidores en el mercado interior de la UE. Productos como el vino se beneficiaban hasta ahora de estas acciones de promoción. Sin embargo, esto podría variar. “En estos momentos está en revisión la política de promoción de los productos agroalimentarios. La sensibilización de los consumidores debe tener en cuenta las políticas de la UE para promover dietas sanas, menos carne procesada y una reducción en el consumo de alcohol. Estas políticas están en revisión en sintonía con la Estrategia De la granja a la mesa y la Comisión hará una propuesta legislativa en el segundo trimestre de 2022”, avanza John-F. Ryan.
La Comisión pretende que productos como la carne o el vino salgan del Reglamento de Promoción Agrícola para centrarse en potenciar los productos ecológicos
El sector del vino teme su exclusión del nuevo Reglamento de Promoción de productos agrícolas y desde las regiones productoras se presiona para que no sea así. “La discriminación de la carne y el alcohol en las campañas de promoción es algo que nos preocupa, porque sería renunciar al crecimiento de estos sectores. Va a haber muchas tensiones y desde el Intergrupo del Vino pedimos sensibilidad de la Comisión. El vino forma parte de nuestra cultura europea y pretender un consumo cero de alcohol es un ataque a la cultura europea. Las que se llevan a cabo en la actualidad son campañas de promoción de consumo moderado que evitan el consumo excesivo”, argumenta Irène Tolleret.

Etiquetado frontal obligatorio

Una nueva reglamentación que se avecina en el ámbito de la UE con incidencia directa sobre el sector del vino es la que tiene que ver con el etiquetado frontal obligatorio de productos de alimentación. “La Comisión propone poner etiquetas en los productos alcohólicos para finales de 2023”, anuncia el director general de Salud Pública de la Comisión Europea. “La Comisión está preparando una propuesta de etiquetado nutricional, que implicará también el marcado de las bebidas alcohólicas, ya que es necesario armonizar el etiquetado de las bebidas alcohólicas con el etiquetado de otros productos alimenticios. El etiquetado frontal se reconoce como una herramienta para el control de problemas de obesidad, cáncer y enfermedades cardiovasculares”, argumenta.
El etiquetado frontal que se anuncia para todos los productos alimentarios para 2023 se extenderá también a los productos alcohólicos
Pero la adopción de este etiquetado frontal obligatorio no está exento de controversia. Sistemas de marcado como el Nutri-score dividen a los productores debido a la calificación que obtendrían productos como el vino, los quesos o la carne. “Se están evaluando distintas posibilidades dentro de la Directiva de información a los consumidores, sobre la que se trabajará este año, sobre cómo se etiquetan los productos, sobre valor energético e ingredientes; no tenemos una decisión final tomada, estamos evaluando distintas posibilidades. Tenemos que tener en cuenta las consecuencias sobre algunos productos y algunas zonas concretas donde se producen”, admite John-F. Ryan.
El sistema Nutri-score propone poner una letra F en negro al vino
“Es oportuno aprobar un etiquetado frontal obligatorio único para todos los países de la UE pero debemos buscar aquel que sea más adecuado, que no penalice unos productos y beneficie a otros. Los algoritmos del Nutri-score a mi no me gustan”, insiste la eudiputada socialista Clara Aguilera. Nutri-score propone poner una letra F en negro al vino, por lo que su compañera en el Intergrupo del Vino, la eurodiputada francesa Irène Tolleret, advierte: “la introdución del aviso en las etiquetas podría tener un impacto muy negativo sobre el sector”. “Esperamos unha propuesta de la Comisión en 2023, pero consideramos que la información más importante en el caso del vino es el grado alcohólico y los sulfitos, más allá de la información nutricional”, argumenta.

Cambios en el Reglamento de las IGP y DOP

Otra normativa comunitaria que está en revisión en estos momentos es la relativa a los distintivos de calidad diferenciada a nivel europeo. Se espera que en las próximas semanas (durante el mes de marzo o abril) la Comisión haga pública su propuesta para la reforma del actual Reglamento (CE) nº 1151/2012 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 21 de noviembre de 2012, sobre los regímenes de calidad de los productos agrícolas y alimenticios, que incluye las Denominaciones de Origen Protegidas (DOP), las Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) y las Especialidades Tradicionales Garantizadas (ETG). A través de una carta abierta firmada por la Asamblea de Regiones Europeas Vitícolas (AREV), junto a la Asociación de Regiones Europeas de Productos de Origen (AREPO), ambas organizaciones han mostrado recientemente su preocupación por la aparente dirección que está tomando la próxima reforma de la política de las Indicaciones Geográficas (IG), en cuanto a la posible derivación de la gestión de los pliegos de condiciones a la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO). Las entidades firmantes han solicitado a la Comisión Europea, y más directamente a la Dirección General de Agricultura (DG AGRI), que siga participando en la gestión de la política de las IGP y DOP para que estas se mantengan en el ámbito agrícola o agroalimentario, por el trasfondo que conllevan, más allá de tratarse de una marca, nombre o signo.

Reducción de pesticidas, PAC y cambio climático

El sector del vino ha salido ganando en la reforma de la PAC para el periodo 2023-2027, considera Irène Tolleret. “Tenemos una buena PAC y hemos evitado el riesgo que había para las plantaciones”, asegura la eurodiputada francesa y copresidenta del Intergrupo Parlamentario sobre Vinos, Licores y Alimentos de Calidad en el Europarlamento. Sin embargo, los productores de vino europeos tendrán que modificar la forma de producir en los próximos años para adoptar prácticas más respetuosas con el medio ambiente y que maximicen la captura de carbono. “El sector vitivinícola tendrá que aumentar su resiliencia a los inconvenientes climatológicos derivados del cambio climático con nuevas técnicas agronómicas y nuevas variedades. El cambio climático implica que tenemos que ser lo más pragmáticos posible”, defiende Tolleret.
El problema puede estar en que se obligue a una reducción de productos fitosanitarios sin alternativa
Además, dentro del marco de la PAC y de la Estrategia De la Granja a la mesa, la UE avanza hacia una nueva regulación sobre el uso de pesticidas. “La sociedad demanda una reducción de los pesticidas que causan mayores afectaciones sobre el medio ambiente. La produción vitivinícola puede verse afectada por estos cambios normativos. El problema puede estar en que se obligue a una reducción de productos fitosanitarios sin alternativa”, añade Clara Aguilera.

Cursos sobre etiquetado y envoltorio de productos agroalimentarios

La Consellería de Medio Rural, a través de la Agencia Gallega de la Calidad Alimentaria (Agacal), tiene previsto celebrar en el Pazo de Quián, en el lugar de Sergude (Boqueixón), tres cursos sobre la visión estratégica en el etiquetado y en el envoltorio de productos agroalimentarios. Los cursos se celebrarán los viernes en horario de tarde (16:00 a 20:30 horas) y los sábados (9:00 a 20:30 horas). El primer curso se celebrará los días 15, 16, 22 y 23 de octubre. La segunda convocatoria será los días 5, 6, 12 y 13 de noviembre; mientras que la última entrega será los días 19, 20, 26 y 27 de noviembre. El objetivo principal de estos cursos es analizar las claves para aumentar el valor del productos desde la visión estratégica del etiquetado y del envoltorio del propio producto agroalimentario. En este sentido, se tratarán temas como los tipos de impresión, tendencias y costes; además de impartir conocimientos sobre el etiquetado, acabados, cuños y las diversas posibilidades de impresión. Durante las cuatro sesiones que conforman cada uno de estos cursos, también se abordará el uso del vidrio y de la madera, las posibilidades creativas y soluciones de exportación y el peso que tienen los sellos de calidad en la difusión y promoción de los productos. Esta acción de transferencia está dirigida a ganaderos y agricultores titulares de explotaciones, a jóvenes que deseen incorporarse a dichas actividades, a trabajadores agrarios, a técnicos relacionados con el sector y la estudiantes de la rama agraria. Todos los interesados en acudir pueden solicitarlo enviando un correo electrónico a la dirección maria.j.gonzalez.gonzalez@xunta.gal, tras cubrir la solicitud que pueden descargar en este enlace . Se precisan solicitar cualquier información adicional, pueden llamar al teléfono 981 54 02 62.

‘Nutri-score’, un semáforo dietético en el etiquetado de alimentos que genera recelo en España

En las últimas semanas se ha vuelto a avivar el debate en torno al sistema de etiquetado frontal Nutri-score, que el gobierno español pretende incorporar a los alimentos en los primeros meses de este 2021. La valoración que algunos alimentos básicos de la dieta mediterránea o atlántica obtienen con los parámetros de este sistema está suscitando las críticas y recelos de los expertos en nutrición.
El sistema Nutri-score plantea un sistema de colores y letras para clasificar los alimentos.

