Recomiendan repartir en dos veces el aporte de nitrógeno granulado, para conseguir que la planta disponga de él en los momentos en que más lo necesitaUna de las opciones para repartir la dosis de nitrógeno que se aporta al maíz es hacerlo en dos veces, empleando en ambos casos fertilizantes granulados. Así, se realiza un primer abonado antes de la siembra y después se procede a un segundo abonado justo antes de que cierre el maíz, es decir, antes de que comience a encañar. “Hay que hacer este segundo aporte cuando el maíz tiene entre 8 y 10 hojas, de manera que aún se puede entrar sin dañar el cultivo”, apuntan desde el servicio agronómico de la cooperativa.
En la jornada utilizaron el abono Amidas que permite emplear bajas dosis y ganar mucho rendimiento en la aplicaciónDe este abono se recomienda aplicar una dosis de entre 125-200 kilos por hectárea dependiendo de la producción esperada (35-70 toneladas por hectárea). En su composición, el Amidas incluye azufre, lo que ayuda a asimilar el nitrógeno por las plantas. Otra de las ventajas de este producto es que no daña el maíz produciéndole quemaduras, como acontece con otros fertilizantes.
Recomiendan aplicar el abono con una máquina de redrar el maíz por los beneficios que reporta este proceso al maízEn concreto, redrar el maíz permite romper la costra que se forma en la superficie de la tierra y las hendiduras que hacen que se pierda el agua en profundidad. Además, arrendar el regazo del maíz provoca que salgan nuevas raíces mejorando mucho la densidad de ellas y su eficiencia. También es una práctica que permite liberar la tierra de algunas hierbas que aún estén en ese momento en la finca. Además, al enterrar el fertilizante, las pérdidas son mínimas.
Los abonos foliares aportan pequeñas cantidades de nutrientes de una manera muy rápida y eficiente“Los abonos foliares tienen una función diferente a la de los fertilizantes granulados. Los abonos foliares aportan pequeñas cantidades de nutrientes, pero lo hacen de una manera muy rápida y eficiente, lo que permite darle un impulso al crecimiento de las plantas”, explican los técnicos. Existen dos tipos principales de abonos foliares: -Aquellos que aportan nitrógeno. Son abonos que complementan al que las plantas reciben por las raíces en momentos de gran demanda. -Aquellos que aportan micronutrientes y estimulantes. Los micronutrientes son necesarios en pequeñas cantidades. Algunos de los micronutrientes son poco móviles, además de escasear en muchas tierras, por eso una incorporación vía foliar garantiza que la planta disponga de estos nutrientes esenciales y así crecer mejor. Los estimulantes tienen la función de reactivar la planta ante situaciones de estrés, como puede ser el propio efecto de los herbicidas, una sequía puntual, noches frías, etc. La aplicación de abonos foliares debe hacerse siempre bajo la prescripción de técnicos especilizalistas y recomiendan emplearlos cuando se aplica el herbicida. Los abonos foliares tienen un coste reducido y los beneficios que aportan son importantes. Además, como se apuntó en la jornada, es preciso falta tener en cuenta que la aplicación del abono foliar, al ir con el de herbicida, no supone un coste extra de aplicación.
“La alfalfa es un forraje que se adapta muy bien a las condiciones de clima y suelo de Galicia”“La alfalfa es un forraje que se adapta muy bien a las condiciones de Galicia, tanto al suelo como al clima”, reivindica Pablo Amado, ingeniero agrónomo y delegado comercial de Limagrain, que participó en la jornada. “Solo aquellas tierras que tienden a inundarse no son recomendables para el cultivo de esta leguminosa”, concreta Antonio Boado, distribuidor en la zona de A Coruña para Limagrain y ganadero. Antonio es además un gran conocedor de este cultivo, ya que lleva años optando por cultivarlo para alimentar su ganado. Entre otras ventajas, la alfalfa (Medicago sativa) proporciona un gran aporte de proteína en la alimentación del ganado, además de tener una digestibilidade alta y ser palatable para las vacas. Está confirmado también que incluirla en la ración de las vacas en ordeño permite incrementar la producción de leche.
