¿Como incide la digestibilidad de la fibra de los forrajes en la producción de leche?
La digestibilidad de la fibra de los forrajes cobra cada vez más importancia en la nutrición del ganado vacuno, tal y como han corroborado diversas investigaciones en los últimos años. Así, a grosso modo, un silo de maíz con menos porcentaje de almidón pero con fibra más digestible, debido a que se cosechó en el punto óptimo y con la planta aún verde, producirá más leche que otro con más porcentaje de almidón y de materia seca.
Así lo puso de manifiesto Ángel Ávila, experto consultor en nutrición de vacuno de leche durante las últimas jornadas técnicas de la cooperativa Delagro sobre “Cultivo de forrajes y pastos: Un modelo medioambiental y socio-económico en el norte de la península ibérica”.
En su ponencia “La digestibilidad de la fibra y su impacto en la eficiencia”, el experto llamó la atención sobre el desconocimiento que existe sobre como se comporta la fibra en el rumen y como se digiere. “Cuanto más digerible sea un forraje mayor va a ser su consumo, y por tanto mayor será la produccion de leche, de grasa y de proteína que logremos con el mismo”, incidió.
Autor: Ángel Ávila Coya
Desde el punto de vista químico la fibra de las paredes celulares de los vegetales se compone de celulosa, hemicelulosa y lignina. Este conjunto se conoce como Fibra Neutro Detergente o FND. Cuanto mayor sea su contenido en un cultivo menor será el valor nutricional del mismo para la producción de leche y carne. Es lo que se conoce como Valor Relativo del Forraje (VRF) tal y como se muestra en la siguente tabla de clasificación:
Autor: Ángel Ávila Coya
De esta forma, la inciencia de la digestibilidad de un forraje la vemos en la producción de leche cuando cambiamos de silo:
Autor: Ángel Ávila Coya
“De esta forma, un silo de maíz con un porcentaje de materia seca del 30% y un 30% de almidón va a ser mucho más digerible que uno con un porcentaje de almidón del 35% y del 38% de materia seca. El más productivo en leche va a ser el segundo, por mucho que un ganadero igual preferiría el primero”, subrayó Ángel Ávila.
Otra forma de medir la digestibilidad de un forraje es mediante el cribado de heces: El objetivo es que en la primera rejilla de la criba para las partículas más gruesas quede menos de un 10% de partículas, en el segundo para fibras de tamaño medio se deposite menos del 20% y en el tercero las partículas más finas representen más del 50% del peso de la muestra. En caso de mala digestión de la fibra (fibra picada muy larga, maíz muy seco, granos mal procesados) la primera parte pueda representar hasta el 60%.
“En definitiva, lo que determina la mayor o menor digestibilidad de la fibra de un forraje es su mayor o menor contenido en lignina dentro de la Fibra Neutro Detergente (FND) -compuesta también por celulosa y hemicelulosa-, que se concentra sobre todo en los tallos de la planta para darle soporte, y menos en las hojas. De esta forma, podemos tener dos forrajes con la misma FND pero uno ser más digerible que otro debido a que tiene menos lignina”, explica Ángel Ávila.
“Por lo tanto -añade- es muy importante saber el nivel de degradabilidad que tiene la FND de un forraje, puesto que a mayor degradabilidad en el rumen de la fibra habrá mayor energía y proteína disponible para la producción de leche, sólidos y otras funciones del organismo”.
Autor: Ángel Ávila Coya
Autor: Ángel Ávila Coya
En cuanto a la digestibilidad de la fibra en ensilados de maíz, en estos dos ejemplos se observa como dos silos de maíz con la misma aFNDom pero con distintos porcentajes de materia seca (42 y 30%) tienen también distinta digestibilidad de la fibra a las 30 horas: 56 y 72%, respectivamente.
Autor: Ángel Ávila Coya
Situación que se repite en este otro ejemplo: dos silos con el mismo porcentaje de almidón pero distinto de materia seca tienen casi 20 puntos de diferencia de digestibilidad de la fibra a las 30 horas:
Autor: Ángel Ávila Coya
Por tanto, a mayor porcentaje de materia seca en un silo menor digestibilidad del forraje, y enconcreto de la fibra:
Autor: Ángel Ávila Coya
Situación que también se produce en los ensilados de raigrás:
Autor: Ángel Ávila Coya
Para medir su impacto en la producción, Ángel Ávila recordó que “por cada incremento de 1 unidad de FNDom digestible logramos incrementar 0,18 kg el consumo de materia seca; producimos 0,25 kg más de leche”.
Por tanto, emplear un forraje más o menos digerible tiene una importante repercusión tanto en la ingesta de materia seca como en la producción de leche. A modo de ejemplo, un silo de raigrás con el 90% de la fibra digerida en el rumen antes de las 30 horas tendrá un consumo por parte de la vaca 27 kilos superior a uno mucho más lignificado, con sólo el 41% consumido en el pool rápido:
Autor: Ángel Ávila Coya
Además, su impacto en la producción de leche será de casi 6 litros diarios menos de leche:
Autor: Ángel Ávila Coya