Un semáforo nutricional

El sistema Nutri-score es un etiquetado utilizado en países como Francia o Bélgica que se focaliza en la cantidad de calorías, azúcares, sodio y grasa saturada que contiene el alimento. Es un algoritmo que atribuye puntos positivos y negativos en relación con la cantidad de estos nutrientes en una suerte de semáforo nutricional, de 5 colores (del verde al rojo) y 5 letras (de la A a la E). De esta manera, los alimentos clasificados con las letras A y B (en color verde) serían los más saludables, mientras que la letra E y D (en color rojo y ámbar) se encontraría entre los más perjudiciales. Se trata de un semáforo similar al utilizado en otros ámbitos, como a la hora de evaluar la eficiencia energética de los aparatos eléctricos.
Uno de los ejemplos más comentado en los últimos días está siendo el caso del jamón ibérico, valorado según este sistema como menos saludable que los refrescos por su contenido en sal y grasas, sin llegar a tener en cuenta otros factores que son determinantes, según los expertos, a la hora de clasificar un alimento. También el aceite de oliva se ha encontrado en una situación similar, lo que ha motivado que desde el Ministerio de Consumo anunciasen ya que quedará fuera, ya que el algoritmo no recoge sus beneficios nutricionales.
“Es necesario mejorar los criterios nutricionales de implantación de Nutri-score en España”: Ascensión Marcos, presidenta de Fesnad
Este lunes, la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (Fesnad) ha presentado en un webinar las principales conclusiones del análisis de este sistema de etiquetaje. Aunque el colectivo se muestra a favor de un etiquetado frontal que muestre al consumidor información clara sobre el valor nutricional de los alimentos, el sistema Nutri-score tampoco ha convencido a los nutricionistas. “Es necesario mejorar los criterios nutricionales de implantación de Nutri-score en España”, explica la doctora y presidenta de Fesnad, Ascensión Marcos Sánchez. Sus principales deficiencias: no es todo lo claro que debiera a la hora de ofrecer información nutricional y tampoco se adapta a la dieta mediterránea, según ha reiterado la experta. “El etiquetado frontal debe ser comprensible, práctico, neutral y adaptado a los hábitos alimentarios y las guías alimentarias de la población a la que va dirigido, y esto no ocurre con Nutriscore”, detalla Marcos.
Critican que el algoritmo enmascara los puntos desfavorables, lo que genera dudas al consumidor
El cálculo del algoritmo que guía Nutri-score es uno de los puntos más conflictivos de este sistema. “El cálculo se realiza a partir de la cantidad de energía y de algunos nutrientes por 100 gramos o 100 mililitros y del porcentaje de presencia de ciertos alimentos, sin considerar la porción ni la frecuencia”, detalla la presidenta de Fesnad. Además, “el algoritmo no está bien ponderado, y la presencia de algunos puntos favorables enmascara los puntos desfavorables, lo cual no es científicamente razonable y genera dudas al consumidor”, indica Marcos.

Mejorar los criterios nutricionales

Otro de los aspectos en los que inciden desde Fesnad a la hora de valorar este sistema es el hecho de que se evalúe con criterios distintos los alimentos y las bebidas. Además, tampoco se considera el grado de procesamiento de los alimentos, lo que deja con mejores puntuaciones a elaboraciones procesadas frente a alimentos frescos o incluso que un mismo alimento obtenga igual puntuación aún cuando ha sido sometido a algún proceso que altera su valor nutricional. "Observamos que los anacardos naturales tenían la letra C, pero los fritos también tenían la C", indica la doctora. Los nutricionistas también cuestionan que el sistema Nutri-score no distingue la calidad y procedencia de la proteína de los diferentes alimentos. Tampoco diferencia la cantidad y calidad de la grasa presente, ya sean ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados. Los lácteos son otros de los alimentos en los que el sistema Nutri-score no llega a valorar el aporte nutricional y los beneficios de la grasa láctea, de este modo siempre obtienen una mejor valoración los productos desnatados. “Este sistema no considera el valor esencial de minerales, vitaminas, ni de otros compuestos bioactivos, con funciones fisiológicas imprescindibles para una buena nutrición”, señala Marcos.
Nutri-score tampoco tiene en cuenta la cantidad de nutrientes en su conjunto, solo estima los ingredientes
Fesnad también apunta que otro inconveniente de este sistema es que no valora la cantidad de nutrientes en su conjunto, sino solo de los ingredientes. Además, este semáforo nutricional tampoco aporta información detallada que pueda ajustarse a las necesidades de determinados grupos de población española, con carencias nutricionales. En base al análisis del etiquetado Nutri-score realizado desde la Federación de Nutrición proponen realizar algunas mejoras en el algoritmo para que se incluyan aspectos como la valoración del equilibrio social, económico y medioambiental del producto, así como la frecuencia con la que debe aparecer en la dieta ese producto. Introducir algunos cambios sobre los elementos de cálculo del etiquetado podría mejorar la puntuación de algunos alimentos como el aceite sin necesidad de excluirlos del Nutri-score, tal y como apuntan expertos como el consultor en regulación alimentaria, Antoni García Gabarra. Este especialista aboga además por un sistema unificado en Europa, siguiendo el ejemplo de EEUU que cuenta con un sistema único para todos sus estados.
Proponen implicar a profesionales de la salud, productores, administración y consumidores antes de implantar este sistema
Por su parte, desde el Fesnad reclaman además, que antes de implantar este sistema de etiquetado se realice un trabajo previo en el que se involucre tanto a profesionales de la salud, como a productores alimentarios, desde agricultores y ganaderos a la industria, además de la administración y los consumidores. Marcos incide en la importancia de desarrollar campañas de educación nutricional de forma continuada “para lograr que el consumidor sea capaz de tomar decisiones informadas con el fin de realizar la compra y el consumo de alimentos y bebidas más saludable”, concluye.

¿Cómo se etiquetan los productos alimentarios en el mundo?

Productos como los quesos o la carne podrían ver perjudicada su imagen La Unión Europea avanza hacia un sistema de etiquetado único en el que será obligatorio incluir en la parte frontal del envase de los distintos productos agroalimentarios un código de colores indicativo de su nivel saludable, además de contener en la parte posterior, como en la actualidad, información más detallada sobre las características nutricionales de los alimentos. La Comisión Europea acaba de hacer público un informe en el marco de la Estrategia De la granja a la mesa en el que estudia nuevas maneras de informar mejor a los consumidores sobre el valor nutritivo y saludable de los alimentos y en el que recomienda la incorporación a la legislación comunitaria de un código visual semejante al utilizado ya en más de 40 países de todo el mundo. El etiquetado nutricional en la parte frontal de los envases tiene como objetivo ayudar a los consumidores a tomar decisiones de compra de alimentos al facilitar información nutricional a simple vista, y cada vez se concibe en mayor medida como herramienta para respaldar estrategias de prevención de enfermedades no transmisibles relacionadas con la alimentación, como la obesidad, la hipertensión o la diabetes. Sin embargo, esta diferenciación, que pretende identificar claramente alimentos poco saludables como bebidas azucaradas o productos transformados con altos contenidos en sal o grasas saturadas e incentivar de esta forma su reformulación por parte de los fabricantes, podrían acabar señalando también a otros productos agroalimentarios tradicionales, como los quesos, los embutidos o incluso a la carne, perjudicando de esta forma su imagen y su demanda. "Debe señalarse que algunos productos alimenticios agrícolas no pueden reformularse fácilmente debido a su composición o a su carácter tradicional", advierte la Comisión.
"Debe señalarse que algunos productos alimenticios agrícolas no pueden reformularse fácilmente debido a su composición o a su carácter tradicional", advierte la Comisión
El Ejecutivo comunitario pretende mejorar la información y trazabilidad de los alimentos y la comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, defendió el día 20 de mayo durante la presentación en Bruselas del paquete de medidas incluídas en la Estrategia De la granja a la mesa que se trata de "una estrategia preventiva para la salud de la población" que contempla la información a los consumidores y las recomendaciones sobre los niveles nutricionales durante la fase de comercialización como una parte fundamental junto a la reducción de pesticidas, antibióticos y abonos químicos en la fase de producción. "Dado el potencial de los sistemas de etiquetado en la parte frontal de los envases para ayudar a los consumidores a tomar decisiones sobre alimentos teniendo en cuenta su salud, parece apropiado introducir un etiquetado nutricional de la parte frontal de los envases armonizado y obligatorio a nivel de la UE", indica el Ejecutivo comunitario, que sin embargo no da fechas concretas para a la adopción de este modelo y se limita a anunciar que "a su debido tiempo, la Comisión elaborará una propuesta legislativa en consonancia con los objetivos de la Estrategia De la granja a la mesa y con los principios de mejora de la legislación", un cambio normativo que podría formularse en 2022 según el calendario del Plan de Acción de la propia Estrategia, donde de las 27 medidas previstas más de la mitad, un total de 14, tienen que ver con el etiquetado, trazabilidad y fomento del consumo de productos más saludables. En la normativa actual el etiquetado frontal tiene carácter voluntario Desde diciembre de 2016, el Reglamento sobre la información alimentaria facilitada al consumidor (Reglamento UE 1169/2011) exige que la gran mayoría de los alimentos envasados incluyan información nutricional, normalmente en la parte trasera del envase, con miras a que los consumidores puedan adoptar decisiones saludables y conscientes a la hora de comprar. Esta información puede complementarse con una repetición voluntaria de sus elementos más importantes en el campo visual principal, es decir, la parte frontal del envase, con el fin de ayudar a los consumidores a consultar rápidamente la información nutricional esencial al comprar un alimento.
La información nutricional visible en la parte frontal del envase pretende que los consumidores adopten decisiones alimentarias más saludables y que las industrias reformulen sus productos para convertirlos en más sanos
La propuesta inicial de Reglamento sobre la información alimentaria facilitada al consumidor presentada por la Comisión en enero de 2008 establecía la obligación de facilitar información detallada sobre el valor energético y las cantidades de grasas, ácidos grasos saturados, hidratos de carbono, azúcares y sal en la parte frontal de los envases de los alimentos transformados pero finalmente en la redacción definitiva del año 2011 se optó por eliminar el carácter obligatorio, aunque se permitía crear sistemas nacionales voluntarios para informar sobre estos elementos a través de otros formatos de presentación (por ejemplo, formas gráficas) aplazando una posible armonización en un futuro. Sin embargo, el aumento de las tasas de sobrepeso y obesidad en la mayoría de los Estados miembros de la UE (se calcula que en 2014 el 51,6 % de la población de la UE de 18 años o más sufría sobrepeso) y sus riesgos sanitarios y de salud pública asociados (se estima que en la Unión Europea más de 950 000 muertes y más de 16 millones de años de vida perdidos pueden atribuirse a riesgos relacionados con una alimentación poco saludable) han hecho que el interés de las autoridades públicas comunitarias por el etiquetado nutricional en la parte frontal de los envases haya aumentado desde la adopción del Reglamento hace casi una década. Simplificar la información y facilitar la comprensión La introducción de formas gráficas comprensibles en la parte delantera del producto, opcional en estos momentos, tiene como finalidad simplificar la información al consumidor en relación al aporte energético o de nutrientes del alimento en cuestión y "no deberá inducir a error al consumidor, no será ambigua ni confusa y se basará en los datos científicos pertinentes", establece la normativa. Cualquier forma adicional de expresión o presentación adoptada en un determinado Estado o territorio debe ser comunicada y remitida a la Comisión Europea, que advierte de que "algunos de los sistemas de etiquetado en la parte frontal de los envases diseñados por los Estados miembros o por operadores de empresas alimentarias no corresponden a lo dispuesto en el artículo 35 del Reglamento sobre la información alimentaria facilitada al consumidor". En su dictamen de 4 de julio de 2018, el Comité Europeo de las Regiones pide a la Comisión Europea que, "tras el examen de los actuales sistemas de etiquetado de alimentos, proponga un sistema único de etiquetado cromático obligatorio a nivel europeo, en el que el color se definiría en función de la concentración sobre una base de 100 g, indicado en la parte delantera de los envases de los productos alimenticios en toda la UE, que proporcione al consumidor información clara sobre el contenido de azúcar, sal y grasas, con el fin de fomentar hábitos alimentarios más saludables". Necesidad de unificación y armonización "La confusión de los consumidores en lo relativo a los sistemas de etiquetado constituye un obstáculo considerable para su adopción y su utilización efectiva. La coexistencia de diferentes formatos de etiquetado en la parte frontal de los envases en los establecimientos de compra podría generar una mayor confusión para los consumidores y también debido a que los sistemas voluntarios no exigen que se utilicen etiquetas en la parte frontal de todos los envases, lo que podría hacer que los consumidores perciban los productos con etiquetas en la parte frontal como menos saludables que los productos sin etiquetas", justifica la Comisión Europea. No existen directrices específicas sobre mejores prácticas en materia de etiquetas nutricionales para la parte frontal de los envases a nivel internacional, aunque en mayo de 2019 la Organización Mundial de la Salud publicó el proyecto de principios rectores y manual marco para el etiquetado en la parte frontal de los envases con miras a promover una alimentación saludable, por lo que se han creado diversos logotipos. Puesto que la proliferación de etiquetas diferentes podría generar problemas para el comercio internacional, el Comité del Codex sobre Etiquetado de los Alimentos acordó en octubre de 2017 empezar a trabajar en la elaboración de directrices para armonizar dichos sistemas, algo en lo que se está trabajando en estos momentos. "El empleo de diferentes sistemas de etiquetado en la parte frontal dentro del mercado interior podría generar costes para las empresas, así como confusión y falta de confianza por parte de los consumidores", advierte también la Comisión Europea.