La alfalfa está incluida como cultivo mejorante dentro de la nueva PAC y si se emplea para la alimentación del ganado se puede acceder al pago por cultivos proteicosAdemás, la alfalfa está incluida como cultivo mejorante dentro de la nueva PAC y si se emplea para la alimentación del ganado también se puede acceder al pago por cultivos proteicos, por lo que muchas ganaderías están valorando comenzar a trabajar con este forraje.
Con un manejo adecuado y en parcelas con una buena profundidad de suelo puede lograrse una producción anual de 18 toneladas de materia seca por hectárea y que se mantenga hasta 7 años sin renovar la pradera-Revisar el pH del suelo. Es recomendable realizar una analítica previa a la siembra para conocer las necesidades del suelo. Se aconseja cultivar alfalfa en suelos que tengan un pH mínimo de 6,5, por lo que si sitúa por debajo de esta cifra, como ocurre en muchos predios de Galicia, esta deficiencia se corrige con un buen encalado antes de sembrar. -Se precisa labrar la tierra antes de la siembra. Se aconseja hacer labores de susolado y labores de desmenuzado del suelo. Luego de estos proceso recomiendan una compactación previa a la siembra, que preferiblemente se debe hacer con rollos acanalados. -Sembrar temprano. La alfalfa suele sembrarse en primavera o en otoño. En el caso de las siembras que se hacen a comienzo del otoño, se recomienda hacerlas temprano, ya en septiembre, para que la planta llegue al invierno en un estado óptimo. -Sembrar a poca profundidad. La alfalfa requiere sembrarse de manera superficial, nunca a más de 1,5 centímetros de fondo, pero es preferible hacerlo a una profundidad de 1 centímetro. Para esta labor el apero que mejor se adapta son las sembradoras de línea, bien sean de botas o de discos. -Dosis de siembra. Se recomienda emplear una dosis aproximada de 40 kilos por hectárea, con el objetivo de lograr unas 400 plantas por metro cuadrado. -También es aconsejable pasar el rollo compactador antes y después de sembrar la alfalfa.
Algunas ganaderías están haciendo un aporte moderado de purín que les proporciona buenos resultados para la alfalfaA la hora de aplicar tratamientos fitosanitarios es preciso tener en cuenta el ciclo de la planta, ya que en invierno suele producirse una parada vegetativa, que puede aprovecharse para realizar determinadas aplicaciones, o incluso pueden realizarse antes de sembrarla. Así, recomiendan aplicar un herbicida preventivo antes de la siembra, para reducir la competencia de otras hierbas. “Puede cultivarse con otras especies, pero lo que se suele hacer es cultivar la alfalfa sola para conseguir producciones altas y un buen aporte de proteína”, concreta Amado. Si se opta por cultivarla sola suele aplicarse un herbicida preemergencia y luego se emplean herbicidas para controlar la competencia tanto de hoja estrecha como ancha. “Las especies de hoja ancha, como la alfalfa, suelen controlarse en invierno, durante la parada vegetativa de la alfalfa”, detalla.
En el primero año de implantación de la alfalfa es recomendable esperar hasta que se produzca la floración de un elevado número de plantas antes de realizar el primero corteAdemás, en el primero año de implantación de la alfalfa es recomendable esperar hasta que se produzca la floración de un elevado número de plantas antes de realizar el primero corte. “De este modo nos aseguramos que la planta acumula reservas en las raíces que favorecen el rebrote”, explica. Es habitual que la alfalfa proporcione entre 4 y 5 cortes anuales, por lo que aquellos que coincidan con el silo de hierba pueden ensilarse juntos. Para el resto, lo más aconsejable es hacer pacas y encintarlas. “La alfalfa tiene altos contenidos de proteína y bajos contenidos de azúcar, por lo que su ensibilidad es menor que un raigrás”, apunta el técnico. Para aquellas ganaderías que opten por ensilar la alfalfa en un silo de trinchera es recomendable añadirle conservantes o inoculantes para lograr un buen ensilado.