Una década de retraso

De conformidad con el Reglamento sobre declaraciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos (Reglamento CE 1924/2006), la Comisión debía fijar perfiles nutricionales para 2009, pero todavía no se han establecido por el elevado nivel de controversia que genera este tema, lo que quedó de manifiesto en las opiniones divergentes y polarizadas que se expresaron en 2009 cuando la Comisión trató de fijarlos. "Se está llevando a cabo una evaluación del Reglamento sobre declaraciones centrada, entre otras cuestiones, en la creación de perfiles nutricionales, y más concretamente en la cuestión de si sigue siendo adecuado establecer perfiles nutricionales para evitar declaraciones atractivas en alimentos demasiado salados, grasos o azucarados, o si deberían buscarse alternativas para lograr estos objetivos", indica ahora la Comisión en su informe sobre etiquetado de productos dentro de la Estrategia De la granja a la mesa. Desde la adopción del Reglamento sobre la información alimentaria facilitada al consumidor (Reglamento UE 1169/2011), el Parlamento Europeo no ha adoptado ninguna resolución específica sobre el etiquetado en la parte frontal de los envases, aunque en 2014, representantes gubernamentales de la UE acordaron el Plan de Acción de la UE contra la Obesidad Infantil 2014-2020, un plan voluntario que se refiere a la creación de sistemas de etiquetado alimentario de fácil comprensión para los consumidores y el Consejo Europeo pidió en 2017 a los distintos Estados miembros y a la Comisión que fomentasen el etiquetado voluntario de alimentos para contribuir de este modo a detener el aumento del sobrepeso y la obesidad infantil. Sin embargo, la adopción de este modelo parece haber entrado en una nueva fase en la actualidad. En el Pacto Verde Europeo, adoptado por la Comisión Europea el 11 de diciembre de 2019, se anuncia que en el marco de la Estrategia De la granja a la mesa se propondrán acciones para ayudar a los consumidores a elegir dietas saludables y sostenibles. Una decisión controvertida Dietistas, expertos de distintos países y asociaciones de consumidores están a favor de la adopción en el conjunto de la UE de un sistema de etiqueta frontal mediante código de colores, mostrando su preferencia por el modelo Nutri-Score. El 8 de mayo de 2019 se registró la Iniciativa Ciudadana Europea PRO-NUTRISCORE, que pide a la Comisión "que imponga el etiquetado simplificado Nutri-Score en los productos alimenticios". En los últimos años empresas fabricantes de bebidas han flexibilizado su negativa a este sistema de etiquetado, pero existen sectores concretos que siguen oponiéndose a su adopción, como empresas que trabajan con productos cárnicos transformados, difícilmente reformulables para obtener una etiqueta positiva. Los representantes europeos de los agricultores y ganaderos y las cooperativas consideran que facilitar información nutricional permite a los consumidores llevar una alimentación más saludable y equilibrada. Sin embargo, se oponen a los sistemas que utilizan códigos de colores centrados exclusivamente en los nutrientes negativos, puesto que consideran que de este modo se deja de lado el aporte nutricional general de productos agrícolas ricos en nutrientes esenciales.

Cambios de hábitos en los consumidores y en los fabricantes

La mayoría de los consumidores considera que el etiquetado en la parte frontal de los envases es útil (por ejemplo, el 71% de los participantes en una encuesta llevada a cabo en los Países Bajos o el 78% en una llevada a cabo en Alemania). El número de consumidores que afirman mirar las etiquetas que figuran en la parte frontal es muy elevado (por ejemplo, el 60% en un estudio realizado con consumidores belgas), frente al escaso número que se fija en las tablas nutricionales traseras. "Aumentar el tamaño de las etiquetas ayuda a llamar la atención con mayor rapidez. La atención también es mayor cuando el envase del alimento contiene menos información al margen de la etiqueta y cuando el tipo de etiqueta y su ubicación en el envase permanecen siempre iguales, de igual forma que los colores, que se han identificado claramente como una característica importante, llaman más la atención cuando se logra un contraste entre la etiqueta y el envase", asegura la Comisión Europea.
Símbolos directos en la parte frontal del producto permiten tomar una decisión rápida de compra
"La mayoría de los estudios sugieren que los sistemas valorativos que utilizan códigos de colores, y especialmente códigos de colores combinados con un indicador graduado, ayudan a los consumidores de diferentes edades, niveles socioeconómicos y contextos culturales a reconocer los productos más saludables", argumenta el Ejecutivo comunitario en su informe. Los estudios sobre la intención de compra indican que las etiquetas en la parte frontal de los envases pueden mejorar la calidad nutricional de las decisiones alimentarias y las cestas de la compra, aunque existen otros factores que influyen en los patrones de compra, como por ejemplo el precio.
Productos como quesos o embutidos podrían salir mal parados de la nueva reglamentación al pasar a lucir distintivos que desincentiven su compra
Las etiquetas Nutri-Score y las de formato del tipo semáforo son las que generan mejoras más frecuentes y de mayor alcance para las decisiones alimentarias de los consumidores en aras de unas opciones más saludables en los diferentes países, según diversos estudios. Pero las etiquetas frontales pueden tener también efectos no deseados para la alimentación. Por ejemplo, percibir un alimento como saludable podría aumentar su ingesta al reducirse la sensación de culpabilidad. Y también efectos sobre los productores de determinados alimentos, ya que productos como quesos, embutidos o productos cárnicos podrían pasar a mostrar etiquetas que desincentiven su compra.
Las etiquetas nutricionales frontales se han convertido en un elemento más de márketing en los productos
La introducción de etiquetas en la parte frontal de los alimentos puede servir también como incentivo para que las empresas y fabricantes de alimentos reformulen los productos existentes o creen otros nuevos con miras a obtener una clasificación más favorable en la etiqueta, usando en ocasiones dosis de grasas, azúcares o sal más bajas o buscando determinados ingredientes sustitutivos, aunque Bruselas advierte de que "puede que las pymes tengan más dificultades que las grandes empresas a la hora de reformular sus productos debido a una menor disponibilidad de recursos financieros, tecnológicos o humanos". Existen pruebas de que las etiquetas en la parte frontal de los envases realmente influyen en la composición de los productos. Por ejemplo, la adopción de este tipo de logotipos en los Países Bajos, Canadá y Nueva Zelanda han conllevado mejoras en el perfil nutricional de los productos alimenticios comercializados en estos países.

Reducción del desperdicio y la desigualdad alimentaria

En el año 2017 más de 950.000 muertes (uno de cada 5 fallecimientos producidos en la UE) se debieron a enfermedades consecuencia de dietas no saludables, alerta Bruselas. "Está claro que la transición no sucederá sin un cambio en la dieta de las personas. Sin embargo, en la UE, 33 millones de personas no pueden permitirse una comida de calidad cada dos días y la asistencia alimentaria es esencial para una parte de la población en muchos Estados miembros. El desafío de la inseguridad alimentaria y la asequibilidad corre el riesgo de crecer durante una recesión económica, por lo que es esencial tomar medidas para cambiar los patrones de consumo y frenar el desperdicio de alimentos. Si bien alrededor del 20% de los alimentos producidos se desperdician, la obesidad también está aumentando. Más de la mitad de la población adulta tiene sobrepeso, lo que contribuye a una alta prevalencia de enfermedades relacionadas con la dieta (incluidos varios tipos de cáncer) y los costes relacionados con la atención médica", detalla la Comisión Europea.
Uno de cada cinco quilos de alimentos producidos y procesados en la UE acaba en la basura
Guiada por la determinación de cumplir la meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas de reducir a la mitad de aquí a 2030 el desperdicio de alimentos per cápita en el comercio minorista y por los consumidores, la Comisión propondrá en 2023 objetivos jurídicamente vinculantes para reducir el desperdicio de alimentos en toda la UE.
La Comisión propondrá objetivos jurídicamente vinculantes para reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita a nivel minorista y de consumo para 2030 en toda la UE 
También se fomentará la demanda sostenible mediante el desarrollo de un etiquetado de alimentos sostenibles de la UE y teniendo en cuenta el etiquetado del bienestar animal para vincular los esfuerzos de sostenibilidad en las explotaciones agrícolas con la demanda de los consumidores. Revisión de la legislación sobre materiales en contacto con alimentos El envasado de alimentos desempeña un papel clave en la sostenibilidad de los sistemas alimentarios. "La Comisión revisará la legislación sobre materiales en contacto con alimentos para mejorar la seguridad alimentaria y la salud pública (en particular para reducir el uso de productos químicos peligrosos), respaldará el uso de soluciones de envasado innovadoras y sostenibles (reutilizables y reciclables) utilizando materiales respetuosos con el medio ambiente", anuncia.  En 2017 los residuos de envases alcanzaron en Europa un máximo de 173 kilogramos por habitante, por lo que los productos de un solo uso se eliminarán progresivamente y se propondrán nuevos objetivos para reducir los residuos de envases. Se prevé que el consumo de plástico se duplique en los próximos 20 años, representando en 2050 el 20% del consumo de petróleo y el 15% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Según una encuesta reciente del Eurobarómetro, la cantidad creciente de residuos generados es una de las tres principales preocupaciones medioambientales de los ciudadanos de la UE
El Plan de Acción de la UE para una Economía Circular presenta nuevas iniciativas a lo largo de todo el ciclo de vida de los productos, dado que en la actualidad la industria europea sólo utiliza un 12% de materiales reciclados. Estas normas, recientemente adoptadas, reducirán la utilización de plásticos de un solo uso, que representan el 70% de los residuos encontrados en las playas europeas.

De la cerradura sueca, el semáforo inglés, la batería italiana y el nutri-score francés a las estrellas australianas y la advertencia en negro chilena

En la década de 1980, algunos Gobiernos empezaron a diseñar etiquetas nutricionales para la parte frontal de los envases en el marco de estrategias destinadas a evitar la obesidad y otras enfermedades no transmisibles relacionadas con la alimentación. Pero es a principios del siglo XXI, coincidiendo con el aumento generalizado de la obesidad y con la mayor presencia de alimentos transformados en los mercados, cuando el número de iniciativas de etiquetado en la parte frontal de los envases aumentó de manera significativa. Paralelamente a los sistemas adoptados por los Gobiernos, la Asociación de la Industria Europea de Productos Alimenticios y Bebidas elaboró el sistema de las cantidades diarias orientativas, posteriormente denominado etiqueta de ingestas de referencia, que se introdujo en 2006. Esta etiqueta facilita información numérica sobre la cantidad de energía y nutrientes contenida en una porción del alimento correspondiente y el porcentaje de la ingesta diaria de referencia que representa.
El sector de la alimentación y las bebidas ha desarrollado a nivel internacional distintas variantes del sistema de ingestas de referencia para nutrientes específicos que están siendo ampliamente utilizadas por empresas de todo el mundo
Este sistema se utiliza en toda la UE pero algunos minoristas (por ejemplo, en Portugal y en España) crearon su propia etiqueta nutricional para la parte frontal de los envases utilizando un formato del tipo semáforo, que añade colores a la etiqueta de ingestas de referencia. En la actualidad, más de 40 países de todo el mundo tienen vigente algún sistema de etiquetado nutricional en la parte frontal de los envases. Si bien la mayoría de los países han introducido estas etiquetas frontales con carácter voluntario, algunos las han fijado ya como obligatorias. En el informe elaborado por la Comisión Europea se describen los principales sistemas de etiquetado nutricional en la parte frontal de los envases que se están utilizando o desarrollando actualmente en la UE, así como algunos de los sistemas empleados a nivel internacional. El logotipo nórdico de la cerradura El logotipo de la cerradura, creado por la Agencia Nacional de Alimentos de Suecia e introducido en este país en 1989, fue el primer logotipo para la parte frontal de los envases implantado en la UE. La cerradura es una etiqueta voluntaria y gratuita con una forma verde simbólica que identifica la elección más saludable dentro de 33 grupos de alimentos concretos (por ejemplo, pan, queso o precocinados) en función de criterios nutricionales como el nivel de grasa, azúcares, sal, cereales integrales o fibra.
La cerradura verde en la parte delantera de los envases se creó en Suecia en 1989 y hoy está implantado además en Dinamarca, Lituania, Noruega e Islandia
Este logotipo no puede utilizarse en productos con un valor nutricional bajo, como los aperitivos salados o los refrescos. Dinamarca y Lituania introdujeron la etiqueta de la cerradura en 2009 y 2013, respectivamente. Esta etiqueta también ha sido adoptada por países no pertenecientes a la UE, como Noruega e Islandia. El sistema francés Nutri-Score En octubre de 2017, Francia adoptó el sistema Nutri-Score tras una serie de estudios experimentales a gran escala. Nutri-Score, basado en el modelo de creación de perfiles nutricionales de la Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido, indica la calidad nutricional general de un alimento concreto. Esta etiqueta utiliza una escala de cinco colores, desde verde oscuro para los alimentos de la máxima calidad nutricional hasta naranja oscuro para los alimentos de menor calidad nutricional, asociados con letras desde la A a la E. El algoritmo utilizado para calcular la puntuación nutricional tiene en cuenta tanto los elementos negativos (azúcares, ácidos grasos saturados, sal y calorías) como los positivos (proteínas, fibra, fruta, verduras, legumbres y frutos secos).
El Gobierno español anunció en noviembre de 2018 su intención de adoptar el sistema ideado en Francia
Bélgica también adoptó el Nutri-Score en marzo de 2019 y el pasado mes de marzo Alemania notificó a la Comisión un proyecto reglamentario nacional sobre el uso de Nutri-Score. España anunció en noviembre de 2018 también su intención de adoptarlo, al igual que los Países Bajos (noviembre de 2019) y Luxemburgo (febrero de 2020). El semáforo inglés y la batería italiana En 2013, el Reino Unido introdujo oficialmente un sistema voluntario de etiquetado para la parte frontal de los envases, conocido como sistema "semáforo", después de años de investigación y consultas con las partes interesadas. El sistema combina códigos de colores con ingestas de referencia porcentuales y se complementa con una guía adoptada por las autoridades del Reino Unido que facilita información sobre el contenido de grasas, ácidos grasos saturados, azúcares y sal, así como el valor energético del alimento por ración o porción. Se utilizan colores para clasificar el contenido de esos nutrientes como "bajo" (verde), "medio" (ámbar) y "alto" (rojo).
El sistema de semáforo del Reino Unido tiene carácter voluntario en Corea del Sur y obligatorio en Ecuador
Aparte del Reino Unido, solamente algunos países han introducido formatos del tipo semáforo para nutrientes concretos, bien con carácter voluntario (por ejemplo, Corea del Sur) u obligatorio (por ejemplo, el Ecuador). La India también está considerando establecer una etiqueta obligatoria. En enero de 2020, Italia notificó a la Comisión un proyecto de decreto en el que se recomendaba el uso del sistema voluntario "NutrInform Battery" en la parte frontal de los envases. El sistema, basado en la etiqueta de ingestas de referencia, incluye el símbolo de una pila en la que se indica la cantidad de energía y nutrientes contenida en una porción, expresada como porcentaje de la ingesta diaria. Este sistema aún no está presente en el mercado de la UE.