Meter la hierba con un grado de humedad adecuado y realizar una buena compactación es fundamental para reducir las pérdidas de nutrientes de los silosEn el momento de hacer el ensilado, también es preciso tener en cuenta la humedad del forraje. “La hierba no debe ir ni muy seca ni muy húmeda, debe contener alrededor de un 30-35% de materia seca”, explica la veterinaria. Con todo, reconoce que hay tendencia a meter muy húmeda la hierba. “Cuanto más húmedo se mete el silo más efluentes va a haber, es decir, mayor pérdida de líquido, no solo agua, sino nutrientes”, explica. Al mismo tiempo, el agua hace un efecto tampón y evita que baje el pH. Por el contrario, tampoco es recomendable meter la hierba muy seca, ya que entra más aire al silo y resulta más difícil la compactación del forraje. Tan importante como el ensilado es el manejo que se hace del silo desde que se abre para consumir. “Desde que se abre el silo, hay un punto de contaminación alto en el frontal del silo, por lo que es preciso intentar reducir al mínimo los riesgos”, valora Rico. La veterinaria recomienda mantener un frontal con una superficie lisa y perpendicular al suelo, ya que de este modo la superficie expuesta es menor. Además, aconseja ir retirando la cubierta plástica de manera paulatina. “Como máximo puede destaparse el plástico del silo que se prevé consumir en 3 días, no más”, aclara. También se debe consumir teniendo una densidad adecuada. En invierno de media se consumirán unos 15 centímetros y en verano se llega a los 20 centímetros. Además, para mejorar la calidad de los silos de hierba también es recomendable tener bien dimensionado el silo en base al número de animales y a la ingestión de silo por ejemplar que se va a hacer. Contar con una buena orientación del silo también contribuye a que las inclemencias meteorológicas no provoquen pérdidas.
“Reducir la contaminación en los silos es la mejor manera para mejorar la inocuidad de la ración y que los animales se alimenten de manera regular todos los días”El problema es que a la hora de realizar el silo se desconoce qué cantidad de bacterias eficaces o perjudiciales para la conservación del forraje hay en la hierba, de ahí que se recomiende el empleo de inoculantes, que aportan bacterias eficientes en la producción de ácido láctico. Evitar la presencia de oxígeno también es determinante para conservar la mayor cantidad posible de ácido láctico en los silos, ya que el aire favorece un desarrollo exponencial de levaduras, hongos o de las bacterias ineficientes, todos ellos perjudiciales para la conservación del silo. “Reducir la contaminación en los silos es la mejor manera para mejorar la inocuidad de la ración y que los animales se alimenten de manera regular todos los días”, concreta la veterinaria. Las variaciones de ingesta de una granja pueden ser un indicador de que el silo, sea de hierba o de maíz, está contaminado y perjudica a los animales, de manera que reducen la cantidad de forraje que comen.
Optar por las leguminosas permite enriquecer los suelos por el aporte de nitrógeno que proporciona y deja disponibles nutrientes para otros cultivosPor otra parte, la simbiosis que logran las leguminosas con las bacterias rhizobium, que están naturalmente en el suelo, permiten un mayor aprovechamiento del nitrógeno. Como recordaba Fernández Labrada, el nitrógeno es uno de los nutrientes más importantes para el crecimiento de las plantas, más necesario para lograr una buena producción que otros nutrientes como puede ser el potasio o el fósforo, presentes ambos en los fertilizantes complejos más empleados.