Estrellas positivas de Australia y etiqueta negativa en negro de Chile

En Australia y Nueva Zelanda se aplica el sistema graduado "Health Star Rating" (calificación de las características saludables mediante estrellas), un sistema voluntario de etiquetado en la parte frontal de los envases que asigna a los productos entre media y cinco estrellas dependiendo de lo saludables que sean en función de una serie de nutrientes y otros componentes tanto negativos como positivos. El método de advertencia en negro de gran formato de Chile, introducido en 2016, es un sistema obligatorio basado en nutrientes que indica qué productos tienen un elevado contenido de energía, azúcares, ácidos grasos saturados o sodio. Quizás sea uno de los sistemas más impactantes y está reportando resultados muy positivos según las autoridades chilenas. Otros países sudamericanos como Brasil, Perú y Uruguay, así como Canadá e Israel han diseñado o están diseñando sistemas de alerta similares. Logotipos de elección saludable Otros Estados optan por mensajes en positivo. Algunos países asiáticos (por ejemplo, Malasia, Singapur y Tailandia) utilizan logotipos positivos de elección saludable con diferentes formatos y criterios (algunos se basan en los criterios de Choices International). El logotipo "Healthy Choice" ("Elección Saludable") consiste en un tick propiedad de la Choices International Foundation que identifica las opciones más saludables dentro de un grupo de alimentos, pero se utiliza en todos los productos, incluidos los aperitivos y los refrescos. Las empresas que abonan la cuota de afiliación a la organización Choices pueden utilizar el logotipo en los productos que cumplan los requisitos. Este sistema se está utilizando dentro de la UE en Chequia y en Polonia. El Gobierno de los Países Bajos adoptó el logotipo en 2013, pero lo retiró en 2017.
Países africanos como Nigeria y Zimbabue también han introducido logotipos de elección saludable
Finlandia adoptó el símbolo del corazón con la expresión "Mejor elección" en el año 2000, definiendo criterios para la utilización de este símbolo (contenido de grasa, sal, azúcar o fibra) para nueve grupos de alimentos esenciales. El derecho a utilizar la etiqueta lo conceden expertos nombrados por la Asociación Finlandesa del Corazón y la Asociación Finlandesa de la Diabetes y requiere el pago de una tasa. En Eslovenia, la Asociación para la Salud Cardiovascular introdujo en 1992 el logotipo "Alimento protector" (también llamado "pequeño corazón"), promovido por el Gobierno y que se utiliza en alimentos envasados que cumplen determinados criterios nutricionales. Como parte del programa nacional de 2015 "Vivir sano", el Instituto de Salud Pública de Croacia está habilitado para conceder el derecho a utilizar este logotipo a aquellos alimentos que se ajusten a determinados criterios nutricionales. ¿Qué son los perfiles nutricionales? La creación de perfiles nutricionales es la categorización de alimentos en función de su composición nutricional utilizando criterios previamente establecidos. Tiene diversas aplicaciones en distintas partes del mundo, por ejemplo, regular la comercialización de alimentos para niños. Los perfiles nutricionales también se utilizan comúnmente en los sistemas de etiquetado nutricional en la parte frontal de los envases. La mayoría de los sistemas de etiquetado en la parte frontal de los envases se basan en criterios de creación de perfiles nutricionales que pueden ser simples umbrales nutricionales (por ejemplo, para definir cuándo se asignará en un sistema el color verde, el ámbar o el rojo), o algoritmos más complejos a través de los que se calcula una puntuación global, aunque los criterios de creación de perfiles nutricionales no figuran en las etiquetas como tales. Los criterios de los perfiles nutricionales pueden aplicarse a todos los grupos de alimentos o ser específicos de grupos de productos concretos. En la UE, el concepto de los perfiles nutricionales también se utiliza en el contexto de las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables de los alimentos, en el que por perfil nutricional se entiende un umbral máximo de nutrientes como la grasa, la sal o los azúcares por encima del cual se limitan o prohíben las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables, evitando de tal modo un mensaje sanitario positivo para los alimentos con un contenido elevado de estos nutrientes.

Critican que la nueva norma de etiquetado de la miel no cumple las demandas de los apicultores

La pasada semana el Gobierno anunciaba la aprobación en Consejo de Ministros del nuevo decreto de etiquetado de la miel, una norma que obligará a algo tan básico como que en el etiquetado de la miel se indique el país o países de procedencia, un cambio que permite la legislación de la Unión Europea y que ya han aplicado estados como Francia o Italia. Sin embargo, la información que ha trascendido de la norma aprobada en Consejo de Ministros no cumple con las demandas de los apicultores y asociaciones de consumidores, ya que no se obliga a indicar el porcentaje de miel que procede de cada país, así como si esta ha sido sometida a pasteurización. En este sentido, distintas organizaciones han exigido al Gobierno que cambie la norma antes de publicarla en el Boletín Oficial del Estado y que no ceda a los intereses de las industrias envasadoras y a las presiones de países como China, principal exportador de miel y sucedáneos a la Unión Europea. Así, desde la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), su responsable del sector apícola, Pedro Loscertales lamenta que "el Ministerio de Agricultura ha dejado al consumidor con la miel en los labios. Que no se incluyan porcentajes de cada país en los que casos que haya mezclas supondrá que, una miel con un porcentaje de mezcla del 1% cosechada en España y del 99% cosechada en China, tenga la misma leyenda en el etiquetado que otra con un 49% de miel española y 51% china, cuando son productos sustancialmente diferentes". Los apicultores también reclaman que se indique si la miel ha sido sometida a tratamientos de calentamiento por encima de 45°C o microfiltrados que eliminen el polen intrínseco de la miel. Los productores y las organizaciones agrarias ya han señalado que seguirán reivindicando como lo llevan haciendo hace más de 15 años para que el etiquetado de la miel recoja la realidad del producto y no se “engañe a los consumidores”.

6 ejemplos de fraude en los productos alimentarios gallegos que permite la administración

Luchar contra el fraude de los productos que se venden como gallegos o como caseros y que no lo son, incumpliendo los controles y las garantías en materia sanitaria, así como sus obligaciones fiscales, resultará clave para no perder en los próximos años la buena imagen que tienen los alimentos gallegos. Así de contundentes se manifestaron los representantes de distintas Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas Protegidas que se reunieron este martes por la mañana en Santiago, convocados por la Unión de Consumidores de Galicia, para crear el primer grupo de trabajo con el objetivo de desarrollar líneas de actuación conjuntas en los próximos meses. Una mayor implicación de las administraciones, especialmente de los ayuntamientos y de la Consellería de Sanidade, para hacer cumplir la ley, lucha contra el fraude en el etiquetado, garantizar el derecho de los consumidores a la información o puesta en valor de los productos alimentarios gallegos con sello de calidad fueron algunas de las líneas que se plantearon. A esta primera reunión celebrada esta mañana en el Consejo Económico y Social (CES) de Santiago de Compostela asistieron el secretario del Consejo Regulador de la DOP Mejillón de Galicia, Alfonso Alcaide; la secretaria del Consejo Regulador de la IGP Miel de Galicia, María de Diego Roldán; la secretaria del Consejo Regulador de la DOP Queso tetilla, Mari Sé Mosteiro Zapata; el secretario Gerente del Consejo Regulador de la DOP Arzúa-Ulloa, Óscar Pérez Ramil; el presidente del Consejo Regulador de la DOP Ribeiro, Juan Manuel Casares Gándara; el presidente y la secretaria del Consejo Regulador de la IGP Aguardientes y Licores Tradicionales de Galicia, José Antonio Feijoo Mateo y Carmen Otero; el vicepresidente del Consejo Regulador de la DOP Pimiento de Herbón, Jose Manuel Ferro Lago; el presidente de la IGP Faba de Lourenzá, José Cuadrado Oural; el Presidente de AFAPAN (Asociación de Fabricantes de Pan de la Provincia de Lugo), César Fieiras; representantes de la APROINPPA (Asociación Provincial de Panadería y Pastelería de la Provincia de Pontevedra), José García y Pablo Cendón; y el vicepresidente de Fegapan (Federación Gallega de Asociaciones de Fabricantes de Pan), Marcial Grela. El grupo de trabajo, que se volverá a reunir a finales de febrero, estará abierto a todas aquellas otras entidades que propongan las ya integrantes y también a aquellas que soliciten su participación.