El altramuz se presenta como una fuente de obtención de proteína vegetal y que también tiene en cuenta la nueva PACLa nueva PAC y los ecorrégimenes también buscan favorecer la rotación de los cultivos, introduciendo especies mejorantes como las leguminosas y en las que se incluye el altramuz, lo que puede suponer un pago de más de 80 euros por hectárea. “El altramuz tiene raíces profundas y pivotantes, que le permiten tener una alta resistencia a la sequía. Emplearlo como abono verde permite mejorar en gran medida a capacidad de infiltración de la tierra”, explicaba el ingeniero agrónomo del Ciam Luis Urquijo durante su participación en las jornadas sobre este cultivo organizadas por el propio centro y que tuvieron lugar en Lalín (Pontevedra). Del altramuz puede aprovecharse tanto su grano, para alimentación humana o animal; como toda la planta, para abono verde o forraje. El altramuz es también un aliado para la recuperación de suelos erosionados. El precio medio del cultivo de este grano en 2022 se estimó en 450 euros por tonelada, duplicando casi su valor con respeto del 2010, cuando rondaba los 230 euros, según los datos manejados desde el Ministerio de Agricultura.
En función de la zona en la que se cultive y del tipo de suelo que haya es recomendable emplear una especie u otra, y realizar la siembra en primavera o en otoñoEsta leguminosa suele sembrarse en otoño, y a finales de febrero se produce la floración, que durará hasta mayo. “También se están logrando buenos resultados con siembras primaverales realizadas en aquellas zonas más frías”, explica Urquijo. En función de cuándo se realice la siembra también varía la cantidad de semilla a utilizar. En las siembras de invierno, en zonas cálidas, se recomienda emplear unas 20 plantas por metro cuadrado. Mientras, si la siembra se realiza en primavera, en zonas frías, se incrementa el número de semillas hasta las 50 plantas por metro cuadrado. El investigador también recomienda que la tierra esté bien arada, para evitar la costra superficial que puede dificultar la germinación. También recomiendan realizar la siembra a una profundidad de entre 1 y 5 centímetros y dejar una distancia entre hileras de entre 15 y 60 centímetros. Urquijo también apunta que para lograr un rendimiento de entre 3 a 4 toneladas por hectárea suele ser habitual realizar un abonado de 0-60-80 (N – P2O5P2o5- K2O). La maduración del grano estará condicionada por las altas temperaturas y la seca.
La rotación de cultivos como el trigo, la colza o la patata contribuye a una producción más sana al reducir la incidencia de Antracnosis, principal patologíaUno de los mayores problemas de este cultivo en Galicia parece ser la Antracnosis, que aparece diseminada en la siembra y acaba causando podredumbre en la planta y en el fruto. Uno de los métodos para reducir la incidencia de esta dolencia fúngica es usar semilla libre de patógenos y producida en regiones secas o semiáridas, y contar con semilla certificada. Otro método es la rotación de cultivos. “Hacer una rotación de cultivos como altramuz, trigo o centeno, colza y patatas es una manera de reducir la incidencia de este patógeno”, explica el ingeniero agrónomo. Con todo, en todas las siembra realizadas en el Ciam no tuvieron que echar mano de fungicidas. Tampoco emplearon herbicidas para el control de hierbas de competencia puesto que fue un ensayo ecológico y hicieron un control mecánico con grade de púas, un método que le sirvió para su control. “Es recomendable pasar la grade cuando la planta tiene unas 8 hojas, es decir con una planta de 3 meses, ya que de hacerlo antes, se termina por arrancar un importante número de plantas, ya que aún son muy pequeñas”, detalla el investigador.
Alternar el altramuz con el trigo les permitió incrementar la cosecha de trigo casi un 50% que el monocultivo del cerealYa durante la campaña 2021- 2022 realizaron pruebas con el altramuz blanco alternando con tres variedades de trigo: Rumbo, Estoril y Orden Dorado, sin tampoco abonar, emplear herbicidas ni fungicidas. Además realizaron siembras tanto en octubre, como en febrero y marzo. De las tres variedades, los mejores resultados los alcanzó la variedad Rumbo, sembrada a mediados de octubre. En concreto, con esta variedad de altramuz se consiguió un rendimiento de 3.109 kilos por hectárea, con un aporte de proteína del 40,6% y sin casi incidencia de antracnosis (6,5%), mientras que en otras variedades y fechas esta afección llegó a ser del 31 o 20 %, en el caso del Estoril.
Alternar el cultivo de trigo y altramuz permite incrementar la producción de cereal y reducir el gasto en fertilizantes
La rotación con altramuz también reduce la incidencia de enfermedades y la competencia de malas hierbas, incrementando la rentabilidad del cultivo de trigoLa rotación con esta leguminosa también contribuyó a una reducción de enfermedades y malas hierbas. “El monocultivo de cereal aumenta la presión de las plantas adventicias de similar ciclo vegetativo”, explica Almeida. Por otro lado, para reducir la competencia del altramuz con otras especies, el ingeniero recomienda realizar siembras tardías, puesto que en las siembras tempranas está más expuesto a la competencia. Además, recomienda utilizar entre 30 y 35 plantas de altramuz por metro cuadrado. Calidades del trigo En paralelo al aumento de rendimientos, la rotación con altramuz permitió la mejora en parámetros de calidad del grano, como el peso hectolitro, con incrementos entre el 7 y el 13%, así como el peso de 1.000 semillas con aumentos del 12 al 15%. Al igual que ocurre con el rendimiento, son cifras más altas que las que se habían observado en otros trabajos de investigación similares. En concreto, supone un 2,43% más que en otros ensayos. Al margen de las mejoras de la producción, otra de las ventajas que presenta la rotación con determinadas variedades de altramuz es que permiten activar el fósforo en terrenos con una elevada concentración de aluminio, de manera que el fósforo queda disponible para el cultivo siguiente, es decir para el trigo. “Las raíces proteoides de los altramuces blanco y amarillo permiten su desarrollo en suelos donde el fósforo se encuentra insoluble y queda inmovilizado por la presencia de aluminio. En Galicia, por desgracia, tenemos muchos suelos con estas características”, explica Almeida.
El altramuz moviliza el fósforo del suelo, dejándolo disponible para siguientes cultivos
Un plan de abonado eficiente del maíz forrajero es clave tanto para poder obtener la máxima producción y calidad del forraje a ensilar, como el ahorro de tiempo y tranquilidad del ganadero, que depende de un buen forraje para su producción de leche. Así, desde hace más de siete años, ICL está trabajando junto a su distribuidor Protección Verde, con ganaderos de leche de Galicia para aplicar su plan de abonado que reduce las aplicaciones, ahorrando tiempo y costes, asegurando un maíz verde y productivo de alta calidad.
Como nos comenta José Antonio Martínez López, Director Técnico en de ICL Iberia España Agricultura, el plan de abonado de ICL consta de tres pasos, basados en las últimas tecnologías de abonos de liberación controlada.
En primer lugar, en siembra se aplica junto a la semilla un abonado estárter, Agromaster Start Mini 21-21-5, que aporta nitrógeno de liberación controlada con la tecnología Poly-S y asegura una disponibilidad total de fósforo, con lo que conseguimos una nascencia rápida y uniforme del cultivo.
El segundo paso es la aplicación de un abonado de fondo en todo el campo con el abono de liberación controlada Agromaster con tecnología E-Max de 3-4 meses de longevidad, que asegura la disponibilidad de nitrógeno durante todo el ciclo de cultivo. Con Agromaster conseguimos llegar a fin de ciclo con una sola aplicación, ahorrando tiempo y preocupaciones, ya que aseguramos el máximo potencial de producción sin depender tanto de la climatología y de ver cuándo debemos aplicar la urea. Además, se reduce la huella de carbono del cultivo al usar menos fertilizante, al ser más eficiente.