Los ejemplos de las irregularidades con los productos gallegos de calidad

1) El pan que se vende como gallego en el resto de España pero no lo es Los representantes de los panaderos, que en las próximas semanas está previsto que cuenten por fin con la Denominación de Origen Pan Gallego una vez que se publique en el Boletín Oficial de la Unión Europea, destacaron las enormes posibilidades que abre este distintivo de calidad para el pan elaborado en Galicia. “No solo será clave para luchar contra el plagio del pan que se vende como gallego en el resto de España, sino también para impulsar y hacer atractivo el cultivo del cereal en Galicia, creando riqueza y fijando población en nuestro rural”, destacó César Frieiras, de la Asociación de Fabricantes de Pan de la Provincia de Lugo. Además, alertó de la “utilización continua del pan como producto reclamo, con un precio irrisorio, por parte de la distribución”. En la misma línea incidió Marcial Grela, quien puso sus esperanzas en que la DOP Pan Gallego “sirva para luchar contra ese pan que se vende como gallego pero que no lo es, y está incluso elaborado en Valencia, así como para potenciar el cultivo del cereal en nuestra tierra, máxime cuando ya tenemos dos variedades de trigo autóctono certificadas”. 2) Los quesos o la miel que se venden como caseros sin ningún control sanitario El prestigio de los quesos gallegos con Denominación de Origen o Indicación Geográfica Protegida se ve amenazado en buena medida por todos aquellos que se venden en ferias y mercados, así como directamente a la hostelería, como productos caseros y artesanales, sin que la leche pase el control sanitario, con el consiguiente riesgo para la salud humana, y a menores precios que los legales, al no pagar impuestos. “Es una situación claramente ilegal, sobre todo en los mercados municipales, en los que los ayuntamientos deben intervenir y denunciar estos casos porque es su competencia garantizar que los alimentos que se venden en la vía pública están etiquetados y sean salubres. Y sino delegar en la Xunta. Pero desgraciadamente son contados los ayuntamientos que cumplen la ley”, explicó Mari Sé Mosteiro Zapata, secretaria del Consejo Regulador de la DOP Queso tetilla, una situación que también sufren en la DOP. Queso Arzúa-Ulloa.
“Tenemos un gran problema con los quesos que se venden en las ferias y mercados ambulantes, y los ayuntamientos miran para otro lado”
El fraude, según explicaron, se extiende también a la restauración, que compra estos quesos caseros y sin etiqueta. “La única vía efectiva es denunciar, fue lo que hicimos en varios locales de hostelería de Santiago, después de enviarles cartas advirtiéndoles de que las sanciones pueden ascender a hasta 30.000 euros”, añadió. Desde el Consejo Regulador de la IGP Miel de Galicia, su secretaria, María de Diego Roldán, también contó que uno de los grandes problemas a los que se enfrentan “es toda la miel que se venden sin etiqueta, aunque con el Decreto de Producción Primaria sí que se avanzó bastante en el etiquetado”. Sin embargo, reconoce que “sigue habiendo mucha miel foránea que se vende como gallegA, y mucha miel que pone en la etiqueta de Miel de Galicia, cuando no puede emplear ese nombre si no está en la IGP”. 3) El vino que se vende como “Ribeiro Turbio” perjudicando a la Denominación de Origen Ribeiro Aunque con variaciones, los daños que provoca la apropiación del nombre de Galicia en los productos alimentarios gallegos avalados por un sello de calidad como son las IGP o las DO, también se extiende al mundo de los vinos. Así, Juan Manuel Casares Gándara, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribeiro, relató el caso de los vinos que se venden empleando el nombre Ribeiro o como Ribeiro Turbio, sin etiqueta del Consejo Regulador, y perjudicando la imagen de los vinos de esta DO. Ante esta situación, explicó que “este año, y por primera vez en la historia del Consejo Regulador, pusimos en marcha un protocolo para denunciar estas situaciones fraudulentas, que se dan tanto en Galicia como en el resto de España”. “Y de los 6 casos que nos hicieron llegar desde hace unas semanas, 5 ya rectificaron después de recibir una carta de nuestros abogados”, explicó. En este sentido, el presidente de la DO Ribeiro defendió realizar una labor de educación, especialmente entre los consumidores y los hosteleros, sobre las garantías que aportan los precintos de calidad. Además, Juan Manuel Casares hizo un llamamiento a la necesidad de “romper el círculo vicioso de que la administración no interviene porque no hay una denuncia, y de inspeccionar únicamente a aquellos productores o industrias que están registradas”. 4) “Los hosteleros compran el pimiento de Marruecos o Murcia a granel y lo venden cómo de Padrón” El vicepresidente del Consejo Regulador de la DOP Pimiento de Herbón, Jose Manuel Ferro Lago, expuso la situación de competencia desleal a la que se enfrentan, “tanto debido a los propios vecinos que producen pimiento pero que no están dados de alta en la IGP y que tiran con los precios, vendiendo el kilo a 2 euros o menos frente a los 3 que cuesta el de la IGP, y a veces incluso sin estar dados de alta en la seguridad social, como sobre todo a la hostelería, que emplea las pocas bolsas que te compran para llenarlas con el pimiento de Marruecos o de Murcia que compran a bajo precio y venden como de Padrón”. Igualmente, criticó la falta de colaboración de los ayuntamientos para hacer cumplir la ley: “¿Cómo se entienden que el Ayuntamiento de Padrón permita que en las Fiestas de la Pascua, en el mes de marzo, cuando en Galicia, y menos en nuestro ayuntamiento, no se produce pimiento, casi todas las pulperías y restaurantes ofrezcan pimiento de Padrón en su menú?”, se preguntó. 5) “La IGP Faba de Lourenzá está en una situación muy difícil por la competencia de los que venden por fuera” José Cuadrado Oural, presidente de la IGP Faba de Lourenzá explicó la difícil situación por la que atraviesan puesto que los 39 productores inscritos padecen la competencia desleal en precios de otros 250 que también la producen y venden, muchos de ellos personas jubiladas. “La venden a menos precio, porque en muchos casos no pagan ningún tipo de impuesto, y se aprovechan de la fama de la Faba de Lourenzá. Esto está llevando a que haya productores que se estén planteando salir de la IGP porque así no tienen los controles y las auditorías de calidad que realizamos”, relató. “Y esto -advirtió- desanima claramente a la gente que quiere emprender en la agricultura. 6) “Vender aguardiente o licor de garrafón a la hostelería para que rellenen las botellas solo pasa en Galicia” Por parte del Consejo Regulador de la IGP Aguardientes y Licores Tradicionales de Galicia, sus presidente y secretario, José Antonio Feijoo Mateo y Carmen Otero, recordaron que la suya es una de las IGP más afectadas por la competencia desleal, y en muchos casos ilegal -al no pagar impuestos y pasar controles sanitarios- de los llamados licores y aguardientes caseros. “Es una práctica ilegal que hacen destilerías gallegas y que es seguida por hosteleros gallegos. De hecho, Galicia es la única Comunidad donde estas empresas le venden en garrafas a la hostelería, a precios muy bajos, para que rellenen las botellas con este producto de malísima calidad y dudosas garantías sanitarias para el consumidor”, advirtió José Antonio Feijóo Mateo. En este sentido, el presidente de la IGP Aguardientes y Licores Tradicionales de Galicia alertó de que “de seguir así vamos a dejar que acaben con la fama de Galicia como productora de alimentos y bebidas de primera calidad”.

Petición unánime del Parlamento Gallego de un etiquetado claro de la miel

La Comisión de Agricultura del Parlamento aprobó este martes por unanimidad una proposición no de ley presentada por el grupo del Bloque Nacionalista Galego por la se demanda al Gobierno Central una nueva norma sobre etiquetado de la miel en la que se indique claramente el país o países de origen. En concreto, el texto aprobado demanda al Gobierno Central, con competencias en la materia, que "en el etiquetado de la miel se indicarán de forma obligatoria el país de origen del producto y los porcentajes de mezcla, en caso de que proceda de varios países". Actualmente la normativa europea establece que debe figurar únicamente si es miel de la Unión Europea o de fuera de la UE, aunque deja margen a los estados miembros para que exijan que también aparezcan los países o país de origen, algo que ya es obligatorio en países como Francia o Italia.

Que se informe si la miel fue pasteurizada

Además, y a través de una enmienda del Grupo del Partido Popular, la iniciativa también pide que "se indicará también si se trata de una miel sometida a un proceso de calentamiento por encima de los 45ºC". Es decir, si la miel fue sometido a pasteurización, un proceso que impide que cristalice, pero que reduce sus propiedades nutritivas y saludables. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ya se comprometió en diciembre a introducir todas estas demandas del sector apícola y de las organizaciones de consumidores en el nuevo Real Decreto que se está elaborando para clarificar el etiquetado de miel, y que en estos momentos se encuentra en fase de consulta pública. Tanto las organizaciones agrarias, como UPA o a COAG, así como asociaciones sectoriales como la Asociación Galega de Apicultura o la Agrupación Apícola de Galicia lleven meses realizando una campaña informativa para concienciar a la opinión pública y presionar al Ministerio de Agricultura sobre la necesidad de un etiquetado claro y transparente de la miel.

“Gran parte de la aguardiente que se vende como gallega no lo es”