Por último, se puede aplicar un abono foliar, Agroleaf Power con tecnología M-77, mezclado con el herbicida de post emergencia, para un mejor control de las malas hierbas y un menor estrés en la planta de maíz.
El éxito de este programa en Galicia nos ha animado a visitar varias explotaciones de vacuno de leche para hablar con sus responsables y conocer sus experiencias con esta tecnología de fertilización. Según nos comenta el responsable técnico de ICL en Galicia, las producciones medias de los últimos años en la región han alcanzado en ciclos cortos las 50 toneladas y en ciclos largos las 60 toneladas, llegando el cultivo perfectamente a fin de ciclo con la planta verde y sin ningún tipo de carencia.
Los ganaderos gallegos avalan los buenos resultados de Agromaster
Tras visitar cuatro explotaciones en diferentes zonas de Galicia, un comentario es común: la aplicación de un abonado de fondo como Agromaster da muchísima tranquilidad ya que asegura la nutrición del maíz hasta final de ciclo y evita la aplicación de urea, que siempre es un problema por la climatología en la época de aplicación. Todos destacaron que con el plan de abonado de ICL se gana en tranquilidad y se ahorra tiempo y costes.
Abel Vázquez, de la SAT Vila Alborés en Mazaricos (A Coruña), una ganadería de 900 cabezas de ganado con 500 puestas en ordeño, nos comentó que tiene una media de producción de leche de 40-41 litros por vaca y con 3,50 de grasa y 3,30 de proteína.
La granja tiene 170 hectáreas de maíz forrajero y para Abel Vázquez el cambio ha sido a mejor: “Antes aplicábamos un abonado de fondo con urea por encima, pero el año pasado nos propusieron aplicar el plan de ICL con Agromaster y, la verdad, es que quedé muy contento porque me cumplió hasta el final del ciclo del maíz y conseguimos 47.000 kilos por hectárea de maíz cortándolo muy alto, al ser para vacas de leche. Yo lo recomendaría porque en nuestra granja no tenemos mucho tiempo para abonar y con una sola aplicación tuve mejores resultados que con el abonado de fondo y la urea”.
La segunda explotación que visitamos fue Ganadería Santa Lucía en Dumbría (A Coruña), donde cuentan con 95 ha, de las que 85 ha son para cultivo de maíz, y con 280 vacas en ordeño de 520 cabezas en total. La media de producción de leche es de 35-27 litros con 3,85 de grasa y 3,45 de proteína. Según nos comenta su responsable, Crisanto Caamaño.
“Llevamos sobre cinco años aplicando Agromaster en el abonado del maíz de ciclo 280-300 en una dosis, de unos 500 kg por ha y consiguiendo una producción de 50.000 a 55.000 kilos por hectárea. Vemos que la planta crece más fuerte, con más vigor y está más verde a final de ciclo, sobre todo abajo, en el tallo de la planta. Recomendaría su uso ya que tiene una calidad muy buena de granulación y para blending va perfecto, dando muy buen resultado en cuanto a producción”, explica Crisanto Caamaño, el responsable de la ganadería.
Tras esta visita nos acercamos a la SAT Regueiro Branco en Frades (A Coruña), una explotación de tres socios, Álvaro Sánchez, Manuel López y Martín García, que nació en 2012 y tiene 330 vacas en ordeño y 570 animales en total. Además cuenta con 220 ha, de las que 90 ha se destinan a maíz forrajero y el resto a raigrás inglés. La producción de leche es de 43-45 litros, con 3,70 de grasa y 3,33 de proteína.
Como nos comenta Álavo Sánchez, uno de sus responsables: “En la campaña 2021 sembraron 90 ha de maíz de ciclo 500 largo y usamos Agromaster en una sola aplicación para garantizar que llegara a final de ciclo el nitrógeno y realmente en el ensilado estaba verde el cultivo, consiguiendo el objetivo. El rendimiento estuvo entre 50 y 60 toneladas por hectárea. Esta es una forma de abonado de una dosis única con la que quedas un totalmente cubierto y estás más tranquilo, ya que no hay que esperar a ver si luego vas a hacer cobertera dependiendo del clima”.