El Consejo Regulador de las Indicaciones Geográficas de los Aguardientes y Licores Tradicionales de Galicia acaba de presentar sus datos de 2018 que confirman su lento pero imparable ascenso: 385.000 litros de producto certificado el pasado año, un 16% más que en 2017 y un 78% más si que compara con los datos de 2011. Sin embargo, estas buenas cifras se ven empañadas por unos precios bajos en relación a la calidad del producto -”tenemos un aguardiente en Galicia de la misma calidad cuando no mejor que los italianos o los portugueses pero que se vende a un precio 4 veces inferior”, lamenta- y sobre todo el fraude estructural con cientos de miles de litros de aguardientes y licores que se venden como gallegos pero que no lo son. Tanto en litros certificados como en contraetiquetas el crecimiento del Consejo Regulador de las Indicaciones Geográficas de los Aguardientes y Licores Tradicionales de Galicia es imparable. ¿A que lo atribuye? Es cierto que tenemos un crecimiento sostenido, pero hay que recordar que partíamos de cifras de calificación muy bajas y seguimos en cifras muy inferiores a lo que debería estar certificado bajo la IGP Orujo de Galicia.
 “El licor de hierbas gallego con IGP tiene un enorme mercado en España”
Los medios del Consello Regulador son limitados y los centramos en realizar una labor continua de divulgación, tanto entre la restauración, distribución y entre los consumidores en general de que comprar un aguardiente o un licor con la etiqueta de la IGP Aguardientes y Licores Tradicionales de Galicia es la única garantía de que proceden de uvas gallegas y de que son productos de calidad, algo que para nada se garantiza con los llamados licores caseros, que además de un fraude fiscal suponen en muchos casos un claro riesgo sanitario. ¿En que denominaciones vitivinícolas gallegas certificáis más aguardiente y licores? Sin duda en la Denominación de Origen Rías Baixas, donde se concentra el 90% del producto amparado por la IGP, quizás debido a que la mentalidad de estas bodegas es más empresarial y son conscientes de que en su carta de productos, junto a unos buenos vinos, tienen que tener unos aguardientes de la máxima calidad. ¿Que porcentaje del aguardiente gallego está certificado por la IGP Aguardientes y Licores Tradicionales de Galicia? Es difícil conocer el dato exacto pero el porcentaje aún es demasiado bajo. Buena parte del bagazo gallego es destilado en Galicia, pero no todo sirve para elaborar aguardientes amparadas por la IGP, que exige altos estándares tanto del punto de vista físico-químico (contenido de etanol...etc) como organoléptico. En resumen, para poder llevar la contraetiqueta de la IGP el aguardiente o licor no debe tener ningún defecto. ¿En que producto detectáis desde el Consello Regulador más posibilidades de crecimiento? El licor café es una bebida que se vende fundamentalmente en Galicia y en el pasado 2018 experimentó un pequeño incremento en la certificación; el orujo o aguardiente blanca descendió ligeramente y donde se concentró el incremento fue en el orujo de hierbas, que es donde detectamos un mayor potencial de crecimiento y que representa la mayor parte de la producción certificada. Se trata de una bebida que se consume en toda España y donde el producto gallego amparado por la IGP tiene un potencial de crecimiento enorme. En este sentido, animaría a las empresas a que realicen un esfuerzo comercializador porque hay un gran mercado. ¿Se nota esta evolución positiva de las certificaciones en los precios? Lamentablemente no. Una grappa italiana o incluso una bagaçeira portuguesa se pueden vender a 90 euros la botella de 1 litro, mientras que el gallego está en el entorno de los 18 euros. Cualquier aguardiente amparado por el Consello Regulador Aguardientes y Licores Tradicionales de Galicia tiene una calidad como mínimo, igual, a los italianos o portugueses, pero su precio es 4 o 5 veces inferior.
“Nuestro orujo gallego tienen la misma calidad que uno italiano o portugués, pero un precio 4 veces inferior”
¿Como diferenciar un aguardiente gallego certificado del que no lo está? La mayor garantía sin duda es la etiqueta de la IGP, pero incluso en una cata a ciegas se nota la diferencia enorme de calidad. En la última edición del Salón de Gastronomía Xantar, en Ourense, organizamos desde el Consello Regulador una cata, y al finalizar una trabajadora de la hostelería se me acercó para decirme que era la primera vez en sus años de trabajo en que había catado un licor de hierbas que le había resultado agradable y sentado bien. Nos ha pasado también casos de prescriptores extranjeros a los que les habían servido en el restaurante un orujo gallego supuestamente casero y les había resultado infame. Pero cuando vienen a las bodegas y prueban uno amparado por la IGP se quedan sorprendidos por su calidad. ¿Sigue siendo la gran asignatura pendiente la lucha contra el aguardiente que se venden como gallego pero no lo es? Sin duda, y donde más se comete el fraude es en los propios bares y restaurantes gallegos, que tiran piedras contra su propio tejado. Deberíamos estar orgullosos como gallegos de nuestros productos y tendríamos que recordar que es muy difícil que vendamos fuera lo nuestro cuando no lo defendemos y consumimos en nuestra tierra.
“El problema con el fraude lo tenemos en casa: son gallegos los que lo elaboran y gallegos los restaurantes que lo venden”
Es inconcebible que en los restaurantes te regalen el chupito de aguardiente, en el que te juegas su salud si es ilegal, y te cobren el café, cuando por 2 euros te puedes tomar un chupito de un aguardiente legal, certificado por la IGP, y de la máxima calidad. Como muestra de como está la situación, hay bodegas gallegas que se niegan a vender sus aguardientes y licores en Galicia porque luego les rellenan las botellas para hacerlas pasar como suyas. En cuanto a los elaboradores, en Galicia hay destilerías que elaboran licores y aguardientes con orujo gallego, pero también con mucho orujo que traen de fuera y a veces incluso mezclándolo con alcohol. Eses productos, por mucho que paguen impuestos a Hacienda, están sirviéndose el nombre de Galicia en la etiqueta para vender un producto que no es gallego 100%, en una práctica que bordea la legalidad y que constituye un engaño al consumidor. El problema lo tenemos en casa: la mayor parte de las empresas que venden aguardientes y licores pseudogallegos o pseudocaseros son gallegas y la administración no puede mirar para otro lado. ¿La administración está cumpliendo sus obligaciones? Hasta hace poco el mercado gallego estaba inundado de aguardientes y licores ilegales, constituyendo un problema de salud pública, algo que sólo pasa en países pocos desarrollados. Es algo que como sociedad nos debería avergonzar y obligar a actuar con firmeza. Es cierto que la Consellería de Sanidade realizó inspecciones y impuso cientos de sanciones en locales de hostelería de las provincias de A Coruña y Pontevedra, pero en Ourense sólo impuso 2 o 3, cuando es suficiente con darse una vuelta para comprobar que circulan ampliamente estos aguardientes y licores ilegales. ¿Por qué no actúa la Xunta?

¿Es legal vender un vino o alimento como gallego sin ser producido en Galicia?

La venta de productos alimentarios cómo gallegos, y en especial el vino, la aguardiente o la empanada, pero que no fueron producidos e incluso ni elaborados en Galicia es una práctica que sigue a ser bastante común en el resto del Estado. En este sentido, desde la Unión de Consumidores de Galicia recuerdan que la legislación es muy clara a la hora de considerar ilegal y sancionables estas prácticas. He aquí las referencias normativas sobre cuestiones relativas a etiquetado y origen de los productos alimenticios y del vino. Reglamento (CE) En el 1493/1999 DE ÉL CONSEJO, de 17 de mayo de 1999 por el que se establece lana organización común del mercado vitivinícola. Artículo 48 Reglamento (UE) 1169/2011 DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DL CONSEJO de 25 de octubre de 2011 sobre la información alimentaria facilitada al consumidor   Artículo 17 A) Ley 24/2003 de la Viña y del Vino. Artículo 18.5, o artículo 39 1 f) RD 1334/1999, de 31 de julio, por el que se aprueba la Norma general de etiquetado, presentación y publicidad de los productos alimenticios. Artículo 4 A nivel de Galicia el Decreto 124/2010. de 15 de julio, por el que se regulan las menciones relativas al origen u origen gallego en el etiquetado, presentación y publicidad de los productos alimentarios. Artículo 4

La Unión de Consumidores denuncia que es fraudulento vender cómo gallego vino que no fue producido en Galicia

El secretario general de la Unión de Consumidores de Galicia (UCGAL), Miguel López Crespo, considera fraudulento y denunciable la venta de vino como gallego cuando no fue producido ni elaborado en Galicia. En concreto, en declaraciones a Campo Galego, Miguel López Crespo recuerda que “es preciso distinguir entre si el etiquetado de un producto alimentario indica producido, lo que se refiere al origen de la materia prima, o elaborado en, referido al proceso de elaboración del mismo”. En este sentido, distingue tres situaciones: “Si la uva procede de fuera de Galicia pero fue elaborado por una bodega gallega y en la etiqueta así lo indica, elaborado en Galicia, no se estaría cometiendo una infracción legal, aunque desde nuestro punto de vista de la Unión de Consumidores de Galicia sí que habría una práctica comercial desleal, pues induce a error al consumidor. Cuando el vino no fue ni elaborado ni producido en Galicia no se puede incluir en la etiqueta ninguna de estas palabras, y en el caso del nombre de producto y emplea un nombre o imagen que evoca a que es gallego entendemos que se está cometiendo un fraude, pues lo que se persigue es confundir al consumidor despertando la conciencia de que es un producto gallego, cuando ni fue elaborado ni producido aquí. Y cuando hace referencia a una Indicación Geográfica Protegida o Denominación de Origen, como la palabra Ribeiro o Rías Baixas, sería claramente ilegal, fraudulento y punible”, explica. “La normativa europea es clara en cuanto a indicar el origen y si no se cumple con los alimentos es por la presión de los lobbyes” Miguel López Crespo concluye que “desde la Unión de Consumidores de Galicia defendemos que consumidor debe tener pleno derecho a la información y cuando consume un producto tiene derecho a conocer de donde procede, y no solo donde fue elaborado”. “Lo mismo cuando hablamos de determinados alimentos. Si la normativa europea obliga a etiquetar el origen de los productos y de los ingredientes principales no es comprensible que se quieran establecer excepciones para alimentos como el vino, la leche o la miel, a no ser por la presión de determinados lobbies muy poderosos”, concluye.