Por último, visitamos la explotación Agroforestal Candal, que da servicios agrarios y forestales en las localidades de Carral y Cerceda (A Coruña) y, además, siembran maíz forrajero para comercializar a otras granjas (80%) y algo para autoconsumo de sus cebadero de bueyes y ternera Gallega. Siembran alrededor de 275 ha, tanto para silo de maíz como para grano húmedo en salchichas y bolas.
José Luis Candal Vázquez, responsable de la empresa, nos comenta: “Llevamos varios años utilizando el programa de ICL a raíz de que compramos un equipo para localizar el abono junto a la semilla. Aquí aplicamos primero Agromaster Start Mini a 25 kg/ha como starter, y luego aplicamos Agromaster a 370 kg/ha como abonado único, completado con una aplicación foliar de Agroleaf Power a 4 kg/ha junto al herbicida. Va todo localizado con dosis más ajustadas y el resultado está muy bien, con una planta con vigor muy bueno y que llega verde al final de ciclo y la mazorca bien cerrada. Así, conseguimos rendimientos 48.000 kg/ha de silo de maíz y 14.500 kg/ha de grano húmedo, pero en una finca que no es de las más productivas por estar a mucha altura”.
Todos estos comentarios positivos son corroborados por Roberto Pérez, responsable de Protección Verde, distribuidor de ICL en Galicia. “Es de agradecer que nuestros clientes ganaderos confíen en nuestro asesoramiento y prueben el plan de abonado de ICL, pudiendo comprobar ellos mismo los buenos resultados. Maíz verde hasta el ensilado, con alta calidad y unas excelentes producciones. Ahorran costes y tiempo, asegurando calidad y producción, que es lo que busca cualquier profesional del maíz forrajero”, concreta Pérez.
Será el único laboratorio nacional que podrá analizar en torno a 50 materias primas y piensos para pollos de engorde, ponedoras, pavos, cerdos y pecesEl acuerdo con el laboratorio alemán Evonik es pionero en España por su elevado nivel de mediciones. La Finca será la única de todo el Estado en analizar en torno a 50 materias primas y piensos para pollos de engorde, ponedoras, pavos, cerdos y peces. Mouriscade podrá valorar así parámetros nutricionales de los principales nutrientes y determinar el cálculo de energía, aminoácidos, calidad de procesado y ácidos grasos. Esta colaboración con la empresa también permite evaluar el contenido de hasta 51 ácidos grasos en 16 ingredientes de piensos, una opción única a nivel mundial ya que Evonik es el único laboratorio de Europa que hace las calibraciones necesarias para ofrecer este servicio. "Es uno de los pilares de nuestro gran diferencial", explicó la presidenta provincial.
En las analíticas de forrajes y raciones Unifeed se añadirán indicadores como la digestibilidad de la fibra y del almidón, la calidad de la proteína, azúcares o la conservación del ensiladoLos certificados de ensayo se emitirán con un significativo aumento de parámetros incorporando a los informes NIR importantes indicadores como la digestibilidad de la fibra y del almidón, calidad de la proteína, azúcares, macrominerales, ácidos grasos y calidad de conservación del ensilado. Pese a la mejora, las tarifas NIR Plus se reducen, ya que pasan de los 18 euros actuales a 15. "Es una importante rebaja", valoró la presidenta. La mandataria provincial resaltó también que los acuerdos "minimizan el tiempo de emisión de resultados y aumentan la capacidad para procesar un gran número de muestras con menos costes por analítica". Además reducen los residuos generados y el consumo energético. "La fiabilidad en los resultados está garantizada, pues ambos proveedores NIR son organizaciones de referencia con gran experiencia en las calibracións a partir de procedimientos de análisis oficiales sujetos a los más estrictos controles de calidad", añadió.
Un mejor conocimiento del valor nutricional de los forrajes puede contribuir a mejorar la sostenibilidad económica y ambiental de las granjas de lecheEl presente trabajo, "Aplicaciones analíticas avanzadas para el análisis de forrajes utilizados en las explotaciones lecheras gallegas", dirigido por el investigador Gonzalo Flores, surge a partir del proyecto de investigación cooperativa, financiado inicialmente con fondos FEADER del Programa de Desarrollo Rural de Galicia 2014-2020, que viene siendo desarrollado conjuntamente por el Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo (CIAM), dependiente de la AGACAL y el Laboratorio Interprofesional Gallego de Análisis de la Leche (LIGAL). Este proyecto busca contribuir a mejorar la sostenibilidad económica y ambiental de las ganaderías lecheras gallegas a través de un mejor conocimiento del valor nutricional de los forrajes más utilizados en la alimentación del ganado de leche en Galicia. El objetivo genérico de la Tesis es contribuir a la mejora de la utilización de los forrajes para la producción de leche de vacuno en Galicia a través de la obtención de métodos analíticos fiables, fuertes y precisos para ser aplicados en análisis de rutina para servicio a las ganaderías, así como con propósito de apoyo a la investigación y a las actividades de selección y mejora genética de forrajes. En este trabajo se persiguieron cinco objetivos: 1) Describir las características de composición química y digestibilidad de la materia orgánica (DMO) de los principales grupos de forrajes frescos y de forrajes conservados como hierba seca y ensilados utilizados en las ganaderías lecheras de Galicia. 2) Desarrollar ecuación NIRS para la estimación de la composición química y la DMO de los forrajes y de mezclas completas (unifeed) comúnmente utilizadas para la alimentación de las vacas de leche. 3) Evaluar la capacidad de NIRS para estimar los parámetros de degradabilidad ruminal de ensilados de hierba y de maíz. 4) Obtener ecuaciones de regresión basadas en la composición química de las muestras para estimar los valores de DMO de los distintos grupos de forrajes y de las mezclas unifeed, así como de la degradabilidad ruminal de los ensilados de hierba y de maíz comparando su capacidad predictiva con la obtenida mediante la técnica NIRS. 5) Construir y validar ecuaciones NIRS para predecir los parámetros de calidad fermentativa de ensilados de hierba y ensilados de maíz.
El modelo NIRS permite realizar mejores predicciones sobre la digestibilidad y la degradación ruminal de los forrajes- La fiabilidad en la predicción de la degradabilidad ruminal de las ecuaciones empíricas obtenidas es, por lo general, mediocre. El modelo de predicción NIRS de la degradabilidad ruminal efectiva de la proteína bruta para ensilado de maíz y ensilado de hierba permitió reducir el error de predicción un 65% y un 27%, respectivamente, en comparación con las mejores ecuaciones empíricas. - Las ecuaciones NIRS para determinar los parámetros fermentativos de las ensilades de hierba y de maíz fueron satisfactorios, permitiendo estimar con alta fiabilidad la calidad fermentativa de estas muestras, permitiendo detectar problemas que sea necesario corregir en la práctica del ensilado en las ganaderías.
Conocer de forma precisa el valor nutricional de los forrajes y optimizar su uso puede reducir los costes en alimentación hasta un 10%La bibliografía señala una reducción estimada de hasta un 5-10% del coste de la ración en las granjas lecheras, en base al conocimiento preciso del valor nutricional de los forrajes y la optimización de su utilización. Es evidente, por tanto, el impacto económico que supondría una mejora de la eficiencia en la alimentación debido a un mejor conocimiento del valor nutricional de los forrajes. Por otra parte, aunque son de más difícil cuantificación, existe también un efecto ambiental positivo del uso de los métodos avanzados de valoración nutricional de forrajes debido a la reducción de las excretas de nutrientes al medio, como en particular el nitrógeno, debido a una mejor sincronía de las aportaciones de energía y proteína en la ración.