Vino gallego elaborado con uva de Castilla: El fraude que no cesa

“Turbiño”, “Os Portapazos”, “Viño Blanco”....el nombre suena a gallego, llevan en la etiqueta la bandera de Galicia e incluso puede ser elaborado por bodegas gallegas, pero la uva procede de Castilla o de otras regiones de España. La venta de estos vinos de mesa a bajo precio -incluso a menos de 2 euros la botella- sigue siendo una realidad extendida, sobre todo en el sector de la hostelería y en comunidades del Levante español, como Valencia, Cataluña o las Islas Baleares Desde las asociaciones de consumidores, consejos reguladores y viticultores consideran que esta situación es fraudulenta, pues perjudica la imagen de los vinos de Galicia, asociándolos a vinos baratos y de baja calidad, y además supone un engaño para el cliente, pues en la mayoría de los casos la uva, la materia prima, no es gallega. Los argumentos con los que las empresas de distribución llegan a vender estos vinos rozan a veces el esperpento. Así, una distribuidora de vinos de Gijón (Asturias), vende su “Vino Blanco” turbio gallego destacando que ha sido elaborado “siguiendo la tradición y cultura gallega”. Galicia Gourmet (sic), una distribuidora de productos para hostelería radicada en Xinzo de Limia (Ourense) destaca de su vino “Turbiño”, elaborado por una bodega gallega, que “estos vinos aunque salieran turbios, eran del gusto de los pobladores de Galicia. En los últimos años, el vino gallego turbio ha tomado auge en ciertos restaurantes españoles, hasta el punto que se elabora y comercializa para satisfacer la demanda de los gallegos”. Concluye que el vino turbio “se considera una bebida tradicional gallega”, tal cual. Bodegas Leopoldo distribuye en Alicante estos vinos turbios gallegos entre el sector de la hostelería, donde reconocen que existe una demanda consolidada para este tipo de caldos.

El caso de “Os Portapazos”

Uno de los casos más sonados ha sido el de “Os Portapazos”, un vino elaborado por Adegas do Miño para la cadena de supermercados Lidl. Un vino económico, hecho con un coupage de vinos que proceden de Castilla, Valencia y Cataluña y que fue elegido como uno de los mejores vinos blancos españoles de la cosecha 2017 en la última edición de los premios Baco, que organiza la Unión Española de Catadores. Se da la casualidad de que el vino es elaborado en Toén (Ourense) por Adegas do Miño, que forma parte del grupo gallego Reboreda Morgadío, al que pertenece también Bodegas Campante, que elabora “Turbiño”.

Xoán Cannas (Instituto Galego do Viño): “La solución pasa por formar a los clientes y al personal de restaurantes y supermercados”

Xoán Cannas, director del Instituto Galego do Viño (INGAVI), considera “para entender esta situación hay que remontarse a mediados del siglo XX, cuando desde Galicia, y desde la comarca de O Ribeiro en concreto, se apostó por variedades de vid foráneas y muy productivas y se alimentó esta imagen de vino gallego turbio y barato, sobre todo en la zona de Levante”. “Sin embargo -añade- con el cambio de modelo de viticultura en Galicia, orientado hacia las DO y hacia los vinos de calidad, en estos momentos esos vinos no son elaborados con uva gallega, a pesar de querer pasar como de Galicia, y en muchos casos se elaboran fuera de nuestra comunidad”. En este sentido, Xoán Cannas reconoce que la principal preocupación “es la imagen de marca Galicia que están creando estos vinos”, algo que también extiende especialmente a DO´s como Ribeiro pero también Rías Baixas. La solución, a su juicio, pasar por “crear más cultura del vino y una mayor sensibilización entre los consumidores”. “Y creo que eso empieza por formar a los camareros de los restaurantes y a los responsables de sección de vinos en los supermercados, para que ellos transmitan los conocimientos a los clientes que compran vinos y no se les engañe”, concluye.

Vinoteca Vide Vide: “Se deberían regular más los vinos de mesa y a granel para garantizar el origen de la uva”

Desde Vide, Vide! , una reconocida vinoteca y distribuidora de vinos de Santiago de Compostela, aseguran que “cuando abrimos si que nos venían turistas, sobre todo de la zona de Valencia, demandando vino turbio gallego”. Creen que la situación en Galicia está superada “porque en consumidor de aquí si que valora los vinos de calidad”, por lo que consideran que “se debería realizar un trabajo de márketing y de promoción en esas comunidades donde más se produce esta situación”. En todo caso, recuerdan que “para el consumidor que bebe vino todos los días es necesario ofertarle una alternativa, por lo que habría que regular más tanto el vino de mesa como el vino a granel para que garantizar al consumidor la procedencia de la uva”. “En nuestro caso, vendemos también vino a granel de cosecheros y pequeñas bodegas, pero controlando que las uvas sean de Galicia. Después hay un mercado de vinos a granel a precios muy bajos y donde no se garantiza ningún origen, y en ese mercado no entramos”, añaden. En todo caso, desde Vide Vide! Auguran que el mercado de vinos de calidad a granel “tiene mucho futuro, sobre todo en formato de Bag in Box, un tipo de envase en el que el vino se conserva hasta 4 meses una vez empezado, y que en Denominaciones de Origen como Bierzo, ya autorizan este tipo de envase, por lo que igual aquí las DO´s también deberían considerarlo”.

Iniciativa del Consello Regulador de la Denominación de Origen Ribeiro para perseguir el fraude  

Etiquetas que garante que o viño é do Ribeiro El Consello Regulador de la Denominación de Origen Ribeiro ha puesto en marcha un nuevo y pionero programa de lucha contra el fraude en la marca vitivinícola de vinos que se venden utilizando la palabra Ribeiro y que no llevan la etiqueta ni están sometidos a los controles del Consello Regulador. Y ya está obteniendo los primeros resultados. Para poder implementar esta estrategia, el Consello Regulador aprobó en pleno dos meses atrás un protocolo de actuación elaborado por el gabinete jurídico. Este documento incluye, por una parte, información legal sobre la marca y la identidad del Ribeiro, y, por otra parte, unas instrucciones de actuación para todo aquel que detectase algún caso de fraude. Entre esas pautas, se recomienda notificar al Consello del caso, con el mayor número de pruebas posibles, fotografías y direcciones. Una vez que el Consello lo recibe, el gabinete jurídico comunica al local o página una advertencia del fraude cometido, exhortando a que esos actos cesen, y en caso de no llegar a un acuerdo, se procedería a llevarlo a juicio. Por lo de ahora se han detectado y se ha conseguido una rectificación en seis casos de utilización fraudulenta de la marca Ribeiro en España, sin que el proceso llegase a los tribunales. Los diferentes casos detectados consisten en la utilización de vino de mesa anunciado en numerosos restaurantes como un producto de marca Ribeiro, que no está acogido dentro de la Denominación de Origen. Otro de los casos es el conocido como vino turbio, que se vende como producto de marca, detectado sobre todo en locales de restauración del levante peninsular. También se encontraron muestras de este fraude en páginas de distribución en internet y en algunos locales en los que se vendía producto a granel haciéndolo pasar por vino de O Ribeiro. Juan Casares: “Los más perjudicados por esta situación son nuestros viticultores” Para Juan Casares, presidente del Consello Regulador, “esta situación afecta a la imagen y al prestigio de los vinos de O Ribeiro y sobre todo al punto más débil de la cadena, que es el viticultor, ya que se le acaba pagando menos por la uva”. “Ese vino no es de O Ribeiro y lo peor es que por cada botella que se comercializa es una botella menos de vino de O Ribeiro que se vende. Es la primera vez en la historia del Consello Regulador que se pone en marcha un protocolo específico para luchar contra el fraude en la utilización de la marca Ribeiro, y creo que es así como conseguiremos mejores condiciones de vida para todas las personas que trabajan en el sector del vino en esta DO”, subraya el presidente. “La única garantía de que un vino es gallego, y de O Ribeiro en concreto, es que lleve la contraetiqueta del Consello Regulador, pues sólo así se garantizará que la uva ha sido producida aquí y elaborada en bodegas de aquí”, concluye.

Concentración de apicultores en Santiago para pedir cambios en el etiquetado de la miel

Un grupo de apicultores, convocados por la Asociación Galega de Apicultura (AGA) y por el Sindicato Labrego Galego, se concentraron esta mañana ante del centro comercial As Cancelas de Santiago de Compostela para exigir al Gobierno cambios en el etiquetado de la miel. La movilización se produjo en varias ciudades españolas para demandar que el Ministerio de Agricultura cumpla su compromiso de modificar la legislación sobre etiquetado de la miel en España. En la situación actual, la legislación permite etiquetar el origen de la miel indicando solo que procede de la UE y/o de países no UE, lo que según los productores favorece la importación masiva y a bajo precio de miel procedente de la China y de otros países, con menor valor nutricional y garantías sanitarias. “Es una situación que sólo favorece a las grandes multinacionales envasadoras de miel y que perjudica a los apicultores de Galicia y también a los consumidores”, advierte Xesús Asorey, presidente de la Asociación Gallega de Apicultura. En este sentido, la demanda de AGA, del Sindicato Labrego y de otros colectivos como la Agrupación Apícola de Galicia es que en el etiquetado se indique de forma obligatoria el país de origen de la miel y los porcentajes de mezcla, en caso de que proceda de varios países. Es lo ya obligan en países como Francia, Italia o Portugal. Asimismo, demandan que en la etiqueta se indique si la miel fue pasteurizada, un proceso que emplea la gran industria envasadora para que la miel no cristalice -un proceso natural-, pero que reduce sus efectos beneficiosos para la salud humana. “La mejor garantía: comprar miel con la IGP Miel de Galicia o de apicultores locales” “Mientras tanto, la mejor garantía de consumir una miel de calidad, aunque el consumidor pague un poco más, es comprando miel con el sello de la Indicación Geográfica Protegida Miel de Galicia; comprándosela a apicultores locales de confianza o miel que lleve la marca colectiva Das Miñas Colmeas, que puso en marcha AGA”, explica Xesús Asorey.